Alumbrado de un sueño, con el despuntar del nuevo siglo inició CUBICHESS su andadura en el año 2000…
Concepción y Diseño: se realiza por Ricardo Rivera el diseño conceptual, los modelos estructurales y geométricos, y se redactan las reglas.
En 2001 se redacta y publica el Libro “Cubichess / Chesscube 2001”, por Ricardo Rivera el volumen que desarrolla la teoría.
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Ofuscaciones políticas
Pocos errores tan mayúsculos se han visto en el panorama político español.
Asistimos, entre sorprendidos y divertidos, a dos gigantescos tropezones tan graves que la historia reciente no ha conocido otros mayores. Además cometidos consecutivamente por los dos principales partidos del Estado –PP y PSOE-, junto con sus dos insignes aliados, los periódicos “El Mundo” y “El País”, así como toda la corte de aláteres radios, jueces, peritos, gestores de las asociaciones de víctimas,...
El primer desatino estratégico es inconmensurable, obcecado, cruel e incluso suicida: El del PP y “El Mundo” de lanzar, mantener y no enmendar la falaz vinculación entre ETA y el 11-M. Es un montaje tosco, simplón e indicativo de falta de capacidad de reacción ante la pérdida del poder. Una farsa tan embaucadora, extemporánea e incongruente resulta ridícula y patética a más de medio país desde el principio, y al otro medio cuando se desplome la inmensa parafernalia de tramoya que vienen desarrollando sin base alguna. El desliz más lamentable e incomprensible es el del PP, porque al menos “El Mundo” vende ejemplares con esta alucinante novela de ficción.
El segundo traspié coyuntural, esta vez cometido por sus adversarios políticos y mediáticos, PSOE y “El País”, consiste simplemente en darse prisa en dedicar tiempo y esfuerzo a desmantelar toda la basura vertida. Hasta la proximidad de fechas electorales, lo inteligente sería dar cuerda a este torpe PP (Pinochos Porfiados), a fin de que se ahorque con sus propias engañifas el resto del reaccionario equipo dejado por Mr. Aznar.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/ofuscaciones.htm
Asistimos, entre sorprendidos y divertidos, a dos gigantescos tropezones tan graves que la historia reciente no ha conocido otros mayores. Además cometidos consecutivamente por los dos principales partidos del Estado –PP y PSOE-, junto con sus dos insignes aliados, los periódicos “El Mundo” y “El País”, así como toda la corte de aláteres radios, jueces, peritos, gestores de las asociaciones de víctimas,...
El primer desatino estratégico es inconmensurable, obcecado, cruel e incluso suicida: El del PP y “El Mundo” de lanzar, mantener y no enmendar la falaz vinculación entre ETA y el 11-M. Es un montaje tosco, simplón e indicativo de falta de capacidad de reacción ante la pérdida del poder. Una farsa tan embaucadora, extemporánea e incongruente resulta ridícula y patética a más de medio país desde el principio, y al otro medio cuando se desplome la inmensa parafernalia de tramoya que vienen desarrollando sin base alguna. El desliz más lamentable e incomprensible es el del PP, porque al menos “El Mundo” vende ejemplares con esta alucinante novela de ficción.
El segundo traspié coyuntural, esta vez cometido por sus adversarios políticos y mediáticos, PSOE y “El País”, consiste simplemente en darse prisa en dedicar tiempo y esfuerzo a desmantelar toda la basura vertida. Hasta la proximidad de fechas electorales, lo inteligente sería dar cuerda a este torpe PP (Pinochos Porfiados), a fin de que se ahorque con sus propias engañifas el resto del reaccionario equipo dejado por Mr. Aznar.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/ofuscaciones.htm
Que no nos toque la lotería
Cada semana mucha gente espera que le toque la lotería para salir de las penurias cotidianas, pero ¡cuidado!: Hay muchas rifas en juego.
Un décimo, un cupón, o una quiniela significan participar en un juego con una probabilidad ínfima de ser agraciados. Quizá una opción entre 80.000, o una posibilidad entre varios millones. Al anunciarse el boleto premiado, y no ser el nuestro, nos llevamos la consiguiente decepción, que tratamos de enjuagar…gastando de nuevo en el siguiente sorteo.
Debiéramos considerar que diariamente participamos, queriéndolo o no, en otras muchas tómbolas. Ahora mismo están siendo adjudicados accidentes domésticos, de trabajo o de tráfico, y se están repartiendo –más o menos al azar- cánceres y otras enfermedades graves. Todos nosotros, y nuestros familiares, tenemos boletos de tan indeseables loterías y desgraciadamente con probabilidades mucho mayores que la del “gordo de navidad”.
Mejor no malgastar nuestro tiempo, dinero y esperanzas jugando a juegos aleatorios, pero si lo hacemos y no nos “toca”, consolémonos pensando la suerte que gozamos si aún mantenemos la salud, bastante más necesaria que el dinero. Definitivamente: Hay “sorteos” que conviene sortear y no acertar. ¡Mucha suerte y que no nos toque ninguna lotería!
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/noloteria.htm
Un décimo, un cupón, o una quiniela significan participar en un juego con una probabilidad ínfima de ser agraciados. Quizá una opción entre 80.000, o una posibilidad entre varios millones. Al anunciarse el boleto premiado, y no ser el nuestro, nos llevamos la consiguiente decepción, que tratamos de enjuagar…gastando de nuevo en el siguiente sorteo.
Debiéramos considerar que diariamente participamos, queriéndolo o no, en otras muchas tómbolas. Ahora mismo están siendo adjudicados accidentes domésticos, de trabajo o de tráfico, y se están repartiendo –más o menos al azar- cánceres y otras enfermedades graves. Todos nosotros, y nuestros familiares, tenemos boletos de tan indeseables loterías y desgraciadamente con probabilidades mucho mayores que la del “gordo de navidad”.
Mejor no malgastar nuestro tiempo, dinero y esperanzas jugando a juegos aleatorios, pero si lo hacemos y no nos “toca”, consolémonos pensando la suerte que gozamos si aún mantenemos la salud, bastante más necesaria que el dinero. Definitivamente: Hay “sorteos” que conviene sortear y no acertar. ¡Mucha suerte y que no nos toque ninguna lotería!
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/noloteria.htm
Avance en espiral
El espíritu humano avanza de continuo, pero siempre en espiral. Goethe.
Miles de espirales naturales y artificiales más... AQUÍ.
Universitarios de ayer y de hoy
Hace 30 años terminaba la universidad apenas el 15% de la juventud; ahora más del 60% inicia estudios de grado superior.
Quienes ya hace más de tres décadas éramos profesores universitarios hemos asistido a una radical transformación del alumnado que accede a la universidad. Un análisis profundo de tal mutación exigiría múltiples tesis doctorales y ensayos sesudos. Quizá una descripción más anecdótica y liviana denote para la ciudadanía media cómo se ha pasado de aquella selecta minoría preferentemente masculina al actual alumnado universitario más plural y con mayoría femenina.
Tomemos un momento paradigmático de la actividad académica: los exámenes. Antes el estudiantado acudía con pocos elementos, que aún se mantienen. Un bolígrafo que no fallase, un reloj para distribuir el tiempo, el carné y la materia, más o menos dominada. Ahora, sin considerar aparatos informáticos inexistentes anteriormente, la mesa del examinando está repleta de nuevos cachivaches, que dejan el pupitre sin espacio para los folios de la prueba.
Parecen ser imprescindibles los siguientes objetos: varios bolígrafos, lápices, rotuladores y subrayadotes con sus correspondientes estuches, uno o dos botellines de agua, algún caramelo o chocolatina, un paquete de pañuelos de papel, el móvil (apagado, se supone), la calculadora, unos auriculares del mp3,.. y uno o varios muñequitos de formas variadas (tanto chicas como chicos) que cuidadosamente se depositan en alguna esquina específica con misión de talismán. Posiblemente todo ello sea reflejo de las amplias mesas de casa donde se supone que estudian; o un síntoma de infantilismo tardío producto de la sobreprotección familiar,… y social.
En todo caso, nuestra juventud es “buena gente” que va a su ritmo, personas serenas y tranquilas que no pierden ni el ánimo ni el humor por tomarse un par de años más en cursar o abandonar una o varias carreras. Definitivamente, no es que ‘sean así’: es que ‘así les hemos hecho’ los adultos, especialmente quienes somos progenitores o docentes de todos los niveles.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/hoy.htm
Quienes ya hace más de tres décadas éramos profesores universitarios hemos asistido a una radical transformación del alumnado que accede a la universidad. Un análisis profundo de tal mutación exigiría múltiples tesis doctorales y ensayos sesudos. Quizá una descripción más anecdótica y liviana denote para la ciudadanía media cómo se ha pasado de aquella selecta minoría preferentemente masculina al actual alumnado universitario más plural y con mayoría femenina.
Tomemos un momento paradigmático de la actividad académica: los exámenes. Antes el estudiantado acudía con pocos elementos, que aún se mantienen. Un bolígrafo que no fallase, un reloj para distribuir el tiempo, el carné y la materia, más o menos dominada. Ahora, sin considerar aparatos informáticos inexistentes anteriormente, la mesa del examinando está repleta de nuevos cachivaches, que dejan el pupitre sin espacio para los folios de la prueba.
Parecen ser imprescindibles los siguientes objetos: varios bolígrafos, lápices, rotuladores y subrayadotes con sus correspondientes estuches, uno o dos botellines de agua, algún caramelo o chocolatina, un paquete de pañuelos de papel, el móvil (apagado, se supone), la calculadora, unos auriculares del mp3,.. y uno o varios muñequitos de formas variadas (tanto chicas como chicos) que cuidadosamente se depositan en alguna esquina específica con misión de talismán. Posiblemente todo ello sea reflejo de las amplias mesas de casa donde se supone que estudian; o un síntoma de infantilismo tardío producto de la sobreprotección familiar,… y social.
En todo caso, nuestra juventud es “buena gente” que va a su ritmo, personas serenas y tranquilas que no pierden ni el ánimo ni el humor por tomarse un par de años más en cursar o abandonar una o varias carreras. Definitivamente, no es que ‘sean así’: es que ‘así les hemos hecho’ los adultos, especialmente quienes somos progenitores o docentes de todos los niveles.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/hoy.htm
Confiemos y viviremos
Nos engañamos más por desconfiados que por confiados.
Dicen que la confianza da asco, pero la ciencia comprueba que la confianza da… vida. Un estudio entre personas de edad comprendida entre los 55 y los 80 años, demostró que las personas confiadas gozaban de mejor salud y se sentían más satisfechas. Un segundo análisis comprobó que los confiados eran más longevos. Un tercer trabajo de campo, con jóvenes universitarios, reveló que los confiados tienen mejor sentido del humor. La conclusión es que la confianza está correlacionada con la salud.
La sabiduría popular lo sospechaba desde hace siglos. Proverbios y sabios aconsejan confiar en uno mismo y en los demás; y solamente desconfiar de quien nos arrastra hacia la desconfianza. Quien desconfía, invita a la traición. Así como la confianza obliga, la sospecha es incitación para hacer el mal que se le atribuye. Aún en el peor de los casos, es más agradable ser engañado en alguna ocasión por algún falso amigo que mantener la amistad llena de sospecha y desconfianza.
La confianza es el primer secreto del éxito. La existencia, para los desconfiados y temerosos, no es vida, sino una agonía constante. La condición esencial para ser optimista es mantener una absoluta confianza en sí mismo y en los demás. La fuerza es confiada por naturaleza. Ningún signo más seguro de debilidad que el desconfiar instintivamente de todo y de todos. Generalmente ganamos la confianza de aquéllos en quienes ponemos la nuestra.
La confianza se encuentra cuando el espíritu se siente tranquilo. La serenidad da seguridad, y viceversa. Confianza y amor comen en el mismo plato. Incluso la humildad nace de la confianza en los demás. Cada cual debe fiarse de sí mismo y de los demás, confiando que todos cumplamos con nuestro deber. Confiemos en la bondad, en la humanidad, en la eternidad.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/confianza.htm
Dicen que la confianza da asco, pero la ciencia comprueba que la confianza da… vida. Un estudio entre personas de edad comprendida entre los 55 y los 80 años, demostró que las personas confiadas gozaban de mejor salud y se sentían más satisfechas. Un segundo análisis comprobó que los confiados eran más longevos. Un tercer trabajo de campo, con jóvenes universitarios, reveló que los confiados tienen mejor sentido del humor. La conclusión es que la confianza está correlacionada con la salud.
La sabiduría popular lo sospechaba desde hace siglos. Proverbios y sabios aconsejan confiar en uno mismo y en los demás; y solamente desconfiar de quien nos arrastra hacia la desconfianza. Quien desconfía, invita a la traición. Así como la confianza obliga, la sospecha es incitación para hacer el mal que se le atribuye. Aún en el peor de los casos, es más agradable ser engañado en alguna ocasión por algún falso amigo que mantener la amistad llena de sospecha y desconfianza.
La confianza es el primer secreto del éxito. La existencia, para los desconfiados y temerosos, no es vida, sino una agonía constante. La condición esencial para ser optimista es mantener una absoluta confianza en sí mismo y en los demás. La fuerza es confiada por naturaleza. Ningún signo más seguro de debilidad que el desconfiar instintivamente de todo y de todos. Generalmente ganamos la confianza de aquéllos en quienes ponemos la nuestra.
La confianza se encuentra cuando el espíritu se siente tranquilo. La serenidad da seguridad, y viceversa. Confianza y amor comen en el mismo plato. Incluso la humildad nace de la confianza en los demás. Cada cual debe fiarse de sí mismo y de los demás, confiando que todos cumplamos con nuestro deber. Confiemos en la bondad, en la humanidad, en la eternidad.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/confianza.htm
Consejos al alumnado nuevo
Once reglas recomendadas en una universidad norteamericana para triunfar en lo personal y en lo profesional.
1º La vida no es justa: aprendámoslo para no perder tiempo en quejas. 2º No importa la autoestima ajena; la gente sólo espera resultados, con independencia de si uno se siente bien o no consigo mismo. 3º No se gana un gran sueldo sólo por graduarse, ni se llega a dirigir nada hasta que con mucho esfuerzo se logra cada meta.
4º Si alguien piensa que un profesor es duro, que espere a conocer a un jefe, que ni tendrá vocación docente ni la paciencia requerida. 5º No quita dignidad el compatibilizar estudio y un trabajo a tiempo parcial (en una hamburguesería, por ejemplo); nuestros abuelos lo describirían como oportunidad. 6º Si alguien se equivoca, no es culpa de sus padres; así que no en lugar de lamentar los errores propios, aprendamos de ellos.
7º Antes de que uno naciera, sus padres no eran tan aburridos como empezaron a serlo tras pagar cuentas, agotarse en casa y escuchar peroratas de la nueva generación. Así que antes de emprender la aventura de salvar selvas amazónicas, conviene iniciar el camino ordenando la propia habitación. 8º En la vida real existe gran diferencia entre ganar y perder, a diferencia de la escuela donde siempre dan otra oportunidad para encontrar la respuesta correcta en los exámenes.
9º No hay vacaciones cada trimestre, y muy pocos jefes se interesan en ayudar a que uno se encuentre a sí mismo; todo eso hay que hacerlo en el escaso tiempo libre. 10º La gente de verdad trabaja durante muchas horas, lo que no aparece en las series de televisión donde pasan todo su tiempo en algún “café de película”. 11º Conviene ser amable con los "empollones" (‘nerds’) aplicados de la clase; existen muchas probabilidades de terminar trabajando para alguno de ellos.
Estas pautas pueden ser controvertibles, pero provienen de alguien que sin duda conoce la realidad empresarial: Bill Gates.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/consejos.htm
1º La vida no es justa: aprendámoslo para no perder tiempo en quejas. 2º No importa la autoestima ajena; la gente sólo espera resultados, con independencia de si uno se siente bien o no consigo mismo. 3º No se gana un gran sueldo sólo por graduarse, ni se llega a dirigir nada hasta que con mucho esfuerzo se logra cada meta.
4º Si alguien piensa que un profesor es duro, que espere a conocer a un jefe, que ni tendrá vocación docente ni la paciencia requerida. 5º No quita dignidad el compatibilizar estudio y un trabajo a tiempo parcial (en una hamburguesería, por ejemplo); nuestros abuelos lo describirían como oportunidad. 6º Si alguien se equivoca, no es culpa de sus padres; así que no en lugar de lamentar los errores propios, aprendamos de ellos.
7º Antes de que uno naciera, sus padres no eran tan aburridos como empezaron a serlo tras pagar cuentas, agotarse en casa y escuchar peroratas de la nueva generación. Así que antes de emprender la aventura de salvar selvas amazónicas, conviene iniciar el camino ordenando la propia habitación. 8º En la vida real existe gran diferencia entre ganar y perder, a diferencia de la escuela donde siempre dan otra oportunidad para encontrar la respuesta correcta en los exámenes.
9º No hay vacaciones cada trimestre, y muy pocos jefes se interesan en ayudar a que uno se encuentre a sí mismo; todo eso hay que hacerlo en el escaso tiempo libre. 10º La gente de verdad trabaja durante muchas horas, lo que no aparece en las series de televisión donde pasan todo su tiempo en algún “café de película”. 11º Conviene ser amable con los "empollones" (‘nerds’) aplicados de la clase; existen muchas probabilidades de terminar trabajando para alguno de ellos.
Estas pautas pueden ser controvertibles, pero provienen de alguien que sin duda conoce la realidad empresarial: Bill Gates.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/consejos.htm
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