Ante el anuncio de ETA de no atentar contra "los electos de los partidos políticos”, caben tres reacciones inmediatas.
1º La sensación de alivio para tantas y tantas personas sometidas a la “violencia de persecución” durante tanto y tanto tiempo.
2º La esperanza avivada de avance hacia la disolución definitiva de ETA, anhelo frustrado durante tantas décadas que no puede ser infructuoso en esta postrera oportunidad.
3º La reflexión, reiterada una vez más, sobre la aberración ética, social y política que significa toda forma de violencia, y que ahora se resalta adicionalmente por la intolerable contradicción de que los últimos amenazados de muerte pasen a ser los más anónimos e indefensos.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/eta.htm
Silencio intencionado
Uno de los más esperados inventos está a punto de comercializarse, con la mejor música de todos los tiempos.
Sin inventores no existirían los inventos, pero además los creadores son mucho más interesantes que sus creaciones. La vida de Thomas Alva Edison, por ejemplo, es más fascinante que una simple bombilla de incandescencia. Antes de explicar un nuevo producto creado conviene destacar la biografía de su autor.
El padre del “muro de silencio” es Danny Hillis. Otrora niño prodigio de la informática, el presidente de la Thinking Machines Corporation es un inefable gurú de la tecnología, un futurólogo reconocido y un renacentista contemporáneo con dosis masivas de ese escaso “sentido común”. Hillis ha colaborado con empresas como Walt Disney, AT&T, Xerox, Kodak, IBM o Hewlett-Packard. De su imaginación y de su sabiduría provienen la Connection Machine, el primer superordenador comercial con arquitectura de procesamiento masivo paralelo creado entre 1983-1985 (cuando era un veinteañero doctorando), y el reloj del Milenium, un artefacto de Silicon Valley (EE.UU.) que marcará rigurosamente el tiempo durante los próximos 10.000 años.
Tras diseñar el más rápido procesador de su momento, Hillis colaboró en la construcción de la máquina digital más lenta de la historia, un reloj mecánico digital binario concebido para hacer tic-tac una vez al día, como símbolo universal de recuerdo para que dilapidemos el legado recibido y pensemos en los tataranietos. Este reloj del Milenium, de nulo mantenimiento, podría sobrevivir a las negligencias humanas, e, incluso, permanecer tras la extinción de la especie. Su objetivo es denunciar la propensión a las actuaciones individuales y colectivas pensando sólo en el corto o medio plazo.
Hillis señala: “cuando era niño, la gente hablaba de lo que sucedería cuando llegase el año 2000. Ahora nadie habla de lo que sucederá en el 2050 o en el 2100. Pienso que la meta de este proyecto es crear algo que vaya más lejos de la barrera mental del futuro”. Con un cuco que sale cada 100 años, se ofrece un referente para que reajustemos nuestro marco intelectual al largo plazo, visualizando un responsable Largo Ahora, en lugar del apremiante e imperante Urgente Ahora. Según Hillis somos como amebas, que no comprendemos hacia dónde nos dirigimos, ni qué estamos creando a tanta velocidad. Diez mil años equivale aproximadamente al período de la Historia de la Tecnología Humana. Con su nueva notación, "ahora" estamos en el año 02001.
Con estos inmejorables precedentes, Hillis nos presenta ahora Babble, un silenciador electrónico por 325 €. Con este dispositivo de Applied Minds es posible mantener una conversación privada entre dos interlocutores, sin que puedan entender nada quienes se encuentren un poco alejados. Por ejemplo, se puede hablar por teléfono sin cuchichear mientras que desde la mesa de enfrente sólo escucharán una babel de sonidos sugestivos, pero en mezcolanza ininteligible. Así pueden suprimirse paredes y barreras acústicas en espacios abiertos sin que sus ocupantes pierdan privacidad.
Sólo le queda un reto a Hillis. Desarrollar un aparato que anule enteramente el ruido ambiental para ofrecer silencio absoluto. Algo perfectamente posible, porque el sonido es una onda mecánica que se propaga por el aire y puede compensarse con otra onda. La mejor música de la Humanidad sería el silencio opcional. Porque el silencio es… el gran arte de la conversación; el ruido más fuerte y elocuente; lo más difícil de refutar; la voz infinita que vale por todas las palabras y que a nadie perjudicó; el santuario de la prudencia; el elemento donde se forma todo lo grande; el supremo heraldo de la alegría; la felicidad en la que todos sucumbimos,…
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/silencio.htm
Sin inventores no existirían los inventos, pero además los creadores son mucho más interesantes que sus creaciones. La vida de Thomas Alva Edison, por ejemplo, es más fascinante que una simple bombilla de incandescencia. Antes de explicar un nuevo producto creado conviene destacar la biografía de su autor.
El padre del “muro de silencio” es Danny Hillis. Otrora niño prodigio de la informática, el presidente de la Thinking Machines Corporation es un inefable gurú de la tecnología, un futurólogo reconocido y un renacentista contemporáneo con dosis masivas de ese escaso “sentido común”. Hillis ha colaborado con empresas como Walt Disney, AT&T, Xerox, Kodak, IBM o Hewlett-Packard. De su imaginación y de su sabiduría provienen la Connection Machine, el primer superordenador comercial con arquitectura de procesamiento masivo paralelo creado entre 1983-1985 (cuando era un veinteañero doctorando), y el reloj del Milenium, un artefacto de Silicon Valley (EE.UU.) que marcará rigurosamente el tiempo durante los próximos 10.000 años.
Tras diseñar el más rápido procesador de su momento, Hillis colaboró en la construcción de la máquina digital más lenta de la historia, un reloj mecánico digital binario concebido para hacer tic-tac una vez al día, como símbolo universal de recuerdo para que dilapidemos el legado recibido y pensemos en los tataranietos. Este reloj del Milenium, de nulo mantenimiento, podría sobrevivir a las negligencias humanas, e, incluso, permanecer tras la extinción de la especie. Su objetivo es denunciar la propensión a las actuaciones individuales y colectivas pensando sólo en el corto o medio plazo.
Hillis señala: “cuando era niño, la gente hablaba de lo que sucedería cuando llegase el año 2000. Ahora nadie habla de lo que sucederá en el 2050 o en el 2100. Pienso que la meta de este proyecto es crear algo que vaya más lejos de la barrera mental del futuro”. Con un cuco que sale cada 100 años, se ofrece un referente para que reajustemos nuestro marco intelectual al largo plazo, visualizando un responsable Largo Ahora, en lugar del apremiante e imperante Urgente Ahora. Según Hillis somos como amebas, que no comprendemos hacia dónde nos dirigimos, ni qué estamos creando a tanta velocidad. Diez mil años equivale aproximadamente al período de la Historia de la Tecnología Humana. Con su nueva notación, "ahora" estamos en el año 02001.
Con estos inmejorables precedentes, Hillis nos presenta ahora Babble, un silenciador electrónico por 325 €. Con este dispositivo de Applied Minds es posible mantener una conversación privada entre dos interlocutores, sin que puedan entender nada quienes se encuentren un poco alejados. Por ejemplo, se puede hablar por teléfono sin cuchichear mientras que desde la mesa de enfrente sólo escucharán una babel de sonidos sugestivos, pero en mezcolanza ininteligible. Así pueden suprimirse paredes y barreras acústicas en espacios abiertos sin que sus ocupantes pierdan privacidad.
Sólo le queda un reto a Hillis. Desarrollar un aparato que anule enteramente el ruido ambiental para ofrecer silencio absoluto. Algo perfectamente posible, porque el sonido es una onda mecánica que se propaga por el aire y puede compensarse con otra onda. La mejor música de la Humanidad sería el silencio opcional. Porque el silencio es… el gran arte de la conversación; el ruido más fuerte y elocuente; lo más difícil de refutar; la voz infinita que vale por todas las palabras y que a nadie perjudicó; el santuario de la prudencia; el elemento donde se forma todo lo grande; el supremo heraldo de la alegría; la felicidad en la que todos sucumbimos,…
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Voces del fracaso y silencio del éxito personal
"El fracaso tiene muchas excusas; el éxito no tiene palabras". |
Cree un humilde servidor... |
El matrimonio verdadero
No todas las parejas que se casan, del mismo o diferente sexo, son auténticos matrimonios.
Con toda la polémica que ha surgido sobre si merece llamarse “matrimonio” a toda “unión de hecho”, mi esposa Carmen y yo quisiéramos aportar nuestra modesta opinión como ciudadanos, católicos y que llevamos casados 28 años.
Consideramos que sólo puede hablarse de “matrimonio verdadero” cuando la pareja cumple dos requisitos indispensables: Que entre ambos cónyuges reine el Amor y la Tolerancia.
Siempre ha habido muchos tipos de familias, pero las genuinas son las que se quieren a ojos vista y son comprensivas con las demás familias. "La familia sí importa", por supuesto, pero aún representa más el Cariño y la Solidaridad para con todos nuestros iguales, sin que la fraternidad humana distinga por la preferencia sexual de cada ser humano.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/matrimonio.htm
Con toda la polémica que ha surgido sobre si merece llamarse “matrimonio” a toda “unión de hecho”, mi esposa Carmen y yo quisiéramos aportar nuestra modesta opinión como ciudadanos, católicos y que llevamos casados 28 años.
Consideramos que sólo puede hablarse de “matrimonio verdadero” cuando la pareja cumple dos requisitos indispensables: Que entre ambos cónyuges reine el Amor y la Tolerancia.
Siempre ha habido muchos tipos de familias, pero las genuinas son las que se quieren a ojos vista y son comprensivas con las demás familias. "La familia sí importa", por supuesto, pero aún representa más el Cariño y la Solidaridad para con todos nuestros iguales, sin que la fraternidad humana distinga por la preferencia sexual de cada ser humano.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/matrimonio.htm
Proyecto Amor
El revolucionario “Proyecto Amor” consiste en que cada uno se diga: Yo “proyecto amor”.
PROYECTO: ¿Por qué en una tan corta vida gestamos tantos proyectos? Por la noche y al amanecer, creamos proyectos; luego, a lo largo de la jornada, no realizamos sino rutina y tontería. Los proyectos que necesitan de mucho tiempo o muchos recursos para ser ejecutados no tienen éxito casi nunca. La vida en sí debe ser un proyecto factible, lo que ocurre es que no somos sus únicos arquitectos,... pero sí sus principales artífices.
Los perezosos, especialmente, solemos ser grandes proyectistas. Algunos vamos camino de la jubilación y, todavía, forjamos grandes proyectos. Nos decimos: “Voy a hacer esto, lo otro y lo de más allá. Y, en efecto, muy pronto iremos a parar al ‘Más allá’”. Pero antes de que eso ocurra, aún estamos a tiempo de programarnos un proyecto alcanzable, grandioso y gratificante.
AMOR: ¿Qué cuarto, qué casa, qué barrio, qué pueblo preferimos entre los millones que existen? ¿Por qué apreciamos a nuestras amistades por encima de todas las demás? ¿Por qué incluso llegamos a amar tanto esos pequeños objetos que atesoramos? ¿Qué tiene de especial esa concha marina que conservamos desde la niñez?
Nos sucede a todos. Extrañamente preferimos unos viejos zapatos, una prenda desgastada, nuestro humilde bonsái o el habitual paseo cotidiano frente a cualquier otra alternativa. A mí que no me quiten mi quebrantado sillón que tantas horas y veladas me ha soportado por otro más moderno. Sé que algún día me lo sustituirá mi esposa Carmen, pero será en mi ausencia y sin mi aquiescencia.
En cada persona, e incluso en cada objeto, amamos, en suma, lo que nosotros ponemos en él. Admiramos casi siempre por razones fundadas, pero generalmente amamos sin motivos inteligibles. Cuando amamos, el corazón es el que juzga principalmente. Sólo amamos de verdad, cuando aceptamos por lo que es a quien o a lo que amamos. Así se puede adorar una desvaída fotografía de nuestra madre, más que cualquier cuadro famoso y costoso.
PROYECTO AMOR: La polisemia de “proyecto”, nos ofrece una solución vital asequible y valiosa. Sumémonos al proyecto de decir “proyecto amor”. León Tolstoi dijo que “El único refugio contra la desesperación es proyectar el propio yo dentro del mundo”. Quizá así emulamos la descripción bíblica de que la Divinidad proyectó a la Humanidad como un remoto reflejo de su esencia.
Sólo odiamos, lo mismo que sólo amamos, lo que en algo, de algún modo, se nos parece; lo absolutamente contrario no nos merece ni amor ni odio, sólo indiferencia. El mundo se proyecta en nuestro yo, pero aún más el yo se proyecta hacia el mundo. La vida se vuelve gris sin amor. Jacques Brel cantaba que “Hay palabras negras y palabras blancas, y otras que vivimos cuando amamos o cuando sufrimos y que se vuelven de colores”.
Es fácil comprobar que todo funciona bien en la vida cuando realmente nos amamos, es decir, cuando nos aprobamos exactamente tal como somos. Aceptémonos a nosotros mismos y a los demás, tal como somos, lo que incluye una insaciable voluntad de mejora perpetua. Sólo vivimos en este mundo cuando lo amamos, aún en sus detalles más minúsculos. Únicamente es eternidad el tiempo en que perfeccionamos y amamos a quienes y a lo que tenemos cerca.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/amor.htm
PROYECTO: ¿Por qué en una tan corta vida gestamos tantos proyectos? Por la noche y al amanecer, creamos proyectos; luego, a lo largo de la jornada, no realizamos sino rutina y tontería. Los proyectos que necesitan de mucho tiempo o muchos recursos para ser ejecutados no tienen éxito casi nunca. La vida en sí debe ser un proyecto factible, lo que ocurre es que no somos sus únicos arquitectos,... pero sí sus principales artífices.
Los perezosos, especialmente, solemos ser grandes proyectistas. Algunos vamos camino de la jubilación y, todavía, forjamos grandes proyectos. Nos decimos: “Voy a hacer esto, lo otro y lo de más allá. Y, en efecto, muy pronto iremos a parar al ‘Más allá’”. Pero antes de que eso ocurra, aún estamos a tiempo de programarnos un proyecto alcanzable, grandioso y gratificante.
AMOR: ¿Qué cuarto, qué casa, qué barrio, qué pueblo preferimos entre los millones que existen? ¿Por qué apreciamos a nuestras amistades por encima de todas las demás? ¿Por qué incluso llegamos a amar tanto esos pequeños objetos que atesoramos? ¿Qué tiene de especial esa concha marina que conservamos desde la niñez?
Nos sucede a todos. Extrañamente preferimos unos viejos zapatos, una prenda desgastada, nuestro humilde bonsái o el habitual paseo cotidiano frente a cualquier otra alternativa. A mí que no me quiten mi quebrantado sillón que tantas horas y veladas me ha soportado por otro más moderno. Sé que algún día me lo sustituirá mi esposa Carmen, pero será en mi ausencia y sin mi aquiescencia.
En cada persona, e incluso en cada objeto, amamos, en suma, lo que nosotros ponemos en él. Admiramos casi siempre por razones fundadas, pero generalmente amamos sin motivos inteligibles. Cuando amamos, el corazón es el que juzga principalmente. Sólo amamos de verdad, cuando aceptamos por lo que es a quien o a lo que amamos. Así se puede adorar una desvaída fotografía de nuestra madre, más que cualquier cuadro famoso y costoso.
PROYECTO AMOR: La polisemia de “proyecto”, nos ofrece una solución vital asequible y valiosa. Sumémonos al proyecto de decir “proyecto amor”. León Tolstoi dijo que “El único refugio contra la desesperación es proyectar el propio yo dentro del mundo”. Quizá así emulamos la descripción bíblica de que la Divinidad proyectó a la Humanidad como un remoto reflejo de su esencia.
Sólo odiamos, lo mismo que sólo amamos, lo que en algo, de algún modo, se nos parece; lo absolutamente contrario no nos merece ni amor ni odio, sólo indiferencia. El mundo se proyecta en nuestro yo, pero aún más el yo se proyecta hacia el mundo. La vida se vuelve gris sin amor. Jacques Brel cantaba que “Hay palabras negras y palabras blancas, y otras que vivimos cuando amamos o cuando sufrimos y que se vuelven de colores”.
Es fácil comprobar que todo funciona bien en la vida cuando realmente nos amamos, es decir, cuando nos aprobamos exactamente tal como somos. Aceptémonos a nosotros mismos y a los demás, tal como somos, lo que incluye una insaciable voluntad de mejora perpetua. Sólo vivimos en este mundo cuando lo amamos, aún en sus detalles más minúsculos. Únicamente es eternidad el tiempo en que perfeccionamos y amamos a quienes y a lo que tenemos cerca.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/amor.htm
Atención estimulada
"La capacidad de atención del hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación".
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Albert Camus. |
Tocaba. 59 años desde la muerte de Camus, un tipo que escribía esta carta a su maestro de escuela, tras recibir el Nobel de Literatura. pic.twitter.com/Vq7pYPtIKT— Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) 4 de enero de 2019
Matemática política
Aplicando la Lógica Matemática a la Política para ofrecer una mejorada descripción de nuestra sociedad.
Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.
La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.
La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.
Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!
Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…
Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.
Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm
Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.
La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.
La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.
Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!
Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…
Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.
Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm
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