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El Lecho de Procusto, nueva obra de Nassim N. Taleb

Finalmente disponemos en español del libro "El lecho de Procusto" (Editorial Paidós) de Nassim Nicholas Taleb. Se trata de una selección de cientos de aforismos. Un formato, algo anticuado, por dos motivos. El primero, que el auge de Twitter ha reavivado la sed ancestral por estas pequeñas cápsulas de sabiduría en formato breve. Y el segundo, que los aforismos son, junto a la poesía, la forma más antigua de comunicación.

Leamos algunas perlas de Nassim Taleb:
  • Para aruinar a un idiota, dale información.
  • La persona que más miedo tienes de contradecir es a ti mismo. 
  • Una idea comienza a ser interesante cuando tienes miedo de llevarla a su conclusión lógica. 
  • Las compañías farmacéuticas son mejores inventando enfermedades para medicamentos que ya existen que inventando medicamentos para enfermedades que ya existen. 
  • Para comprender el efecto liberador del asceticismo, considera que perder toda tu fortuna es mucho menos doloroso que perder solo la mitad de esta. 
  • El ámbito académico es al conocimiento lo que la pr0s****ción es al amor: bastante parecido en la superficie, pero, para el que no es bobo, no exactamente la misma cosa. 
  • En la ciencia, necesitas entender el mundo, en los negocios necesitas que otros lo malinterpreten. 
  • Sospecho que mataron a Socrates porque hay algo terriblemente poco atractivo, alienante e inhumano en pensar con demasiada claridad. 
  • La educación hace al sabio un poco más sabio, pero hace al idiota infinitamente más peligroso.
  • El test para la originalidad de una idea no es la ausencia de un solo predecesor, sino la presencia de múltiples pero incompatibles predecesores. 
  • El doble castigo de la modernidad es hacernos crecer prematuramente y vivir más tiempo. 
  • Un erudito es aquel que muestra menos de lo que sabe; un periodista y un consultor, lo contrario; la mayoría cae en algún punto entre ambos. 
  • Tu cerebro es más inteligente cuando no le ordenas qué hacer: Algo que la gente que se ducha descubre ocasionalmente. 
  • Si tu enojo disminuye con el tiempo, cometiste injusticias; si aumenta, sufriste injusticias. 
  • Me pregunto si aquellos que defienden la generosidad por sus recompensas, son conscientes de su inconsistencia, o si aquello que llaman generosidad es una atractiva estrategia de inversión. 
  • Aquellos que piensan que la religión trata sobre la "fe", no entienden la religión, y no entienden la fe. 
  • No hay un estado intermedio entre el agua y el hielo, pero si hay uno entre la vida y la muerte: el trabajo. 
  • El trabajo destruye tu alma invadiendo furtivamente tu mente durante las horas no gastadas oficialmente trabajando: Sé selectivo respecto a las profesiones. 
  • Las tres sustancias más adictivas del mundo son la heroína, los carbohidratos y una nómina mensual como empleado.
  • En la naturaleza nunca repetimos el mismo movimiento. En cautiverio (oficina, gimnasio, transporte, deportes), la vida es solo un repetitivo daño por fatiga. Sin aleatoridad. 
  • Usar, a modo de escusa, la falta de sentido común de otros es, en sí mismo, una falta de sentido común. Eres rico si y sólo si el dinero que rechazas te sabe mejor que el dinero que aceptas. 
  • Lo mejor que le podría pasar a la sociedad es la quiebra de Goldman Sachs
  • La conformidad con la rectitud de la estrecha (Aristotélica) lógica y el eludir sus fatales inconsistencias no es la misma cosa. 
  • Los economistas no pueden digerir la idea de que lo colectivo (y lo agregado) es desproporcionalmente menos predecible que lo individual. 
  • No hables del "progreso" en términos de longevidad, seguridad o confort, sin antes comparar los animales del zoo con aquellos que viven en libertad. 
  • Si por la mañana, sabes con total precisión como va a ser tu día, estás un poquito muerto ya. A más precisión, más muerto estás. 
  • Tienes una vida equilibrada cuando la mayoría de lo que temes tiene la estimulante perspectiva de una aventura. 
  • Nadie quiere ser perfectamente transparente; no frente a los demás, y con total seguridad no frente a sí mismo.

La hipótesis de la abuela

María Martinón Torres, paleoantropóloga y directora del CENIEH, explica la Eusocialidad.

La hipótesis de la abuela es una teoría, crecientemente verificada (ver tuit final), que intenta explicar por qué los humanos y muy pocas especies animales (la beluga, el narval, la orca o el chimpancé) tienen una larga vida después de dejar de reproducirse, especialmente las hembras. Supone que las abuelas ayudan a la supervivencia de sus nietos y otros parientes, aumentando así la probabilidad de que sus genes se transmitan a las siguientes generaciones. 

Esta teoría fue propuesta por el biólogo norteamericano George C. Williams en 1957. La hipótesis de la abuela se basa en el principio de la selección natural, que dice que los rasgos que favorecen la adaptación y la reproducción de una especie se mantienen y se heredan, mientras que los que no lo hacen se pierden. La menopausia, que es el cese de la ovulación y la capacidad reproductiva en las hembras, parece ir en contra de este principio, ya que reduce el número de descendientes que una hembra puede tener. 

Sin embargo, la hipótesis de la abuela sugiere que la menopausia tiene una ventaja evolutiva indirecta, ya que permite a las hembras dedicarse al cuidado de sus hijos, nietos y otros familiares, que comparten parte de su material genético. De esta forma, las abuelas aumentan la supervivencia y el éxito reproductivo de sus descendientes, lo que compensa el hecho de no tener más hijos propios. 

Las abuelas humanas y las abuelas orcas contribuyen a la alimentación, la protección, la educación y la transmisión de conocimientos de sus nietos, lo que mejora su bienestar y su supervivencia. Todo ello ha impulsado el aumento de la longevidad y la inteligencia de los humanos y las orcas a lo largo de la evolución. Esta teoría reúne suficiente evidencia empírica y matemática que la respalda.

Así, los humanos pudieron aprovechar su vida post-reproductiva para transmitir su sabiduría, su experiencia y sus valores a las generaciones futuras, contribuyendo al progreso de la humanidad con el cuidado de los descendientes y la cooperación social.
Fuente de la imagen, donde se aprecia la longevidad con períodos de cría y de ayuda.

Hay otros seres vivos que tienen una vida post-reproductiva prolongada, es decir, que viven mucho tiempo después de dejar de reproducirse, como son: 
  • El pino longevo, un árbol que puede vivir más de 5.000 años (como el Prometeo) y que no muestra signos de envejecimiento celular. 
  • El molusco Ming, una almeja que se encontró con 507 años de edad y que podría haber vivido más si no hubiera sido extraída del agua. 
  • La orca, un cetáceo que puede vivir hasta 90 años y que deja de reproducirse alrededor de los 40 años. 
  • El chimpancé, un primate que comparte el 98% de su ADN con los humanos y que también experimenta la menopausia. 
Estos animales tienen diferentes mecanismos para mantenerse jóvenes y saludables a nivel celular, como la presencia de células madre, la baja tasa de mutación o la protección de los telómeros. Hay especies, como el elefante asiático y posiblemente también los africanos, de las que sabemos que las abuelas mejoran la supervivencia de los nietos, aunque en este caso las abuelas se siguen reproduciendo. 

La menopausia es, desde una perspectiva evolutiva y en apariencia, una anomalía. De hecho, es un fenómeno muy poco frecuente en el mundo animal. En casi todas las especies las hembras se mantienen fértiles a lo largo de toda su vida. Nuestra especie forma parte de un pequeño grupo de mamíferos en los que la capacidad reproductiva se deteriora de forma acelerada con relación al declive orgánico general.

Para concluir, con un poco de tristeza tras valorar la aportación de las abuelas humanas: ¿No hay una teoría del abuelo?

Google lo apunta: La educación es...

La educación es...
Google sabe mucho... y de todo. Basta preguntarle para que nos sugiera la mejor búsqueda: "La educación es"... Y nos señala algunas de las mejores respuestas: La educación es la preparación a la vida completa, la educación es un tesoro, la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo, la educación es el mayor desafío, la educación es un derecho, la educación es una ciencia, la educación es un derecho, la educación es el camino, la educación es un servicio público, la educación es un vestido de gala para asistir a la fiesta de la vida (la mejor en nuestra opinión), la educación es un medio de superación personal,... Y la opción de "Voy a tener suerte" nos lleva a la entrada "Educación en Wikipedia".

Si buscamos la misma frase exacta
en este blog, nos ofrece resultados sobre los que hemos escrito 1.907 posts etiquetados como educación, con frases literales como estas: Si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia; La educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor; "la educación es algo tan importante que jamás debe dejarse exclusivamente en manos de educadores; la educación es el descubrimiento de… nuestra propia ignorancia; la educación es un bien cada vez más preciado; la educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida; la educación es fuente de vida; la educación es más importante para la persona que el nacimiento; la educación es nuestro pasaporte para el futuro; la educación es la base del progreso de las naciones; la educación es esperanza, es garantía, es la actividad más gratificante y sublime de la humanidad, su rasgo definitorio (nuestra preferida),...
Educar es
Otras opciones buscadas en Google: "Educar es": Educar es lo mismo que poner un motor a una barca (poesía de Gabriel Celaya); educar es estimar; educar es amar; educar es dar vida; educar es enseñar caminos,...

Audición infantil en la Escuela de Música Andrés Isasi


Grabación casi completa del día 17-12-14.

Una maravilla de progreso musical en los pocos meses de formación que parte del alumnado lleva, algo que admira a progenitores (madres, padres, abuelas, abuelos) que allí nos agolpábamos con bebés, pero cuando la música sonada todo el público quedaba abducido (por algo la música incluso amansa a las fieras).

Algunas imágenes de la exhibición.

El paraíso es un infierno ordenado

Books, livres, libros, liburuak,...
Año Nuevo, más libros por estrenar.
Caos en los ya repletos anaqueles.

Todo ello altera la calma del despacho,
una armónica estancia es inquietada.
 
Amor como principio, orden como base,
y el progreso como fin, lema de Comte.

No el orden del universo alfabético,
tampoco la belleza de un diccionario.

Bibliotecas con cada libro en su sitio.
Jamás el caos de las obras donde caen.

Porque nuestros libros son nuestros espejos,
son semillas que tardan en florecer.

Necesitan espacio y preciado tiempo.
No que perturben su solemne presencia.

 El mismo infierno, con un poco de orden, 
 podría convertirse en un paraíso.

Autoría: Mikel Agirregabiria.
Es un post publicado inicialmente el 6-1-21 en el blog conjunto, Despertar a la escritura

Dos políticas y un único enemigo

Mediante el humor y la participación superaremos la política de las pesadillas con la esperanza de un futuro en paz.

Primera apuesta política: La del pasado, la de la mentira, la del odio, la de la guerra, la de las grandes portadas, la de quienes se enriquecen con la política, la de los poderosos, la del pesimismo, la del miedo a ‘los otros’, la de los bloques, la de la división maniquea del mundo en buenos y malos, en ‘nosotros y ellos’. Esta opción política sale constantemente en televisión, nos alerta del ‘eje del mal’, de los peligros que se avecinan, Disfraz infantil de moda. Si la tortura nos 'protege' debe ser algo bueno...de lo que pasaría si ellos no nos ‘protegen’,… Todo para que nada cambie, para que siga la ‘economía de guerra’ que beneficia a unos pocos mientras mata a millones (de guerra y de pobreza). Esta falsa política quiere militarizar el mundo, declarar el ‘estado de excepción planetario’, que por la ‘seguridad’ renunciemos a los derechos, a pensar, a creer que es posible un mundo mejor, más justo, más solidario, más hermanado, donde nadie esté tan desesperado que decida convertirse en terrorista.

Segunda apuesta política: La del futuro, la de la verdad, la del afecto, la de la paz, la de quienes no se asoman a la alta política, la informal, la de la buena gente, la del optimismo, la de la ilusión, la del todos somos buenos, la de hemos de salvarnos todos y juntos. Esta opción apenas se escucha, aparece en algún documental de la 2, en algún blog aislado. Pero está amaneciendo con las algunas manifestaciones desde hace algunas décadas, como gesto por la paz, con el ‘no a la guerra’, con los humoristas de viñetas o de televisión, con la gente que no se deja engañar.

El único enemigo: La indiferencia, la ignorancia y la confusión de las grandes mayorías sociales. No existen civilizaciones enemigas, ni religiones enemigas, ni pueblos enemigos. Los palestinos, ni norcoreanos, ni los árabes, ni los norteamericanos, ni los republicanos son nuestros enemigos. Ni los soldados invasores reclutados entre las capas sociales más desfavorecidas de los países ricos. Sólo son repudiables quienes se enriquecen con la violencia, con la guerra, con la militarización del mundo, con la ‘seguridad’… de que seguirá habiendo ‘guerras de defensa’ mientras se siembra el odio entre propios y ajenos.

Hemos de superar la indiferencia, esa hermana gemela de la crueldad. Nada de lo humano debe sernos indiferente. El bienestar de los demás, en nuestro barrio o en el más remoto continente, es algo que nos afecta. Eso no se combate con la salvajada de la actual inversión armamentística, ni con más policía que impida acercarse a quienes huyen de la miseria, sino con solidaridad, con respeto intercultural, mediante presupuestos para la paz y para la educación, combatiendo la enfermedad y el hambre.

Sólo podemos permitirnos armas cargadas de futuro: el humor, la ironía, el voto, la poesía que exprese nuestra necesidad de dirigentes optimistas, que prometan y se comprometan con el progreso y la felicidad. Basta de la vieja guardia de politiqueros en blanco y negro, que pregonan miedos, para asustarnos mientras se llevan el dinero. Hablando claro, aquí y ahora: Los apocalípticos dirigentes del PP, que no sus muchos votantes que deberían informarse mejor, siguen con el señuelo de la conspiración mientras hipotecan por 40 años a los jóvenes del contrato basura (clásico timo, te distraen para robarte la cartera).

También quienes creyeron en la inhumana violencia ETA están siendo convencidos de su error más por los guionistas de los programas de parodia, que muestran ridículos encapuchados demostrando que el humorismo es el realismo llevado a sus últimas consecuencias. A ETA se le está convenciendo entre todos, mejor que vencerla con más policías y jueces lo que nunca es definitivo aunque algunos aspiren a seguir con estrategias fracasadas encarcelando a todos los nacionalistas y socialistas vascos.

Los que todavía creen en la razón de la fuerza, incluido el ‘gran cowboy’, quienes le patrocinan e incluso sus adversarios pseudo-islamistas, son –además de fanáticos- anacrónicos y absurdos. Desvelemos sus falsedades, riámonos de sus modernas cruzadas (que tampoco sirvieron de nada hace siglos) y del resto de cuentos chinos (antes los malos de la película). Ridiculicemos a estos sectores neoconservadores y ultramontanos que se han adueñado con patrañas y mucho dinero negro de algunos grandes partidos. Votemos alternativas más pacifistas, más contemporáneas, más esperanzadoras. Rompamos nuestro silencio, reclamemos un porvenir mejor para toda la humanidad. Sólo así el porvenir será nuestro.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/2politicas.doc

La política del terror

Hemos pasado de las políticas de cambio y de esperanza, al pesimista conservadurismo social que vislumbra amenazas por doquier.

En el pasado, los políticos nos prometían crear un mundo mejor. Ofrecían distintas formas de alcanzarlo: el comunismo, el capitalismo, el socialismo, el liberalismo… Su poder derivaba de una autoridad basada en una visión optimista de un futuro mejor para todos. Todas esas ilusiones y utopías fracasaron. Y hoy, la gente ha perdido la fe en las ideologías. Los políticos son percibidos como meros gestores que administran la vida pública, y en ocasiones incluso aprovechándose de ello.

Esto no era admisible para quienes aspiran a continuar liderando el mundo. Descubrieron un nuevo rol que les restauraba el poder y la autoridad de antaño. En vez de repartir sueños, ahora los dirigentes prometen protegernos de las pesadillas. No nos aseguran educación y sanidad de calidad, viviendas para todos,… pero se comprometen a rescatarnos de peligros terribles… que no podemos ver y que no comprendemos. Y el mayor de todos es el terrorismo internacional… Una red poderosa y siniestra con células asociadas en todos los países del mundo.

Un enemigo así, un remoto e invisible Bin Laden y sus cuarenta secuaces, requiere que sacrifiquemos derechos, que invirtamos en armamentos, que aceptemos restricciones, que pospongamos nuestros anhelos… Han de proseguir las guerras, han de seguirse los criterios militares, todo debe quedar bajo control. El miedo logra mejor que nunca el otorgamiento del liderazgo al gran líder mundial, y a su modo de interpretar la realidad mundial desde su perspectiva de gendarme planetario.

No se invierte casi nada en justicia, en solidaridad, en fraternidad continental. La civilización mundial es repartida entre etnias, culturas, religiones y países aliados o del ‘eje del mal’. El maniqueísmo brilla como nunca lo hizo antes. Poco importa que la mayor parte de estas amenazas sea pura fantasía exagerada y malintencionada por determinados poderes fácticos. Estos recelos interculturales han sido diseminados sin ser cuestionados por toda la faz de la tierra. Está probado que todo fue distorsionado deliberadamente por los grandes beneficiarios, los neoconservadores norteamericanos, con campañas algunas tan sobreactuadas como aquellos ataques de gas que luego, por inverosímiles, desaparecieron de la opinión pública.

Sobran los que creen en las armas, en vencer sin convencer, en hallar nuevos enemigos a quienes derrotar con los viejos sistemas de dominación por la fuerza bruta. Desprendámonos de los políticos del NO, que no dejan gobernar cuando no les corresponde, que insisten en que todo progreso es difícil o imposible, que nunca prometen nada, sino que asustan con lo que pasará si no gobiernan ellos.

Necesitamos líderes positivos, que convenzan con un discurso de paz, de justicia, de hermandad. Políticos que se comprometan a mejorar el mundo, lo de cerca y lo de lejos, sin miedos, con alegría, con optimismo, paso a paso, sabiendo que es posible y que podemos vivir todos mucho mejor, trasmitiendo un mensaje realista de cómo colaborando podemos superar la pobreza, el hambre y la desigualdad de toda la humanidad.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/miedos.doc

La experiencia más gozosa

Cuando ya se peinan canas, es hora de revisar las ocasiones más felices e inolvidables de toda una vida.

Del nacimiento nadie se acuerda, pero sí de los primeros años de una infancia feliz. El parque, los juegos, los hermanos, los primos, las vacaciones en el pueblo, todo fue muy agradable y digno de recordar. El día de la primera comunión, con la sensación de ser el protagonista por una jornada. Los estudios acabados, el ingreso en bachillerato, las reválidas superadas, la selectividad, la universidad, la carrera, el inicio de los diferentes trabajos, el progreso profesional, las oposiciones ganadas,… todo memorable.

Mucho antes, desde la universidad, el descubrimiento del amor, el hechizo de la pasión, el compromiso, la boda, los años sin hijos, el nacimiento de la primera hija, del segundo hijo,… todo insuperable. Verlos crecer, sus estudios, sus amores,… todo inmejorable. Un largo matrimonio dichoso, una pareja enamorada con quien compartir todo,… algo inigualable. De las cosas uno se acuerda, los coches, las casas,… pero lo indeleble son las personas, las ya desaparecidas y las que nos hacen felices todavía.

Pero si hubiese que elegir unos instantes deliciosos, casi gloriosos, en este momento elegiríamos aquellos en los que con los hijos pequeños se revive la historia de la infancia, el descubrimiento de lo nuevo, los viajes, lo novedoso, las fiestas de celebración. Oír cómo aprender tus hijos e hijas, verles comprender conceptos complejos, sentir su inteligencia en desarrollo,… eso es lo más maravilloso que ha sido otorgado a la humanidad. Ése sentimiento también se emula en la docencia, con el alumnado que aprende ante nosotros. A quienes ya vivimos esa etapa con los hijos, nos queda esperar para revivir la existencia, por tercera vez, con los nietos.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/masgozosa.doc

Malditos pacifistas

Un peligroso espectro recorre Europa, el espectro del pacifismo. Incluso se ha infiltrado en algunos medios de comunicación, donde unos pocos desaprensivos periodistas no valoran debidamente el espectáculo brindado a la audiencia por la reluciente tecnología militar de matar televisada y limpiamente. Además, sólo se va a “desarmar” al poseedor de armas de destrucción masiva, que casualmente cuenta con el segundo mayor yacimiento de petróleo y que solamente se defenderá con las vidas de sus infelices gentes. Por supuesto, también se ha previsto la reconstrucción (tras la inevitable destrucción, y que durará menos porque no será noticia), y que dejará a los vivos, incomparablemente mejor que antes, como se ha comprobado en Afganistán.

Garantizando la ausencia de bajas propias, se ofrecen guerras rápidas que acaban antes de que la opinión pública se pregunte cuánto cuestan, o lo que todavía es peor: ¿por qué morirán hombres, mujeres y niños en Irak? Debe entenderse que Osama Bin Laden, aunque saudita como los pilotos suicidas y con ramificaciones en Pakistán, puede convertirse en Sadam Husein y pasar a Afganistán, a fin de que el 11-S justifique sobradamente el exterminio de afganos o iraquíes.

Los asesores advierten que el retraso sería desfavorable para el calendario electoral americano, porque las guerras se organizan, con cualquier excusa y contra cualquier país remoto, para que Bush gane popularidad y no se vea tan apurado en su próxima reelección. Por todo ello, conviene que la ciudadanía europea no se despierte y contagie a la norteamericana. Podrían llegar a escandalizarse de que para detener terroristas del cutter se derrochen 360.000 millones de dólares anualmente en la “guerra de las galaxias” o en la renovación periódica de los arsenales, tras consumirlos contra “enemigos” escondidos entre poblaciones de extrañas razas, ahora mejor musulmanes porque los comunistas asiáticos quedan pocos y son más peleones.

Los líderes europeos, cabos furrieles en el ejército del bien, para reengancharse en sus poltronas deben acallar esas patéticas voces que piden la antieconómica paz, surgiendo de esa ciudadanía que no comprende la trascendencia de la industria bélica en el bienestar y progreso de la humanidad.

Adolescente Euskadi

A veces no entendemos la política, porque la complejidad de los temas sociales es creciente y las incertidumbres abundan, e incluso se fomentan desde instancias interesadas en propagar verdades… a medias. Quizá una metáfora pueda ayudar.

Sustento la teoría de que “Euskadi es un país adolescente”, ubicado en su momento crucial para la configuración de su ulterior personalidad propia, de modo autónomo e independiente. Ahora se están definiendo aspectos de gran trascendencia para la vida futura de esta pequeña y hermosa nación. Es en esta etapa cuando, desde la herencia recibida, se forja la identidad: la propia e irrepetible individualidad nacional, reconociéndose y convirtiéndose en sí misma. Este desarrollo se verifica con cambios en el esfuerzo de síntesis y descubrimiento del yo, con ciclos de sobreestimación y subestimación.

Esta joven Euskadi, formada por su plural ciudadanía, lleva su propio camino, adoptando continuas decisiones diarias, que conforman su modo de crecimiento y maduración. Cotidianamente se encuentra afrontando y resolviendo los problemas que le acechan. Es razonable que experimente periódicas crisis menores y que muestre algún rasgo aislado de perplejidad, ya que debe establecer un logro de identidad, definiendo los aspectos claves de sí misma y de su relación con los demás.

Euskadi se quiere emancipar, quiere asumir su propia responsabilidad. Se cree suficientemente fuerte para abrirse su camino en el mundo, apoyando a los demás y apoyándose en ellos. Quizá sea osada, pero sólo desde la audacia medida se puede alcanzar el éxito, cuando se ha llegado ya una fase en la que vive apasionadamente todo, y el deseo de libertad es imparable.

Al igual que un adolescente, una joven patria debe desplegar varios niveles de desarrollo previo. Sus instituciones comienzan a acometer nuevas formas y funciones (como relatan las recientes noticias de cambios en la Acción Exterior del Gobierno Vasco), al tiempo que sus modelos simbólicos de referencia se erigen y centran en esquemas propios, en todos los ámbitos (cultural, lingüístico, educativo, mediático, sindical, laboral, social, político,…). Incluso la memoria histórica y la percepción colectiva del futuro en común se transforman, se desvinculan de ligaduras anteriores mediante un proceso de ardiente búsqueda que necesita ser declarado y compartido.

Un país adolescente requiere una población rejuvenecida en espíritu, con una imagen idealista del mundo. Esta característica propia de los púberes se hace presente no sólo en la conducta práctica, sino también en la actitud y en la elección de respuestas frente a las realidades del exterior. Los jóvenes, en ocasiones, se consideran a sí mismos demasiado importantes, se encierran en sus sentimientos, sobrestiman su vivencia, y dictan sus juicios creyéndolos el "summum" de la sabiduría. Por ello es tan esencial la autoformación y la reflexión, a fin de madurar y materializar el “desideratum”. Otro factor clave es la elección del garante ético, que identifique el código de valores morales aceptado y asumido comunitariamente.

La formación de un ideal, el despertar de la esperanza, el crecimiento arraigado de las estructuras, la maduración social, y la consolidación del sentimiento de sí mismo, son las señales de transición y los hitos de cristalización del espacio propio de un pueblo capaz de persistir y evolucionar, principalmente como resultado de la Educación y de la Investigación. Porque en estas dos áreas indelegables, trascendentes, verdaderas y únicas para actuar como catalizadoras del futuro se precisa el máximo esfuerzo.

Solamente una política inteligente y asentada democráticamente es capaz de gestionar este rumbo, aplicando en cada paso aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible, porque “la política es la historia que se está haciendo, o que se está deshaciendo”. Y la generosidad de la política se expresa en la única respuesta humana ante el conflicto, allí donde los animales sólo encuentran dos reacciones posibles, huir o luchar, el ser humano inventa la tercera vía: la palabra, el diálogo desde la comprensión mutua, rehusando la intolerancia y el enfrentamiento propio de seres irracionales.

Euskadi ha rechazado mayoritariamente las propuestas retrógradas, que desde un estado de dependencia conducen a destinos de contradependencia, donde se adoptan comportamientos oscilantes entre luchar y huir, para caer en la codependencia, donde competir con otros en forma destructiva. La cabal ciudadanía vasca ha elegido, en su asombroso proceso de progreso desde una tradición y cultura milenarias, avanzar desde la dependencia hacia la interdependencia venidera en el escenario europeo, superando el estadio de una anacrónica e imposible independencia decimonónica.

Euskadi es el chico rebelde e inconformista; Catalunya, el hermano formal; Galiza, el benjamín. Otros primos en Europa ya se han liberado: Litunia, Letonia, Estonia, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia,… El Plan Ibarretxe quizá sea una buena oportunidad para construir el sueño que resuena tras cada “Gora Euskadi Askatuta”.

Coedución en entredicho

DEBATE ABIERTO. Se ha extendido una polémica sobre las ventajas y los inconvenientes de la educación mixta, con alumnos y alumnas conviviendo en clase. Se contrapone un supuesto déficit de la coeducación con el avance histórico que supuso el pleno acceso de las alumnas a la enseñanza (situación todavía no conquistada en muchos países y aquí encuentra dificultades especialmente para algunas minorías). Actualmente sólo los centros del Opus Dei, que representan el 1% de la población escolar, aplican la enseñanza paralela que separa al alumnado por género para recibir su formación primaria y secundaria.

Recientemente, y más desde ámbitos periodísticos que pedagógicos, se aboga por la educación diferenciada, tanto desde las inmutables posiciones integristas como desde algunas posiciones feministas, alegando que el modo actual de aplicar la coeducación discrimina a las chicas. Se citan experiencias, siempre limitadas cuantitativamente, de Australia, Canadá, Reino Unido o Estados Unidos, arguyendo diversos motivos y resultados académicos.

Es sabido que la maduración física y psicológica de la adolescencia sigue un ritmo dispar en cada sexo. Ello supone que se produzca un verdadero “gender gap”, o desequilibrio de madurez entre los dos géneros, que recomendaría modos didácticos diferenciados. Además del desarrollo madurativo, existen disimilitudes psicológicas (personalidad, afectividad, voluntad,...) y cognitivas (modo de pensar) permanentes entre ambos sexos. Genéricamente las chicas son más tranquilas que sus condiscípulos, desarrollan más el lenguaje, maduran antes, se adaptan mejor al entorno escolar, son más constantes y organizadas, disponen de mejores hábitos de trabajo y un mayor sentido de la responsabilidad,… Además mantienen más confianza en su futuro y un mayor porcentaje de ellas desea culminar los estudios universitarios, ya sean medios o superiores.

Así mismo se advierte que el temor a equivocarse ante los compañeros del sexo contrario es un obstáculo que impide a chicos y chicas participar por igual en clase. Los varones intentan despreocupadamente impresionar a sus condiscípulas, e intervienen en público el doble que ellas, recibiendo más alabanzas y castigos, en definitiva más atención docente tanto de los profesoras como de las profesores. La indisciplina de las clases mixtas puede ser superior a la que resultaría en clases separadas, resultando perjudicadas las niñas que actúan como “mediadoras” para pacificar el grupo. También la coeducación puede propiciar una iniciación sexual prematura, así como el riesgo de acoso.

Quizá todavía la metodología y la orientación pedagógica siguen estando mayoritariamente centradas en un inexistente alumno promedio… masculino, actuando estereotipos como “los chicos son mejores en matemáticas o en ciencias que las chicas”, lo que no favorece el interés de ellas por estas materias. Finalmente el remanente sexismo aún valora como inteligentes a los chicos con buenas notas, mientras que las chicas sobresalientes son consideradas como meramente estudiosas.

ARGUMENTOS en PRO DE LA COEDUCACIÓN.

1º Coeducación para una cultura en valores éticos de plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La escuela sigue siendo el entorno vital donde mejor queda asegurada la convivencia equilibrada entre personas de ambos sexos y donde puede difuminarse la inercia histórica de los roles sexistas. La vivencia compartida de las mismas tareas escolares, socializándose y formándose conjuntamente está considerada como la fórmula educativa idónea para garantizar la igualdad. De ahí su generalización como el sistema normalizado en los países más avanzados educativamente. Además coadyuva determinantemente a desclasificar los valores tradicionalmente asignados a un solo sexo, para favorecerlos en todos los seres humanos: La ternura y la fortaleza, la sensibilidad y la eficacia, la pasión y la laboriosidad son valiosos en niños y en niñas, en hombres y en mujeres.

Obviamente la coeducación es un recurso metodológico cuya legitimidad procede de su eficacia pedagógica, que persigue objetivos cognoscitivos, actitudinales y afectivos. De ahí que no se deba poner en entredicho un progreso histórico de la envergadura de la coeducación, por controvertibles diferencias de matices académicos, que probablemente proceden más del selectivo input de las escuelas elitistas tomadas como muestra que de la influencia del propio factor coeducativo.

2º Coeducación para superar una realidad social sexista. Para preparar al alumnado a interrelacionarse en una sociedad formada por hombres y mujeres, nada es más efectivo que la convivencia temprana. Así se eliminan estereotipos y discriminaciones por razón de género, para la libre elección de estudios o destinos profesionales.

La educación mixta se presenta como el camino óptimo para alcanzar la igualdad entre los sexos, desde la vivencia como grupo de niños y niñas que juntos caminan hacia su desarrollo personal y colectivo, en una sociedad donde perduran prejuicios sexistas y subyacen tendencias de discriminación por género. Urge arrinconar las anacrónicas manifestaciones de un sexismo palpable en los espacios sociales. El intramuros escolar con rigor pedagógico puede generar modelos y cánones de actuación no sexista, con superioridad sobre los patrones ofrecidos por el contexto existencial del estudiantado: familia, barrio, amistades, medios de comunicación,…
3º Coeducación para la plena integración educativa. El mayor reto de la educación del presente radica en la integración no sólo entre géneros, sino desde orígenes y culturas variadas. Se requiere un sistema educativo que capacite para vivir en un mundo intercultural, plurilingüe e intercomunicado. La igualdad de oportunidades y la compensación de desniveles por razones de género, familia, cultura o lengua, sólo pueden alcanzarse con acertadas políticas con múltiples y complejas medidas para ofrecer una oportunidad real de éxito escolar a la totalidad del alumnado. Muchas disposiciones serán de discriminación positiva, incluyendo protecciones con cuotas de participación o recursos humanos y materiales de apoyo a los menos favorecidos.

Merecen una singular atención de género las alumnas provenientes de culturas con precaria escolarización femenina, velándose especialmente desde la administración educativa y la comunidad escolar para impedir el riesgo de exclusión femenina por razones étnicas, culturales, o religiosas.

RECOMENDACIONES FINALES.

1ª Adaptación de una Coeducación renovada que despliegue tiempos y espacios escolares con agrupamientos flexibles, también por género, para aplicar perfiles pedagógicos diferenciados. Una mejorada ceducación debe reconocer que el diferente ritmo de maduración puede aconsejar la inclusión de metodologías diferenciadas por género, de modo que manteniendo la convivencia del alumnado coetáneo se optimice su logro académico y se recupere un grado mayor de disciplina escolar. Parece razonable que se experimenten programas híbridos con agrupamiento mixto para determinadas materias y modalidad paralela para otras, por ejemplo en las etapas iniciales de matemáticas, ciencias o informática.

Es sabido que, con independencia del estilo de educación por el que nos decantemos, ningún alumno o alumna es igual al resto, por lo que no una educación de calidad atenderá todas las facetas de la persona humana, respetando su particularidad, fortaleciendo sus capacidades y superando sus deficiencias, tanto a escala personal como grupal.

2ª Apuesta decidida por la Coeducación como sistema preferente de escolarización, con pleno respeto a otros modelos de educación separada si son demandados por las familias. Por los fundamentos expuestos anteriormente la coeducación aparece como el mejor modelo organizativo. Esta preferencia no debe ser objeto de imposición como sistema único por parte de la administración, sino que una oferta plural de centros escolares favorecerá la libre elección de las familias sobre la educación que prefieran para sus hijos e hijas.

Hace 33 años todavía estaba vigente aquella Ley de Educación Primaria de 1945, que dictaba que "La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e industrias domésticas." Aún pueden rastrearse rasgos sexistas en algunas facetas escolares y en materiales didácticos, que siguen primando la transmisión de un modelo machista en el que han sido educadas las generaciones precedentes. Por tanto, la coeducación es plenamente necesaria, si bien deberá adoptar una perspectiva más flexible en su aplicación. La escuela debe mantener su acción coeducadora de vanguardia social. Desarraigar los patrones sexistas requiere actuaciones de toda la comunidad escolar, desde la revisión de los recursos pedagógicos hasta la composición de los claustros, con una escrupulosa política de género en las ejemplificaciones que se importan de la realidad social, que deberá ser analizada y corregida en la escuela. El mismo equilibrio por sexos se impulsará entre los agentes educativos, desde el profesorado de todos los niveles hasta la participación proporcionada de padres y madres, sin olvidar a abuelos y abuelas.
Los aspectos curriculares también deberán reformarse, si queremos construir una sociedad más justa e igualitaria, en tres áreas básicas: A) Corresponsabilidad en la vida familiar, integrando en el currículum escolar aspectos relacionados con el hogar, a fin de que chicas y chicos desarrollen habilidades y actitudes que contribuyan a una contribución doméstica desde su etapa estudiantil preparatoria de la futura vida adulta. B) Convivencia interpersonal, para aprender el funcionamiento de las relaciones chicos-­chicas y de pareja, sin que sólo la mujer asuma la tarea de generar bienestar para los demás. C) Ética del cuidado de la casa, atención de menores, mayores o personas dependientes, cuyas funciones físicas y psicológicas, todavía se atribuyen al rol femenino suponiendo el sacrificio de sus proyectos personales y profesionales para muchas mujeres.

Una genuina política educativa de género va mucho más allá de la precisión gramatical en las descripciones de colectivos, y puede subsanar los perversos efectos sexistas, desde los primeros pasos educativos, con actuaciones tempranas en las actividades lúdicas de socialización, siguiendo con un uso gramatical exacto que reconozca la paridad y llegando a una orientación escolar y profesional que corrija las opciones desequilibradas por las que se inclina el alumnado en función de su sexo. Por ejemplo, la tasa de escolaridad para la franja de 18 a 21 años es del 41,1% para las mujeres, frente a un 36,5% de hombres, con la opción de FP mayoritaria para los alumnos. En ambos casos, universidad o FP, las especialidades masculinas cuentan con una mayor demanda laboral, lo que provoca una penalización suplementaria para la población femenina en un panorama de desempleo juvenil inaceptablemente alto. Queda demostrado que persisten factores sexistas que requieren una perentoria regeneración para ofrecer el máximo de opciones académicas y profesionales a todo el alumnado. La coeducación potenciada parece ser la mejor vía de avance social en pro de una igualdad de género.

¿Acaso fracaso?

Imaginemos que se imponga un control de calidad del trabajo, por el cual se evalúe a todos los empleados y se decida si cobran, si se les rebaja de categoría o si se les obliga a quedarse sin vacaciones. Supongamos que esos exámenes avisados o por sorpresa son inapelables y que diariamente cada rezagado se queda horas adicionales no pagadas para concluir la tarea inacabada o, incluso, se la lleva a casa para terminarla de noche. Imaginemos que si se determina que un asalariado ha sido un gandul, debe permanecer un año entero trabajando sin sueldo, y que es despedido si acumula valoraciones negativas, indicándose en el expediente su incompetencia. Supongamos que los operarios más improductivos son considerados unos inútiles hasta que ellos mismos asumen esa tasación. Imaginemos que toda la sociedad acepta que las inspecciones de trabajo establezcan inequívocamente y para siempre que un tercio del personal es inservible, otra mitad cumple a duras penas y sólo un sexto merece el aprecio colectivo.

¿Habría que rebelarse ante este inaceptable sistema? ¿Una situación tan despótica sería un caso de manifiesta prepotencia y abuso de autoridad? ¿Y si además esto se hiciese con menores de edad, y los hijos de los menos favorecidos estuviesen condenados casi con total seguridad y perpetuamente a ser rechazados y tildados como malos empleados -al igual que sus padres- desde sus primeras experiencias profesionales?

Pues ESTO ES EXACTAMENTE LO QUE SUCEDE con la infancia y la juventud en el sistema educativo. A un adulto, ¿que le parecería que periódicamente debiera llevar a casa un boletín de notas sobre su trabajo, para ser firmado y conocido por toda su familia, que se sentirá también parcialmente inculpada si la valoración no es positiva? Con calificaciones sobre múltiples y variadas tareas de concentración, memoria, razonamiento, idiomas, esfuerzo físico,… que poco o nada tienen que ver con las facultades e intereses del examinado, y que descarnadamente podrían indicar: Actitud, poco dispuesta. Rendimiento, muy deficiente. Observaciones, será expulsado una semana si se despista otra vez en el taller. Deberá recuperar en verano si no progresa adecuadamente, y si aún así fuese insuficiente, se recomienda que repita un año sin sueldo, hasta completar el trabajo encomendado que se corresponde con su edad. Si con todo ello tampoco mejora, deberá abandonará la empresa. Resumen del control: Esta persona es un retrasado laboral y un fracasado social. Su familia, significadamente culpable, deberá ver cómo corrige esta situación, castigándole, enviándole a clases de refuerzo y de ayuda psicológica para que vuelva a examinarse en espera de avances que permitan su reingreso.

Necesitamos modificar profundamente el sistema de evaluación escolar para que no resulte traumático para el alumnado, para que no estigmatice a las familias, y para asegurar el éxito escolar de toda la comunidad escolar. Es inadmisible y desatinado un modelo que ofrece tanto “fracaso” (al concluir la ESO, con O de Obligatoria, el 18% en Euskadi, el 28,6 % en el Estado,…). Estos datos miden bien, pero no al alumnado, sino a las insuficiencias de un sistema escolar que debe ser remodelado, reformulando su didáctica y su sistema de valoración. Quizá una real evaluación continua extensiva en todos los niveles educativos y mediante un sistema de créditos sea la prescripción idónea. Un innovador sistema activo, acorde con cada etapa escolar, analizando aspectos cognitivos, actitudinales, procedimentales, sociales,… Sin abusar de los exámenes convencionales, pero permitiendo al alumnado y a las familias una exacta visualización del progreso escolar. Sólo así apostaremos por una Escuela superadora de desigualdades y ofreceremos un camino real de rescate temprano, verosímil y cierto al alumnado con el “futuro robado”, porque de otro modo ellos y toda nuestra sociedad estaremos predestinados al desastre.
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Aldez aurretik preparaturiko porrota

Eman dezagun gizartearen aurrerabidearen izenean lanaren kalitatearen kontrola ezartzen dela eta, horri segika, hiru hilean behin langile guztien ebaluazioa egiten dela eta horren arabera erabakitzen dela soldata kobratuko duten edo ez, kategoria aldatuko zaien edo ez eta oporrak kenduko zaizkien edo ez. Eman dezagun azterketa horiek lehendik jakinaraziak zein ezustean eginak ezin aldatuzkoak direla eta bizi guztirako ezartzen direla. Are gehiago: makalenak ordu gehiago egin beharko ditu, kobratu gabe, bukatu gabeko lana bukatzeko, eta, behar balitz, etxera eramango du lana, gauean bukatzeko. Eman dezagun oso maiz erabakitzen dela soldatapeko bat alferra izan dela eta, beraz, horren ondorio latzak sufritu beharko dituztela bai berak eta bai familiak: urtebetean kobratu gabe lan egingo du; azkenean, kaleratu egingo dute, ebaluazio ezkor gehiago egiten badizkiote, eta espedientean, gainera, lan egiteko ez duela balio adieraziko dute. Eman dezagun metodo horri segika langilerik ahulenak ezertako ez diren alprojatzat jotzen dituztela ingurukoek, eta azkenerako haiek ere halakotzat jotzen dutela beren burua. Eman dezagun gizarte guztiak onartzen duela lan ikuskarien neurri horiek hutsik egin gabe eta betiko ekar dezaketela hiru langiletik batek ez duela ezertarako balio, bitik batek ozta-ozta betetzen duela lana eta seitik bat bakarrik moldatzen dela ondo, gainerakoek estimatzeko moduan.

Kontra egin beharko litzaioke sistema ezin onartuzko horri? Halako egoera despotikoa agintekeria nabarmenaren erakusgarri izango litzateke? Eta hori adingabeei egingo balitzaie eta pobreenen seme-alabak ia kondenaturik egongo balira beti baztertuak izatera eta langile txartzat hartuak izatera gurasoak bezala, lanean hasi eta segituan?

Bada, horixe egiten zaie haurrei eta gazteei hezkuntza sisteman. Zer irudituko litzaieke helduei tarteka lanari buruzko buletina etxera eraman beharko balute, familia guztiak ikus eta sina dezan familiari ere eragingo dio, neurri batean, balorazioa ez bada baikorra? Kalifikazioak izango lituzke hainbat eta hainbat arlori buruz: kontzentrazioa, oroimena, arrazoitzea, hizkuntzak, ahalegin fisikoa... Horiek, beharbada, ez dute batere zerikusirik izango azterturiko pertsonaren gaitasunekin eta interesekin, baina gordin-gordin esan dezakete: «Jarrera: Ez da saiatzen. Emaitza: Oso txarra. Oharrak: Berriz ere arreta galtzen badu, etxera bidaliko dugu astebeterako. Orain hobera egiten ez badu, udan lan egin beharko du, eta hori aski ez bada, lehengoan urtebete egin beharko du, ezer kobratu gabe, bere adinari dagokion lana bete arte. Hala eta guztiz ere hobera egingo ez balu, enpresatik alde egin beharko du. Kontrolaren laburpena: Urlia lan aldetik atzeratua da, eta gizartean porrot egin du». Familiak hura ere errudun izanik aztertu beharko du nola konpondu arazoa: zigortuz edo sendotzeko eskolak harraraziz eta laguntza psikologikoa emanez, berriz ere azterketa egin eta gainditzeko.

Guztiz aldatu behar dugu eskolako ebaluazio sistema, ikasleentzat trauma iturri izan ez dadin, familiei estigmarik ekar ez diezaien eta eskola komunitate guztiak ondo jardun dezan. Ezin onartuzko okerra da hainbeste porrot ekartzen duen sistema (Derrigorrezko Bigarren Hezkuntza bukatzean, %18 Euskadin, %28,6 Estatuan...). Datu horiek ondo neurtzen dituzte, ez ikasleak, baizik eta eskola sistemaren hutsuneak. Sistema aldatu beharra dago, didaktika eta ebaluazio sistema moldatuz. Beharbada, hezkuntza maila guztietan etengabeko ebaluazio egiazkoa egitea da onena, kreditu sistemaren bitartez. Sistema berritzaile aktiboa behar da, eskola epe bakoitzera egokitua, eta jakintza, jarrera, prozedura, gizarte alderdia eta beste aztertu behar dira. Azterketa arruntak ez dira gehiegi erabili behar, baina modua egin behar da ikasleak eta familiak argi jakin dezaten eskolako bilakaeraren berri. Beste biderik ez dago, aldeak gainditzeko eskola baten alde egiten badugu eta «etorkizuna lapurtu dieten» ikasleei lehenbailehen bidea zuzentzeko aukera egiazkoa eman nahi badiegu. Hala egin ezean, haiek eta gizarte guztiak porrot egingo dute erremediorik gabe.

¿Lotería o bobería?

Según datos oficiales de la última Memoria del Juego, entre loterías, quinielas, casinos y máquinas, excluyendo algunas modalidades como hipódromos, en el Estado se han jugado 25.854 millones de euros (4,30 billones de las antiguas pesetas) durante 2002. El gasto real de los jugadores, lo NO recuperado en premios, asciende a 8.335 millones de euros (1,39 billones de pesetas), el 32,24% de lo jugado y que supone los ingresos de los administradores de los juegos.

De lo que se juega y no se recupera en premios, que además se redistribuyen pésimamente en unos pocos ganadores, cada persona en promedio pierde 202,74 € (37.788 pesetas) al año. Esta cantidad se distribuye fundamentalmente en máquinas, lotería nacional (ahora vienen los atracos de la navidad y el niño), bingos, primitiva, casinos, bono-loto y quinielas. Sólo en loterías y apuestas del Estado, lo jugado al año en promedio asciende a 245 € (45.665 pesetas) por cada madrileño, 239 € (44.546 pesetas) por cada valenciano, 216 € (40.259 pesetas) por cada vasco,... que son quienes más dilapidan en juegos de azar, donde el gestor se queda directamente con el 36.37% del importe (reservándose el 30% en la Lotería Nacional y el 45% de primitivas, bono-loto y quinielas), promedio superior al de casinos (23.52%), máquinas B (25%) o bingo (35.58%), pero inferior al de la ONCE (52%).

Estas escandalosas cifras descubren una extendida y arraigada adicción al juego, que además se alienta desvergonzadamente desde los poderes públicos. Una familia media de cuatro miembros “pierde” (descontando los premios que unos pocos ganan) más de 808 € (151.000 peses) al año. Además la gravedad de este infortunio se agrava por el hecho de que quienes más despilfarran son quienes disponen de menos recursos y de menor cultura para comprender de las loterías son una ruina cierta. El juego además provoca un efecto paralizante, porque muchos jugadores y sus desoladas familias dejan pasar su vida a la espera del próximo sorteo, sin dedicarse a mejorar su formación o su trabajo, que son los únicos cauces firmes para el progreso personal y familiar.

La lotería es un impuesto a la estulticia y a la idiotez, que se ceba en los más desvalidos. Se aprovecha de la desesperación de la pobre gente, reduciendo su única esperanza a que les “toque” un premio. Explotan la ignorancia y la superstición de los más débiles, induciéndoles a desperdiciar su contado dinero en una apuesta segura: PERDER EN LA LOTERÍA. El refranero popular abunda en certeros dichos: “El que juega a la lotería, se arruina cada día” o “Trabajo y economía son la mejor lotería”. Jugar sólo trae suerte para la desgracia. Cada uno es artífice de su propia suerte: Cuanto más trabajemos, más suerte tendremos.

Existe un método infalible para ganar en la lotería, cada día, en cada sorteo y con una ganancia del 100%: No jugar, y guardar el dinero sobrante en una hucha, como dijo con más gracejo un personaje de Arniches. El gusanillo del juego se puede disfrutar exactamente igual, imaginando que jugamos al número 12345, o en la loto al 1, 2, 3, 4, 5, 6, que son tan probables como el número que pudimos comprar. Cuando veamos el resultado en televisión, comprobaremos que hemos ganado por no jugar. Quienes llevamos cuarenta años “jugando” así, sin habernos tocado nunca, hemos conseguido mucho dinero, tiempo y felicidad. Recordemos: La solución consiste en un “juego imaginario” y una hucha real, cuyo mejor destino es la educación propia o la de nuestros hijos.

Sexualidad y nacionalismo

El binomio escogido como cabecera puede resultar estridente, pero aún lo sería más si se hubiese escogido la terna de “sexualidad, religiosidad y nacionalismo”. Adelantemos sin preámbulos la idea a defender: El nacionalismo es una emoción humana, tan arraigada en la sensibilidad de la persona como pueda serlo la sexualidad, más instintiva si se quiere, o la religiosidad, más refinada históricamente. El nacionalismo es una poderosa pasión, que unos sienten y otros no, que unos cultivan y otros no, que unos reconocen y otros no, que a unos les sirve como un motor vital y a otros no,… exactamente como la sexualidad o la religiosidad. Estos sentimientos bien canalizados se han demostrado que generalmente contribuyen a la plenitud humana, aunque persista el riesgo de fanatismos y perversiones por excesos o extravíos.

El nacionalismo es una de las fibras, como el amor o la amistad, de las que está hecho el ser humano. Un componente, como las citadas expresiones del sexo y la religión, de mayor o menor trascendencia en cada individuo en particular, pero de los que convendría no negar ni su existencia ni su validez para quienes optan voluntariamente por un armónico desarrollo personal a través de su ejercicio. No se trata aquí de asemejar la religiosidad con la sexualidad, ni éstas con el nacionalismo,… sino de que se acepte la obvia existencia de este último, recordando cuando han negado y reprimido la sexualidad algunos credos o cuando se persiguieron las religiones por considerarse patrañas. Para cada uno de nosotros, la religiosidad, la sexualidad o el nacionalismo serán mucho, poco o nada importantes, pero existir ¡vaya si existen! y para otras personas (muchas o pocas) son potencias transformadoras. Es legítimo debatir sobre qué abusos de estos sentimientos son inadmisibles por los daños sociales o personales derivados, pero lo más absurdo sería pretender que no coexisten.

El nacionalismo no lo inventó Bismarck, ni Sabino Arana. No es “una alucinación inventada por un loco”. Y es que hemos llegado a un momento en el que se pregona un despropósito de tal calibre. La palabra "nacionalismo" proviene de nación, que, a su vez, deriva del latín “nasci” (nacer). El nacionalismo es un sentimiento natural de protección de los elementos simbólicos, sociales y culturales de una colectividad (lengua, historia, mitología, tradiciones,…), mucho antes que un movimiento político que puede invocar el derecho a una Nación propia con alguna forma de Autogobierno o de Estado. Por supuesto que a lo largo de la Historia, este impulso ha sido semilla de muerte y destrucción, como la guerra de Troya se inició por el amor de una mujer o las cruzadas e inquisiciones fueron desencadenadas por la religión. Pero este resorte humano, el nacionalismo, también ha elevado al hombre a la categoría de ser social, ha estructurado la tribu, la colectividad y es la base de cualquier democracia moderna actual. El proceso de humanización, de superioridad del ser humano se debe a su razón y a una óptima explotación de sus instintos básicos de conservación, de cuidado del grupo y de la especie, reconociendo y conduciendo su sexualidad, sus deseos de identidad personal y colectiva, sus ansias de pervivencia y trascendencia más allá de la muerte.

Despreciar el nacionalismo como algo caducado o propio de charlatanería localista, o como un tabú que no existe o no se puede interpretar, es tan insensato como sería hacerlo con la sexualidad o la religiosidad. Mantener que “el nacionalismo conduce a la estupidez o a la guerra”, es tan grotesco como sostener que la sexualidad o la religión son malsanas, en sí mismas y sin más precisiones. Un ser humano, y una comunidad humana, construyen su cosmovisión identitaria mediante un imaginario común, un entramado multidimensional donde “el cuidado de lo propio”, el nacionalismo, está presente y actuante.

No ridiculicemos un sentimiento humano tan hondo como la religión, el amor o la sexualidad. El nacionalismo no es un mito, y en todo caso como diría Lévi-Strauss "todo desciframiento de un mito es otro mito”. A pesar de que el nacionalismo ha quedado emparedado por las dos corrientes políticas dominantes del siglo XX que comparten un racionalismo economicista, liberalismo y socialismo, se puede pensar con la mente y también con el corazón, sin ser irreflexivos. Porque en el conflicto vasco-español, del que algunos niegan su existencia o la de un pueblo vasco, los más “antinacionalistas” son quienes han celebrado “Días de la Raza (Española)”, de la Hispanidad (Comunidad de Lengua) y los mismos que se sublevan en defensa de la ñ. Así pues, dejemos que dialoguen los argumentos y también la bondad de los corazones solidarios que comprenden cómo sienten los demás.

“El nacionalismo es frecuentemente la ideología de los aplastados”, según Gerd Behrens. Es una convicción que enraíza muy profundamente en una cualidad de la naturaleza humana. Aceptémoslo para avanzar hacia el acuerdo mediante el diálogo y el respeto mutuo. En este siglo XXI de la intercomunicación y de la globalización mundial que nos aboca hacia la uniformidad homogeneizadora, el nacionalismo rebrota como el calor del “hogar propio” en un planeta anodino. El nacionalismo se materializó en el pasado mediante conquistas en Imperios y en Estados, pero el progreso democrático ha purificado los elementos de sacralización, de belicosidad y de enfrentamiento para la autoafirmación autóctona, floreciendo un nacionalismo inteligente y moderno, cuyos primeros frutos en forma de nuevas Naciones pueden verse en la Unión Europea, en zonas tan desgarradas como los Balcanes o el Báltico. Muchos creemos que en Euskadi y en España, con arrobas de talento e imaginación, con comprensión y democracia, podríamos también abrir una modesta pero meritoria página en la cruenta Historia de la Humanidad, quizá incluso antes que en Irlanda, Flandes, Québec, el Sahara o Palestina.

Gora España

Quizá sea una expresión políticamente incorrecta para muchas personas, de aquí y de allá, pero algunos pensamos que la ideología del nacionalismo democrático sería perfectamente aplicable en España.

Pero algunos pensamos que la ideología del nacionalismo democrático sería perfectamente aplicable en España. La idea de “vasquizar” España (voz que puede proceder del euskera ‘ezpaina’, pronunciado ‘españa’ y que significa labio) ya la propuso el bilbaíno Miguel de Unamuno, y la expresó poéticamente el hernanitarra Gabriel Celaya (Rafael Gabriel Juan Mugika Zelaia): “Hay que revasquizar España, iberizarla, salvarla del poder abstracto y absoluto, volver a nuestras tribus, nuestro federalismo, nuestra alegría fiera, nuestro respirar limpio, nuestro no al centralismo francés y su dominio”.

La organización administrativa cambiaría radicalmente: Respeto absoluto a la independencia de las autonomías (como entre la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad Foral Navarra o Iparralde), y descentralización de las provincias (territorios históricos en el caso vasco) con haciendas (forales) independientes y el mismo peso en la elección de los gobiernos autónomos (25 diputados Araba o Bizkaia).

Esto significaría que Madrid o Cuenca contasen con el mismo número de congresistas, como sucede en el Parlamento vasco, y que en cada capital de provincia existiese una hacienda autónoma, que bien se preocuparía de recaudar impuestos y desarrollar su progreso. Destinaría una partida para gastos de la comunidad, en los contados temas coordinados a nivel de cada autonomía (policía autónoma, educación y sanidad), y un cupo para los mínimos del Estado (Corona y ejército, así como Asuntos Exteriores con participación de las autonomías).

Se reubicaría la capital administrativa fuera de grandes ciudades y sin razones históricas, quizá a Ávila (como Vitoria-Gasteiz, descartando la histórica Iruña-Pamplona, el demográfico Bilbao o el turístico Donostia). Se estimularía un pluralismo político y sindical con varios grandes partidos y sindicatos (no menos de cinco en cada caso como en la CAV), lo que inexorablemente conduciría a gobiernos más flexibles, tripartitos como mínimo. Los partidos serían bicéfalos para evitar la concentración de poder ejecutivo y político.

Se cultivaría un respeto a las lenguas, culturas, folklores y tradiciones hispánicas, o ibéricas, favoreciendo el plurilinguismo con varios idiomas oficiales. No sólo el castellano, el euskera, el catalán y/o valenciano y/o mallorquí, el gallego-portugués, el bable,… sino todos los dialectos como el andaluz o el murciano serían cuidados y mantenidos como un bien común y por la riqueza cultural que suponen (como los varios euskalkiak, los dialectos vascos como el Bizkaiera,…).

Se estrecharían lazos con las comunidades en diáspora por todo el mundo. Se aplicarían medidas que ya son efectivas en la CAV con carácter general cuyo efecto positivo es innegable: la gratuidad de la educación en centros públicos o concertados, altos porcentajes de escolarización desde un año hasta la universidad, un mayor gasto sanitario por habitante, una menor inseguridad ciudadana, un bilingüismo real de la sociedad con su lengua propia u otras, la solidaridad con el Tercer y Cuarto Mundo, un salario social extendido a todas las familias, una elevación de salarios y calidad de vida, una mejor formación continua de los trabajadores, un pacifismo militante generalizado por tanto dolor acumulado,… Y otros infinitos matices cotidianos, como los equipos deportivos propios, con jugadores autóctonos.

Creemos que todo ser humano lleva inscrito ese sentimiento que los vascos llamamos AMALUR (Ama Lurra: Madre Tierra, el amor al terruño), y que en quechua se dice Pachamama significando literalmente lo mismo. El nacionalismo es la responsabilidad de cada persona, y de cada pueblo, de cuidar su parcela del planeta Tierra, no frente a los demás, sino frente al descuido y al olvido,... ¿Alguien se apunta a desarrollar más este Proyecto apenas esbozado?
Es posible que desde Euskadi contara con muchos apoyos, y muy probablemente también desde otras nacionalidades o regiones de la península. Quizá pronto podamos oír un recíproco ¡Arriba Euskadi! (que por cierto parece que ese Arriba también fue traducción franquista del euskera Gora, en sustitución del natural Viva). ¡Gora España Askatuta! ¡Viva Euskadi Libre!

Atrapados en el tiempo

¿Por qué nos ha correspondido nacer en esta época?

La prensa internacional nos ha anunciado el día 2 de febrero que la marmota Phil ha salido de su guarida y eso significa que quedan seis semanas de invierno. Se supone que la predicción es válida para el pueblo de Punxsutawney (en Pensilvania, EE.UU.), pero la era Internet propaga el evento incluso hasta el hemisferio sur donde está agotándose el verano. La fiesta del “Día de la Marmota” celebrada anualmente, fue popularizada en una original película titulada “Atrapado en el tiempo”.

Los protagonistas, encarnados por Bill Murray y Andie MacDowell, son un periodista gruñón y una encantadora productora encargados de la información meteorológica de una emisora de televisión, quienes son enviados a transmitir esta fiesta folklórica. El cazafantasmas Murray, en su mejor actuación en esta comedia de navidad, revive el mismo día cada vez que se despierta, habiendo quedado inexplicablemente atrapado en el tiempo. Aprende mucho de las personas pudiendo corregir sus errores, al volver a vivir las mismas situaciones día tras día.

Esta sensación de “bucle temporal”, de “déjà vu” (ya visto o vivido), de levantarse tras sonar el despertador y observar por la misma ventana el mismo paisaje es algo que todos hemos percibido, la reiteración rutinaria del mismo día que se repite una y otra vez. En la vida real, ciertamente existen factores que cambian y nuestro esfuerzo permite mejorar el entorno humano y físico que nos rodea.

Pero también presentimos que estamos en un círculo vicioso de difícil salida. Oímos la radio o leemos la prensa y comprobamos cada jornada que continúan las guerras, los conflictos, los enfrentamientos, las políticas basadas en la fuerza y que el planeta prospera muy lentamente en libertad, en igualdad y en solidaridad. Es verdad que puestos a quedar atrapados en una época, en un siglo, lo menos malo es haber nacido lo más tardíamente posible. Quizá es esperanzador que la humanidad ha venido progresando, entendiendo, extendiendo y reconociendo los derechos de las personas y de los pueblos. Lo desesperante es la lentitud de este proceso, así como la contumacia de la maldad o, acaso, sólo necedad de quienes se oponen a este progreso.

Al igual que Murray, únicamente la comprobación de que el odio no conduce a ningún tipo de felicidad y la aceptación sin resentimiento de los errores, ajenos y propios, nos dará la clave altruista para superar la depresión por la inercia de la injusticia: la solución vendrá por una revalorización del perdón, de la tolerancia, del esfuerzo y de la generosidad. Ojalá que pronto el espectáculo retransmitido urbi et orbi (que significa literalmente “para la ciudad y para el mundo”) sea la salida anual de una paloma de la paz desde un pequeño pueblo, que podría ser Gernika, significando que en las próximas décadas todo el universo disfrutará de Paz. Vídeo

Legado cotidiano

Nada resulta intrascendente en nuestra vida...

La vida nos parece rutinaria en ocasiones, casi como una secuencia programada y repetitiva. Pero cada acción, por insignificante que parezca, puede ser decisiva, no sólo para nosotros, sino para otros muchos que pueblan nuestro entorno, incluso para personas lejanas o desconocidas, que quizá no han nacido todavía.

Nunca olvidaré dos historias de mi infancia, que me impactaron en su momento y me han obligado a reflexionar en muchas circunstancias vitales. En alguno de mis primeros libros de párvulos, con cinco o seis años, leí una borrosa anécdota de un niño holandés que con su dedo, taponó un dique perforado y salvó de una inundación a los Países Bajos. Mejor recuerdo el antiguo proverbio de la sabiduría popular: "Por un clavo se perdió una herradura. Por una herradura se perdió un caballo. Por un caballo se perdió un caballero. Por un caballero se perdió un ejército. Por un ejército se perdió una batalla. Por una batalla se perdió una guerra. Por una guerra se perdió un reino,… y la Historia cambió”. Aquel herrero que puso mal el clavo inicial no fue consciente de sus consecuencias,…

Más recientemente se popularizó el denominado “efecto mariposa”, con la célebre frase de J. Gleick: “Si hoy una mariposa aletea el aire de Pekín, puede modificar el clima de Nueva York el mes que viene”. Obviaremos la física recóndita por la que mediante ecuaciones matemáticas el meteorólogo Edward Lorenz explicó un modelo de comportamiento de la atmósfera en 1960. En síntesis, Lorenz dedujo con gran sorpresa que pequeñas diferencias en los datos de partida (aparentemente tan irrelevantes como emplear 3 ó 6 decimales) conducía a notables diferencias en las predicciones. Cualquier mínima perturbación en las condiciones iniciales provocaba una gran variación en el resultado final. Lo explicó mediante un ejemplo hipotético: Si un meteorólogo alcanzase una previsión muy exacta, mediante complejos cálculos, podría malograrse el pronóstico por no haber considerado el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta.

Esta clase de dependencias sucesivas y consiguientes "efectos en cascada” está muy presente en nuestra existencia. Cada hecho cotidiano puede alcanzar derivaciones imprevisibles en el futuro, por efectos encadenados. Nuestra vida debe ser cuidadosa, en todos sus aspectos, pues vamos provocando resultados inducidos que pueden ser trascendentales. Una buena acción origina un buen ejemplo, que puede ser seguido por los demás y alcanzar insospechados frutos. Al igual que en los procesos de calidad continua, hemos de abogar por las mejoras minúsculas, que se amplifican por sus consecutivas secuelas en una dinámica de progreso.

En nuestro trabajo, en nuestra vida familiar y social, deberíamos ser más conscientes de cómo trasciende cada pequeño esfuerzo, cada insignificante actuación con un inimaginable resultado final en destino. La labor de los padres y madres, o la de los docentes, es aún más decisiva por las consecuencias personales y sociales que puede alcanzar. Como homenaje al profesorado, Gabriel Celaya resumió el legado cotidiano del educador en un sublime poema:
"Educar es lo mismo / que poner un motor a una barca. / Hay que medir, pesar, equilibrar... / Y poner todo en marcha. / Pero para eso, / uno tiene que llevar en el alma / un poco de marino.../ un poco de pirata... / un poco de poeta... / y un kilo y medio de paciencia concentrada. / Pero es consolador soñar, / mientras uno trabaja, / que ese barco / – ese niño, ese joven – / irá muy lejos por el agua. / Soñar que ese navío / llevará nuestra carga de esperanza / hacia puertos distantes, / hacia islas lejanas. / Soñar que cuando un día / esté durmiendo nuestra propia barca, / en barcos nuevos / seguirá nuestra bandera enarbolada."

Paremos la contrarreforma educativa

Urge una moratoria contra el desarrollo de la LOCE.

Mikel Agirregabiria Agirre / Pedro Pablo Arrinda Miembros de la Asociación de Profesorado www.Irakasten.org

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española delimita la palabra REFORMA como "lo que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en alguna cosa". Por ello, Ley Orgánica de Calidad Educativa (LOCE) siendo justamente la antítesis de la definición, fue exactamente una Contrarreforma, dirigida tanto a desandar los aspectos más progresistas de la LOGSE como a imponer un sistema educativo uniforme, negando las peculiaridades socio-lingüísticas y los avances educativos de sistemas escolares líderes, como el vasco. Por ello, la LOCE fue rechazada de plano por la Comunidad Educativa en Euskadi, impugnada por las autonomías del Estado y sólo pudo aprobarse en las Cortes por imposición de la mayoría absoluta del PP.

La LOCE siguió un procedimiento de urgencia regido la falta de debate entre los diferentes estamentos y agentes educativos, siendo justamente un contraejemplo de lo que debe ser todo progreso en materia educativa, que inevitablemente origina profundas transformaciones y efectos en múltiples áreas sociales, culturales y laborales. Siempre fue una premisa, hasta la etapa de Pilar del Castillo, el previo consenso político mediante el diálogo entre las partes y el respeto exquisito a las competencias plenas que en materia educativa concede, incluso, la Constitución.

Justamente cuando el reconocimiento universal a la “educación en valores éticos” es obligado baluarte de toda educación contemporánea del siglo XXI, el procedimiento seguido por el gobierno del PP para efectuar su contrarreforma -sin contar con ningún grupo de la oposición- atentó contra las bases mínimas de tolerancia que cabe esperar entre educadores. El diálogo brilló por su ausencia, lo que no redundó justamente en beneficio de la “calidad”. Difícilmente la comunidad escolar de profesorado, alumnado, familias y administración aprenderá a compartir derechos y responsabilidades, si el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte impone sus ordenanzas por el artículo 33 del “ordeno y mando”, más propio de épocas pretéritas.

El Gobierno Vasco fue el muy crítico con la tramitación de la LOCE, por el agresivo recorte que suponía la violación de la capacidad de decisión que otorga el vigente Estatuto de Gernika. Con esta Ley Orgánica se pretendió vulnerar y vaciar de un plumazo todo el contenido educativo del Estatuto, no sólo incumpliendo la transferencia de las competencias que restan aún por traspasar, sino anulando la capacidad legislativa exclusiva reconocida y aplicada desde 1979.

La Calidad Educativa se expresa en complejos términos cualitativos y cuantitativos, donde no valen pretextos simples como la reducción estadística del fracaso escolar, que no se resuelve por decreto y que -por cierto- difiere en mayor grado entre Euskadi y algunas regiones españolas, que entre los Estados más avanzados respecto a nuestra realidad educativa propia. La deseada armonización europea está siendo justamente muy respetuosa con los distintos escenarios educativos para progresar desde sus diferentes posiciones sin uniformismos innecesarios.

Para finalizar, quisiéramos reseñar que existen dos principios básicos para una educación de excelencia: la autonomía hasta la escala de centro y el consenso de todos los agentes socioeducativos implicados en la tarea de aprender conjuntamente. Dado que el PP omitió ambas piedras angulares de todo sistema educativo de calidad, nos sumamos a la petición de suspensión o moratoria de todos los decretos derivados de la LOCE.

Mi pantalón de la suerte

La historia verídica de una prenda que fue el talismán para estudiar una difícil carrera.

Aunque no soy supersticioso, he de reconocer que debo mi licenciatura a una prenda de vestir. En casa nunca nos faltó nada hasta la muerte prematura de nuestra madre. Luego la dura ausencia del cariño maternal, se compensó con los cuidados de nuestro padre y de una tía abuela. El dinero no sobraba, y entre mis agridulces recuerdos infantiles siempre destacarán unas indestructibles botas negras que calcé durante años, en invierno y en verano, y un abrigo azul demasiado grande, heredado de algún pariente y que siempre aborrecí con vehemencia.

Al llegar a la universidad con ayuda de las becas, debimos hacernos responsables de nuestro propio vestuario con pequeños trabajos de clases particulares. Recuerdo que durante casi los tres primeros años de carrera contaba únicamente con unos pantalones de color beige, que mensualmente lavaba, planchaba y secaba en domingo. Aquellos pantalones repetidos día a día me avergonzaban, y en mi aula prefería no pasearme, y menos aún salir hasta la cafetería universitaria que nunca visité.

Para que no se viesen mis viejos pantalones, me quedaba a repasar los apuntes entre clase y clase. Llegaba pronto, me sentaba en mi sitio y nunca me levantaba hasta concluir todo el horario. Descubrí que así era muy fácil superar las asignaturas, con aquella labor constante e inmediata. Bastó aquel hábito de ordenar y revisar los apuntes en los tiempos muertos para concluir con el mejor expediente de la promoción la licenciatura en física teórica, sin apenas estudiar fuera de la facultad. En casa me dedicaba a leer incansablemente novelas prestadas por la Biblioteca Municipal de Bidebarrieta, y mi única mesa de trabajo fue una liviana tabla de madera colocada entre los brazos de una anticuada e incómoda silla.

Nuestros hijos y muchos de los jóvenes de hoy disponen de amplios cuartos individuales, docenas de ropajes, libros y ordenadores por doquier. Pero me queda la duda de si hemos sabido transmitirles debidamente aquel afán por la lectura, aquella convicción presentida de que el único camino de progreso y felicidad es el trabajo y el estudio a lo largo de la vida. ¿Dónde pueden encontrarse pantalones como aquéllos, que no sientan bien, que te sientan al banco del esfuerzo, pero que te catapultan hacia el apasionante descubrimiento del sentido de una vida responsable, comprometida y dedicada a la vocación y a la cultura?

Bésame, tonto votante

Un acrónimo en inglés aconseja claridad y sencillez, KISS (‘BESO’): Keep It Simple, Stupid! (‘¡Simplifícalo, estúpido!’).

Durante el diseño de UNIX (un sistema operativo para ordenadores), se instituyó la famosa doctrina KISS (“Mantenlo simple, atontado”), para sugerir que cuanto más sencilla sea la implementación de un programa, menor probabilidad habrá de que falle y más fácil será su mantenimiento posterior. Este acertado consejo de la programación, que apuesta por la simplificación, es aplicable igualmente en muchos otros ámbitos, desde la arquitectura funcional hasta el marketing comercial, o desde las técnicas de liderazgo hasta la gramática literaria…, al estilo del preciso y conciso Azorín porque Salman Rushdie diría que la complejidad de la narración incrementa su disfrute.

En software, y muy frecuentemente en otros aspectos de la vida cotidiana, el camino más corto, inteligible, seguro y práctico es el más simple. Pero lo sencillo exige mucho conocimiento, creatividad y dedicación. El ilustre caricaturista Al Hirschfeld decía "Cuando estoy apurado, hago un dibujo complicado. Cuando tengo tiempo, hago uno sencillo". La moraleja es que sencillo no significa fácil,... sino que la elegancia está en la simplicidad.

El problema es cuando la triunfante doctrina KISS, tautológica en informática, se aplica en ámbitos como los chabacanos programas de televisión, los desfasados currículos de educación o las propuestas políticas simplonas. Si con este eslogan se pretende reducir la complejidad hasta la caricatura que cualquier “torpe” pueda entender, seguramente el resultado será esperpéntico y destinado a aletargar a un público a quien se quiere mantener en la inopia.

Traspasar un “principio de mínima sorpresa” a un “elogio de la simpleza” resulta pésimo y contraproducente. Los intelectuales y los creadores de opinión deben adoptar un estilo amable, comprensible y accesible para todo el público, pero sin caer en el reduccionismo de obviar lo esencial para destacar lo superfluo.

La política, en numerosas ocasiones, es un modelo de mala aplicación de la divisa KISS. Los políticos deben efectúen un esfuerzo de inteligencia si pretenden que el electorado “les pese y, quizá luego, les bese”. En las campañas electorales debería superarse el habitual binomio BE-SO, compuesto por un BE-llo lema simplón, más un SO-porífero programa electoral absurdamente extenso y tedioso.

Por último, el segundo significado de KISS también debe matizarse en su aplicación externa a la informática. KISS indica igualmente `Keep it SECRET, stupid!' (Manténgalo SECRETO), para destacar una cualidad que ofrece confidencialidad y robustez a un código o contraseña. Pero en política, la ciudadanía merece conocer toda la verdad, sin abrumarla con detalles, y sin engañarla con falsedades, tergiversaciones u ocultaciones.

Billy Wilder dirigió en 1964 la película “Bésame, tonto”. Su título es una expresión cariñosa, no aplicable para recabar el voto ciego a un perspicaz electorado propio de una democracia asentada en una sociedad culta y libre. La confianza sólo la merecen los partidos políticos que se presentan con proyecto, compromiso, perspicacia, transparencia y autenticidad. La máquina del mundo quizá sea harto compleja, pero ello sólo demuestra el progreso de la civilización y la clarividencia de la ciudadanía.