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Hacienda y educación

Comparando la juventud y la infancia de distintos países y regiones, en un lugar de encuentro vacacional como Alicante, llegábamos a la conclusión de que hemos de avanzar mucho más en nuestra educación. De norte a sur las diferencias, de padres e hijos son inmensas. Leen mucho más los nórdicos, los noruegos y suecos que abundan por aquí. Y leen mucho menos los sureños de los países septentrionales. Y los mismos niños, desde muy temprana edad, se comportan de forma muy diferente. También la preocupación familiar por la educación (factor esencial) es mayor, mucho mayor, allí donde la educación es... mejor. Y donde peor va la educación, y la despreocupación de la gente es penosa, los horarios escolares... ¡se reducen! Sorprendente, pero ilustrativa, paradoja. Por ello, cuanto más tiempo pase,... mayores serán las diferencias culturales y económicas de los ilustrados frrente a los ilusos.
Apena que en una época de crisis no se invierta todo lo posible en la educación, de menores y de adultos. La educación no es ni tema de conversación. La televisión sólo ofrece modelos de incultos deportistas, guaperas idiotas y vagos populares. Todo un despropósito fruto del círculo vicioso de analfabetismo de abuelos, bajas expectativas de padres y futuro incierto de hijos. Por aquí, muchos se quejan de la mala educación, pero pocos cotizan a hacienda más allá de los impuestos indirectos ineludibles o del salario declarado por cuenta ajena.
Fácilmente, se llega a la conclusión de que para ofrecer una enseñanza pública que beneficie a quienes más lo necesitan, es decir a escolares cuyas familias no comprenden el valor inmenso, único y rescatador de la educación, es preciso contar con financiación suficiente... y políticos que vean más allá del corto plazo de una legislatura. Esto, por desgracia, no es frecuente. Ojalá toda la ciudadanía, todas las familias, toda la clase política, recaudase bien... para invertir en educación, como primera necesidad y primera clase de éxito social y económico. Porque una educación mucho mejor es el único camino del bienestar personal y colectivo.
[En la foto superior, el Diputado de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, presenta la Campaña de la Renta del 2009 (véase abajo). Sólo una sugerencia de mejora respecto a los "temas estrella" que aparecen en los lápices de la foto superior, donde no se relaciona los grandes capítulos como educación, sanidad,... por no ser temas gestionados por la Diputación Foral. La comparativamente buena fiscalidad vasca nos permite dedicar más recursos a la educación, y ello debe citarse expresamente. ¡A corregir en el futuro!. Vía de la noticia.]
Presentación Renta 2008 Bizkaia Presentación Renta 2008 Bizkaia Mikel Agirregabiria

Un mes después de las Elecciones Vascas

Hoy, 1 de abril de 2009, se ha cumplido un mes exacto desde las Elecciones Autonómicas Vascas. El resultado lo conocemos, el previsible Lehendakari y el gobierno parece fuera de quinielas, pero todo esto quizá nos haga olvidar lo esencial de una democracia moderna y participativa. Algunas cuestiones que se encendieron en la precampaña electoral y que brillaron durante las dos semanas de campaña, no se han apagado por más que los interesados (partidos, periódicos,...) se ocupen ahora de otros temas. Muchos seguimos preguntándonos:
  • ¿Qué fue de los blogs y las webs donde se animaba a opinar y a sugerir nuevas propuestas para ampliar los ámbitos de decisión y para que la clase política compartiese el poder?
  • Tras el reparto de puestos parlamentarios, ¿queda algún partido con interés por aceptar ideas sobre cómo debería gobernarse tras interpretar lo dicho por las urnas y en una etapa como la actual?
  • ¿Las listas cerradas que los distintos partidos tejieron desde los aparatos, aún en el caso de quienes han sido elegidos por el electorado, son quienes mejor pueden representar a la formación correspondiente en el papel atribuido (gobierno, apoyo al gobierno, oposición,...)?
  • Los foros de interlocución y de apoyo a las distintas candidaturas, ¿han terminado su función al haber recogido votos y escaños, y ya se pueden ir olvidando hasta dentro de cuatro años?
  • ¿Todas aquellas redes ciudadanas que buscaban lo mejor de lo común de nuestra sociedad y una nueva forma más constructiva y lírica de hacer política eran sólo un bluf propagandístico?
  • ¿Quedan aún personas animosas y con una pizca de políRica que busquen analizar ahora más que nunca cómo se está desarrollando esta fase de constitución de un nuevo gobierno o sobre el papel de la oposición?
  • ¿Seguimos haciendo política entre todos o nos desentendemos? ¿Les seguimos dejando que hagan lo que quieran los políticos y luego les echamos la culpa de todo lo que salga mal?

Hamaika minutu (Once minutos, 11 minutos, 11')

Hamaika minutu es una iniciativa de Politika 2.0 complementaria a 119 segundos. Se diferencia en que se realiza en el lugar y momento que escoja la persona más representativa de cada partido (en privado, en un mitín, solo o acompañado,...), y con un cuestionario común, secreto y breve de siete cuestiones a responder en once minutos, aproximadamente.
Hamaika minutu es una invitación indelegable a los máximos representantes de los partidos presentados que cuentan actualmente con presencia en el Parlamento Vasco: Juan José Ibarretxe, Patxi López, Antonio Basagoiti, Unai Ziarreta, Javier Madrazo, y Aintzane Ezenarro.
Adicionalmente a la crónica inmediata de cada encuentro, con los detalles de cómo se realizó el encuentro, se publicarán desveladas todas las entrevistas al inicio de la jornada de reflexión, a las 0:00 del sábado 28 de febrero. Las preguntas se referirán a la presentación personal de la candidatura y de cada formación política, con una orientación explícita de construir en común, sin desacreditar a otras opciones, valorando su perspectiva plural, destacando las coincidencias y apreciando los numerosos puntos en común con otras alternativas partidistas. Esperamos que las respuestas sigan la apuesta de una "polírica" con intención de sumar, de ofrecer soluciones consensuadas, de exhibir la gran baza electoral de poder de aunar fuerzas entre diferentes y de asumir compromisos de futuro que nos abran a toda la ciudadanía hacia un futuro de convivencia más feliz. Pretendemos que, tras los quince días de campaña (nombre militar) con las guerrillas en Facebook y otros ciberescenarios, haya un oasis donde descubramos la humanidad de los dirigentes y de los grandes colectivos que creen en ellos y que la política bien entendida puede enriquecerse con la aportación de los demás partidos, y sobre todo con la reflexión, participación y colaboración directa de todo el electorado a través de nuevos cauces que abre Internet.

Peculiaridades de 11':
  • Se ofrecerá aproximadamente medio minuto de reflexión, grabada, antes de la respuesta verbal de un minuto, para representar la parte deliberativa de la clase política. Queremos verles callados y pensando,... antes de contestar.
  • Las entrevistas se harán públicas el día de reflexión, por lo que no se podrá pedir el voto sino llamar a la participación, a distender en enfrentamiento visceral, a tejer el lado humano de la gran política, utilizando las redes sociales para "crear conjuntamente".
  • Existirá una presentadora común, en tanto sea posible, con ánimo de transmitir un mensaje de igualdad.
  • Se constituirá un equipo de guión, reducido y conjurado elaborar el cuestionario final , en tono amable propio de seres humanos educados, pero con la suficiente sorpresa para que se deban improvisar las respuestas, sin recurrir al recetario del programa electoral correspondiente.
  • Se recibirán sugerencias de posibles preguntas vía Twitter, en twitter.com/11minutu y en Facebook como Hamaika Minutu, buscando creatividad e innovación. El debate general puede seguirse en Google Groups.
  • La idea ha surgido hace apenas tres horas y ya se ha producido la confirmación de varios partidos haciendo un hueco en las agendas de sus principales candidatos. Cuando podamos contactar con todos ellos, comunicaremos los primeros nombres confirmados.
[Fotos de la comida de hoy, donde se ha perpetrado esta iniciativa]
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En busca de la Identidad de Politika 2.0

Tras una comida de hermandad, nos hemos vuelto a reunir en la Universidad de Deusto un grupo renovado de Politika 2.0. Con algunas nuevas incorporaciones, que se muestran en el vídeo inferior, y el equipo nuclear actual formado por Mikel Agirregabiria, Roberto Cacho, Josu Garro, Jorge de la Herrán, Ricardo Ibarra, Sergio Monge, Jose del Moral, Iñaki Murua, Iñaki Ortiz, Alberto Ortiz de Zarate, Juan Carlos Pérez, Josi Sierra, M@k o Goyo del Sol, Ugutz Txopitea, Juan Zubillaga,... en orden alfabético. Los nuevos miembros sumados son Juan Beitia (de Hikaateneo), Manu Egaña (de Manahmana), Ray Fernández (otro físico), Luis Alfonso Gámez (Responsable de Blogs de El Correo y autor del blog Magonia), Pablo Garaizar (nuestro anfitirón), Igor Moreno (de Hikaateneo), Paul Rios (Coordinador de Lokarri), María Ruiz de Azua, Marta Sauca, Marta Gaztañaga,...

Ha sido una reunión fructífera para perfilar y avanzar sobre qué es Politika 2.0 (¿grupo o espacio?, ¿se pertenece o se participa?), cuáles son los valores identitarios, cómo avalar iniciativas que lleven el marchamo de la marca, cómo actuar para mejorar la política con actuaciones por una net-etiqueta e-asamblearia, por qué es abierta a personas (y la clase política tiene acceso en cuanto personas individuales),... Otras 50 fotos con la presentación de Thooby,.., y pizarra de conclusiones. Crónica de la primera reunión constituyente de Politika 2.0.

En la síntesis final, con la última redacción de Iñaki Ortiz, se propone el siguiente decálogo como Declaración de identidad de Politika 2.0:
1. Politika 2.0 es, a la vez, un espacio de participación y un grupo de personas.
2. Politika 2.0 se propone cambiar la política para hacerla más participativa.
3. Politika 2.0 cree en valores como el diálogo, el respeto, laconfianza, la pluralidad, la transparencia y la participación.
4. Politika 2.0 propone la utilización de las TICs en el ámbito de lapolítica para facilitar la comunicación y la participación.
5. Politika 2.0 aborda la política 2.0 con una perspectiva integral, que contempla la reflexión, el debate, la difusión y la acción.
6. Politika 2.0 es independiente de los partidos políticos y no discute sobre cuestiones de política partidista.
7. Politika 2.0 actúa tanto por iniciativa propia como por invitación, colaborando en proyectos de otros.
8. Politika 2.0 es una marca que identifica las iniciativas desarrolladas en este espacio de participación.
9. Politika2.0 permite que personas concretas emprendan acciones bajo ese nombre, bajo las premisas de previa información y debate. Siendo un grupo en que participamos a título individual, el uso consentido de la marca no implica que represente al conjunto de las personas.
10. Politika 2.0 evitará por todos los medios cualquier intento de manipulación, por intereses partidistas, económicos u otros fines particulares.

Otras crónicas de: Sergio, Jorge, M@k (+2ªcrónica), Iñaki Ortiz,...
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Temas tabú sobre los que no opinaremos...

...por distintas razones, tales como las siguientes.
  • Por ser insustanciales: Sobre cosas como programas de televisión (¿siguen emitiendo la misma basura entre los bloques de anuncios?),... aunque, a veces, algo hemos escrito.
  • Por ser ridículos: De nombres elevados a la categoría de causas (Euskadi o Euskal Herria, y si no les dan la razón no juegan un partido), "guerritas" de banderas y trapitos,... Sin más comentarios, porque no lo merecen semejantes cuestiones tan manidas como aburridas.
  • Por no enfadarnos: De la SGAE, de los abusos las grandes compañías (Telefónica,...), de la falta de civismo, de la escasa educación práctica, de varios timos,... (pueden verse las excepciones en los links incluidos).
  • Porque ya se escribe demasiado: De Ubuntu, iPhone, fútbol y otros deportes de masas irredentas,.. (los links son lo que confirma la regla).
  • Por ser políticamente incorrectos: De las tonterías que por más que se repitan siguen siendo idioteces, del alejamiento real de gran parte de la clase política respecto de los problemas reales de la ciudadanía,... por no ser la antítesis de la "polírica" que propugnamos.
  • Por ser peligrosos: De la repugnante violencia con pretexto político, del hartazgo de la "política barata", de las distintas formas de imposición,...
¿Cuál es vuestra lista de temas prohibidos?
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Política: De la ‘Polépica’ a la 'Polírica'

’Polírica’ y ‘Polépica’ son neologismos que proponemos, derivados respectivamente del concepto binomial de "política lírica” y "política épica".

La historia de la humanidad ha recorrido un largo camino donde la política, incluso la pacífica y democrática, se ha basado en el esquema de derrotar al adversario. La fórmula del voto universal y los partidos políticos ha demostrado ser mejorable, como señaló Churchill, “la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el género humano,... con excepción de todos los demás”. El anhelo de superación y las nuevas posibilidades de participación ciudadana permiten sospechar en mejoras sustanciales para la gestión compartida de la convivencia.

La ‘polépica’ habla de entelequias abstractas (como identidades excluyentes), cree que sólo hay un partido correcto, produce afiliados clónicos de pensamiento uniforme (llega a crear fanáticos), se atrinchera, divide, levanta barreras, busca la conquista como dominio con una visión maniquea de la realidad política con fracciones separadas entre "nosotros y los otros". Por el contrario, la ‘polírica’ descubre a las personas solidarias (que quieren ser en función del hacer junto a los demás), busca encuentros constructivos desde posiciones diversas, levanta puentes, suma e integra, entiende la conquista como seducción y busca una “relación amable” entre un único todos nosotros.

Existen numerosos y significativos detalles no sólo del agotamiento del modelo de enfrentamiento gobierno-oposición, sino incluso de soluciones inéditas que empiezan a proliferar y divulgarse en los medios de comunicación. De las sospechas de agotamiento del esquema “épico” da cuenta la desafección creciente hacia la política de bloques, el cansancio del electorado por campañas ruines basadas en el descrédito del oponente y la ineficacia de gobiernos débiles, monocolores, sin mayorías solventes.

Más esperanzadores son datos puntuales, pero innovadores en toda la escala de políticas autonómicas, estatales o mundiales. Como la búsqueda de transversalidad en la política vasca, el apoyo a los presupuestos ajenos en época de crisis (con renuncia a la acción destructiva de la habitual oposición mal entendida), o la petición de respeto hacia el adversario directo del mismísimo candidato del partido republicano en plena y disputada campaña electoral.

Ha surgido una era en la que el electorado se nutre de fuentes muy diversas, participando más activa y bidireccionalmente (gracias a Internet) en el debate social, escuchando y hablando tanto con quienes simpatizan o discrepan en ideas políticas. Ese encuentro produce una fertilización de frutos aún poco visibles, pero con promesas ciertas de realización a corto, medio y largo plazo. Algunos ejemplos de buen hacer, en este sentido, son Think Gaur o las Plataformas Ciudadanas.

Uno de los primeros productos de esa aproximación ha sido el atenuar la distancia entre la clase política y el resto de la ciudadanía. Se están acercando y colaborando más y más quienes se dedican a la política y aquellas personas a quienes representan. Y esa escucha se produce de forma continua, no sólo en período electoral. Más aún, se están auscultando también electores y simpatizantes de distintas tendencias, comprobando que junto a las legítimas e inevitables diferencias de opinión, existen grandes áreas de coincidencia y acuerdo.
Así, de un modo imperceptible pero continuo, está surgiendo un movimiento de “polírica”, donde lo compartido se destaca en la acción política, frente a la “polémica polépica” de que ganen los mejores y los demás esperen tiempo mejores sin participar en la cosa pública. A modo de exploración de una determinada opción partidista, señalemos algunos signos indicativos de una promisoria práctica de “polírica”, producida cuando…

1. Escucha al conjunto de la ciudadanía, además de a su propia afiliación, facilitando en todo momento la máxima participación en la toma de decisiones y ofreciendo posiciones nítidas y sin artificio. Así se supera la situación actual en muchos partidos, cuyas propuestas son cerradas, limitadas a la militancia e incluso sólo al “aparato interno”, para generar, en la práctica, proyectos, prioridades y candidaturas con listas cerradas.
2. Transmite mensajes claros basados en sus propuestas, citando promesas y dificultades, sin demagogia y sin ocultar la propia trayectoria, presentando con sinceridad aciertos y sin hurtar los errores cometidos que serán presentados como camino de mejora.
3. Construye identidad política atesorando centralidad, a fin de extender sus potenciales alianzas por las múltiples conexiones y coincidencias con otras opciones. Basta la trillada radicalidad por la vía de acumular retahílas de viejos conflictos frente a otras disyuntivas. Ha de renunciarse a desacreditar otras candidaturas, definiéndose por sí mismo y abandonando la dialéctica de oposición con antítesis a otras propuestas.
4. Interpreta el resultado de las urnas, aceptando el apoyo recibido por cada partido, sin medias verdades para negar ni atenuar la voz de la ciudadanía que se pronuncia con sus votos y con su participación previa, simultánea y ulterior a los comicios a través de fórmulas de participación.
5. Resalta los puntos de acuerdo con otras opciones políticas, que siempre respetará en sus matices porque cuentan con cierto respaldo social. Encuentra y favorece lo mejor de la sociedad, destacando los puntos fuertes y compartidos del arco político, sin desacreditar a quienes piensen de modo discrepante.
6. Comprende las perspectivas divergentes a la suya que coexisten en su entorno, entendiéndolas como un elemento de riqueza, pluralidad y de búsqueda conjunta de los objetivos comunes. Del análisis de tales disensiones, habrá de hallar sendas de superación progresiva o de avance convergente sobre los raíles basados en elementos de consenso.
7. Busca acuerdos estables, diferenciando entre pensamiento y acción política que requiere capacidad de gobernar desde mayorías lo más amplias posibles, pero respetando a las minorías de oposición. Para ello, suma voluntades de todo el espectro parlamentario en pro de objetivos comunes, que beneficien al conjunto de la sociedad.
8. La clase dirigente entiende su labor como servicio público, como una etapa personal delimitada en el tiempo, precedida y seguida de otras labores profesionales. En su responsabilidad social se aprecia la misión de representar a la comunidad, con una dedicación volcada en buscar el bien común, nunca el beneficio (ni siquiera el protagonismo) personal o grupal.
La nueva sociedad en red sugiere avances en los canales de e-democracia posible. El sistema político ha de acomodarse a las nuevas realidades de la comunicación contemporánea. Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy y, probablemente, Barak Obama supieron recoger las ventajas de enlazar mejor con su electorado a través de la radio, la televisión e Internet.
El mundo actual está intercomunicado y distribuido en red nodal y multicéntrica. Los partidos políticos han de superar sus estructuras centralizadas, piramidales y rígidas. Si no lo hacen, perderán gradualmente posiciones frente a alternativas más abiertas y participativas. La grandeza y visión de futuro de cada opción partidista se refleja con nitidez en su cultura organizativa interna. Necesitamos candidaturas tejidas y partidos en red, una nueva dimensión política adicional al previo Estado-Nación.
A ser demócrata se aprende en la escuela, en la familia, mucho antes de votar para un parlamento. Es una actitud suprema ante la vida, de respeto, de aprecio, de colaboración, y la clase política debiera ser el mejor referente de esa superioridad social y ética. Cuando esta forma de hacer una positiva Política 2.0 se extienda, el electorado sólo atenderá a quienes hayan demostrado que también son capaces de escuchar. Tags Technorati: | | | | .

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2008/polirica.DOC

Púlpito y pulpito: Alderdi Eguna 2008

El "alderdi" es un evento de difícil clasificación, porque no es "sólo" una convocatoria política. Que también lo es, pero -al tiempo- es algo único que reúne en una campa de un perdido monte a miles de urbanitas que en coches y autobuses se concentran anualmente para oír a la clase política, verse entre afiliados y simpatizantes, comer y disfrutar de los herri kirolak (deportes autóctonos). Todo ello con una organización perfecta, cronometrada y hasta con zona blogger (aunque no funcionó la conexión wifi).
El mensaje del "púlpito". Muy conservador, de unidad, ya se sabe el consejo de nuestro patrón San Ignacio de Loyola: En tiempo de crisis, no hacer mudanza. Anuncio adelantado de la prórroga de Ibarretxe, lo que confirma la previsible continuidad... de todo. Coalición tripartita o más, los bloques enfrentados, choque de identidades, gobiernos precarios, suma y sigue... Poca incógnita, a pesar del "suspense" de Urkullu con un lenguaje que reservaba para el final lo que ha sido titular... Ya estaba muy extendido el rumor, mucho antes de hoy, de que había que seguir apostando por Ibarretxe. Demasiada prosa y poco verso... Malos tiempos para la (política) lírica... Lo más positivo: El continuo e inequívoco rechazo de la violencia, el descrédito absoluto del chantaje del terror,... Lo mejor de todo: La gente, el encuentro de mayores, de muy mayores, y de jóvenes,.. La fusión de lenguas, euskara y castellano (y catalán, gallego, francés, bretón,...), de gastronomías, de culturas,...
La fiesta del pulpito gallego, el talo con chorizo, el sol de la meseta alavesa, el encuentro con amistades,... como siempre. El ambiente, parecido. El panorama político inmediato... similar. 180 Fotos. Varios vídeos.

Pronósticos arriesgados... del 50 al 90%

... y respuestas sin preguntas. Dado que se opina demasiado, se "reflexiona" en períodos inmensos,... y se hace poco (el esperpento de Arrasate-Mondragón son el pésimo ejemplo de cómo votar sin criterio, cada vez de una manera, sólo mirando al adversario y no a los problemas), valgan algunas profecías... sobre la política (si así puede llamarse) vasca. Como todas ellas, algunas se cumplirán, pero quizá sean las menos. Allá van, con un porcentaje de estimación subjetiva, en orden cronológico:
- No se llevará a cabo, la famosa "consulta" (70 %).
- Se adelantarán las elecciones autonómicas (60 %).
- El PNV no irá en coalición con EA (80%).
- Ibarretxe no repetirá como candidato (50 %).
- El PNV será el partido más votado (90%).
¿Y ustedes,... qué opinan? ¿O pasan? ¿Están hartos? Esperemos que no todo el mundo esté hastiado de todo lo relacionado con la cosa pública, aunque razones no falten. ¿Cómo podríamos animar la participación electoral, poner las pilas a la clase política, buscar grandes acuerdos y resolver los problemas reales de la ciudadanía? [Es un mensaje, o un meme, que traspaso a la audiencia, para que aporten sus porcentajes de previsión, opiniones, comentarios,... o VOTEN.]

Cambiar o hastiar... en política

En política, y lo estamos viendo en el arranque de la campaña presidencial de los Estados Unidos, la decisión clave es variar o saciar.

Cuando el electorado tiene la impresión mayoritaria de que un partido o un líder están agotados, sólo cabe a sus responsables proceder a la sustitución de la candidatura o… sufrir un descalabro. Además, en nuestro entorno político la ausencia de una norma generalizada que impida repetir más de dos candidaturas lleva a casos donde el agotamiento de algunos liderazgos fueron casos de referencia europeos.

La caducidad de los dirigentes no sólo afecta a los partidos en el poder. Por paradójico que resulte, la erosión es más mordiente en la oposición, aunque en sus figuras sea similar el deseo de supervivencia a toda costa tras lograr el laborioso control interno de un partido. Resulta lamentable la omnipresencia del clan de “políticos profesionales”, que plagan las estructuras de los partidos y que jamás se jubilan de la política, por la contundente razón de que no sabrían dónde recalar profesionalmente.

Las próximas elecciones generales se dilucidarán, al menos en saber quién logra la mayoría minoritaria, en función del sentir social de la necesidad de relevo o no de gobierno. Si se extiende la idea de que las cosas van relativamente bien, Zapatero repetirá y Rajoy pasará a la trastienda del PP. Si, por el contrario, la mayoría opina que los temas sociales van mal, Rajoy ganaría (aunque no gobernase, por carecer de aliados potenciales para sumar escaños).

Esta tenue percepción de que “todo va a mejor (o a peor)” se basa en gran medida en la economía a escala familiar. Y ésta no va demasiado bien. Un paro que se asoma creciente, el pozo de la vivienda inaccesible y un IPC levantisco no auguran un futuro económico despejado. Sólo la magia de los golpes de efecto, trucos con las pensiones o ayudas directas a colectivos sensibles, podrían paliar una visión gris de lo que se avecina (que la oposición y sus medios definirán como crisis profunda).

Sólo queda apelar a otras cuestiones donde los gobernantes se juegan su credibilidad como gestores del bien común e intérpretes de la utopía colectiva. En tan amplio ámbito de anhelos insatisfechos, la tardanza de ETA en entender su derrota es de pésimo efecto, aunque este dato como mensaje partidista ya está, si no agotado, al menos amortizado. Para despertar ilusiones y esperanzas sólo cabe esperar madurez y juicio de todo el espectro de partidos, confiando que de una vez por todas se asuman compromisos responsables (bien gobernando o en la oposición).

Sólo se logrará cuando los votantes despierten y castiguen la trillada descalificación del contrario y la barata estrategia de “el otro lo hizo peor” o el “cuanto peor (de aquellos), mejor” (para estos). El electorado debe pedir y premiar propuestas políticas rigurosas, que salvando la economía cotidiana, en primer lugar, pase sin descanso por apostar por objetivos a medio y largo plazo, como la educación, la investigación, la innovación,… (¿Por qué no aprendemos de Finlandia y de Irlanda?).

Una premisa necesaria sería disponer de una variedad mayor en la clase política, con representantes con mejor preparación y máxima experiencia en el mundo real (en el de la economía, la sociología, la ciencia, la tecnología,…) y no sólo siendo el resultado de múltiples elecciones internas entre iguales donde se valora la dedicación leal al “aparato del partido”, condiciones que casi nunca favorecen a los más competentes.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/cambio.DOC

Aportar para el futuro

La carta de despedida de Josu Jon Imaz es una lección política, que podría ser suscrita en sus aspectos no específicos por quienes, desde cualquier partido, se dedican a la función de servir a sus conciudadanos.

Hay momentos en la vida en los que las personas debemos enfrentarnos a decisiones complejas. Dar importancia a los proyectos en los que creemos o apostar por vincular esos proyectos a nuestra propia participación en los mismos... Volveré a la actividad profesional después de… años de compromiso intenso con aquellas funciones que… me han encomendado…

Siempre he creído en la política como servicio a la sociedad. He recibido mucho de esta sociedad desde niño, y he entendido la actividad política como compromiso personal con ella y sus ciudadanos. Como forma de devolver, aún a costa de más de un sacrificio, lo mucho que este país me ha dado. Por eso, siempre he defendido la política como un camino de entrada y salida. Finalizado este servicio, lo normal es que salgamos sin perpetuarnos en la actividad política. Ello sirve para mantener viva la conexión entre clase política y sociedad civil, tan necesaria en los tiempos que vivimos.

He trabajado en la medida de mis posibilidades por un país en paz, en la que la violencia, la amenaza y la extorsión sean para siempre desterradas desde el firme compromiso con los valores de la persona como clave de bóveda para construir la sociedad... Y me siento muy orgulloso de haber mamado desde joven estos valores a través de mi militancia en el Partido...

Creo en una… en la que los diferentes sentimientos de pertenencia de quienes componemos la sociedad… convivamos compartiendo un proyecto de país, cuyo futuro construyamos entre todos. Creo en una… en la que la voluntad democrática de sus ciudadanos sea la base de la mutua convivencia y en la que los acuerdos amplios entre diferentes sirvan para hacer frente a los retos de futuro. Un país pensando en nuestras hijas e hijos, en el que encuentren las mejores oportunidades para desarrollarse como personas en su integridad. Trabajo por una… en la que nuestra identidad… se construya en base a valores en un mundo cada vez más abierto y complejo, en el que el amor a lo propio no nos lleve a construir el futuro contra nadie. Como ese árbol al que equiparaba su obra el universal escultor Eduardo Chillida, enraizado en tierra… pero con sus ramas y hojas abiertas al mundo

Me siento orgulloso de haber tenido esta responsabilidad en un Partido... Pero este patrimonio no es nuestro. Nos toca gestionarlo. La pluralidad de discursos, la división y la tensión que en algunos momentos ha trasladado mi partido a la ciudadanía, contribuyen a debilitar nuestro proyecto, a confundir a la sociedad… y a perjudicar la capacidad de este partido para articular en torno a él a las mayorías sociales… necesarias para construir el modelo de país que queremos.

Hoy, el esfuerzo por conseguir la unión en el seno del partido nos obliga a todos. A mí también… Siempre he creído que en la vida no debe esperarse a lo que hagan los demás. Uno mismo debe dar los pasos que estima necesarios. Por ello, mi decisión de no ser candidato responde a una contribución que facilite un proceso interno que cohesione y una a nuestra opción política… Por tanto, sin pretender patrimonializar ningún activo que sólo nos corresponde en el porcentaje de voto que tenemos, entiendo que por encima de actitudes cortoplacistas, el riesgo de división en el Partido… añadiría dosis de inestabilidad y radicalidad a la política…

…El mundo está cambiando aceleradamente y, al igual que otras generaciones han hecho un esfuerzo ímprobo por modernizar y actualizar nuestro proyecto, también nuestra generación debe llevarlo a cabo. Conceptos como estado-nación, soberanía o independencia adquieren hoy tintes necesariamente diferentes de lo que en el pasado representaban. Las fronteras se debilitan e incluso desaparecen en nuestro entorno, y desde un partido democrático tenemos que ser pioneros en las reflexiones de actualización de nuestro bagaje fundacional, de un partido que nace para preservar un pueblo que perdía su identidad y su régimen de libertades histórico. Pero un partido no puede llevar adelante una modernización necesaria en un contexto de competición por el discurso. La reflexión serena exige liderazgos no cuestionados y partidos unidos y sólidos.

Quiero terminar mostrando mi plena confianza en las personas que componemos el Partido…, así como en la propia sociedad... En la capacidad de avanzar con éxito a través de los retos presentes y futuros, así como la convicción de que mi decisión será un pequeño grano de arena en este camino. Agradezco de todo corazón el apoyo de los que tanto desde el seno del partido como del conjunto de la sociedad me han ayudado en mi labor. Y también, sinceramente, a los que desde la crítica interna o externa, han contribuido a hacer más contrastadas y reflexivas cada una de mis decisiones. La cohesión del partido saldrá fortalecida. Y creo honradamente que es un capital para el conjunto de la sociedad... Incluso para muchos que no comparten nuestras ideas y proyectos.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/jjimaz.DOC

Política desde la Escuela

La escuela y la política coinciden en su objetivo primordial: Ambas deben crear y formar ciudadanos.

Con frecuencia se escuchan quejas de que la mayoría de nuestra juventud es crecientemente apolítica y que, en ocasiones, su comportamiento social se manifiesta inmaduro e irresponsable. Lamentablemente vemos actitudes y conductas deleznables por parte de algunos jóvenes, lo que puede llevar a suponer un fracaso educativo en valores de convivencia, que evidenciaría una escasa preparación para mejorar la democracia y la participación en nuestra sociedad futura.

Sin entrar en el debate polémico sobre la oportunidad de una asignatura obligatoria como la prevista “Educación para la Ciudadanía”, cabe sugerir metodologías probadas que, más eficazmente que por contenidos, trasmitan mediante el ejemplo y la vivencia en qué consiste la política. Como los adultos aprendemos en la comunidad de vecinos a elegir al presidente por un año, desde edades tempranas de la enseñanza primaria puede procederse a la elección de representantes dentro de cada clase.

Atribuyéndose funciones propias de cada edad, como el cuidado del aula o la delegación en foros superiores como el Consejo Escolar, los escolares aprenden y viven las bases de la democracia. La persona designada lo es sólo temporalmente, sólo para encarnar el sentir de la clase y su labor no es de mando, sino de servicio al colectivo que representa.

Deberíamos reconocer y revalorizar la figura del Delegado de grupo, y de los representantes del alumnado en los OMR (Órganos Máximos de Representación escolar). Para ello, dignifiquemos al máximo el proceso y los resultados de las votaciones internas por grupo y por centro de sus respectivos delegados. Para ello, se podría definir una campaña de presentación de candidaturas y un modelo de campaña electoral como inicio a la participación democrática.

Nos interesa a todos que nuestra escuela sea un aprendizaje efectivo de la vida, que incluye una componente política. Además sabemos que no se puede estudiar separadamente ética y política, a menos que se pretenda no llegar a comprender nunca ni una, ni otra.

La política, como los idiomas o la música, conviene empezar a practicarla en edad temprana, aunque sin confundir la familia o la escuela como organizaciones entre iguales. Los padres y los hijos, los profesores y los alumnos, no tienen las mismas responsabilidades. Pero los alumnos entre sí, sí son iguales y nadie puede imponer su criterio a otros.

Elegir a los delegados de clase es una excelente primera lección de democracia. No olvidemos que la política es la historia que se está haciendo (o deshaciendo), y los menores al acudir a clase y elegir a quienes les representen también están escribiendo su futuro, que es el de todos nosotros.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/politicaescuela.DOC

Una metáfora, dos tiempos y tres cualidades de la política

Tras votar la ciudadanía debe seguir vigilante y exigente con su clase política.

Por razones familiares he vivido estas elecciones desde una Europa con mayor tradición democrática, en un idioma de gran historia cultural y desde una razonable distancia. Conversar y explicar nuestra realidad política a amigos extranjeros, y sobre todo escuchar sus apreciaciones, ha resultado sumamente clarificador. También el hecho de que, por primera vez he ejercido el derecho de voto por correo, hace unos días. Pude comprobar que es, a un tiempo y por extraño que parezca, engorroso y susceptible de manipulación. Espinoso porque exige ir por dos veces a Correos en persona, y problemático porque cuando llega la hora de votar no se requiere y no se asegura el secreto del voto, por lo que es posible –como se ha denunciado y verificado- que algún desaprensivo pueda exigir el voto por correo para controlar su destino. Esto debiera ser corregido, aunque no es el núcleo central de este artículo.

Concluidas las elecciones, y cuando todos los analistas y partidos se aprestan a usar la calculadora para explotar la aritmética del resultado, quizá lo más conveniente sea una reflexión cualitativa para la ciudadanía, haya o no ejercido su opción de acudir a las urnas. Todo ello con el fin de presionar y transmitir a nuestros representantes políticos lo que esperamos de ellos y lo que hemos de exigirles.

Una metáfora de la política. Las elecciones suelen ser vistas como competiciones deportivas, donde unos ganan y otros pierden. Es una desafortunada alegoría. Todos sentimos una relativa repulsión cuando la noche electoral todos los partidos proclaman que han ganado: ¿A quién? Porque todos percibimos que nadie nos ha ganado, hayamos o no depositado nuestra papeleta, y haya sido coincidente con más o menos de nuestros convecinos.

La política se percibe mejor como la construcción de una gran casa donde quepamos todos, donde toda la sociedad se sienta lo más confortablemente acomodada. Es cierto que cuando un municipio, una diputación, una autonomía, un estado o un continente deciden configurar un marco común de convivencia las visiones pueden ser diversas e, incluso, divergentes. Por ello, la política –que es el mejor sistema inventado para vivir en sociedad- se articula en dos etapas consecutivas y cíclicas.

Dos tiempos políticos. Para ir evolucionando y eligiendo lo mejor en cada momento histórico, las elecciones se suceden periódicamente cada cuatro o cinco años (siete en otros países). Y en cada legislatura pueden y deben diferenciarse dos fases: El período de campaña electoral y el curso de acción de gobierno. En el breve lapso previo a las votaciones conviene que las distintas opciones políticas diferencien y maticen sus mensajes alternativos para buscar y ampliar sus electorados. En estas semanas cabe exacerbar el contraste, rivalizar en las soluciones e incluso predicar la superioridad de algunas medidas en comparación con otras disyuntivas. Por desgracia, algunos políticos se confunden y permanentemente se mantienen en campaña electoral, sin ejercer su papel de gobierno o de oposición en las instituciones. Con ello, actúan en una labor de zapa que no permite el avance alcanzable bajo la batuta de quienes han sido elegidos para administrar durante un plazo.

Una vez que la ciudadanía ha hablado con su voto, incluida la abstención, el voto blanco o nulo, e incluso los resultados de partidos minoritarios, es tiempo de aplicarse al trabajo, con sistemas eficaces basados en las mayorías. Entonces es cuando se puede apreciar la bondad y la inteligencia de la clase política, cuyos mejores atributos deben manifestarse en tres ejes básicos.

Tres cualidades políticas. La misma noche electoral es un momento idóneo para advertir la calidad de los políticos, sobre una triple observación. Primero, la humildad. Alguien designado por sus conciudadanos ha de saber, aunque haya sido elegido por una mayoría abrumadora, que sólo es una designación temporal, por unos años, y que se debe no sólo a sus electores, sino al conjunto de la sociedad ante la que se ha presentado y a la que sirve con un grado mayor o menor de representación. Esta primera cualidad escasea sobremanera, y muchos de nuestros representantes políticos se creen ungidos por algo sobrenatural, o sólo por su aparato de partido, olvidando que son meros intérpretes circunstanciales de la voluntad popular.

Sin esta premisa de servidumbre en un dirigente político, es difícil cumplir debidamente con la necesaria segunda actitud: el respeto. Todo candidato electo debe, inexcusablemente, un máximo respeto a la sociedad ante la que se ha postulado, ante todo ese extenso cuerpo social, tanto ante quienes le han elegido, como ante quienes NO le han escogido por haber preferido a otras personas. Por tanto, todos los políticos democráticos deben ser respetuosos con sus adversarios políticos, porque son personas que también representan a porciones de sociedad, al igual que ellos mismos. Por ello, toda falta de respeto e incluso el habitual desprecio del oponente sólo desdice de la capacidad de representación. Tristemente, no hemos superado la época del insulto extemporáneo y de la descalificación del contrario, sin advertir que se está despreciando a los sectores sociales que han elegido a esas opciones políticas, con independencia del peso electoral relativo que alcancen.

La tercera y última aptitud política es la eficacia. Esta facultad se basa y fundamenta en las dos anteriores virtudes: la humildad y el respeto. La capacidad ejecutiva debe considerar permanentemente su respaldo temporal y la complejidad de una sociedad plural. Esta competencia debe leer el resultado global en su municipio o en su autonomía y avanzar de acuerdo con la mayor parte de la totalidad de los electores. Tampoco abunda entre nuestros políticos en este tiempo. Todavía hay quienes buscan ventajas partidistas, aún a riesgo de provocar grave división o fractura social.

Como síntesis final, y en aplicación de los resultados más próximos a nuestro entorno, podrían apuntarse algunas convenientes tendencias, que previsiblemente NO serán seguidas en ningún caso por la clase dirigente que sigue gobernando con fórmulas basadas en metáforas de competición, mezclando etapas electorales y con insuficientes cualidades políticas. En Getxo, donde PNV y PP han obtenido el mismo número de concejales (10) junto a 4 del PSOE y 1 de EB-Berdeak-Aralar, debiera gobernar un alcalde del partido más votado (PNV) en coalición paritaria y circunstancial con el PP, porque así lo ha querido el electorado de Getxo, nos guste más o menos a unos u otros. En Bilbao, con un reparto de 13 concejales del PNV, 9 PP, 9 PSOE y 2 de EB-Berdeak-Aralar, también lo más representativo sería un gobierno PNV-PP. En las Juntas Generales de Bizkaia, con 23 junteros de PNV, 14 del PSOE, 8 del PP, 4 de EB-B/A, 1 de EA y 1 de EAE.ANV, debiera presidirlo una coalición coyuntural PNV-PSOE también con amplia mayoría, y que respetase el reparto general del corpus electoral y de todas las sensibilidades representadas.

La clase política debería ser educada y educadora para toda la ciudadanía. Los políticos habrían de comprometerse a enseñarnos a convivir, con humildad del poder que se transitoriamente les otorgamos, con exquisito respeto para los demás representantes que lo son porque algunos de nosotros los hemos elegido, y con la eficacia que surge mejor de la suma de las mayorías del electorado. Si a algunos aspirantes a gobernantes les parece incómodo, no ajustado a sus expectativas o difícil de conseguir, que se retiran a las posiciones de meros electores para dejar paso a verdaderos estadistas que actúen en base a lo que las urnas fielmente han expresado.

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La política cotidiana

La secuencia consecutiva e inexorable de elecciones europeas, generales, autonómicas y municipales (y forales), sin contar las elecciones internas entre corrientes del mismo partido, no favorece el remanso cíclico de la presión mediática (más que la popular) ejercida sobre la clase política.

Los partidos políticos son organismos vivos cuya primera función es auto-perpetuarse, lo cual pasa por ganar o mejorar en todas las convocatorias electorales. Esto es perfectamente comprensible y humano, pero no hasta el punto de perder de vista sus otras misiones, como está sucediendo en la actualidad en nuestro panorama sociopolítico.

La democracia partidista es la fórmula menos imperfecta que la humanidad ha descubierto para administrar la cosa pública. A los partidos podemos y debemos exigirles que se apresten a solucionar problemas, consultado periódicamente a la ciudadanía, procurando la máxima participación social y dejando para el último trimestre de cada cuatrienio sus campañas preelectorales.

No es de recibo que el mismo día que se dilucida un reparto partidista, tras unas elecciones internas o externas, comience sin solución de continuidad la siguiente campaña electoral. Los votantes valoraríamos mejor a los dirigentes que declarasen que han escuchado a las urnas y que se van a dedicar en cuerpo y alma a cumplir sus promesas electorales, aunque las medidas aplicadas no sean plenamente populistas. Porque la mejor forma de mejorar las expectativas electorales es, simple y llanamente, materializar el programa apoyado mayoritariamente.

En el Estado español, el primer partido… de la oposición ha elevado a la categoría de paradigma la mala práctica de no resignarse a perder las elecciones (por mucho tiempo, esperamos la mayoría). La persecución absurda y disparatada del gobierno, por medios inaceptables como la intromisión judicial (intrumentalización del tribunal constitucional contra el Estatut), ni es coherente con la legítima y necesaria labor de oposición (que ganaría credibilidad con la mesura), ni resulta inteligible para la ciudadanía que no comulgue con ruedas de molino propias de la derecha más extrema (mito del 11-M, la negación del diálogo,…). Sería muy conveniente que el PP recobrase aquel remoto espíritu centrista que proclamó en otro tiempo, aunque sigue pendiente de conseguirse.

Una sociedad moderna debe repudiar estos comportamientos que nacen de la rabieta, de la prepotencia y del nulo espíritu propio de una democracia sana del siglo XXI. La separación estricta de los poderes (legislativo, ejecutivo, judicial e incluso mediático) debe asegurarse para evitar la sospecha generalizada de una realidad fáctica, basada en tenebrosos intereses económicos, que proviene desde las cavernas más regresivas y recalcitrantes de la nunca enterrada ‘leyenda negra’. Intereses que ocultan, con fuegos artificiales extraños, la brecha en el reparto del bienestar y el empobrecimiento de las clases bajas y medias con inauditos incrementos del IPC en los alimentos básicos (seis veces más que la inflación media) o hipotecas por medio siglo.

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Re-solución vasca

Al final todos hemos entendido que primero es la paz y después la política. Sólo falta que también deduzcamos que el interés partidista viene detrás de la convivencia democrática en una sociedad plural.

Batasuna se enorgullece de que cuando ellos lo entendieron (el 14 de noviembre de 2004 en Anoeta y proclamaron su compromiso de usar vías "exclusivamente políticas y democráticas"), lo entendieron todos. Aunque no es mérito alguno ser el último de la clase (política) en comprender el problema, sí es motivo de satisfacción para todos y un hito histórico que, al final, la esencia de la cuestión sea indiscutible.

ETA sobraba y estorbaba, como decíamos casi todos antes y ahora absolutamente todos. ETA desperdició, una vez más, la penúltima tregua que ofreció en septiembre de 1998, poco después de aquel viernes santo (10-4-98), fecha en la que pudo sincronizar con el IRA el cese definitivo de la violencia política en Europa.

11 +11 =22. Después vendrían los trágicos 11-S de 2001 y el 11-M de 2004, que resaltaban hasta el infinito la aberración ética y política de la violencia, incluso ante las conciencias más aletargadas o ideologizadas. Aquello, de impacto en el panorama internacional, provocó este feliz 22-M de 2006, cuando se comunicó el alto el fuego permanente.

El fin del latrocinio. Se ponía final a un insufrible robo de vidas humanas, de familias rotas, de personas mutiladas, y de daños personales irreparables. Pero el rapto había sido inconmensurable en otros aspectos también decisivos: la violencia nos había hurtado una inmensidad de recursos humanos y materiales, de tiempo de reflexión, de espacios de debate, de incalculables frutos de una convivencia abierta y dialogante que no disfrutamos.

De la regresión hacia el progreso. Ahora se abre una etapa acelerada de reconversión de enfrentamientos en sinergias, y de escoltas en educadores. Confiamos que nuestros hijos puedan olvidar y que todos vivamos una fase de relanzamiento de una sociedad puntera que cierra una profunda herida, y que pone a la política en su lugar propio, pero no en el centro de toda nuestra existencia como ciudadanos.

De la alta política a la gestión política. Queremos que se traten y resuelvan, con políticas sectoriales, nuestros problemas cercanos y que nos afectan a todos (educación, sanidad, pensiones, vivienda, economía,…), y de ahí se derivará la necesidad de revisar periódicamente los marcos políticos o administrativos.

Participación política por las urnas. Estamos hartos de tanta manifestación histórica… cada semana. Las manifestaciones que queden para las grandes ocasiones. Nos sobran muchos de esos compulsivos convocadores de desfiles callejeros cada sábado. Nos reservamos el voto, que es lo que cuenta, para el intenso calendario electoral que se avecina en 2007-2008-2009, y para alguna consulta popular final bien pergeñada.

Panorama partidista simplificado. El cóctel político vasco se va remansando, y se encaminan mejor aquellas formaciones que buscan el voto sereno, en las convocatorias electorales previstas o en una consulta popular final prevista para un nuevo Estatuto o Estatus político. Probablemente se reordenará el escenario de partidos, desapareciendo rarezas coyunturales (como EHAK) y la desproporcionada representación de algunos partidos testimoniales (como EA, EB o Aralar).

La definitiva solución del problema vasco está cada día más cerca… porque es firme, unánime e imparable nuestra resolución de buscarla, acordarla y construirla sobre cimientos de paz.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/resolucion.htm

La primavera vasca

En euskera se dice “Bazen garaia!”, que significa “¡Ya era hora!”.

Ha habido otras famosas primaveras, como las históricas Primavera de Praga y Primavera de Pekín, o la escolar Primavera de Europa, una plataforma pedagógica que facilita al alumnado y al profesorado una visión conjunta de la Unión Europea. Finalmente, parece que también a Euskal Herria, Euskadi o Vasconia le ha llegado su anhelada primavera de renacimiento, después de largas décadas de tragedia, sufrimiento y pesimismo.

Al igual que la primavera meteorológica, que se explica por complejos y multifactoriales conceptos científicos entre los que se incluye la inercia que prorroga el invierno durante tres meses tras el día más corto del año, la primavera sociopolítica estaba anunciada… aunque se ha hecho esperar. Las razones para su venida podrían explicarse en clave poética con aquel verso de Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.

Aunque Antonio Machado glosó que "la primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido", la primavera política vasca era un pronóstico esperado y esperanzador, aportado por el hartazgo de una ciudadanía sacrificada que se ha movilizado en un contexto planetario donde nuestra situación límite era una excepción en la Europa del siglo XXI, tras el 11-S, el 11-M, el cese del IRA,…

Ahora corresponde a la clase política acreditar una altura de miras semejante al valor que ha atestiguado la sociedad. El electorado seguirá atentamente a los partidos políticos, e incluso dentro de ellos, a aquellos dirigentes que faciliten y propicien una solución de reconciliación y de paz duradera. Por el contrario, quienes interfieran, obstaculicen o busquen réditos electorales a corto plazo ralentizando este proceso irreversible de normalización serán despreciados. Ello incluye a medios de comunicación, agentes sociales, o cualquier instancia pública que no sintonice con el deseo y la esperanza del pueblo.

Ahora que se ha abierto una primavera de enorme expectativa de convivencia, hemos de dedicar todo nuestro recuerdo, respeto y reconocimiento a todas las numerosas víctimas de la violencia de este conflicto, para mirar hacia adelante buscando un futuro prometedor donde ya no quepa el odio. Pasa a segundo plano el reparto del panorama política: Si conseguimos la paz, cualquier redistribución partidista proporcionará más o menos gobernabilidad, pero será infinitamente mejor que la aberración ética y política de la violencia anterior.

Que no se precipiten los políticos, y menos para obtener ventaja en sus intereses partidistas. Hará falta un tiempo de esperanza para que actúe como lenitivo entre la ciudadanía después de tanta desolación. Un tiempo donde todos habremos de desarmar el lenguaje, dejando que afloren nuestras aspiraciones humanas más naturales de aproximación, diálogo, tolerancia y perdón. ¡Ha llegado la primavera vasca para construir una convivencia desde la pluralidad, democrática y pacíficamente!

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/primavera.htm

Soy el más…

Tras ver en Barakaldo el “alto” horno más “bajo” del mundo, son inmediatas algunas reflexiones sobre el “más de lo menos”.

El humorista Quino en una viñeta mostraba a un padre que aconsejaba a su hijo: “Es preferible llegar a ser el más inteligente de los tontos, que el más tonto de los inteligentes”. No en vano hubo concursos donde acudía el “tonto” de cada pueblo para determinar quién era el más “listo”, aunque ello no lo rescataba de su rol y condición. Igualmente muchos de los más capaces estudiantes que acceden a las más selectas universidades comprueban que súbitamente pasan de ser los más competentes a ser los más ineptos.

El agrupamiento escalonado por categorías estratificadas provoca esta sempiterna alternativa de elegir entre ser cabeza de ratón o cola de león. Hasta en las aulas escolares sucede que no se sabe si es preferible ser el mejor de la clase de nivel medio de inglés, o pasar a ser el rezagado en la de nivel avanzado.

La vida también puede observarse como la geografía, donde la topología esférica del planeta produce la proximidad entre el Extremo Oriente y el Lejano Oeste (o Extremo Occidente, como California o Alaska). O la mayor cercanía del Este norteamericano con el Occidente europeo. Incluso en política son notables los casos de los personajes que son “la derecha de la izquierda” (como algún ministro de defensa o un ex-alcalde de La Coruña) o la “izquierda de la derecha” (quizá algún alcalde de Madrid).

Abundan más las tipologías medias que las extremas. Quizá no haya muchos que respondan a la descripción del más cuerdo de los locos, o del más loco de los cuerdos. Pero sí son sumamente frecuentes cuerdos que actúan locamente, o locos que se comportan cuerdamente. La mayor parte de los humanos somos sinceros que mentimos a veces, o viceversa, porque mentir siempre o decir la verdad en toda ocasión es altamente improbable.

Este truco circense, como presentar al enano más alto del mundo, sugiere especular sobre los valores centrales y una visión optimista de nuestras propias cualidades entrelazadas. Cada uno de nosotros podemos ser el “más infantil de los maduros”, “más divertido de los formales”, el “más fascinante de los austeros”, el “más optimista de los realistas”, el “más aventurero de los prudentes” y el “más activo de los reflexivos”; y recíprocamente, el “más reflexivo de los activos”,…

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/soyel.htm

Indiferencia o diferencia

El escondrijo del espíritu dormido se llama indiferencia. Seamos diferentes; nunca indiferentes.

El reciente anuncio de una ONG, Ayuda en Acción, apela a la solidaridad con un impactante mensaje: “Después de muchos años buscando la causa más importante del sufrimiento infantil en el planeta, la hemos descubierto: Se llama INDIFERENCIA”. Parece oportuno el llamamiento para el “primer mundo”, respecto al “tercer mundo” (los pobres lejanos), o el “cuarto mundo” (los pobres de nuestras calles). Parece que las causas mismas que producen la prosperidad, provocan la indiferencia.

Constantemente envidiamos a quienes más poseen, pero apenas prestamos atención a los que nada tienen, aunque estén ante nuestros ojos. Vamos en pos de lo remoto deseado, indiferentes a quienes no vemos, aunque nos rodeen y necesiten. La indiferencia, hermana gemela de la crueldad, cubre la avaricia del alma y nos ciega. Porque peor aún que odiar al prójimo, es ignorarle y desinteresarnos.

La indiferencia es el gran problema ético del siglo XXI. Sorprende la ausencia de un clamor, especialmente desde la intelectualidad ilustrada y desde la clase política, que nos prevenga de la mayor injusticia contemporánea,… la indiferencia. Prevalece una ideología de puro pragmatismo egocéntrico. Abunda el pensamiento débil, la falta de compromiso, las convicciones cómodas, la ética acomodaticia, el relativismo moral,… mezcolanza que construye la peor de las indiferencias. Incluso el aburrimiento creciente es la suprema expresión de la indiferencia imperante.

Ni los astros del firmamento debieran ser indiferentes. Hasta el perro privado de amo y querencia, prefiere el puntapié a la indiferencia. El dramaturgo Terencio lo expresó hace más de 21 siglos: “Nada humano me es indiferente”. Seamos diferentes: Apasionémonos con la vida, con la nuestra y con la de los demás. Vale la pena. ¿Cómo podemos consentir que sigan muriendo 18.000 niños de hambre cada día? Hagamos algo. Por ejemplo, apadrinemos un niño en www.ayudaenaccion.org.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/diferencia.htm

Castigado centro

Si algo ha caracterizado a Europa ha sido la presencia de una numerosa clase media, centrista y protegida. Esto hoy está en peligro. 


Clase media: Está menguando, no sólo por el fracaso de las medidas de redistribución de la riqueza, sino por profundos efectos demográficos. Actualmente para animarse al lujo de tener hijos, hay que ser muy rico,… o muy pobre. La “cultura del subsidio” (que llega a superar el salario mínimo) se está extendiendo peligrosamente, incluso entre los foráneos recién llegados, lo que no facilita la voluntad solidaria de que todos colaboremos, y especialmente los más pudientes. 

Fiscalidad intermedia: La mayor y creciente contribución de recursos comunitarios procede de los trabajadores por cuenta ajena de niveles medianos, siendo las capas sociales altas (y bajas) quienes eluden secundar el esfuerzo colectivo. El fiasco de un fisco poco copartícipe en función de las posibilidades de cada uno, sigue tolerando y condescendiendo con los beneficios empresariales de las grandes corporaciones (como la banca), con las invisibles ganancias de las profesiones liberales y… con la inmensa economía sumergida (incluyendo repugnantes sectores como la pr0s****ción). 

Edad media: El progresivo envejecimiento de la ciudadanía y la extensión universal de la asistencia social en las edades tempranas y finales recarga en las etapas de la treintena a la cincuentena todo el trabajo. Más aún por el retardo en la primera incorporación laboral y el irresponsable adelantamiento de las prejubilaciones. Ahora existe un considerable porcentaje de gente con la perspectiva de comenzar a trabajar con más de 30 años, jubilarse a los 50-60 y vivir otros 30 años a costa de los demás. 

Política de centro: Cuando ya la civilización griega aconsejaba que “en el centro está el equilibrio”, en nuestros días priman las opciones políticas radicales, orientándose alarmantemente los partidos hacia la extrema derecha o la extrema izquierda. La moderación, el acuerdo, las “terceras vías” están en peligro de extinción, o son meras artimañas de políticas nada centristas (véase el caso de Tony Blair). La propia “pirámide poblacional”, hoy más casi un cilindro, inclina la orientación de las cúpulas dirigentes más hacia el (neo) conservadurismo, o contrariamente hacia la ruptura, que hacia la responsabilidad con el presente y el futuro. Hoy se habla de “seguridad”, y no de paz, justicia o sostenibilidad. 

A quien corresponda: Algo habrá que hacer, antes que sea demasiado tarde. Sin clases medias, sin la labor de todos los que sean capaces, sin solidaridad y justicia equitativa, sin una cultura de trabajo, el porvenir no se presenta halagüeño. Sólo con el máximo respeto hacia nuestro prójimo, el cercano y el lejano, combatiendo la pobreza entre todos, llegaremos a buen puerto. Hay que arrimar más el hombro, todos, ricos y pobres, cada uno en función de sus capacidades y posibilidades, porque en esta vida nada es gratis, ni eterno.

Normalidad vasca

©Mikel AgirregabiriaEl pragmatismo político suele ser la mejor fórmula para establecer institucionalmente lo que la ciudadanía reclama.

Euskadi camina hacia la normalidad política, opinen lo que opinen reiteradamente los “analistas” oficiales de los periódicos, a sueldo fijo de sus respectivos intereses (económicos, principalmente). Porque el paisaje (y el paisanaje) político vasco ha estado grave y largamente alterado durante más de 25 años de inacabada “transición desde la dictadura”. En primer lugar, por la persistencia de ETA; seguidamente, por Batasuna con su inconfundible modo de hacer (o no hacer) política; y en último término, por la obtusa respuesta que el PP de Aznar dio al “conflicto vasco”, negando incluso la existencia de semejante panorama.

Quizá la suma de tanto absurdo dislate, y el hartazgo de la sociedad vasca (y española), permiten vislumbrar una salida cada vez más perceptible para la ciudadanía de a pie, que no para el perdido olfato de nuestra mareada clase política o de nuestra beligerante “opinión publicada” (que no pública). No se requiere ninguna “información privilegiada”, de la que tanto presumen algunos, para apreciar los “hechos” más significativos de lo que está sucediendo. La tenaz realidad se impone a los diagnósticos adulterados basados en confidencias o indicios, tan etéreos como desacertados.

Dato 1º: ETA, ha dejado de matar desde hace más de dos años (último asesinato el 30-5-2003). Las razones serán variadas, como su debilidad provocada por el rechazo ético y social casi absoluto, la infiltración que debe sufrir, el acoso policial, la saciedad de su mismo entorno de presos y familiares, y hasta porque el 11-S de 2001 y el 11-M de 2004 han revalorizado la náusea que produce la repugnante violencia, inaceptable para cualquier finalidad.

Dato 2º: Batasuna se ha dado cuenta de que los cuentos maximalistas no valen. Incluso su pertinaz electorado (12% en la CAV), ha empezado a exigir que actúen congruentemente como lo que dicen ser, un partido democrático abertzale. El 30-12-2004, los 3 parlamentarios más significativos de Sozialista Abertzaleak (Batasuna), Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Jon Salaberria, votaron a favor del “Nuevo Estatuto de Euskadi”, interesadamente designado como “Plan Ibarretxe”, alcanzándose uno más de los necesarios para la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco. Y el 23 de junio, EHAK (Batasuna) vuelve a la realpolitik apoyando a Ibarretxe con 2 votos, como es lógico en una situación “normalizada”, sin dar la menor cancha a un PSOE vasco que sigue buscando exclusivamente los votos del PP,… ¿De nuevo esperaban el PP y el PSOE que Batasuna (EHAK) siguiera con ellos sumándose al bloqueo del nacionalismo moderado, aunque lo hiciese todavía en el veto contra Atutxa?

Dato 3º: Desde Madrid ya no gobierna Aznar, ni sus herederos que exacerbaron la peor “vena patriótica”. A Rodríguez Zapatero no le interesa enconar el “problema vasco” para demostrar una supuesta firmeza que le reporte votos en España. Zapatero sabe que las claves (llaves) de la “solución vasca” residen en Euskadi, y su revalidación en las Elecciones Generales de 2008 requiere seguir gobernando en Catalunya, Galiza y… que en Euskadi asome una vía hacia la paz. Zapatero “parece” reconocer la realidad y seguramente no caerá en su mayor error potencial: Judicializar la política, solicitando al fiscal Conde-Pumpido que ilegalice a EHAK, como le piden algunos… de los suyos. El PSE, más centralista que el PSOE, también debe aceptar que, mientras continúe la ilegalización de Batasuna, serán precisas las mesas extraparlamentarias para dialogar entre todos. ¿O sobre qué diálogo elucubraba Patxi López en la investidura?

¡Basta de ilusiones, exigencias, atajos, vetos y utopías! ¡Que los políticos realmente hagan su trabajo! Con realismo, con coherencia, con rigor. Que gobiernen, o dejen gobernar. Que busquen la paz, o dejen buscarla a otros. Que normalicen la vida política y social, o que dejen hacerlo a los demás.

La normalización exige que ETA cese de hacer daño (además del ridículo más pasmoso en el siglo XXI); que no reabra la kale borroka, otro signo de debilidad (y de estupidez); que Batasuna actúe racionalmente con su supuesta ideología; que el PSOE recicle a parte de sus políticos y, en caso contrario, les pida su paso al extremista PP; que el PP, tras la caída de Fraga, se “centre” (urgente); y que el Lehendakari del PNV sepa liderar este proceso con reconocimiento democrático a la pluralidad vasca exigiendo el respeto a todos los derechos humanos, y muy especialmente con el debido reconocimiento a todas las muchas víctimas de tan fratricida conflicto.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/normalidad.htm