Análisis preelectoral del 14M en la C.A.V.
Las Elecciones Generales se rigen por la ley d’Hont, al igual que las Autonómicas si bien Euskadi posee la competencia exclusiva para regular las Elecciones al Parlamento Vasco donde elige a sus parlamentarios y a su Lehendakari. En esta ocasión del 14 de Marzo, será la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, modificada en diversas ocasiones, el sistema utilizado para el reparto de escaños en las Cortes de Madrid.
La ley d’Hont privilegia la representación de los partidos más votados y se aleja de los criterios de proporcionalidad, sobre todo cuando el número de parlamentarios a repartir es reducido. Este sistema ha sido justamente criticado por diversas razones, tales como beneficiar desmesuradamente a los dos grandes partidos, por las circunscripciones provinciales (que favorece a las de menor población como Ceuta o Melilla), o por el régimen de duopolio bipartidista que produce en período preelectoral en los medios de comunicación y en el panorama político resultante. Sólo por destacar un dato relevante, en 2000 el PP contó con la mayoría absoluta de 183 diputados porque hubo un saldo ficticio de 25 escaños que no le corresponderían en una circunscripción única, mientras que en tal caso IU hubiese dispuesto de 19 diputados y no de 8 como fue por aplicación de esta ley. Todo ello mueve a solicitar un cambio de la Ley Electoral vigente, quizá por ámbitos autonómicos pero nunca provinciales, toda vez que la acción de los diputados o senadores raramente se ciñe a su ámbito jurisdiccional.
La ley continúa en vigor por lo que los electores debemos considerar su implacable efecto sobre nuestra decisión individual. El análisis, obligado por esta Ley Electoral, debe efectuarse provincia a provincia. Si nos circunscribimos al panorama electoral de la Comunidad Autónoma del País Vasco en su elección de diputados para el Congreso, este sistema electoral de asignación de escaños impone las siguientes restricciones, a la luz de los resultados anteriores en el mismo tipo de convocatoria general (que se adjuntan en los cuadros anexos) y sobre la base, incierta, de las encuestas preelectorales. La ilegalización de Batasuna, ausente por voluntad propia en 2000, originará un estimable efecto tasable sociológica y políticamente, pero no a efectos de parlamentarios.
En Bizkaia, la trayectoria imparablemente creciente de EAJ-PNV le asegura consolidar sus 4 diputados, si se movilizan sus militantes y simpatizantes. El PP, por el contrario ve peligrar su tercer diputado por el avance de un PSOE oscilante, aunque quizá en alza por su lánguido despegue del PP, su gran adversario estatal pero incondicional aliado en Euskadi. IU, a pesar de una predecible subida, es dudoso que ascienda hasta los 56.000 votos necesarios para recuperar su diputado de 1996, sobre el supuesto de una participación similar. EA no tiene opción alguna en este territorio histórico por su escaso peso y constante declive. Tampoco dispondrá de representación la novedad e incógnita de la coalición Aralar-Zutik, sin apenas implantación fuera de Nafarroa y en Guipúzcoa, en este caso en moderada medida.
En Gipuzkoa, el avance estable de EAJ-PNV le asegura ser nuevamente el partido más votado y sus 2 diputados. El PP perderá su segundo diputado a favor del PSOE previsiblemente tras las forales y municipales. La gran pugna será ver si EA conserva su única diputada en Madrid, frente a la concentración de voto que alcance Aralar-Zutik en su prueba de fuego, aparte de la coalición Nafarroa BAI en la Comunidad Foral Navarra. IU no tiene opción alguna en este territorio histórico.
En Araba, parece difícil alterar el panorama estable desde 1966. Sólo una improbable superación del PSOE sobre el PP podría otorgarle dos diputados a los socialistas, o una -aún más hipotética- condensación de voto en torno a EAJ-PNV podría significar un segundo diputado para el sentimiento alavés proclive al Gobierno tripartito. Los partidos menores EA, IU y Aralar-Zutik seguirán ineluctablemente ausentes de la representación territorial.
Como corolario de todo lo expuesto, el fantasma del “voto útil” se erige como un espectro para el potencial votante de las opciones minoritarias. Es comprensible y justificada la duda que asalta al electorado nacionalista vasco en Araba o en Bizkaia, donde sabe que sólo EAJ-PNV podrá representarle en el Congreso de los Diputados, con grupo propio, el único y permanente “Grupo Vasco”. La ausencia de una coalición PNV-EA-Aralar pasará factura, que en el mejor de los casos podría significar un posible diputado adicional por Araba, asegurar el tercero y quizás un cuarto por Guipúzcoa, así como un quinto diputado por Bizkaia. También será determinante ese versátil voto constitucionalista que oscila entre PP y PSOE, para establecer quién representa más el sentimiento españolista. La vacilación del votante de IU, fuera de Bizkaia donde puede soñar con un escaño, entre un pésimo PSOE vasco –desde su perspectiva- o un EAJ-PNV tan ideológicamente alejado… en teoría, debe ser insufrible. O irritante la del votante de EA, para no citar al de Batasuna que sigue sin trasladar su opción, que dilapida su voto fuera de Guipúzcoa, sólo para dejar constancia de su existencia a efectos de mantener su porción en el reparto de poder institucional.
Ojalá que acertemos desde la pluralidad vasca en nuestro voto sutil y fértil, remediando el voto fútil que lanza la papeleta a la papelera o el voto mástil que sólo ofrece su mera contabilización.
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Realismo D'Hont en Navarra
Análisis preelectoral del 14M en la C.F.N.
Con una panorámica preelectoral sobre la Comunidad Foral Navarra se completa el anterior análisis similar efectuado sobre la Comunidad Autónoma Vasca, a fin de valorar el previsible efecto de las próximas Elecciones Generales sobre el conjunto de Hegoalde (Euskadi peninsular). Comparativamente, y aunque resulte paradójico, esta predicción navarra resulta más dificultosa, a pesar de la menor entidad demográfica del territorio foral, por un doble motivo: La primera causa es histórica y deriva del cuerpo electoral menos estable en la CFN que en la CAV, aunque ambos electorados sean más fieles que los correspondientes al resto del Estado español. La segunda razón es coyuntural y proviene de la incertidumbre que origina la innovadora candidatura Nafarroa Bai agrupando a Aralar, EA, EAJ-PNV y Batzarre.
El implacable efecto de la ley d’Hont privilegia también en este territorio histórico la representación del duopolio bipartidista, UPN-PP y PSOE. El resultado habitual de la última década de 3 y 2 diputados respectivamente, sólo fue quebrado en 1996 por un notable avance de IU hasta superar los 40.000 votos, si bien en 2000 retrocedió hasta los 23.000 votos, con menos papeletas que en 1993. La fusión UPN-PP ha rendido suculentas rentas electorales en este tipo de convocatorias para las Cortes de Madrid, marginando al fragmentado electorado nacionalista, e incluso minorizando a los partidos menores como IU o el mismo socio de gobierno CDN, que sin embargo insiste en presentar candidaturas propias para mantener su electorado y evitar ser engullido por UPN. Salvadas las lógicas diferencias, el voto mástil que solicita CDN frente a UPN es una situación paralela al temor de absorción por coalición continua y efecto de olvido del electorado que padece EA en la CAV frente a EAJ-PNV.
La angustia del voto fútil igualmente atenaza al electorado fiel a IU, que sabe de la casi imposibilidad fáctica de obtener un diputado en 2004. Adicionalmente en esta ocasión, IU ha sufrido el síndrome de “pánico escénico a la similitud” con su confederado de la CAV, rechazando formalmente el ofrecimiento cursado por los patrocinadores de Nafarroa Bai para incorporarse desde su origen, con ánimo de fortalecer lo que indudablemente hubiese sido una plataforma electoral destinada al éxito en las urnas, aunque de gestión ulterior más compleja. El hecho de que IU declinase la invitación para formar parte de Nafarroa Bai sólo pone algo más difícil el objetivo de conseguir un diputado nacionalista, pero en ningún caso permitía arañar más del inevitable saldo de los 2 diputados para UPN-PP y otros tantos para el PSOE. Parece improbable, a nuestro juicio, que la asignación de un diputado a Nafarroa Bai sea a costa de uno de los dos del PSOE.
La dificultad del acierto pleno en la quiniela prevista, se contrapone a la sencillez de lo que está realmente en juego: El quinto diputado para Nafarroa Bai a costa de UPN-PP. El entusiasmo del proyecto conjunto superador de la división nacionalista y los prometedores resultados precedentes en la anterior convocatoria foral y municipal parecen garantizar que la bien elegida candidata Uxue Barkos será diputada, si suma votos útiles de antiguos votantes de Euskal Herritarrok, ilegalizada en la actualidad y que no se presentó en 2000. Si Nafarroa Bai alcanzase representación en el Congreso, se superaría el obligado silencio impuesto a la Nafarroa vascófona, haciéndose oír el clamor de una significativa parte de la ciudadanía navarra en defensa del euskara (la "Lingua Navarrorum", la Lengua de los navarros) y de la cultura vasca, extrañamente refrenadas en la CFN.
Con una panorámica preelectoral sobre la Comunidad Foral Navarra se completa el anterior análisis similar efectuado sobre la Comunidad Autónoma Vasca, a fin de valorar el previsible efecto de las próximas Elecciones Generales sobre el conjunto de Hegoalde (Euskadi peninsular). Comparativamente, y aunque resulte paradójico, esta predicción navarra resulta más dificultosa, a pesar de la menor entidad demográfica del territorio foral, por un doble motivo: La primera causa es histórica y deriva del cuerpo electoral menos estable en la CFN que en la CAV, aunque ambos electorados sean más fieles que los correspondientes al resto del Estado español. La segunda razón es coyuntural y proviene de la incertidumbre que origina la innovadora candidatura Nafarroa Bai agrupando a Aralar, EA, EAJ-PNV y Batzarre.
El implacable efecto de la ley d’Hont privilegia también en este territorio histórico la representación del duopolio bipartidista, UPN-PP y PSOE. El resultado habitual de la última década de 3 y 2 diputados respectivamente, sólo fue quebrado en 1996 por un notable avance de IU hasta superar los 40.000 votos, si bien en 2000 retrocedió hasta los 23.000 votos, con menos papeletas que en 1993. La fusión UPN-PP ha rendido suculentas rentas electorales en este tipo de convocatorias para las Cortes de Madrid, marginando al fragmentado electorado nacionalista, e incluso minorizando a los partidos menores como IU o el mismo socio de gobierno CDN, que sin embargo insiste en presentar candidaturas propias para mantener su electorado y evitar ser engullido por UPN. Salvadas las lógicas diferencias, el voto mástil que solicita CDN frente a UPN es una situación paralela al temor de absorción por coalición continua y efecto de olvido del electorado que padece EA en la CAV frente a EAJ-PNV.
La angustia del voto fútil igualmente atenaza al electorado fiel a IU, que sabe de la casi imposibilidad fáctica de obtener un diputado en 2004. Adicionalmente en esta ocasión, IU ha sufrido el síndrome de “pánico escénico a la similitud” con su confederado de la CAV, rechazando formalmente el ofrecimiento cursado por los patrocinadores de Nafarroa Bai para incorporarse desde su origen, con ánimo de fortalecer lo que indudablemente hubiese sido una plataforma electoral destinada al éxito en las urnas, aunque de gestión ulterior más compleja. El hecho de que IU declinase la invitación para formar parte de Nafarroa Bai sólo pone algo más difícil el objetivo de conseguir un diputado nacionalista, pero en ningún caso permitía arañar más del inevitable saldo de los 2 diputados para UPN-PP y otros tantos para el PSOE. Parece improbable, a nuestro juicio, que la asignación de un diputado a Nafarroa Bai sea a costa de uno de los dos del PSOE.
La dificultad del acierto pleno en la quiniela prevista, se contrapone a la sencillez de lo que está realmente en juego: El quinto diputado para Nafarroa Bai a costa de UPN-PP. El entusiasmo del proyecto conjunto superador de la división nacionalista y los prometedores resultados precedentes en la anterior convocatoria foral y municipal parecen garantizar que la bien elegida candidata Uxue Barkos será diputada, si suma votos útiles de antiguos votantes de Euskal Herritarrok, ilegalizada en la actualidad y que no se presentó en 2000. Si Nafarroa Bai alcanzase representación en el Congreso, se superaría el obligado silencio impuesto a la Nafarroa vascófona, haciéndose oír el clamor de una significativa parte de la ciudadanía navarra en defensa del euskara (la "Lingua Navarrorum", la Lengua de los navarros) y de la cultura vasca, extrañamente refrenadas en la CFN.
La anomalía socialista vasca
Extrañamente, el socialismo vasco de antigua presencia social es casi el único que no cogobierna en el Estado español.
El PSOE mantiene en Euskadi una larga historia de organización, que incluye relevantes etapas de colaboración en la gobernación, en tiempos más o menos lejanos. Sin embargo, ahora que vuelva al poder en el Gobierno central, en Catalunya, seguramente en Galiza, además de en sus tradicionales feudos (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha,…), sigue ofreciendo una deprimente imagen de oposición recalcitrante en el Parlamento Vasco, con una reiterada política de bloqueo a todo avance legislativo.
¿Por qué ese talante tan diferenciado en Euskadi del que ZP hace gala? La lamentable persistencia de ETA podría ser una razón de peso, pero lo niega la progresiva desactivación terrorista y la aceptación desde Ferraz de la presencia parlamentaria de Batasuna bajo la capa de EHAK. ¿Por qué el PSE acompaña al PP boicoteando una mesa con Batasuna, cuando hasta el PP se sienta en los debates políticos con EHAK, que no es sino la marca secundaria de Batasuna?
El PSOE en Euskadi no acaba de desvincularse del abrazo del oso con un ultramontano PP. Ello constituye una incongruencia política con efectos como el extravagante apoyo de María San Gil a un Patxi López que no quiere los votos populares, pero que hace el doble ridículo de presentarse sin más respaldo que el de quien le persigue por todo el Estado, con movilizaciones callejeras semanales. Con tal incongruencia no es de extrañar la sobreabundancia de personajes socialistas vascos que parecen más del PP que del PSE.
En la Comunidad Autónoma Vasca, la pareja PP-PSOE difícilmente superará el 39% del electorado. Ni acudiendo fusionados, en un PPSOE para ayudarse de la ley d’Hont, alcanzarían mayoría parlamentaria alguna. El aislamiento del PP no le permite salirse de su guión marginal, pero ¿no debería revisar y reconsiderar el PSE vasco su obsoleta política de alianzas en los contados ayuntamientos que gestiona y en la Diputación de Álava?
No es de recibo que el PSOE de Madrid con Zapatero parezca y sea menos centralista que el PSE de López (por no mencionar aquél de Redondo). Las próximas elecciones municipales y forales, incluso en Navarra, podrían ser una buena oportunidad de cambio de la política de seguidismo con el PP que los socialistas han venido practicando en los últimos años en Euskal Herria.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/anomalia.htm
El PSOE mantiene en Euskadi una larga historia de organización, que incluye relevantes etapas de colaboración en la gobernación, en tiempos más o menos lejanos. Sin embargo, ahora que vuelva al poder en el Gobierno central, en Catalunya, seguramente en Galiza, además de en sus tradicionales feudos (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha,…), sigue ofreciendo una deprimente imagen de oposición recalcitrante en el Parlamento Vasco, con una reiterada política de bloqueo a todo avance legislativo.
¿Por qué ese talante tan diferenciado en Euskadi del que ZP hace gala? La lamentable persistencia de ETA podría ser una razón de peso, pero lo niega la progresiva desactivación terrorista y la aceptación desde Ferraz de la presencia parlamentaria de Batasuna bajo la capa de EHAK. ¿Por qué el PSE acompaña al PP boicoteando una mesa con Batasuna, cuando hasta el PP se sienta en los debates políticos con EHAK, que no es sino la marca secundaria de Batasuna?
El PSOE en Euskadi no acaba de desvincularse del abrazo del oso con un ultramontano PP. Ello constituye una incongruencia política con efectos como el extravagante apoyo de María San Gil a un Patxi López que no quiere los votos populares, pero que hace el doble ridículo de presentarse sin más respaldo que el de quien le persigue por todo el Estado, con movilizaciones callejeras semanales. Con tal incongruencia no es de extrañar la sobreabundancia de personajes socialistas vascos que parecen más del PP que del PSE.
En la Comunidad Autónoma Vasca, la pareja PP-PSOE difícilmente superará el 39% del electorado. Ni acudiendo fusionados, en un PPSOE para ayudarse de la ley d’Hont, alcanzarían mayoría parlamentaria alguna. El aislamiento del PP no le permite salirse de su guión marginal, pero ¿no debería revisar y reconsiderar el PSE vasco su obsoleta política de alianzas en los contados ayuntamientos que gestiona y en la Diputación de Álava?
No es de recibo que el PSOE de Madrid con Zapatero parezca y sea menos centralista que el PSE de López (por no mencionar aquél de Redondo). Las próximas elecciones municipales y forales, incluso en Navarra, podrían ser una buena oportunidad de cambio de la política de seguidismo con el PP que los socialistas han venido practicando en los últimos años en Euskal Herria.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/anomalia.htm
Una nueva Galicia
No habrá que esperar hasta el 27: El PP perderá la Xunta de Galicia porque no les será suficiente el voto emigrante, que suma el 12% del electorado.
Fraga naufraga. Así lo ha reconocido, tácitamente, el Presidente de la Xunta en funciones, Manuel Fraga Iribarne, quien la noche electoral reconoció que PSdeG y BNG "tendrán que asumir una gran responsabilidad" al frente del Gobierno gallego en la próxima legislatura, aunque también previno que aún es "razonable y viable" que el voto de los emigrantes otorgue al PP el escaño que le falta para revalidar la mayoría absoluta, ya que, según sus datos, "el 70% de los residentes ausentes que ha ejercido su derecho al sufragio apoyaría a su partido”.
Se había predicho que la pérdida de la mayoría absoluta del PP sólo se produciría con un incremento significativo de la participación electoral, que rompiese el techo del 65%. Finalmente se alcanzó el 68,1%, lo que se pronosticaba un esperado cambio en la política gallega.
Escrutadas todas las urnas de Galicia, el voto de la emigración será decisivo, especialmente el de la provincia de Pontevedra. En las otras circunscripciones es casi imposible que se produzcan variaciones por el voto de los residentes ausentes. Según la Ley D"Hont, el decisivo escaño 38º de Pontevedra sólo bascularía del PSdeG al PP si este partido consiguiese 8.166 votos emigrantes más que los socialistas entre los 21.000 votos emitidos por los 89.000 emigrantes censados en esa provincia hasta el 17J.
En las elecciones de 2001, el PP logró 13.292 votos procedentes del CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes) frente a los 4.559 del PSOE. Repitiendo resultado, el PP renovaría su mayoría absoluta, pero este voto ha fluctuado absolutamente con el signo del gobierno central, y pasó de un reparto 68% PP -21% PSOE en las autonómicas de 2001 hasta un 59% PP - 36% PSOE en las elecciones generales de 2004. Incluso en las europeas de 2004, este voto –tradicionalmente bajo para el BNG, en torno al 5%- se volteó a favor del PSOE (52%) frente al del PP (39%). Sólo en 1997 estos sufragios alteraron el reparto inicial, cuando el PP consiguió un escaño vacilante en La Coruña.
Galicia conservadora hasta el 19J. Desde la transición sólo ha habido un interregno de dos años de gobierno socialista con Fernando González Laxe entre 28-9-87 y 2-2-90, provocado por la traición de José Luis Barreiro, quien en la misma legislatura fue Vicepresidente de la Xunta con AP y con el PSOE.
Así pues, el PP partía de una situación ventajosa, pero con un lento desgaste de gobierno y con un peculiar líder de 82 años e historia política interminable desde Franco hasta la fecha. Sin haber resuelto sus problemas sucesorios, que ahora se precipitarán tras la caída del entramado burocrático de poder, los populares no dejan de preguntarse si otro candidato hubiese contenido mejor su pérdida de votos y escaños.
Fraga esperaba morir con las botas y los votos puestos. Pero no será así: habrá de jubilarse del poder político que ha conocido ininterrumpidamente durante 54 años, desde 1951. Disponía a su favor de la “eterna inercia gallega” y de una reserva de tres escaños para contener la pérdida de la cómoda mayoría absoluta, que ha disfrutado personalmente durante cuatro legislaturas. El respaldo de Mariano Rajoy, volcado en una campaña cuyo desenlace puede cuestionar su futuro, no ha impedido el poderoso “efecto Moncloa”, que se ha sumado a una errónea oposición ultramontana que se dirige desde la calle Génova, o lo que es peor, desde la fundación FAES del ínclito Aznar. Después del 27, con todos los votos contados y si finalmente cae Fraga, el PP deberá evaluar la rentabilidad política de su modo solitario de hacer oposición, con un aislamiento que no remediará con reciente táctica de la manifestación semanal,… en Madrid (o Salamanca).
PSdeG favorecido. El partido socialista partía de la oposición y siendo el tercer partido en votos, en igualdad de escaños con el BNG (17 ambos). Se ha convertido en el más beneficiado de la jornada electoral, por méritos propios y errores ajenos. Su grupo parlamentario pasa a tener 25 diputados, 8 más que en la pasada legislatura. Emilio Pérez Touriño, que repetía por segunda vez, vio crecer los votos desde los 320.283 votos (el 21,8%) de 2001 a los 509.340 (32,5%). Su acuerdo con el BNG, que se da por cerrado, le podría llevar a acceder al Palacio de Raxoi. En caso contrario, será su último intento como ratificó él mismo durante la campaña electoral.
La trayectoria de Touriño en el PsdeG es antigua, participando en los gobiernos de Felipe González desde 1985 y habiendo sido acusado por Roldán en 1994 de haber intervenido en el pago de comisiones. Renunció a sus cargos políticos, a pesar de rechazar su implicación en los hechos, y regresó a la docencia universitaria. Tras la retirada de Abel Caballero, quien fracasó en las autonómicas de 1997, Touriño recuperó su peso político cuando asumió el debate de investidura contra Fraga. En los comicios de 2001 logró un estimable crecimiento que situó al PSdeG a la par del BNG. José Blanco, Secretario de Organización, fue decisivo para repetir la candidatura de Touriño, siendo manifiesto el apoyo que prestó Touriño a Rodríguez Zapatero desde el primer momento, contribuyendo a su triunfo como Secretario General del PSOE en el 36º congreso.
BNG en transición. Su situación es paradójica, ya que aunque ha bajado cuatro escaños y el 3,7% de votos, pasa a ser clave de gobierno el nacionalismo gallego. Con sólo 13 escaños y 307.249 votos, se advierte la pérdida de escaños y votos respecto a aquellos 395.000 y 18 escaños de 1997 de Xose Manuel Beiras (quien había ascendido desde los 50.000 votos y un escaño de 1985). Es innegable en el BNG una crisis de renovación de la anterior cúpula por una nueva generación dirigente, encabezada por Anxo Quintana, todavía poco conocido por el electorado y sin el carisma histórico de Beiras.
Este retroceso parcial también responde a la concentración de voto en la alternativa socialista provocada por la bipolarización, así como a la peculiaridad de Galicia que, por sus parámetros socioeconómicos desfavorables respecto a otras Comunidades Históricas, es menos propicia a los reajustes previstos en las fórmulas de financiación que se advierten en las reformas estatutarias más avanzadas. Anxo Quintana deberá establecer una línea definida y progresista que permita proyectar hacia el electorado gallego su modelo propio de reforma del Estatuto de Galicia de 1981, marcando diferencias apreciables sobre la propuesta del PSdeG.
Galicia ofrece un panorama despejado de cambio mediante la coalición del PSdeG y del BNG, y con un PP que habrá de recomponerse en la oposición. El resto de las fuerzas políticas es meramente simbólico y sin representación parlamentaria. La cuarta fuerza política es una desvanecida IU, con apenas 12.199 votos (0,8% del electorado), muy lejos del mínimo necesario para que su candidata Yolanda Díaz optara a un escaño.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/galicia.htm
Fraga naufraga. Así lo ha reconocido, tácitamente, el Presidente de la Xunta en funciones, Manuel Fraga Iribarne, quien la noche electoral reconoció que PSdeG y BNG "tendrán que asumir una gran responsabilidad" al frente del Gobierno gallego en la próxima legislatura, aunque también previno que aún es "razonable y viable" que el voto de los emigrantes otorgue al PP el escaño que le falta para revalidar la mayoría absoluta, ya que, según sus datos, "el 70% de los residentes ausentes que ha ejercido su derecho al sufragio apoyaría a su partido”.
Se había predicho que la pérdida de la mayoría absoluta del PP sólo se produciría con un incremento significativo de la participación electoral, que rompiese el techo del 65%. Finalmente se alcanzó el 68,1%, lo que se pronosticaba un esperado cambio en la política gallega.
Escrutadas todas las urnas de Galicia, el voto de la emigración será decisivo, especialmente el de la provincia de Pontevedra. En las otras circunscripciones es casi imposible que se produzcan variaciones por el voto de los residentes ausentes. Según la Ley D"Hont, el decisivo escaño 38º de Pontevedra sólo bascularía del PSdeG al PP si este partido consiguiese 8.166 votos emigrantes más que los socialistas entre los 21.000 votos emitidos por los 89.000 emigrantes censados en esa provincia hasta el 17J.
En las elecciones de 2001, el PP logró 13.292 votos procedentes del CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes) frente a los 4.559 del PSOE. Repitiendo resultado, el PP renovaría su mayoría absoluta, pero este voto ha fluctuado absolutamente con el signo del gobierno central, y pasó de un reparto 68% PP -21% PSOE en las autonómicas de 2001 hasta un 59% PP - 36% PSOE en las elecciones generales de 2004. Incluso en las europeas de 2004, este voto –tradicionalmente bajo para el BNG, en torno al 5%- se volteó a favor del PSOE (52%) frente al del PP (39%). Sólo en 1997 estos sufragios alteraron el reparto inicial, cuando el PP consiguió un escaño vacilante en La Coruña.
Galicia conservadora hasta el 19J. Desde la transición sólo ha habido un interregno de dos años de gobierno socialista con Fernando González Laxe entre 28-9-87 y 2-2-90, provocado por la traición de José Luis Barreiro, quien en la misma legislatura fue Vicepresidente de la Xunta con AP y con el PSOE.
Así pues, el PP partía de una situación ventajosa, pero con un lento desgaste de gobierno y con un peculiar líder de 82 años e historia política interminable desde Franco hasta la fecha. Sin haber resuelto sus problemas sucesorios, que ahora se precipitarán tras la caída del entramado burocrático de poder, los populares no dejan de preguntarse si otro candidato hubiese contenido mejor su pérdida de votos y escaños.
Fraga esperaba morir con las botas y los votos puestos. Pero no será así: habrá de jubilarse del poder político que ha conocido ininterrumpidamente durante 54 años, desde 1951. Disponía a su favor de la “eterna inercia gallega” y de una reserva de tres escaños para contener la pérdida de la cómoda mayoría absoluta, que ha disfrutado personalmente durante cuatro legislaturas. El respaldo de Mariano Rajoy, volcado en una campaña cuyo desenlace puede cuestionar su futuro, no ha impedido el poderoso “efecto Moncloa”, que se ha sumado a una errónea oposición ultramontana que se dirige desde la calle Génova, o lo que es peor, desde la fundación FAES del ínclito Aznar. Después del 27, con todos los votos contados y si finalmente cae Fraga, el PP deberá evaluar la rentabilidad política de su modo solitario de hacer oposición, con un aislamiento que no remediará con reciente táctica de la manifestación semanal,… en Madrid (o Salamanca).
PSdeG favorecido. El partido socialista partía de la oposición y siendo el tercer partido en votos, en igualdad de escaños con el BNG (17 ambos). Se ha convertido en el más beneficiado de la jornada electoral, por méritos propios y errores ajenos. Su grupo parlamentario pasa a tener 25 diputados, 8 más que en la pasada legislatura. Emilio Pérez Touriño, que repetía por segunda vez, vio crecer los votos desde los 320.283 votos (el 21,8%) de 2001 a los 509.340 (32,5%). Su acuerdo con el BNG, que se da por cerrado, le podría llevar a acceder al Palacio de Raxoi. En caso contrario, será su último intento como ratificó él mismo durante la campaña electoral.
La trayectoria de Touriño en el PsdeG es antigua, participando en los gobiernos de Felipe González desde 1985 y habiendo sido acusado por Roldán en 1994 de haber intervenido en el pago de comisiones. Renunció a sus cargos políticos, a pesar de rechazar su implicación en los hechos, y regresó a la docencia universitaria. Tras la retirada de Abel Caballero, quien fracasó en las autonómicas de 1997, Touriño recuperó su peso político cuando asumió el debate de investidura contra Fraga. En los comicios de 2001 logró un estimable crecimiento que situó al PSdeG a la par del BNG. José Blanco, Secretario de Organización, fue decisivo para repetir la candidatura de Touriño, siendo manifiesto el apoyo que prestó Touriño a Rodríguez Zapatero desde el primer momento, contribuyendo a su triunfo como Secretario General del PSOE en el 36º congreso.
BNG en transición. Su situación es paradójica, ya que aunque ha bajado cuatro escaños y el 3,7% de votos, pasa a ser clave de gobierno el nacionalismo gallego. Con sólo 13 escaños y 307.249 votos, se advierte la pérdida de escaños y votos respecto a aquellos 395.000 y 18 escaños de 1997 de Xose Manuel Beiras (quien había ascendido desde los 50.000 votos y un escaño de 1985). Es innegable en el BNG una crisis de renovación de la anterior cúpula por una nueva generación dirigente, encabezada por Anxo Quintana, todavía poco conocido por el electorado y sin el carisma histórico de Beiras.
Este retroceso parcial también responde a la concentración de voto en la alternativa socialista provocada por la bipolarización, así como a la peculiaridad de Galicia que, por sus parámetros socioeconómicos desfavorables respecto a otras Comunidades Históricas, es menos propicia a los reajustes previstos en las fórmulas de financiación que se advierten en las reformas estatutarias más avanzadas. Anxo Quintana deberá establecer una línea definida y progresista que permita proyectar hacia el electorado gallego su modelo propio de reforma del Estatuto de Galicia de 1981, marcando diferencias apreciables sobre la propuesta del PSdeG.
Galicia ofrece un panorama despejado de cambio mediante la coalición del PSdeG y del BNG, y con un PP que habrá de recomponerse en la oposición. El resto de las fuerzas políticas es meramente simbólico y sin representación parlamentaria. La cuarta fuerza política es una desvanecida IU, con apenas 12.199 votos (0,8% del electorado), muy lejos del mínimo necesario para que su candidata Yolanda Díaz optara a un escaño.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/galicia.htm
Matemática política
Aplicando la Lógica Matemática a la Política para ofrecer una mejorada descripción de nuestra sociedad.
Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.
La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.
La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.
Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!
Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…
Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.
Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm
Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.
La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.
La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.
Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!
Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…
Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.
Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm
Oído en Euskadi
Una tertulia de amigos debatiendo sobre política vasca puede ser esclarecedora… sobre todo si se llega a una conclusión común.
Podría poner los nombres propios a cada interlocutor, pero quizá alguno se molestase y fuese menos espontáneo en la próxima ocasión. Tampoco es necesario reseñar la pluralidad de ideologías que cada uno de los tertulianos representa. Sus palabras y sus opiniones expresan sus simpatías o afinidades políticas, reales o atribuidas. Extrañamente en esta ocasión, al finalizar estábamos todos prácticamente de acuerdo. Escuchemos las intervenciones de mis amigos.
- ETA sigue a bombazo casi diario, con extorsiones del penúltimo recibo y riesgo de alguna muerte…
- … Y Otegi vuelve a la cárcel.
- Pero el PSOE y EHAK ya rentabilizaron con más votos su enfrentamiento y la esperanza de todos.
- Si pudiésemos votar de nuevo,…
- El asunto de la Mesa del Parlamento ha sido demasiado…
- Otra vez votando juntos el PP-PSOE, mientras Batasuna se divierte (o EHAK, que da lo mismo).
- ¿Y qué me dices del espectáculo final con EA desmarcándose del tripartito?
- Aquí parece que todos estamos descontentos con los resultados electorales.
- Probablemente es cierto, pero eso vale para todos.
- Los del PNV consideráis que 22 escaños (de los 29 de la coalición) no es representativo.
- Y vosotros, los del PSOE, sabéis que con 18 parlamentarios no podéis hacer nada,…
- El PP es un aliado que nos arruina el futuro en Euskadi, y nos estropea la imagen en España.
- … Ya, mejor conseguir gratis los 15 del PP, para bloquear el Parlamento y desgastar a Ibarretxe.
- Nosotros creemos que el PP es el único coherente, pero para lo que nos sirve… con Patxi en el PSOE.
- Vosotros, los Batasunos, estáis presentes y estáis ausentes a través de ese engendro de EHAK.
- Tampoco los de Ezker Batua estamos nada satisfechos de repetir el resultado de 3 escaños.
- Al menos, vosotros en Aralar estaréis satisfechos…
- Tampoco, una parlamentaria nos permite asomarnos en la CAV, pero poco más.
- Lo que no entiendo es que vosotros, en EA, os quejéis también…
- Nuestra posición no se entiende debidamente al ir en coalición con el PNV…
- Al menos, ya se disponemos de Mesa en el Parlamento,…
- … Y el Lehendakari en funciones podría convocar nuevas elecciones si su investidura se presentase difícil.
- Quizá sería lo mejor, con una campaña electoral a cara descubierta, cada partido por su cuenta,…
- … Las coaliciones luego, entre nacionalistas vascos o españoles….
- Y hablando claro. O Ibarretxe o López, porque San Gil y Otegi no tienen opción.
- Creo que el PNV mejoraría notablemente sus 22 parlamentarios en solitario, aún sin D’Hont.
- EA no tiene miedo a acudir por separado para diferenciar nuestro discurso y medir nuestra presencia.
- EB podría demostrar su representación consolidada y superarla…
- … Y Aralar se vería como una opción útil posible en los tres Territorios Históricos.
- En el PSE indudablemente subiríamos por el voto del cambio.
- Y el PP también, porque teníamos razón con la falsa tregua…
- Que nos dejen presentarnos a Batasuna y ya veremos…
- ¿Lo proponemos en serio cada uno a su partido?
- Me atrevo. ¿A que no os atrevéis vosotros,..?
- …Sí, los que deseáis triturar a un triparto débil y soñar con alguna extraña alternativa PSOE-EA-IU y…
- Por mi parte, sí… preferiría acudir de nuevo a votar, ahora que se han aclarado las cosas…
- Y yo también,…
Todos parecían felices al coincidir, aunque probablemente algunos debían disimularlo.
NOTA FINAL firmada por todos los presentes: Señoras y señores dirigentes de nuestros partidos vascos: A la vista de que ETA sigue en sus trece, y todos ustedes en sus 33, formalmente les pedimos: ¡Convóquennos nuevamente a las urnas! Les prometemos mucha mayor participación,… y algunos cambios muy deseables, aunque sólo dispongamos del derecho de voto (y no el de veto, porque ese día….). ¿No dicen que es el momento de dialogar? Permítannos hablar de nuevo en las urnas. Tenemos ganas.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/euskadi.htm
Podría poner los nombres propios a cada interlocutor, pero quizá alguno se molestase y fuese menos espontáneo en la próxima ocasión. Tampoco es necesario reseñar la pluralidad de ideologías que cada uno de los tertulianos representa. Sus palabras y sus opiniones expresan sus simpatías o afinidades políticas, reales o atribuidas. Extrañamente en esta ocasión, al finalizar estábamos todos prácticamente de acuerdo. Escuchemos las intervenciones de mis amigos.
- ETA sigue a bombazo casi diario, con extorsiones del penúltimo recibo y riesgo de alguna muerte…
- … Y Otegi vuelve a la cárcel.
- Pero el PSOE y EHAK ya rentabilizaron con más votos su enfrentamiento y la esperanza de todos.
- Si pudiésemos votar de nuevo,…
- El asunto de la Mesa del Parlamento ha sido demasiado…
- Otra vez votando juntos el PP-PSOE, mientras Batasuna se divierte (o EHAK, que da lo mismo).
- ¿Y qué me dices del espectáculo final con EA desmarcándose del tripartito?
- Aquí parece que todos estamos descontentos con los resultados electorales.
- Probablemente es cierto, pero eso vale para todos.
- Los del PNV consideráis que 22 escaños (de los 29 de la coalición) no es representativo.
- Y vosotros, los del PSOE, sabéis que con 18 parlamentarios no podéis hacer nada,…
- El PP es un aliado que nos arruina el futuro en Euskadi, y nos estropea la imagen en España.
- … Ya, mejor conseguir gratis los 15 del PP, para bloquear el Parlamento y desgastar a Ibarretxe.
- Nosotros creemos que el PP es el único coherente, pero para lo que nos sirve… con Patxi en el PSOE.
- Vosotros, los Batasunos, estáis presentes y estáis ausentes a través de ese engendro de EHAK.
- Tampoco los de Ezker Batua estamos nada satisfechos de repetir el resultado de 3 escaños.
- Al menos, vosotros en Aralar estaréis satisfechos…
- Tampoco, una parlamentaria nos permite asomarnos en la CAV, pero poco más.
- Lo que no entiendo es que vosotros, en EA, os quejéis también…
- Nuestra posición no se entiende debidamente al ir en coalición con el PNV…
- Al menos, ya se disponemos de Mesa en el Parlamento,…
- … Y el Lehendakari en funciones podría convocar nuevas elecciones si su investidura se presentase difícil.
- Quizá sería lo mejor, con una campaña electoral a cara descubierta, cada partido por su cuenta,…
- … Las coaliciones luego, entre nacionalistas vascos o españoles….
- Y hablando claro. O Ibarretxe o López, porque San Gil y Otegi no tienen opción.
- Creo que el PNV mejoraría notablemente sus 22 parlamentarios en solitario, aún sin D’Hont.
- EA no tiene miedo a acudir por separado para diferenciar nuestro discurso y medir nuestra presencia.
- EB podría demostrar su representación consolidada y superarla…
- … Y Aralar se vería como una opción útil posible en los tres Territorios Históricos.
- En el PSE indudablemente subiríamos por el voto del cambio.
- Y el PP también, porque teníamos razón con la falsa tregua…
- Que nos dejen presentarnos a Batasuna y ya veremos…
- ¿Lo proponemos en serio cada uno a su partido?
- Me atrevo. ¿A que no os atrevéis vosotros,..?
- …Sí, los que deseáis triturar a un triparto débil y soñar con alguna extraña alternativa PSOE-EA-IU y…
- Por mi parte, sí… preferiría acudir de nuevo a votar, ahora que se han aclarado las cosas…
- Y yo también,…
Todos parecían felices al coincidir, aunque probablemente algunos debían disimularlo.
NOTA FINAL firmada por todos los presentes: Señoras y señores dirigentes de nuestros partidos vascos: A la vista de que ETA sigue en sus trece, y todos ustedes en sus 33, formalmente les pedimos: ¡Convóquennos nuevamente a las urnas! Les prometemos mucha mayor participación,… y algunos cambios muy deseables, aunque sólo dispongamos del derecho de voto (y no el de veto, porque ese día….). ¿No dicen que es el momento de dialogar? Permítannos hablar de nuevo en las urnas. Tenemos ganas.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/euskadi.htm
Gusto (vasco) por las minorías
Desde la complejidad de la personalidad vasca a la predicción del futuro político inmediato en Euskadi.
Una de las características vascas más peculiares en su preferencia por los subgrupos, por el sentido de pertenencia a una comunidad muy reducida y de rasgos identitarios bien definidos, especialmente en lo geográfico. En Euskadi casi nadie se siente sólo vasco, sino vasco de un territorio histórico concreto (Bizkaia, por ejemplo), y de un barrio de una población específica (como Indautxu en Bilbao), e incluso busca reductos aún más acotados, como el colegio donde estudió y de donde proviene su cuadrilla de amigos de siempre.
La rivalidad entre vecinos, propia de todo el mundo y que se manifestada notablemente en lo deportivo, es singularmente evidente entre los vascos. Quizá fue la orografía física del terreno la que marcó a través de la organización comunitaria esa idiosincrasia del pueblo euskeldun, sumamente defensiva de lo propio, con sus matices desde idiomáticos con la multiplicidad dialectal del euskera (de cada euskalki) hasta los modelos administrativos con sus ancestrales instituciones forales.
Claro está, todo esto resulta sumamente extraño a los foráneos, y muy especialmente desde el sentimiento generalizado de los españoles de la “una, grande (y libre)” o desde la “grandeur française” de la gran mayoría de los franceses. Lógicamente, la política vasca sigue esas pautas de aprecio de la minoría bien reducida y especificada. La fragmentación y complejidad del panorama partidista vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral Navarra e incluso en Iparralde, causan perplejidad a los observadores externos.
La historia política más reciente muestra señaladamente esta pluralidad partidista y de aprecio por las minorías, aunque siempre desde un liderato de un Lehendakari del Partido Nacionalista Vasco, firmemente en minoría mayoritaria. Sin remontarnos al puzzle de partidos del primer gobierno vasco presidido por José Antonio Agirre en 1936, desde la transición democrática la gobernabilidad vasca en la CAV ha estado permanentemente marcada por el aprecio hacia la suma de minorías. El Lehendakari Carlos Garaikoetxea pudo gobernar desde 1980 como si tuviese mayoría legislativa por la inasistencia institucional de Herri Batasuna. El Lehendakari José Antonio Ardanza hubo de pactar con el PSOE en 1987, incorporando socialistas al Gobierno vasco durante dos legislaturas y media hasta la salida electoralista del PSOE en verano de 1998. Finalmente, el Lehendakari Juan José Ibarretxe hubo de acortar su primera legislatura por la insuficiencia parlamentaria y sólo los extraordinarios resultados de la coalición PNV-EA en 2001, con la pérdida de electorado de Euskal Herritarrok por la ruptura de la tregua de ETA, permitió que algunos imaginasen un panorama de mayoría absoluta a partir del 17-A.
Las urnas reiteraron, una vez más, la insistente y variada pluralidad de la sociología vasca. Las leves oscilaciones se explican por el sumatorio de efectos: “Efecto Guggenheim” mayoritario de quienes defienden que el máximo autogobierno vasco ofrece mayor bienestar, aunque por el “efecto Adormidera” no se hayan movilizado los más tibios aletargados al no percibir en peligro la Lehendakaritza; “Efecto de Bipolarización” que si en 2001 benefició a los extremos PNV-PP ahora ha favorecido al PSOE-EHAK; “Efecto Carod-Rovira” que catapultó a ERC de 1 a 8 diputados por la demonización de Aznar y que aquí ha despertado la simpatía por el débil EHAK (o la aparentemente desahuciada Batasuna); y el “Efecto Vasos Comunicantes” entre los antinacionalistas vascos en función de quien gobierne en Madrid. No parecen haber rendido dividendos ni el “efecto ZP”, válido en otras latitudes, ni aún menos el “efecto Aldaketa” (si no sabe de qué va, ni se moleste en buscarlo) de los trásfugas que son fieles a su deseo de gobernar. Basta ver su actual pataleo por quedar apartados de la labor de cocina que está llevando a cabo el partido para el que pidieron el voto, el PSOE, que siempre actúa como “coche escoba” que recoge hasta a un Pablo Mosquera, fundador del PP en Álava y luego de la Unidad Alavesa ahora extinta.
A pesar de todos los “efectos electorales” actuantes, el electorado redescubre el 17-A el reparto habitual: Un 55 % de nacionalistas vascos al presente en EAJ-PNV, EHAK, EA y Aralar, un 5% de federalistas en EB (IU), totalizando un 60% que aprobó el “Nuevo Estatuto para Euskadi” y un 40% de constitucionalistas (22% de autonomistas partidarios de una reforma estatutaria limitada y un 17% anclado en el inmovilismo). La posición clave la ocupa la coalición PNV-EA, casados por D’Hont, que cuenta con el 38,3% del electorado (42% en 2001 y 36,6% de las autonómicas de 1998), siendo la lista más votada en los tres territorios históricos (en 1998 el PP fue la Alava y EH en Gipuzkoa), y con 463.873 votos casi igual a la suma (481.224) de los partidos segundo PSOE y tercero, PP.
Con todo esto, tras la acreditación de un tercio de parlamentarios el calendario sufre una chocante aceleración en lo referente a la constitución del Parlamento Vasco, prevista para el próximo 16 de mayo, en tanto se pospone la formación del nuevo Gobierno hasta mediados de junio para madurar a las opiniones públicas vasca y española de lo que se está pactando. ¿Datos? El País y la SER, generalmente bien informadas desde el PSOE de Madrid, apuntan a Idoia Zenarruzabeitia como relevo de Juan Mari Atutxa para presidir el Parlamento Vasco. Sería una buena elección de consenso para fraguar un acuerdo entre “casi” todos (no le pregunten a Madrazo), quedando una Mesa impecable en orden de representación (PNV-PSOE-PP-EHAK-EA), gobernando a una Cámara femenina una mujer de valía, pero dejando un sospechoso hueco en la Vicelehendakaritza… Pero para elucubrar sobre el futuro Gobierno ya tendremos algo más de tiempo, según se produzcan algunos acontecimientos, probablemente históricos, por parte de todos los agentes políticos vascos.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/minorias.htm
Una de las características vascas más peculiares en su preferencia por los subgrupos, por el sentido de pertenencia a una comunidad muy reducida y de rasgos identitarios bien definidos, especialmente en lo geográfico. En Euskadi casi nadie se siente sólo vasco, sino vasco de un territorio histórico concreto (Bizkaia, por ejemplo), y de un barrio de una población específica (como Indautxu en Bilbao), e incluso busca reductos aún más acotados, como el colegio donde estudió y de donde proviene su cuadrilla de amigos de siempre.
La rivalidad entre vecinos, propia de todo el mundo y que se manifestada notablemente en lo deportivo, es singularmente evidente entre los vascos. Quizá fue la orografía física del terreno la que marcó a través de la organización comunitaria esa idiosincrasia del pueblo euskeldun, sumamente defensiva de lo propio, con sus matices desde idiomáticos con la multiplicidad dialectal del euskera (de cada euskalki) hasta los modelos administrativos con sus ancestrales instituciones forales.
Claro está, todo esto resulta sumamente extraño a los foráneos, y muy especialmente desde el sentimiento generalizado de los españoles de la “una, grande (y libre)” o desde la “grandeur française” de la gran mayoría de los franceses. Lógicamente, la política vasca sigue esas pautas de aprecio de la minoría bien reducida y especificada. La fragmentación y complejidad del panorama partidista vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral Navarra e incluso en Iparralde, causan perplejidad a los observadores externos.
La historia política más reciente muestra señaladamente esta pluralidad partidista y de aprecio por las minorías, aunque siempre desde un liderato de un Lehendakari del Partido Nacionalista Vasco, firmemente en minoría mayoritaria. Sin remontarnos al puzzle de partidos del primer gobierno vasco presidido por José Antonio Agirre en 1936, desde la transición democrática la gobernabilidad vasca en la CAV ha estado permanentemente marcada por el aprecio hacia la suma de minorías. El Lehendakari Carlos Garaikoetxea pudo gobernar desde 1980 como si tuviese mayoría legislativa por la inasistencia institucional de Herri Batasuna. El Lehendakari José Antonio Ardanza hubo de pactar con el PSOE en 1987, incorporando socialistas al Gobierno vasco durante dos legislaturas y media hasta la salida electoralista del PSOE en verano de 1998. Finalmente, el Lehendakari Juan José Ibarretxe hubo de acortar su primera legislatura por la insuficiencia parlamentaria y sólo los extraordinarios resultados de la coalición PNV-EA en 2001, con la pérdida de electorado de Euskal Herritarrok por la ruptura de la tregua de ETA, permitió que algunos imaginasen un panorama de mayoría absoluta a partir del 17-A.
Las urnas reiteraron, una vez más, la insistente y variada pluralidad de la sociología vasca. Las leves oscilaciones se explican por el sumatorio de efectos: “Efecto Guggenheim” mayoritario de quienes defienden que el máximo autogobierno vasco ofrece mayor bienestar, aunque por el “efecto Adormidera” no se hayan movilizado los más tibios aletargados al no percibir en peligro la Lehendakaritza; “Efecto de Bipolarización” que si en 2001 benefició a los extremos PNV-PP ahora ha favorecido al PSOE-EHAK; “Efecto Carod-Rovira” que catapultó a ERC de 1 a 8 diputados por la demonización de Aznar y que aquí ha despertado la simpatía por el débil EHAK (o la aparentemente desahuciada Batasuna); y el “Efecto Vasos Comunicantes” entre los antinacionalistas vascos en función de quien gobierne en Madrid. No parecen haber rendido dividendos ni el “efecto ZP”, válido en otras latitudes, ni aún menos el “efecto Aldaketa” (si no sabe de qué va, ni se moleste en buscarlo) de los trásfugas que son fieles a su deseo de gobernar. Basta ver su actual pataleo por quedar apartados de la labor de cocina que está llevando a cabo el partido para el que pidieron el voto, el PSOE, que siempre actúa como “coche escoba” que recoge hasta a un Pablo Mosquera, fundador del PP en Álava y luego de la Unidad Alavesa ahora extinta.
A pesar de todos los “efectos electorales” actuantes, el electorado redescubre el 17-A el reparto habitual: Un 55 % de nacionalistas vascos al presente en EAJ-PNV, EHAK, EA y Aralar, un 5% de federalistas en EB (IU), totalizando un 60% que aprobó el “Nuevo Estatuto para Euskadi” y un 40% de constitucionalistas (22% de autonomistas partidarios de una reforma estatutaria limitada y un 17% anclado en el inmovilismo). La posición clave la ocupa la coalición PNV-EA, casados por D’Hont, que cuenta con el 38,3% del electorado (42% en 2001 y 36,6% de las autonómicas de 1998), siendo la lista más votada en los tres territorios históricos (en 1998 el PP fue la Alava y EH en Gipuzkoa), y con 463.873 votos casi igual a la suma (481.224) de los partidos segundo PSOE y tercero, PP.
Con todo esto, tras la acreditación de un tercio de parlamentarios el calendario sufre una chocante aceleración en lo referente a la constitución del Parlamento Vasco, prevista para el próximo 16 de mayo, en tanto se pospone la formación del nuevo Gobierno hasta mediados de junio para madurar a las opiniones públicas vasca y española de lo que se está pactando. ¿Datos? El País y la SER, generalmente bien informadas desde el PSOE de Madrid, apuntan a Idoia Zenarruzabeitia como relevo de Juan Mari Atutxa para presidir el Parlamento Vasco. Sería una buena elección de consenso para fraguar un acuerdo entre “casi” todos (no le pregunten a Madrazo), quedando una Mesa impecable en orden de representación (PNV-PSOE-PP-EHAK-EA), gobernando a una Cámara femenina una mujer de valía, pero dejando un sospechoso hueco en la Vicelehendakaritza… Pero para elucubrar sobre el futuro Gobierno ya tendremos algo más de tiempo, según se produzcan algunos acontecimientos, probablemente históricos, por parte de todos los agentes políticos vascos.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/minorias.htm
Escenario político vasco en verano de 2008
La próxima reunión de políticos y bloggers vascos en el Parlamento, bajo la iniciativa plural de Política 2.0, nos anima a realizar una análisis político del momento para calentar el debate blogero, el mismo día en el que entramos en verano del 2008.
-La actual situación de los partidos es compleja, pero se podría sintetizar de la siguiente forma: PNV, recuperando la unidad tras las diferentes "movidas" internas y externas; PSOE, crecido por los resultados de las elecciones generales del 9 de marzo pasado; PP, entrando en una imprevisible crisis cuyo epicentro es Euskadi; EHAK, al albur de la reanudación de la violencia; EA, decreciente y dividida entre la radicalidad de captar el voto perdido y la fusión con el PNV; EB, superando su propia fragmentación interna; y Aralar perviviendo en el olvido,...
- Las incertidumbres son numerosas, comenzando por la situación económica global que amenaza con una ya apreciable "desaceleración" que nos alcanzará en mayor o menor medida, pasando factura a quienes estén en el poder (en todos los ámbitos de gobierno, más en el Estado que en Euskadi), y terminando con la cerrilidad autista de ETA, de la que sólo puede esperarse lo peor, hasta que algún día (y ojalá fuese hoy) desaparezca de una u otra forma.
- El calendario inmediato no puede ser más movido. El próximo viernes 27 de junio se celebrará en el Parlamento Vasco la sesión plenaria monográfica sobre el proyecto de ley de consulta con las dos famosas preguntas. El resultado de la votación, fijadas las posiciones de los partidos, depende exclusivamente de los votos de EHAK. Y su decisión será conocida por ellos mismos, minutos antes del pleno cuando reciban la oportuna llamada desde "el exterior" [actualización a 21-6-08: esperando la llamada]. Un pronóstico probable (a una semana del momento) es que apoyen la propuesta en alguna medida, situando al tripartito en una posición incómoda de contar con este apoyo "envenenado", especialmente si ello se combina con alguna acción terrorista horrenda más o menos simultánea, algo que nadie cabal y ético desea. Más previsible que la votación del 27 de junio resulta predecir que la consulta no se celebrará el cercano 25 de octubre, porque aún de aprobarse en Vitoria-Gasteiz sería inmediatamente recurrida por el Ejecutivo de Madrid, y el proceso legal (incluso antes de dilucidarse, en contra seguramente) agotaría los plazos hasta el máximo retardo de las autonómicas. Así pues, el valor de lo que suceda el próximo viernes es sólo para posicionar mejor o peor a los diferentes partidos ante las elecciones autonómicas a celebrar, a lo sumo, en mayo de 2009. No resulta grata la posición del tripartito que puede cosechar una derrota parlamentaria (si no se cuenta con "esos" votos), o una victoria pírrica que sólo valdría para disponer de un victimismo de inciertos réditos electorales. A menos que ETA se disuelva en un golpe de efecto que hoy parece imposible, pero muy deseable y que algún feliz día sucederá (tan sorpresivamente como cayó el muro de Berlín, cuando una situación ficticia e insostenible mantenida artificialmente sólo por las armas se derrumbó inopinadamente).
- Las constantes de la política vasca derivan, en muchos casos, de lo insólito de sus circunstancias. Un electorado relativamente estable pero inusualmente fragmentado (7 partidos en una comunidad de menos de dos millones de votantes), y a pesar de (o por) ello con un liderazgo único mantenido durante tres décadas, algo desconocido en Europa. También resulta excepcional el voto recogido por una opción que no repudia la acción violenta, del último grupo terrorista en Europa que ya malvive (40 años) más que la dictadura franquista, y todo ello en medio de un alto nivel de bienestar socio-económico que debe dedicar muchos recursos a la defensa de las personas amenazadas, o de los proyectos de progreso que son aplaudidos y requeridos por toda la ciudadanía europea (TAV,...). Igualmente son contemplados con extrañeza por observadores externos otros datos políticos, como el trato preferente y persistente que da el partido grande (PNV) a su escisión (EA) en tareas de gobierno, primando en representación política a quienes desertaron. O el perfil más nacionalista que el del Presidente de su propio partido (PNV) sea el del Lehendakari (que debe representar a toda la ciudadanía) respaldado por un gobierno tripartito mixto, que incluye un partido no nacionalista (EB). Más aún, cuando en el partido en el poder está asentada una deseable y sana bicefalia, la cual debía salvaguardar los roles diferenciados del Presidente del EBB (máxima autoridad política) y del Lehendakari (representante del partido, a veces con el apoyo de otros, dedicado en la gestión gubernamental).
- Los diferentes partidos se están moviendo para fidelizar sus electorados y gestionar un impreciso calendario electoral, que sólo puede acortar el Lehendakari Ibarretxe. Lo que acontezca en las próximas semanas será decisivo para que los partidos ajusten sus explicaciones, sus programas e, incluso, sus carteleras ante las próximas autonómicas. Así como algunos cabezas de cartel están fuera de duda (Patxi López se ha tirado a la piscina demasiado pronto, y Madrazo ya está confirmado), puede persistir alguna duda en las ejecutivas sobre su mejor candidatura a Lehendakari. El mismo Ibarretxe se ha vinculado en exceso a la consulta, y está insistiendo mucho en asociar su porvenir político con el devenir de aquella. La búsqueda de la centralidad, que siempre ha sabido ganarse el PNV pero a la que el PSE aspira, puede aconsejar un cambio de líder tras un ciclo de diez años de Ibarretxe, en un proceso tenue pero perceptible de convergencia nacionalista, algo que tarde o temprano ocurrirá y sobre todo si la violencia desaparece, normalizándose y simplificándose el espectro político vasco. EA está en una encrucijada entre los jóvenes (que no estuvieron en el PNV) y que sueñan con encabezar el voto radical, y los mayores que han comprendido que el recorrido fuera del PNV está desaparecido en la Comunidad Autónoma, salvo en Gipuzkoa donde la confluencia se vería bien. EB y Aralar no mantienen expectativas favorables, a lo sumo de mantenimiento, ni en el supuesto de no concurrencia de siglas que recojan el voto de Batasuna. Esta previsible coyuntura, establecida por el PSOE según su criterio (último), dará lugar a un ensanchamiento en la representación si se repartiesen los nueve escaños de EHAK. Ello comportará un mayor bloqueo, por lo que es preciso aprovecha al máximo el "efecto D'Hont" para preparar la futura mayoría... (Continuará con "Cómo crear una candidatura ganadora en Euskadi".) Tags Technorati: politika 2.0 | política vasca | Think Gaur.
-La actual situación de los partidos es compleja, pero se podría sintetizar de la siguiente forma: PNV, recuperando la unidad tras las diferentes "movidas" internas y externas; PSOE, crecido por los resultados de las elecciones generales del 9 de marzo pasado; PP, entrando en una imprevisible crisis cuyo epicentro es Euskadi; EHAK, al albur de la reanudación de la violencia; EA, decreciente y dividida entre la radicalidad de captar el voto perdido y la fusión con el PNV; EB, superando su propia fragmentación interna; y Aralar perviviendo en el olvido,...
- Las incertidumbres son numerosas, comenzando por la situación económica global que amenaza con una ya apreciable "desaceleración" que nos alcanzará en mayor o menor medida, pasando factura a quienes estén en el poder (en todos los ámbitos de gobierno, más en el Estado que en Euskadi), y terminando con la cerrilidad autista de ETA, de la que sólo puede esperarse lo peor, hasta que algún día (y ojalá fuese hoy) desaparezca de una u otra forma.
- El calendario inmediato no puede ser más movido. El próximo viernes 27 de junio se celebrará en el Parlamento Vasco la sesión plenaria monográfica sobre el proyecto de ley de consulta con las dos famosas preguntas. El resultado de la votación, fijadas las posiciones de los partidos, depende exclusivamente de los votos de EHAK. Y su decisión será conocida por ellos mismos, minutos antes del pleno cuando reciban la oportuna llamada desde "el exterior" [actualización a 21-6-08: esperando la llamada]. Un pronóstico probable (a una semana del momento) es que apoyen la propuesta en alguna medida, situando al tripartito en una posición incómoda de contar con este apoyo "envenenado", especialmente si ello se combina con alguna acción terrorista horrenda más o menos simultánea, algo que nadie cabal y ético desea. Más previsible que la votación del 27 de junio resulta predecir que la consulta no se celebrará el cercano 25 de octubre, porque aún de aprobarse en Vitoria-Gasteiz sería inmediatamente recurrida por el Ejecutivo de Madrid, y el proceso legal (incluso antes de dilucidarse, en contra seguramente) agotaría los plazos hasta el máximo retardo de las autonómicas. Así pues, el valor de lo que suceda el próximo viernes es sólo para posicionar mejor o peor a los diferentes partidos ante las elecciones autonómicas a celebrar, a lo sumo, en mayo de 2009. No resulta grata la posición del tripartito que puede cosechar una derrota parlamentaria (si no se cuenta con "esos" votos), o una victoria pírrica que sólo valdría para disponer de un victimismo de inciertos réditos electorales. A menos que ETA se disuelva en un golpe de efecto que hoy parece imposible, pero muy deseable y que algún feliz día sucederá (tan sorpresivamente como cayó el muro de Berlín, cuando una situación ficticia e insostenible mantenida artificialmente sólo por las armas se derrumbó inopinadamente).
- Las constantes de la política vasca derivan, en muchos casos, de lo insólito de sus circunstancias. Un electorado relativamente estable pero inusualmente fragmentado (7 partidos en una comunidad de menos de dos millones de votantes), y a pesar de (o por) ello con un liderazgo único mantenido durante tres décadas, algo desconocido en Europa. También resulta excepcional el voto recogido por una opción que no repudia la acción violenta, del último grupo terrorista en Europa que ya malvive (40 años) más que la dictadura franquista, y todo ello en medio de un alto nivel de bienestar socio-económico que debe dedicar muchos recursos a la defensa de las personas amenazadas, o de los proyectos de progreso que son aplaudidos y requeridos por toda la ciudadanía europea (TAV,...). Igualmente son contemplados con extrañeza por observadores externos otros datos políticos, como el trato preferente y persistente que da el partido grande (PNV) a su escisión (EA) en tareas de gobierno, primando en representación política a quienes desertaron. O el perfil más nacionalista que el del Presidente de su propio partido (PNV) sea el del Lehendakari (que debe representar a toda la ciudadanía) respaldado por un gobierno tripartito mixto, que incluye un partido no nacionalista (EB). Más aún, cuando en el partido en el poder está asentada una deseable y sana bicefalia, la cual debía salvaguardar los roles diferenciados del Presidente del EBB (máxima autoridad política) y del Lehendakari (representante del partido, a veces con el apoyo de otros, dedicado en la gestión gubernamental).
- Los diferentes partidos se están moviendo para fidelizar sus electorados y gestionar un impreciso calendario electoral, que sólo puede acortar el Lehendakari Ibarretxe. Lo que acontezca en las próximas semanas será decisivo para que los partidos ajusten sus explicaciones, sus programas e, incluso, sus carteleras ante las próximas autonómicas. Así como algunos cabezas de cartel están fuera de duda (Patxi López se ha tirado a la piscina demasiado pronto, y Madrazo ya está confirmado), puede persistir alguna duda en las ejecutivas sobre su mejor candidatura a Lehendakari. El mismo Ibarretxe se ha vinculado en exceso a la consulta, y está insistiendo mucho en asociar su porvenir político con el devenir de aquella. La búsqueda de la centralidad, que siempre ha sabido ganarse el PNV pero a la que el PSE aspira, puede aconsejar un cambio de líder tras un ciclo de diez años de Ibarretxe, en un proceso tenue pero perceptible de convergencia nacionalista, algo que tarde o temprano ocurrirá y sobre todo si la violencia desaparece, normalizándose y simplificándose el espectro político vasco. EA está en una encrucijada entre los jóvenes (que no estuvieron en el PNV) y que sueñan con encabezar el voto radical, y los mayores que han comprendido que el recorrido fuera del PNV está desaparecido en la Comunidad Autónoma, salvo en Gipuzkoa donde la confluencia se vería bien. EB y Aralar no mantienen expectativas favorables, a lo sumo de mantenimiento, ni en el supuesto de no concurrencia de siglas que recojan el voto de Batasuna. Esta previsible coyuntura, establecida por el PSOE según su criterio (último), dará lugar a un ensanchamiento en la representación si se repartiesen los nueve escaños de EHAK. Ello comportará un mayor bloqueo, por lo que es preciso aprovecha al máximo el "efecto D'Hont" para preparar la futura mayoría... (Continuará con "Cómo crear una candidatura ganadora en Euskadi".) Tags Technorati: politika 2.0 | política vasca | Think Gaur.
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