El resultado del 14M descansa en los dubitativos
Si usted no es de los que dan cuerda al reloj para cuatro años aplaudiendo en mítines políticos, ni tiene el voto resuelto, puede considerarse un afortunado. Las consecuencias electorales del próximo 14M están en sus manos, al pertenecer a ese variable porcentaje del 4% que puede inclinar la balanza hacia una repetición del gobierno del PP o hacia un futuro más esperanzador.
Usted pertenece a esa clase de ciudadanía hacia la que se dirigen todas las campañas electorales. En las recientes elecciones municipales, autonómicas y forales esta colectividad dio la espalda al PP, al mantener vivo el recuerdo de la guerra de Irak o el desastre del Prestige. Ahora tras el barullo de Carod-Rovira, que ha sustituido al fetiche del Plan Ibarretxe, y con la incondicional alianza de medios progubernamentales su vacilación crece porque prensa y televisión le dicen que el PP ganará. No se lo crea, el PP ya perdió el pasado 25 de Mayo de 2003. Gobierna en la Comunidad de Madrid sólo por la trampa de los tránsfugas, en Catalunya su representación es marginal, y en Euskadi sólo intenta bloquear al Gobierno Vasco con los votos de Batasuna, que de ser apartados darían la mayoría absoluta al tripartito de Ibarretxe.
La duda lleva al examen, y el examen a la verdad. Sólo a usted corresponde resolver su incertidumbre, pero cabe sugerirle algunas ideas para su consideración. Todos los sindicatos, desde CC.OO. y UGT hasta los de implantación autonomista, dicen taxativamente que “no hay ni una sola razón por la que los trabajadores de este país voten al Partido Popular”. Si prefiere recordar vívidamente la gestión del PP sólo cabe recomendarle encarecidamente una visita a http://www.haymotivo.com/, la denuncia de los cineastas donde se recogen 32 testimonios en cortometrajes de 3 minutos. No es género de ficción ninguno de estos cortos: sólo documentales (memorables son los de Aranda, Cuerda, Coixet, Colomo, Cebrián, Chus Gutiérrez, Trueba, Olea, Rivas, Barroso, García León, García Sánchez, Gómez Pereira, Rebolledo y Víctor Manuel). Si elige informarse con detalle de las encuestas, aparte de las más o menos sesgadas publicadas por los periódicos, diríjase a la fuente oficial del CIS (Ministerio de Presidencia), y analice en su última previsión las estimaciones para su provincia: Comprobará hasta qué punto han manipulado burdamente los resultados para favorecer al PP (sólo como muestra en Gipuzkoa el imaginario segundo diputado del PP con PNV 29%, PP 20,5% y PSOE 20,3%, o en Navarra donde ni se preguntó por Nafarroa BAI con un escaño seguro).
Es verdad que el mundo avanza porque hay quienes ponen en duda los argumentos. Aristóteles decía que “La duda es el principio de la sabiduría” y Borges que “La duda es uno de los nombres de la inteligencia”. Dudar de todo o creerlo todo, son dos soluciones igualmente cómodas, porque ambas dispensan de reflexionar; pero ése no debe ser su caso. En la duda se pueden optar entre dos soluciones que conducen casi siempre a resultados equivalentes: abstenerse o decidirse por uno cualquiera de los dos extremos. Para evitarlo un proverbio jurídico aconseja que “En la duda, lo mejor es el término medio”. Considere terceras opciones si no desea una mayoría absoluta, pero recuerde que la ley electoral de Hont inhabilita los votos hacia los partidos testimoniales o minoritarios en su circunscripción, sobre todo en provincias pequeñas.
Dicen que la esperanza es pariente de la duda. ¡Indecisos del mundo: Uníos! El resto que tenemos elegida nuestra opción progresista, hemos de confiar en vosotros. ¡Ojalá que acertéis con vuestra papeleta!
Lo natural es amar
Cuando se ha tenido la dicha de haber nacido en una familia donde los padres se han amado hasta la muerte, donde los hermanos han crecido juntos, donde los abuelos, tíos y primos han compartido grandemente nuestra infancia, lo natural es desear construir un hogar y una familia semejantes, con amor eterno a la pareja y con hijos a quienes legar ese sentido de la vida y la identidad de apoyarse en una gran parentela.
Cuando se ha gozado el privilegio de ser educado en el cariño a los libros, al estudio y al esfuerzo para progresar en la vida, poco importan las penurias y la escasez económica. Cuando se ha podido apreciar el cariño y la entrega de algunos grandes docentes en la escuela, que transmiten con convicción el amor al conocimiento y con tenacidad el descubrimiento paulatino de la sabiduría, lo natural es engancharse al mejor y único camino de rescate que siempre fue y será la educación.
Cuando se reconoce en nuestros mayores el amor profundo a las lenguas propias y a las culturas de nuestros antepasados, a sus costumbres y tradiciones, a sus valores, anhelos y creencias, lo natural es abrazar su defensa, su cultivo, su aprendizaje y su enseñanza, su propagación y su reconocimiento universal.
Cuando se ha vivido en una ciudad, en una región, en una nación, donde se ha sido feliz en numerosas ocasiones, donde se han descubierto en alguna medida todas las satisfacciones que el amor puede proporcionar en la vida, lo natural es que se queden grabadas en el corazón para siempre, sobre todo aquellos paisajes y paisanajes donde transcurrieron la infancia y la juventud que marcaron decisivamente nuestro destino.
Cuando se comprende cuánto se ha recibido de la familia, de los amigos, de la sociedad en se nació, lo natural es agradecer y corresponder aportando todo el esfuerzo y trabajo al bienestar de los nuestros, los familiares, las amistades, los vecinos, los hermanos que son el resto de la humanidad.
Cuando se percibe el admirable milagro de la vida, cuando uno se asombra de la belleza y bondad que esconde la existencia, a veces y por desgracia ocultamente, lo natural es vislumbrar un espíritu sobrenatural, una esencia divina que todo lo creó, un Dios que todo lo hizo bien, incluso el regalarnos el mayor de los dones: la libertad personal, la prerrogativa de escoger el bien sobre el mal, el libre albedrío de amar u odiar, de querer o aborrecer, de construir o destruir, de ayudar o perjudicar.
¡Qué caro regalo fue la libertad! Provocó el artificioso odio y la concienzuda maldad, porque la grandeza de nuestro destino sólo había de conquistarse desde la soberana voluntad propia. Sólo así se alcanza la altura a la que está predestinado el sagrado ser humano: la vocación suprema de descubrir el amor y apostar por la vida. Mahatma Gandhi nos enseñó “Allí donde hay amor, hay vida”, y el evangelio de Lucas aún lo expresó más sintéticamente: “Ama y vivirás”. Nuestro sino grabado en el alma es amar y quienes tenemos una misión hemos de cumplirla.
Cuando se ha gozado el privilegio de ser educado en el cariño a los libros, al estudio y al esfuerzo para progresar en la vida, poco importan las penurias y la escasez económica. Cuando se ha podido apreciar el cariño y la entrega de algunos grandes docentes en la escuela, que transmiten con convicción el amor al conocimiento y con tenacidad el descubrimiento paulatino de la sabiduría, lo natural es engancharse al mejor y único camino de rescate que siempre fue y será la educación.
Cuando se reconoce en nuestros mayores el amor profundo a las lenguas propias y a las culturas de nuestros antepasados, a sus costumbres y tradiciones, a sus valores, anhelos y creencias, lo natural es abrazar su defensa, su cultivo, su aprendizaje y su enseñanza, su propagación y su reconocimiento universal.
Cuando se ha vivido en una ciudad, en una región, en una nación, donde se ha sido feliz en numerosas ocasiones, donde se han descubierto en alguna medida todas las satisfacciones que el amor puede proporcionar en la vida, lo natural es que se queden grabadas en el corazón para siempre, sobre todo aquellos paisajes y paisanajes donde transcurrieron la infancia y la juventud que marcaron decisivamente nuestro destino.
Cuando se comprende cuánto se ha recibido de la familia, de los amigos, de la sociedad en se nació, lo natural es agradecer y corresponder aportando todo el esfuerzo y trabajo al bienestar de los nuestros, los familiares, las amistades, los vecinos, los hermanos que son el resto de la humanidad.
Cuando se percibe el admirable milagro de la vida, cuando uno se asombra de la belleza y bondad que esconde la existencia, a veces y por desgracia ocultamente, lo natural es vislumbrar un espíritu sobrenatural, una esencia divina que todo lo creó, un Dios que todo lo hizo bien, incluso el regalarnos el mayor de los dones: la libertad personal, la prerrogativa de escoger el bien sobre el mal, el libre albedrío de amar u odiar, de querer o aborrecer, de construir o destruir, de ayudar o perjudicar.
¡Qué caro regalo fue la libertad! Provocó el artificioso odio y la concienzuda maldad, porque la grandeza de nuestro destino sólo había de conquistarse desde la soberana voluntad propia. Sólo así se alcanza la altura a la que está predestinado el sagrado ser humano: la vocación suprema de descubrir el amor y apostar por la vida. Mahatma Gandhi nos enseñó “Allí donde hay amor, hay vida”, y el evangelio de Lucas aún lo expresó más sintéticamente: “Ama y vivirás”. Nuestro sino grabado en el alma es amar y quienes tenemos una misión hemos de cumplirla.
Preguntas acertadas
Oportunas preguntas complejas para una sola respuesta obvia
Tuve un alumno que tras la inevitable decepción que le producía cada examen me decía: “Tengo mala suerte. Me sabía todas las respuestas, pero no he entendido las preguntas”. Todos aprendemos pronto que es mucho más importante atinar con las preguntas que acertar con las respuestas. Joubert dijo que “Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas sólo su agudeza”, y el poeta Edward Estlin Cummings proclamaba la cíclica relación de “Siempre la hermosa respuesta que plantea una pregunta aún más hermosa”. En la obra de Calderón de la Barca, “A Dios por Razón de Estado”, se recoge el siguiente diálogo:
INGENIO. Ésa es la excelencia mía.
ATEO. Di: ¿Cuál?
INGENIO. Saber preguntar para saber responder.
Lo cierto es que con frecuencia la pregunta llega terriblemente más tarde que la respuesta. Definitivamente es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas. André Gide sentenció: “Hay más respuestas en el cielo que preguntas en los labios de los hombres”. Si lo esencial son las preguntas, ¿por qué no enumeramos una docena de interrogantes trascendentales que solucionarían prácticamente la totalidad de nuestras desgracias?
1- ¿Cómo se alcanza la felicidad?
2- ¿Qué me permitiría lograr lo que aprecio?
3- ¿Por qué unos son afortunados y otros desdichados?
4- ¿Cuál es la causa para que sólo algunos se realicen vital y profesionalmente?
5- ¿Existe un camino viable que conduce a la perfección individual y social?
6- ¿Puede ser gratificante el trayecto para lograr todo lo que deseo?
7- ¿Dónde reside el secreto de aprender y aportar?
8- ¿Qué me hace sentirme dichoso en mi vida ahora?
9- ¿Cómo puedo disfrutar en mi compromiso con los demás?
10- ¿Con qué me sentiría orgulloso de mi contribución a la sociedad?
11- ¿De qué modo puedo amar y ayudar más cada día?
12- ¿Qué remedio podría resolver todos los problemas de la humanidad?
Tantas trascendentales cuestiones tiene una respuesta única y simple: la educación. ¿Por qué nos cuesta tanto a todos adivinarla? Acaso porque ninguna pregunta es más difícil que aquélla cuya solución es obvia. Un proverbio camerunés asegura que “Aquel que se hace las preguntas, no puede evitar las respuestas”. Quizá esta reflexión sirva a las jóvenes generaciones, las de nuestros hijos que no saben adónde van… probablemente siguiendo nuestro mismo camino. Sugerencia final: Para transmitir estas recomendaciones hagamos que el fondo de la cuestión sea asimismo la forma, siguiendo el juicioso consejo que va desde Sócrates a Dale Carnegie: “Hagamos preguntas, en vez de dar órdenes”.
Tuve un alumno que tras la inevitable decepción que le producía cada examen me decía: “Tengo mala suerte. Me sabía todas las respuestas, pero no he entendido las preguntas”. Todos aprendemos pronto que es mucho más importante atinar con las preguntas que acertar con las respuestas. Joubert dijo que “Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas sólo su agudeza”, y el poeta Edward Estlin Cummings proclamaba la cíclica relación de “Siempre la hermosa respuesta que plantea una pregunta aún más hermosa”. En la obra de Calderón de la Barca, “A Dios por Razón de Estado”, se recoge el siguiente diálogo:
INGENIO. Ésa es la excelencia mía.
ATEO. Di: ¿Cuál?
INGENIO. Saber preguntar para saber responder.
Lo cierto es que con frecuencia la pregunta llega terriblemente más tarde que la respuesta. Definitivamente es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas. André Gide sentenció: “Hay más respuestas en el cielo que preguntas en los labios de los hombres”. Si lo esencial son las preguntas, ¿por qué no enumeramos una docena de interrogantes trascendentales que solucionarían prácticamente la totalidad de nuestras desgracias?
1- ¿Cómo se alcanza la felicidad?
2- ¿Qué me permitiría lograr lo que aprecio?
3- ¿Por qué unos son afortunados y otros desdichados?
4- ¿Cuál es la causa para que sólo algunos se realicen vital y profesionalmente?
5- ¿Existe un camino viable que conduce a la perfección individual y social?
6- ¿Puede ser gratificante el trayecto para lograr todo lo que deseo?
7- ¿Dónde reside el secreto de aprender y aportar?
8- ¿Qué me hace sentirme dichoso en mi vida ahora?
9- ¿Cómo puedo disfrutar en mi compromiso con los demás?
10- ¿Con qué me sentiría orgulloso de mi contribución a la sociedad?
11- ¿De qué modo puedo amar y ayudar más cada día?
12- ¿Qué remedio podría resolver todos los problemas de la humanidad?
Tantas trascendentales cuestiones tiene una respuesta única y simple: la educación. ¿Por qué nos cuesta tanto a todos adivinarla? Acaso porque ninguna pregunta es más difícil que aquélla cuya solución es obvia. Un proverbio camerunés asegura que “Aquel que se hace las preguntas, no puede evitar las respuestas”. Quizá esta reflexión sirva a las jóvenes generaciones, las de nuestros hijos que no saben adónde van… probablemente siguiendo nuestro mismo camino. Sugerencia final: Para transmitir estas recomendaciones hagamos que el fondo de la cuestión sea asimismo la forma, siguiendo el juicioso consejo que va desde Sócrates a Dale Carnegie: “Hagamos preguntas, en vez de dar órdenes”.
El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales
"El nombre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante que pueda escuchar". |
Dale Carnegie |
Tretas de tregua
Una farsa para digerir una tragedia
El drama del terrorismo de ETA ha sido analizado desde todas sus perspectivas éticas, políticas y sociales. Sus perversos efectos desde la suprema vertiente moral hasta el prosaico plano económico son de tal magnitud que poco puede añadirse para reprobar su actividad. Quizá una dosis de sátira ácida, cínica y procaz sea un último intento de abordaje de un problema infinitamente tratado, pero fatídicamente inconcluso.
La ridiculización de la “lógica” etarra resulta especialmente asequible, si no fuese porque el absurdo se une con la repulsión para evitar entrar en tal exploración. ETA en su evolución por las circunstancias externas de todo tipo que han provocado su debilitamiento, especialmente el rechazo social hasta de sus postreros simpatizantes, ha entrado en una fase terminal donde, junto a sus aborrecibles crímenes consumados o sin consumar, ha comenzado a gestionar sus “treguas”. Con el máximo desapasionamiento que cabe ante semejante calvario, hay que reconocer que siempre será mejor que la noticia que ETA busca, y que algunos medios y partidos le conceden, sea por motivos de ceses de violencia que por asesinatos.
Las variantes de paréntesis ensayadas por ETA han sido dos hasta el momento. La tregua indefinida, pero no definitiva, del 16-9-1998 y la tregua para Catalunya anunciada el 18-2-2004. Le restan aún numerosas opciones, que serán bienvenidas siempre que no se alternen con crímenes. Podrían sugerirse a los “estrategas” de ETA armisticios por sexo, edad, horario, calendario, colectivos o lugares, además de los aplazamientos por territorios o tiempos. Qué bendición sería, por ejemplo, que se descartasen como víctimas a las mujeres: ¡cuántas buenas docentes que conozco, así como sus familias y amigos quedaríamos tranquilizados! O que se apartasen como víctimas a los menores de 21 años y mayores de 60. También podría evitarse atentados fuera del intervalo de 8:00 a 20:00 del horario de Greenwich, quedar exentos los sábados y domingos, así como los tres meses del verano. ¡Cuántas personas amenazadas y escoltas descansarían, por no mencionar el ahorro generado! Igualmente se podrían recortar el número de gremios atemorizados, descartando por tipo de actividad a los concejales no liberados, a los periodistas sin columna o a los políticos sin escaño. Algunos lugares, o incluso localidades, podrían quedar como zonas con derecho de asilo, como iglesias, universidades y centros escolares, hospitales, playas,… O incluso Getxo podría ser zona neutral, como lo fue Las Arenas en la guerra civil, para negociaciones y diálogo sin miedo.
Todas estas proclamas de restricciones en la matanza darían publicidad a ETA, e incluso podrían venir precedidas de entrevistas (que serían luego portadas de prensa) con interlocutores en algún escondrijo conocido y donde los espías de todas las partes pudiesen grabar con facilidad. Por allí desfilarían consecutivamente todo tipo de personajes interlocutores: un presidente de fútbol que negociaría la tregua en todos los estadios; algún irlandés para solicitar la exención para todos los extranjeros no vascos ni españoles; o determinado magistrado para pactar la exclusión de jueces y abogados; obispos, rectores, artistas, sindicalistas,…
Este desarme a plazos podría venir acompañado de una “entrega por partes”. En etapas sucesivas se retirarían de ETA las féminas, o se prejubilaría a los mayores de 45 años sin permitir el acceso a las armas a menores de 25 años. Así mismo se podría rendir el material bélico más pesado, como bombas inmanejables por su tamaño y lanzacohetes de escasa precisión. Todo ello sería paliado con rebajas en el impuesto revolucionario a las clases medias y reducción de la persecución a los colectivos más desfavorecidos: agricultores, habitantes de zonas rurales o suburbanas,…
Toda esta sarcástica comedia de crítica sardónica sólo pretende descarnar la inmensa monstruosidad y aberración que significa la violencia. Acaso sólo sea desdeñable ironía melancólica que destila el ansia la paz. Ahora que estamos en plena campaña electoral, el verdadero campanazo que ETA podría provocar sería la declaración de una tregua total y final. Ése es el único y verdadero servicio que pueden prestar a los ideales que dicen defender y, sobre todo, a la Humanidad.
El drama del terrorismo de ETA ha sido analizado desde todas sus perspectivas éticas, políticas y sociales. Sus perversos efectos desde la suprema vertiente moral hasta el prosaico plano económico son de tal magnitud que poco puede añadirse para reprobar su actividad. Quizá una dosis de sátira ácida, cínica y procaz sea un último intento de abordaje de un problema infinitamente tratado, pero fatídicamente inconcluso.
La ridiculización de la “lógica” etarra resulta especialmente asequible, si no fuese porque el absurdo se une con la repulsión para evitar entrar en tal exploración. ETA en su evolución por las circunstancias externas de todo tipo que han provocado su debilitamiento, especialmente el rechazo social hasta de sus postreros simpatizantes, ha entrado en una fase terminal donde, junto a sus aborrecibles crímenes consumados o sin consumar, ha comenzado a gestionar sus “treguas”. Con el máximo desapasionamiento que cabe ante semejante calvario, hay que reconocer que siempre será mejor que la noticia que ETA busca, y que algunos medios y partidos le conceden, sea por motivos de ceses de violencia que por asesinatos.
Las variantes de paréntesis ensayadas por ETA han sido dos hasta el momento. La tregua indefinida, pero no definitiva, del 16-9-1998 y la tregua para Catalunya anunciada el 18-2-2004. Le restan aún numerosas opciones, que serán bienvenidas siempre que no se alternen con crímenes. Podrían sugerirse a los “estrategas” de ETA armisticios por sexo, edad, horario, calendario, colectivos o lugares, además de los aplazamientos por territorios o tiempos. Qué bendición sería, por ejemplo, que se descartasen como víctimas a las mujeres: ¡cuántas buenas docentes que conozco, así como sus familias y amigos quedaríamos tranquilizados! O que se apartasen como víctimas a los menores de 21 años y mayores de 60. También podría evitarse atentados fuera del intervalo de 8:00 a 20:00 del horario de Greenwich, quedar exentos los sábados y domingos, así como los tres meses del verano. ¡Cuántas personas amenazadas y escoltas descansarían, por no mencionar el ahorro generado! Igualmente se podrían recortar el número de gremios atemorizados, descartando por tipo de actividad a los concejales no liberados, a los periodistas sin columna o a los políticos sin escaño. Algunos lugares, o incluso localidades, podrían quedar como zonas con derecho de asilo, como iglesias, universidades y centros escolares, hospitales, playas,… O incluso Getxo podría ser zona neutral, como lo fue Las Arenas en la guerra civil, para negociaciones y diálogo sin miedo.
Todas estas proclamas de restricciones en la matanza darían publicidad a ETA, e incluso podrían venir precedidas de entrevistas (que serían luego portadas de prensa) con interlocutores en algún escondrijo conocido y donde los espías de todas las partes pudiesen grabar con facilidad. Por allí desfilarían consecutivamente todo tipo de personajes interlocutores: un presidente de fútbol que negociaría la tregua en todos los estadios; algún irlandés para solicitar la exención para todos los extranjeros no vascos ni españoles; o determinado magistrado para pactar la exclusión de jueces y abogados; obispos, rectores, artistas, sindicalistas,…
Este desarme a plazos podría venir acompañado de una “entrega por partes”. En etapas sucesivas se retirarían de ETA las féminas, o se prejubilaría a los mayores de 45 años sin permitir el acceso a las armas a menores de 25 años. Así mismo se podría rendir el material bélico más pesado, como bombas inmanejables por su tamaño y lanzacohetes de escasa precisión. Todo ello sería paliado con rebajas en el impuesto revolucionario a las clases medias y reducción de la persecución a los colectivos más desfavorecidos: agricultores, habitantes de zonas rurales o suburbanas,…
Toda esta sarcástica comedia de crítica sardónica sólo pretende descarnar la inmensa monstruosidad y aberración que significa la violencia. Acaso sólo sea desdeñable ironía melancólica que destila el ansia la paz. Ahora que estamos en plena campaña electoral, el verdadero campanazo que ETA podría provocar sería la declaración de una tregua total y final. Ése es el único y verdadero servicio que pueden prestar a los ideales que dicen defender y, sobre todo, a la Humanidad.
Agua aguada
Nos aguarda un aguacero de aguaduchos
Coca-Cola ha inventado el “agua deshidratada”, como en el chiste y podría vender sus sugestivos envases vacíos con etiqueta de Agua Pura e instrucciones de “sólo hay que echarle agua del grifo y listo”. El descubrimiento del polvo deshidratado (y desaparecido) no comprometerá su negocio planetario y “hará aguas”, porque, a pesar de las protestas de las asociaciones de consumidores, la publicidad y la estupidez consumista nos seguirán impeliendo a deleitarnos con esa gaseosa oscura, dulzona y pegajosa, cuya suprema utilidad es desatascar tuberías mejor que el aguarrás.
Para dar una idea del timo, sólo en el Reino Unido durante 2003 se consumieron más de 20.000 millones de litros de agua envasada. Pero todo quedará en agua de borrajas. Coca-Cola proseguirá embotellando agua del suministro general en una fábrica de la zona más destartalada de Londres donde nunca hubo ningún torrente, para vender un aguachirle a un precio desorbitado como bálsamo curalotodo tras someterlo a un misterioso proceso de purificación. Va a resultar que el “secreto” de la multinacional estadounidense es un antiguo proverbio bantú, que asegura que “La fuerza del cocodrilo (y de Coca-Cola) es el agua”. La única fórmula consiste en aumentar el precio del producto desde el grifo hasta el consumidor en 352 veces, invirtiendo tan prodigiosa ganancia en avispados lemas como “sofisticados procedimientos con las técnicas más avanzadas del proceso de ósmosis invertida”, es decir: relleno de agua corriente.
¡Hay que aguantarse! Hasta ahora nos aguaban la leche y el vino, pero aguar el agua es demasiado. Marcas aguafiestas como Aquafina, Aqua Pura, Danone Activ o Hadkam seguirán comercializándose a precios por litro que oscilan entre 0,45 y 0,60 €, sin certificar que sean de manantial, por lo que su origen es obvio.
No nos ahoguemos en un vaso de agua, que “agua pasada no mueve molino”. Ya sabemos que “Agua corriente, no mata a la gente; agua sin correr, puede suceder” o “Agua que no has de beber, déjala correr”, pero “Cuando el río suena, agua lleva”. Nunca digas de este agua no beberé, y búscate un paraguas de salvaguardia. Somos “pescado vendido”, como adivinó Marshall McLuhan: “El último que ve el agua es el pez”. Con todo, como dijo Simón Bolívar, “¡Seguiremos arando en el agua!”, que Focílides nos descubrió que “el pueblo, el fuego y el agua no pueden ser domados nunca”. ¡Ni por Coca-Cola!
Coca-Cola ha inventado el “agua deshidratada”, como en el chiste y podría vender sus sugestivos envases vacíos con etiqueta de Agua Pura e instrucciones de “sólo hay que echarle agua del grifo y listo”. El descubrimiento del polvo deshidratado (y desaparecido) no comprometerá su negocio planetario y “hará aguas”, porque, a pesar de las protestas de las asociaciones de consumidores, la publicidad y la estupidez consumista nos seguirán impeliendo a deleitarnos con esa gaseosa oscura, dulzona y pegajosa, cuya suprema utilidad es desatascar tuberías mejor que el aguarrás.
Para dar una idea del timo, sólo en el Reino Unido durante 2003 se consumieron más de 20.000 millones de litros de agua envasada. Pero todo quedará en agua de borrajas. Coca-Cola proseguirá embotellando agua del suministro general en una fábrica de la zona más destartalada de Londres donde nunca hubo ningún torrente, para vender un aguachirle a un precio desorbitado como bálsamo curalotodo tras someterlo a un misterioso proceso de purificación. Va a resultar que el “secreto” de la multinacional estadounidense es un antiguo proverbio bantú, que asegura que “La fuerza del cocodrilo (y de Coca-Cola) es el agua”. La única fórmula consiste en aumentar el precio del producto desde el grifo hasta el consumidor en 352 veces, invirtiendo tan prodigiosa ganancia en avispados lemas como “sofisticados procedimientos con las técnicas más avanzadas del proceso de ósmosis invertida”, es decir: relleno de agua corriente.
¡Hay que aguantarse! Hasta ahora nos aguaban la leche y el vino, pero aguar el agua es demasiado. Marcas aguafiestas como Aquafina, Aqua Pura, Danone Activ o Hadkam seguirán comercializándose a precios por litro que oscilan entre 0,45 y 0,60 €, sin certificar que sean de manantial, por lo que su origen es obvio.
No nos ahoguemos en un vaso de agua, que “agua pasada no mueve molino”. Ya sabemos que “Agua corriente, no mata a la gente; agua sin correr, puede suceder” o “Agua que no has de beber, déjala correr”, pero “Cuando el río suena, agua lleva”. Nunca digas de este agua no beberé, y búscate un paraguas de salvaguardia. Somos “pescado vendido”, como adivinó Marshall McLuhan: “El último que ve el agua es el pez”. Con todo, como dijo Simón Bolívar, “¡Seguiremos arando en el agua!”, que Focílides nos descubrió que “el pueblo, el fuego y el agua no pueden ser domados nunca”. ¡Ni por Coca-Cola!
Realismo D'Hont en Navarra
Análisis preelectoral del 14M en la C.F.N.
Con una panorámica preelectoral sobre la Comunidad Foral Navarra se completa el anterior análisis similar efectuado sobre la Comunidad Autónoma Vasca, a fin de valorar el previsible efecto de las próximas Elecciones Generales sobre el conjunto de Hegoalde (Euskadi peninsular). Comparativamente, y aunque resulte paradójico, esta predicción navarra resulta más dificultosa, a pesar de la menor entidad demográfica del territorio foral, por un doble motivo: La primera causa es histórica y deriva del cuerpo electoral menos estable en la CFN que en la CAV, aunque ambos electorados sean más fieles que los correspondientes al resto del Estado español. La segunda razón es coyuntural y proviene de la incertidumbre que origina la innovadora candidatura Nafarroa Bai agrupando a Aralar, EA, EAJ-PNV y Batzarre.
El implacable efecto de la ley d’Hont privilegia también en este territorio histórico la representación del duopolio bipartidista, UPN-PP y PSOE. El resultado habitual de la última década de 3 y 2 diputados respectivamente, sólo fue quebrado en 1996 por un notable avance de IU hasta superar los 40.000 votos, si bien en 2000 retrocedió hasta los 23.000 votos, con menos papeletas que en 1993. La fusión UPN-PP ha rendido suculentas rentas electorales en este tipo de convocatorias para las Cortes de Madrid, marginando al fragmentado electorado nacionalista, e incluso minorizando a los partidos menores como IU o el mismo socio de gobierno CDN, que sin embargo insiste en presentar candidaturas propias para mantener su electorado y evitar ser engullido por UPN. Salvadas las lógicas diferencias, el voto mástil que solicita CDN frente a UPN es una situación paralela al temor de absorción por coalición continua y efecto de olvido del electorado que padece EA en la CAV frente a EAJ-PNV.
La angustia del voto fútil igualmente atenaza al electorado fiel a IU, que sabe de la casi imposibilidad fáctica de obtener un diputado en 2004. Adicionalmente en esta ocasión, IU ha sufrido el síndrome de “pánico escénico a la similitud” con su confederado de la CAV, rechazando formalmente el ofrecimiento cursado por los patrocinadores de Nafarroa Bai para incorporarse desde su origen, con ánimo de fortalecer lo que indudablemente hubiese sido una plataforma electoral destinada al éxito en las urnas, aunque de gestión ulterior más compleja. El hecho de que IU declinase la invitación para formar parte de Nafarroa Bai sólo pone algo más difícil el objetivo de conseguir un diputado nacionalista, pero en ningún caso permitía arañar más del inevitable saldo de los 2 diputados para UPN-PP y otros tantos para el PSOE. Parece improbable, a nuestro juicio, que la asignación de un diputado a Nafarroa Bai sea a costa de uno de los dos del PSOE.
La dificultad del acierto pleno en la quiniela prevista, se contrapone a la sencillez de lo que está realmente en juego: El quinto diputado para Nafarroa Bai a costa de UPN-PP. El entusiasmo del proyecto conjunto superador de la división nacionalista y los prometedores resultados precedentes en la anterior convocatoria foral y municipal parecen garantizar que la bien elegida candidata Uxue Barkos será diputada, si suma votos útiles de antiguos votantes de Euskal Herritarrok, ilegalizada en la actualidad y que no se presentó en 2000. Si Nafarroa Bai alcanzase representación en el Congreso, se superaría el obligado silencio impuesto a la Nafarroa vascófona, haciéndose oír el clamor de una significativa parte de la ciudadanía navarra en defensa del euskara (la "Lingua Navarrorum", la Lengua de los navarros) y de la cultura vasca, extrañamente refrenadas en la CFN.
Con una panorámica preelectoral sobre la Comunidad Foral Navarra se completa el anterior análisis similar efectuado sobre la Comunidad Autónoma Vasca, a fin de valorar el previsible efecto de las próximas Elecciones Generales sobre el conjunto de Hegoalde (Euskadi peninsular). Comparativamente, y aunque resulte paradójico, esta predicción navarra resulta más dificultosa, a pesar de la menor entidad demográfica del territorio foral, por un doble motivo: La primera causa es histórica y deriva del cuerpo electoral menos estable en la CFN que en la CAV, aunque ambos electorados sean más fieles que los correspondientes al resto del Estado español. La segunda razón es coyuntural y proviene de la incertidumbre que origina la innovadora candidatura Nafarroa Bai agrupando a Aralar, EA, EAJ-PNV y Batzarre.
El implacable efecto de la ley d’Hont privilegia también en este territorio histórico la representación del duopolio bipartidista, UPN-PP y PSOE. El resultado habitual de la última década de 3 y 2 diputados respectivamente, sólo fue quebrado en 1996 por un notable avance de IU hasta superar los 40.000 votos, si bien en 2000 retrocedió hasta los 23.000 votos, con menos papeletas que en 1993. La fusión UPN-PP ha rendido suculentas rentas electorales en este tipo de convocatorias para las Cortes de Madrid, marginando al fragmentado electorado nacionalista, e incluso minorizando a los partidos menores como IU o el mismo socio de gobierno CDN, que sin embargo insiste en presentar candidaturas propias para mantener su electorado y evitar ser engullido por UPN. Salvadas las lógicas diferencias, el voto mástil que solicita CDN frente a UPN es una situación paralela al temor de absorción por coalición continua y efecto de olvido del electorado que padece EA en la CAV frente a EAJ-PNV.
La angustia del voto fútil igualmente atenaza al electorado fiel a IU, que sabe de la casi imposibilidad fáctica de obtener un diputado en 2004. Adicionalmente en esta ocasión, IU ha sufrido el síndrome de “pánico escénico a la similitud” con su confederado de la CAV, rechazando formalmente el ofrecimiento cursado por los patrocinadores de Nafarroa Bai para incorporarse desde su origen, con ánimo de fortalecer lo que indudablemente hubiese sido una plataforma electoral destinada al éxito en las urnas, aunque de gestión ulterior más compleja. El hecho de que IU declinase la invitación para formar parte de Nafarroa Bai sólo pone algo más difícil el objetivo de conseguir un diputado nacionalista, pero en ningún caso permitía arañar más del inevitable saldo de los 2 diputados para UPN-PP y otros tantos para el PSOE. Parece improbable, a nuestro juicio, que la asignación de un diputado a Nafarroa Bai sea a costa de uno de los dos del PSOE.
La dificultad del acierto pleno en la quiniela prevista, se contrapone a la sencillez de lo que está realmente en juego: El quinto diputado para Nafarroa Bai a costa de UPN-PP. El entusiasmo del proyecto conjunto superador de la división nacionalista y los prometedores resultados precedentes en la anterior convocatoria foral y municipal parecen garantizar que la bien elegida candidata Uxue Barkos será diputada, si suma votos útiles de antiguos votantes de Euskal Herritarrok, ilegalizada en la actualidad y que no se presentó en 2000. Si Nafarroa Bai alcanzase representación en el Congreso, se superaría el obligado silencio impuesto a la Nafarroa vascófona, haciéndose oír el clamor de una significativa parte de la ciudadanía navarra en defensa del euskara (la "Lingua Navarrorum", la Lengua de los navarros) y de la cultura vasca, extrañamente refrenadas en la CFN.
Realismo D'Hont en Euskadi
Análisis preelectoral del 14M en la C.A.V.
Las Elecciones Generales se rigen por la ley d’Hont, al igual que las Autonómicas si bien Euskadi posee la competencia exclusiva para regular las Elecciones al Parlamento Vasco donde elige a sus parlamentarios y a su Lehendakari. En esta ocasión del 14 de Marzo, será la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, modificada en diversas ocasiones, el sistema utilizado para el reparto de escaños en las Cortes de Madrid.
La ley d’Hont privilegia la representación de los partidos más votados y se aleja de los criterios de proporcionalidad, sobre todo cuando el número de parlamentarios a repartir es reducido. Este sistema ha sido justamente criticado por diversas razones, tales como beneficiar desmesuradamente a los dos grandes partidos, por las circunscripciones provinciales (que favorece a las de menor población como Ceuta o Melilla), o por el régimen de duopolio bipartidista que produce en período preelectoral en los medios de comunicación y en el panorama político resultante. Sólo por destacar un dato relevante, en 2000 el PP contó con la mayoría absoluta de 183 diputados porque hubo un saldo ficticio de 25 escaños que no le corresponderían en una circunscripción única, mientras que en tal caso IU hubiese dispuesto de 19 diputados y no de 8 como fue por aplicación de esta ley. Todo ello mueve a solicitar un cambio de la Ley Electoral vigente, quizá por ámbitos autonómicos pero nunca provinciales, toda vez que la acción de los diputados o senadores raramente se ciñe a su ámbito jurisdiccional.
La ley continúa en vigor por lo que los electores debemos considerar su implacable efecto sobre nuestra decisión individual. El análisis, obligado por esta Ley Electoral, debe efectuarse provincia a provincia. Si nos circunscribimos al panorama electoral de la Comunidad Autónoma del País Vasco en su elección de diputados para el Congreso, este sistema electoral de asignación de escaños impone las siguientes restricciones, a la luz de los resultados anteriores en el mismo tipo de convocatoria general (que se adjuntan en los cuadros anexos) y sobre la base, incierta, de las encuestas preelectorales. La ilegalización de Batasuna, ausente por voluntad propia en 2000, originará un estimable efecto tasable sociológica y políticamente, pero no a efectos de parlamentarios.
En Bizkaia, la trayectoria imparablemente creciente de EAJ-PNV le asegura consolidar sus 4 diputados, si se movilizan sus militantes y simpatizantes. El PP, por el contrario ve peligrar su tercer diputado por el avance de un PSOE oscilante, aunque quizá en alza por su lánguido despegue del PP, su gran adversario estatal pero incondicional aliado en Euskadi. IU, a pesar de una predecible subida, es dudoso que ascienda hasta los 56.000 votos necesarios para recuperar su diputado de 1996, sobre el supuesto de una participación similar. EA no tiene opción alguna en este territorio histórico por su escaso peso y constante declive. Tampoco dispondrá de representación la novedad e incógnita de la coalición Aralar-Zutik, sin apenas implantación fuera de Nafarroa y en Guipúzcoa, en este caso en moderada medida.
En Gipuzkoa, el avance estable de EAJ-PNV le asegura ser nuevamente el partido más votado y sus 2 diputados. El PP perderá su segundo diputado a favor del PSOE previsiblemente tras las forales y municipales. La gran pugna será ver si EA conserva su única diputada en Madrid, frente a la concentración de voto que alcance Aralar-Zutik en su prueba de fuego, aparte de la coalición Nafarroa BAI en la Comunidad Foral Navarra. IU no tiene opción alguna en este territorio histórico.
En Araba, parece difícil alterar el panorama estable desde 1966. Sólo una improbable superación del PSOE sobre el PP podría otorgarle dos diputados a los socialistas, o una -aún más hipotética- condensación de voto en torno a EAJ-PNV podría significar un segundo diputado para el sentimiento alavés proclive al Gobierno tripartito. Los partidos menores EA, IU y Aralar-Zutik seguirán ineluctablemente ausentes de la representación territorial.
Como corolario de todo lo expuesto, el fantasma del “voto útil” se erige como un espectro para el potencial votante de las opciones minoritarias. Es comprensible y justificada la duda que asalta al electorado nacionalista vasco en Araba o en Bizkaia, donde sabe que sólo EAJ-PNV podrá representarle en el Congreso de los Diputados, con grupo propio, el único y permanente “Grupo Vasco”. La ausencia de una coalición PNV-EA-Aralar pasará factura, que en el mejor de los casos podría significar un posible diputado adicional por Araba, asegurar el tercero y quizás un cuarto por Guipúzcoa, así como un quinto diputado por Bizkaia. También será determinante ese versátil voto constitucionalista que oscila entre PP y PSOE, para establecer quién representa más el sentimiento españolista. La vacilación del votante de IU, fuera de Bizkaia donde puede soñar con un escaño, entre un pésimo PSOE vasco –desde su perspectiva- o un EAJ-PNV tan ideológicamente alejado… en teoría, debe ser insufrible. O irritante la del votante de EA, para no citar al de Batasuna que sigue sin trasladar su opción, que dilapida su voto fuera de Guipúzcoa, sólo para dejar constancia de su existencia a efectos de mantener su porción en el reparto de poder institucional.
Ojalá que acertemos desde la pluralidad vasca en nuestro voto sutil y fértil, remediando el voto fútil que lanza la papeleta a la papelera o el voto mástil que sólo ofrece su mera contabilización.
Las Elecciones Generales se rigen por la ley d’Hont, al igual que las Autonómicas si bien Euskadi posee la competencia exclusiva para regular las Elecciones al Parlamento Vasco donde elige a sus parlamentarios y a su Lehendakari. En esta ocasión del 14 de Marzo, será la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, modificada en diversas ocasiones, el sistema utilizado para el reparto de escaños en las Cortes de Madrid.
La ley d’Hont privilegia la representación de los partidos más votados y se aleja de los criterios de proporcionalidad, sobre todo cuando el número de parlamentarios a repartir es reducido. Este sistema ha sido justamente criticado por diversas razones, tales como beneficiar desmesuradamente a los dos grandes partidos, por las circunscripciones provinciales (que favorece a las de menor población como Ceuta o Melilla), o por el régimen de duopolio bipartidista que produce en período preelectoral en los medios de comunicación y en el panorama político resultante. Sólo por destacar un dato relevante, en 2000 el PP contó con la mayoría absoluta de 183 diputados porque hubo un saldo ficticio de 25 escaños que no le corresponderían en una circunscripción única, mientras que en tal caso IU hubiese dispuesto de 19 diputados y no de 8 como fue por aplicación de esta ley. Todo ello mueve a solicitar un cambio de la Ley Electoral vigente, quizá por ámbitos autonómicos pero nunca provinciales, toda vez que la acción de los diputados o senadores raramente se ciñe a su ámbito jurisdiccional.
La ley continúa en vigor por lo que los electores debemos considerar su implacable efecto sobre nuestra decisión individual. El análisis, obligado por esta Ley Electoral, debe efectuarse provincia a provincia. Si nos circunscribimos al panorama electoral de la Comunidad Autónoma del País Vasco en su elección de diputados para el Congreso, este sistema electoral de asignación de escaños impone las siguientes restricciones, a la luz de los resultados anteriores en el mismo tipo de convocatoria general (que se adjuntan en los cuadros anexos) y sobre la base, incierta, de las encuestas preelectorales. La ilegalización de Batasuna, ausente por voluntad propia en 2000, originará un estimable efecto tasable sociológica y políticamente, pero no a efectos de parlamentarios.
En Bizkaia, la trayectoria imparablemente creciente de EAJ-PNV le asegura consolidar sus 4 diputados, si se movilizan sus militantes y simpatizantes. El PP, por el contrario ve peligrar su tercer diputado por el avance de un PSOE oscilante, aunque quizá en alza por su lánguido despegue del PP, su gran adversario estatal pero incondicional aliado en Euskadi. IU, a pesar de una predecible subida, es dudoso que ascienda hasta los 56.000 votos necesarios para recuperar su diputado de 1996, sobre el supuesto de una participación similar. EA no tiene opción alguna en este territorio histórico por su escaso peso y constante declive. Tampoco dispondrá de representación la novedad e incógnita de la coalición Aralar-Zutik, sin apenas implantación fuera de Nafarroa y en Guipúzcoa, en este caso en moderada medida.
En Gipuzkoa, el avance estable de EAJ-PNV le asegura ser nuevamente el partido más votado y sus 2 diputados. El PP perderá su segundo diputado a favor del PSOE previsiblemente tras las forales y municipales. La gran pugna será ver si EA conserva su única diputada en Madrid, frente a la concentración de voto que alcance Aralar-Zutik en su prueba de fuego, aparte de la coalición Nafarroa BAI en la Comunidad Foral Navarra. IU no tiene opción alguna en este territorio histórico.
En Araba, parece difícil alterar el panorama estable desde 1966. Sólo una improbable superación del PSOE sobre el PP podría otorgarle dos diputados a los socialistas, o una -aún más hipotética- condensación de voto en torno a EAJ-PNV podría significar un segundo diputado para el sentimiento alavés proclive al Gobierno tripartito. Los partidos menores EA, IU y Aralar-Zutik seguirán ineluctablemente ausentes de la representación territorial.
Como corolario de todo lo expuesto, el fantasma del “voto útil” se erige como un espectro para el potencial votante de las opciones minoritarias. Es comprensible y justificada la duda que asalta al electorado nacionalista vasco en Araba o en Bizkaia, donde sabe que sólo EAJ-PNV podrá representarle en el Congreso de los Diputados, con grupo propio, el único y permanente “Grupo Vasco”. La ausencia de una coalición PNV-EA-Aralar pasará factura, que en el mejor de los casos podría significar un posible diputado adicional por Araba, asegurar el tercero y quizás un cuarto por Guipúzcoa, así como un quinto diputado por Bizkaia. También será determinante ese versátil voto constitucionalista que oscila entre PP y PSOE, para establecer quién representa más el sentimiento españolista. La vacilación del votante de IU, fuera de Bizkaia donde puede soñar con un escaño, entre un pésimo PSOE vasco –desde su perspectiva- o un EAJ-PNV tan ideológicamente alejado… en teoría, debe ser insufrible. O irritante la del votante de EA, para no citar al de Batasuna que sigue sin trasladar su opción, que dilapida su voto fuera de Guipúzcoa, sólo para dejar constancia de su existencia a efectos de mantener su porción en el reparto de poder institucional.
Ojalá que acertemos desde la pluralidad vasca en nuestro voto sutil y fértil, remediando el voto fútil que lanza la papeleta a la papelera o el voto mástil que sólo ofrece su mera contabilización.
Valor de una vida
Sabemos el precio de todo y el valor de nada.
Vivimos en un momento histórico tan mercantilizado que desde muy pequeños nos enseñan a cuantificar en dinero el importe de casi todo. Parece que todo se pudiese comprar, alquilar o vender. “El precio justo” no ha enseñado a tasar mercancías y servicios, pero los noticiarios nos informan y demuestran que, desgraciadamente, también se pueden adquirir con dinero valores, principios, órganos o personas.
Había una antigua estimación que aseguraba que el cuerpo humano, por las materias químicas que lo componen, apenas valía 98 centavos de dólar. Posteriormente, a la luz de la posibilidad de fusión de la materia para producir energía eléctrica, la empresa Du Pont afirmó que con la masa de un ser humano medio se podría producir más de 85.000 millones de dólares, en kilovatios-hora facturados a precio de mercado según la ecuación de Einstein E=mc2.
Lo cierto es que el valor de una vida humana ha sido muy variable, en función de factores tan arbitrarios como la época histórica, el continente, la nacionalidad, el sexo o la edad,… Hace apenas 60 años, en Europa los nazis convertían a un ser humano, proscrito por ser judío, gitano u homosexual, en productos de utilidad para el Reich: se comercializaba su grasa para elaborar jabón, sus huesos para fabricar fertilizantes, sus cabellos para la industria textil... Sólo el campo de Auschwitz entregó 60 toneladas de cabello a una fábrica de fieltro, que pagó por ellas 30.000 marcos.
La esclavitud fue abolida, pero pervive todavía hoy día, en nuestra misma civilizada sociedad la creciente trata de personas, impunemente por “razones macroeconómicas de globalización” que justifican el trabajo infantil o para la omnipresente explotación sexual. Y se han amplificado las migraciones impulsadas por el subdesarrollo y la miseria, enmascaradas por necesidades del mercado laboral o simples motivos de servidumbre doméstica. Éxodos desatados por intereses financieros y, al tiempo, combatidos con pretextos de delincuencia congénita; destierros masivos donde la vida de los afectados no vale casi nada.
Incluso los tribunales o las compañías de seguros establecen cuantías muy variables para compensar la muerte en accidente de dos personas similares, solamente por el hecho de que uno sea un ejecutivo y el otro un vagabundo, o porque uno sea un adulto y otro un anciano o un niño. No valen lo mismo un soldado norteamericano o uno iraquí, o dos civiles de ambos países, ni se toma la Humanidad el mismo cuidado en su educación y ni siquiera en su sepelio. Por no citar la aberración que representa la proliferación de los abortos provocados, aunque se respete y compadezca a quienes transigen con ello.
Todos creemos en el valor infinito de cada vida humana. Para muchos, las personas fuimos creadas a imagen y semejanza de Dios. Pero, ya sea porque existe un Ser Supremo o porque existen otros seres humanos, lo ineludible es que todos nos debemos al cuidado de nosotros mismos y de los demás. Los dos primeros artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos lo condensan admirablemente en dos frases dignas de ser aprendidas de memoria: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Ojalá que algún día se cumplan en toda su extensión tan excelsos deseos.
Vivimos en un momento histórico tan mercantilizado que desde muy pequeños nos enseñan a cuantificar en dinero el importe de casi todo. Parece que todo se pudiese comprar, alquilar o vender. “El precio justo” no ha enseñado a tasar mercancías y servicios, pero los noticiarios nos informan y demuestran que, desgraciadamente, también se pueden adquirir con dinero valores, principios, órganos o personas.
Había una antigua estimación que aseguraba que el cuerpo humano, por las materias químicas que lo componen, apenas valía 98 centavos de dólar. Posteriormente, a la luz de la posibilidad de fusión de la materia para producir energía eléctrica, la empresa Du Pont afirmó que con la masa de un ser humano medio se podría producir más de 85.000 millones de dólares, en kilovatios-hora facturados a precio de mercado según la ecuación de Einstein E=mc2.
Lo cierto es que el valor de una vida humana ha sido muy variable, en función de factores tan arbitrarios como la época histórica, el continente, la nacionalidad, el sexo o la edad,… Hace apenas 60 años, en Europa los nazis convertían a un ser humano, proscrito por ser judío, gitano u homosexual, en productos de utilidad para el Reich: se comercializaba su grasa para elaborar jabón, sus huesos para fabricar fertilizantes, sus cabellos para la industria textil... Sólo el campo de Auschwitz entregó 60 toneladas de cabello a una fábrica de fieltro, que pagó por ellas 30.000 marcos.
La esclavitud fue abolida, pero pervive todavía hoy día, en nuestra misma civilizada sociedad la creciente trata de personas, impunemente por “razones macroeconómicas de globalización” que justifican el trabajo infantil o para la omnipresente explotación sexual. Y se han amplificado las migraciones impulsadas por el subdesarrollo y la miseria, enmascaradas por necesidades del mercado laboral o simples motivos de servidumbre doméstica. Éxodos desatados por intereses financieros y, al tiempo, combatidos con pretextos de delincuencia congénita; destierros masivos donde la vida de los afectados no vale casi nada.
Incluso los tribunales o las compañías de seguros establecen cuantías muy variables para compensar la muerte en accidente de dos personas similares, solamente por el hecho de que uno sea un ejecutivo y el otro un vagabundo, o porque uno sea un adulto y otro un anciano o un niño. No valen lo mismo un soldado norteamericano o uno iraquí, o dos civiles de ambos países, ni se toma la Humanidad el mismo cuidado en su educación y ni siquiera en su sepelio. Por no citar la aberración que representa la proliferación de los abortos provocados, aunque se respete y compadezca a quienes transigen con ello.
Todos creemos en el valor infinito de cada vida humana. Para muchos, las personas fuimos creadas a imagen y semejanza de Dios. Pero, ya sea porque existe un Ser Supremo o porque existen otros seres humanos, lo ineludible es que todos nos debemos al cuidado de nosotros mismos y de los demás. Los dos primeros artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos lo condensan admirablemente en dos frases dignas de ser aprendidas de memoria: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Ojalá que algún día se cumplan en toda su extensión tan excelsos deseos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)