"El modo óptimo de decir es... hacer". |
Opinamos los electores... |
Gusto (vasco) por las minorías
Desde la complejidad de la personalidad vasca a la predicción del futuro político inmediato en Euskadi.
Una de las características vascas más peculiares en su preferencia por los subgrupos, por el sentido de pertenencia a una comunidad muy reducida y de rasgos identitarios bien definidos, especialmente en lo geográfico. En Euskadi casi nadie se siente sólo vasco, sino vasco de un territorio histórico concreto (Bizkaia, por ejemplo), y de un barrio de una población específica (como Indautxu en Bilbao), e incluso busca reductos aún más acotados, como el colegio donde estudió y de donde proviene su cuadrilla de amigos de siempre.
La rivalidad entre vecinos, propia de todo el mundo y que se manifestada notablemente en lo deportivo, es singularmente evidente entre los vascos. Quizá fue la orografía física del terreno la que marcó a través de la organización comunitaria esa idiosincrasia del pueblo euskeldun, sumamente defensiva de lo propio, con sus matices desde idiomáticos con la multiplicidad dialectal del euskera (de cada euskalki) hasta los modelos administrativos con sus ancestrales instituciones forales.
Claro está, todo esto resulta sumamente extraño a los foráneos, y muy especialmente desde el sentimiento generalizado de los españoles de la “una, grande (y libre)” o desde la “grandeur française” de la gran mayoría de los franceses. Lógicamente, la política vasca sigue esas pautas de aprecio de la minoría bien reducida y especificada. La fragmentación y complejidad del panorama partidista vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral Navarra e incluso en Iparralde, causan perplejidad a los observadores externos.
La historia política más reciente muestra señaladamente esta pluralidad partidista y de aprecio por las minorías, aunque siempre desde un liderato de un Lehendakari del Partido Nacionalista Vasco, firmemente en minoría mayoritaria. Sin remontarnos al puzzle de partidos del primer gobierno vasco presidido por José Antonio Agirre en 1936, desde la transición democrática la gobernabilidad vasca en la CAV ha estado permanentemente marcada por el aprecio hacia la suma de minorías. El Lehendakari Carlos Garaikoetxea pudo gobernar desde 1980 como si tuviese mayoría legislativa por la inasistencia institucional de Herri Batasuna. El Lehendakari José Antonio Ardanza hubo de pactar con el PSOE en 1987, incorporando socialistas al Gobierno vasco durante dos legislaturas y media hasta la salida electoralista del PSOE en verano de 1998. Finalmente, el Lehendakari Juan José Ibarretxe hubo de acortar su primera legislatura por la insuficiencia parlamentaria y sólo los extraordinarios resultados de la coalición PNV-EA en 2001, con la pérdida de electorado de Euskal Herritarrok por la ruptura de la tregua de ETA, permitió que algunos imaginasen un panorama de mayoría absoluta a partir del 17-A.
Las urnas reiteraron, una vez más, la insistente y variada pluralidad de la sociología vasca. Las leves oscilaciones se explican por el sumatorio de efectos: “Efecto Guggenheim” mayoritario de quienes defienden que el máximo autogobierno vasco ofrece mayor bienestar, aunque por el “efecto Adormidera” no se hayan movilizado los más tibios aletargados al no percibir en peligro la Lehendakaritza; “Efecto de Bipolarización” que si en 2001 benefició a los extremos PNV-PP ahora ha favorecido al PSOE-EHAK; “Efecto Carod-Rovira” que catapultó a ERC de 1 a 8 diputados por la demonización de Aznar y que aquí ha despertado la simpatía por el débil EHAK (o la aparentemente desahuciada Batasuna); y el “Efecto Vasos Comunicantes” entre los antinacionalistas vascos en función de quien gobierne en Madrid. No parecen haber rendido dividendos ni el “efecto ZP”, válido en otras latitudes, ni aún menos el “efecto Aldaketa” (si no sabe de qué va, ni se moleste en buscarlo) de los trásfugas que son fieles a su deseo de gobernar. Basta ver su actual pataleo por quedar apartados de la labor de cocina que está llevando a cabo el partido para el que pidieron el voto, el PSOE, que siempre actúa como “coche escoba” que recoge hasta a un Pablo Mosquera, fundador del PP en Álava y luego de la Unidad Alavesa ahora extinta.
A pesar de todos los “efectos electorales” actuantes, el electorado redescubre el 17-A el reparto habitual: Un 55 % de nacionalistas vascos al presente en EAJ-PNV, EHAK, EA y Aralar, un 5% de federalistas en EB (IU), totalizando un 60% que aprobó el “Nuevo Estatuto para Euskadi” y un 40% de constitucionalistas (22% de autonomistas partidarios de una reforma estatutaria limitada y un 17% anclado en el inmovilismo). La posición clave la ocupa la coalición PNV-EA, casados por D’Hont, que cuenta con el 38,3% del electorado (42% en 2001 y 36,6% de las autonómicas de 1998), siendo la lista más votada en los tres territorios históricos (en 1998 el PP fue la Alava y EH en Gipuzkoa), y con 463.873 votos casi igual a la suma (481.224) de los partidos segundo PSOE y tercero, PP.
Con todo esto, tras la acreditación de un tercio de parlamentarios el calendario sufre una chocante aceleración en lo referente a la constitución del Parlamento Vasco, prevista para el próximo 16 de mayo, en tanto se pospone la formación del nuevo Gobierno hasta mediados de junio para madurar a las opiniones públicas vasca y española de lo que se está pactando. ¿Datos? El País y la SER, generalmente bien informadas desde el PSOE de Madrid, apuntan a Idoia Zenarruzabeitia como relevo de Juan Mari Atutxa para presidir el Parlamento Vasco. Sería una buena elección de consenso para fraguar un acuerdo entre “casi” todos (no le pregunten a Madrazo), quedando una Mesa impecable en orden de representación (PNV-PSOE-PP-EHAK-EA), gobernando a una Cámara femenina una mujer de valía, pero dejando un sospechoso hueco en la Vicelehendakaritza… Pero para elucubrar sobre el futuro Gobierno ya tendremos algo más de tiempo, según se produzcan algunos acontecimientos, probablemente históricos, por parte de todos los agentes políticos vascos.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/minorias.htm
Una de las características vascas más peculiares en su preferencia por los subgrupos, por el sentido de pertenencia a una comunidad muy reducida y de rasgos identitarios bien definidos, especialmente en lo geográfico. En Euskadi casi nadie se siente sólo vasco, sino vasco de un territorio histórico concreto (Bizkaia, por ejemplo), y de un barrio de una población específica (como Indautxu en Bilbao), e incluso busca reductos aún más acotados, como el colegio donde estudió y de donde proviene su cuadrilla de amigos de siempre.
La rivalidad entre vecinos, propia de todo el mundo y que se manifestada notablemente en lo deportivo, es singularmente evidente entre los vascos. Quizá fue la orografía física del terreno la que marcó a través de la organización comunitaria esa idiosincrasia del pueblo euskeldun, sumamente defensiva de lo propio, con sus matices desde idiomáticos con la multiplicidad dialectal del euskera (de cada euskalki) hasta los modelos administrativos con sus ancestrales instituciones forales.
Claro está, todo esto resulta sumamente extraño a los foráneos, y muy especialmente desde el sentimiento generalizado de los españoles de la “una, grande (y libre)” o desde la “grandeur française” de la gran mayoría de los franceses. Lógicamente, la política vasca sigue esas pautas de aprecio de la minoría bien reducida y especificada. La fragmentación y complejidad del panorama partidista vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral Navarra e incluso en Iparralde, causan perplejidad a los observadores externos.
La historia política más reciente muestra señaladamente esta pluralidad partidista y de aprecio por las minorías, aunque siempre desde un liderato de un Lehendakari del Partido Nacionalista Vasco, firmemente en minoría mayoritaria. Sin remontarnos al puzzle de partidos del primer gobierno vasco presidido por José Antonio Agirre en 1936, desde la transición democrática la gobernabilidad vasca en la CAV ha estado permanentemente marcada por el aprecio hacia la suma de minorías. El Lehendakari Carlos Garaikoetxea pudo gobernar desde 1980 como si tuviese mayoría legislativa por la inasistencia institucional de Herri Batasuna. El Lehendakari José Antonio Ardanza hubo de pactar con el PSOE en 1987, incorporando socialistas al Gobierno vasco durante dos legislaturas y media hasta la salida electoralista del PSOE en verano de 1998. Finalmente, el Lehendakari Juan José Ibarretxe hubo de acortar su primera legislatura por la insuficiencia parlamentaria y sólo los extraordinarios resultados de la coalición PNV-EA en 2001, con la pérdida de electorado de Euskal Herritarrok por la ruptura de la tregua de ETA, permitió que algunos imaginasen un panorama de mayoría absoluta a partir del 17-A.
Las urnas reiteraron, una vez más, la insistente y variada pluralidad de la sociología vasca. Las leves oscilaciones se explican por el sumatorio de efectos: “Efecto Guggenheim” mayoritario de quienes defienden que el máximo autogobierno vasco ofrece mayor bienestar, aunque por el “efecto Adormidera” no se hayan movilizado los más tibios aletargados al no percibir en peligro la Lehendakaritza; “Efecto de Bipolarización” que si en 2001 benefició a los extremos PNV-PP ahora ha favorecido al PSOE-EHAK; “Efecto Carod-Rovira” que catapultó a ERC de 1 a 8 diputados por la demonización de Aznar y que aquí ha despertado la simpatía por el débil EHAK (o la aparentemente desahuciada Batasuna); y el “Efecto Vasos Comunicantes” entre los antinacionalistas vascos en función de quien gobierne en Madrid. No parecen haber rendido dividendos ni el “efecto ZP”, válido en otras latitudes, ni aún menos el “efecto Aldaketa” (si no sabe de qué va, ni se moleste en buscarlo) de los trásfugas que son fieles a su deseo de gobernar. Basta ver su actual pataleo por quedar apartados de la labor de cocina que está llevando a cabo el partido para el que pidieron el voto, el PSOE, que siempre actúa como “coche escoba” que recoge hasta a un Pablo Mosquera, fundador del PP en Álava y luego de la Unidad Alavesa ahora extinta.
A pesar de todos los “efectos electorales” actuantes, el electorado redescubre el 17-A el reparto habitual: Un 55 % de nacionalistas vascos al presente en EAJ-PNV, EHAK, EA y Aralar, un 5% de federalistas en EB (IU), totalizando un 60% que aprobó el “Nuevo Estatuto para Euskadi” y un 40% de constitucionalistas (22% de autonomistas partidarios de una reforma estatutaria limitada y un 17% anclado en el inmovilismo). La posición clave la ocupa la coalición PNV-EA, casados por D’Hont, que cuenta con el 38,3% del electorado (42% en 2001 y 36,6% de las autonómicas de 1998), siendo la lista más votada en los tres territorios históricos (en 1998 el PP fue la Alava y EH en Gipuzkoa), y con 463.873 votos casi igual a la suma (481.224) de los partidos segundo PSOE y tercero, PP.
Con todo esto, tras la acreditación de un tercio de parlamentarios el calendario sufre una chocante aceleración en lo referente a la constitución del Parlamento Vasco, prevista para el próximo 16 de mayo, en tanto se pospone la formación del nuevo Gobierno hasta mediados de junio para madurar a las opiniones públicas vasca y española de lo que se está pactando. ¿Datos? El País y la SER, generalmente bien informadas desde el PSOE de Madrid, apuntan a Idoia Zenarruzabeitia como relevo de Juan Mari Atutxa para presidir el Parlamento Vasco. Sería una buena elección de consenso para fraguar un acuerdo entre “casi” todos (no le pregunten a Madrazo), quedando una Mesa impecable en orden de representación (PNV-PSOE-PP-EHAK-EA), gobernando a una Cámara femenina una mujer de valía, pero dejando un sospechoso hueco en la Vicelehendakaritza… Pero para elucubrar sobre el futuro Gobierno ya tendremos algo más de tiempo, según se produzcan algunos acontecimientos, probablemente históricos, por parte de todos los agentes políticos vascos.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/minorias.htm
Crimen imperfecto
Lo disfrazaste como un accidente, pero has sido descubierto. No te ocultes más: estás acusado. Reconoce tu fechoría: admite tu culpabilidad.
El criminal, amigo lector,… eres tú. Recuerda cómo fue el delito, aunque hayas escapado de la justicia, por el momento. Ha de reconocerse que tenías una buena coartada: estabas lejos (en el otro hemisferio) y no conocías personalmente a quien mataste. Pero tenías un móvil: te convenía su muerte, por puro afán materialista de un mísero dinero adicional en el bolsillo.
Ni siquiera fue una víctima aislada, ni mucho menos. En total, gente normal como tú y como yo, aniquilamos cada día a más de 100.000 personas. Incluso sacrificamos a un niño menor de 10 años cada siete segundos. Nuestra arma homicida no deja rastro, ni huellas: es el hambre y la sed. Somos responsables desde el momento en que aceptamos un orden económico planetario no sólo injusto, sino asesino. El subdesarrollo y la desnutrición no son inevitables males estructurales, sino el efecto horrendo de la explotación colonial de algunos continentes y de la insolidaridad histórica entre pueblos. ¡Cuántas guerras desaparecerían si se emprendiese el primer movimiento de liberación de la humanidad: La lucha contra el hambre!
Pasemos de malhechores a bienhechores. Hay muchas cosas que podemos hacer. Dos decisivas acciones urgentes son insustituibles:
1ª Colaborar activamente con iniciativas que luchan contra el hambre mundial, como las ONG (tipo Acción Contra el Hambre).
2ª Exigir a nuestra clase política la máxima implicación de nuestra sociedad en operaciones institucionales como el Programa de Erradicación Mundial del Hambre de la ONU.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/hambre.htm
El criminal, amigo lector,… eres tú. Recuerda cómo fue el delito, aunque hayas escapado de la justicia, por el momento. Ha de reconocerse que tenías una buena coartada: estabas lejos (en el otro hemisferio) y no conocías personalmente a quien mataste. Pero tenías un móvil: te convenía su muerte, por puro afán materialista de un mísero dinero adicional en el bolsillo.
Ni siquiera fue una víctima aislada, ni mucho menos. En total, gente normal como tú y como yo, aniquilamos cada día a más de 100.000 personas. Incluso sacrificamos a un niño menor de 10 años cada siete segundos. Nuestra arma homicida no deja rastro, ni huellas: es el hambre y la sed. Somos responsables desde el momento en que aceptamos un orden económico planetario no sólo injusto, sino asesino. El subdesarrollo y la desnutrición no son inevitables males estructurales, sino el efecto horrendo de la explotación colonial de algunos continentes y de la insolidaridad histórica entre pueblos. ¡Cuántas guerras desaparecerían si se emprendiese el primer movimiento de liberación de la humanidad: La lucha contra el hambre!
Pasemos de malhechores a bienhechores. Hay muchas cosas que podemos hacer. Dos decisivas acciones urgentes son insustituibles:
1ª Colaborar activamente con iniciativas que luchan contra el hambre mundial, como las ONG (tipo Acción Contra el Hambre).
2ª Exigir a nuestra clase política la máxima implicación de nuestra sociedad en operaciones institucionales como el Programa de Erradicación Mundial del Hambre de la ONU.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/hambre.htm
Errores detectados y subsanados
"La persona madura no es la que reconoce sus errores, sino la que los corrige.". |
Opino... |
Personas en luengas colas
Las filas de inmigrantes ante los centros de la Seguridad Social son un penoso panorama de nuestro tiempo. El respeto y la consideración que todos merecemos, nos obliga a ser especialmente cuidadosos con los más desamparados.
Ayer mismo por la tarde,
en una desapacible jornada lluviosa,
viendo la interminable y ordenada cola,
donde se apiñaban los inmigrantes
para regularizar su situación,
con niños de corta edad
en brazos de sus madres,
pensé que ante nuestros ojos
estaba el Tercer Mundo más notorio,…
Pero no lo representaban ellos, ¡sino nosotros!,
que aún no hemos sido capaces
de idear un sistema justo, educado y lógico
para tratar a cualquier persona
con la dignidad inherente y propia
de los seres humanos todos.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/colas.htm
Ayer mismo por la tarde,
en una desapacible jornada lluviosa,
viendo la interminable y ordenada cola,
donde se apiñaban los inmigrantes
para regularizar su situación,
con niños de corta edad
en brazos de sus madres,
pensé que ante nuestros ojos
estaba el Tercer Mundo más notorio,…
Pero no lo representaban ellos, ¡sino nosotros!,
que aún no hemos sido capaces
de idear un sistema justo, educado y lógico
para tratar a cualquier persona
con la dignidad inherente y propia
de los seres humanos todos.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/colas.htm
Aligerando la carne y el espíritu
Seguir una dieta de adelgazamiento implica muchos más aspectos que los meramente externos.
Este mes de mayo he iniciado un proceso de aligeramiento, no sólo del peso físico que ralentiza mis movimientos, sino de otros lastres más anímicos y vitales. La eliminación de los ‘michelines’ no significarían nada si no es acompañada de una catarsis mental, más profunda y que da significado al esfuerzo reductor de cargas.
Mi proyecto físico trata de reducir el peso corporal desde 101 a 89 kilos, equivalentes a dejar de transportar permanentemente una caja de leche con 12 tetrabriks. Doce kilos menos representa un alivio gravitatorio importante, pero la sensación de pesadez proviene más del sedentarismo espiritual y de la molicie intelectual. Ellas son las causas profundas que originan la percepción de pesadez y la consiguiente displicencia, que a su vez provocan la obesidad.
Adelgazar sólo es posible desde un cambio profundo de actitud, que rompa la espiral viciosa de no moverse por pesar mucho y fatigarse cada vez más hasta la inercia suprema. Una dieta de reducción, además de reglar la alimentación y el ejercicio físico, debe incorporar medidas psíquicas para asegurar el éxito final.
Aligerarse significa mucho más que una mera cuestión estética: es una cuestión ética, de purga integral, bajo el criterio general de desprenderse de lo superfluo. La dimensión orgánica carece de efecto si no se antecede y acompaña desde la perspectiva organizativa. ¿Para qué valdría el descenso somático de 12 kilos sin remover las causas últimas del sobrepeso?
Así que la dieta ha de ser completa y radical: Cada día perderemos algunos gramos corporales, pero sólo si se produce simultáneamente una limpieza de nuestro entorno existencial. Al salir a caminar, pasemos previamente por el contenedor de basura donde depositaremos esos papeles sobrantes que se acumulan en nuestra mesa, estanterías o armarios. Limpiemos nuestro cuarto de trabajo de restos que acumulamos por simple pereza, y que terminan ahogándonos. Cada kilo de grasa que perdamos deberá estar precedido por el abandono de 20, 50 ó 100 kilos de objetos agobiantes que ya han cumplido su misión con nosotros, y que quizá pueden ser útiles para otros.
Viejos trastos, libros marchitos, bártulos desusados, cosas que nos encadenan… mejor regalarlos a quien puedan servir. Después de haber colmado opulentamente nuestro esqueleto y nuestra casa, sólo nos queda desembarazarnos de los pesos muertos. Adoptemos actitudes dinámicas, hábitos incansables y decisiones emprendedoras. Así comprendemos con plenitud que la riqueza máxima reside en los espacios libres, donde la elegancia del vacío nos permite movernos con la agilidad, dinamismo y frugalidad propios de los mejores seres vivos, que sin duda son los más etéreos.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/de100a90/espiritu.htm
Proceso de adelgazamiento: http://www.getxoweb.com/adelgazando
Este mes de mayo he iniciado un proceso de aligeramiento, no sólo del peso físico que ralentiza mis movimientos, sino de otros lastres más anímicos y vitales. La eliminación de los ‘michelines’ no significarían nada si no es acompañada de una catarsis mental, más profunda y que da significado al esfuerzo reductor de cargas.
Mi proyecto físico trata de reducir el peso corporal desde 101 a 89 kilos, equivalentes a dejar de transportar permanentemente una caja de leche con 12 tetrabriks. Doce kilos menos representa un alivio gravitatorio importante, pero la sensación de pesadez proviene más del sedentarismo espiritual y de la molicie intelectual. Ellas son las causas profundas que originan la percepción de pesadez y la consiguiente displicencia, que a su vez provocan la obesidad.
Adelgazar sólo es posible desde un cambio profundo de actitud, que rompa la espiral viciosa de no moverse por pesar mucho y fatigarse cada vez más hasta la inercia suprema. Una dieta de reducción, además de reglar la alimentación y el ejercicio físico, debe incorporar medidas psíquicas para asegurar el éxito final.
Aligerarse significa mucho más que una mera cuestión estética: es una cuestión ética, de purga integral, bajo el criterio general de desprenderse de lo superfluo. La dimensión orgánica carece de efecto si no se antecede y acompaña desde la perspectiva organizativa. ¿Para qué valdría el descenso somático de 12 kilos sin remover las causas últimas del sobrepeso?
Así que la dieta ha de ser completa y radical: Cada día perderemos algunos gramos corporales, pero sólo si se produce simultáneamente una limpieza de nuestro entorno existencial. Al salir a caminar, pasemos previamente por el contenedor de basura donde depositaremos esos papeles sobrantes que se acumulan en nuestra mesa, estanterías o armarios. Limpiemos nuestro cuarto de trabajo de restos que acumulamos por simple pereza, y que terminan ahogándonos. Cada kilo de grasa que perdamos deberá estar precedido por el abandono de 20, 50 ó 100 kilos de objetos agobiantes que ya han cumplido su misión con nosotros, y que quizá pueden ser útiles para otros.
Viejos trastos, libros marchitos, bártulos desusados, cosas que nos encadenan… mejor regalarlos a quien puedan servir. Después de haber colmado opulentamente nuestro esqueleto y nuestra casa, sólo nos queda desembarazarnos de los pesos muertos. Adoptemos actitudes dinámicas, hábitos incansables y decisiones emprendedoras. Así comprendemos con plenitud que la riqueza máxima reside en los espacios libres, donde la elegancia del vacío nos permite movernos con la agilidad, dinamismo y frugalidad propios de los mejores seres vivos, que sin duda son los más etéreos.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/de100a90/espiritu.htm
Proceso de adelgazamiento: http://www.getxoweb.com/adelgazando
Métodos caseros para adelgazar
Primeros cinco métodos seguidos, de invención propia por lo que sería aconsejable recibir ideas mejoradas al respecto.
1º Sistema del PESO: Este régimen es despiadadamente eficaz, sin fallo alguno, pero médicamente poco aconsejable, por lo que lo ha de seguirse únicamente para perder el primer kilo. Se trata de poner una báscula fiable a la puerta de la cocina. Para entrar a comer, es preciso que nuestro peso haya bajado; en caso contrario, media vuelta y a caminar. Sólo se puede beber toda el agua que se quiera. Así he conseguido bajar de 101 kilogramos a 100, y sólo han sido necesarios dos días, en los que únicamente he debido retrasar las dos comidas y una cena. Con este método se demuestra que existe verdadera voluntad de adelgazar, aceptando el sacrificio que supone, pero sólo es aplicable al primer kilo de reducción.
2º Sistema del CEPILLO DE DIENTES: Adicionalmente aplicamos un antiguo sistema que, además de higiénico, resultó apropiado en anteriores ocasiones de hace años. Se basa en la sana costumbre de limpiarse inmediatamente los dientes tras cada ingesta, por pequeña que sea. Tras la limpieza dental no se puede comer nada en un mínimo de 6 seis horas. Así, desde el desayuno hacia las 7:00, hay que esperar hasta las 13:00 para comer algo. Luego si se ha acabado la sobremesa hacia las dos del mediodía, sólo cabe una cena ligera a partir de las 20:00 horas. Este procedimiento elimina comer o picar entre horas y sólo permite tres tomas al día.
3º Sistema del AGUA o LECHE: Quedan suprimidas todas las bebidas alcohólicas, los cafés y los refrescos, pudiéndose beber solamente agua sin gas, así como un tazón de leche con la mitad de cacao para desayunar.
4º Sistema de COMER EN CASA: Se evitan al máximo las comidas y cenas fuera de casa, donde es más difícil mantener las normas establecidas. Se prohíben absolutamente toda clase de pinchos y banderillas entre horas, así como acudir a ninguna cafetería, excepto en caso obligado por las compañías para beber agua fría sin gas.
5º Sistema del EJERCICIO ACTIVADO: Se elimina el ascensor en todos los casos, tanto para subir como para bajar escaleras, y se dedica una hora diaria de paseo, de camino o regreso del trabajo (bajando una parada de metro antes) o por la tarde-noche con la familia. Se sugieren complementariamente algunos ejercicios matutinos, como colgarse en una barra para comprobar el peso propio (por cierto, me ha resultado imposible mantenerme más de 15 segundos en estas primeras jornadas, ya veremos los progresos…).
Con el primer método (ya abandonado) reduje un kilo, y con las cuatro siguientes fórmulas otro kilo en sólo cuatro días, hasta mi peso actual de 99 kilogramos. Incluyo una foto de mi escueto desayuno con leche entera y algunos copos dietéticos, que –con vuestro permiso- me he levantado a las cinco de la madrugada para comer porque –sinceramente- hoy me he despertado con un poco de hambre.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/de100a90/metodos.htm
1º Sistema del PESO: Este régimen es despiadadamente eficaz, sin fallo alguno, pero médicamente poco aconsejable, por lo que lo ha de seguirse únicamente para perder el primer kilo. Se trata de poner una báscula fiable a la puerta de la cocina. Para entrar a comer, es preciso que nuestro peso haya bajado; en caso contrario, media vuelta y a caminar. Sólo se puede beber toda el agua que se quiera. Así he conseguido bajar de 101 kilogramos a 100, y sólo han sido necesarios dos días, en los que únicamente he debido retrasar las dos comidas y una cena. Con este método se demuestra que existe verdadera voluntad de adelgazar, aceptando el sacrificio que supone, pero sólo es aplicable al primer kilo de reducción.
2º Sistema del CEPILLO DE DIENTES: Adicionalmente aplicamos un antiguo sistema que, además de higiénico, resultó apropiado en anteriores ocasiones de hace años. Se basa en la sana costumbre de limpiarse inmediatamente los dientes tras cada ingesta, por pequeña que sea. Tras la limpieza dental no se puede comer nada en un mínimo de 6 seis horas. Así, desde el desayuno hacia las 7:00, hay que esperar hasta las 13:00 para comer algo. Luego si se ha acabado la sobremesa hacia las dos del mediodía, sólo cabe una cena ligera a partir de las 20:00 horas. Este procedimiento elimina comer o picar entre horas y sólo permite tres tomas al día.
3º Sistema del AGUA o LECHE: Quedan suprimidas todas las bebidas alcohólicas, los cafés y los refrescos, pudiéndose beber solamente agua sin gas, así como un tazón de leche con la mitad de cacao para desayunar.
4º Sistema de COMER EN CASA: Se evitan al máximo las comidas y cenas fuera de casa, donde es más difícil mantener las normas establecidas. Se prohíben absolutamente toda clase de pinchos y banderillas entre horas, así como acudir a ninguna cafetería, excepto en caso obligado por las compañías para beber agua fría sin gas.
5º Sistema del EJERCICIO ACTIVADO: Se elimina el ascensor en todos los casos, tanto para subir como para bajar escaleras, y se dedica una hora diaria de paseo, de camino o regreso del trabajo (bajando una parada de metro antes) o por la tarde-noche con la familia. Se sugieren complementariamente algunos ejercicios matutinos, como colgarse en una barra para comprobar el peso propio (por cierto, me ha resultado imposible mantenerme más de 15 segundos en estas primeras jornadas, ya veremos los progresos…).
Con el primer método (ya abandonado) reduje un kilo, y con las cuatro siguientes fórmulas otro kilo en sólo cuatro días, hasta mi peso actual de 99 kilogramos. Incluyo una foto de mi escueto desayuno con leche entera y algunos copos dietéticos, que –con vuestro permiso- me he levantado a las cinco de la madrugada para comer porque –sinceramente- hoy me he despertado con un poco de hambre.
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/de100a90/metodos.htm
Estado radial
Tendrá relación con el colapso circulatorio el diseño radial de las autopistas del Estado?
En las señaladas semanas vacacionales, y prácticamente en cualquier fecha, viajar por España significa siempre un problema concreto: Atravesar Madrid. Descartado el tren, dado que RENFE parte del mismo diseño centralizado que sólo sirve para viajar desde o hacia la capital del Reino, todas las carreteras principales pasan por Madrid.
Por ejemplo, para trasladarse en coche de Euskadi a Murcia, la geometría apolítica señalaría un camino atravesando Logroño, Soria, Calatayud, Teruel y Almansa. En su lugar, la historia ha trazado un triángulo que necesariamente pasa por Madrid; lo único que cambia es la circunvalación, M-30, M-40, M-45,… Otras rutas rectilíneas son igualmente inviables: Conducir por autopista por la cornisa cantábrica sólo es posible entre Behobia y Santander; para ir hacia A Coruña, primero se ha de pasar por Tordesillas (Valladolid), a pocos kilómetros de Madrid.
PP y PSOE coinciden en su responsabilidad alternante de seguir optando exclusivamente por un modelo centralista del Estado, cuya mejor constatación es el actual mapa de carreteras. ¿Podría el nuevo talante del Sr. Rodríguez Zapatero completar el esquema radial (¿o racial?) con una red de autovías y ferrocarriles más poligonal? Francamente, tanto centralismo perjudica a todos… ¡incluso a los madrileños!
Artículo ilustrado: mikel.agirregabiria.net/2005/radial.htm
En las señaladas semanas vacacionales, y prácticamente en cualquier fecha, viajar por España significa siempre un problema concreto: Atravesar Madrid. Descartado el tren, dado que RENFE parte del mismo diseño centralizado que sólo sirve para viajar desde o hacia la capital del Reino, todas las carreteras principales pasan por Madrid.
Por ejemplo, para trasladarse en coche de Euskadi a Murcia, la geometría apolítica señalaría un camino atravesando Logroño, Soria, Calatayud, Teruel y Almansa. En su lugar, la historia ha trazado un triángulo que necesariamente pasa por Madrid; lo único que cambia es la circunvalación, M-30, M-40, M-45,… Otras rutas rectilíneas son igualmente inviables: Conducir por autopista por la cornisa cantábrica sólo es posible entre Behobia y Santander; para ir hacia A Coruña, primero se ha de pasar por Tordesillas (Valladolid), a pocos kilómetros de Madrid.
PP y PSOE coinciden en su responsabilidad alternante de seguir optando exclusivamente por un modelo centralista del Estado, cuya mejor constatación es el actual mapa de carreteras. ¿Podría el nuevo talante del Sr. Rodríguez Zapatero completar el esquema radial (¿o racial?) con una red de autovías y ferrocarriles más poligonal? Francamente, tanto centralismo perjudica a todos… ¡incluso a los madrileños!
Artículo ilustrado: mikel.agirregabiria.net/2005/radial.htm
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