Repulsa absoluta

Ante otro atentado, no importa de quién, sólo cabe el máximo rechazo ético, político, racional y emocional.

Para asesinar hay que ser ruin y desalmado; para hacer daño a inocentes hay que ser inhumano e infame; para poner una bomba hay que ser vil y cobarde; para creer que con esto se defiende una causa hay que ser necio y estúpido. Así quedan definidos quienes cometen este tipo de repugnantes actos.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/repulsa.doc

Versos minimalistas para un largo año

Un haiku describe simplemente lo que sucede aquí y ahora.

Haiku es un poema breve japonés, formado por 17 sílabas divididas en tres versos de 5-7-5 sílabas. Estrofas sin rima, repletas de paradojas, suelen describir un instante, un momento irrepetible de la naturaleza o de la vida cotidiana, incluyendo con frecuencia una palabra que describa la estación: nieve, crisantemo, cerezo en flor,... El haiku trasciende el texto y en un instante alcanza la eternidad narrando un acontecimiento nimio, resaltando el cambio y la permanencia, la semejanza y el contraste. Busca insinuar lo casi inexpresable.

Tres ejemplos literarios: “La vieja mano / sigue trazando versos / para el olvido” de Jorge Luis Borges; “Los días lentos / se apilan, evocando / un viejo antaño”, de Busón; y “Todo arrabal / tiene lujos de pobre / miserias ricas” de Mario Benedetti. A mí sólo se me ocurre un haiku, en este preciso momento, tras oír la noticia de la última bomba en Barajas: “Fin de otro año,/ tantos sueños pospuestos, /la paz entre ellos”.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2006/haikus.doc

Testigo de la Educación Vasca (I)

Mikel Agirregabiria, con 5 años en 1958 (primera foto escolar)
Medio siglo de testimonio de la
Historia reciente del Sistema Educativo Vasco.


Por Joseba Mikel Agirregabiria Agirre

Preámbulo (1958-2008)

Todos hemos pasado por la escuela, hace pocos o muchos años. Muchos proseguimos estudios, a continuación del colegio o tiempo después. Quienes peinamos canas también como padres o madres hemos retomado el contacto con la educación. Algunos elegimos ser profesores y seguimos profesionalmente ligados a la enseñanza. Quizá hasta hemos participado en tareas de dirección o de administración educativa. Sólo unos pocos han permanecido atentos, de forma continuada, con la formación de su entorno.

El testigo de este relato ha vivido vinculado a la educación vasca de forma permanente, como un personaje secundario, pero con acceso a protagonistas y sucesos de primera fila, especialmente en las últimas décadas. Con vocación de obtener conclusiones para el presente y el futuro de nuestra sociedad, este relato por entregas recorre cinco décadas del devenir escolar en el País Vasco, desde sus sucesivas etapas como alumno, profesor, asesor, promotor y gestor educativo.

El formato inicial en esta bitácora busca superar la inevitable perspectiva subjetiva de una limitada memoria individual. Por la vía de comentarios, o a través de este correo (agirregabiria@gmail.com), se aspira a complementar este texto con aportaciones de lectores y lectoras que vivieron otros enfoques educativos y desean colaborar con este proyecto de recogida histórica de nuestro sistema educativo, que sigue en permanente evolución.

Tratamos de pasar nuestros recuerdos de memorias de neuronas a otras de silicio, para compartir análisis, propuestas y resoluciones. Sólo recuperando e indagando en nuestro pasado, podremos avanzar acertadamente hacia un futuro educativo mejor.

© Joseba Mikel Agirregabiria Agirre.
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