La película "Don't Be a Sucker" (No seas tonto) es un cortometraje producido por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo principal era advertir a los ciudadanos estadounidenses sobre los peligros del fascismo, la intolerancia y la discriminación, utilizando un formato educativo y persuasivo. Entonces el presidente de los Estados Unidos era el demócrata Franklin D. Roosevelt. Estaba en su tercer mandato (1933-1945) y lideró al país durante la Gran Depresión y la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos desarrolló varios cortometrajes como parte de sus esfuerzos de propaganda para educar y unir a la población. "Don't Be a Sucker" se enmarca en este esfuerzo, enfocado en combatir los prejuicios y advertir sobre los mecanismos que los regímenes totalitarios, como el nazismo, utilizaban para dividir y controlar a las sociedades.
El cortometraje presenta a un hombre estadounidense que escucha a un orador callejero enojado que predica odio contra diferentes grupos, incluidos inmigrantes, minorías étnicas y religiosas. El orador intenta culpar a estos grupos por los problemas sociales y económicos del país.
Un segundo hombre, un inmigrante europeo que se ha convertido en ciudadano estadounidense, interviene y le cuenta su propia experiencia de cómo, en su país de origen, las tácticas de odio y discriminación llevaron al surgimiento del fascismo y a la pérdida de la libertad. Explica que estas divisiones y prejuicios permitieron que los regímenes autoritarios consolidaran el poder.
La lección principal es clara: la intolerancia y el odio pueden destruir una sociedad democrática si las personas no están alertas y unidas en sus valores. El título, "No te dejes engañar", refleja este llamado a resistir las narrativas divisivas y a proteger la democracia.
Aunque fue creada hace más de 80 años, la película sigue siendo relevante en debates actuales sobre racismo, intolerancia y manipulación social. De hecho, en los últimos años, algunas escenas del cortometraje han resurgido en redes sociales como una advertencia contra el resurgimiento de ideologías de odio y extremismo.
Nos recuerda el poema escrito por el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984). Véase en otros posts nuestros. Trata sobre la cobardía de los intelectuales alemanes tras el ascenso de los nazis al poder y la subsiguiente purga de sus objetivos escogidos, grupo tras grupo. Muchas variaciones y adaptaciones en el espíritu del original se han publicado en el idioma inglés. Trata de temas como la persecución, culpa y responsabilidad.