"Si crees todo lo que lees, mejor que no leas nada". |
Proverbio japonés. |
Mosaicos con fotos vía on-line
Image Mosaic Generator crea un mosaico a partir de una foto subida a la aplicación. El resultado es aceptable para ser una aplicación online. Se puede descargar el resultado una vez realizado.
Oasis en Cuenca
Encuentro vasco marroquí en la meseta castellana
Las vacaciones de Semana Santa son prolíficas de viajes y quizá también motivo de alguna reflexión. Nuestro habitual desplazamiento desde la costa cantábrica hasta la mediterránea, nos lleva a atravesar toda la meseta castellana. Conducimos siempre con mucha prudencia, respetando las normas de tráfico y las insistentes advertencias de los coches modernos que avisan al cumplirse las dos horas de conducción. Al parar en una gasolinera, por motivos de descanso y no de repostaje, encontramos ante la máquina de café a una abuela de apariencia norteafricana. Obviamente ni su bereber o árabe, ni nuestro euskera o castellano, ni siquiera el francés nos facilitó la comunicación. Pero bastó una mirada y un gesto para ayudarle a conseguir un café largo como quería de aquella cafetera de aceptable infusión, pero inadmisible monolingüismo.
Este anecdótico encuentro y nuestra sostenida sonrisa común no se recogieron en los periódicos del día siguiente, porque millones de anodinas coincidencias como ésta sucedieron en todo el planeta. Las portadas se llenaron con guerras y terrorismos, pero esta pausa conquense fue testigo de uno de esos actos intrascendentes que por miríadas marcan la historia de la civilización, que no es sino la lenta travesía de cómo la humanidad aprende a ser bondadosa.
Versión en PDF de "El País": http://mikel.agirregabiria.net/2004/20040411elpepi_11.pdf
Las vacaciones de Semana Santa son prolíficas de viajes y quizá también motivo de alguna reflexión. Nuestro habitual desplazamiento desde la costa cantábrica hasta la mediterránea, nos lleva a atravesar toda la meseta castellana. Conducimos siempre con mucha prudencia, respetando las normas de tráfico y las insistentes advertencias de los coches modernos que avisan al cumplirse las dos horas de conducción. Al parar en una gasolinera, por motivos de descanso y no de repostaje, encontramos ante la máquina de café a una abuela de apariencia norteafricana. Obviamente ni su bereber o árabe, ni nuestro euskera o castellano, ni siquiera el francés nos facilitó la comunicación. Pero bastó una mirada y un gesto para ayudarle a conseguir un café largo como quería de aquella cafetera de aceptable infusión, pero inadmisible monolingüismo.
Este anecdótico encuentro y nuestra sostenida sonrisa común no se recogieron en los periódicos del día siguiente, porque millones de anodinas coincidencias como ésta sucedieron en todo el planeta. Las portadas se llenaron con guerras y terrorismos, pero esta pausa conquense fue testigo de uno de esos actos intrascendentes que por miríadas marcan la historia de la civilización, que no es sino la lenta travesía de cómo la humanidad aprende a ser bondadosa.
Versión en PDF de "El País": http://mikel.agirregabiria.net/2004/20040411elpepi_11.pdf
Los sueños son una necesidad
"Los sueños están hechos de nada... La realidad comienza con nada...". |
Dicen... |
Artefacto para adultos
El aparato incomprensible para la juventud cibernética
Los adolescentes, incluso los niños, son expertos en todo tipo de artilugios. Manejan con soltura los modernos cachivaches electrónicos. Sin siquiera hojear las complejas instrucciones en inglés, parecen adivinar sus funciones más ocultas. Dominan ordenadores, consolas de juegos, teléfonos móviles, cámaras digitales y los relojes más avanzados. Programan vídeos, sintonizan televisores, instintivamente controlan mandos a distancia, DVDs, PDAs,… instrumentos muchos de ellos cuyas aplicaciones desconocemos los mayores. Tampoco hay máquina que se les resista: Patinan, surfean, esquían y conducen triciclos, bicicletas, monopatines, motos y coches.
Pero hay una excepción. Sin referirnos a nada relacionado con electrodomésticos para la cocina o la limpieza, artes predestinadas a los adultos, existe un sencillo dispositivo familiar, de mecanismos simples e incluso sin pilas, que los tecno-jóvenes no saben utilizar. Los padres, o incluso los abuelos, debemos ocuparnos por ellos de tan artesanal maquinaria, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia.
Los precoces genios de la computación y de la mecánica nos demuestran varias veces al día su dependencia infantil con tan sorprendente ineptitud: Porque está demostrado que nuestros gadgetianos hijos de la generación Internet, especialistas en cualquier invento revolucionario, son incapaces de regular y usar debidamente… el despertador.[Abajo: Un prototipo experimental y alternativo de este artilugio...]
Los adolescentes, incluso los niños, son expertos en todo tipo de artilugios. Manejan con soltura los modernos cachivaches electrónicos. Sin siquiera hojear las complejas instrucciones en inglés, parecen adivinar sus funciones más ocultas. Dominan ordenadores, consolas de juegos, teléfonos móviles, cámaras digitales y los relojes más avanzados. Programan vídeos, sintonizan televisores, instintivamente controlan mandos a distancia, DVDs, PDAs,… instrumentos muchos de ellos cuyas aplicaciones desconocemos los mayores. Tampoco hay máquina que se les resista: Patinan, surfean, esquían y conducen triciclos, bicicletas, monopatines, motos y coches.
Pero hay una excepción. Sin referirnos a nada relacionado con electrodomésticos para la cocina o la limpieza, artes predestinadas a los adultos, existe un sencillo dispositivo familiar, de mecanismos simples e incluso sin pilas, que los tecno-jóvenes no saben utilizar. Los padres, o incluso los abuelos, debemos ocuparnos por ellos de tan artesanal maquinaria, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia.
Los precoces genios de la computación y de la mecánica nos demuestran varias veces al día su dependencia infantil con tan sorprendente ineptitud: Porque está demostrado que nuestros gadgetianos hijos de la generación Internet, especialistas en cualquier invento revolucionario, son incapaces de regular y usar debidamente… el despertador.[Abajo: Un prototipo experimental y alternativo de este artilugio...]
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