
Getxo: Ciudad de la Convivencia
Por otra parte, Getxo es un modelo cívico y ciudadano de “calidad de vida”, aunque con necesidades sociales nunca suficientemente atendidas. La identidad de los diferenciados barrios, Algorta, Las Arenas, Andra Mari, Romo o Neguri, ha permitido mantener una cohesión social, de relación y conocimiento mutuo, al menos, entre sus residentes menos recientes. Generalmente, y en cada zona, ha sido fácil conservar los amplios círculos de conocidos y vecinos que acaban encontrándose periódicamente en lugares comunes con ocasión de las frecuentes fiestas locales (casi por parroquias), festivales, ferias,… También es una realidad palpable las cuadrillas de amigos, con pluralidad y coexistencia de opiniones políticas diversas, donde el debate e incluso la abierta polémica partidista es uno de los temas recurrentes de conversación. Todo dentro de los cauces democráticos y pacíficos, en la inmensa mayoría de los casos. Pero en nuestro entorno local, al igual que en Euskadi, pervive desgraciadamente aún una violencia de persecución por la opción política, que coacciona especialmente a los ediles populares y socialistas, y a sus militantes. El reelegido alcalde Iñaki Zarraoa ha puesto de manifiesto en su toma de posesión “esta falta de libertad de infinita gravedad”, expresando su solidaridad y asegurando que su prioridad en los próximos cuatro años será la de “realizar un esfuerzo por la convivencia”, como ya adelantó en su campaña electoral.
Getxo, el municipio del que nos sentimos orgullosos todos los aquí nacidos y los que lo elegimos como hogar, debe encabezar una campaña por la paz y la convivencia cívica, para toda su ciudadanía, por encima de las legítimas opciones políticas. Sería oportuno analizar y planificar una batería de acciones, que transversalmente incidiesen en los valores éticos de la tolerancia y del diálogo, en todas las actuaciones municipales y sociales. Gexto debe llenarse de Puntos de Encuentro, Elkarguneak, Meeting Points,… para la Paz. Lugares y oportunidades en las que comprobemos que lo que nos une a todos los getxoztarrak es mucho más que lo que nos diferencia. Los adversarios políticos no son sino ciudadanos que se ayudan mutuamente a descubrir cómo cohabitar mejor, sirviendo con mayor calidad a la sociedad de la que todos formamos parte. Los barrios, las plazas y el consistorio deben ser, y ya lo son en una medida siempre mejorable, lugares cálidos de relaciones personales afables, que ordenada y democráticamente busquen el entendimiento y la solución mejor a los problemas reales, dado que la vida es muy corta para desaprovecharla en disputas.
Como una de las primeras iniciativas, los grupos políticos podrían negociar y liderar un plan de “Getxo por la Convivencia”, que proponga la creación en el municipio de un "Observatorio para la Paz", con su correspondiente escuela de “Educación para la Tolerancia”. Incluiría erigir un emblemático “Monumento por las libertades y los derechos humanos, en memoria de todas las víctimas”, mirando al mar para complementar nuestro mundialmente reconocido “Puente Colgante”. Esta escultura podría señalar el inicio de una “Vereda de la Convivencia”, que avanzase entre Areeta, Neguri y Algorta. Para urbanizar la paz y construir un rompeolas contra la violencia, podemos inspirarnos en el precursor ingeniero Evaristo Churruca, que tras estudiar detenidamente los vientos, mareas, corrientes y aluviones prolongó el dique de hierro para lograr conjurar el peligro histórico de las inundaciones y formar un cauce profundo y navegable. La obra que históricamente ahora nos corresponde cimentar será como nuestro Muelle de Churruca, que apenas denota el esfuerzo constructivo necesario ya que queda mayoritariamente sumergido, pero que añade a la belleza de un paisaje natural la contribución de una ingeniería humanista, minimalista, respetuosa e integradora.
Gernika-Lumo, denominada la “Ciudad de la Paz” ya cuenta con su monumento, el "Gure Aitaren Etxea" del escultor Eduardo Chillida, orientado hacia el Árbol, símbolo de la tradición y el “Museo Gernika-Museo de la Paz”. En Getxo todos esperamos impacientes constituirnos como la “Ciudad de la Convivencia" creando nuevos “espacios de tolerancia”, porque la utopía existe. Y los “areneros” sabemos bien que ¡debajo de nuestros adoquines, está la playa realmente!
Ilusiones horizontales
La "Ilusión de la Luna" o técnicamente la "Hipótesis de Distancia Aparente" se manifiesta cuando se ve una Luna "inflada" al observarla sobre el horizonte. También es aplicable al Sol, grandioso en su albor o en su ocaso. Podría pensarse que es un efecto óptico producto de la difracción producida por la más densa capa atmosférica superficial, pero se trata de un efecto psicológico de percepción. Nuestro procesador de visión tiende a "asociar" la distancia hasta los objetos observados con algunos patrones reconocibles. Este mecanismo mental nos ayuda a percibir en perspectiva, pero produce secuelas ficticias. El cerebro usa “claves de profundidad” conocidas, como la copa de los árboles, la cima de los cerros,… para "completar" información sobre el alejamiento de cada elemento en el plano de visión. Mientras más de estas "ayudas" aparezcan, se perciben crecidamente "magnificados" los objetos que están detrás de estas "referencias". Una prueba irrefutable para corroborar esta tesis consiste en mirar la Luna sobre el horizonte cubriendo todas las concomitancias terrestres, lo que se logra a través de un elemental "catalejo" construido con un periódico enrollado. Entonces se percibirá que el satélite mágicamente se "achica", en comparación con su imagen al natural. En política, esto sucede con el terrorismo: Esta luna, representación lorquiana y vasca (hil-argia) de la muerte, al estar allende de los más elementales derechos humanos se hipertrofia en nuestro enfoque, engañándonos sobre su dimensión y cubriendo de desolada desesperación todo el cuadro.
El “Efecto horizonte” se definió en Cibernética como la limitación de los análisis de fuerza bruta de los ordenadores dedicados al ajedrez, que calculaban todas las posiciones hasta un límite, sin poder ver más allá, lo que les llevaba a cometer graves errores. Por ejemplo, desestimaban una jugada aparentemente perdedora porque no computaban que tras un movimiento adicional ganaban con jaque mate. Los programas más modernos, como Deep Junior que ha empatado con Kasparov, han superado este síndrome de la inteligencia artificial y son capaces de optar por variantes arriesgadas, aunque no puedan previsualizar la posición final ganadora. La política sufre en grandes dosis el “efecto horizonte”. Se actúa con una perspectiva máxima de la próxima convocatoria electoral: Pocos políticos piensan en un futuro a medio o largo plazo. ¿Quiénes nos proyectan su visión hasta el 2010 o el 2025? Debemos distinguir a los partidos proactivos y prospectivos, que presentan planes, de los partidos que actúan por reflejos, por reacciones, por electoralismo cortoplacista. La profundidad y el rigor de los análisis determinan el índice de acierto de las actuaciones adoptadas cotidianamente.
La política debe prescindir de las orejeras de los burros, que sólo conducen a parcos destinos partidistas, y comenzar a utilizar optimistas telescopios de clarividente perspicacia, prismáticos entusiastas de realidad ciudadana y gafas fraternas de solidaria humanidad. Nos conviene una Política con menos ilusionismo de corto horizonte, y con más altura de miras, más proyección, más planificación y más hondura pacifista y ética.
La gran aventura irreversible
Es cierto que los solteros, en forma de parejas, compañeros, amigos o novios perpetuos, pueden visitar los cinco continentes haciendo turismo hasta agotar el planisferio. Pero si se es verdaderamente audaz, no existe aventura más trepidante que sea comparable a la de la paternidad o la maternidad. Ser padre o madre significa sumergirse en las fosas de las Marianas y ascender al Everest cada día; recorrer la muralla china de obstáculos cada semana; sortear los rápidos del cañón del Colorado en un slalom para llegar a fin mes; experimentar el frío de los polos y el calor del desierto cada año; volar en globo pinchado con los niños chillando, y circunnavegar los cinco océanos en chalupa a remo para pareja con vástagos dando la vuelta al mundo en ochenta… mil plazos. Se aprenden extraños idiomas y se conocen culturas y costumbres exóticas: las de los hijos, amigos y novias adolescentes… Se degustan (e incluso se cocinan) insólitas comidas y se embriaga uno con olores inimaginables (e inolvidables desgraciadamente). Se obtiene un voluminoso álbum de fotografías con el que atormentar a los conocidos. Se viven experiencias imperecederas, en circunstancias imprevistas, que ponen a prueba la capacidad de resistencia y la imaginación creativa. Y todo para sobrevivir a través de los hijos, cumplir un año más con ellos, llegar a conocer a los nietos, con los que sí se debe disfrutar de un modo decididamente ventajoso, y pasar a mejor vida, momento en el que, ¡por fin!, se conocerá lo que son las vacaciones.
Si además los padres o madres son profesores, que es una forma light de paternidad (¡o hard si se trata de la ESO durante 20, 30 o 40 años!), podrán optar al libro Guinness en la inexistente sección de anónimos héroes desconocidos. Pero siempre nos quedarán los hijos, los nietos, los alumnos… a quienes contarles nuestros ideales y nuestros sueños.
Manzanas podridas
Lo pésimo es que no se haya descubierto nunca ni una sola trama de complicidad entre la construcción y la política por estos ministros “pili y mili” de Justicia e Interior, que se dedican exclusivamente a ver si Atutxa cambia el tapizado de algunos electos, y también que algunos partidos todavía estimulen, acojan, paseen y exhiban a traidores, tránsfugas o arrepentidos políticos. Rectificar es legítimo, y de sabios… equivocados, pero por un mínimo de ética sería preferible no destacar como paladines del acierto a quienes ya han aceptado que erraron, una, dos, tres veces,... Pero, como dice la canción, “Lo malo no es que tú me mientas, lo malo es yo que te creo”.
Como en el célebre chiste del cazador del “me vengo”, resulta muy preocupante que podamos preguntar cada vez más frecuentemente a determinados políticos lo mismo que los osos amorosos: "Admítelo Frank, tú no vienes aquí a cazar, ¿no?...."
Cuestión de tiempo
Traidores y llevadores
Cada corrompido tiene su corruptor. Resultan más sospechosos los poderosos intereses en el Urbanismo de una Comunidad de cinco millones de habitantes, que los escuálidos conciertos en Educación aducidos por el renegado. Roma no pagaba felones, pero otros sí los compran. “La traición gusta, pero el traidor nunca” dijo Julio César mucho antes de las postreras palabras cuando moría: “¿Tú también, Brutus?
El PSOE de ¡Viva Zapata, digo Zapatero! debe revisar su política de pactos con generosidad constitucional, no con la izquierda de IU, sino con la derecha del PP. Recuerden que Séneca advirtió al finado Julio César “cuídate de los Idus de Marzo", o nos encontraremos con “Alberto el Gallardo” de Alcalde y Presidente de Madrid, y del Gobierno de las Españas y de los Países Vascos.
Euskadi es gratis
Han abierto la sima de separación entre las mayorías sociales de Euskadi y España sólo para arañarse mutuamente unos votos. Han enconado un inexistente (según ellos) “problema vasco” hasta el punto que ya no encuentran la marcha atrás: El independentismo vasco se lo agradecerá algún día, pero alguna ruta más civilizada de construir conjuntamente el futuro deseado por españoles y vascos, con diálogo mantenido y soluciones negociadas con las instituciones vascas, hubiese sido más satisfactorio para todos los demócratas, de aquí y de allá.
El censurado y denostado “Plan Ibarretxe” propone un camino de avance, ni soberanista (jamás una mentira de tal calibre se ha vendido tanto) ni autonomista, que hubiera debido ser debidamente analizado y probablemente enmendado, pero que el PP-PSOE pretende arrasar con los imperantes “vientos de guerra”. IU y otros grupos políticos menores, además de los nacionalistas, serán decisivos en la búsqueda de la racionalidad, que debería comenzar por la recuperación de un poder judicial independiente, mientras seguimos esperando a un Godoy-PSOE liberado de sus propios demonios, y (¿por qué no?) a un PP menos escorado hacia la ultraderecha.
La paz llegará, y la iniciativa política para la Convivencia del Lehendakari será rescatada como primer borrador-propuesta de ulteriores acuerdos con la probada y decidida voluntad de la mayoría ciudadana vasca pacífica, y con el apoyo de esa existente minoría (y ¡ojalá creciente!) de demócratas españoles escarnecidos y cabales.
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