La primavera vasca

En euskera se dice “Bazen garaia!”, que significa “¡Ya era hora!”.

Ha habido otras famosas primaveras, como las históricas Primavera de Praga y Primavera de Pekín, o la escolar Primavera de Europa, una plataforma pedagógica que facilita al alumnado y al profesorado una visión conjunta de la Unión Europea. Finalmente, parece que también a Euskal Herria, Euskadi o Vasconia le ha llegado su anhelada primavera de renacimiento, después de largas décadas de tragedia, sufrimiento y pesimismo.

Al igual que la primavera meteorológica, que se explica por complejos y multifactoriales conceptos científicos entre los que se incluye la inercia que prorroga el invierno durante tres meses tras el día más corto del año, la primavera sociopolítica estaba anunciada… aunque se ha hecho esperar. Las razones para su venida podrían explicarse en clave poética con aquel verso de Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.

Aunque Antonio Machado glosó que "la primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido", la primavera política vasca era un pronóstico esperado y esperanzador, aportado por el hartazgo de una ciudadanía sacrificada que se ha movilizado en un contexto planetario donde nuestra situación límite era una excepción en la Europa del siglo XXI, tras el 11-S, el 11-M, el cese del IRA,…

Ahora corresponde a la clase política acreditar una altura de miras semejante al valor que ha atestiguado la sociedad. El electorado seguirá atentamente a los partidos políticos, e incluso dentro de ellos, a aquellos dirigentes que faciliten y propicien una solución de reconciliación y de paz duradera. Por el contrario, quienes interfieran, obstaculicen o busquen réditos electorales a corto plazo ralentizando este proceso irreversible de normalización serán despreciados. Ello incluye a medios de comunicación, agentes sociales, o cualquier instancia pública que no sintonice con el deseo y la esperanza del pueblo.

Ahora que se ha abierto una primavera de enorme expectativa de convivencia, hemos de dedicar todo nuestro recuerdo, respeto y reconocimiento a todas las numerosas víctimas de la violencia de este conflicto, para mirar hacia adelante buscando un futuro prometedor donde ya no quepa el odio. Pasa a segundo plano el reparto del panorama política: Si conseguimos la paz, cualquier redistribución partidista proporcionará más o menos gobernabilidad, pero será infinitamente mejor que la aberración ética y política de la violencia anterior.

Que no se precipiten los políticos, y menos para obtener ventaja en sus intereses partidistas. Hará falta un tiempo de esperanza para que actúe como lenitivo entre la ciudadanía después de tanta desolación. Un tiempo donde todos habremos de desarmar el lenguaje, dejando que afloren nuestras aspiraciones humanas más naturales de aproximación, diálogo, tolerancia y perdón. ¡Ha llegado la primavera vasca para construir una convivencia desde la pluralidad, democrática y pacíficamente!

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/primavera.htm

Mejor ser un cordero

"Los corderos tienen ventaja sobre los humanos en que, al menos, no tienen que escuchar discursos patrióticos cuando los llevan al matadero".

Jean Yanne, sobre la guerra de Irak,
citada por Isabel Coixet en su libro La vida es un guión.

¿Qué es RSS?


RSS (Really Simple Syndication”) significa “realmente simple sindicación”. Se emplea para leer rápida y fácilmente las nuevas entradas de múltiples blogs mediante un lector de RSS, que gratuitamente ofertan Google, Yahoo,...

Primavera azul

Albores de amor...
¡Oh, primavera mía!
Forma tienes de mujer
y vas vestida de azul.

José María Agirre, "Xabier Lizardi"

Maitetasun azia:
ene udaberria:
neskatx tankerakoa
ta urdiñez yantzia!...

(Link con la poesía completa, en euskera)

Soy el más…

Tras ver en Barakaldo el “alto” horno más “bajo” del mundo, son inmediatas algunas reflexiones sobre el “más de lo menos”.

El humorista Quino en una viñeta mostraba a un padre que aconsejaba a su hijo: “Es preferible llegar a ser el más inteligente de los tontos, que el más tonto de los inteligentes”. No en vano hubo concursos donde acudía el “tonto” de cada pueblo para determinar quién era el más “listo”, aunque ello no lo rescataba de su rol y condición. Igualmente muchos de los más capaces estudiantes que acceden a las más selectas universidades comprueban que súbitamente pasan de ser los más competentes a ser los más ineptos.

El agrupamiento escalonado por categorías estratificadas provoca esta sempiterna alternativa de elegir entre ser cabeza de ratón o cola de león. Hasta en las aulas escolares sucede que no se sabe si es preferible ser el mejor de la clase de nivel medio de inglés, o pasar a ser el rezagado en la de nivel avanzado.

La vida también puede observarse como la geografía, donde la topología esférica del planeta produce la proximidad entre el Extremo Oriente y el Lejano Oeste (o Extremo Occidente, como California o Alaska). O la mayor cercanía del Este norteamericano con el Occidente europeo. Incluso en política son notables los casos de los personajes que son “la derecha de la izquierda” (como algún ministro de defensa o un ex-alcalde de La Coruña) o la “izquierda de la derecha” (quizá algún alcalde de Madrid).

Abundan más las tipologías medias que las extremas. Quizá no haya muchos que respondan a la descripción del más cuerdo de los locos, o del más loco de los cuerdos. Pero sí son sumamente frecuentes cuerdos que actúan locamente, o locos que se comportan cuerdamente. La mayor parte de los humanos somos sinceros que mentimos a veces, o viceversa, porque mentir siempre o decir la verdad en toda ocasión es altamente improbable.

Este truco circense, como presentar al enano más alto del mundo, sugiere especular sobre los valores centrales y una visión optimista de nuestras propias cualidades entrelazadas. Cada uno de nosotros podemos ser el “más infantil de los maduros”, “más divertido de los formales”, el “más fascinante de los austeros”, el “más optimista de los realistas”, el “más aventurero de los prudentes” y el “más activo de los reflexivos”; y recíprocamente, el “más reflexivo de los activos”,…

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/soyel.htm