Charlas políticas en Euskadi

Escuchando a unos desconocidos hablando de política vasca en una cafetería.

- Nos esperan seis meses agitados políticamente, desde este diciembre hasta mayo de 2005.
- Esta vez las elecciones autonómicas serán muy diferentes, por lo que todos sabemos.
- ¿Te refieres a la ausencia de Batasuna?
- Eso es lo más significativo, pero existen otros datos como la dificultad de la alianza PP – PSOE, con Zapatero sin mayoría en Madrid y Maragall con ERC e IU en Catalunya.
- ¿Y crees que eso tendrá influencia en Euskadi?
- Las pasadas elecciones municipales y forales, sin Batasuna, presentaron un panorama radicalmente distinto, con mayorías holgadas de los nacionalistas en las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, y una situación incómoda para todos en Araba, con la coalición nacionalista como primer partido votado y un PSOE (tercero) que debe apoyar al PP (segundo). La inmensa mayoría de alcaldías, más del 90%, son regidas por nacionalistas vascos, excepto unas pocas de cierto peso con socialistas (Donostia) y alguna popular (Vitoria-Gasteiz).
- ¿Crees posible que Batasuna pueda presentarse?
- Era verosímil, hace unos meses, si aquellos a quienes más les conviene hubiesen hecho algún movimiento significativo. Pero ni Batasuna salió de su enroque para exigir el fin de las armas, ni el PSOE en el gobierno central ha movido ficha acercando a los presos. Todo parece conducir con las Elecciones Autonómicas a cerrar el ciclo de comicios sin Batasuna, lo que hará desaparecer sus estratégicos escaños de bloqueo en el Parlamento Vasco.
- ¿Queda tiempo para alguna sorpresa?
- Sólo se me ocurre el anuncio de un deseable alto el fuego definitivo de ETA, que libere a Batasuna de sus ataduras, aunque los últimos comunicados no son demasiado esperanzadores. Por su parte, el PSOE está muy condicionado por el pacto antiterrorista (o antinacionalista) y la persecución del PP en su cumplimiento es muy cerrada, con o sin Aznar.
- Para bien o para mal, cada partido está atrapado por sus declaraciones de los últimos años, o lustros.
- ¿Y el Plan Ibarretxe?
- El proyecto se ha adelantado para avanzar hacia la normalización política, aunque hay quienes creen que habría que esperar a la desaparición de ETA. Pero eso sería darles demasiado protagonismo. En el fondo sólo se trata de renegociar la relación Euskadi-Estado, superando el incumplimiento del Estatuto pactado anteriormente, que ha sido interpretado unilateral y cicateramente por Madrid.
- ¿Se ganará la votación del Nuevo Estatuto en el Parlamento Vasco a finales de este año?
- El proyecto es ganador… en cualquier caso. Previsiblemente Batasuna (Socialistak Abertzaleak) votará en contra, como ha advertido, junto al PP y PSOE. Con ello dejan al tripartito PNV, EA e IU (EB) con el programa electoral hecho para triunfar y repetir gobierno. Y si me apuras, incluso puede ser la siguiente administración un holgado bipartito sin Ezker Batua o un tripartito con la testimonial Aralar.
- ¿Y el voto en blanco de Batasuna?
- Sus potenciales electores habrán de enfrentarse a la disyuntiva de usar o dilapidar el voto. El riesgo del envite sube mucho, porque sólo caben dos mayorías: nacionalistas (con IU) o españolistas de PSOE más PP. Y estarán en juego muchos intereses familiares y sociales, como el euskera, la cultura o la educación, lo que importa y mucho a cualquier votante vasco.
- ¿Y hasta cuándo ETA?
- ETA tiene sus días contados. Por múltiples razones, comenzando por la náusea ciudadana universal que produce su acción, y porque lastra a todos, especialmente a Batasuna. ETA ha disparado y amenazado a casi todo el mundo, sólo le quedaban las escuelas (que no universidades), estadios, iglesias o medios de transporte donde atentar,… y esto ha ocurrido con el terrorismo de origen islámico.
- Un terrorismo a escala mundial, fuertemente asentado en España desde donde parece que Al Qaeda programó el 11-S, de corte fundamentalista y suicida que tiene como santuario a tres continentes y millones de potenciales reclutas.
- Este terrorismo de “pantalón largo” frente al de ETA, por desgracia se ha hecho notar, y las redadas finales de etarras demuestran que los sistemas antiterroristas españoles deben reorientarse, por lo que el juego de infiltración en ETA como justificación de fondos reservados y recursos se ha acabado.
- No lo entiendo. ¿Qué tratas de decir? Es muy serio lo que insinúas.
- El final de la “guerra fría” dejó en el paro a muchos espías. ¿Entiendes? ¿Has visto la película de “El lobo”? El fin de ETA significaba también el final de todo el sistema policial cronificado y esclerotizado que luchaba contra ETA. Además contribuía –con la sangre derramada- a desacreditar al políticamente más peligroso nacionalismo pacífico, el de la mayoría social vasca.
- ¿La permanente teoría atribuida a Luis Mª Ansón, que consideraba que ETA era una úlcera sangrante, pero que evitaba la imparable unión de los nacionalistas vascos?
- Hoy todo eso ha cambiado, Euskadi no es ya el mayor riesgo para la España centralista; lo es Catalunya o Andalucía donde nunca hubo ninguna ETA y donde los argumentos antiterroristas no sirven.
- La teoría de la “causa ensangrentada” ya no vale demasiado, ni la manida fórmula de los “escaños malditos” de Batasuna que no pueden sumarse con nadie.
- Así que el PP ha sobreactuado en Euskadi para ganar votos en España, y ello ha obrado finalmente en su contra, como sucedió el 13-M de 2001 aquí, con su campaña de bombardeo que tuvo un efecto boomerang por parte de la “Euskadi inmadura” (según Aznar). El pasado 14-M de 2004, el brutal atentado de Atocha con 200 víctimas mortales, también destruyó la vieja receta del PP para proveerse de votos recurriendo fuera de contexto y de la realidad al sempiterno miedo a ETA.
- El PP, con su peso electoral y mediático, todavía no ha asimilado el 14-M y aún se aferra a la culpabilidad de ETA como reclamo electoral, cuando debiera saber que –afortunadamente- ETA está al borde de su extinción.
- También el PSOE tiene cuentas pendientes por su subordinación al PP de Aznar. El recule parcial de los últimos meses, incluso la división periferia-centro de sus barones, todavía les ata mucho las manos.
- Lo cierto es que las palabras maniatan tanto como los hechos.
- Especialmente esto es aplicable a Batasuna, que es la única formación que no ha hecho catarsis de su cúpula dirigente y su vieja prédica sólo refresca la letra, pero no la música… militar. El declinante Otegi suena pretérito y caduco como Felipe, José Mari o Xabier, o como aquel Redondo o el Oreja que se abrazaron en plena campaña de 2001 y hoy están perdidos en la niebla del pasado.
- ¿Y las inercias en el voto? ¿Iremos al eterno empate? ¿El desánimo sobre las soluciones que aportan los políticos será mayor aún?
- La displicencia desaparecerá rápidamente, cuando la normalización y la pacificación sean más verosímiles y completas. Todos tenemos tal anhelo de paz, incluso de sosiego partidista, que los políticos ruidosos y desacreditadores se verán apartados, como ya lo han sido los más belicosos.
- ¿Cuál es tu quiniela final en parlamentarios?
- Las elecciones siempre las ganan… los que no las pierden. Y aquí, algunos perdedores son obvios. El PP tendrá que reconfigurar mucho su discurso, sin continuar siendo el único defensor del estatismo del Estatuto de Gernika,… que votaron en contra. Batasuna, o logra entrar en el juego político o se despide de sus últimos estrados, donde se ha mantenido como grupo parlamentario únicamente por la defensa de un Atutxa, reiterado objetivo de ETA, y del tripartito PNV-EA-IU.
- Si las conversaciones que pudiera haber entre Batasuna y PSOE no arreglan el entuerto para poder presentarse todas las listas, y si la coalición PNV-EA trabaja tras el NO parlamentario al Plan Ibarretxe de la tríada Batasuna-PP-PSOE, mucho artificio tendrá que inventar el PSOE para no quedar largamente postergado en la oposición con el incómodo PP de socio en la extraña cofradía de la debilidad.
- También mi apuesta es que, en ausencia de Batasuna, habrá mayoría nacionalista vasca y que el PSOE recuperará cotas anteriores a costa del PP.
- Tras el verano de 2005 habrá mucho que negociar entre Euskadi y el Estado, entre nacionalistas y socialistas, con acuerdos a cambio de apoyos, con inteligencia y respeto mutuo. Quizá sea una época provechosa… o al menos, más distendida y civilizada con tolerancia desde Madrid hacia la mayoría social vasca y consideración desde Gasteiz a la pluralidad de sensibilidades políticas que caracteriza a la ciudadanía vasca.
- Seamos optimistas, las cosas van a mejor, porque la sociedad civil vasca no está tan fragmentada como desearían algunos insensatos y como pregonaron algunos interesados.
- Cuando ETA desaparezca de nuestras vidas, todo el panorama partidista habrá de recomponerse con participación de todos, incluida la autodenominada “izquierda abertzale”. Ojalá sea lo antes posible.
- Es inconmensurable el dolor que ETA ha producido por no haber superado la transición post-franquista en 30 años. Y no sólo por las víctimas directas de los 900 asesinados y los muertos propios. También por la amenaza generalizada hacia su Nación Vasca, y el descrédito vertido hacia todo lo vasco que requerirá generaciones de superador empeño.
- El daño político también ha sido incalculable. Navarra es la prueba más concluyente, donde la barbarie ha menoscabado nada menos que toda una historia común cultural y política del vasquismo y la foralidad.
- Así como el exorbitante precio económico y social pagado por Euskadi por culpa del terrorismo etarra. La huida de inversiones, el alejamiento de las multinacionales, la falta de oportunidades para la juventud,…
- ¡Cómo sería Euskadi si ETA fuese un retazo de la historia del franquismo! ¡Dónde y cómo estaríamos todos nosotros!
- Pronto lo sabremos, porque el ocaso etarra es inminente, y su influencia en la política vasca se extingue. Aunque persista el peligro, ETA su hunde inexorablemente en su contumaz iniquidad. La crueldad terminal de bombas fingidas o las reliquias de “kale borroka” hieden a anacronismo histórico en la Europa del siglo XXI.
- En meses, ETA finiquitará su triste historia.
- Eso es lo que esperamos todos.
Para mis adentros pensaba: ¡Ah, si yo pudiese participar en aquella conversación! Discreparía en varios puntos, como cualquiera lo haría y pediría más rigor, precisión y matices. Pero sólo era una cháchara de café, a fin de cuentas. Ellos siguieron….
- ¿Sabes lo que pienso? Que la política me aburre cada día más, y estoy deseando que sólo haya que reflexionar un día cada cuatro años para elegir el voto.
- Totalmente de acuerdo. ¿Qué tal te va todo? ¿La familia, el trabajo, el Athletic?
Si empezamos con el fútbol, ya sabes que discutiremos. Para mí la Real

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