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La revolución de la ternura

La última revolución habrá de ser de ternura para comprender las diferencias y hallar el camino hacia una singularidad convivida en la abundancia de la multiplicidad.

Pablo Neruda citó, hablando del poeta Mayakovski, el invento de una alianza indestructible entre la revolución y la ternura. También Víctor Hugo sugirió que “la indignación y la ternura constituyen la misma facultad vuelta en los dos sentidos de la dolorosa esclavitud humana; y quienes son capaces de encolerizarse son también capaces de amar”. El mismo Ernesto "Ché" Guevara señaló que “a veces debemos endurecernos, pero jamás debemos olvidarnos de la ternura”. Antes se decía que una mujer sin ternura era una monstruosidad, todavía más que un hombre sin coraje; ahora, hemos de considerar que toda persona sin coraje y sin ternura es alguien truncado.

Lo cierto es que la ternura aunque soterrada, se halla por doquier. Jacques Brel, el trovador de la ternura, cantaba “Cuando sabemos dar la ternura y también sabemos recibirla, nos damos cuenta que se halla presente todas partes: en un perro, en un amigo o en una desconocida”. Hay una ternura infinita en todos los corazones humanos como en una noche llena de estrellas.

Aún los más centenarios y gigantes árboles, los que inspiran solidez, altura y firmeza, se rodean de una tierna corteza donde los amantes graban sus nombres y amores para la posteridad. La ternura nos hace vulnerables, nos convierte en humanos, y nos eleva a la categoría de ángeles mortales. Tenemos la misma edad que nuestra ternura. Nuestro desgaste de ternura no es más que amor sin utilizar, porque el amor crea ternura… que sobrevive al amor. La ternura es esa realidad que consigue superar al ensueño de la utopía.

Hay ternuras de todas clases. Todas, menos las ternuras postizas, son válidas. Un niño describió la ternura como una luz y un calor que permanece en nuestro corazón aunque afuera esté lloviendo. Por ello, la ternura infantil es la más entrañable, pero en la mirada de una mujer alcanza la ternura su expresión suprema. Aunque jamás en la vida encontraremos ternura mejor, más profunda, más desinteresada, ni más verdadera que la de una madre. Nunca agradecemos lo suficiente a las mujeres del mundo, por mantener algo de ternura y sensatez en nuestras infancias, en nuestros juegos y en nuestra existencia a lo largo de la historia.

La ternura es el reposo de la pasión, eso que convierte la existencia de la otra persona en nuestra segunda piel. Por ello, cuando se expresa la ternura, se expresa en plural. El escritor de la ternura, Jacques Salomé, cree que la ternura no es un estado permanente, sino un descubrimiento perpetuo que cada uno de nosotros podemos hacer, no a través de la fragilidad de las apariencias o la rutina de las costumbres, sino en una vivencia consciente y completa del presente. La ternura no nace de lo imposible, sino que engendra vitalmente lo posible.

Nada es pequeño para la ternura. Aquellos que esperan las grandes ocasiones para probar su ternura,… no saben amar. Si sólo por el sufrimiento se alcanza la grandeza, sólo por la ternura se descubre los grandes amores. Ternura es una palabra o un silencio convertido en ofrenda... para quien sabe escucharlo con confianza. Saber escuchar con tolerancia es otra de las mejores manifestaciones de la ternura. Una risa sin fronteras, un ligero roce y una caricia que hace temblar el suelo bajo nuestros pies,… son cumplidos reflejos de la ternura.

La ternura reencontrada es igual que unas gafas graduadas, destinadas a corregir nuestra prosaica visión de la vida. Cuando la muerte, la gran reconciliadora, llega a nosotros, nunca nos arrepentimos de nuestra ternura, sino de nuestra severidad. Nadie puede llamarse feliz hasta que haya aprendido a cultivar la alegría, la estima, la ternura y la buena voluntad hasta el punto de hallarse determinado a ser feliz todos los días, haciendo felices a los otros.

Todos buscamos ternura natural de forma desesperada. Jacques Brel lo cantó “Somos como barcos partiendo todos juntos en la pesca de la ternura”. Y recuerda: La ternura no pide nada, no espera nada, se basta a sí misma. Jamás hay que prestar la ternura; hay que obsequiarla, si no, duele demasiado.
 Versión final en: http://www.agirregabiria.net/mikel/2006/ternura.htm
Post reparado en 2021, sustituyendo el vídeo final.

La gran ola de Kanagawa, una omnipresente imagen

La gran ola de Kanagawa” es una obra maestra del arte japonés que ha cautivado a personas de todo el mundo. Fue creada por el pintor especialista en las estampas ukiyo-e, Katsushika Hokusai (autorretrato en la imagen lateral), y se publicó entre 1830 y 1833 durante el período Edo de la historia de Japón. Es parte de la famosa serie “Fugaku sanjūrokkei” (36 vistas del Monte Fuji).

Aspectos interesantes sobre esta icónica estampa: 
  • La obra muestra una enorme ola que se alza sobre unos barcos, con el majestuoso monte Fuji al fondo. La composición equilibrada y la intensidad de la ola capturan la fuerza y la belleza de la naturaleza. 
  • Contexto Histórico y posibles significados: 
    • Algunos sugieren que la ola podría ser una metáfora de la invasión extranjera en tierras japonesas. En ese momento, Japón reflexionaba sobre si abrirse al exterior o permanecer aislado. Fuerza de la Naturaleza: 
    • Otra interpretación es que la ola representa la virulencia de la naturaleza, capaz de acabar con vidas humanas e incluso elevarse por encima del mismísimo monte Fuji, un símbolo nacional en Japón de eternidad. 
  • Legado Duradero: La obra ha influido en artistas y coleccionistas en todo el mundo. Se ha convertido en un ícono cultural y sigue siendo recreada en diversas formas, desde murales hasta tatuajes. 
Algunas curiosidades de la icónica imagen de Japón.  Fue creada hace casi 200 años y sigue siendo recreada en todas partes. En murales y tatuajes, en estampillas y ropa, en caricaturas y hasta en emojis. En apenas unos escasos 25,7 por 37,8 centímetros, Hokusai logró plasmar una escena épica, un drama oceánico con una composición simple pero tremendamente poderosa.

1. El tema no era 'La gran ola'. En realidad una vista del monte Fuji. En aquellos días, el monte Fuji era visto como una deidad protegida, espectacularmente visible desde Edo, el Tokio moderno. Provocaba cierto temor, por la posibilidad de una erupción del volcán, pero también adoración, pues la nieve de su cima era su fuente de agua, y algunos pensaban que guardaba el secreto de la inmortalidad. De hecho, aunque toda la serie gustó cuando se lanzó, 'Fuji Rojo' fue mucho más popular que 'La gran ola' en el Japón de 1800, debido a la reverencia espiritual hacia la sagrada montaña. 

2. Hokusai la pintó cuando tenía 70 años. Según él mismo dijo, todavía estaba aprendiendo; es más, estaba convencido de que su mejor trabajo estaba por venir. En unas memorias conmovedoras que escribió a los 76 años, abrió su corazón. "Desde los 6 (años), tenía una inclinación por copiar la forma de las cosas. A partir de los 50, se publicaron mis imágenes...", refiriéndose a diez volúmenes de dibujos, cada uno con 60 páginas cubiertas con imágenes de todos los temas imaginables: figuras y animales reales e imaginarios, plantas, paisajes marinos, dragones, poetas y deidades... en fin. Se llamaban "manga", una especie de prototipo de manga moderno, aunque el significado era ligeramente diferente en esa época. Después de una pausa, le encargaron diez volúmenes más de su manga, y pidió que se hicieran con papel más barato para que sus ideas pudieran difundirse más ampliamente. Murió en 1849, a los 89 años, sin sospechar cuán grande era el destino que le esperaba a su gran ola. Al lado, autorretrato de Hokusai a la edad de 83, en el año 1842.

3. Es más que japonesa 'La gran ola' de Hokusai sólo llegó a costas ajenas 18 años después de su muerte, y más de 35 después de que él la creara, pues Japón estuvo aislado durante dos siglos. Desde 1640, el país se había cerrado en gran medida al mundo y solo se permitía una interacción limitada con China y Holanda. Aunque los foráneos no podían entrar en Japón, las cosas extranjeras sin duda podían hacerlo, algo que se ve claramente en 'La Gran Ola'. Está impresa en papel de morera japonés tradicional en sutiles tonos de amarillo, gris y rosa. Pero el color que domina es un azul intenso y profundo... un azul que no era japonés. azul de Prusia.


4. Inspiró a grandes artistas. En la década de 1850, cuando la Revolución Industrial avanzaba, las grandes potencias manufactureras buscaban agresivamente nuevas fuentes de materias primas y nuevos mercados para sus productos. Les parecía incomprensible, de hecho intolerable, la cerrada actitud de Japón. Al final, los estadounidenses concluyeron que el libre comercio tendría que imponerse por la fuerza. Y lo lograron. Cuando se abrieron las fronteras, hubo una avalancha de cultura visual japonesa en Occidente, y su influencia en las artes occidentales fue tal que hasta tiene nombre: japonismo. La presentación en sociedad -occidental- de 'La gran ola' se produjo en la Exposición Universal de 1867 en París, y su impacto fue revolucionario. El contraste de la sencillez con la que expresaba tal dramatismo y los grandes óleos europeos era abismal.

5. Era baratísima. Sabemos que en 1842 el precio de cada impresión de 'La gran ola' se fijó oficialmente en 16 mon, el equivalente a una ración doble de fideos. Hoy cuestan varios millones de raciones dobles de fideos. 
En marzo de 2021, un grabado de 'La gran ola' realizado alrededor de 1831 se vendió por 1,6 millones de dólares en una subasta de arte japonés y coreano de Christie's Asia en Nueva York. Era un arte barato, pero cuando se imprimía en grandes cantidades con estándares técnicos exquisitos, podía ser muy rentable: a la gente le fascinaba para adornar sus viviendas. Roy Fox Lichtenstein tomaron ideas de artistas como Hokusai y reinterpretaron su visión: 'La gran ola' tuvo un significado especial para ellos, como en "Chica ahogándose". 

6. No es un tsunami. Mucha gente asume que 'La gran ola' representa un tsunami. "Podemos estar seguros de que no es un tsunami", le dijo a la BBC el experto en hidrodinámica Chris Swan, del Imperial College de Londres. "Los tsunamis son olas generadas por eventos sísmicos, a menudo en aguas profundas. Cuando eso pasa, la ola tiene una cresta muy larga, que no es el caso en la imagen". "Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas". Así, lo que Hokusai dibujó es un fenómeno natural, infundiendo a la imagen un dramatismo y una escala extraordinarios, y originando una de las mejores representaciones del poder del mar en la historia del arte.

7. Esta obra forma parte de "La historia del mundo en 100 objetos" de la BBC (pronto post con los otros referentes como la piedra Rosetta (post previo),,... En resumen, “La gran ola de Kanagawa” es una poderosa representación artística que trasciende el tiempo y la geografía, evocando tanto la majestuosidad de la naturaleza como las complejidades de la historia humana. Para concluir, una versión animada.

Alice Herz-Sommer, The Lady in Number 6

Comenzamos una serie de relatos biográficos de personas de edad avanzada (con la nueva etiqueta MAYORES), a fin de destacar su valor para iluminar el futuro desde la perspectiva del pasado que supieron reconducir y superar. Vidas de lucha y superación que ofrecen modelos para todas las generaciones actuales. Ejemplos de cómo una pasión, la música en este caso, ilumina toda la trayectoria vital de una mujer excepcional. Un preámbulo fue, ayer mismo, el vídeo final de Boris Cyrulnik, quien también escapó del nazismo como la protagonista de hoy.  

Alice Herz-Sommer, también conocida como Alice Sommer (Praga, 26 de noviembre de 1903 - Londres, 23 de febrero de 2014),​ fue una pianista judía, profesora de música, y supercentenaria de Bohemia, y una superviviente del campo de concentración de Theresienstadt (Terezín)Este campo de concentración servía a dos propósitos: era al mismo tiempo un lugar de paso hacia los campos de exterminio, y un «asentamiento de retiro» para judíos ancianos y «prominentes» con el fin de engañar a sus comunidades en cuanto a la solución final. Sus condiciones fueron deliberadamente diseñadas para acelerar la muerte de sus prisioneros, si bien también tuvo un papel propagandístico.

El aspecto más conocido de Terezín era su vida cultural, relativamente rica, incluyendo conciertos, conferencias y educación clandestina para los niños. Esto se debía a que estaba gobernado por una administración judía propia, además de que el número de judíos «prominentes» allí encarcelados facilitaba dicho florecimiento cultural.

Una de las pocas personas supercentenarias conocidas por razones distintas a su longevidad, vivió en Belsize Park, Londres, desde 1986 hasta su muerte, a la edad de 110 años. Ha sido la mujer superviviente del Holocausto que ha alcanzado mayor edad en el mundo, solo superada por Yisrael Kristal (varón, quien e19 de enero de 2016 pasó a ser el hombre vivo más viejo del mundo después de la muerte del japonés Yasutaro Koide.).​

Una película sobre su vida, The Lady in Number 6, fue nominada y ganadora del Premio de la Academia al Mejor Cortometraje Documental​. Asimismo aparece en el documental de Daniel Hope, Refugio en la música, sobre su actuación en Terezín.

Hoy ya aparece en la portada de El Periódico la noticia de Mascarillas Obligatorias (foto),... Vamos ganando la batalla de ¡#MascarillasObligatorias Ya!, pero aún no se ha publicado la Orden ministerial y seguimos con simplezas como "cuando no se pueda asegurar la distancia social". 

Conferencia de Joaquín García Roca

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Con la presencia de Ibone Bengoetxea del Ayuntamiento de Bilbao (en representación de la Asociación de Municipios Vascos, EUDEL), de Jon Etxebarria de la Diputación Foral de Bizkaia (Departamento de Acción Social), y de Ana Valenciaga del Departamento de Educación, Universidades e Investigación (Delegación Territorial de Bizkaia), presentados por Iñaki Iglesias (foto superior), se ha celebrado el encuentro anual sobre el “Programa para garantizar el derecho a la educación: erradicación de la desescolarización y del absentismo escolar en el Territorio de Bizkaia” del último curso académico.

La conferencia inaugural ha sido a cargo del profesor Joaquín García Roca (foto), presentado por Mikel Ubillos (ver extracto de vídeo arriba), acerca del trabajo en red de las diferentes instituciones para la superación de la marginación y del absentismo escolar. También se expuso al final (no pudimos quedarnos, pero es un documento público) el Informe correspondiente al curso 2008-2009, elaborado por la Comisión de Seguimiento.
Joaquín (Chimo) García Roca nos ofreció una lección derivada no sólo de su bondad e inteligencia, sino ante todo de su ejemplo. Recordó que el absentismo, o el fracaso escolar, son síntomas provocados por causas más profundas que son las que hemos de abordar en red social. Las personas que fracasan han acumulado, incluso antes de ir a la escuela, muchas sensaciones de marginación, de ser ignoradas por todos,... Nuestro objetivo debe ser superar, no únicamente compensar, las desigualdades.
Y nos habló de las redes que hemos de tender, y que se entienden de forman complementaria según las diferentes culturas. Redes de circo, que a un mismo tiempo nos protege y nos permite volar por las alturas, en esa doble demanda de seguridad y libertad que nos ha de otorgar la familia y la sociedad desde niños. Es una red que debe pasar desapercibida, pero que es indispensable para vivir como seres humanos, ligeros en movimientos y grandes en aspiraciones. Redes de pescar, que sugieren la idea de eficacia y la necesidad de que todos los hilos estén bien trenzados, que todos los nudos resistan,... Redes de telaraña, donde se denota la fortaleza de interdependencia a pesar de la debilidad de cada elemento. Redes de andamios, de puentes, de altura y de mediación. Redes sociales, donde resalta el valor de la comunicación, de superación de tiempos y de distancias,... Todo ello anuncia un futuro en red, donde sólo juntos podemos avanzar.
Joaquín García Roca nos habló de superar la sensación de impotencia que,a veces, puede sentirse ante problemas difíciles de erradicar. Compartió con nosotros algunas convicciones, ordenándolas como brújulas y cartas de navegación para viajar por el proceloso océano de la educación. Aseguró el absoluto fracaso de todo lo único, incluso la racionalidad única ha dado paso a una ecología de racionalidades. Ya no hay ni un tiempo único, y esto es evidente con el alumnado, cuyo tiempo propio avanza a ritmos muy personalizados.
Tres claves, tres dimensiones de todo educador o educadora, inclusode toda persona diríamos :
Se puede vencer el destino de la exclusión, al que parecen abocados algunos menores. Para ello, deben encontrarse con personas a quienes les importe y que le transmitan ese mensaje: "Tú me importas, tú vales, me alegro de verte en clase, te estábamos esperando, cómo estás, te hemos echado de menos,"... Así se construye la identidad del alumnado, cuando siente que el profesorado le mira, le pregunta, se preocupa por su presente y su futuro,... Un educador, en definitivo, no es sino un productor de identidad... propia, feliz,...
No hay nadie sin alguna capacidad sobresaliente. Sobre el falso supuesto de la carencia, nada puede construirse. Joaquín (Chimo) trabajaba y educaba en matemáticas desde el canto gitano, desde el reconocimiento al otro, al discente, de su superioridad en algunos ámbitos. Siempre hay algo que aprender, en ambas sentidos de toda relación. Un educador, en definitiva, es un descubridor de capacidades en su alumnado. Nos emocionó su historia de cuando le llevaron a identificar a un hombre joven, moribundo, que agonizaba sin comunicarse con nadie. Joaquín (Chimo) llegó, le llamó por su nombre y le abrazó. El poder del nombre propio le hizo despertar, porque el resto de conversaciones sobre lo poco que le quedaba de vida no le interesaba. Por señas, el enfermo pidió escribir y expresó su postrer deseo: Ver a "Alex". Cuando Joaquín (Chimo) descubrió preguntando a sus allegados quién podía ser Alex, supo que era un niño, el hijo pequeño del desahuciado. Cuando se lo llevaron, se levantó y quiso jugar con su hijo. Y sobrevivió dos años más. Cuando creemos que nada queda, sigue habiendo mucha vida por descubrir... si se sabe conectar.
Todo en la vida... es comunicación, y hay que escuchar lo que no es obvio. Cuando se falta a clase, cuando se arma un altercado,... se está "diciendo algo", se está usando un "altavoz" para contar lo que sucede por dentro. Y lo importante es el mensaje, no siempre explícito, y no el volumen o el ruido con el que se grita. Un educador es un descifrador, un decodificador... de gestos, de actitudes.
Con un relato de Gabriel García Márquez, que cuenta en el siguiente vídeo donde nos sugiere trucos para proseguir siempre en nuestra labor social y educativa, combinando la utopía y el desencanto, la inmediatez y el largo plazo. Y nos explica cómo no naufragar nunca...

Ha seguido una exhortación al trabajo conjunto: "Nos tenemos que mover todos juntos". El abordaje interinstitucional, contando hasta donde sea posible con la familias, el vecindario, sabiendo que existen tramas y marañas sociales con las que han que contar. Hemos de poner a toda la comunidad en estado de emergencia, porque si no asistiremos a un desbordamiento y el colapso de los subsistemas educativos, asistenciales,... El obsoleto paradigma de la Ilustración de educar aislando de las familias, de la calle,... se derrumbó hace tiempo. Hoy educa lo formal y lo no formal, la calle, la televisión e Internet, las amistades, el vecindario,... son agentes conjuntos que están fuertemente imbricados.
Otra brújula para navegar en la metáfora señala: "Educar es ofrecer sentido a nuestras vivas". Ya no basta saber, hemos de aprender colectivamente a convivir, ayudarnos a proporcionarnos una existencia buena y feliz entre todos. La gran patología histórica de la vieja enseñanza fue la relación de dominio de lo docente sobre lo discente. Hoy sabemos que no hay nadie tan rico ni tan sabio que no pueda recibir o aprender algo más, y sobre todo que no hay nadie tan pobre o tan necio que no pueda regalar o enseñar algo.
Ha concluido, antes del debate, con un relato final sobre "El primer hombre", obra inconclusa y póstuma de Albert Camus. Su narración nos ha hecho un nudo en la garganta a todo el auditorio. El Premio Nobel de Literatura cuenta cómo fue alentado por su primer maestro Louis Germain en la escuela primaria, a quien guardó total gratitud, hasta el punto de dedicarle su discurso del Premio Nobel. Así Camus rompió el destino de exclusión al que estaba condenado. Cuando Camus era niño en Argel, por un momento, y... en la escuela, "sintió que existía y era objeto de la máxima consideración". De aquel maestro reconoce que "recibí el único gesto paternal meditado y racional que viví de niño" (su padre había muerto en la guerra). Sigue Camus: "Y en clase, al menos, la escuela alimentaba el hambre de dignidad". Al despedirse de aquel maestro, camino del Liceo en París, Camus supo que "nunca encontraría mejor ni más sabio profesor que aquel cuyo corazón lo sabía todo"... El cuidado y la afectividad son atributos esenciales de la intervención educativa o social. Con el alumnado más desprotegido no cabe aquello de que en un cumpleaños el educador no estaba... porque era su día libre. En la educación, o en la familia, se está de guardia las 24 horas de los 365 días del año...
También cada minuto del coloquio tuvo una intensidad y validez educativa difícil de igualar. Ante la primera cuestión sobre casos donde se aprecia "dejación familiar", Joaquín (Chimo) supo ser comprensivo. Indicó que también las familias están sobrecargadas en ocasiones, porque se remite a ellas desde hospitales, casos de dependencia,... y ello conlleva situaciones de stress familiar. Todo lo que sirva de apoyatura mutua es válido, como escuelas de madres y padres a fin de extender el desarrollo comunitaria a la socialización de las familias. Nos recordó como el propio concepto y rol actual de la infancia y la juventud son frutos del mercado que les ha atribuido papeles que no existían previamente, como personas "ocupadas" en sus quehaceres, "reyes de la casa", consumidores compulsivos, seres sobreprotegidos que recitan papeles de lo que creen es su función en la casa, en la calle, en la escuela,...
La segunda pregunta sobre la responsabilidad de las familias ante el absentismo en Primaria, con su debate sobre obligaciones y renta básica fue interesante en su respuesta. Nos recordó el ponente el derecho a una inserción real, lo que -además de poder subsistir- incluye la oportunidad de participar en la comunidad. Citó la queja de los suburbios de París en las revueltas pasadas, donde la segunda generación se lamentaba así: "A nuestros padres les humillasteis, y a nosotros nos cerráis la puerta".
Concluyó y cerró la tercer pregunta con un alegato que nos humedeció los ojos. Nos encomendó no hablar si no es para crear esperanza. Nos devolvió a nuestra tarea educadora animándonos a ser mariposas y ruiseñores, amadores, ilusos, soñadores,... Y citó a Gioconda Belli en el inicio y el final de su poesía Los portadores de sueños sobre los utópicos que alegran el mundo: "En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo. Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción..... Nosotros sólo sabemos que los hemos visto, sabemos que la vida los engendró para protegerse de la muerte que anuncian las profecías”.
Crónicas de anteriores encuentros sobre absentismo escolar en años precedentes: 2009, 2008,... Fotos del evento (que se pueden ver en el centro del post) y tres vídeos breves (, y ).

La increíble historia de la Isla de las Rosas

La increíble historia de la Isla de las Rosas
La increíble historia de la Isla de las Rosas es una divertida y recomendable comedia italiana rodada en 2020 que recrea un increíble hecho real: La verdadera historia del Doctor Ingeniero en Mecánica Giorgio Rosa y la pequeña nación que fundó en 1968 frente a la costa de Rimini, encarnando los sueños y aspiraciones de una generación. Fue la República de la Isla de las Rosas (véase en Wikipedia).

Asentada en una isla artificial esta micronación declaró su independencia el 24 de junio de 1968 con el nombre en esperanto de Insulo de la Rozoj. Acto seguido se creó una bandera y fueron emitidos sellos (muy buscados por los coleccionistas) moneda. Declararon el esperanto, la lengua universal, como idioma oficial de la Isla. Como himno nacional se eligió la ópera "El holandés errante" o "El buque fantasma" de Richard Wagner.

Giorgio Rosa no hablaba ni una palabra de esperanto, pero asesorado por un esperantista boloñés, el padre franciscano Albino Ciccantioptó por esa formalidad para darle cierto aire solemne a la gran ocurrencia de su vida, que reivindicó hasta su muerte en 2017, a los 92 años. Ese es el primer chiste de esta historia casi inverosímil donde la realidad superó a la ficción. Puso nervioso al gobierno italiano de entonces (1968 fue uno de los años más agitados del siglo XX en el mundo) y hasta comprometió a organismos internacionales. 
Apenas 55 días después de la declaración de independencia, el Gobierno Italiano envió fuerzas policiales para tomar el control de la isla. Meses después la destruyeron, el 11 de febrero de 1969, utilizando explosivos (la libre versión cinematográfica adopta otra forma dramatizada de destrucción más épica y con los protagonistas como defensores primero y luego como simples testigos).

El ingeniero boloñés Giorgio Rosa empezó en 1958 con la idea de montar una plataforma artificial en aguas abiertas e internacionales del agitado Mar Adriático, fuera de la jurisdicción territorial italiana (a más de las seis millas náuticas) y proclamar en ese lugar un estado independiente. Puso en marcha la insólita obra en 1965 y, tras varios intentos fallidos, concretó su sueño en mayo de 1968. Bautizó esa superficie de 400 metros cuadrados como Repubblica Esperantista dell'Isola delle Rose. Incluso era autosuficiente en agua potable, gracias a un pozo excavado a casi 300 metros de profundidad.
La increíble historia de la Isla de las Rosas
Film disponible en Netflix desde el 9-12-20La increíble historia de la Isla de las Rosas 2020). Dirección: Sydney Sibilia. Guión: Francesca Manieri, Sydney Sibilia. Fotografíía: Valerio Azzali. Música: Michele Braga. Edición: Gianni Vezzosi. Elenco: Elio GermanoMatilda De Angelis, Leonardo Lidi, Tom Wlaschiha, Fabrizio BentivoglioLuca Zingaretti, Francois Cluzet. Duración: 117 minutos. Recomendable verla y estudiar qué sucedió realmente.

El gran mérito de esta película fue haber incorporado un episodio que resulta increíble por donde se lo mire en la más feliz tradición de la comedia a la italiana. Aquí el homenaje no se nota, porque surge de los pequeños grandes detalles de una historia extraordinaria (al plantearse como algo fuera de lo común) y no en ciertos aspectos convertidos muchas veces en centrales, como la vulgaridad y la exageración, cuando en realidad deberían funcionar siempre como accesorios.

Aquí, en cambio, todo está equilibrado y el resultado es divertidísimo. La risueña y sagaz observación de costumbres, la conciencia plena del tiempo en el que transcurre la acción, la trama romántica paralela llena de peripecias, el modo en el que siempre quedan descolocadas las autoridades y la presencia central de ese personaje clásico que mezcla audacia, desparpajo y toques genuinos de humanidad. 
 
Documental sobre la historia verdadera que vale la pena ver, y escuchar el delicioso y comprensible esperanto que algunos aprendimos de jóvenes en un solo día toda su gramática (hace 50 años).

A todo eso se agrega, en la segunda parte, una formidable pintura satírica de la grotesca política italiana de aquellos años '60, digna de cualquier gran historia de comedia, en la que brillan Luca Zingaretti (el protagonista de la serie televisiva sobre el Comisario Montalbano) y el extraordinario Fabrizio Bentivoglio, interpretando a un ministro todoterreno. 

Con esa combinación bien italiana que va del desconcierto a la ternura y de la osadía y al "¿qué me importa?" en todas sus formas, Elio Germano traza un retrato inolvidable de un hombre dispuesto a llevar su idea hasta las últimas consecuencias. Un gran ingeniero a falta de un tiempo histórico acorde a su talento y su creatividad.
En resumen: Amena película y aún más apasionante la historia real.
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Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
A partir de este año 2021, el 25 de enero será el Día Mundial del Robot #WorldRobotDay

Hoy, 25 de enero de 2021, ha sido una fecha esperada. Se cumple un siglo desde que el dramaturgo checo Karel Capek acuñara la palabra 'robot' . Cada aniversario del fallecimiento de Karel Capek (el 25-12-38), se acumulan juguetes-robots en su tumba, en Praga.  

El concepto  'robot' apareció su inmortal obra teatral R.U.R., Rossum's Universal Robots escrita en 1920, que se estrenó en esa fecha. En tan solo dos años, la representación fue traducida a 30 idiomas y se representó con éxito en Londres y en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, se realizaron 184 actuaciones en una producción en la que debutaron en Broadway interpretando a robots mudos los actores Spencer Tracy (luego con más de 50 películas en su haber, 2 Oscars y 9 nominaciones) y Pat O’Brien (que haría más de 100 películas en su carrera).

El término 'robottiene su raíz en la Iglesia Tradicional Eslava, siendo su referencia la palabra rabota, que significa servidumbre de trabajo forzado, esclavo, siervo,... Es decir, el término robot tiene ecos en el sistema feudal de explotación de la tierra y, al parecer, fue una sugerencia de su hermano el pintor Josef Ĉapek, que propuso roboti

Con ello, Ĉapek quería referirse a unos trabajadores, producidos por la referida R.U.R., que son capaces de hacer todo lo que puede hacer un ser humano, pero que éste no quiere hacer. Para ello, se les dota de todos los materiales y avances fisiológicos, químicos o biológicos. De todo, menos de alma, de voluntad. La palabra fue traducida como robot al inglés. Es interesante este origen. 

Claro que antes se llegaron a construir entidades mecánicas, articuladas y con más o menos aspecto antropomórfico como los autómatas de ajedrez (ved el post El Turco); pero eran concebidas como juguetes para élites exclusivas, o como entretenimiento de ingeniosos técnicos y científicos. En cualquier caso, lo que destacaba de ellas es su parecido con el ser humano. La divina ambición humana de crear un hombre, de adquirir las competencias de un dios. Ĉapek, además de darles nombre, los pasó del juego, la feria o el entretenimiento, al campo del trabajo. 

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Eran esclavos de los hombres y, con ello, deja caer la crítica al momento histórico en el que vive: los robots somos nosotros, es como nos están produciendo industrialmente a nosotros, para que, a su vez, trabajemos industrialmente. Eran los tiempos en que el concepto sociedad de masas se concreta, en el que la producción industrial de bienes duraderos estandarizados –sin alma, desde la perspectiva artesanal- toma las riendas de la economía, y, sobre todo, de ideologías (futuristas, en cuanto línea artístico-estética) totalitarias como el comunismo y el nacionalsocialismo. 

De hecho, se ha interpretado la obra de Ĉapek como una sutil e irónica crítica a estos regímenes políticos. A partir de aquí, el imaginario de los robots se nos ha mostrado atravesado de ambivalencias, que nos llegan a lo más profundo, como sociedad y como seres humanos. Algunos esquemas se repiten. Es el caso de la reflexión especular entre ser humano y robot. Los segundos como reflejo desalmado de los primeros. Pero, a la vez, la creación de seres desalmados solo puede ser obra de seres desalmados. Los robots nos devuelven nuestra imagen. 

Como en toda dialéctica, se desemboca en la síntesis, en una convergencia entre tesis y antítesis, entre humanos con alma y robots desalmados. Esto llega a la actualidad. Así, se puede interpretar la reflexión del filósofo John Danaher, al analizar la relación que se establece con los robots sexuales. Se establece una dialéctica entre deshumanización, inicial de los robots, que lleva a la deshumanización de los propios hombres –aunque parezca paradójico- que tiende a resolverse con la humanización de los robots, proyectando sobre ellos unos sentimientos de los que carecían de fábrica. 

Tal esquema es el que puede atribuirse a la mítica película Blade Runner de Ridley Scott, aunque no exactamente con robots, sino con androides: los replicantes –esclavos fabricados por Tyrell Corporation- son fabricados para ser más humanos que los humanos; pero sin sentimientos y para llevar a cabo las funciones y misiones más peligrosas. Son declarados ilegales, tras un motín, lo que ya indicaba un límite a su subordinación y, sobre todo, que no estaban carentes de sentimientos y dignidad. 

Incluso, más sentimientos y dignidad que la de sus creadores y, posteriormente, perseguidores. Ahí está también el otro esquema frecuentemente utilizado, el de la rebelión de los robots. Al fin y al cabo, se hace eco de su origen, de la rebelión de los esclavos, de los siervos. Esquema que está en la popularizada propuesta de Asimov y sus leyes, que eran una especie de venda antes de la herida, ante el potencial peligro de rebelión de los robots: ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño; todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley, y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

Leyes lógicas de protección, salvo por un pequeño problema: los seres humanos son contradictorios y hacen robots para ir a la guerra y acabar con la vida de otros seres humanos, bajo el argumento de que estos últimos seres humanos amenazan de muerte a los primeros. Las reglas de los robots saltan por los aires.
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Hoy, 25 de enero, también se cumple el aniversario de la primera muerte causada por un robot en 1979. Robert Williams, de Michigan, fue el primer humano asesinado por un robot. Tenía 25 años. El accidente en la Ford Motor Company dio lugar a una demanda de 10 millones de dólares. El jurado deliberó durante dos horas y media antes de anunciar la decisión contra Unit Handling Systems, una división de Litton Industries. Ordenó al fabricante del robot de una tonelada que mató a Williams que pagara a su familia 10 millones de dólares. Williams estaba sacando una pieza de un almacén cuando el brazo del robot le golpeó en la cabeza, matándolo al instante. En la demanda, la familia alegó que el robot no tenía ningún mecanismo de seguridad, ni siquiera un ruido de advertencia para avisar a los trabajadores de que estaba cerca.

En nuestros días de Cuarta Revolución Industrial, los robots han dejado de ser un juguete y han saltado de la ficción a la realidad. Están aquí, aun cuando equipados con las mismas amenazas que describieron escritores y cineastas. La inteligencia artificial es ya más eficaz y, en cierta forma, más inteligente para muchas tareas que muchos seres humanos. Si lo que se quiere es una respuesta inteligente, pregunta a Siri, en lugar de a tu cuñado. 

Ahora bien, si lo que se busca es una respuesta emocional, la cosa está más igualada. Cien años después de su nacimiento en los diccionarios, los robots amenazan con quitar el trabajo a millones de personas. Cuando, desde el Foro Económico Mundial, su fundador Klaus Schwab apunta los empleos del futuro, serán aquellos que, de momento, todavía serán inaccesibles a la capacidad laboral de los robots. Una sociedad en la que la mayor parte de la producción está en manos de los robots es una sociedad muy distinta a la actual. 
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
La cuestión está ahí y pone patas arriba cuestiones como la fiscalidad, la relación entre renta (para vivir) y trabajo, las relaciones personales y un largo etcétera de prácticas, reglas, instituciones y perspectivas de análisis que, hoy, nos parecen casi naturales. Se empiezan a discutir, por ejemplo, los derechos de los propios robots, empezando por los derechos laborales. 

 Como en otros muchos aspectos relacionados con la transformación digital, la pandemia ha acelerado la demanda de robots, de máquinas inatacables por un ente biológico –como un virus- que hubieran sido capaces, de haberse acelerado su producción, de cosas como traernos la comida a casa, llevar a cabo las denominadas tareas esenciales, realizar tareas sanitarias, dar aire para la respiración de los más necesitados o incluso investigar las evoluciones del virus y su propagación o, tal vez algo más accesible y sin connotaciones de ciencia ficción, como mantenernos constantemente informados del estado de nuestros próximos internados en las urgencias de un hospital o una residencia de ancianos. Como en el caso del cuñado, nos darían información; pero no comunicación,... O sí, como los hace el avatar de Empathic Project (véase el post de hace unos días). 

Hashtags: #WorldRobotDay #I_Robot_100 #Robotics #AI #ArtificialIntelligence
Muchos más posts sobre ROBOTS.

76º aniversario de la muerte de Miguel Hernández

Desde este municipio de Pilar de la Horadada, segregado de Orihuela, se siente como cada año el aniversario de la muerte de Miguel Hernández a los 31 años.

Otros posts sobre Miguel Hernández.

Sexualidad y nacionalismo

El binomio escogido como cabecera puede resultar estridente, pero aún lo sería más si se hubiese escogido la terna de “sexualidad, religiosidad y nacionalismo”. Adelantemos sin preámbulos la idea a defender: El nacionalismo es una emoción humana, tan arraigada en la sensibilidad de la persona como pueda serlo la sexualidad, más instintiva si se quiere, o la religiosidad, más refinada históricamente. El nacionalismo es una poderosa pasión, que unos sienten y otros no, que unos cultivan y otros no, que unos reconocen y otros no, que a unos les sirve como un motor vital y a otros no,… exactamente como la sexualidad o la religiosidad. Estos sentimientos bien canalizados se han demostrado que generalmente contribuyen a la plenitud humana, aunque persista el riesgo de fanatismos y perversiones por excesos o extravíos.

El nacionalismo es una de las fibras, como el amor o la amistad, de las que está hecho el ser humano. Un componente, como las citadas expresiones del sexo y la religión, de mayor o menor trascendencia en cada individuo en particular, pero de los que convendría no negar ni su existencia ni su validez para quienes optan voluntariamente por un armónico desarrollo personal a través de su ejercicio. No se trata aquí de asemejar la religiosidad con la sexualidad, ni éstas con el nacionalismo,… sino de que se acepte la obvia existencia de este último, recordando cuando han negado y reprimido la sexualidad algunos credos o cuando se persiguieron las religiones por considerarse patrañas. Para cada uno de nosotros, la religiosidad, la sexualidad o el nacionalismo serán mucho, poco o nada importantes, pero existir ¡vaya si existen! y para otras personas (muchas o pocas) son potencias transformadoras. Es legítimo debatir sobre qué abusos de estos sentimientos son inadmisibles por los daños sociales o personales derivados, pero lo más absurdo sería pretender que no coexisten.

El nacionalismo no lo inventó Bismarck, ni Sabino Arana. No es “una alucinación inventada por un loco”. Y es que hemos llegado a un momento en el que se pregona un despropósito de tal calibre. La palabra "nacionalismo" proviene de nación, que, a su vez, deriva del latín “nasci” (nacer). El nacionalismo es un sentimiento natural de protección de los elementos simbólicos, sociales y culturales de una colectividad (lengua, historia, mitología, tradiciones,…), mucho antes que un movimiento político que puede invocar el derecho a una Nación propia con alguna forma de Autogobierno o de Estado. Por supuesto que a lo largo de la Historia, este impulso ha sido semilla de muerte y destrucción, como la guerra de Troya se inició por el amor de una mujer o las cruzadas e inquisiciones fueron desencadenadas por la religión. Pero este resorte humano, el nacionalismo, también ha elevado al hombre a la categoría de ser social, ha estructurado la tribu, la colectividad y es la base de cualquier democracia moderna actual. El proceso de humanización, de superioridad del ser humano se debe a su razón y a una óptima explotación de sus instintos básicos de conservación, de cuidado del grupo y de la especie, reconociendo y conduciendo su sexualidad, sus deseos de identidad personal y colectiva, sus ansias de pervivencia y trascendencia más allá de la muerte.

Despreciar el nacionalismo como algo caducado o propio de charlatanería localista, o como un tabú que no existe o no se puede interpretar, es tan insensato como sería hacerlo con la sexualidad o la religiosidad. Mantener que “el nacionalismo conduce a la estupidez o a la guerra”, es tan grotesco como sostener que la sexualidad o la religión son malsanas, en sí mismas y sin más precisiones. Un ser humano, y una comunidad humana, construyen su cosmovisión identitaria mediante un imaginario común, un entramado multidimensional donde “el cuidado de lo propio”, el nacionalismo, está presente y actuante.

No ridiculicemos un sentimiento humano tan hondo como la religión, el amor o la sexualidad. El nacionalismo no es un mito, y en todo caso como diría Lévi-Strauss "todo desciframiento de un mito es otro mito”. A pesar de que el nacionalismo ha quedado emparedado por las dos corrientes políticas dominantes del siglo XX que comparten un racionalismo economicista, liberalismo y socialismo, se puede pensar con la mente y también con el corazón, sin ser irreflexivos. Porque en el conflicto vasco-español, del que algunos niegan su existencia o la de un pueblo vasco, los más “antinacionalistas” son quienes han celebrado “Días de la Raza (Española)”, de la Hispanidad (Comunidad de Lengua) y los mismos que se sublevan en defensa de la ñ. Así pues, dejemos que dialoguen los argumentos y también la bondad de los corazones solidarios que comprenden cómo sienten los demás.

“El nacionalismo es frecuentemente la ideología de los aplastados”, según Gerd Behrens. Es una convicción que enraíza muy profundamente en una cualidad de la naturaleza humana. Aceptémoslo para avanzar hacia el acuerdo mediante el diálogo y el respeto mutuo. En este siglo XXI de la intercomunicación y de la globalización mundial que nos aboca hacia la uniformidad homogeneizadora, el nacionalismo rebrota como el calor del “hogar propio” en un planeta anodino. El nacionalismo se materializó en el pasado mediante conquistas en Imperios y en Estados, pero el progreso democrático ha purificado los elementos de sacralización, de belicosidad y de enfrentamiento para la autoafirmación autóctona, floreciendo un nacionalismo inteligente y moderno, cuyos primeros frutos en forma de nuevas Naciones pueden verse en la Unión Europea, en zonas tan desgarradas como los Balcanes o el Báltico. Muchos creemos que en Euskadi y en España, con arrobas de talento e imaginación, con comprensión y democracia, podríamos también abrir una modesta pero meritoria página en la cruenta Historia de la Humanidad, quizá incluso antes que en Irlanda, Flandes, Québec, el Sahara o Palestina.

Katrina: ¡Sálvese quien pueda!

Aprendamos de una tragedia, en prevención de próximos desastres, y para una mejor atención a las víctimas presentes y futuras.

El 29 de agosto el huracán Katrina asoló los Estados costeros de Louisiana, Mississippi y Alabama, siendo New Orleans (Louisiana) la principal ciudad afectada al desbordarse los diques de 7 metros que protegen la mayor parte de sus barrios que se encuentran bajo el nivel del mar y bordeados por el río Mississippi y el lago Pontchartrain. Un millón de personas fue desplazado, siguiendo las órdenes de evacuación emitidas desde el 28 de agosto, en una crisis humanitaria a escala desconocida en los Estados Unidos desde la “gran depresión” sucedida entre 1929 y 1939. Se anegaron 233.000 km², un área similar a la de todo el Reino Unido.

La muerte de casi un millar de personas (973 registrados hasta el 20 de septiembre, de los que 936 corresponden a Louisiana) y los millones de damnificados, junto a los daños materiales cuya recuperación exigirá sólo en el primer año más de 200.000 millones de dólares estimados, ha convertido a este ciclón tropical en el más desastre natural más destructivo, superando ampliamente al huracán Andrew de 1992 (26 muertos, 3 de ellos en las Bahamas, y 27.000 millones de dólares de pérdidas materiales).

El huracán Katrina es el cuarto huracán de categoría 5, la más destructiva de la escala Saffir-Simpson, que hace impacto en el territorio continental de EEUU desde que existen registros de este tipo de tormentas, si bien al penetrar en la costa se fue rebajando rápidamente de nivel. Constituye una catástrofe infrecuente de la naturaleza desatada, si bien no comparable con el cataclismo oceánico del tsunami que devastó el sureste asiático en las navidades pasadas de 2004.

En el caso del Katrina hubo previsión de su llegada, instrucciones de evacuación y alguna capacidad de anticipación, pero no la prevención y el socorro que cabía esperar de una sociedad rica y avanzada como se supone que es la mayor superpotencia del inicio del siglo XXI. Todo ello es producto de una determinada cultura política que arrincona la iniciativa pública, subestimando una serie de amenazas sociales y naturales, mientras amplifica otras de interés para las corporaciones armamentísticas como el riesgo de ataques terroristas (por ejemplo, desde Iraq con imaginarias armas de destrucción masiva).

Las imágenes difundidas ponen de manifiesto la existencia de un “cuarto mundo” de pobreza en la trastienda de una nación socialmente muy dispar, con un alto crecimiento económico pésimamente repartido y con una cobertura pública ínfima. Son reflejo del efecto continuado de las políticas neoliberales y neoconservadoras que se exhiben desde la Presidencia estadounidense y que se propagan a través del proceso de globalización internacional. Se aprecian en el minimalismo de lo público (del Estado), en los sectores fundamentales y críticos como la educación, la sanidad o la vivienda, y no llega a percibirse en sus más trágicos efectos hasta que una hecatombe los exterioriza.

Hechos contundentes demuestran cómo la Casa Blanca desvió fondos para el proyecto urgente de mejorar las presas y las estaciones de bombeo en Louisiana hacia la guerra en Irak. Esa misma contienda explica que no haya suficientes efectivos de la Guardia Nacional en los Estados sureños, los más pobres y expuestas de los EE.UU., que son justamente los que más tropas aportan para ser transportadas a destinos tan remotos. La ausencia de infraestructuras de Protección Civil, al estilo europeo, significa que únicamente personal militar pueda acometer en una sociedad tan fuertemente armada la tarea de socorro, ofreciéndose imágenes insólitas de rescatadores pertrechados con chalecos antibalas y rifles.

Puede parecer extraño entremezclar el belicismo de George W. Bush con la respuesta desde los poderes públicos ante una catástrofe de origen natural, pero los recursos humanos y presupuestarios siempre son limitados, por lo que el esfuerzo dirigido hacia la indiscutible hegemonía militar se detrae de otras partidas que podrían destinarse a fines mucho más solidarios dentro y fuera de las fronteras estadounidenses.

En una democracia la opinión pública debe aprender a dirigir su voto, especialmente cuando una calamidad de origen natural causa una mortandad tan alta entre sus conciudadanos menos pudientes. Abandonar el militarismo galopante y luchar contra la pobreza, sobre todo en el país de las grandes desigualdades, es una necesidad urgente que los gobiernos de cualquier signo y latitud abordarán cuando la sensibilidad social colectiva lo exija perentoriamente, y no por razones compasivas ante las víctimas de una calamidad, sino por mera justicia equitativa y solidaridad distributiva. El siglo XXI requiere soluciones políticas nacionales e internacionales que superen el individualista lema del “¡Sálvese quien pueda!”.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/katrina.htm