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La tierra la heredarán... las mascotas

Jesucristo anunció que la tierra la poseerían "los mansos y los humildes de corazón". Mahoma señaló que la heredarían "sus siervos virtuosos". Muchos pensaban que todo lo que vemos, lo recibirían nuestros hijos y nietos.

Tras un día completo en tres aeropuertos, donde no se escuchaban lloros de bebé, pero sí aullidos, maullidos y gorjeos, pensamos que serán las mascotas quienes nos sustituyan. No se veían niños, pero abundan perros, gatos y hasta pájaros. ¿Acaso hay algo más disparatado que un papagayo enjaulado volando en aeroplano o una aerolínea exclusiva para mascotas como Pet Airways?

Quizá sea que volar y tener familia es incompatible, lo que significaría que se ha de optar entre retoños o viajes. Peor es que parece que, entre quienes vuelan, el cuidado se destina más a mascotas que hacia hijos. Las únicas personas dependientes estaban bajo el cuidado de personal profesional del aeropuerto, que les transportaban en sillas de ruedas.

Cuando la “guerra fría” estaba álgida se nos insinuó que las cucarachas serían las últimas habitantes de la Tierra. Quizá las mascotas sean el eslabón perdido de la… evolución regresión.

Encíclica del Papa Francisco "Fratelli tutti"

La religión ha triunfado, todas las religiones han sido exitosas cuando reconocen su dimensión social  y se reencuentran junto con otras revoluciones (como la francesa que apuesta por la fraternidad), porque conjuntamente han extendido una imparable cultura mundial de HUMANISMO

Os animamos a ojear la tercera encíclica “Fratelli tutti”, o “Todos hermanos” del Papa Francisco.  Fue firmada el 3 de octubre de 2020, en la víspera de la memoria de San Francisco de Asís, en la ciudad de Asís, Italia. En ella se recopilan y sistematizan las grandes propuestas de los discursos sociales de su pontificado en Roma y en sus viajes. Carta Encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. Así comienza:

1. «Fratelli tutti», escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Allí declara feliz a quien ame al otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él». Con estas pocas y sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite. 

Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me inspiró a escribir la segunda encíclica Laudato si', vuelve a motivarme para dedicar esta nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne. Sembró paz por todas partes y caminó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los últimos.
Encíclica del Papa Francisco "Fratelli tutti"
Hay un episodio de su vida que nos muestra su corazón sin confines, capaz de ir más allá de las distancias de procedencia, nacionalidad, color o religión. Es su histórica visita al Sultán Malik-el-Kamil, en Egipto, que significó para él un gran esfuerzo debido a su pobreza, a los pocos recursos que tenía, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religión. Este viaje, en aquel momento histórico marcado por las cruzadas, mostraba aún más la grandeza del amor tan amplio que quería vivir, deseoso de abrazar a todos. 

La fidelidad a su Señor era proporcional a su amor a los hermanos y a las hermanas. Sin desconocer las dificultades y peligros, san Francisco de Asís fue al encuentro del Sultán  (quien afirmó que si todos los cristianos fueran como Francisco, sería muy fácil ser cristiano) con la misma actitud que pedía a sus discípulos: que sin negar su identidad, cuando fueran «entre sarracenos y otros infieles […] no promuevan disputas ni controversias, sino que estén sometidos a toda humana criatura por Dios». En aquel contexto era un pedido extraordinario. Nos impresiona que ochocientos años atrás Francisco invitara a evitar toda forma de agresión o contienda y también a vivir un humilde y fraterno “sometimiento”, incluso ante quienes no compartían su fe...

El Papa Francisco reflexiona sobre la parábola del buen samaritano; esta reflexión es el núcleo teológico de la encíclica. El Papa Francisco dice que esta parábola es un llamado "siempre nuevo" de Jesús que "nos invita a que resurja nuestra vocación de ciudadanos del propio país y del mundo entero, constructores de un nuevo vínculo social". Invita al lector a una introspección de su lucha interior entre la propia seguridad y los sacrificios personales requeridos por la caridad. La parábola "Nos revela una característica esencial del ser humano, tantas veces olvidada: hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor". El Papa Francisco agrega que "Todos tenemos responsabilidad sobre el herido" y que "No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones."

El Papa Francisco también critica a aquellos que creen que adorar a Dios es suficiente y no son fieles a lo que su fe les exige. Además, Francisco señala a aquellos que "usan y engañan a la sociedad" y a quienes "viven de ese sistema y de sus recursos". También enfatiza la importancia de reconocer a Jesucristo en los abandonados o excluidos y agrega: "A veces me asombra que, con semejantes motivaciones, a la Iglesia le haya llevado tanto tiempo condenar contundentemente la esclavitud y diversas formas de violencia".

La encíclica “Fratelli tutti” en capítulos.
Un análisis de Rafael Aguirre en El Correo.
Hashtags: #FratelliTutti #EndPoverty #PapaFrancisco
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Augustin Mouchot, maestro y pionero en energía solar

La historia de la energía solar térmica, cuyos efectos caloríficos se conocen desde tiempos inmemoriales, obtuvieron los primeros avances en energía solar pasiva con los griegos y romanos. Cuando materializaron con espejos (como Arquímedes prendiendo las velas de flotas enemigas), incluso cultivando semillas con el "efecto invernadero" desde cuatro siglos antes de Jesucristo.

El genio Leonardo da Vinci, el gran hombre del renacimiento, mostró su interés en la capacidad calorífica del sol. Muy probablemente era conocedor de los modelos de concentradores usados en la antigüedad y se basó en ellos. Así en el año 1515 inició un gran proyecto para la producción de vapor y de calor industrial con el calor del sol. El invento consistía en la construcción con espejos cóncavos de un gran concentrador de seis km. de diámetro. Lamentablemente este fue uno de sus múltiples proyectos inacabados y solo se tiene conocimiento a través de las notas que nos legó.

Antoine Lavoisier, el gran químico francés,fue quien creó en 1792 su “horno solar” consistente en dos potentes lentes que concentraban la radiación solar en un foco . Ello permitía alcanzaban altas temperaturas con la que fundir metales. Este horno consistía en dos potentes lentes que concentraban la radiación solar en un foco y que permitía alcanzar altas temperaturas con las que fundir metales.

En 1874 el inglés Charles Wilson diseñó y dirigió una instalación para la destilación del agua marina en el desierto de Atacama (Chile) para la Salitrera Lastenia Salinas. Esta central solar tenía la capacidad de desalinizar un promedio de 22.500 litros de agua diarios.

Augustin Mouchot fue maestro e impartió clases en las escuelas primarias de Morvan y Dijon antes de ser licenciado en física y matemáticas en 1853 y o profesor de matemáticas en las escuelas secundarias en Alençon, Rennes, y en el Lycée de Tours. En 1860 construyó una cocina solar, prolongando así el trabajo de Horace-Bénédict de Saussure y Claude Pouillet. Consistía en un depósito negro recubierto de vidrio el cual era expuesto al sol. Para concentrar más la radiación solar, un espejo cilindro-parabólico reflejaba la radiación solar hacia el lado del cilindro no expuesto al sol. De esta forma en el interior del recipiente negro se alcanzaban altas temperaturas con las que cocinar.

Sin embargo el gran invento de Mouchot, tras años de investigación con las aplicaciones industriales de la radiación solar, fue la primera máquina de vapor alimentada por energía solar. Mouchet no creía que el carbón pudiera sostener en un futuro el vigoroso desarrollo industrial de la época, por ello decidió investigar las aplicaciones industriales de la energía solar, que era más barata y abundante. La máquina de vapor alimentada por energía solar de Mouchot consistía en un gran receptor parabólico recubierto de espejos que concentraban la radiación del sol en un solo punto. El calor generado activaba un motor de vapor.

 Debido al éxito de un invento en 1877 Augustin Mouchot obtuvo el encargo de instalar varias turbinas de este tipo en la Argelia francesa, lugar de abundante sol.  También Mouchot fue comisionado por el gobierno francés para la creación de una gran turbina alimentada por energía solar para la Exposición Internacional de París de 1878. Con ella obtuvo medalla de oro cuando mostró algo tan sorprendente como que podía obtener hielo a partir del calor concentrado del sol. 

Su objetivo era encontrar una fuente de energía alternativa para el agotamiento de las minas de carbón y en 1866, inventó el primer motor solar con un reflector parabólico y una caldera cilíndrica alimentada de un vaso pequeño motor a vapor. Esta máquina fue presentada al emperador Napoleón III.​ ganando una medalla en la Exposición Universal de 1878. Pero el comercio anglo-francés en 1860, así como la mejora de la red ferroviaria facilitó el suministro de carbón y condujo al gobierno francés a estimar que en última instancia la energía solar no era rentable y detener así la investigación. Mouchot volvió a la enseñanza y murió en la miseria en 1911 en París. 
Por su parte Abel Pifre, que durante algunos años fue pupilo de Mouchet, inventó la primera imprenta accionada con energía solar. La técnica de captación es muy semejante a la de los trabajos que realizó con su maestro, resultando novedosa la aplicación que se hace de ella. Lamentablemente, estos exitosos inventos no tuvieron el apoyo debido, ni apenas continuidad, debido a que la extracción del carbón se perfeccionó y abarató y con ello esta fuente de energía solar pasó a ser considerada como cara y abandonada para fines industriales.
 
Hoy día, la energía solar fotovoltaica se ha abaratado y será omnipresente.

Nos gusta leer,...

"Que los libros les acompañen", mensaje final de Lisa Bu.
Los libros son puertas mágicas que nos abren a nuevos mundos.
Honrar a tu padre y a tu madre es más que obedecerles.
Interesantes las diferentes tentaciones a Jesucristo y a Buda.
Post recuperado tras años en estado de borrador desde 2014.
Libros de la Navidad 16-17
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¿Navidad o vanidad?

La natividad conmemora un nacimiento muy pobre, de un personaje histórico, cuya vida fue de entrega y sacrificio, y que concluyó con su muerte ajusticiado en la cruz entre dos ladrones. En vida fue abandonado por sus escasos seguidores, traicionado por uno de ellos, y a su ejecución sólo asistieron su madre con su hermana, su discípulo Juan y María Magdalena.

Jesucristo nació, vivió y murió pobre. La Navidad que conmemoramos describe el portal de Belén, único lugar donde pudieron refugiarse María y José, tras ser rechazados por ser extranjeros indigentes de todos los posibles lugares de acogida.

Dos mil años después los rituales navideños se limitan a comidas y cenas pantagruélicas, regalos por doquier pero sólo para la familia, y consumismo desbocado, todo aderezado de lotería para hacerse rico de golpe y sin dar golpe. Incluso a los niños se les encarrila por la senda de los juguetes por docenas, vacaciones sin tareas y egocentrismos en cadena.

Mientras, ese “cuarto mundo” que vive en nuestros suburbios se asoma por las calles comerciales, junto a los nuevos extraños venidos de fuera, a quienes parecemos no querer ver. Seguro que el niño Jesús preferiría unas navidades de menos viandas y más dádivas para socorrer a las nuevas familias que viven entre nosotros, y que por cierto son las que más nacimientos alumbran. Sólo habrá Feliz Navidad cuando la Felicidad y la Prosperidad sean para todos.

Almas de Distracción Pasiva

Razones por las que desaparecieron las “Armas de Destrucción Masiva”.

Según el azorado “Trío de Las Azores”, el arsenal secreto de Saddam Hussein existir existió, pero no aparece porque…

1. Se halla en la Atlántida comprada por Al Qaeda, y ahora el problema es localizar el recóndito continente clandestino.
2. Fue llevado en aquellos aviones sin piloto -que tampoco se descubren- al Polo Norte y dejado en la cueva de la kriptonita de Superman, según Papá Noel.
3. El mago Panorámix lo convirtió en una poción mágica para sus amigos Astérix y Óbelix, todos ellos sospechosos galos.
4. Está enterrado en el centro de la Tierra en una expedición similar a la descrita por Julio Verne.
5. Las Brujas de Salem lo han escondieron con un hechizo para vengarse del gobierno sucesor del que las ejecutó en el siglo XVII en la colonia de Nueva Inglaterra.
6. Un OVNI marciano lo recogió de Bagdad, y por ello la búsqueda se ha extendido al planeta Marte donde actúan dos agentes robot.
7. El Principito de Saint-Exupéry (no el de Letizia) lo llevó a su asteroide B612 del que provenía, con la sana intención de evitar una guerra, lo que no pudo ser.
8. La máquina del tiempo de H.G. Wells lo transportó al siglo 30 antes de Jesucristo, lo que explica el prodigioso imperio sumerio en Babilonia.
9. Lo más probable, según Aznar, es que esté oculto en un set del “Un, dos, tres” no escogido aún y aparecerá próximamente si siguen atentos a su televisor.

Esperemos que estos embustes no sean creídos por “Almas de Distracción Pasiva”, que volverían a elegir a los mismos farsantes si continúan entendiendo que votar es como la quiniela: tratar de acertar al ganador que pronostica la “tele”. Ojalá aprendamos que no todos los políticos son iguales: hay unos peores que otros.

La mejor navidad

"Navidad" es una contracción de natividad, que significa natalicio, el aniversario de un nacimiento.

Esta festividad, que luego se extendió al protestantismo y al resto del mundo, fue instituida por la Iglesia Católica en el año 345. Así se santificaba una fiesta pagana, la romana Brumalia (25 de diciembre) en honor del día más corto del año que anunciaba un nuevo sol, tras el tradicional intercambio de regalos propio de Saturnalia (17-24 de diciembre).

Es una extraña celebración, porque señala un nacimiento y no un fallecimiento. A lo largo de la Historia, lo habitual era conmemorar la fecha de defunción de las personalidades, que se conocía con exactitud a diferencia del nacimiento que no se registraba con detalle. Como la misma Pascua instituida en recuerdo de la muerte de Jesucristo en Jerusalén, dado que se desconoce el día exacto de su nacimiento en Belén.

En estos tiempos de menguadas tasas de natalidad, las mejores navidades son las que se celebran en casas que han visto incrementada su familia con algún nuevo nacimiento, como el que conmemora la Navidad. Los nacidos en los últimos doce meses son los grandes protagonistas perpetuos de estas celebraciones: Ellas y ellos, los bebés de menos de un año, son los auténticos “Personajes del Año”, mucho más merecidamente que otros personajes como el elegido por Time.

Flogisto político

El más célebre error de la historia científica nos revela la fórmula de la convivencia humana.

El descubrimiento del fuego se produjo hace 400.000 años. Anteriormente, desde hace 7 millones de años, los homínidos recurrieron únicamente a la caza como fuente de energía vital. Desde sus orígenes, la humanidad se preguntó por la naturaleza del fuego. En el siglo V antes de Jesucristo, Empédocles sugirió la existencia de cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua), como constituyentes -en proporciones variables- de toda materia. Esta visión, perpetuada por Aristóteles durante siglos, incorporó el concepto de “fuego” como una propiedad contenida en algunas sustancias.

En 1702, Stahl desarrolló la “teoría del flogisto” para explicar la combustión. El “flogisto o principio inflamable”, descendiente directo del "azufre" de los alquimistas y más remoto del elemento "fuego", era una esencia oculta que formaba parte de los combustibles. Cuanto más flogisto tuviese un cuerpo, mejor combustible era. Al encender un combustible, su flogisto pasaba al aire que se flogistizaba. Si se agotaba el flogisto, las cenizas no podían continuar ardiendo. Si el aire se saturaba de flogisto, también se impedía la combustión. El avance en el estudio de los gases y de la conservación de la masa en las reacciones obligó a desechar esta errónea hipótesis. Al medir el peso de reactivos y productos de una combustión, se comprobó que -en muchos casos- la cal quemada de un metal pesaba más, lo que obligaría a que el flogisto tuviese una masa negativa.

Lavoisier, el mayor químico de todos los tiempos, descubrió que el “aire desflogistizado”, que “deseaba flogistizarse” era realmente un gas existente en la atmósfera: el oxígeno. Sólo en presencia de dos componentes, combustible y comburente, se producía la combustión. La ciencia hubo de esperar 23 siglos para averiguar que sólo la participación simultánea de dos elementos producía el fenómeno de la combustión, desarraigando la creencia simplista de que toda la potencialidad del fuego residía en un solo componente, como el imaginario “fluido calórico” que se trasvasaba de un cuerpo caliente a uno frío.

La falacia del flogisto nos muestra que en numerosas áreas de la vida, lo más definitorio es la interrelación de entes distintos. Desde la vitalidad de un ser unicelular, cuya membrana más que protegerle le comunica con el exterior, o desde la grandeza del amor humano, es fácil comprender que el secreto de la existencia está en la suma de elementos complementarios. Las relaciones humanas, familiares, sociales, profesionales o políticas deberían regirse por esa pizca del sentido común que subyace en frases mágicas como “te quiero”, o al menos de “tal vez tengas razón”. Sólo los “demás” dan sentido al “nosotros”; el “yo” no existe sin el “tú”.

En las ciencias políticas estemos aún en un estadio muy primitivo de interpretación y comprensión de las leyes que rigen su dinámica. Nunca se escucha entre políticos adversarios el “quizá tú también tengas parte de razón”. Todavía persiste la simpleza de considerar que un solo partido político posee la “piedra filosofal” que puede transformar un mundo de plomo en una áurea utopía. Aplicando un ápice del “método científico”, obtendríamos auténticos progresos en la práctica política que requiere nuestra civilización, en la que el progreso tecnológico nos ha permitido ser capaces de destruirnos concienzuda y planetariamente, pero aún no de gobernarnos pacífica y solidariamente.

Señores de la Política: “El flogisto no existe. La verdad política absoluta no existe. Pero sí existe la capacidad de producir un cálido hogar de luz cuando se pactan y combinan ideas y proyectos suplementarios, que nada aportan por separado. A ver cuándo surge la chispa del entendimiento y descubrimos el modo de salir del paleolítico inferior donde se encuentra la política actual, cuando parece que sólo cabe la caza para sobrevivir. Aprendamos que los otros son… nuestro oxígeno”.

New Olentzero: Cuento navideño

Nuestros hijos siempre supieron la triple historia de los Reyes Magos, Papá Noel y Olentzero.

En el País Vasco conviven tres tradiciones con personajes navideños que dan regalos a los niños. El protagonismo de cada leyenda es variable según la familia, pero toda la infancia vasca sabe que “existieron” y cuáles fueron sus orígenes. Cuando nuestros hijos fueron pequeños, y de esto hace ya unos lustros, aprendieron que la nochebuena del 24 de diciembre celebrábamos el Olentzero, la nochevieja del 31 de diciembre Santa Claus, y los Reyes Magos la mañana del día 6 de enero. Si deseaban un regalo en cada ocasión, debían escribirles en sus “idiomas propios”, respectivamente en euskera, inglés y castellano.

Olentzero, la figura menos conocida fuera de Euskadi, es un personaje precristiano de la mitología vasca como Basajaun, las sorginas o brujas, las lamias o hadas, los mairus, los iratxos, Gaueko, Tartalo, los galtzagorris, Herensuge o el dragón primigenio, los jentiles,... Es un particular Santa Claus en forma de ingenioso y bonachón carbonero, de los que hacían carbón de madera en el bosque durante todo el año, con una descomunal afición gastronómica. Vestido con una boina y un saco, el grueso Olentzero fuma en pipa y canta su canción predilecta (Horra, horra, gure Olentzero). Habiéndose enterado del nacimiento de Jesucristo, bajó desde el monte al pueblo cargado de regalos para comunicar la buena noticia. En realidad, Olentzero es una reminiscencia de la celebración del solsticio de invierno, que la Iglesia Católica renombró como fiesta de la Natividad.

Los más pequeños tratan de conjugar los tres relatos, antes de descubrir cómo sus padres ayudan a estos seres mágicos para que puedan distribuir tantos regalos en una sola noche. Quizá por eso han instituido los tres días de reparto. He aquí una versión reciente, del siglo XXI, para resaltar nuevas claves contemporáneas de la triple fábula festiva de inicio del año.

“Acabadas las fiestas navideñas, a la salida del pueblo coincidieron las tres comitivas. La más lujosa, la de los Reyes Magos, patrocinada por los grandes almacenes que traía camellos y pajes. Santa Claus disponía de un trineo tirado por renos, con menos apoyos comerciales. Olentzero, acompañado en su carro de bueyes por algunos “laguntzaile” (ayudantes), también parecía cansado de trabajar, pero feliz por haber repartido todos los regalos.

Melchor comentó que este año los niños se habían portado bien y estudiado bastante, aunque aún podían mejorar. Santa dijo que los manjares que le habían puesto en las casas estaban deliciosos. Olentzero señaló que prefería que no le pusieran tanto licor para beber junto al árbol, porque prefería refrescos sin alcohol para trabajar y conducir.

Los Reyes Magos, ya de edad avanzada, explicaron que sería deseable que las familias se fuesen antes a la cama para aumentar las horas de reparto, y que si los niños se quedaban hasta tan tarde viendo la televisión, algunos se encontrarían sin regalos. Papá Noel, que se había puesto a dieta y se lo recomendó a Olentzero, indicó que gracias a Internet recibía más cartas y mejoraba la preparación de los regalos. Gaspar estaba contento porque cada año le pedían más libros para leer,… y en varias lenguas, apuntaron al unísono Olentzero y Santa Claus.

Baltasar recordó lo bien que se llevaban todos ellos entre sí, a pesar de ser blancos, negros o árabes, y de venir de las montañas vascas, de Oriente o del Polo Norte. Por último, todos decretaron que -para recordar la fiesta del Niño Jesús- sería necesario que los niños ricos compartiesen sus juguetes con los más pobres de su ciudad o de países lejanos. Una de las ayudantes, que oía la conversación, pensó que también debería haber personajes femeninos en el reparto de regalos, pero que la Historia se escribe muy despacio”.

Rascacielos en aprietos

Quizá la lógica más elemental determine ya el final de la megalomanía de estas construcciones “Titanic”.

Una situación tan caótica como la originada por el siniestro de la torre Windsor en el corazón más céntrico de Madrid, afortunadamente sin víctimas mortales, debiera provocar una seria crítica sobre el sentido de los rascacielos. Un simple incendio, que en un edificio menor hubiese sido irrelevante, o la tragedia del 11-M en New York, muestran fehacientemente lo crítico que son todos los sistemas de seguridad en estas moles erigidas con absurdos criterios comerciales, alejados del más mínimo sentido común.

Los rascacielos son el producto más representativo del modelo dual de la urbe capitalista, que concentra lo selecto y dispersa lo menos rentable, generada a partir de la desigual distribución del espacio, la infraestructura y los recursos de la población. Únicamente se alzaron bajo razonamientos inmobiliarios de pura especulación, y se cimentaron con falsas tecnologías que no superan las pruebas más básicas de riesgos previsibles que acontecen periódicamente. Un singular reparto de beneficios para algunos pocos intereses privados, que posteriormente ocasionan daños ingentes que son cubiertos con fondos públicos. Esperando que su derrumbe no acarree efectos colaterales en el megacomplejo de Azca, los costes del inmenso colapso que positivamente se producirá serán sufragados por una ciudadanía inocente que ni se lucró con su construcción, ni autorizó semejantes desatinos urbanísticos.

El afán de grandeza de la humanidad no parece tener enmienda. No aprendemos ni de la maldición bíblica de la Torre de Babel, cuyo precedente histórico se ubicó en Babilonia según algunos científicos y fue construido en el tercer milenio antes de Jesucristo. Su descubridor, el arquitecto y arqueólogo Robert Koldewey verificó también el funesto destino de aquel edificio piramidal llamado Etemenanki, “la mansión entre el Cielo y la Tierra”. Según relata el Génesis, sus promotores incurrieron en la misma presunción del engreimiento de sus propias capacidades: "Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos…”.

Aquí y ahora son los estoicos bomberos quienes finalmente son escuchados. Nos hablan de estrategias ofensivas interiores y defensivas exteriores. Las primeras, intentar apagar el conato inicial, duraron 40 minutos, y luego sólo cupo la decisión de “dejar quemar y esperar que todo lo consumible ardiese”. Lo más acertado fue evitar que estos servidores públicos quedasen apresados en una trampa mortal que ellos no diseñaron.

El atroz atentado consumado en el World Trade Center no venció las presiones inmobiliarias, que son quienes formulan el diseño arquitectónico-urbano. Pero desde Manhattan se oyeron voces cabales de movimientos democráticos y de participación ciudadana que clamaron, desde el recuerdo de las víctimas, por una arquitectura que volviera a respetar la escala y la condición humana.

Mañana nos contarán lo irracional del miedo a rascacielos invulnerables, cómo superar la natural psicosis colectiva, qué hacer para evitar la paranoia de los ascensores a la cumbre o cómo superar la fobia a las alturas (acrofobia), pero nadie advertirá del vértigo que provoca una humanidad que no aprende ni de sus tragedias. La arquitectura fundamentalista que subyace en estos colosos con pies de barro es el paradigma de nuestra endeble civilización, que aspira a más de lo que puede soportar.

La fecha de la Pascua

Explicando porqué siempre hay luna llena en los días primaverales de la Semana Santa.

Cada año nos preguntamos cuánto se adelantará o retrasará la Semana Santa. La razón de su ubicación en el calendario se justifica por motivos históricos, religiosos,… y astronómicos. Lo único seguro, en cualquier año, es que entrada la primavera (21 de marzo), la Pascua será el primer domingo tras la luna llena.

En el mundo occidental, el calendario vigente se basa en la liturgia cristiana, que celebra la Pascua, en memoria de la resurrección de Jesucristo. La última cena, el jueves santo según los cuatro evangelios, los apóstoles celebraron con su Maestro la “Pascua Judía”, conmemorando el éxodo de los israelitas de Egipto, conducidos por Moisés a través del mar Rojo. Según el judaísmo, los hebreos deben renovar cada año esta celebración el día 15 del mes de Nisan, que empieza con la primera luna nueva de primavera: es decir, el primer plenilunio de primavera, con independencia del día de la semana.

El cristianismo, a través de los siglos fue unificando la fecha de su Pascua, no sin diferencias internas entre sus iglesias, porque en Asia Menor hasta el siglo V los cuartodecimanos mantuvieron la coincidencia exacta de fecha con los judíos. Roma paulatinamente impuso que la Pascua fuese en domingo, y además el progreso en astronomía detectó el movimiento de precesión, con el consiguiente retraso de 50 segundos por año en la entrada de los equinoccios. El cómputo judío se guiaba por la constelación de Aries, adelantándose la fecha sin esperar a la observación del equinoccio (misma duración del día y de la noche). Así pues, al inicio del siglo IV había protopasquistas, que prescindían del equinoccio y seguían el cálculo judío, y equinoccialistas; pero incluso dentro de éstos, los romanos tomaban como referencia del equinoccio el 18 de marzo y los alejandrinos el 21. El concilio de Arlés del año 314 ordenó su primer canon que la Pascua se celebrase en todas partes el mismo día, pero hubo de esperarse hasta el Concilio de Nicea en 325 para solventar la cuestión.

Convocado por el emperador Constantino, que todavía no era cristiano, se destinó a combatir la herejía arriana, pero también fijó la fecha de la Pascua. Instituyó que sería en domingo, tras el equinoccio real (olvidándose de la entrada en Aries), y que jamás coincidiría con la pascua judía, por lo que si caía en plenilunio se retrasaría al domingo siguiente. Quedó fijada la superioridad en Astronomía de Alejandría, y se decretó que su iglesia comunicase a Roma el día de la Pascua, para ser transmitida toda la cristiandad. Todavía perdurarían las discrepancias astronómicas, hasta que en 525 el respetado cronologista Dionisio el Exiguo convenció a los romanos de las ventajas del cómputo alejandrino.

Así pues el Domingo de Pascua acontece en un paréntesis de 35 días, entre el 22 de marzo y el 25 de abril, ambos inclusive. El cálculo de la Pascua por fórmulas no es demasiado difícil, mediante el algoritmo de Butcher o con el ideado por el insigne matemático Karl F. Gauss (1777-1855), pero su descripción sería aburrida. Las fechas de Pascua se repiten en idéntica sucesión en un periodo de 5.700.000 años y en ese intervalo de tiempo la fecha más frecuente es el 19 de Abril, si bien la mayoría de las veces, la Semana Santa cae durante la primera o segunda semana de Abril. Este año, 2005, nos viene bastante adelantada, lo que quizá sea un inconveniente para los planes de vacaciones, pero resulta sumamente agradable comprobar que todavía el calendario no se rige por criterios comerciales, sino por el movimiento del Sol y la Luna. Sólo el Cielo ordena el tiempo y las estaciones…

El deseo de Teseo

La leyenda del Minotauro es muy esperanzadora para niños y adultos, que compartimos con Teseo el deseo de Paz.

El mito de Teseo, Ariadna, Fedra y el Minotauro procede de la cultura minoica de hace 40 siglos, si bien fue recogido literariamente por el poeta latino Publio Ovidio Nasón en el inicio de nuestra era, poco antes del nacimiento de Jesucristo. Esta compleja tragedia de célebres personajes ha sido objeto de atención continuada por autores como Nietzsche, Freud, Cortázar o Borges.

La crónica comienza en Creta cuando reinaba el poderoso rey Minos. Cnosos, la capital de la isla, era famosa por el laberinto de intrincados corredores, en cuyo interior vivía el cruel Minotauro, un engendro con cabeza de toro y cuerpo de hombre, fruto de los amores de la Reina Pasifae con un toro que Poseidón, dios de los mares, hizo surgir de las aguas. Minos recibió la noticia de que su hijo Androgeo había sido asesinado cuando se dirigía a participar en unos juegos olímpicos. El monarca reunió un ejército y cercó Atenas que se rindió, aceptando la condición de que cada nueve años enviaría siete jóvenes y siete doncellas a Creta para que ser arrojados al Minotauro. Sólo si alguno de los atenienses mataba al Minotauro y salía del laberinto, Atenas sería eximida de la condena.

Teseo, hijo único del rey de Atenas Egeo, se ofreció como candidato cuando por tercera vez hubieron de pagar tan ominoso tributo, embarcando con las víctimas en una nave de velas negras. El monarca y su heredero convinieron en que si Teseo lograba la hazaña, el navío retornaría con velas blancas. Estando ya en la prisión cretense, Teseo fue visto por Ariadna y Fedra, hijas de Minos. Cautivada Ariadna por la valentía del príncipe, decidió ayudarle a derrotar al Minotauro, indicándole un ardid sugerido por el constructor Dédalo: un hilo tendido para encontrar la salida cuando acabase la lucha.

Teseo exterminó al temible Minotauro y pudo regresar hasta la puerta, salvando la vida de sus compañeros y liberando a su ciudad de tan horrible condena. Al reembarcar Teseo, también subieron a bordo en secreto Ariadna y Fedra, que acompañó a su hermana mayor. Durante la travesía se refugiaron en la isla de Naxos para protegerse de una pavorosa tormenta. Vuelta la calma, emprendieron el viaje sin Ariadna, al haber desaparecido tras dormirse en el bosque, extenuada por el cansancio. Dionisio, o Baco dios del vino, la rescató y le ofreció casamiento e inmortalidad.

En Atenas cundía la angustia por la tardanza y diariamente el anciano Egeo acudía a la orilla, esperando el retorno de su hijo. Cuando el barco apareció en el horizonte, traía las velas negras. El rey desesperado se suicidó arrojándose al mar, que desde entonces lleva su nombre. Teseo, abatido por la desaparición de Ariadna había olvidado izar el signo de su éxito, las velas blancas. Teseo fue elegido nuevo soberano, rigiendo los destinos atenienses por largos años, y casándose con Fedra (lo que originó nuevos dramas épicos).

Esta leyenda exhibe un torrente de enseñanzas sobre las cualidades y los defectos humanos. Destaca atributos como el altruismo y el valor de Teseo, o el amor y la inteligencia de Ariadna, junto a yerros como el abandono de Ariadna, el olvido de Teseo o la desesperación de Egeo. Las metáforas también son innumerables: un ideal con estrategia, la confianza en uno mismo, la superación del miedo a lo desconocido, la fe depositada por otra persona, la validez de un buen consejo, la salida por amor del laberinto, la descuidada gestión de la victoria,…

La Humanidad se ve reflejada en Teseo y Ariadna. Con amor, resolución y talento podemos superar al monstruo de la guerra (Minotauro), que reclama una continua matanza de víctimas inocentes. Sólo cuando la violencia desaparezca de nuestras vidas, saldremos del laberinto histórico de muerte y desolación. No desesperemos nunca, ni abandonemos nuestras convicciones, porque algún día, nosotros también, avistaremos las velas blancas de la paz.

La viñeta del Profeta

La peor caricatura del mundo en el que vivimos es que unos ridiculicen (y criminalicen a la quinta parte de la Humanidad), mientras otros radicales alienten al enfrentamiento planetario instrumentalizando el mensaje de las distintas religiones monoteístas.

El pasado 30 de septiembre de 2005, el principal periódico danés publicó una docena de caricaturas sobre Mahoma, y el 10 de enero de 2006 fueron reproducidas por una revista cristiana noruega. El motivo alegado fue que un escritor danés se quejó de la falta de ilustradores para un libro sobre la vida de Mahoma, por temor a represalias, dado que la representación de de la imagen de Mahoma es considerada blasfema por el Islam. El periódico solicitó el trabajo a dibujantes y doce enviaron su respectiva ilustración.

Entre esta docena de viñetas variadas, hay una en la que aparece Mahoma con una bomba en el turbante con un mensaje implícito de que todos los seguidores de Mahoma son posibles terroristas. Cabía esperar que pudieran sentirse ofendidas por tal cliché un colectivo de más de mil doscientos millones de personas, incluidos los millones de ciudadanos e inmigrantes europeos que pertenecen culturalmente a esta comunidad.

La redacción aseguró que tomó esa decisión editorial como mecanismo de defensa de "la democracia secular y la libertad de expresión", y para poner a prueba si el temor a las iras de musulmanes había comenzado a limitar la libertad de expresión en Dinamarca. Pero desde el punto de vista de muchos ciudadanos la publicación tuvo un propósito de provocación hacia la colonia musulmana en Dinamarca, que representa el 4% de su población.

El diario alegó que “hacen sátiras sobre la familia real y los políticos, y que no ridiculizar a los musulmanes sería mostrar prejuicios”. Sin embargo, el dibujante Christoffer Zieler vio rechazadas unas ilustraciones suyas sobre la resurrección de Jesucristo, porque el director del diario juzgó que serían consideradas demasiado ofensivas por los lectores,… por los lectores en general, y no necesariamente por los cristianos en particular.

Las viñetas publicadas son discutibles en todo (gratuitas, innecesarias, soeces,…), pero no son inocentes. Muchos consideramos que se trató de una estrategia perfectamente consciente, calculada y planificada de un periódico de derechas. Parece confirmado que consultaron a un especialista danés en islamismo y éste les alertó de la grave repercusión que ocasionaría. Pero decidieron imprimirlas desde su posición radical y de tintes xenófobos.

La cuestión no es la legalidad o no de la ofensiva publicación, sino de oportunidad e incluso de moralidad. La libertad de expresión debe ejercitarse sensatamente y evaluando todas sus consecuencias, porque no hay derecho sin responsabilidad y respeto a las demás libertades y a las diferentes sensibilidades. Aduciendo la sacrosanta libertad de expresión, nadie puede gritar ¡fuego! en una discoteca abarrotada, ni ¡bomba! en un avión.

A la indocumentada hegemonía que reputan algunos a la civilización centroeuropea frente al islamismo, cabría recordarles que hace 70 años un popular periódico alemán de los tiempos nazis, Der Strümer, ya publicaba caricaturas (antisemitas) del mismo estilo, y que tragedias interétnicas como el holocausto judío o el genocidio de los Balcanes han ocurrido no tan lejanamente en el corazón de nuestro continente.

En democracia es fundamental la bandera del derecho a poder expresarse libremente, pero no es un derecho absoluto, sino que mantiene la obligación de reflexionar, analizar y responder de todas las consecuencias previsibles de su ejercicio. En este siglo XXI de la globalización y la interculturalidad, la Prensa, el 4º Poder debiera ser consecuente y colaborar en dos tareas esenciales:

1º Ofreciendo ponderación cabal e información objetiva, que es lo más alejado de una historieta de mal gusto con estereotipos peyorativos que, al presentar al profeta Mahoma como un instigador de la violencia, insultan no sólo a los musulmanes, sino a cualquier inteligencia cultivada en el respeto a los sentimientos de religiosidad, y

2º Colaborando a la modernidad mediante la estricta separación de la política y la religión. En este sentido debiera ser obvio que ni el Islam incita a la guerra, ni el judaísmo avala la política de Israel, ni el cristianismo está representado por el belicismo de Bush.

El mensaje de todas las religiones monoteístas es de paz, pero a lo largo de la Historia ha sido mediatizado para alentar la guerra entre civilizaciones. No son islámicos, aunque sí fundamentalistas mensajes como “el eje del mal”, la “justicia infinita”, “por el imperio hacia Dios” o el “Dios con nosotros” (Gott mit uns) inscrito en la hebilla del cinturón de los soldados nazis. Quienes matan en nombre de Dios son falsos creyentes, porque confunden a ese “dios” invocado con un asesino.

En Europa prosigue una ignorancia enciclopédica sobre el Islam, a pesar del creciente porcentaje de nuestros compatriotas de origen musulmán. Casi todo lo que se sabe está deformado con estereotipos que no resisten la prueba de la Historia, y las viñetas con descalificaciones viscerales son un paradigma del desconocimiento supino.

En árabe, Islām deriva de la raíz S-L-M que significa "paz", al igual que en musulmán, o en Salām que es la salutación común con deseo de bien. El mismo concepto de jihad se ha traducido equívocamente como 'guerra santa', cuando se refiere a la lucha personal de perfección para vivir pacíficamente. Fue el mismo Mahoma quien dictó que “sólo los pueblos que respetan todas las religiones merecen que las suyas sean respetadas”.

El riesgo de los fundamentalismos y de los gobiernos teocráticos no es exclusivo de algunas opciones políticas de Oriente, sino que está presente en la mentalidad agresiva, dominante y de superioridad sobre el resto del planeta (por ‘mandato divino’) que todavía reina en algunos dirigentes de Occidente. Un Norte que olvida quién ha invadido la cuna de todas las civilizaciones (Irak), creyendo actuar en respuesta a un imperativo religioso.

Las ciudadanías orientales y occidentales ansían una paz justa y perdurable, una modernidad civil donde los sentimientos religiosos sean respetados, pero nunca impuestos. Las personas aprecian la convivencia interreligiosa, intercultural e interétnica con mucha más tolerancia que los dirigentes que se mueven buscando el poder tribal, nacional o mundial. Los medios de comunicación debieran quedar al servicio de sus lectores y no al socaire de los poderes e intereses que se benefician con los conflictos menores o mayores.

No es aceptable esa falacia del “choque de civilizaciones” de Samuel P. Huntington, que -en realidad- es una construcción ideológica promovida por el “Imperio” para seguir manteniendo el control del mundo, haciendo descarrilar las iniciativas políticas de encuentro y de “alianza de civilizaciones” llevadas a cabo por algunos organismos internacionales y por gobiernos democráticos. No colaboremos con las estrategias destructivas perfectamente calculadas por parte de los sectores extremistas de uno y otro lado del planeta, que buscan justificar los inmensos y crecientes gastos de “defensa”.

El nuevo Milenio debe avanzar decididamente en erradicar las causas del conflicto, luchando contra la pobreza y la ignorancia, que afectan a dos terceras partes de la Humanidad. Sólo así construiremos un mundo donde las creencias personales sean motivo de enriquecimiento pluralista y el diálogo interreligioso proscriba para siempre el odio entre los seres humanos.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/profeta.htm

Espíritu navideño

El cambio de año es un momento oportuno para reflexionar sobre la vida, sobre su principio y su final, y sobre qué hacer ahora.

Una parábola, de autor desconocido, narra los sueños de tres arbolitos en la cumbre de una montaña. El primero esperaba convertirse en un cofre de tesoros; el segundo confiaba en transformarse en un gran navío; el tercero anhelaba para ser admirado como el árbol más grandioso de todos los tiempos. Pero pocos años después, aún sin crecer demasiado, sus esperanzas se trucaron. Fueron talados y vendidos. El primero acabó en un establo como cajón de paja; el segundo fue convertido en una barquichuela de pesca; el tercero sólo sirvió para hacer dos tablones olvidados. Aquellas humildes maderas lamentaron su anónimo destino.

Un frío día de invierno aquel tosco pesebre sirvió de cuna para un niño visitado por reyes y ángeles. Años más tarde, aquella frágil embarcación parecía hundirse bajo una gran tormenta. Uno de los pescadores ordenó remansarse a las olas y se presenció el milagro de la calma en medio de la tempestad. Un viernes, poco tiempo después, aquellos pobres maderos –clavados como vil medio de tortura-, se convirtieron en cruz, el símbolo más universal de la humanidad. Esta historia, protagonizada por Jesucristo, sucedió en el portal de Belén, en el lago de Genesaret y en Jerusalén. Ocurrió hace dos siglos, pero sigue siendo un referente para creyentes e incrédulos.

En navidad solemos analizar hacia dónde va nuestra vida. Comprendemos que nacimos y que moriremos, que ha pasado vertiginosamente un año más. Nos preguntamos qué fue de nuestros planes de infancia y juventud. Seguramente muchos empeños han quedado arrinconados, enterrados por los acontecimientos que nos desbordan. En medio de nuestra existencia, sentimos el ajetreo que nos zarandea como a la barca de Pedro. Necesitamos un reposo navideño para descubrir la trascendencia de nuestro destino, que nos parece tan anodino en ocasiones.

El nuevo año es una oportunidad inmejorable. Los tres árboles alcanzaron lo que pidieron, sólo que no en la forma en que lo imaginaron. Nosotros también podemos obtener lo que ansiamos, aunque quizá sea de modo diferente al que lo suponemos. La vida tiene sentido: Su significado profundo está bien descrito por el “espíritu navideño”. Paz, amor, buena voluntad entre las gentes y entre los pueblos. No es una utopía, es posible,… sólo hay que creérselo y aplicarlo. ¿Por qué no lo intentamos todos en 2006?

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/remanso.htm