Indeseado actor político

En los orígenes del teatro en la Grecia Clásica, los actores se fueron sumando paulatinamente a las representaciones. A medida que los dramaturgos incorporaron nuevos personajes, aparecieron los sucesivos actores destacados en escena, aparte del coro. Tespis inventó el primer actor o protagonista. Posteriormente, Esquilo concibe al deuteragonista (segundo actor), y Sófocles crea el tritagonista (el tercer actor). Eurípides añade, en ocasiones, un cuarto personaje que no habla. Conforme va creciendo el número de actores, se incrementan las posibilidades dramáticas y la acción se enriquece haciéndose más realista, pero se pierde el sentido ritual y religioso del teatro griego originario.

En nuestro panorama político hemos vivido en las tres últimas décadas una transformación similar en la comedia política. De la dictadura franquista con un solo poder omnímodo de tragedia tiránica, se pasó a una democracia “vigilada” de finales de los años 70, seguida de un proceso esperanzador de protagonismo de los pueblos y de la ciudadanía, con pluralismo político, prensa variada y separación de poderes. Sin embargo, la última legislatura del PP con mayoría absoluta empieza a parecer un sainete retrógrado en opinión de muchos, por la infiltración y connivencia de poderes que debieran ser celosamente independientes en una democracia. Resulta indeseable este cuarto actor judicial, que no habla pero coarta, para la ciudadanía (héroe protagonista), para los partidos políticos (deuteragonista) y para los medios de comunicación (tritagonista).

El Talmud decía: ¡Ay de la generación cuyos jueces merecen ser juzgados! Vivimos una triste época en la que se propaga sobre el escenario político una extraña sombra negra para acallar la expresión, el debate y el diálogo entre los únicos intérpretes sociales: la ciudadanía y sus legítimos representantes políticos. El fraudulento protagonismo creciente del poder judicial en la vida política resulta escandaloso, con actuaciones estrella de primera plana amañadas por el poder ejecutivo del momento. Sólo resulta más lacerante y penoso el indigno silencio de una prensa, mayoritariamente comprada o amordazada, que otorga y calla.

Lady Z

MaZinger cruzó el tiempo fugaz para reunirse con el Zorro. Entrecruzaron la espada con los puños voladores y se contaron con avidez su feroz zozobra: algún secuaz nos ha zampado nuestro matiz. ¡Qué gazuza: un zurdo sin ziz-zag y un forzudo sin mezcla Zeta! Zurcieron sus bocazas tozudas zambulléndose a ultranza en el zurrón de sus zurradas hazañas.

Mientras se enzarzaban en sus andanzas cazadoras, algún zalamero locuaz nos atizaba y zumbaba con la belleza de la moza, las masas alzadas, las mesas democratizadas, las misas rezadas en abrazo de la musa que otros azotaban por azuzar veloz su calabaza cual amazona avezada. ¡Sea en la Zarzuela feliz la zagala de faz azucarada y tez azabachada como zumo azul, luz vivaz de esperanza y veraz voz de paz!

Sexualidad y nacionalismo

El binomio escogido como cabecera puede resultar estridente, pero aún lo sería más si se hubiese escogido la terna de “sexualidad, religiosidad y nacionalismo”. Adelantemos sin preámbulos la idea a defender: El nacionalismo es una emoción humana, tan arraigada en la sensibilidad de la persona como pueda serlo la sexualidad, más instintiva si se quiere, o la religiosidad, más refinada históricamente. El nacionalismo es una poderosa pasión, que unos sienten y otros no, que unos cultivan y otros no, que unos reconocen y otros no, que a unos les sirve como un motor vital y a otros no,… exactamente como la sexualidad o la religiosidad. Estos sentimientos bien canalizados se han demostrado que generalmente contribuyen a la plenitud humana, aunque persista el riesgo de fanatismos y perversiones por excesos o extravíos.

El nacionalismo es una de las fibras, como el amor o la amistad, de las que está hecho el ser humano. Un componente, como las citadas expresiones del sexo y la religión, de mayor o menor trascendencia en cada individuo en particular, pero de los que convendría no negar ni su existencia ni su validez para quienes optan voluntariamente por un armónico desarrollo personal a través de su ejercicio. No se trata aquí de asemejar la religiosidad con la sexualidad, ni éstas con el nacionalismo,… sino de que se acepte la obvia existencia de este último, recordando cuando han negado y reprimido la sexualidad algunos credos o cuando se persiguieron las religiones por considerarse patrañas. Para cada uno de nosotros, la religiosidad, la sexualidad o el nacionalismo serán mucho, poco o nada importantes, pero existir ¡vaya si existen! y para otras personas (muchas o pocas) son potencias transformadoras. Es legítimo debatir sobre qué abusos de estos sentimientos son inadmisibles por los daños sociales o personales derivados, pero lo más absurdo sería pretender que no coexisten.

El nacionalismo no lo inventó Bismarck, ni Sabino Arana. No es “una alucinación inventada por un loco”. Y es que hemos llegado a un momento en el que se pregona un despropósito de tal calibre. La palabra "nacionalismo" proviene de nación, que, a su vez, deriva del latín “nasci” (nacer). El nacionalismo es un sentimiento natural de protección de los elementos simbólicos, sociales y culturales de una colectividad (lengua, historia, mitología, tradiciones,…), mucho antes que un movimiento político que puede invocar el derecho a una Nación propia con alguna forma de Autogobierno o de Estado. Por supuesto que a lo largo de la Historia, este impulso ha sido semilla de muerte y destrucción, como la guerra de Troya se inició por el amor de una mujer o las cruzadas e inquisiciones fueron desencadenadas por la religión. Pero este resorte humano, el nacionalismo, también ha elevado al hombre a la categoría de ser social, ha estructurado la tribu, la colectividad y es la base de cualquier democracia moderna actual. El proceso de humanización, de superioridad del ser humano se debe a su razón y a una óptima explotación de sus instintos básicos de conservación, de cuidado del grupo y de la especie, reconociendo y conduciendo su sexualidad, sus deseos de identidad personal y colectiva, sus ansias de pervivencia y trascendencia más allá de la muerte.

Despreciar el nacionalismo como algo caducado o propio de charlatanería localista, o como un tabú que no existe o no se puede interpretar, es tan insensato como sería hacerlo con la sexualidad o la religiosidad. Mantener que “el nacionalismo conduce a la estupidez o a la guerra”, es tan grotesco como sostener que la sexualidad o la religión son malsanas, en sí mismas y sin más precisiones. Un ser humano, y una comunidad humana, construyen su cosmovisión identitaria mediante un imaginario común, un entramado multidimensional donde “el cuidado de lo propio”, el nacionalismo, está presente y actuante.

No ridiculicemos un sentimiento humano tan hondo como la religión, el amor o la sexualidad. El nacionalismo no es un mito, y en todo caso como diría Lévi-Strauss "todo desciframiento de un mito es otro mito”. A pesar de que el nacionalismo ha quedado emparedado por las dos corrientes políticas dominantes del siglo XX que comparten un racionalismo economicista, liberalismo y socialismo, se puede pensar con la mente y también con el corazón, sin ser irreflexivos. Porque en el conflicto vasco-español, del que algunos niegan su existencia o la de un pueblo vasco, los más “antinacionalistas” son quienes han celebrado “Días de la Raza (Española)”, de la Hispanidad (Comunidad de Lengua) y los mismos que se sublevan en defensa de la ñ. Así pues, dejemos que dialoguen los argumentos y también la bondad de los corazones solidarios que comprenden cómo sienten los demás.

“El nacionalismo es frecuentemente la ideología de los aplastados”, según Gerd Behrens. Es una convicción que enraíza muy profundamente en una cualidad de la naturaleza humana. Aceptémoslo para avanzar hacia el acuerdo mediante el diálogo y el respeto mutuo. En este siglo XXI de la intercomunicación y de la globalización mundial que nos aboca hacia la uniformidad homogeneizadora, el nacionalismo rebrota como el calor del “hogar propio” en un planeta anodino. El nacionalismo se materializó en el pasado mediante conquistas en Imperios y en Estados, pero el progreso democrático ha purificado los elementos de sacralización, de belicosidad y de enfrentamiento para la autoafirmación autóctona, floreciendo un nacionalismo inteligente y moderno, cuyos primeros frutos en forma de nuevas Naciones pueden verse en la Unión Europea, en zonas tan desgarradas como los Balcanes o el Báltico. Muchos creemos que en Euskadi y en España, con arrobas de talento e imaginación, con comprensión y democracia, podríamos también abrir una modesta pero meritoria página en la cruenta Historia de la Humanidad, quizá incluso antes que en Irlanda, Flandes, Québec, el Sahara o Palestina.

Absurda hora central europea en husos horarios tan distantes

El pasado domingo 26 de octubre de 2003 concluyó el horario de verano válido durante 7 meses y debimos retrasar los relojes una hora. Los más remisos dejamos la tarea para el domingo último del próximo mes de marzo, con lo que nos ahorramos dos ajustes a cambio de 5 meses sin la hora oficial. También es una forma íntima de protesta contra la normativa vigente por la que sufrimos un retrasado y ridículo horario, sin que la ciudadanía parezca conocer siquiera sus múltiples efectos negativos. Maticemos que nuestra protesta no es por el cambio de hora en verano, sino por la falsa hora que utilizamos siempre, no ajustada a nuestra posición geográfica.

Aceptable “sistema de cambio horario de verano”, a pesar de esos extraños días con 25 o 23 horas que desreglan los biorritmos del reloj corporal, por sus innegables ventajas económicas y por su implantación casi universal en el planeta. El considerable ahorro energético en la Unión Europea, de estimación variable según las fuentes, demuestra que el aprovechamiento solar se optimiza globalmente, si bien se discute si el ahorro es industrial beneficiando a las grandes empresas y el coste generado doméstico pagado por cada hogar, o por cada contribuyente que trabaja con sol pero debe retirarse a casa antes para pagar allí la luz eléctrica. En todo caso, con una visión macroeconómica, consideramos válidos este cambio horario de verano e invierno, que fue insinuado por primera vez en el siglo XVIII, a fin de aprovechar la iluminación natural y consumir menos velas. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue cuando los países en conflicto recurrieron por primera vez al Horario denominado originalmente “horario de guerra”. En España se estableció el horario de verano por primera vez en 1918, con el objetivo de ahorrar carbón, y durante años se aplicó intermitentemente la medida, hasta que se abandonó esta práctica entre 1950 y 1973. La crisis del embargo petrolero de la OPEP en 1974, aconsejó recurrir al adelanto veraniego en Europa. Desde entonces muchos países de todo el mundo, atrasan y adelantan el horario oficial anualmente. La normativa europea otorga carácter indefinido a esta práctica por lo que el debate que se suscitó en épocas pasados ha decrecido. Pero subsiste otra polémica…

Rechazable y arbitrario “horario oficial GMT+1 (y GMT+2 de verano)”, propio de la Europa central cuando en nuestro caso debiera ser GMT (y GMT+1 en verano) porque nuestros meridianos son los del Reino Unido e Irlanda. El horario oficial, basado en el tiempo solar, fue introducido en 1912, por acuerdo internacional para evitar complicaciones en los medios de transportes cuando cada nación empleaba su propia hora solar. Se dividió la Tierra en 24 husos horarios, partiendo del meridiano que pasa por Greenwich. Este Tiempo del Meridiano de Greenwich (GMT), que en astronomía se denomina Tiempo Universal Coordinada (UTC) o hora universal Z o zulú, fija con más o menos 11 horas el horario de cualquier zona mundial. En toda la Europa “central”, desde España a Polonia, Suecia y Noruega, el horario oficial es GMT+1 (y GMT+2 en verano), mientras que Islandia, Irlanda, Reino Unido, Portugal, o el archipiélago adoptan el horario GMT sincronizado con Greenwich.

He aquí el absurdo: España, Francia y el Benelux están en el uso horario del Irlanda, Reino Unido y de Portugal, pero copiaron la hora de Alemania, Suecia, Noruega, Polonia,… con algunas ventajas y muchos inconvenientes. La Unión Europea cuenta actualmente con 3 usos horarios, desde GMT de Portugal hasta GMT+2 de Finlandia y Grecia (a las que en 2004 se sumarán los países bálticos y en 2007 Rumania y Bulgaria). Incluso la incorporación sin fecha de Turquía o la de Islandia (en la doble hipótesis de su inclusión en la UE y de la adopción de un horario natural) ensancharía a 5 los husos solares europeos desde GMT+3 hasta GMT-1. La hora europea continental única pierde sentido, y debería adoptarse con naturalidad las auténticas zonas horarias al igual que EE.UU., e incluso como Australia, Brasil o México.

Siendo la incorrecta “homologación continental de hora” algo más disculpable en el caso de Francia o el Benelux, por proximidad a la Europa central (aunque existen numerosos grupos organizados para restablecer el horario solar), España copió pésimamente una vez más a Francia, olvidándose de su posición en el mapa y en lugar de seguir la hora GMT (la británica, con quien comparte Longitud) prefirió el horario que rige no ya sólo en Alemania,.., sino incluso en Polonia, Suecia y Noruega. Esta fijación de compartir la “hora” centroeuropea, provoca como resultado divergir en “horario”: Cuando un día de equinoccio amanece en el Noreste de Noruega todavía faltan 3 horas para que amanezca en Cádiz, y además esto se agudiza por la diferencia de latitud en el invierno o en el verano.

Así las “peculiares y caóticas costumbres hispanas de trabajo-reposo”, se basan en un horario pésimamente escogido por “homologarse” con la Europa central, agudizando el “Spain is diferent”. A las 5:00 pm ha oscurecido en Polonia tras la jornada laboral, mientras simultáneamente los andaluces se levantan de la siesta para disfrutar el ocio del sol en una interminable tarde. Cierto que se puede viajar de punta a punta de la Europa continental sin cambiar el reloj, pero hay que “cambiar de mentalidad” por no hacerlo.

Muchos reivindicamos aquel natural horario agrario, que rezaba el Ángelus en el campo sin necesidad de reloj, que sitúe realmente el mediodía a las 12:00 am, y no que el sol esté en su cenit a las… 3 de la tarde, como ridículamente sucede en verano en España, atribuyendo muchos turistas y oriundos esta idiosincrasia a las esencias carpetovetónicas cuando su origen más prosaico radica en una hora oficial mal establecida. Quizás 2004, fuese el momento de reajustar a GMT los horarios del Benelux, Francia y España como Portugal o Reino Unido (Canarias GMT-1), respetando el huso horario que les corresponde por su posición en el mapamundi.

Razones a tazones

La sobreactuación ya crónica del PP con el tema vasco es una plaga que se supera día a día. La penúltima cabriola ha sido a cargo de uno de los habituales animadores: el inefable Michavila, cuando voceó que el denominado 'Plan Ibarretxe' supone una mutilación de la Constitución “en más de cien ocasiones". Pudo haber dicho en más de diez o de treinta, pero su frenesí propio más de un legionario que de un ministro de Justicia le desbocó hasta superar las “cien amputaciones”.

Quizá por mi remota formación en Física teórica, evoqué el célebre libro “Cien autores contra Einstein”, ante el cual subrayó el preclaro científico: "Si yo no tuviera razón, ¡bastaría con uno solo!". Pocos saben que, en vida de Einstein, se fundó una asociación en su contra e, incluso, una persona fue llevada ante los tribunales por incitar a su asesinato, siendo condenada a pagar una irrisoria multa de 6 dólares. El Poder Judicial, ya se sabe…

Pero dejemos de hablar de política y entendámonos bajo fórmulas de convivencia. Restablezcamos los niveles entre los “vascos comunicantes” con una melodía, que aporta muchas más y mejores razones, las de Juan Luis Guerra: “Mil razones para amarte. Tú eres mi razón primera, mil poemas en la calle, yo rodando donde quieras,...”

Mansión familiar

Esta historia es rigurosamente verídica. Desvela un secreto familiar, que muy pocos de nuestros amigos conocen. Hacia 1922 nuestro abuelo Ezequiel Agirregabiria Usobiaga, y su único hermano menor Ángel, adquirieron una hermosa morada en la mejor localidad vizcaína, para legarla a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Situada en la mejor avenida, manzana 19, rodeada de quietud de los espigados árboles, un cuidado jardín de césped y una señorial reja exterior, se destaca sobre las construcciones de su alrededor. No estaba en la capital, porque este tipo de residencia señorial, tranquila y recogida no tendría cabida, ni entonces, en la Gran Vía bilbaína. Para ambos hermanos debió suponer un importante esfuerzo económico que aún no acertamos a comprender cómo pudieron afrontar, pero lo cierto es que nos donaron completamente libre de cargas esta finca que jamás venderemos.

Toda la familia mantiene inolvidables recuerdos vividos en esta heredad, que los extraños verán como un simple monumento, pero que para nosotros es un hogar y un templo. En realidad, pocas veces nos reunimos en ella, pero siempre es con ocasión de emotivas circunstancias que han logrado estrechar los fuertes lazos familiares que constantemente nos han unido a la cada vez más extensa parentela de apellido común. Cinco y dos hijos respectivamente tuvieron aquellos hermanos, veinte nietos, muchos biznietos y pronto tataranietos, que siempre les recordarán por la previsión que intuyeron, por la provisión transmitida y por sus innumerables cualidades personales.

Disponer de un patrimonio inmobiliario recóndito y compartido, con una fortísima significación espiritual, siempre ha sido un aliento para nuestras vidas, en la seguridad de que –aún en el peor de los casos- dispondremos de un refugio fortificado por piedra dispuesto por nuestros precavidos antecesores para nuestro descanso y el de nuestros cónyuges. Siempre que acudimos allí, en grupo o individualmente, para encontrarnos con nuestros seres más queridos, padres, tíos,… llevamos algún regalo entre las manos, generalmente un ramillete de flores. Ello apenas puede compensar la incalculable dosis de consuelo, serenidad, amor, paz y trascendencia que indefectiblemente recibimos sólo por acudir a esta casa para saludar a los cada vez más numerosos parientes allí reunidos y para encontrarnos directamente con nuestro infalible destino. Anualmente hay un día preferente que nos reúne allí, a distintas horas, a toda la familia: el Día de Todos los Santos, en el que acudimos sin falta a cuidar de nuestra principal propiedad terrenal, el panteón familiar en el cementerio de Derio, la mejor zona residencial de Bizkaia.
[Actualización: Derio, el cementerio de Bilbao, figura entre los más significativos de Europa (ASCE)]

Miss Afganistán

Tras décadas de guerras internas con intervención de los ejércitos más poderosos del planeta, el 5-12-2001 nació en Bonn un nuevo Afganistán, mediante un acuerdo auspiciado por la ONU y firmado los principales grupos afganos. Lakhdar Brahimi, el representante de la ONU para Afganistán, declaró que el pacto suponía “un primer paso para la construcción de un Afganistán pacífico, democrático y próspero”. El líder pastún Hamid Karzai, leal al ex rey Zahir Shah y designado primer ministro, señaló que, aunque proseguía el enfrentamiento armado en Kandahar, sus “principales preocupaciones serían la economía y la seguridad”. En el seno de un complejo gobierno interino con pastunes, tayicos, hazaras, uzbecos y otras etnias afganas, destacaban dos mujeres: Sima Samar, para la cartera de Asuntos de la Mujer, y Suhaila Seddiqi como ministra de Sanidad. Estas incorporaciones femeninas fueron especialmente significativas porque las mujeres afganas sufrieron especialmente la represión talibán durante los últimos años, debiendo abandonar sus puestos de trabajo, renunciando a la educación y viviendo totalmente marginadas de la vida social. El jefe de la delegación del Frente Unido Yunus Qanooni, y posterior ministro de Interior, se comprometió a trabajar para transformar Afganistán “en un país pacífico, democrático, donde se respeten los derechos humanos y los derechos de las mujeres”.

Afganistán dejó de ser noticia, porque a un país pobre sólo la guerra le saca del anonimato, hasta que una pintoresca noticia circuló por los teletipos: El olvidado país volvía a competir en un concurso de belleza. Vida Samadzi, una afgana de 25 años, residente en Estados Unidos y estudiante en una universidad californiana, desataba el morbo universal por el contraste entre el biquini y la burka. Vida, precioso nombre, aducía que no sólo es una mujer guapa, sino que intenta impulsar los derechos de la mujer y su educación en su país. Con su presencia en el concurso, quería "demostrar al mundo que las mujeres afganas somos talentosas, inteligentes y hermosas", aunque su opinión no es compartida por la mayor parte de la población de su país, donde pervive una fuerte tradición islámica. La respuesta del Tribunal Supremo de Afganistán no se hace esperar y condenan la participación de Vida en el certamen de Miss Mundo, criticándola por aparecer en público en bikini, lo que va en contra de "la 'sharía', el Islam y la cultura del país".

Los medios de comunicación internacionales se hacen hecho eco de las opiniones, todas contrarias a la joven, de ciudadanos afganos, hombres y mujeres, sobre las imágenes difundidas de Vida en bikini: "No es afgana", "se le debería retirar la nacionalidad", "podría haber participado con ropa tradicional de nuestro país",… Pese a la caída del régimen Talibán, algunos de los gobernadores provinciales afganos siguen imponiendo un régimen islámico estricto, obligando a las mujeres a taparse de los pies a la cabeza con la "burka" e impidiéndoles algunas actividades públicas y el trabajo. Incluso en Kabul, donde las costumbres son menos estrictas, la gran mayoría de las mujeres viste la burka para salir a la calle.

Lo más lamentable de todo es que sólo una noticia de este tipo, foto con bikini rojo incluida, sea capaz de traspasar la criba de los informativos. Frivolidad, plasticidad, impacto visual, superficialidad, simplicidad, reflexión efímera,… parecen ser los criterios imperantes en la selección de contenidos. Seguiremos sin saber nada riguroso de Afganistán, sólo algo de su epidermis, de su dermis o de su Miss.

Hablemos de inmigrantes


El mismo día que el PSOE y el PP presentan en el Parlamento Vasco mociones de censura contra la consejera de Educación, por utilizar el término “inmigrante” de un modo que, según la Real Academia de la Lengua Española, es correcto, las primeras planas de todos los periódicos muestran fotografías de la desalmada y despiadada sociología de la inmigración. Toda la crueldad descarnada, todo el odio xenófobo hacia quienes algunos creen distintos, toda la maldad de nuestra sociedad y de nuestro tiempo aparece ante nuestros ojos sin que se nos revuelvan las entrañas y pongamos fin inmediato al sufrimiento inhumano al que sometemos a quienes son nuestros hermanos, miembros de nuestra misma “raza”: la única y superior etnia, la raza humana.

Esas imágenes sí son “un disparate de enormes proporciones y una aberración, un sectarismo e instrumentalización del sistema” como señalan esos políticos, una monstruosidad de dimensiones parejas a la esclavitud. Y esta ferocidad proviene de una política que la ciudadanía ha dejado de abominar porque mira a otro lado: justamente al norte. Porque todos somos culpables, y muy responsables de que hoy también hayan aparecido 14 cadáveres más en la playa de El Puerto de Santa María, cuyos cuerpos descompuestos zahieren lo que queda de nuestro sentido de justicia y fraternidad. Quizá no tuvieran la nacionalidad española, pero eran personas tan valiosas y sagradas como cualquier europeo, como cualquier miembro de la Humanidad. Son incontables los ahogados, que no son magrebíes, ni subsaharianos, son seres humanos llenos de vida, empujados por la desesperanza y la desigualdad. Ellos no merecen ser llamados ni inmigrantes, ni ilegales. Bertrand Russell definió la emigración como un proceso hacia la democracia, porque si en una región hay mucha libertad y poca en otra, la gente de ésta tiende a emigrar a aquélla, hasta que se haya reestablecido la igualdad.

La muerte de estos niños, mujeres y hombres es la gran vergüenza de nuestra era, de la que algún día nos arrepentiremos y negaremos que este genocidio ocurriera ante nuestra pasividad. Porque esto es tan frecuente que ya no es noticia, y los poderes públicos lo único que hacen es levantar muros de vigilancia electrónica para cortarles el paso y devolverles a su particular infierno.

No nos distraerán con simplezas como una circular educativa, además de un sistema escolar que es modélico en el tratamiento de la interculturalidad y del plurilingüismo, para que olvidemos la tragedia del sur. ¡Vaya nuestro más cordial abrazo solidario para todas las buenas gentes e instituciones andaluzas y canarias que tratan de mitigar esta catástrofe de nuestros hermanos africanos! ¡Exijamos al PP y PSOE, y a todos los partidos políticos, que asuman sus responsabilidades y pongan fin a esta matanza!

El balón vasco

Se ha hablado demasiado de la pelota vasca, pero poco del balón vasco. Cójase un tema cualquiera de origen vasco, como un plan, una película, un cómic, una hoja educativa o una búsqueda en Google y bótese al terreno de juego. En seguida aparecerá un árbitro vestido de negro con gran similitud con algún fiscal general que le dará el primer patadón proclamando el “juego libre”, alguna ministra del ramo chutará, varios foros con más nombres que personas patalearán, se sumará la consabida voz-coz de los contertulios, el puntapié fino del jurista columnista de turno, el agorero economista zancadilleará con alguna encuesta de la Señorita Pepis, un juez estrella sacará un rato para descalificar entre sumario y sumario, algún “buen” socialista presidente autonómico bravuconeará para ver si llega a Ferraz, y los ex-etarras “subidos al caballo” serán quienes más jalearán desde su nuevo papel de “filósofos”.

Y mientras el “respetable” gritará “an-ti-cons-ti-tu-cio-nal” haciendo la ola, y disfrutando de un vibrante partido que se ganará, como siempre, por 15 a 0, tras la expulsión de todo el equipo vasco. Con gritos de totalitarios, etnicistas, racistas, agresores,… ese mismo público se irá luego a casa despistado, seguirá pagando religiosamente el pelotazo inmobiliario, sobrevivirá con un salario mínimo vergonzoso y los zapatos pringados de chapapote, pero sintiéndose galáctico cuando realmente sigue donde siempre estuvo: a la cola de Europa. Porque esto es lo que se oculta en la gran España: que después del glorioso reinado del “zar” sigue siendo el ÚLTIMO Estado europeo en salario interprofesional, en investigación más desarrollo, en gasto de salud por habitante, en empleo a los discapacitados, en tasa de natalidad, en inversión en familia e infancia, en acceso a Internet, en formación continua de los trabajadores,… y el PRIMERO en tasa de desempleo, en contratación temporal, en consumo de drogas, en absentismo escolar, en fumadores y en muertes por cáncer del tabaquismo, en inflación de los alimentos,… (y esto sólo es lo leído en prensa en la última quincena).

Pero sigue el partido en el estadio. Cuando ya no quede nada de la pelota original, el banquillo de pensadores del entrenador bigotudo lanzará otra nueva pelota, y el tropel de búfalos comenzará de nuevo la función. Pan y circo. Y así ganarán elección tras elección, en su campo claro. ¡Viva el diálogo con los pies!

¡Basta de sembrar odio y abrir trincheras! ¿Por qué tiene que ser así? ¿Me lo puede explicar alguien, y perdonen la exageración y el cinismo del escrito que sólo brota del dolor de la incomprensión mutua? Aquí sólo la buena gente, la de a pie, es cabal, pero ¿dónde están los políticos eficaces que resuelvan problemas, y no los amplían por intereses inconfesables y los arrojan de vuelta a la ciudadanía? ¿Y dónde están los periodistas profesionales que invitan al sosiego y a la reflexión? ¿Dónde los intelectuales que iluminan el camino?

A Terra… dor


Soy un esclavo de Terra, actualmente en la modalidad de ADSL, tras haber logrado –creo- ser redimido de la Tarifa Plana. Olvidando mis anteriores penalidades con la Tarifa Plana, sólo me queda el lamento público para que Terra se apiade de mí, y me indulte de pagar un ADSL que ni quiero, ni consumo, ni tengo como públicamente certifico. En todo caso, quiero alertar a posibles incautos de caer en las garras de Terra.

Me retrotraeré al origen de mi contratación ADSL hace años a través de Telefónica, de donde sin consultarme me pasaron a Terra, y me instalaron en casa un ADSL que funcionaba de maravilla… hasta que, cuando me llegó la primera factura mensual de 92.000 Ptas., me enteré que mi solicitud de una modalidad doméstica se había convertido en una superlínea, propia de una entidad bancaria de tamaño medio. Resolver aquello me costó mucho tiempo y dinero, con advertencias de corte de teléfono por parte de Telefónica, porque Terra y Telefónica son lo mismo o distinto según les convenga. Después el servicio funcionó relativamente bien, con periódicas “ausencias” en las que no funciona Internet.

Hace dos semanas, se “cayó Internet” a las 9:00 y esperé hasta las 11:30. Mi sistema informático es muy fiable, por lo que sólo podía ser la centralita o la línea. Decido llamar, siempre con coste interprovincial, y me comentan que no les consta que hubiese problemas en mi zona. Les indico que, si es así, envíen un técnico, que aparece horas más tarde. Cuando llega comprueba que no hay servicio, pero antes de que efectúe ninguna operación se restablece Internet, sin haber transcurrido ni un minuto ni haber tocado ni el ordenador ni la línea. Le indico que espero que no me cobren una avería que obviamente es externa, y el operario responde que notificará que sólo ha cursado la visita, sin reparar nada. Al llegar la factura siguiente compruebo que de los 48,77€ de tarifa habitual NO me han descontado ni un céntimo por interrumpir el servicio contratado, y que por el contrario me han cargado otros 48,8€ por la visita. Protesto y pongo una queja, pero me advierten que debo pagar o me cortarán la línea ADSL. No les doy la oportunidad: pido la baja de Terra, y ya de paso de Telefónica.

NO ME CONCEDEN DESLIGARME DE TERRA, PORQUE UNILATERALMENTE NO QUIEREN TRAMITAR LA BAJA, por la discrepancia cuya reclamación no ha sido contestada. El operador Pedro Martín en el 902108010, el 30-10-2003 a las 13:45, me indica que no revisan las quejas hasta que se pagan por adelantado. Me niego al abuso manifiesto. Corto la línea, embalo el splitter y el módem para que pasen a recogerlo (porque no hay una dirección postal adonde enviarlos) y les comunico que devolveré las facturas a partir del próximo mes. Me amenazan con que seguirán pasando al cobro la visita más todas las cuotas mensuales, incrementándose la factura hasta el infinito. ¿No es esto un evidente atropello a CLIENTES CAUTIvoS, encadenados con un leonino contrato sin apelación para los desprotegidos usuarios, quienes no pueden liquidar una relación comercial claramente desventajosa?

Cuatro amigos

Ésta es una vieja historia con cuatro personajes llamados TOD, CUA, ALG y NAD. Viven entre nosotros y se comportan como usted, amigo lector, o como yo mismo. Es fácil describirlos: TOD es bueno y agradecido cuando se le trata bien, pero TOD también comete errores y hay que saber perdonárselos. CUA es muy variable, incluso es un insulto que te acusen de ser un CUA. Por el contrario ser ALG es un honor, pero ALG puede ser excelente o pésimo, por lo que conviene vigilarlo. NAD es perfecto y además NAD es más que NAD.

Cuando hay que trabajar, TOD está seguro que ALG lo hará. De hecho, CUA puede hacerlo, pero al final NAD lo hará. ALG se enojará porque ésa es una obligación de TOD, aunque TOD se disculpará alegando que CUA podría haberlo hecho, pero NAD se dio cuenta que TOD no lo haría. Al final TOD recriminará a ALG, cuando NAD hizo lo que CUA pudo haber cumplido.

La vida es así: Todos somos TOD, CUA y ALG, pero la mayor parte de las veces cuando hay que esforzarse nos convertimos en NAD. Por otra parte, NAD nunca tiene la culpa, porque ALG, CUA o TOD deberían responsabilizarse. El reparto es injusto: los derechos y las ventajas siempre son de TOD, pero NAD asume la faena y los deberes.

En una gran organización, o en un pequeño hogar, TOD es importante, pero luego ALG debe cumplir cada función, porque si confiamos en que CUA se haga cargo, al final sucederá lo peor: que NAD lo hará. De ahí que en un equipo, en un grupo humano con un objetivo común, como una familia o una empresa, conviene que CUA y TOD den siempre el primer paso, sin dejarlo para ALG por el riesgo de que NAD lo termine. No hace falta señalar de los nombres completos de los protagonistas son TODO EL MUNDO, CUALQUIERA, ALGUIEN y NADIE. Lo mejor de este cuento es la moraleja de que “cuando TOD es ALG y no un CUA, entonces NAD es NAD”.

Se buscan tránsfugas

URGENTE: se buscan dos tránsfugas del PP a la vista de los resultados del pasado domingo en la Comunidad de Madrid.

Requisitos: Mucha caradura, pocos escrúpulos éticos y deseo de medrar por la vía rápida. Preferible una pareja para mantener la tradición. Uno de los dos deberá saber hablar, procurando mentir con desparpajo y sin que le entre la risa, repitiendo de memoria una cantinela que se le facilitará. La otra basta que mantenga el careto durante la función. Los candidatos pueden inspirarse en Tamayo y Sáez. Se ruega máxima puntualidad (ya se esconderán en los servicios el día que se les indique).

Se garantiza: Absoluta impunidad, pues la fiscalía se ocupará de otros asuntos más substanciales. Buen sueldo vitalicio y trabajo sólo por unos meses, con jubilación anticipada cuando se resuelvan las siguientes elecciones, a las que habrán de presentarse con algún original partido como Nuevo Populismo (no necesitarán ni oficina, bastará un móvil). Notoriedad efímera, pero intensa con dietas adicionales por aparecer en todos los medios de comunicación.

Paz, democracia y periodismo


Resultaría deseable para la inmensa mayoría de lectores bienintencionados e inteligentes, disponer de un periodismo escrito que contribuyese con su decisiva aportación y obligada reflexión a moderar y apaciguar la crispación política que vivimos. Pero parece que esto no sucede entre nosotros. Queda descartada la prensa radical, manifiestamente incapaz de describir la complejidad de un conflicto desde su notoria renuencia a escribir siquiera correctamente los apellidos de los adversarios. ¿Cómo podría nadie comprender la posición del ‘Lendakari’ o de ‘Arzallus’, si el medio transmisor deforma hasta el nombre de los proponentes?

Tristemente, la “gran” prensa del Estado español, EL PAÍS y EL MUNDO, también han optado por alentar la crispación, confundiendo información y opinión. Incluso el cuidadoso EL PAÍS incurre en errores de bulto ‘informando’ en sus portadas que el Parlamento vasco ‘desafía’ al Estado, verbo incorrecto en una sección informativa. Pero el colmo, hasta la fecha, ha sido la “Carta DEL Director” Pedro J. Ramírez del 26-10-2003: No se sabe si para pedir entre líneas el voto hacia el PP en el domingo electoral de la Comunidad de Madrid, termina su alegato donde ha comparado expresamente a Catilina con Ibarretxe, y a Cicerón con Mayor Oreja (¡ahí queda eso!) suscribiendo las siguientes y literales palabras: “Cicerón…consiguió que Catilina y sus seguidores quedaran ilegalizados y desterrados de la ciudad. Ellos se echaron al monte y fueron aniquilados”.

Desde Euskadi, Sr. Ramírez, esperábamos mucho más de su contribución al diálogo y a la paz. Algo más que desear o profetizar el “destierro y aniquilamiento” de personas, aunque sean vascos bárbaros (en el sentido romano del término). Modestamente quisiéramos recordarle que siglos antes y después de la desintegración de su evocado Imperio Romano, en un rincón de Europa pervive un pueblo vasco.

Al sepelio por el sexenio

La vida está organizada por sexenios: estudias durante 3 sexenios (Infantil 0-6 años, Primaria 6-12 años y Secundaria 12-18 años) hasta la mayoría de edad; si eres universitario te instruyes un 4º sexenio, de los 18 a los 24 años; trabajas luego 6 ó 7 sexenios (equivalentes a 12 ó 14 trienios) hasta los 60 o 66 años. Como jubilado vives otros 3 sexenios, y si eres mujer un sexenio extra. Total: 13 sexenios para los caballeros y 14 para las damas. Visto así parece muy poco. ¿Cuántos sexenios has vivido ya y cuántos te quedan?

Sigue el consejo de una plegaria irlandesa: Date tiempo para leer, es la base de la sabiduría. Date tiempo para pensar, es la fuente del poder. Date tiempo para trabajar, es el precio del éxito. Date tiempo para amar y ser amado, es el privilegio de los dioses. Date tiempo para compartir; la vida es demasiado breve para ser egoísta. Date tiempo para jugar, es el secreto de la eterna juventud. Date tiempo para sonreír, la alegría es la música del alma. Date tiempo para soñar, es el atajo hacia el cielo. Date tiempo para planificar, es la clave para disfrutar tu vida. Recuerda que ‘empo’ no significa nada: Eso es el ‘tiempo’ sin ‘ti’…

¡Hagan algo!


Todo el mundo habla de lo mismo, pero nadie hace nada. Los periódicos y las televisiones dedican secciones enteras, todos los días, pero nada parece mejorar. Realmente es obvio que nadie, ninguna institución, ningún responsable, ningún político propone medidas para atajar este problema, que nos afecta a todos, pero es en el Norte donde el tema está más agudizado, lógicamente. Nadie tiene toda la culpa seguramente, pero lo cierto es que nadie lo resuelve ni parcialmente. ¡Ah, quizás si el gran Mariano, el hombre de su tiempo, estuviese en el Poder…!
En verano parece que todos, al menos cuando estamos de vacaciones, y si no tenemos mala suerte, nos olvidamos por completo. Pero el mal está ahí, acechando para dar sus zarpazos. Cuando se despliega con toda su maligna naturaleza, comprendemos que nunca cambiará. A menudo pensamos: lo dejamos todo y nos largamos al Caribe o a Tahití. Y que les den morcilla… que se queden con lo que han elegido por vivir donde viven, que siempre seguirá rondando, con sus ciclos, sus momentos buenos y malos, con sus periódicas catástrofes, pero sin solventarse el tema de fondo: la inestabilidad, la falta de calidez de nuestras vidas, lo crudo de la situación general, el frío de cada amanecer borrascoso cuando la radio te adelanta las malas noticias de la jornada.

Nadie quiere emprender alguna fórmula de solución que nos facilite la vida diaria. Se hace muy duro salir de casa, cada mañana, comprobando que las cosas están parecidas al año pasado, al decenio pasado y hace un siglo tampoco era muy diferente. Te encuentras en la calle con los amigos, lo comentas, hablas de qué sucederá mañana, y te despides para ir a ver el noticiario donde siempre te dan buenas palabras, a veces malos augurios, pero las predicciones raramente se cumplen. No aciertan en sus pronósticos casi nunca, ninguno de los supuestos expertos. Sinceramente creo que no tienen ni idea, y eso lo dice alguien de la profesión. Siempre promesas: Algún día podremos adelantarnos suficientemente, cuando los ordenadores sean más potentes y calculemos con suficiente anticipación. La sociedad demanda urgentemente que se destinen más recursos para prevenir estos sucesos. Más profesionales, más medios. Porque este tema lo solucionarán, en un futuro lejano, las computadoras. Los humanos hemos sido incapaces, a pesar de que desde los albores de la Historia siempre ha habido hechiceros, nigromantes, adivinos, profetas y agoreros.

¡Hagan algo, por Dios! ¡Ya está bien! ¡Todo el mundo habla y habla, pero nadie hace nada por mejorar el mal… tiempo! (En homenaje a Mariano Medina).

¿Lotería o bobería?

Según datos oficiales de la última Memoria del Juego, entre loterías, quinielas, casinos y máquinas, excluyendo algunas modalidades como hipódromos, en el Estado se han jugado 25.854 millones de euros (4,30 billones de las antiguas pesetas) durante 2002. El gasto real de los jugadores, lo NO recuperado en premios, asciende a 8.335 millones de euros (1,39 billones de pesetas), el 32,24% de lo jugado y que supone los ingresos de los administradores de los juegos.

De lo que se juega y no se recupera en premios, que además se redistribuyen pésimamente en unos pocos ganadores, cada persona en promedio pierde 202,74 € (37.788 pesetas) al año. Esta cantidad se distribuye fundamentalmente en máquinas, lotería nacional (ahora vienen los atracos de la navidad y el niño), bingos, primitiva, casinos, bono-loto y quinielas. Sólo en loterías y apuestas del Estado, lo jugado al año en promedio asciende a 245 € (45.665 pesetas) por cada madrileño, 239 € (44.546 pesetas) por cada valenciano, 216 € (40.259 pesetas) por cada vasco,... que son quienes más dilapidan en juegos de azar, donde el gestor se queda directamente con el 36.37% del importe (reservándose el 30% en la Lotería Nacional y el 45% de primitivas, bono-loto y quinielas), promedio superior al de casinos (23.52%), máquinas B (25%) o bingo (35.58%), pero inferior al de la ONCE (52%).

Estas escandalosas cifras descubren una extendida y arraigada adicción al juego, que además se alienta desvergonzadamente desde los poderes públicos. Una familia media de cuatro miembros “pierde” (descontando los premios que unos pocos ganan) más de 808 € (151.000 peses) al año. Además la gravedad de este infortunio se agrava por el hecho de que quienes más despilfarran son quienes disponen de menos recursos y de menor cultura para comprender de las loterías son una ruina cierta. El juego además provoca un efecto paralizante, porque muchos jugadores y sus desoladas familias dejan pasar su vida a la espera del próximo sorteo, sin dedicarse a mejorar su formación o su trabajo, que son los únicos cauces firmes para el progreso personal y familiar.

La lotería es un impuesto a la estulticia y a la idiotez, que se ceba en los más desvalidos. Se aprovecha de la desesperación de la pobre gente, reduciendo su única esperanza a que les “toque” un premio. Explotan la ignorancia y la superstición de los más débiles, induciéndoles a desperdiciar su contado dinero en una apuesta segura: PERDER EN LA LOTERÍA. El refranero popular abunda en certeros dichos: “El que juega a la lotería, se arruina cada día” o “Trabajo y economía son la mejor lotería”. Jugar sólo trae suerte para la desgracia. Cada uno es artífice de su propia suerte: Cuanto más trabajemos, más suerte tendremos.

Existe un método infalible para ganar en la lotería, cada día, en cada sorteo y con una ganancia del 100%: No jugar, y guardar el dinero sobrante en una hucha, como dijo con más gracejo un personaje de Arniches. El gusanillo del juego se puede disfrutar exactamente igual, imaginando que jugamos al número 12345, o en la loto al 1, 2, 3, 4, 5, 6, que son tan probables como el número que pudimos comprar. Cuando veamos el resultado en televisión, comprobaremos que hemos ganado por no jugar. Quienes llevamos cuarenta años “jugando” así, sin habernos tocado nunca, hemos conseguido mucho dinero, tiempo y felicidad. Recordemos: La solución consiste en un “juego imaginario” y una hucha real, cuyo mejor destino es la educación propia o la de nuestros hijos.

Ilusión

Leyendo la primera plana de “EL PAÍS” de ayer sufrí una alucinación, porque traduje del irlandés al euskera y creí entender: “ETA anuncia un desarme masivo y el rechazo a la violencia. Aznar intenta desbloquear el proceso de paz en Euskadi. Batasuna, brazo político del terrorismo vasco de ETA, denunció ayer la lucha armada como fórmula para lograr objetivos políticos y defendió la democracia como única vía posible. Poco después, ETA, que guarda una tregua desde 2003, anunció su tercera y masiva operación de desarme y aseguró que suscribe la afirmación de Batasuna. Nunca habían llegado tan lejos en su distanciamiento de la violencia”.

¿Fue sólo un sueño?

Madrid: ¡Resiste!

Ahora que Mr. Aznar habla de “acciones de carácter anticipatorio”, ¿por qué no se adelanta la ciudadanía de Madrid a las restantes, y envían preventivamente a toda la tropa del PP a la oposición?

Madrid: ¡Resiste! Que no pasen otra vez, siempre con desertores y ahora con el dinero de los especuladores urbanísticos que roban escandalosamente con hipotecas de 30 años a las jóvenes familias que necesitan una vivienda.

Euskadi no existe

Estimado amigo lector: Euskadi no existe. Únicamente fue la alucinación de un visionario llamado Sabino Arana, quien según algunos contertulios está probado que fue un declarado admirador de Hitler, lo que tiene su mérito porque cuando murió el primero el segundo era un niño de tres años, hijo de un lejano aduanero austriaco.

No existe historia vasca. Cualquier amnésico historiador se lo confirmará. Romanos y árabes dominaron toda la península, y el Derecho Consuetudinario vasco no ha llegado hasta nuestros días, porque tampoco existe el “Derecho Foral”, que solamente es otra denominación del mismo Derecho Romano. Tampoco existió en el siglo XVIII, un Larramendi que definió la "nación vascongada", ni Perochegui publicó el “Origen de la nación vascongada y de su lengua”. Los términos “País Vasco” (Basque Country), o Euskal Herria no existen ni en los diccionarios, ni en las enciclopedias (no consulten la Británica porque se llevarían un chasco). Nunca históricamente ha existido una comunidad vasca a ambos lados del Pirineo con sus leyes propias, tribunales, parlamento, lengua, costumbres y deportes autóctonos. Nunca existieron los aizkolaris, harrijasotzaileak, pelotaris, arrantzales, ni la ballena vasca.

Tampoco se derogaron los Fueros el 25 de octubre de 1839, ni pasaron los Reyes Católicos en julio de 1476 por Ubidea para jurar los Fueros en Gernika, que tampoco fue bombardeada el 28 de abril de 1937 por nazis y fascistas. Tampoco existe ningún cuadro de Picasso sobre tan desconocida localidad, de la que tampoco Rousseau dijo que era “el pueblo más feliz del mundo porque sus asuntos los gobierna una junta que se reúne bajo un roble, y siempre toman las decisiones más justas”. Tampoco existió, ni existe una Casa de Juntas o Parlamento, como tampoco hubo otra en Abellaneda de la misma Bizkaia. Jamás hubo “provincias traidoras”, ni hay “autonomías hostiles”. Jamás existió nada vasco antes de la Constitución de 1978, ni existirá nada después. No existe la Disposición Adicional Primera que podría decir textualmente que “la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”.

El euskera no existe. Por tanto nunca se prohibió ni reprimió su uso. En todo caso, es únicamente Íbero, por lo tanto patrimonio europeo lo que se prueba por el cariño con el que se cuida este dialecto, especialmente por el gobierno navarro donde apenas se habla (en el gobierno, me refiero). Tampoco Daudet dijo que “cuando un pueblo es hecho esclavo, mientras conserve su lengua es como si tuviera la llave de su prisión”.

No existe cultura vasca, ni literatura vasca. Orixe, Lizardi, Aresti o Atxaga nunca escribieron en íbero. Y la escasa prensa que publicaba en íbero pronto desaparecerá por motivos fiscales, que sólo aparecen en los periódicos íberos, por lo que deben ser asaltados a lo “Harrelson”, no dictar ninguna sentencia firme y al cabo de cinco años que pasen los íberos a limpiar el polvo de la redacción. Tampoco existen medios de comunicación vascos, lo que se demuestra con el omnipresente disco rayado de tertulianos que insultan continuamente lo inexistente.

Vascos, lo que se dice vascos tampoco existen. Excepto los terroristas, los demás son sólo españoles o franceses. Tampoco existe ETA [ojalá fuese así, porque entonces se facilitaría que todo lo demás fuese falso], y de subsistir, mata menos que cualquiera de las mafias que pululan por Madrid y sus cómplices de la ‘kale borroka’ han quemado menos coches en toda la historia que en Valencia capital en un solo año.

Lo vasco no existe. Este término debe ser sustituido por íbero o por español, según el caso. Tampoco existe Gobierno Vasco, ni instituciones vascas. Son efímeras irrealidades que dependen del artículo 155 del Nuevo Testamento. Tampoco en Bizkaia están gobernados por nacionalistas vascos 104 de los 111 municipios, ni en Gipuzkoa 81 de los 88, ni en Araba 42 de 52, ni en Nafarroa 39 de 272,… Nunca existió el nacionalismo vasco, ni hay un millón de votantes de tales opciones. Entonces, si nada de esto existe, ¿cuál es el problema? Tout va très bien, madame la marquise.

Así que si quiere visitar un lugar fantástico y mítico, véngase un fin de semana a Euskadi. Vivirá un cuento que dice: Érase una vez… la realidad. Tag Technorati: .

Duerme rápido

Todos los días trabajo 12 horas, duermo 9 horas y mis restantes funciones vegetativas me ocupan durante 3 horas, coincidiendo los tres períodos. Así que por la noche me despierto pronto. Para un insomne, la vida no es un sueño. Leo las versiones digitales de los periódicos más precoces, los que están en Internet a las 3:00 de la madrugada. Cuando surge una idea con alevosía y nocturnidad, una tontería que otro apuntaría en su libreta de mesilla de cama, estoy tan adormilado que redacto y envío mi crónica clónica diaria a la sección de “Cartas al Director”.

No pienso, luego escribo. Basta lanzar un título y el hilo te conduce hasta el final. Pones en letras grandes “No encuentran La Paz… en Bolivia”, “Gravar el grabar”, “¿Faltan alumnos o sobran colegios?”, “El IVA que venía”, “Jaulas escolares”,… y el contenido surge espontáneamente. Casi nunca lo publican, pero siempre hay un alma caritativa en una redacción que piensa: ¿Y por qué no? Y si usted lo está hojeando demuestra que valía, o que está más dormido leyéndolo que yo escribiéndolo.

Suele convenir algo de actualidad política. Lo malo que es el análisis que prima ahora es muy monótono. Sólo se interpreta las noticias de un modo: Si hay chapapote, algo habrán hecho en el norte; y así todo lo demás. Pero siempre añado alguna cita, y un latinajo que actúe como “Deux ex machina” que justifique el argumento (¡a que no va al diccionario para saber si he utilizado bien la expresión!). Y esos palabros que describen ‘problemos’: Dislate, birlibirloque, fáustico, falacia, histriones, sofismas, resabios,… Y aporto alguna cifra que dignifica a un texto. Esto es fácil cuando se lee todo mezclado: Los aviones Eurofighter realmente han costado 8.755 millones de euros; el utópico transporte gratuito para menores y mayores en Madrid, costaría 190 millones de euros al año. Conclusión: Evidentemente no llega para tonterías.

Deprisa, más deprisa, hay que acelerar el metabolismo informativo. Termino, que me estoy despertando y si lo reviso nunca lo enviaré. Cuando lo relea días después, pensaré: ¡Hala lo que he dicho…! Pero más “daños colaterales” provocan otros… Prueba a dormir rápido y ataca con tus cartas.

Más "Cartas al Director"

Sr. Director:

Somos muchos los lectores que leemos con preferencia esta sección que da la palabra a los lectores de su periódico.

Consideramos que el efecto de la publicación dual, en papel y en Internet, ha significado una duplicación del alcance y difusión de la prensa, que llega a lugares muy distantes enlazando a una comunidad ampliada de lectores.

Apreciamos que periódicos de primera línea como el que usted dirige han adoptado innovaciones meritorias para dar más participación a los lectores, marcando tendencias de futuro con secciones sólo electrónicas de FOROS o MÁS CARTAS AL DIRECTOR.

Apuntamos que el formato de las cartas podría flexibilizarse, ampliando su extensión o admitiendo textos más infantiles, juveniles o desenfadados, incluso “Fotos de los Lectores”, que hablen con imágenes acompañadas de un breve titular.

Opinamos que un diario se destaca y se define por su línea editorial, por sus colaboradores y por su redacción, pero sobre todo por la calidad de sus lectores.

Sugerimos que amplíen esta sección de Cartas al Director, en papel y en web. ¿Por qué no una página entera de la edición impresa? Conceda más espacio a sus lectores. Anticípese a que lo haga la competencia: El tiempo le dará la razón.

Pequeños nacionalismos

Para muchos, porque somos numerosos los que así pensamos, el nacionalismo de verdad, el defensivo que no quiere invadir para crear imperios donde no se ponga el sol, es simplemente una extensión de la libertad personal, simplemente. Nada más, y nada menos. Querer lo propio, lo cercano, cuidar y mantener el patrimonio común recibido, conservarlo y transmitirlo: Nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra identidad. Este nacionalismo es la misma esencia de Europa, un inmenso puzzle de idiomas y países, cuya historia sólo ha sido convulsionada cuando los grandes Estados han diluido la realidad plurinacional y se han enfrentado como Potencias que buscaban la supremacía. Si Prusia no hubiese uniformado a Baviera, Hannover y Hesse-Cassel no hubiese habido una guerra mundial. Si Galiza, Euskadi, Catalunya y Andalucía… hubiesen sido administradas desde una mentalidad menos “imperial”, quizá nos hubiésemos ahorrado una guerra civil tan cruenta.

Europa ha descubierto un camino de futuro democrático, que constituye un modelo mundial de convivencia: La Unión en el respeto a la Diversidad. Muchos europeos creemos que la escala de los Estados, que ha cubierto una etapa histórica poco gloriosa, debe evolucionar hacia un sistema de acuerdos continentales sobre la base del respeto a las dos identidades naturales: la ciudadanía (escala personal y familiar) y las regiones (escala social). Probablemente sea la Confederación Helvética el mejor modelo de organización política de comunidades plurilingües y culturalmente respetuosas entre sí y con los demás.

España y Francia, la primera emulando al centralismo de la segunda, han sido potencias coloniales. Pero su fortaleza real nunca dejó de residir en sus territorios históricos y naciones metropolitanas. Por ello, ahora coexisten dos tendencias políticas, legítimas ambas siempre que se defiendan con métodos democráticos y pacíficos: la centralista que prima el Estado y la federalista que apuesta por las naciones o regiones. Eso es todo. Muchos apostamos por convivir desde nuestra identidad personal y regional, asociándonos voluntaria y libremente con la restante ciudadanía europea y con los pueblos hermanos.

El debate llano sobre estos dos modelos, ambos compartiendo muchos elementos comunes como el respeto a la identidad personal y a la vocación europea, será posible cuando desaparezca en nuestro caso el anacrónico terrorismo brutal de ETA y cese ese vetusto espectro que pide el ¿Arde Gasteiz?, rememorando la novela Paris brûle-t-il de Lapierre y Collins?

No somos alienígenas ni los vascos, ni los gallegos, ni los catalanes, ni los bretones, ni los galeses, ni los venecianos,… Sólo queremos ser como los islandeses, los andorranos, los croatas, los lituanos, los daneses,… Quienes así pensamos, respetando a quienes creen que más que castellanos o europeos son españoles, únicamente podemos decirles que así sea su modelo de asociación si lo prefieren, pero que permitan que otros pueblos nos organicemos solidariamente de otro modo. De común acuerdo, sin presiones ni coacciones. Desde la dinámica legalidad jurídica, aceptando que ésta debe servir a la ciudadanía y no al revés. Las leyes, como todo lo humano, son perfectibles para responder a la voluntad popular que siempre tiene la última palabra en las democracias. Nos toca vivir tiempos de esperanzas y oportunidades, de mayor colorido con naciones pequeñas que embellezcan los mapas, para dejar a nuestros descendientes un planeta un poco más humano y mejor organizado.

Idea para el Ayuntamiento


Paseaba hoy sorteando coches aparcados en esquinas y pasos de cebra, esquivando furgonetas sobre la acera y comprendiendo el furor de los pasajeros que cansados de trabajar esperan llegar a casa si su autobús arrollase a una camioneta de reparto abandonada en doble fila, cuando se me ha ocurrido una propuesta para la Alcaldía: ¿Por qué no permutan a los escasos, distraídos e indolentes policías municipales con los numerosos, laboriosos y eficaces agentes de la OTA?

Estamos hartos de vivir en una sociedad que sólo permite dos tipos de ciudadanos: los sufridos cumplidores que aparcan pagando escrupulosamente so pena de ser multados inmediatamente, y los curtidos sinvergüenzas que evitan la sanción estacionando su automóvil impunemente en cualquier zona prohibida (no vigilada por la OTA), perjudicando gravemente el tránsito de peatones y vehículos.

¡Enhorabuena a la gente de la OTA, que cuida su sector a pie y hace respetar la ley con un sueldo inferior al que merece, ganado con su celo profesional y no comodonamente de los contribuyentes indignados al ver por doquier coches mal aparcados!

¡Vaya valla!

Sr. Víctor Harel, embajador de Israel en España:

Recientemente explicó en la prensa que sería injusta una condena del Consejo de Seguridad de la ONU por la construcción del “muro” de Cisjordania, porque se trata solamente de una “valla de seguridad” donde únicamente son bloques de cemento el 5% y el resto se basa en sistemas de vigilancia electrónicos. Señaló que: ¡Ni “muro” ni “de Berlín”! Finalmente indicó que EE.UU. (sería más exacto decir la administración Bush) sólo cuestiona el trazado de algunos tramos, pero que la Unión Europea se opone mayoritariamente al concepto mismo de “muro”.

La clave de estos posicionamientos quizá resida en algo sucedido hace 40 años. El 26 de junio de 1963, John F. Kennedy visitó Berlín, ciudad sajada por un muro. Pronunció un discurso en el que literalmente proclamó: “Hace dos mil años el mayor orgullo era ‘Civis Romanus sum’ (ser ciudadano romano). Hoy, en el mundo de la libertad, el mayor orgullo es decir ‘Ich bin ein Berliner’ (yo también soy un berlinés)… Hay mucha gente en el mundo que no entiende qué es el mundo libre: ‘Lass' sie nach Berlin kommen’ (Déjenlos venir a Berlín)”.

Sr. Harel: Quiero modestamente decirle que, en 2003, yo también soy un palestino… e igualmente un judío. Lamento no poder decírselo en árabe y en hebreo. Parafraseando a Kahlil Gibran, “el muro es una tristeza entre dos jardines”, porque muchos preferimos el diálogo que tiende puentes y puede acercar a las personas, frente al aislamiento y la incomunicación de un puro muro duro, no valla sino muralla.

Con todo el respeto y los mejores deseos de paz de un vasco a un judío, desde Euskadi donde también y todavía unos matan sin piedad y otros intentan levantar muros de separación. Seguiremos dialogando. [Actualización: Cinco años después, este mismo parómino en otro post]

Vocaciones perdidas

¿Qué fue de las vocaciones perdidas? Ésa era la pregunta que insistentemente se planteaba nuestro personaje cuando alcanzó esa edad en la cual se aprecian las etapas de la vida anterior no como los preliminares de un lanzamiento hacia la Luna, sino como las camisas que las serpientes abandonan por cambios estacionales propios de la cronología de la supervivencia. Algunos no están a disgusto con su profesión, pero solamente unos pocos son afortunados que trabajan en lo que más les gusta. El sujeto pensaba que trabajar era algo más que ganarse la vida, por la simple razón de que hasta la fecha había podido "ganarse la vida" y había paladeado eso que llaman "realización". “Quizá sea temerario y futurista pedir realización para todos cuando ni siquiera hay trabajo para muchos”, se decía, pero el incauto proponía esa aspiración a sus alumnos y les inducía a elegir su destino.

Porque él no mantenía opciones imaginarias tomadas de ensoñaciones derivadas de una quiniela, hipótesis por demás absurda en su caso ya que, además de la teoría de las probabilidades, nunca jugaba al azar. Dos eran sus vocaciones predilectas, ambas amadas, aunadas, aliadas y andadas:

- Ser niño. Que siempre creyó era lo más genial, y que deberíamos continuar siéndolo para no reprimir nuestras capacidades de asombro y de aprendizaje; y
- Ser profesor. Que consideraba el máximo honor que la sociedad deposita en los más cabales custodios del mayor tesoro: la infancia que asegura el futuro.

Pero le surgían la nostalgia y la duda. Cada vez más frecuentemente. ¿Estamos acertando con la educación que desplegamos las familias y la escuela? Y recordaba tiempos pasados de eclosión educativa con creciente cariño que le dolía en su interior. Quizá había perdido aquella inocencia de la juventud, que tuvo por orgullo conservar y con la que, en alguna ocasión, hasta creyó que moriría. “Les sucede a todos”, pensó.

¿Acaso fracaso?

Imaginemos que se imponga un control de calidad del trabajo, por el cual se evalúe a todos los empleados y se decida si cobran, si se les rebaja de categoría o si se les obliga a quedarse sin vacaciones. Supongamos que esos exámenes avisados o por sorpresa son inapelables y que diariamente cada rezagado se queda horas adicionales no pagadas para concluir la tarea inacabada o, incluso, se la lleva a casa para terminarla de noche. Imaginemos que si se determina que un asalariado ha sido un gandul, debe permanecer un año entero trabajando sin sueldo, y que es despedido si acumula valoraciones negativas, indicándose en el expediente su incompetencia. Supongamos que los operarios más improductivos son considerados unos inútiles hasta que ellos mismos asumen esa tasación. Imaginemos que toda la sociedad acepta que las inspecciones de trabajo establezcan inequívocamente y para siempre que un tercio del personal es inservible, otra mitad cumple a duras penas y sólo un sexto merece el aprecio colectivo.

¿Habría que rebelarse ante este inaceptable sistema? ¿Una situación tan despótica sería un caso de manifiesta prepotencia y abuso de autoridad? ¿Y si además esto se hiciese con menores de edad, y los hijos de los menos favorecidos estuviesen condenados casi con total seguridad y perpetuamente a ser rechazados y tildados como malos empleados -al igual que sus padres- desde sus primeras experiencias profesionales?

Pues ESTO ES EXACTAMENTE LO QUE SUCEDE con la infancia y la juventud en el sistema educativo. A un adulto, ¿que le parecería que periódicamente debiera llevar a casa un boletín de notas sobre su trabajo, para ser firmado y conocido por toda su familia, que se sentirá también parcialmente inculpada si la valoración no es positiva? Con calificaciones sobre múltiples y variadas tareas de concentración, memoria, razonamiento, idiomas, esfuerzo físico,… que poco o nada tienen que ver con las facultades e intereses del examinado, y que descarnadamente podrían indicar: Actitud, poco dispuesta. Rendimiento, muy deficiente. Observaciones, será expulsado una semana si se despista otra vez en el taller. Deberá recuperar en verano si no progresa adecuadamente, y si aún así fuese insuficiente, se recomienda que repita un año sin sueldo, hasta completar el trabajo encomendado que se corresponde con su edad. Si con todo ello tampoco mejora, deberá abandonará la empresa. Resumen del control: Esta persona es un retrasado laboral y un fracasado social. Su familia, significadamente culpable, deberá ver cómo corrige esta situación, castigándole, enviándole a clases de refuerzo y de ayuda psicológica para que vuelva a examinarse en espera de avances que permitan su reingreso.

Necesitamos modificar profundamente el sistema de evaluación escolar para que no resulte traumático para el alumnado, para que no estigmatice a las familias, y para asegurar el éxito escolar de toda la comunidad escolar. Es inadmisible y desatinado un modelo que ofrece tanto “fracaso” (al concluir la ESO, con O de Obligatoria, el 18% en Euskadi, el 28,6 % en el Estado,…). Estos datos miden bien, pero no al alumnado, sino a las insuficiencias de un sistema escolar que debe ser remodelado, reformulando su didáctica y su sistema de valoración. Quizá una real evaluación continua extensiva en todos los niveles educativos y mediante un sistema de créditos sea la prescripción idónea. Un innovador sistema activo, acorde con cada etapa escolar, analizando aspectos cognitivos, actitudinales, procedimentales, sociales,… Sin abusar de los exámenes convencionales, pero permitiendo al alumnado y a las familias una exacta visualización del progreso escolar. Sólo así apostaremos por una Escuela superadora de desigualdades y ofreceremos un camino real de rescate temprano, verosímil y cierto al alumnado con el “futuro robado”, porque de otro modo ellos y toda nuestra sociedad estaremos predestinados al desastre.
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Aldez aurretik preparaturiko porrota

Eman dezagun gizartearen aurrerabidearen izenean lanaren kalitatearen kontrola ezartzen dela eta, horri segika, hiru hilean behin langile guztien ebaluazioa egiten dela eta horren arabera erabakitzen dela soldata kobratuko duten edo ez, kategoria aldatuko zaien edo ez eta oporrak kenduko zaizkien edo ez. Eman dezagun azterketa horiek lehendik jakinaraziak zein ezustean eginak ezin aldatuzkoak direla eta bizi guztirako ezartzen direla. Are gehiago: makalenak ordu gehiago egin beharko ditu, kobratu gabe, bukatu gabeko lana bukatzeko, eta, behar balitz, etxera eramango du lana, gauean bukatzeko. Eman dezagun oso maiz erabakitzen dela soldatapeko bat alferra izan dela eta, beraz, horren ondorio latzak sufritu beharko dituztela bai berak eta bai familiak: urtebetean kobratu gabe lan egingo du; azkenean, kaleratu egingo dute, ebaluazio ezkor gehiago egiten badizkiote, eta espedientean, gainera, lan egiteko ez duela balio adieraziko dute. Eman dezagun metodo horri segika langilerik ahulenak ezertako ez diren alprojatzat jotzen dituztela ingurukoek, eta azkenerako haiek ere halakotzat jotzen dutela beren burua. Eman dezagun gizarte guztiak onartzen duela lan ikuskarien neurri horiek hutsik egin gabe eta betiko ekar dezaketela hiru langiletik batek ez duela ezertarako balio, bitik batek ozta-ozta betetzen duela lana eta seitik bat bakarrik moldatzen dela ondo, gainerakoek estimatzeko moduan.

Kontra egin beharko litzaioke sistema ezin onartuzko horri? Halako egoera despotikoa agintekeria nabarmenaren erakusgarri izango litzateke? Eta hori adingabeei egingo balitzaie eta pobreenen seme-alabak ia kondenaturik egongo balira beti baztertuak izatera eta langile txartzat hartuak izatera gurasoak bezala, lanean hasi eta segituan?

Bada, horixe egiten zaie haurrei eta gazteei hezkuntza sisteman. Zer irudituko litzaieke helduei tarteka lanari buruzko buletina etxera eraman beharko balute, familia guztiak ikus eta sina dezan familiari ere eragingo dio, neurri batean, balorazioa ez bada baikorra? Kalifikazioak izango lituzke hainbat eta hainbat arlori buruz: kontzentrazioa, oroimena, arrazoitzea, hizkuntzak, ahalegin fisikoa... Horiek, beharbada, ez dute batere zerikusirik izango azterturiko pertsonaren gaitasunekin eta interesekin, baina gordin-gordin esan dezakete: «Jarrera: Ez da saiatzen. Emaitza: Oso txarra. Oharrak: Berriz ere arreta galtzen badu, etxera bidaliko dugu astebeterako. Orain hobera egiten ez badu, udan lan egin beharko du, eta hori aski ez bada, lehengoan urtebete egin beharko du, ezer kobratu gabe, bere adinari dagokion lana bete arte. Hala eta guztiz ere hobera egingo ez balu, enpresatik alde egin beharko du. Kontrolaren laburpena: Urlia lan aldetik atzeratua da, eta gizartean porrot egin du». Familiak hura ere errudun izanik aztertu beharko du nola konpondu arazoa: zigortuz edo sendotzeko eskolak harraraziz eta laguntza psikologikoa emanez, berriz ere azterketa egin eta gainditzeko.

Guztiz aldatu behar dugu eskolako ebaluazio sistema, ikasleentzat trauma iturri izan ez dadin, familiei estigmarik ekar ez diezaien eta eskola komunitate guztiak ondo jardun dezan. Ezin onartuzko okerra da hainbeste porrot ekartzen duen sistema (Derrigorrezko Bigarren Hezkuntza bukatzean, %18 Euskadin, %28,6 Estatuan...). Datu horiek ondo neurtzen dituzte, ez ikasleak, baizik eta eskola sistemaren hutsuneak. Sistema aldatu beharra dago, didaktika eta ebaluazio sistema moldatuz. Beharbada, hezkuntza maila guztietan etengabeko ebaluazio egiazkoa egitea da onena, kreditu sistemaren bitartez. Sistema berritzaile aktiboa behar da, eskola epe bakoitzera egokitua, eta jakintza, jarrera, prozedura, gizarte alderdia eta beste aztertu behar dira. Azterketa arruntak ez dira gehiegi erabili behar, baina modua egin behar da ikasleak eta familiak argi jakin dezaten eskolako bilakaeraren berri. Beste biderik ez dago, aldeak gainditzeko eskola baten alde egiten badugu eta «etorkizuna lapurtu dieten» ikasleei lehenbailehen bidea zuzentzeko aukera egiazkoa eman nahi badiegu. Hala egin ezean, haiek eta gizarte guztiak porrot egingo dute erremediorik gabe.

Gran Humano

El susodicho “programa televisivo” cuyos irremediables ecos asuenan por doquier, merece títulos alternativos más fidedignos con su inmundo contenido: gran retrato sesgado, gran retraso gestado, gran mercado medrado, gran descaro seriado, gran mengano pelmazo, gran bellaco mermado, gran verraco herrado, gran peldaño reptado, gran reclamo mellado, gran cercado cerrado, gran mediano restado, gran rebaño tentado o gran rechazo pensado.

Habría que corregir a Orwell: “El Gran Hermano” no nos vigila, nos define como una civilización que consume telebasura. ¿Dónde hemos llegado para convertir la intimidad de los seres humanos en un espectáculo? No existe ni experimento sociológico, ni ninguna polémica porque en este tema sólo hay detractores o borregos. Ni "reality show", ni moda mundial porque la inteligencia remanente también desprecia universalmente a “Big Brother” como “Big Bother” (la gran molestia… de la vulgaridad).

Seguro que una mayoría cabal de televidentes preferiríamos algún espacio con una fórmula que mereciese denominarse Gran Humano Sensato o Gran Hermano Versado, con situaciones reales vividas por héroes cotidianos: amas de casa, educadores, sanitarios, asistentes sociales, voluntariado,... Los telespectadores tenemos la última palabra. Queremos conocer y aplaudir a las muchas personas que se alzan sobre la miseria humana y luchan por un mundo mejor para todos.

Lágrimas en el Metro

En el aséptico y modernista Metro de Bilbao he visto lágrimas en los ojos de algunas viajeras. A veces, sólo brillantes ojos lacrimosos mirando al vacío; otras, llanto silencioso que se derrama incontenible por las mejillas; ayer, una anciana que lloraba sin consuelo. Cada lágrima es un poema de ternura infinita. Y se te hace un nudo en la garganta. Y miras hipnotizado, con disimulo por el gentío, pero sin apartar la mirada de reojo, fingiendo… como los demás. Sabes bien que las lágrimas sólo se secan mezclándolas, y desearías acompañar su pena con tu llanto, porque dos personas que derraman lágrimas sobre una misma desventura ya nunca serán extrañas. ¡Ojalá que nunca se sequen nuestras lágrimas, porque se secarían los ríos del alma!

Dubitativo, decides llorar por dentro, porque no hay mayor causa de desconsuelo que el no poder condolerse. Y te bajas vacilante dos paradas más allá de tu estación, pensando cabizbajo. Hoy no me sacudáis demasiado: Estoy lleno de lágrimas.

Dicen, y con razón, que las lágrimas de una mujer hablan en silencio, y que el derecho de los pobres no es más que su llanto. Los dolores intensos son mudos; se expresan con lágrimas, que son sangre del alma. Mujer, con tu debilidad eres capaz de avasallarlo todo. Mujer, tú rodeas el corazón del mundo, como el mar a la tierra, con el abismo de tus lágrimas. Mujer, recuerda a Tagore: “Si lloras porque se ha puesto el sol, tus lágrimas te impedirán ver las estrellas”. ¡Ah, cómo se aflojaría el hilo de la vida si no estuviera mojado con tantas lágrimas!

Tarifa Plaga

Estimado lector: Déjeme darle un consejo desde mi ruinosa experiencia como usuario de la tarifa plana, que utilizo únicamente en agosto pero que pago durante muchos meses, así como del teléfono que debo abonar todo el año para navegar un solo mes por Internet. Si a usted se le ocurre contratar a TERRA su TARIFA PLANA, será responsable de todo lo que le pueda ocurrir. Darse de alta es un proceso rápido, sencillo e instantáneo vía Internet. Basta indicar sus datos personales y bancarios, et voilà un minuto después ya está usted navegando despreocupadamente, sin advertir que ha quedado apresado como esclavo en las redes de un tinglado timofónico. Sólo percibirá el vasallaje cuando ingenuamente trate usted de rescindir el contrato. El sistema de baja es infinitamente más complicado: “…El Cliente que desee dar por terminado el Contrato, en los supuestos previstos en las presentes condiciones generales deberá comunicar su decisión mediante el envío de un fax, con fotocopia del DNI del titular del Servicio al número de teléfono 91 754 23 92”.

No responden, ni por teléfono ni por e-mail alternativo, de la recepción del Fax de Baja, y si TERRA unilateralmente dice que no lo ha recibido, usted seguirá pagando puntualmente y de por vida la tarifa plaga o plancha que incautamente aceptó. No es posible acudir a ninguna oficina ni enviar una carta con acuse de recibo, sólo el sistema de fax que será admitido cuando les venga en gana. Es indiferente que usted reclame periódicamente llamando al 902404555; sólo conseguirá costear adicionalmente una conferencia interprovincial para que, tras entretenerle y contar su historia dos veces a la operadora inicial y al departamento de administración, le indiquen que siga enviando faxes,… hasta que TERRA quiera darse por enterada. No importa que ellos sepan fehacientemente que con esa identificación nadie ha utilizado ningún servicio en el periodo reclamado o que usted acredite que efectivamente constan las llamadas desde su teléfono-fax al de TERRA, porque el sistema único de baja sólo es verificable por ellos, a menos que usted disponga un espía en las oficinas de TERRA que fotografíe la llegada de su fax en cuestión. Así pues, usted seguirá abonando hasta que le indulten graciosamente reconociendo que recibieron su fax.

Todo ello ha sido reglamentariamente especificado en un leonino contrato que usted firmó con un simple clic, sin detenerse a leer las exactamente 14.483 palabras que lo componen y por el cual usted aceptó su cautiverio. ¡Bravo por el derecho comercial vigente que asegura la equidad entre las partes contratantes! ¡Y viva el gobierno que autorizó este abusivo sistema contra la ciudadanía! ¿O deberíamos decir contra los modernos y digitales siervos de gleba del rampante señor feudal Terra? Y luego se extrañan los dirigentes del PP, ¡olé!, de que en acceso a Internet España ocupe el puesto de cola en Europa.

Endurecidas penas

Ahora que el señor Rodríguez Zapatero, en los casos de sanción por accidentes de tráfico, se apunta a la política del PP de generalizado endurecimiento de penas, algunos ciudadanos creemos que esta aplicación más rigurosa de los códigos de conducta también se la podrían administrar los políticos para consigo mismos.

Es por ello que solicitamos el inmediato cese del presidente que nos metió en una guerra contra la voluntad popular, la destitución del ministro que causó la mayor tragedia ecológica de Europa, la suspensión del ministro que subcontrató aviones fatídicos, la inhabilitación de los ministros y magistrados que confunden los poderes judicial y policial, la retirada de una ministra que reforma la educación sin pactos ni inversiones, la dimisión de los políticos que llevan en sus listas a corruptos o que los compran, el despido de políticos reelegidos que no recuerdan ni de dónde cobran mensualmente... ¡A ver si ponemos un poco de orden!

A todos estos (é)mulos de Arnold Schwarzenegger se les podría recordar que hay un proverbio chino que dice que con el fuego sólo se endurece el barro, porque el oro se ablanda. O, mejor, aquella estrofa del Arcipreste de Hita en "El libro de Buen Amor" de 1330: «Castígate castigando, e sabrás a otros castigar», claro que entonces era más acertado porque castigar significaba aconsejar o enseñar.

Coedución en entredicho

DEBATE ABIERTO. Se ha extendido una polémica sobre las ventajas y los inconvenientes de la educación mixta, con alumnos y alumnas conviviendo en clase. Se contrapone un supuesto déficit de la coeducación con el avance histórico que supuso el pleno acceso de las alumnas a la enseñanza (situación todavía no conquistada en muchos países y aquí encuentra dificultades especialmente para algunas minorías). Actualmente sólo los centros del Opus Dei, que representan el 1% de la población escolar, aplican la enseñanza paralela que separa al alumnado por género para recibir su formación primaria y secundaria.

Recientemente, y más desde ámbitos periodísticos que pedagógicos, se aboga por la educación diferenciada, tanto desde las inmutables posiciones integristas como desde algunas posiciones feministas, alegando que el modo actual de aplicar la coeducación discrimina a las chicas. Se citan experiencias, siempre limitadas cuantitativamente, de Australia, Canadá, Reino Unido o Estados Unidos, arguyendo diversos motivos y resultados académicos.

Es sabido que la maduración física y psicológica de la adolescencia sigue un ritmo dispar en cada sexo. Ello supone que se produzca un verdadero “gender gap”, o desequilibrio de madurez entre los dos géneros, que recomendaría modos didácticos diferenciados. Además del desarrollo madurativo, existen disimilitudes psicológicas (personalidad, afectividad, voluntad,...) y cognitivas (modo de pensar) permanentes entre ambos sexos. Genéricamente las chicas son más tranquilas que sus condiscípulos, desarrollan más el lenguaje, maduran antes, se adaptan mejor al entorno escolar, son más constantes y organizadas, disponen de mejores hábitos de trabajo y un mayor sentido de la responsabilidad,… Además mantienen más confianza en su futuro y un mayor porcentaje de ellas desea culminar los estudios universitarios, ya sean medios o superiores.

Así mismo se advierte que el temor a equivocarse ante los compañeros del sexo contrario es un obstáculo que impide a chicos y chicas participar por igual en clase. Los varones intentan despreocupadamente impresionar a sus condiscípulas, e intervienen en público el doble que ellas, recibiendo más alabanzas y castigos, en definitiva más atención docente tanto de los profesoras como de las profesores. La indisciplina de las clases mixtas puede ser superior a la que resultaría en clases separadas, resultando perjudicadas las niñas que actúan como “mediadoras” para pacificar el grupo. También la coeducación puede propiciar una iniciación sexual prematura, así como el riesgo de acoso.

Quizá todavía la metodología y la orientación pedagógica siguen estando mayoritariamente centradas en un inexistente alumno promedio… masculino, actuando estereotipos como “los chicos son mejores en matemáticas o en ciencias que las chicas”, lo que no favorece el interés de ellas por estas materias. Finalmente el remanente sexismo aún valora como inteligentes a los chicos con buenas notas, mientras que las chicas sobresalientes son consideradas como meramente estudiosas.

ARGUMENTOS en PRO DE LA COEDUCACIÓN.

1º Coeducación para una cultura en valores éticos de plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La escuela sigue siendo el entorno vital donde mejor queda asegurada la convivencia equilibrada entre personas de ambos sexos y donde puede difuminarse la inercia histórica de los roles sexistas. La vivencia compartida de las mismas tareas escolares, socializándose y formándose conjuntamente está considerada como la fórmula educativa idónea para garantizar la igualdad. De ahí su generalización como el sistema normalizado en los países más avanzados educativamente. Además coadyuva determinantemente a desclasificar los valores tradicionalmente asignados a un solo sexo, para favorecerlos en todos los seres humanos: La ternura y la fortaleza, la sensibilidad y la eficacia, la pasión y la laboriosidad son valiosos en niños y en niñas, en hombres y en mujeres.

Obviamente la coeducación es un recurso metodológico cuya legitimidad procede de su eficacia pedagógica, que persigue objetivos cognoscitivos, actitudinales y afectivos. De ahí que no se deba poner en entredicho un progreso histórico de la envergadura de la coeducación, por controvertibles diferencias de matices académicos, que probablemente proceden más del selectivo input de las escuelas elitistas tomadas como muestra que de la influencia del propio factor coeducativo.

2º Coeducación para superar una realidad social sexista. Para preparar al alumnado a interrelacionarse en una sociedad formada por hombres y mujeres, nada es más efectivo que la convivencia temprana. Así se eliminan estereotipos y discriminaciones por razón de género, para la libre elección de estudios o destinos profesionales.

La educación mixta se presenta como el camino óptimo para alcanzar la igualdad entre los sexos, desde la vivencia como grupo de niños y niñas que juntos caminan hacia su desarrollo personal y colectivo, en una sociedad donde perduran prejuicios sexistas y subyacen tendencias de discriminación por género. Urge arrinconar las anacrónicas manifestaciones de un sexismo palpable en los espacios sociales. El intramuros escolar con rigor pedagógico puede generar modelos y cánones de actuación no sexista, con superioridad sobre los patrones ofrecidos por el contexto existencial del estudiantado: familia, barrio, amistades, medios de comunicación,…
3º Coeducación para la plena integración educativa. El mayor reto de la educación del presente radica en la integración no sólo entre géneros, sino desde orígenes y culturas variadas. Se requiere un sistema educativo que capacite para vivir en un mundo intercultural, plurilingüe e intercomunicado. La igualdad de oportunidades y la compensación de desniveles por razones de género, familia, cultura o lengua, sólo pueden alcanzarse con acertadas políticas con múltiples y complejas medidas para ofrecer una oportunidad real de éxito escolar a la totalidad del alumnado. Muchas disposiciones serán de discriminación positiva, incluyendo protecciones con cuotas de participación o recursos humanos y materiales de apoyo a los menos favorecidos.

Merecen una singular atención de género las alumnas provenientes de culturas con precaria escolarización femenina, velándose especialmente desde la administración educativa y la comunidad escolar para impedir el riesgo de exclusión femenina por razones étnicas, culturales, o religiosas.

RECOMENDACIONES FINALES.

1ª Adaptación de una Coeducación renovada que despliegue tiempos y espacios escolares con agrupamientos flexibles, también por género, para aplicar perfiles pedagógicos diferenciados. Una mejorada ceducación debe reconocer que el diferente ritmo de maduración puede aconsejar la inclusión de metodologías diferenciadas por género, de modo que manteniendo la convivencia del alumnado coetáneo se optimice su logro académico y se recupere un grado mayor de disciplina escolar. Parece razonable que se experimenten programas híbridos con agrupamiento mixto para determinadas materias y modalidad paralela para otras, por ejemplo en las etapas iniciales de matemáticas, ciencias o informática.

Es sabido que, con independencia del estilo de educación por el que nos decantemos, ningún alumno o alumna es igual al resto, por lo que no una educación de calidad atenderá todas las facetas de la persona humana, respetando su particularidad, fortaleciendo sus capacidades y superando sus deficiencias, tanto a escala personal como grupal.

2ª Apuesta decidida por la Coeducación como sistema preferente de escolarización, con pleno respeto a otros modelos de educación separada si son demandados por las familias. Por los fundamentos expuestos anteriormente la coeducación aparece como el mejor modelo organizativo. Esta preferencia no debe ser objeto de imposición como sistema único por parte de la administración, sino que una oferta plural de centros escolares favorecerá la libre elección de las familias sobre la educación que prefieran para sus hijos e hijas.

Hace 33 años todavía estaba vigente aquella Ley de Educación Primaria de 1945, que dictaba que "La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e industrias domésticas." Aún pueden rastrearse rasgos sexistas en algunas facetas escolares y en materiales didácticos, que siguen primando la transmisión de un modelo machista en el que han sido educadas las generaciones precedentes. Por tanto, la coeducación es plenamente necesaria, si bien deberá adoptar una perspectiva más flexible en su aplicación. La escuela debe mantener su acción coeducadora de vanguardia social. Desarraigar los patrones sexistas requiere actuaciones de toda la comunidad escolar, desde la revisión de los recursos pedagógicos hasta la composición de los claustros, con una escrupulosa política de género en las ejemplificaciones que se importan de la realidad social, que deberá ser analizada y corregida en la escuela. El mismo equilibrio por sexos se impulsará entre los agentes educativos, desde el profesorado de todos los niveles hasta la participación proporcionada de padres y madres, sin olvidar a abuelos y abuelas.
Los aspectos curriculares también deberán reformarse, si queremos construir una sociedad más justa e igualitaria, en tres áreas básicas: A) Corresponsabilidad en la vida familiar, integrando en el currículum escolar aspectos relacionados con el hogar, a fin de que chicas y chicos desarrollen habilidades y actitudes que contribuyan a una contribución doméstica desde su etapa estudiantil preparatoria de la futura vida adulta. B) Convivencia interpersonal, para aprender el funcionamiento de las relaciones chicos-­chicas y de pareja, sin que sólo la mujer asuma la tarea de generar bienestar para los demás. C) Ética del cuidado de la casa, atención de menores, mayores o personas dependientes, cuyas funciones físicas y psicológicas, todavía se atribuyen al rol femenino suponiendo el sacrificio de sus proyectos personales y profesionales para muchas mujeres.

Una genuina política educativa de género va mucho más allá de la precisión gramatical en las descripciones de colectivos, y puede subsanar los perversos efectos sexistas, desde los primeros pasos educativos, con actuaciones tempranas en las actividades lúdicas de socialización, siguiendo con un uso gramatical exacto que reconozca la paridad y llegando a una orientación escolar y profesional que corrija las opciones desequilibradas por las que se inclina el alumnado en función de su sexo. Por ejemplo, la tasa de escolaridad para la franja de 18 a 21 años es del 41,1% para las mujeres, frente a un 36,5% de hombres, con la opción de FP mayoritaria para los alumnos. En ambos casos, universidad o FP, las especialidades masculinas cuentan con una mayor demanda laboral, lo que provoca una penalización suplementaria para la población femenina en un panorama de desempleo juvenil inaceptablemente alto. Queda demostrado que persisten factores sexistas que requieren una perentoria regeneración para ofrecer el máximo de opciones académicas y profesionales a todo el alumnado. La coeducación potenciada parece ser la mejor vía de avance social en pro de una igualdad de género.

Nostalgia de Pulitzer

Joseph Pulitzer nació en Hungría en 1847, donde recibió una selecta educación. Abandonó su hogar tratando de alistarse en el ejército austriaco, en la legión extranjera de Francia y en la armada inglesa, siendo rechazado por la “debilidad ocular” y por el asma que padecía desde su infancia. Supo que en EE.UU el Ejército de la Unión solicitaba voluntarios para la Guerra de Secesión, por lo que emigró y logró enrolarse en la caballería de Cork, adquiriendo la ciudadanía estadounidense. Fascinado por el periodismo, comenzó a trabajar en un periódico alemán, el Westliche Post, de San Luis (Missouri), llegando a director. Tras licenciarse en Derecho y trabajar como corresponsal del New York Sun, compró el Evening Post y el St. Louis Evening Dispatch, que fusionó para fundar el Post-Dispatch. En 1887 adquirió el New York World, que bajo su dirección se convirtió en un periódico distinguido, célebre por sus revelaciones, sus cruzadas anticorrupción, sus extensos y detallados reportajes, y por su opinión editorial. Continuó comprando diarios locales hasta crear una cadena editorial. El poder mediático de Pulitzer, en rivalidad con el imperio de William Randolph Hearts, fue paradigmático de una época en la que sensacionalismo llegó incluso a inventar noticias.

En 1902 Pulitzer propuso fundar la Escuela de Periodismo en la Universidad de Columbia (Nueva York), con el fin de contribuir a elevar la calidad informativa estableciendo un código deontológico orientado a dignificar la profesión periodística. Esta institución creó los prestigiosos premios Pulitzer, tras su muerte y donación de un millón de dólares.

Pulitzer proponía a sus redactores un consejo cuádruplo: “Un artículo debe ser breve para ser leído, sencillo para ser entendido, original para ser recordado y sincero para ser creído”. Pero también declaraba que un periodista nunca debe darse por satisfecho sólo con dar noticias, porque contar lo que pasa es sólo el comienzo y lo más elemental en periodismo. Una noticia que se comunica reducida a su mínima expresión, sólo a la luz de los sentidos, es una versión incompleta, empobrecida y sospechosamente semejante a un chisme, cuando debería llegar al lector enriquecida con la inteligencia de una mirada múltiple y amplia de análisis, ofreciendo una comprensión perspicaz y panorámica de los antecedentes y consecuentes del hecho relatado. Pulitzer: ¡Cuánto te añoramos en este siglo XXI, donde a veces parece que sólo la trivialidad compite con la manipulación!