Hace unos cuarenta años, sería por 1983, conocí a un maestro que había estado ejerciendo varios lustros en Alemania dando clases allí, y que al regresar a Bilbao trajo un coche Mercedes como único fruto de sus ahorros. Para habituarse a lo que sucedía por aquí, había adquirido el hábito de comprar cada día El País (que se había fundado en 1976). Contaba, y creo que era cierto, que se lo leía palabra a palabra desde la página primera hasta el final, anuncios y deportes incluidos. Esta anécdota me ha venido a la mente con ocasión de lo que cuento a continuación.
Desde hace unos meses estoy suscrito a dos periódicos como son El País y The Times of London. Lo he hecho aprovechando sendas ofertas que han sido, respectivamente, las siguientes:
- Desde el 22-6-23 un año completo por 18€ en total en El País (Cinco días, incluido). Esta oferta especial permite crear newsletters temáticas, pero no leer en PDF ambos diarios (para lo que habría que pagar la opción Premium con un coste de 144€ adicionales).
- Desde el 4-2-24 un año completo por 9,99£ (= 11,69€) en total en The Times of London (The Sunday Times, incluido).
Ambas suscripciones permiten leer ambos periódicos, pero la molesta publicidad sigue rodeando los titulares y toda la pantalla en el ordenador, pero afortunadamente no en tabletas y móviles. Esto demuestra que, si la financiación marca el rumbo de la prensa, son los propietarios y quienes subvencionan u ordenan la publicidad a quienes sirven los periódicos, y no a los lectores como fuera en el origen de los tiempos.
Por supuesto existen otros medios internacionales que consulto más por Internet, como The Guardian, NYTimes (incluso en español) y el Washington Post, así como BBC News, CNN Internacional o news.sky.com. Pero la ocasión surgió el verano con El País y ahora con The Times,...
A los suscriptores se pide un compromiso con la línea editorial, pero siempre queda la sospecha de quién mantiene realmente la existencia de cada medio de comunicación. Son tiempos difíciles para el periodismo genuino, estando bajo una cabecera,... También existen otras razones que hacen difícil que quienes comprábamos la prensa en papel, ahora seamos suscriptores digitales de pago. En mi caso, porque me molesta, también en libros digitales o ebooks, que su precio no sea significativamente menor en bits tras evitarse los costes del papel, distribución, almacenamientos, devoluciones,...
Hay algunas ventajas evidentes de contar con una suscripción, como poder leer todo lo publicado en dichos periódicos que cuentan con archivos de valor documental. La información accesible, sobre todo en su fondo histórico, es muy abundante y valiosa en ambos casos. Resulta curioso que El País, a diferencia de The Times of London, no cuenta con un Buscador evidente en su frontpage. Hay que acudir al menú superior izquierda para que aparezca la casilla de búsqueda. Un ejemplo de búsqueda con el término longevidad ofrece 7.666 resultados en El País, mientras que longevity aparece en 6.634 artículos en The Times.
La pregunta que surge es si renovaremos ambas suscripciones cuando acabe este año de ensayo. Seguiremos probando el uso cotidiano que damos a ambos diarios, pero por el momento no es seguro que sea evidente esta prórroga (al menos, a los precios sin descuento). Parece que El País recientemente ha alcanzado, y lo relaten como una proeza, los 250.000 suscriptores digitales.
¿Los jóvenes no pagan?
— Arturo Gómez Quijano (@ArturoGomezQuij) February 23, 2022
50% paga por #Netflix
40% por #Spotify
33% por #Prime
22% por #Movistar
6% paga suscripciones a prensa (4% papel, 2% digital)
Alumnos de 3º de periodismo #GabinetesUCM pic.twitter.com/2q7Bzoms6N
1 comments:
Alguien me recuerda, a través de una red social digital, ese triste dicho según el cual "En España se venden más periodistas que periódicos",...
Publicar un comentario