Vuelvo a las andadas (véase Soy un calculador... renal de hace dos años) y por partida doble: Ahora cultivo piedras en riñón y vesícula biliar. Así que, dentro de la más genuina tradición de levantar piedras (deporte vasco con vocación de harrijasotzile), sobrellevo el mito de Sísifo con sendos pedruscos a izquierda y derecha.
La doble carga se duplica moviéndose entre los contestadores de la sanidad pública (Sanidad Pública Vasca, Osakidetza) y de la privada (Igualatorio Médico Quirúrgico, IMQ) en estas fechas navideñas. Varios médicos, que actúan en ambas redes, recomiendan por rapidez al IMQ (aunque algunos de sus especialistas dan fechas para dentro de un mes).
La decisión no es fácil: Se supone que el IMQ es más ágil que Osakidetza, pero el caso es que en la práctica no siempre es así. Por ejemplo, ante unas molestias abdominales previas dos especialistas del IMQ nos remitieron, de entrada, a realizar una ecografía (que detectó una colelitiasis con un cálculo biliar que no se advierte con los Rayos X) mientras que otro nos programaba una colonoscopia. En urgencias de Osakidetza, adonde acudimos anteayer con un doloroso cólico nefrítico agudo, tras unas radiografías inmediatamente nos diagnosticaron y trataron. Tras cinco horas nos remitieron a casa con un tratamiento de antiinflamatorios a la espera se ser vistos por los urólogos en fechas próximas.
Continuará, nos tememos, y ojalá lo contemos en persona. La imagen es del box de urgencias del Hospital de Cruces, cuando los analgésicos nos dejaron respirar, donde nos trataron con gran diligencia y profesionalidad ( y eso a pesar de que ese mismo día fue noticia la saturación de este servicio de urgencias durante la mañana del 28-12-2011).