En www.miniature-earth.com puede verse una imagen exacta de la humanidad.
Vivimos en medio de una injusticia gigantesca, del tamaño del planeta Tierra. Si todo el mundo se concentrase en una aldea de apenas 100 habitantes, apreciaríamos mejor la distribución global de habitantes y recursos, manteniéndose las proporciones actuales según los datos oficiales.
En este poblado 61 son asiáticos, 13 africanos, 12 europeos, 8 norteamericanos, 5 centro o sudamericanos y 1 de Oceanía. Son 50 mujeres y 50 hombres. Viven en el pueblo 53 y 47 en zonas rurales. Son cristianos 33 (entre católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos,…), 18 musulmanes, 16 ateos, 14 hinduistas, 6 budistas y los restantes 13 son de otras religiones.
Nunca aprenderán a leer 14, y sólo 7 cursarán enseñanza secundaria. Sólo 1 es universitario. Sólo 12 tienen ordenador y, de ellos, 3 acceden a Internet. Pasan hambre 13 personas. No tienen ni una sanidad básica, 43 personas; y 18 ni agua potable. Uno tiene el SIDA. Son minusválidos 9. Luchan por vivir con menos de un dólar diario, 18 personas; y 53, con menos de dos dólares diarios. Sólo 25 tienen alguna comida, ropa, cama y casa. No tienen cuenta en ningún banco 70. El 59% de la riqueza de toda la aldea la poseen 6 personas.
Este pueblo parece un polvorín a punto de estallar,… Pero no lo solucionan compartiendo más y ayudando a los más necesitados, sino que la comunidad rica gasta en defenderse o atacar 11.200 veces más que ayudar (es la proporción entre los gastos militares mundiales y la ayuda al desarrollo).
Al analizar la humanidad desde esta perspectiva es cuando se hace patente la necesidad de justicia, solidaridad, tolerancia, educación y sanidad para todos. Y por caminos de paz y colaboración, de respeto intercultural y no de imposición. Consideremos lo afortunados que somos, aunque sólo sea por el hecho de poder leer esto. Y a continuación exijamos y construyamos un mundo donde la pobreza, la desigualdad y la sinrazón sean historia antes del 2015.
Vivimos en medio de una injusticia gigantesca, del tamaño del planeta Tierra. Si todo el mundo se concentrase en una aldea de apenas 100 habitantes, apreciaríamos mejor la distribución global de habitantes y recursos, manteniéndose las proporciones actuales según los datos oficiales.
En este poblado 61 son asiáticos, 13 africanos, 12 europeos, 8 norteamericanos, 5 centro o sudamericanos y 1 de Oceanía. Son 50 mujeres y 50 hombres. Viven en el pueblo 53 y 47 en zonas rurales. Son cristianos 33 (entre católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos,…), 18 musulmanes, 16 ateos, 14 hinduistas, 6 budistas y los restantes 13 son de otras religiones.
Nunca aprenderán a leer 14, y sólo 7 cursarán enseñanza secundaria. Sólo 1 es universitario. Sólo 12 tienen ordenador y, de ellos, 3 acceden a Internet. Pasan hambre 13 personas. No tienen ni una sanidad básica, 43 personas; y 18 ni agua potable. Uno tiene el SIDA. Son minusválidos 9. Luchan por vivir con menos de un dólar diario, 18 personas; y 53, con menos de dos dólares diarios. Sólo 25 tienen alguna comida, ropa, cama y casa. No tienen cuenta en ningún banco 70. El 59% de la riqueza de toda la aldea la poseen 6 personas.
Este pueblo parece un polvorín a punto de estallar,… Pero no lo solucionan compartiendo más y ayudando a los más necesitados, sino que la comunidad rica gasta en defenderse o atacar 11.200 veces más que ayudar (es la proporción entre los gastos militares mundiales y la ayuda al desarrollo).
Al analizar la humanidad desde esta perspectiva es cuando se hace patente la necesidad de justicia, solidaridad, tolerancia, educación y sanidad para todos. Y por caminos de paz y colaboración, de respeto intercultural y no de imposición. Consideremos lo afortunados que somos, aunque sólo sea por el hecho de poder leer esto. Y a continuación exijamos y construyamos un mundo donde la pobreza, la desigualdad y la sinrazón sean historia antes del 2015.
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/miniatura.htm