Augustin Mouchot, maestro y pionero en energía solar

La historia de la energía solar térmica, cuyos efectos caloríficos se conocen desde tiempos inmemoriales, obtuvieron los primeros avances en energía solar pasiva con los griegos y romanos. Cuando materializaron con espejos (como Arquímedes prendiendo las velas de flotas enemigas), incluso cultivando semillas con el "efecto invernadero" desde cuatro siglos antes de Jesucristo.

El genio Leonardo da Vinci, el gran hombre del renacimiento, mostró su interés en la capacidad calorífica del sol. Muy probablemente era conocedor de los modelos de concentradores usados en la antigüedad y se basó en ellos. Así en el año 1515 inició un gran proyecto para la producción de vapor y de calor industrial con el calor del sol. El invento consistía en la construcción con espejos cóncavos de un gran concentrador de seis km. de diámetro. Lamentablemente este fue uno de sus múltiples proyectos inacabados y solo se tiene conocimiento a través de las notas que nos legó.

Antoine Lavoisier, el gran químico francés,fue quien creó en 1792 su “horno solar” consistente en dos potentes lentes que concentraban la radiación solar en un foco . Ello permitía alcanzaban altas temperaturas con la que fundir metales. Este horno consistía en dos potentes lentes que concentraban la radiación solar en un foco y que permitía alcanzar altas temperaturas con las que fundir metales.

En 1874 el inglés Charles Wilson diseñó y dirigió una instalación para la destilación del agua marina en el desierto de Atacama (Chile) para la Salitrera Lastenia Salinas. Esta central solar tenía la capacidad de desalinizar un promedio de 22.500 litros de agua diarios.

Augustin Mouchot fue maestro e impartió clases en las escuelas primarias de Morvan y Dijon antes de ser licenciado en física y matemáticas en 1853 y o profesor de matemáticas en las escuelas secundarias en Alençon, Rennes, y en el Lycée de Tours. En 1860 construyó una cocina solar, prolongando así el trabajo de Horace-Bénédict de Saussure y Claude Pouillet. Consistía en un depósito negro recubierto de vidrio el cual era expuesto al sol. Para concentrar más la radiación solar, un espejo cilindro-parabólico reflejaba la radiación solar hacia el lado del cilindro no expuesto al sol. De esta forma en el interior del recipiente negro se alcanzaban altas temperaturas con las que cocinar.

Sin embargo el gran invento de Mouchot, tras años de investigación con las aplicaciones industriales de la radiación solar, fue la primera máquina de vapor alimentada por energía solar. Mouchet no creía que el carbón pudiera sostener en un futuro el vigoroso desarrollo industrial de la época, por ello decidió investigar las aplicaciones industriales de la energía solar, que era más barata y abundante. La máquina de vapor alimentada por energía solar de Mouchot consistía en un gran receptor parabólico recubierto de espejos que concentraban la radiación del sol en un solo punto. El calor generado activaba un motor de vapor.

 Debido al éxito de un invento en 1877 Augustin Mouchot obtuvo el encargo de instalar varias turbinas de este tipo en la Argelia francesa, lugar de abundante sol.  También Mouchot fue comisionado por el gobierno francés para la creación de una gran turbina alimentada por energía solar para la Exposición Internacional de París de 1878. Con ella obtuvo medalla de oro cuando mostró algo tan sorprendente como que podía obtener hielo a partir del calor concentrado del sol. 

Su objetivo era encontrar una fuente de energía alternativa para el agotamiento de las minas de carbón y en 1866, inventó el primer motor solar con un reflector parabólico y una caldera cilíndrica alimentada de un vaso pequeño motor a vapor. Esta máquina fue presentada al emperador Napoleón III.​ ganando una medalla en la Exposición Universal de 1878. Pero el comercio anglo-francés en 1860, así como la mejora de la red ferroviaria facilitó el suministro de carbón y condujo al gobierno francés a estimar que en última instancia la energía solar no era rentable y detener así la investigación. Mouchot volvió a la enseñanza y murió en la miseria en 1911 en París. 
Por su parte Abel Pifre, que durante algunos años fue pupilo de Mouchet, inventó la primera imprenta accionada con energía solar. La técnica de captación es muy semejante a la de los trabajos que realizó con su maestro, resultando novedosa la aplicación que se hace de ella. Lamentablemente, estos exitosos inventos no tuvieron el apoyo debido, ni apenas continuidad, debido a que la extracción del carbón se perfeccionó y abarató y con ello esta fuente de energía solar pasó a ser considerada como cara y abandonada para fines industriales.
 
Hoy día, la energía solar fotovoltaica se ha abaratado y será omnipresente.

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