Una cuestión de bolas es el golf: Darle a la esfera pequeña sin tocar la grande

"Está comprobado que en las empresas, los trabajadores juegan al futbol; los mandos intermedios prefieren el tenis o el padel, y los directivos se apuntan al golf. Dicen que cuanto mas arriba están, más pequeñas tienen las pelotas."
Dicen por ahí...

Días de Parlamentos

Estos últimos días desde el pasado lunes 30 de julio han sido, ciertamente, jornadas parlamentarias. Personalmente cada vez me interesan más las Juntas Generales de Bizkaia, en Gernika, y el Parlamento Vasco, que otras instancias más alejadas, donde mi representatividad queda demasiado diluida. Junto al Roble Sagrado, donde siempre creo escuchar el “Gernikako Arbola” de Iparragirre, José Luis Bilbao presentó su programa para el decisivo y próximo período. El nuevo Diputado General afirmó que “lo que no tenga rentabilidad social deberá esperar para cuando la coyuntura mejore”, al tiempo que defendió la “Propuesta para la Convivencia” por tratarse de “la mejor propuesta, la verdadera, la que busca la paz para todos” presentada por el Lehendakari Ibarretxe, al que comparó con el admirable presidente brasileño Lula da Silva.

Mientras tanto, en Eusko Legebiltzarra de Vitoria-Gasteiz, Juan María Atutxa y la Mesa del Parlamento Vasco proseguían su denodada defensa, no de un partido político, sino de la soberanía de la Cámara Vasca, elegida democrática y libremente desde Euskadi, y que sufre una furiosa e inaceptable intromisión en su autonomía como poder independiente, desde un Tribunal Supremo supeditado al PP gobernante en el Ejecutivo del Estado, mediante subterfugios que sólo pretenden desviar la atención de la opinión pública.

En las Cortes de Madrid, Aznar, a quien no se puede negar su contumacia, repetía machaconamente la vieja cantinela adaptada a los “tiempos modernos”: “¡Váyase, Sr. Zapatero!”. El careto del ¿líder? de la oposición, Rodríguez Zapatero, parecía presagiar que abandonará la política antes de las anunciadas ausencias de Pujol, Arzalluz y Aznar. Francamente, si frente a un personaje chaplinesco y en un curso como éste no puede lograr mejores resultados, que venga Marín y le sustituya. El Berlusconi español le atizó de lo lindo con el “libro gordo” de los infinitos pactos mutuos suscritos, y de tanto sucursalismo como reina en ambos partidos llegó a acusarle de gestionar mal la filial del PP llamada PSOE, en Navarra y otras localidades, hasta que uno y otro se dieron cuenta que se estaban descubriendo (en sus ansias de bipartidismo) y que les habíamos calado. Francamente, de Aznar ya sólo nos interesa su dedo ungidor, para que nos desvele su ejemplar preferido del delfinario que cultiva para ejercer de nuevo patrón popular, aunque el PP de tanto hacer “oposición a la oposición” quizá pase a ser directamente “oposición”. Iñaki Anasagasti lo hizo excelentemente, como reconoce desde su legítima discrepancia ideológica Eduardo Haro Tecglen en EL PAÍS, con la mejor intervención parlamentaria en las formas, y demostrando que algunos quieren que no sea fábula el cuento en el que ni siquiera se podía decirle al Rey que iba desnudo.

Por último, en la Asamblea de Madrid han acabado con las frágiles urnas de cristal a… ladrillazos. Recomponer la limpieza democrática no será tarea fácil, porque sólo quedan añicos de la credibilidad en unos y otros, que cada día parecen más cimentados en arcilla opaca y resbaladiza. Ahora que han abolido la caza del zorro en Inglaterra y Gales, parece que corretean libremente otras clases de raposos en el país de los toros. Y todo esto mientras los medios de comunicación “serios y pagados por todos”, como TVE, censuran hasta galas musicales donde “Las niñas” (sevillanas ellas) cantan depravadas consignas, que muchos coreamos, con el estribillo de “Decimos no, no a la guerra, que la guerra es mu perra”.

¡Pedimos vacaciones!

Se acabó el curso y los más pequeños disfrutan del descanso estival. Los adultos también hemos bregado lo nuestro y el cansancio se ha acumulado. En el trabajo nos permitirán un mes de ausencia, pero -para que la recuperación sea máxima y nos encontremos pletóricos en septiembre- podrían darnos vacaciones en otros aspectos. Para empezar sería una gran ayuda que “cierta organización” dejase sus bombas en reposo, y cesase de acosar a los perseguidos, quienes podrían pasearse tranquilamente con sus familias, y los escoltas harían lo propio. Podríamos seguir sin más “perturbaciones callejeras” que las derivadas del ruido producido por las numerosas fiestas locales encadenadas. Finalmente se agradecería una ausencia total de descalificaciones e insultos entre políticos, porque los más vociferantes ya se han desprestigiado bastante.

Este ambiente festivo podría aprovecharse para que se encontrasen en alguna playa y amistosamente charlasen entre sí los políticos de diferentes partidos, y ojalá que hasta los pertenecientes a sectores enfrentados del mismo partido, lo que siempre es más peliagudo. Comentarían como “personas en bañador y con la barriga al aire” lo difícil de que está que nuestros jóvenes encuentren trabajo fijo y vivienda pagable, o los problemas para educar a nuestros menores y cuidar a nuestros mayores, procurando que todos disfrutemos esta corta existencia terrenal. Con suerte, después de un mes en este plan, todos comprenderíamos que nos complicamos innecesaria y mutuamente la vida, que ya de por sí comporta demasiadas tristezas y penas. Volveríamos con las pilas cargadas para, en lugar de aporrearnos recíproca y nuevamente, aprestarnos a socorrer entre todos a los más desvalidos, dialogando y aunando criterios para resolver democrática y pacíficamente tantas necesidades humanas insatisfechas.

Ha llegado el verano: ¡Dennos un respiro, por favor! Todos lo agradeceríamos, incluidos los más empecinados peleones. Recuerden que Ortega decía que “los únicos que no descansan jamás, son los necios”.

Anécdotas infantiles

Todas las familias disponen de una memoria histórica de anécdotas que periódicamente se recuerdan, y que merecen ser compartidas. Nosotros educamos a nuestros hijos en el aprecio a tres culturas: Sus regalos navideños aparecían el 24 y 31 de diciembre, y el 6 de enero, si habían escrito sus cartas en euskera, inglés y castellano respectivamente. Nunca olvidaremos el día que nuestro hijo pequeño, Aitor, vino del colegio con la tristeza del fatal descubrimiento de quiénes son los Reyes Magos. Tras su decepción estuvo extrañamente cabizbajo durante la cena, y después de un buen rato pensativo nos preguntó: "Si vosotros, los padres, sois el Olentzero, Papá Noel, los Reyes Magos y el ratoncito Pérez, entonces... ¿también sois Dios?" Esta visión infantil de los padres como dioses es imposible que la mantengan durante la adolescencia.

En otra ocasión, observando a nuestra hija Leire un poco aburrida viendo ensimismada la televisión, me puse a jugar con ella y a voltearla como en un columpio, como frecuentemente hacíamos. Nos estábamos riendo a carcajadas, cuando de repente me pidió que parase para bajar del "caballito" (que era yo). Se plantó delante de mi cara, me miró fijamente y muy seria me dijo: "Aita, cuando yo sea mayor, ¿con quién jugarás tú?". Y luego concluyó condescendientemente: “No te preocupes, aita, yo siempre jugaré contigo cuando quieras”. Esta preocupación por los demás demuestra su inteligencia y que saben ponerse en el lugar del otro.

La infancia es esa fascinante etapa vital, inolvidable, que se caracteriza por tres maravillosas capacidades, que hay quienes saben mantener durante toda la vida: 1º Los niños siempre están alegres, sin motivo especial alguno. 2º Los niños están activos infatigablemente, y quizá ésa sea la clave de la primera cualidad. 3º Los niños constantemente están insatisfechos, sin renunciar a sus objetivos y aspirando a más (según obtienen el triciclo ya quieren la bici,..). Se ha dicho que “los viejos niños nunca mueren, simplemente se adulteran”, pero tal vez sea más exacta la apreciación de Simone de Beauvoir, quien creía que “un adulto no es sino un niño inflado por la edad. Quizá nos convendría importar tradiciones como las de Japón que celebra un Día de los Niños (5 de mayo), un Día de los Adultos para quienes cumplen 20 años (15 de Febrero) y un Día del Respeto a los Mayores (15 de septiembre).

Una propuesta final, para evitar que se confirme la cínica conjetura de que la educación es un proceso crecientemente complejo y costoso para que la autonomía de las personas se… retrase: El adelanto del voto a los 16 años, edad de efectos penales, y quizás más adelante hasta los 14 años. Reconocería los plenos derechos civiles de los niños, como ciudadanos de primera clase, y contribuiría a la mejora de su madurez, preguntándose más tempranamente sobre temas sociales. De su precocidad caben pocas dudas, y es de reconocimiento universal que los niños y los jóvenes de la actualidad están mejor preparados que nunca. Además, esta medida obligaría a los políticos a proponer planes como los niños exigen: a la altura de la desbocada imaginación infantil que desea la paz y la felicidad para todos nosotros.

Más entradas nuestras sobre el Olentzero.

Bin Laden en Euskadi

Dadas las alarmantes noticias sobre la movilidad del multimillonario saudí Osama Bin Laden, que según los servicios secretos italianos seguía vivo en Irán a finales de mayo pasado, sólo esperamos que no se acerque por Euskadi y su presencia nos arrebate la Autonomía por la vía del artículo 155 de la Constitución Española.

No dejen los lectores de estar alerta para evitar creerse que el hombre más buscado del mundo haya sido visto en algún hipermercado vasco comprando sospechosos tambores de detergente, aunque lo anuncie el mismísimo delegado del gobierno. Recuerden, amigos, que quien se coló en el Castillo de Windsor durante la fiesta de la realeza británica era solamente un comediante grotescamente disfrazado.

Tras las monstruosas patrañas sobre las “armas letales de Irak” de disponibilidad inmediata, que suscribieron quienes las siguen buscando, cualquier esperpéntico desatino puede servir para “recalificar” el autogobierno vasco mediante un decreto más. Que se busquen otra subterfugio, porque éste ya está predicho.