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Malcolm McLean, el inventor de los contenedores para barcos

Malcom McLean imaginó cómo lo contenedores podían crear un nuevo sistema de comercio internacional. El 90% del comercio internacional es transportado por el mar. Computadores de China, camisetas de Bangladesh, cobre de Chile, autos de Japón, tomates de España y todo, todo lo que se te pueda ocurrir, viaja en una de las 20.000 cajas de metal que puede llegar a transportar un buque de carga. Una caja de acero con 548.000 plátanos, 55 neveras, 400 televisores, 13.000 botellas de ron o un automóvil. Todo cabe en un humilde contenedor. 

  "La globalización, tal como la conocemos hoy, no habría sido posible sin el contenedor", Marc Levinson, economista, historiador, y autor de libros como "La Caja", donde explica cómo la innovación hizo posible la expansión del comercio internacional, y "Fuera de la Caja", donde reflexiona sobre la historia y el futuro de la globalización.

Poca atención le habíamos prestado a los contenedores, hasta que se produjo este año la famosa crisis de las cadenas de suministros (derivada de la pandemia de covid-19), dejando atascados muchos de los productos que consumimos regularmente en alguno de los puertos por donde transitan las mercancías. Efectivamente, no podemos vivir sin ellos. Aunque la historia nos dice que eso no fue siempre así. 

El primer viaje de contenedores con éxito comercial ocurrió en abril de 1956 a bordo de un buque militar reconvertido, el Ideal X, que transportó 58 contenedores desde Nueva Jersey a Texas, donde 58 camiones estaban esperando su llegada para trasladar las mercancías. 

El artífice de la travesía fue Malcom McLean, el visionario creador del sistema de transporte marítimo comercial moderno con contenedores. "Mr. contenedor", podríamos llamarle, reconociéndole que inventó el sistema logístico, más que la caja metálica propiamente tal. 

Y se hizo multimillonario. Antes de que McLean -un empresario camionero nacido en 1914 en una familia de agricultores de Carolina del Norte- utilizara el contenedor como la pieza clave de su imperio comercial, el transporte marítimo era casi una pesadilla. En la década de 1950 sólo la logística de cargar y descargar barcos era un desafío gigantesco. 

Los estibadores encargados de hacerlo apilaban, por ejemplo, barriles de aceitunas y cajas de jabón sobre un palé de madera. Éste se elevaba con una cuerda gruesa y era depositado en la bodega del barco, donde otros estibadores acomodaban cada artículo para optimizar el espacio al máximo y para que la carga no se moviera en alta mar. 

Solía haber grúas y carretillas elevadoras disponibles, pero al final muchas de las mercancías terminaban siendo movidas a pulso. Era un trabajo mucho más peligroso que el de la manufactura o la construcción. En los puertos grandes cada pocas semanas había alguna víctima fatal. La carga y descarga de un barco demoraba la misma cantidad de días del viaje por mar. 

Tenía que existir una mejor manera de hacerlo. Y esa respuesta fue la que encontró Malcom McLean. El empresario se había dedicado al negocio del transporte terrestre de mercancías. Comenzó con un camión durante los difíciles años de la Gran Depresión y terminó con una flota de 1.700 cuando vendió la compañía a mediados de los años 50. 

McLean estaba convencido de que el uso de contenedores era el futuro del comercio internacional, pero para eso, requería toda una cadena logística que hiciera viable el modelo de negocio y convencer a todos los que participaban en el antiguo sistema de que debían transformarlo.

Para empezar, las compañías de camiones, las navieras y los puertos no se ponían de acuerdo en un estándar común para fabricar los contenedores. Después, estaban los poderosos sindicatos de los puertos, que se resistían a la idea porque la mayor parte de los estibadores perdería su empleo. 

Por otro lado, las autoridades que regulaban la carga pesada en Estados Unidos también preferían el statu quo. Diferentes normativas establecían cuánto debían cobrar las compañías navieras y las empresas de camiones. ¿Por qué no permitir que éstas cobraran lo que el mercado dictara? ¿O permitir que se unieran y ofrecieran un servicio integrado? 

No, la primera respuesta fue una frontal oposición a las ideas de McLean. Pese a las dificultades, el empresario continuó trabajando en la manera de fabricar contenedores que se pudieran ajustar a los requerimientos de un barco y los de un camión que pudiese transportar la misma caja metálica llena de productos. Hasta que llegó el día en que consiguió a su gran cliente: el ejército de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. 

McLean aprovechó una laguna legal para obtener el control de una compañía naviera y de una empresa de camiones. Luego, cuando los estibadores entraron en huelga, aprovechó ese tiempo de inactividad para adecuar los barcos viejos a las especificaciones de los nuevos contenedores. 

Pero la maniobra más importante ocurrió en 1960, cuando McLean le vendió la idea del transporte con contenedores a los militares. El ejército vio en la idea de McLean la solución a sus problemas para enviar equipamiento militar a Vietnam. El transporte con contenedores es mucho más eficiente si forma parte de un sistema integral de logística, de manera que el ejército de EE.UU. era el cliente ideal. 

Además, Malcom McLean se dio cuenta que al regresar de Vietnam, sus buques podían traer los contenedores llenos de carga útil de la economía que más rápido estaba creciendo del mundo, la de Japón. Y así comenzó en serio la relación comercial transpacífica. 

 Una relación precipitada por una guerra que finalmente terminó convirtiéndose en la base de lo que actualmente es el sistema de comercio internacional. Hoy toda la gestión del transporte marítimo se dirige desde unas computadoras, que controlan cada uno de los contenedores que se mueven a través de un sistema logístico global.

Los contenedores refrigerados se colocan en el casco, donde hay electricidad y monitores de temperatura, y los más pesados al fondo. Y mientras las grúas cargan el barco, lo van descargando de otros contenedores. "Por supuesto que no todo el mundo disfruta de los beneficios de esta revolución", dice Tim Harford, uno de los autores de la serie de la BBC "50 cosas que hicieron la economía moderna". Muchos puertos de los países más pobres, como los de África Subsahariana, se parecen al de Nueva York durante la década de 1950. Sin embargo, con esas excepciones y para un número creciente de destinos, ahora las mercancías se pueden transportar de una forma más rápida y barata. Y eso es, en gran parte, gracias al contenedor", apunta Harford.




 Harford.

La gran ola de Kanagawa, una omnipresente imagen

La gran ola de Kanagawa” es una obra maestra del arte japonés que ha cautivado a personas de todo el mundo. Fue creada por el pintor especialista en las estampas ukiyo-e, Katsushika Hokusai (autorretrato en la imagen lateral), y se publicó entre 1830 y 1833 durante el período Edo de la historia de Japón. Es parte de la famosa serie “Fugaku sanjūrokkei” (36 vistas del Monte Fuji).

Aspectos interesantes sobre esta icónica estampa: 
  • La obra muestra una enorme ola que se alza sobre unos barcos, con el majestuoso monte Fuji al fondo. La composición equilibrada y la intensidad de la ola capturan la fuerza y la belleza de la naturaleza. 
  • Contexto Histórico y posibles significados: 
    • Algunos sugieren que la ola podría ser una metáfora de la invasión extranjera en tierras japonesas. En ese momento, Japón reflexionaba sobre si abrirse al exterior o permanecer aislado. Fuerza de la Naturaleza: 
    • Otra interpretación es que la ola representa la virulencia de la naturaleza, capaz de acabar con vidas humanas e incluso elevarse por encima del mismísimo monte Fuji, un símbolo nacional en Japón de eternidad. 
  • Legado Duradero: La obra ha influido en artistas y coleccionistas en todo el mundo. Se ha convertido en un ícono cultural y sigue siendo recreada en diversas formas, desde murales hasta tatuajes. 
Algunas curiosidades de la icónica imagen de Japón.  Fue creada hace casi 200 años y sigue siendo recreada en todas partes. En murales y tatuajes, en estampillas y ropa, en caricaturas y hasta en emojis. En apenas unos escasos 25,7 por 37,8 centímetros, Hokusai logró plasmar una escena épica, un drama oceánico con una composición simple pero tremendamente poderosa.

1. El tema no era 'La gran ola'. En realidad una vista del monte Fuji. En aquellos días, el monte Fuji era visto como una deidad protegida, espectacularmente visible desde Edo, el Tokio moderno. Provocaba cierto temor, por la posibilidad de una erupción del volcán, pero también adoración, pues la nieve de su cima era su fuente de agua, y algunos pensaban que guardaba el secreto de la inmortalidad. De hecho, aunque toda la serie gustó cuando se lanzó, 'Fuji Rojo' fue mucho más popular que 'La gran ola' en el Japón de 1800, debido a la reverencia espiritual hacia la sagrada montaña. 

2. Hokusai la pintó cuando tenía 70 años. Según él mismo dijo, todavía estaba aprendiendo; es más, estaba convencido de que su mejor trabajo estaba por venir. En unas memorias conmovedoras que escribió a los 76 años, abrió su corazón. "Desde los 6 (años), tenía una inclinación por copiar la forma de las cosas. A partir de los 50, se publicaron mis imágenes...", refiriéndose a diez volúmenes de dibujos, cada uno con 60 páginas cubiertas con imágenes de todos los temas imaginables: figuras y animales reales e imaginarios, plantas, paisajes marinos, dragones, poetas y deidades... en fin. Se llamaban "manga", una especie de prototipo de manga moderno, aunque el significado era ligeramente diferente en esa época. Después de una pausa, le encargaron diez volúmenes más de su manga, y pidió que se hicieran con papel más barato para que sus ideas pudieran difundirse más ampliamente. Murió en 1849, a los 89 años, sin sospechar cuán grande era el destino que le esperaba a su gran ola. Al lado, autorretrato de Hokusai a la edad de 83, en el año 1842.

3. Es más que japonesa 'La gran ola' de Hokusai sólo llegó a costas ajenas 18 años después de su muerte, y más de 35 después de que él la creara, pues Japón estuvo aislado durante dos siglos. Desde 1640, el país se había cerrado en gran medida al mundo y solo se permitía una interacción limitada con China y Holanda. Aunque los foráneos no podían entrar en Japón, las cosas extranjeras sin duda podían hacerlo, algo que se ve claramente en 'La Gran Ola'. Está impresa en papel de morera japonés tradicional en sutiles tonos de amarillo, gris y rosa. Pero el color que domina es un azul intenso y profundo... un azul que no era japonés. azul de Prusia.


4. Inspiró a grandes artistas. En la década de 1850, cuando la Revolución Industrial avanzaba, las grandes potencias manufactureras buscaban agresivamente nuevas fuentes de materias primas y nuevos mercados para sus productos. Les parecía incomprensible, de hecho intolerable, la cerrada actitud de Japón. Al final, los estadounidenses concluyeron que el libre comercio tendría que imponerse por la fuerza. Y lo lograron. Cuando se abrieron las fronteras, hubo una avalancha de cultura visual japonesa en Occidente, y su influencia en las artes occidentales fue tal que hasta tiene nombre: japonismo. La presentación en sociedad -occidental- de 'La gran ola' se produjo en la Exposición Universal de 1867 en París, y su impacto fue revolucionario. El contraste de la sencillez con la que expresaba tal dramatismo y los grandes óleos europeos era abismal.

5. Era baratísima. Sabemos que en 1842 el precio de cada impresión de 'La gran ola' se fijó oficialmente en 16 mon, el equivalente a una ración doble de fideos. Hoy cuestan varios millones de raciones dobles de fideos. 
En marzo de 2021, un grabado de 'La gran ola' realizado alrededor de 1831 se vendió por 1,6 millones de dólares en una subasta de arte japonés y coreano de Christie's Asia en Nueva York. Era un arte barato, pero cuando se imprimía en grandes cantidades con estándares técnicos exquisitos, podía ser muy rentable: a la gente le fascinaba para adornar sus viviendas. Roy Fox Lichtenstein tomaron ideas de artistas como Hokusai y reinterpretaron su visión: 'La gran ola' tuvo un significado especial para ellos, como en "Chica ahogándose". 

6. No es un tsunami. Mucha gente asume que 'La gran ola' representa un tsunami. "Podemos estar seguros de que no es un tsunami", le dijo a la BBC el experto en hidrodinámica Chris Swan, del Imperial College de Londres. "Los tsunamis son olas generadas por eventos sísmicos, a menudo en aguas profundas. Cuando eso pasa, la ola tiene una cresta muy larga, que no es el caso en la imagen". "Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas". Así, lo que Hokusai dibujó es un fenómeno natural, infundiendo a la imagen un dramatismo y una escala extraordinarios, y originando una de las mejores representaciones del poder del mar en la historia del arte.

7. Esta obra forma parte de "La historia del mundo en 100 objetos" de la BBC (pronto post con los otros referentes como la piedra Rosetta (post previo),,... En resumen, “La gran ola de Kanagawa” es una poderosa representación artística que trasciende el tiempo y la geografía, evocando tanto la majestuosidad de la naturaleza como las complejidades de la historia humana. Para concluir, una versión animada.

Certezas de la alimentación para una vida longeva

Síntesis de una noticia de Marta Fdez. Vallejo en El Correo del 14-10-23

Mucho se escribe, también en este blog sobre alimentación y longevidad, pero no siempre las recomendaciones coinciden plenamente, e incluso se contradicen consejos en numerosas ocasiones. Por ello, nuestra labor es encontrar las mejores y más actuales referencias con el máximo rigor científico para acertar con la dieta óptima en nuestra nutrición diaria.

La receta para tener una vida más larga ya es conocida: hacer ejercicio, nada de tabaco ni alcohol y comer sano. Aunque factores genéticos también influyen, sin duda. Pero, ¿cuántos años ganaríamos si mejoramos la dieta de la noche a la mañana? Una investigación de la Universidad noruega de Bergen de febrero de 2022 respondió a esa pregunta: un cambio de alimentación podría alargar la vida incluso más de una década. Y, lo que es más importante, nunca es tarde para arañar un tiempo extra a la vida. Incluso personas cercanas a los 80 años pueden elevar su esperanza de vida entre tres y cuatro años si hacen hueco en el plato a los alimentos que favorecen la longevidad.

Los investigadores recopilaron y compararon resultados de decenas de estudios relacionados con la dieta y la longevidad en poblaciones de Estados Unidos, China y Europa. Según el estudio, «introducir estos cambios en la alimentación a los 20 años podría alargar nuestra vida entre diez y trece años, mientras que hacerlo a los 60 nos haría vivir hasta ocho años más», detalla Sandra López Doménech, doctora en Biomedicina y Biotecnología e investigadora en Endocrinología y Nutrición de la Fundación Fisabio. Eso sí, estos cambios deben mantenerse al menos una década para conseguir el máximo efecto. Pero incluso modificaciones parciales en la dieta pueden prolongar nuestra vida hasta en siete años si comenzamos antes de los 30.

El informe concluyó que, en general, «se debe reducir al mínimo posible el consumo de carne roja, los alimentos ultraprocesados y los ricos en azúcares, sustituir las harinas refinadas por granos integrales y aumentar las raciones de legumbres y frutos secos», detalla la científica de esta fundación dedicada a la investigación sanitaria. Frutas, verduras y pescado logran también «efectos muy positivos sobre la salud», pero su consumo en la dieta actual no es tan bajo como el de legumbres y frutos secos, motivo por lo que se necesita incrementar más la ingesta de estos últimos. De hecho, en los hogares españoles se comen cada vez menos legumbres: desde la década de los 60 hasta la actualidad, ha caído más de un 50%.

Otros grupos de alimentos estudiados podrían tener un efecto más bien «neutro» en la longevidad. Es el caso de la carne blanca, el huevo y los aceites vegetales. Con excepción del aceite de oliva, que sí tiene un papel protector sobre la salud.

Las legumbres deben ser la principal fuente de proteínas en nuestra alimentación. Alubias negras, lentejas, garbanzos, judías blancas... Son los verdaderos elixires de la longevidad. Contienen fibra y más nutrientes por gramo que cualquier otro alimento del planeta. La medida: un mínimo de cuatro raciones semanales de entre 70 y 100 gramos de legumbres, según la edad y la actividad física, reducen en un 14% el riesgo de infarto debido a que rebajan significativamente los niveles de colesterol 'malo'.

Es preferible evitar los alimentos de origen animal. El Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer fija un máximo de 350 gramos semanales. Una recomendación de los nutricionistas: los huevos son un alimento con un excelente perfil nutricional y pueden sustituir a las proteínas de la carne roja. En lo que hay consenso es en el consumo de pescado dos o tres veces a la semana, y mejor si tiene alto contenido de omega 3, que protege de las enfermedades cardiovasculares. «Las sardinas, el salmón, el atún y el boquerón se encuentran entre los pescados azules más consumidos en España. Tienen proteínas de alto valor biológico e incluyen todos los aminoácidos esenciales», valora Ana Tellería, médico nutricionista del centro IMQ Zurriola.

Otro de los cambios que hay que hacer en esa dieta para la longevidad es aumentar la ración de frutos secos. «Almendras, avellanas, nueces, pistachos y anacardos sobresalen por sus nutrientes. Aunque la cantidad varía de un tipo a otro, el porcentaje de proteínas que aportan oscila entre el 10% y el 30%. Su contenido en grasas es alto y llega hasta el 60%, pero son ácidos grasos saludables. Por ello, la Fundación Española del Corazón recomienda su consumo diario, pero «sin exceder los 30 gramos», añade la especialista en Endocrinología y Nutrición.

Sin ultraprocesados, ni dulces.  Un alimento ultraprocesado es el que se elabora sin productos frescos y está repleto de conservantes, aditivos, potenciadores del sabor, azúcar, grasas perjudiciales: hamburguesas, salchichas, pizzas, bollería industrial,... La Sociedad Americana de Medicina Preventiva ha alertado de que el consumo de ultraprocesados se asocia al 10,5% de las muertes prematuras prevenibles. ¿Y cuál es el límite? «En personas jóvenes, delgadas y deportistas el límite de consumo de pizzas o hamburguesas sería de una o dos veces al mes», apunta el doctor Miguel Ángel Rodríguez González, especialista en medicina preventiva y salud pública. Para el resto de la población, mejor evitar todos los ultraprocesados.

El azúcar es uno de los principales enemigos de la salud: es culpable de la epidemia de obesidad y sus enfermedades asociadas. Sólo a causa de la diabetes fallecen en España 25.000 personas cada año. La Organización Mundial de la Salud fija un máximo de 25 gramos al día, unas cinco cucharadas de postre. Una lata de refresco ya contiene siete.

Y a partir de los 50 años
  • Proteínas: Un gramo por kilo de peso. Que sean en su mayoría de origen vegetal. 
  • Fibra: 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres. El consumo de fibra se ha asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y obesidad, detalla la doctora Carmela Manrique, especialista en Endoncrinología del centro IMQ Colón.
  • Calcio: Debe proceder fundamentalmente del consumo de productos lácteos, ya que la biodisponibilidad del calcio (porcentaje de absorción) es mucho mayor frente a la de alimentos vegetales, destalla la especialista. La cantidad: 800 mg diarios, aunque se puede necesitar un extra (hasta 1200 mg) a partir de los 50 años y más aún con la menopausia.
  • Vitamina D: 15 microgramos al día (600 UI) y 30 minutos de exposición lumínica diaria. «No existen datos para recomendar la suplementación para obtener beneficios», puntualiza la especialista en Endocrinología.
  • Vitamina B12: Influye en el metabolismo energético, la función inmunitaria, la reparación del ADN y la producción de glóbulos rojos. La dosis diaria recomendada es de 2,4 microgramos. La vamos a encontrar en productos de origen animal. Por tanto, su carencia suele afectar a personas que siguen dietas desequilibradas y en veganos.
  • Antioxidantes: Presentes en alimentos que contienen vitaminas A, C o E. Su función es eliminar los radicales libres que provocan estrés oxidativo, por lo que incluirlos en tu dieta ayudará a retrasar el envejecimiento.
  • Ácido fólico: Para conseguir un aporte apropiado es necesario el aumento de consumo de fuentes naturales (verdura de hoja oscura, fruta, pan, cereales, cacahuetes, avellanas, hígado).

Edades de las personas más poderosas

¿Qué edad tienen los líderes que mueven el mundo? Descubre la sorprendente verdad: La edad no es un obstáculo. Hagamos un repaso de las edades de las algunas de las personas más poderosas o influyentes del mundo en la actualidad, por orden cronológico de nacimiento. Comencemos por los líderes políticos o religiosos a escala planetaria:

Hay muchísimos más casos de personas muy mayores que fueron líderes a edades muy sabias. Recordemos que la palabra senado tiene la misma raíz latina que senectud: en el senado romano gobernaban los mayores.

Ejemplos son personalidades como Pepe Mujica se despidió de la actividad política a los 85 años, habiendo llegado a la presidencia de Uruguay con 74 años. Shimon Peres cumplió 90 años siendo presidente de Israel. Giorgio Napolitano también fue presidente de Italia hasta casi cumplir los 90 años. Robert Mugabe presidió Zimbabue hasta los 93 años, cuando fue derrocado. Hoy día, Paul Biya, nacido el 13 de febrero de 1933, es el actual presidente de Camerún desde el 6 de noviembre de 1982.

Por último, pero el caso más relevante fue Isabel II del Reino Unido, fallecida en 2022 con 96 años, convirtiéndose así en la líder más longeva de la historia contemporánea. Durante su reinado vivió acontecimientos que cambiaron el rumbo de su país y del mundo entero: desde los eventos más lejanos, como la pérdida de colonias del Imperio Británico, hasta los más cercanos a la actualidad, como el Brexit. Además, vio morir a grandes personajes de la historia, entre ellos: Winston Churchill, Martin Luther King, Gorbachov o su propia nuera, Lady D.

Prosigamos con el listado de los más ricos del planeta. La edad media de estos diez hombres es de 65 años, según la lista Forbes de 2023Aunque haya 86 miembros de la lista menores de 40 años y 12 menores de 30, la edad media de los diez hombres más ricos del mundo es de 65 años:

  • 1930: Warren Buffet, nacido en OmahaNebraska el 30 de agosto de 1930. Se dedica al sector de la inversión y las finanzas y su fuente de riqueza es Berkshire Hathaway. 
  • 1944: Larry Ellison, nacido en El BronxNueva York, el 17 de agosto de 1944. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Oracle.
  • 1949: Bernard Arnault, nacido en RoubaixFrancia, el 5 de marzo de 1949. Se dedica al sector de la moda y el retal y su fuente de riqueza es LVMH. 
  • 1955: Bill Gates, nacido en SeattleWashington, el 28 de octubre de 1955. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Microsoft. 
  • 1956: Steve Ballmer, nacido en DetroitMíchigan, 24 de marzo de 1956. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Microsoft.
  • 1957: Mukesh Ambani, nacido en Adén, el 19 de abril de 1957. Se dedica a varios sectores y su mayor fuente de riqueza es Reilance Industries.
  • 1964: Jeff Bezos, nacido en AlbuquerqueNuevo México; 12 de enero de 1964. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Amazon. 
  • 1971: Elon Musk, nacido en Pretoria, el 28 de junio de 1971. Se dedica al sector de la automoción y sus fuentes de riqueza son Tesla y Space X. 
  • 1973: Larry Page, nacido en East LansingMíchigan, el 26 de marzo de 1973. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Google.
  • 1973: Serguéi Brin, nacido en MoscúUnión Soviética, el 21 de agosto de 1973. Se dedica al sector de la tecnología y su fuente de riqueza es Google.
Concluyamos con algunos de los máximos referentes empresariales en España:

Tres consejos finales del decálogo para elegir vehículo eléctrico

 
Hemos detallado previamente las siete primeras recomendaciones del "Decálogo de consejos para acertar con tu próximo VE", que venimos publicando en sucesivos posts se refieren a marcas y modelos de máxima calidad.

Los tres primeros criterios se referían a escoger bien la marca por software propio, infraestructura de recarga y 3º máximo grado de integración. Los dos siguientes al mejor modelo son el 4º según la aerodinámica y por la 5º seguridad. El sexto consejo se centraba en los apartados de las opciones de recarga vinculada y el séptimo en la cercanía del servicio técnico o Service Center de la misma marca con venta directa, lo que no es lo mismo que concesionario intermediario.

El Decálogo se completa con otros tres parámetros finales que exponemos más sucintamente, por estar vinculados los dos primeros a las diferentes categorías de usuarios y el consejo final al elemento final de precio determinante. Hay muchos más aspectos como el grado de Conducción Autónoma (muy dependiente del software propio y de los equipamientos opcionales), la opción de generación de energía con la misma marca (caso Solar Roof de Tesla) o la carga bidireccional V2G,…

Otros aspectos muy repetidos como la autonomía (o la capacidad de la batería) están ya recogidos en los apartados previos 2º y 6º sobre la recarga en itinerancia o la vinculada. Factores como la potencia, el equipamiento, el diseño, el espacio interior y el maletero más que elementos de selección son premisas iniciales del conjunto de opciones donde elegir.

Service Center de Tesla en Bizkaia

8º Criterio: Tipología de usuario innovador o no, de mentalidad de crecimiento o fija. Este espectro de compradores es sumamente decisivo. Hay personas, y no depende tanto de edad o clase social, que gustan de probar tecnologías o metodologías novedosas y explorar caminos menos trillados. Son quienes han sido pioneros o que antes darán el paso hacia la movilidad sostenible, optando además con más libertad por marcas nuevas y soluciones menos convencionales. Quienes siguen "necesitando" de cambios manuales, a un concreto tipo de "combustible" o al "estilo" de determinadas marcas o referentes serán los más recalcitrantes al Vehículo Eléctrico.

Esta dicotomía, que seguro los vendedores avezados detectan en segundos, serán conducidos -con la engañifa de la publicidad pagada por el oligopolio petrolero- al caduco sustituto térmico de su coche anterior o al imperdonable error de los híbridos (tan pésimos sin son enchufables como si no).

9º Criterio: Reservas sobre la procedencia del producto, o la protección de las marcas europeas. Esta perspectiva, al igual que en todo este decálogo es comprensible y razonable. También está relativamente interrelacionada con otras recomendaciones ya citadas. El caso principal puede ser la muy juiciosa pauta de preferir vehículos de producción propia o europea, tanto a nivel personal como empresarial o institucional. Nos consta que es muy difícil explicar por qué se ha recurrido a una solución "muy extranjera" cuando existen alternativas cercanas que protegen la economía propia.

Cualquier ciudadano debe velar por proteger el empleo de sus compatriotas nacionales o comunitarios, pero hay ocasiones en las que los gestores de la industria europea del motor (con España como segundo fabricante tras Alemania) están demostrando una ceguera inexplicable ante la disrupción que se lleva percibiendo con Tesla, con China,... desde hace más de una década. Los grandes multinacionales del automóvil, tras escándalos como el Dieselgate (posts anteriores), han demostrado una negación constante y siguen apelando a dilatar plazos, tratando de que olvidemos que la normativa euro (EURO 0) para limitar las emisiones contaminantes se estableció en 1988.

10º Criterio: Precio y condiciones de financiación. Obviamente este es la faceta más crítica para la mayoría de usuarios. Es algo muy cambiante, pero donde se están produciendo cambios irreversibles en dos sentidos: Por un lado el diferencial de precio entre un BEV (Vehículo Eléctrico a Batería y su equivalente térmico ICE) se está reduciendo, y de hecho en las gamas media y alto son equivalentes o mejores para los puramente eléctricos. Por otro lado, se está incrementando notablemente el número de marcas y modelos que acceden a nuestro mercado, con un efecto de competencia y mejora en precio.

El precio es una de las grandes sorpresas que se lleva quien analiza el mercado en este momento. Aparecen despropósitos absolutos cuando hay fabricantes que pretenden vender coches con características menores en todas sus dimensiones... a precios elevadísimos respecto a la competencia, valiéndose de su marca y concesionarios (véase post reciente de este dislate). Desde el 1 de octubre de 2023 el modelo y precio referenciales, para comparar como patrón, lo marca el Tesla Model 3 Highland RW por 39.990€ antes de ayudas.

A modo de resumen final, la lección clave es informarse debidamente por parte de quienes no tienen intereses ocultos o explícitos, aprendiendo de quienes hemos conocido ambas formas de movilidad como quienes formamos parte de AUVE (Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos). Confiemos que estos 10 Tips o trucos para elegir Vehículo Eléctrico sirvan para acertar a quienes amablemente nos leen.

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