"Se habla mucho de depositar confianza, pero nadie dice qué interés te pagan." (Manolito)
"Y al final, ¿Cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida por delante o la vida se lleva por delante a uno?" (Mafalda)
"¿Y zi mejod la pateo?" (Guille)
"Tan chiquito y ya dice incongruencias" (Mafalda)
(Rezando)"Y que nunca seamos el jamón del sandwich internacional" (Mafalda)
"A medio mundo le gustan los perros; y hasta el día de hoy nadie sabe qué quiere decir guau."
"-Bueno ahora guarden todos sus útiles menos lápiz, goma de borrar y una hoja en blanco en la que anotaran prueba escrita. (Profesora)
-Perdon ¿y si apelaramos a la sensatez y dejaramos la cosa para otro día? Digo...para evitar un inútil derramamiento de ceros." (Mafalda)
"-Hoy estudiaremos el pentágono. (Profesora)
-¿Y mañana el Kremlin?... Digo, para equilibrar." (Mafalda)
"-Es mejor morir de pie a vivir de rodillas. (Aludiendo al Che Guevara)
-¿Y será muy deshonroso subsistir sentado?" (Felipe)
"-¡¿Dónde esta el respeto que le debes guardar a tu padre?!. (Papá de Mafalda)
-... ... ¿En la heladera?" (Mafalda)
"¡Sonamos muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!" (Mafalda)
"¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?" (Mafalda)
"Si vivir es durar, prefiero una canción de los Beatles a un Long Play de los Boston Pops." (Mafalda)
"El mundo esta malo, le duele el Asia." (Mafalda)
"¿No será acaso que ésta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?"
"¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?"
"Dicen que el hombre es un animal de costumbres, mas bien de costumbre el hombre es un animal."
"Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante." (Mafalda)
"Burocracia, su lechuguita." (Mafalda)
"¿No sería mas progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?"
"Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas." (leido de un libro)
"En éste mundo cada quién tiene su pequeña o gran preocupación."
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavia no se habian dado cuenta."
"Hoy entré al mundo por la puerta trasera."
"-Yo no entiendo a estos que no saben aburrirse sin molestar a los peces (Libertad)
-¿Y quien dijo que me aburro?(Pescador)
-Yo no entiendo a estos que no saben entretenerse sin molestar a los peces." (Mafalda)
"-¿no te parece que la gente se quiere mucho mas en navidad? (Mafalda)
-¿vos tambien pensas lo mismo? porque la verdad es que me quiero todo el año pero mucho mas en Navidad" (Susanita)
"Almacén Don Manolo vende baratísimo" (Manolito)
"-Una cosa es un país independiente y otra un país in the pendiente.
"-Sunescán, dalúnabuso" ("Es un escándalo, un abuso" en el idioma "madre enojada").
Nosotros, sí, gracias
En educación, los aspectos de relación son centrales, incluso en los casos límite con alumnado autista, por ejemplo. De ellos, hemos aprendido mucho y estas enseñanzas son válidas para todas las personas que deseen, real y sinceramente comunicarse mejor. Además, conociendo estas técnicas podremos desenmascarar a quienes las emplean con profusión para manipularnos, como algunos politiqueros y gacetilleros.
Muchos estudiantes, con o sin autismo, están condicionados a reaccionar negativamente a un ‘‘NO’’ imperativo (‘‘no hagas eso’’...). Estas negaciones indican frecuentemente que el hablante está disgustado o que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de palabras o expresiones negativas con extrema moderación y sólo cuando requieran obediencia inmediata en casos de emergencia. También es mejor hablar concisa y ordenadamente. Demasiadas instrucciones y explicaciones crean frustración y confusión. Es necesario que el profesor señale claramente qué es lo que quiere que los escolares hagan y por qué. Hay que ser razonable en lo que se pide y la demanda debe ser tal que los alumnos sean capaces de cumplirlo. Los enunciados negativos no aportan las indicaciones necesarias para aprender cómo comportarse de un modo más apropiado y, por el contrario, sugieren que lo negado es apetecible.
Debe evitarse las instrucciones formuladas de un modo amenazador o impositivo, porque los oyentes tenderían a ponerse a la defensiva y les provocaría a hacer justamente lo contrario de lo pedido. Un tono neutro puede ayudar. Por ejemplo: es mejor indicar: ‘‘Es la hora de estudiar’’, en vez de ‘‘Tienes que estudiar ahora mismo’’.
En comunicación, las críticas, los reproches, las amenazas, lo negativo, lo confuso…, sobra. Si nos dicen: «No pienses en un elefante rosa», ya lo estamos evocando en la imaginación… Queremos y necesitamos ideas positivas, claras, conciliadoras, específicas…, justamente lo casi inexistente en la comunicación social y política. Hasta las campañas más costosas y bienintencionadas caen en este craso error: ‘‘NUNCA MÁIS’’, ‘‘NO a las DROGAS’’, ‘‘PLAN ANTITABACO’’, ‘‘NO a la VIOLENCIA DOMÉSTICA’’… Forges, al menos y sólo por sobreabundar, en sus viñetas dice: ‘‘PAZ SÍ, guerra no’’, y el lema hippie decía ‘‘HAZ EL AMOR, y no la guerra’’. Otros aciertan de pleno como ‘‘Gesto por la PAZ’’.
Las frases negativas son nefastas, porque aparte de ser cognitivamente más difíciles de interpretar y más si son extensas, declaran y despliegan una sensación general de inseguridad, desaprobación y hostilidad (a lo sumo condescendencia) que invade a lo dicho. Fíjense que, aunque gramaticalmente digan lo mismo, las tres oraciones siguientes trasladan una impresión muy diferente:
1. ‘‘Estoy contigo’’ (concluyente, enfática y con empatía).
2. ‘‘No discrepo de ti’’ (breve, pero displicente y apática).
3. ‘‘Nunca puedo evitar negar que no esté en desacuerdo con lo contrario que tú refutas rechazar’’... (pura confusión grouchiana).
Los diccionarios desperdician casi el 10% de su contenido con palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-…, (por ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado), y el habla popular desaprovecha un porcentaje de comunicación aún mayor con estas inexpresividades desventuradas y malhadadas (¡lo siento, me he dejado llevar!). La única expresión pseudo-negativa válida que se me ocurre, es la que aconseja el pez padre a su pececito: ‘‘Nada, hijo, nada’’. Hasta se ha impuesto un sistema negativo de votación, con los descartes en los concursos televisivos como ‘‘Gran Hermano’’…, sólo falta que esta fórmula se aplique a la política.
En política, asistimos a la ceremonia de la confusión desde el poder mediático. Se invierte la simplificación de convertir la doble negación en afirmación, para pedir en vez de ‘‘PAZ’’ el desalentador ‘‘NO a ETA’’, ‘‘NO al Nacionalismo Obligatorio’’... No nos merecemos la anacrónica época de violencia que hemos de vivir con bandas terroristas cuyo único sentido es la muerte y la coartada de gobernantes como el ‘‘gran dictador’’ que añora la conquista del Oeste (ahora del mundo) con la política del cowboy bueno frente al ‘‘eje del mal’’, y sus emuladores como el ‘‘pequeño dictador’’, que con nostalgia de reconquista nos abruma con más represión, venganza, pudrirse en las cárceles,… para ocultar esta ‘‘negra navidad’’. Todo ello adobado con la confusión entre valores e intereses, que siguen siendo el motor de la inacabada colonización perpetua de la humanidad por una minoría interesada y belicista.
En prensa oímos demasiadas veces desgobierno, deslegitimización, desinvestigación…, y seguramente asistiremos a la aparición de otros neologismos: desprograma, despolítica, desoposición… El periodismo ha perecido de éxito. Su creciente poderío ante la opinión pública, la que vota bajo su influjo en las democracias, lo había ensalzado hasta un punto en el que debía comprarse su subordinación. Así parece que ha sido ‘‘el cuarto poder’’, no ha resistido la embestida del poder último: la prepotencia económica que necesita controlar el poder político.
Falta veracidad, y pulula el cinismo. No hace falta leer, impertérrito, que Bush pagará a los periodistas o que se defienda públicamente la creación de una agencia de desinformación, la Oficina de Influencia Estratégica (OIE), cuyo supuesto cierre posterior por presiones quizá sea su primera obra y su inaugural patraña.
Nosotros queremos caminos, soluciones, propuestas de PAZ y de CONVIVENCIA a las que podamos decir, ‘‘Sí’’. Queremos más periodistas pacifistas que nos cuenten de Lula. ¡Gracias, presidente Lula, por protagonizar nuestra diaria noticia política agradable, que demuestra que no es imposible ser un político de verdad, que construye, que alivia desigualdades, que no anuncia ni prepara guerras! Lula, tú sí eres grande, cancelas la compra de juguetes bélicos a los militares y les pides que arreglen carreteras y repartan comida; visitas las zonas más pobres de tu país, y no te vas a televisiones italianas en pleno cataclismo ecológico. Sigue así, no desesperes, te esperan grandes desafíos, pero quizás sea la primera figura histórica de este todavía triste siglo XXI.
Truco final: Hagamos una prueba durante una semana. Hablemos sólo cuando lo que tengamos que decir cumplan tres condiciones: Que sea cierto, necesario y amable. ¡Usemos sólo enunciados positivos y veremos cómo mejora nuestra vida, y la de los nuestros! Seamos positivos. Aprovechemos toda oportunidad de felicitar o alentar a alguien. Definámonos por lo que amamos, por lo que creemos; acumulemos amigos. Olvidemos odios, enemigos… ¡Ah, y las palabras mágicas! Pero antes, la palabra más usada y la que más nos fastidia, que es ‘‘NO’’ (se dice que un niño a los 10 años ha escuchado 9 ‘‘Nones’’ por cada ‘‘SÍ’’) y la más superflua, ‘‘YO’’ (que indica egocentrismo). En el ranking de las frases más poderosas, junto a la palabra que más nos agrada escuchar y que es nuestro nombre propio, están:
NOSOTROS (equipo: grupo + estructura + objetivo común)Muchos estudiantes, con o sin autismo, están condicionados a reaccionar negativamente a un ‘‘NO’’ imperativo (‘‘no hagas eso’’...). Estas negaciones indican frecuentemente que el hablante está disgustado o que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de palabras o expresiones negativas con extrema moderación y sólo cuando requieran obediencia inmediata en casos de emergencia. También es mejor hablar concisa y ordenadamente. Demasiadas instrucciones y explicaciones crean frustración y confusión. Es necesario que el profesor señale claramente qué es lo que quiere que los escolares hagan y por qué. Hay que ser razonable en lo que se pide y la demanda debe ser tal que los alumnos sean capaces de cumplirlo. Los enunciados negativos no aportan las indicaciones necesarias para aprender cómo comportarse de un modo más apropiado y, por el contrario, sugieren que lo negado es apetecible.
Debe evitarse las instrucciones formuladas de un modo amenazador o impositivo, porque los oyentes tenderían a ponerse a la defensiva y les provocaría a hacer justamente lo contrario de lo pedido. Un tono neutro puede ayudar. Por ejemplo: es mejor indicar: ‘‘Es la hora de estudiar’’, en vez de ‘‘Tienes que estudiar ahora mismo’’.
En comunicación, las críticas, los reproches, las amenazas, lo negativo, lo confuso…, sobra. Si nos dicen: «No pienses en un elefante rosa», ya lo estamos evocando en la imaginación… Queremos y necesitamos ideas positivas, claras, conciliadoras, específicas…, justamente lo casi inexistente en la comunicación social y política. Hasta las campañas más costosas y bienintencionadas caen en este craso error: ‘‘NUNCA MÁIS’’, ‘‘NO a las DROGAS’’, ‘‘PLAN ANTITABACO’’, ‘‘NO a la VIOLENCIA DOMÉSTICA’’… Forges, al menos y sólo por sobreabundar, en sus viñetas dice: ‘‘PAZ SÍ, guerra no’’, y el lema hippie decía ‘‘HAZ EL AMOR, y no la guerra’’. Otros aciertan de pleno como ‘‘Gesto por la PAZ’’.
Las frases negativas son nefastas, porque aparte de ser cognitivamente más difíciles de interpretar y más si son extensas, declaran y despliegan una sensación general de inseguridad, desaprobación y hostilidad (a lo sumo condescendencia) que invade a lo dicho. Fíjense que, aunque gramaticalmente digan lo mismo, las tres oraciones siguientes trasladan una impresión muy diferente:
1. ‘‘Estoy contigo’’ (concluyente, enfática y con empatía).
2. ‘‘No discrepo de ti’’ (breve, pero displicente y apática).
3. ‘‘Nunca puedo evitar negar que no esté en desacuerdo con lo contrario que tú refutas rechazar’’... (pura confusión grouchiana).
Los diccionarios desperdician casi el 10% de su contenido con palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-…, (por ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado), y el habla popular desaprovecha un porcentaje de comunicación aún mayor con estas inexpresividades desventuradas y malhadadas (¡lo siento, me he dejado llevar!). La única expresión pseudo-negativa válida que se me ocurre, es la que aconseja el pez padre a su pececito: ‘‘Nada, hijo, nada’’. Hasta se ha impuesto un sistema negativo de votación, con los descartes en los concursos televisivos como ‘‘Gran Hermano’’…, sólo falta que esta fórmula se aplique a la política.
En política, asistimos a la ceremonia de la confusión desde el poder mediático. Se invierte la simplificación de convertir la doble negación en afirmación, para pedir en vez de ‘‘PAZ’’ el desalentador ‘‘NO a ETA’’, ‘‘NO al Nacionalismo Obligatorio’’... No nos merecemos la anacrónica época de violencia que hemos de vivir con bandas terroristas cuyo único sentido es la muerte y la coartada de gobernantes como el ‘‘gran dictador’’ que añora la conquista del Oeste (ahora del mundo) con la política del cowboy bueno frente al ‘‘eje del mal’’, y sus emuladores como el ‘‘pequeño dictador’’, que con nostalgia de reconquista nos abruma con más represión, venganza, pudrirse en las cárceles,… para ocultar esta ‘‘negra navidad’’. Todo ello adobado con la confusión entre valores e intereses, que siguen siendo el motor de la inacabada colonización perpetua de la humanidad por una minoría interesada y belicista.
En prensa oímos demasiadas veces desgobierno, deslegitimización, desinvestigación…, y seguramente asistiremos a la aparición de otros neologismos: desprograma, despolítica, desoposición… El periodismo ha perecido de éxito. Su creciente poderío ante la opinión pública, la que vota bajo su influjo en las democracias, lo había ensalzado hasta un punto en el que debía comprarse su subordinación. Así parece que ha sido ‘‘el cuarto poder’’, no ha resistido la embestida del poder último: la prepotencia económica que necesita controlar el poder político.
Falta veracidad, y pulula el cinismo. No hace falta leer, impertérrito, que Bush pagará a los periodistas o que se defienda públicamente la creación de una agencia de desinformación, la Oficina de Influencia Estratégica (OIE), cuyo supuesto cierre posterior por presiones quizá sea su primera obra y su inaugural patraña.
Nosotros queremos caminos, soluciones, propuestas de PAZ y de CONVIVENCIA a las que podamos decir, ‘‘Sí’’. Queremos más periodistas pacifistas que nos cuenten de Lula. ¡Gracias, presidente Lula, por protagonizar nuestra diaria noticia política agradable, que demuestra que no es imposible ser un político de verdad, que construye, que alivia desigualdades, que no anuncia ni prepara guerras! Lula, tú sí eres grande, cancelas la compra de juguetes bélicos a los militares y les pides que arreglen carreteras y repartan comida; visitas las zonas más pobres de tu país, y no te vas a televisiones italianas en pleno cataclismo ecológico. Sigue así, no desesperes, te esperan grandes desafíos, pero quizás sea la primera figura histórica de este todavía triste siglo XXI.
Truco final: Hagamos una prueba durante una semana. Hablemos sólo cuando lo que tengamos que decir cumplan tres condiciones: Que sea cierto, necesario y amable. ¡Usemos sólo enunciados positivos y veremos cómo mejora nuestra vida, y la de los nuestros! Seamos positivos. Aprovechemos toda oportunidad de felicitar o alentar a alguien. Definámonos por lo que amamos, por lo que creemos; acumulemos amigos. Olvidemos odios, enemigos… ¡Ah, y las palabras mágicas! Pero antes, la palabra más usada y la que más nos fastidia, que es ‘‘NO’’ (se dice que un niño a los 10 años ha escuchado 9 ‘‘Nones’’ por cada ‘‘SÍ’’) y la más superflua, ‘‘YO’’ (que indica egocentrismo). En el ranking de las frases más poderosas, junto a la palabra que más nos agrada escuchar y que es nuestro nombre propio, están:
¡MUCHAS GRACIAS! (amabilidad, cortesía,...)
¿SERÍAS TAN AMABLE...? (ayuda, colaboración,...)
¿CUÁL ES TU OPINIÓN? (interdependencia, altruismo)
¡HABÉIS REALIZADO UN BUEN TRABAJO! (reconocimiento, generosidad)
¡ADMITO QUE HE COMETIDO UN ERROR! (perdón, corrección, rectificación)
Esta pirámide de frases, de una a seis palabras, obra maravillas. Digámoslas como si tal cosa, y veremos los resultados. Con nuestros padres o con nuestros hijos, con nuestros amigos o con nuestros hermanos…, que son todos los demás.
Propuestas positivas
En educación, los aspectos de comunicación son centrales, incluso en los casos límite con alumnado autista. De ellos hemos aprendido mucho. Descubrimos que reaccionamos negativamente ante un "No" imperativo (“no hagas eso”...). Las negaciones indican que el hablante está disgustado y que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de expresiones negativas con moderación y sólo en casos de emergencia que requieran obediencia inmediata.
Las frases negativas son más complicadas y declaran desaprobación, hostilidad o, a lo sumo, condescendencia. Aunque gramaticalmente sean equivalentes, las dos oraciones siguientes producen una impresión muy dispar:
1. “No discrepo de ti” (breve, pero displicente y apática).
2. “Estoy contigo” (concluyente, enfática y con empatía).
Los diccionarios desperdician el 10% de sus palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-,… (ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado). Los enunciados negativos pueden incluso sugerir que lo prohibido es apetecible. Si nos dicen: “No pienses en un burro volando”, ya lo estamos evocando. Hasta las campañas más bienintencionadas incurren en este error: “No a las Drogas”, “Plan Antitabaco”... Queremos y necesitamos ideas positivas y conciliadoras, justamente lo que escasea en los medios de comunicación.
En política, se prefiere la doble negación a la rotunda afirmación, como el desalentador “No a ETA” en vez de “Paz”. Oímos demasiadas veces desinformación, desgobierno, deslegitimización... Queremos caminos de paz, soluciones de convivencia a las que podamos decir, “Sí, quiero”. Queremos noticias que hablen del bien, y de la política de la solidaridad. El presidente brasileño Lula protagoniza nuestra diaria noticia agradable, que demuestra que siguen existiendo grandes políticos, que construyen, alivian desigualdades y no preparan guerras. Ha comenzado visitando las zonas más pobres con todos los ministros. Quizá sea la primera figura histórica de este todavía belicoso siglo XXI.
Las frases negativas son más complicadas y declaran desaprobación, hostilidad o, a lo sumo, condescendencia. Aunque gramaticalmente sean equivalentes, las dos oraciones siguientes producen una impresión muy dispar:
1. “No discrepo de ti” (breve, pero displicente y apática).
2. “Estoy contigo” (concluyente, enfática y con empatía).
Los diccionarios desperdician el 10% de sus palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-,… (ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado). Los enunciados negativos pueden incluso sugerir que lo prohibido es apetecible. Si nos dicen: “No pienses en un burro volando”, ya lo estamos evocando. Hasta las campañas más bienintencionadas incurren en este error: “No a las Drogas”, “Plan Antitabaco”... Queremos y necesitamos ideas positivas y conciliadoras, justamente lo que escasea en los medios de comunicación.
En política, se prefiere la doble negación a la rotunda afirmación, como el desalentador “No a ETA” en vez de “Paz”. Oímos demasiadas veces desinformación, desgobierno, deslegitimización... Queremos caminos de paz, soluciones de convivencia a las que podamos decir, “Sí, quiero”. Queremos noticias que hablen del bien, y de la política de la solidaridad. El presidente brasileño Lula protagoniza nuestra diaria noticia agradable, que demuestra que siguen existiendo grandes políticos, que construyen, alivian desigualdades y no preparan guerras. Ha comenzado visitando las zonas más pobres con todos los ministros. Quizá sea la primera figura histórica de este todavía belicoso siglo XXI.
La curiosidad es el mejor profesor
Curiosidad bienhechora.
Nos ayuda a salir de nosotros mismos.
Sin ella, estaríamos recluidos
Contando del uno al diez…
Contando del uno al diez… con palabras de una a diez letras, en diferentes lenguas. Sencillamente, brillante:
1 u Valenciano
2 to Noruego
3 tre Italiano
4 four Inglés
5 cinco castellano
6 sechse Bávaro Central
7 shiaght Manx
8 ennimidi Koya
9 bederatzi Vasco
10 finyikyumi Bena (Vía juegosdeingenio.org.)
1 u Valenciano
2 to Noruego
3 tre Italiano
4 four Inglés
5 cinco castellano
6 sechse Bávaro Central
7 shiaght Manx
8 ennimidi Koya
9 bederatzi Vasco
10 finyikyumi Bena (Vía juegosdeingenio.org.)
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