Queremos agradecer, en este período de baja que parece que pronto superaremos (pero que nos ha obligado a suspender tantas citas y compromisos personales y colectivos), los ánimos y buenas palabras de tanta amistad como circula por la red.
Entre ellos destaca, y merece nuestra mención, el reconocimiento (inmerecido, pero que nos ayuda) de
Gorka Fernández (@gorkafm) al incluirnos ayer
en su
Top Ten blogeducativo, junto a ilustres colegas que sí lo merecen. Sin más dilación, pasemos a responder con sinceridad blogger las atinadas preguntas de
Asier Vázquez.
Pregunta: José Antonio Marina afirma que bastan cinco años de buena gestión para hacer del sistema educativo español una maquinaria engrasada y eficiente. ¿Está de acuerdo?Respuesta: Sí, totalmente de acuerdo con el gran maestro que es
José Antonio Marina. Precisando un poco más, existen muchos sistemas educativos muy diferenciados en el Estado Español, sobre todo en los niveles previos a la Universidad o la Formación Profesional. Respecto al sistema educativo vasco, justamente un período como el que cita
Marina podría permitir un
cambio hacia la excelencia, sin perder la equidad, y a lograr unos resultados académicos acordes a la inversión social aplicada, que es de las mayores del planeta (unos 10.000€ anuales por alumno-promedio). Eso sí, durante esos cinco años serían
medidas precisas acordadas con toda la comunidad escolar, familias, profesorado, alumnado, redes educativas,... para no perder el tiempo y acometer cambios en profundidad. Por desgracia, no se vislumbra nada de esto. No se camina hacia un nuevo pacto escolar global, y las posiciones partidistas deambulan sin buscarse siquiera (y, obviamente, sin opción de encontrarse). Esta confrontación mezquina, sin acuerdos a escala general por su trascendencia de futuro, se produce igualmente a escala de Estado, lo que augura un pesimista panorama cuando sabemos que
el porvenir es un dilema entre la educación y el precipicio. Por desgracia, lo educativo no facilita réditos politiqueros a corto plazo, y faltan estadistas en todos los partidos para salvaguardar la
educación de la fútil confrontación, cuando el diagnóstico riguroso puede ser común y la mayoría de las soluciones serían susceptibles de ser compartidas.
P: Y en cualquier caso, ¿Qué medidas habría que tomar para mejorarlo? ¿Cree que nuestro sistema educativo necesita un gran cambio?R: Ante todo la educación debe virar su atención para focalizarla en
el alumnado como clave que justifica todo. Las familias, el profesorado y la administración son relevantes,... sólo en la medida que facilitan la
educación de quienes aprenden. Esto es esencial:
Dejemos de hablar tanto de enseñanza y conversemos sobre aprendizaje, mediado por profesorado,... Esto significa una mutación profunda, porque actualmente al alumnado apenas se le escucha. Ni siquiera cuando es mayor de edad y está en formación terciaria (universidad, FP,...).
Hemos de subordinar todos los legítimos intereses de profesorado, familias, agentes educativos,... al bien del aprendizaje del alumnado, recordando que tiene lugar dentro y fuera de los centros educativos, y que la tares de
educar compete a toda la sociedad.
P: La etapa educativa es el momento clave para inculcar a la sociedad el emprendimiento, la diversidad, la pluralidad y la tolerancia, desechando todas las ideologías individualistas, antiprogresistas y sectarias. En este sentido, ¿en qué punto se encuentra la integración de la educación cívica y la del diferente (inmigrante, persona con discapacidad, etc) en el sistema educativo tanto a nivel cotidiano como a nivel conceptual y pedagógico?R: La pregunta certera apunta aspectos de déficit que presenta nuestra generaciones más jóvenes tras egresar de las etapas obligatorias de los sistemas
educativos. Tras más de 18 ó 20 años (duración de escolarización mínima generalizada en el País Vasco), aún se observan esas carencias (y otras). El emprendizaje, citado, lleva años en los currículos (más de FP), pero todavía incluso quienes estudian Economía o Dirección de Empresas parecen preferir (en un elevado porcentaje) puestos seguros en el sector público. Es cierto que no sólo nos educamos en los centros escolares y que pesa la opinión pública general, pero ello no debe sino acuciarnos más para que nuestra juventud disponga de una mayor capacidad de emprender.
La educación en valores sigue siendo una "asignatura pendiente", pero no se resuelve con una asignatura específica, sino con valores vividos y compartidos en el escenario escolar como hace
Toshiro Kanamori (que repasábamos en
Aprender es lo que importa: Eres lo que aprendes). La convivencia con la diversidad, la educación especial tan integrada que se desvanezca, la interculturalidad y el multilingüismo,... son objeto de atención didáctica, pero casi todo es tan perfeccionable que duele sentir todo lo que aún queda por hacer (aunque sin dejar de apreciar lo recorrido gracias -especialmente- al alumnado protagonista, como el mismo
Asier Vázquez y sus familias que no han de dejar de reclamar lo que merecen).
P: ¿En qué cree que ha modificado para bien la sociedad de la información la educación y en qué para mal?R: La realidad digital está ante nosotros, nos envuelve en un mundo híbrido (físico y virtual), aunque haya quienes no quieran aceptarlo. Casi todo lo que nos ofrece es susceptible de un inmenso aprovechamiento en el aprendizaje y la
educación, dado que no en vano se trata de acceso a la información con un profundo cambio relacional y cultural incorporado. Lo negativo, aparte de riesgos de siempre amplificados por el poder de Internet, radica fundamentalmente en la disonancia que se genera entre la calle y la escuela,... si esta última sigue retrasando la incorporación de estos potentes recursos instrumentales y sociales.
Asistiremos a uno de estos escenarios, querámoslo o no: O al colapso de la formación formal que no supo evolucionar o a una
Reducación, Educación en Red (con un clic en este hipervínculo podrán verse más detalles).P: ¿Qué papel cree que deben tomar las nuevas tecnologías en el proceso educativo?R: Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, que de nuevas no tienen nada excepto su ingente aceleración de mutación revolucionaria, son mucho más que un medio didáctico adicional (que también lo es). Su mera existencia está cambiando el modo de aprender, de informarse, de trabajar, de relacionarse, de dirigir el mundo social y políticamente,... Por tanto, lo primero es aceptar su trascendencia
reducativa por todos los estamentos que actúan en la
educación: administración, profesorado, familias,... Vivirlo con la misma intensidad y naturalidad con la que se sumergen los más jóvenes que ya casi no sabrían vivir sin
smartphones. Porque educamos para el futuro, y aún hay quienes niegan el presente.
De modo sumario, plantearíamos una premisa -cierta- que revolucionaría la
educación: El alumnado debiera estar dotado, desde su más temprana edad (aunque acorde con ella) de recursos digitales y
poder emplear Internet en todo momento (si así lo desean), incluidos los exámenes, pruebas de evaluación o PAU (prueba de acceso a la Universidad).
P: ¿Cree que su implantación está siendo la idónea?R: En síntesis, muchos creemos que es encomiable el esfuerzo de las admisnitraciones con los planes de Escuela 2.0, Eskola 2.0,... y que supone un avance muy positivo. Pero también creemos, con el conocimiento del complejo entramado, que todo va demasiado lento, demasiado previsible e insufriblemente poco innovador para lo que se podría conseguir. Falta empuje de centros y colectivos concretos que se lancen, y se les permita, explorar novedosas arquitecturas físicas y organizativas, que mejoren el aprendizaje formal con mucho mejor aprendizaje no formal e informal, tupiendo redes ciudadanas de aprendizaje en todo tiempo, en todo lugar y entre todas las generaciones. No seguimos más, porque es el mismo concepto de
Reducación o Sarezkuntza que ya hemos expuesto en múltiples ocasiones.
P: ¿Cómo valora las pocas novedades que se saben hasta el momento de los planes educativos del nuevo gobierno [de España]?R: Poco se sabe de la política del PP hasta la fecha (31-1-2012). Y menos de la política educativa. En todo caso, y aunque probablemente no nos agraden a muchos sus medidas, quizá
lo peor que podría pasar es lo que ha sucedido con la alternancia PP-PSOE en España. Cambios educativos muy sonados, pero superficiales, y sin abordar medidas urgentes para atajar el desbocado fracaso escolar español (más del 30%, una vergüenza causal que produce el efecto de otro desastre en el desempleo). En definitiva, lo peor sería quedarnos en lo epidérmico (un curso más o menos de bachillerato), sin abordar
una transformación en profundidad, debatiendo y consensuando entre formaciones políticas y siguiendo criterios de los expertos educativos (a quienes habríamos de pedir medidas claras, bien explicadas y argumentadas, para lograr mejores resultados del ingente esfuerzo social y didáctico que se realiza día a día en las aulas,... y fuera de ellas).