El cambio de color en el Gobierno Vasco es, especialmente, una oportunidad para la políRica. Una ocasión única para toda la ciudadanía y para los representantes políticos de todo el espectro, pero sobre todo para los dos grandes y tradicionales partidos del País Vasco:
- Para los ganadores en votos y escaños, una inmejorable cita para demostrar que se puede construir país desde la oposición (sí porque legislativamente la oposición puede construir mucho) y que se puede aspirar a ser un partido que representa a gran parte de la ciudadanía allí donde corresponde estar, en función de las circunstancias por polémicas que sean.
- Para quienes van a gobernar en minoría, un reto para acreditar lo prometido en la campaña, probando si es posible superar aquello de que "predicar no es lo mismo que dar trigo" en un coyuntura delicada.
El electorado más sabio está harto de frentes, que quizá todavía se han visualizado demasiado en la propia sesión de investidura. El enfrentamiento constante ha tenido demasiado recorrido y hoy tampoco cabe albergar muchas esperanzas vistos los votos por bloques. Pero sí se han vislumbrado algunos detalles políricos:
- La felicitación y el reconocimiento "al otro", tanto por parte del Lehendakari Ibarretxe como del Lehendakari López, como la que se produjo en el relevo de la Presidencia del Parlamento.
- La retirada política voluntaria de un líder como Juan José Ibarretxe, como lo hizo no hace mucho tiempo Josu Jon Imaz. La política debe ser una etapa en la vida de las personas, no un destino permanente (punto 8º de nuestra declaración de polírica).
Hoy recordábamos las recientes entrevistas de "Hamaika minutu" que realizamos recientemente (con una diferencia de tres horas) a dos Lehendakaris el último día de la campaña electoral. En sus respectivas respuestas, donde buscábamos palabras políricas, se adivinaba un cambio de ciclo. Así lo determinaron las urnas y todo el contexto que rodea el voto popular. Esperemos que la nueva realidad sea positiva, pero no para uno u otro partido, sino para el conjunto de la sociedad vasca. Confiamos que la polírica avance y permita una mejor comunicación entre electorado y la clase política, de forma que ésta última entienda que está al servicio de aquella. Sólo así se escuchará con nitidez lo que quiere el pueblo vasco: paz ante todo, educación de calidad y con equidad, sanidad universal, empleo digno, identidad y solidaridad,... [A modo de recordatorio incluimos los vídeos de las dos citadas entrevistas, que ya parecen historia cuando apanas han dos meses...]