
Un problema clásico: Send + More = Money

La persona que sabe aprender, ya sabe lo suficiente

Learning is what most adults will do for a living in the 21st century.
Apprendre, c'est ce que feront la plupart des adultes pour gagner leur vie au 21ème siècle. Yakov Perelman
El viejo y apócrifo 'Acertijo de Einstein'

- En cada casa vive una persona de nacionalidad diferente.
- Estos cinco propietarios beben, fuman y tienen una mascota.
- Ninguno tiene la misma mascota, ni bebe o fuma lo mismo.
- El británico vive en la casa roja.
- El sueco tiene un perro.
- El danés bebe té.
- La casa verde está a la izquierda de la casa blanca.
- El propietario de la casa verde bebe café.
- La persona que fuma Pall Mall cría pájaros.
- La persona que vive en la casa amarilla fuma Dunhill.
- El propietario de la casa de en medio bebe leche.
- El noruego vive en la primera casa.
- El hombre que fuma Blends vive al lado del propietario de un gato.
- El dueño del caballo vive al lado del hombre que fuma Dunhill.
- El fumador de Bluemasters bebe cerveza.
- El alemán fuma Prince.
- El noruego vive al lado de la casa azul.
- El fumador de Blends tiene un vecino que bebe agua.
Mapisimo: Reserva dos parcelas en la Tierra

Mapisimo es un mashup con Google Maps que acaba de ser lanzado en beta pública, y cuya singularidad es haber parcelado el planeta en unos 510.000 millones de parcelas del tamaño de cuatro campos de tenis. Cada usuario registrado (yo soy MIKEL y me he reservado el Puente Colgante) puede ser propietario de una de esas partes, llamadas dunams, publicar mensajes de texto e hiperlinks en su parcela. Vía: LaBrújulaVerde.
No hay mal que por bien no venga...

Unos días después, el caballo regresó y trajo consigo una manada de potros salvajes. El vecino, corrió a felicitar a su amigo por su buena suerte, pero el campesino nuevamente afirmó “Mala suerte, o buena suerte, sólo el futuro lo sabe”.
Al poco tiempo, cuando su hijo estaba domando uno de los caballos, se cayó del animal y se rompió la pierna. Otra vez fue el compungido vecino a lamentarse de la desgracia, y otra vez el anciano, con una serenidad inamovible, le contestó: “Mala suerte, o buena suerte, sólo el futuro lo sabe”.
Finalmente, llegó al rancho un oficial del ejército que iba a reclutar jóvenes para ir a la guerra. Como el hijo del campesino tenía enyesada la pierna, fue liberado de prestar el servicio. Nuevamente, ¿de qué se trataba? Mala suerte, o buena suerte, sólo el futuro lo sabe...
Cuando naces... ya no puedes esconderte
