La prueba más rápida

Sobre la dificultad de evaluar los valores y atributos de una persona.

Hace años, en una distendida sobremesa entre docentes, alguien nos planteó una adivinanza maliciosa: “¿Cómo programaríamos un examen de duración limitada a cinco minutos para seleccionar entre un grupo de personas desconocidas a los mejores?”. Lógicamente preguntamos, los mejores en qué. El proponente, que disponía de una posible respuesta a la cuestión, lo complicó aún más. “Los mejores en todo, en cualidades físicas, intelectuales, éticas,… Además la prueba debe ser válida para cualquier edad, sexo, origen, lengua,…. Se trata de distinguir en un nutrido grupo heterogéneo de personas a quienes confiar una tarea con las máximas posibilidades de éxito”.

El problema era un creativo pasatiempo, porque no existe una única solución que además sea perfecta. Quizá al lector se le ocurra algún hallazgo original, que debiera compartir con todos. En aquella ocasión propusimos brevísimos tests de inteligencia cognitiva y emocional, o pruebas interculturales sobre conceptos matemáticos simples y compartidos en todas las civilizaciones.
El proponente, al final, nos dio la solución que provenía… del director de una academia militar norteamericana. Quizá sólo alguien así puede imaginar tal enigma… y tal desenlace. La prueba más rápida era simplemente… una carrera. Los primeros que llegaban a una meta distante eran “los mejores” en tan básico examen. Era la primitiva selección de la naturaleza, donde el cazador cavernícola debía ser un buen corredor, o la primera parte del triple lema olímpico: Citius, altius, fortius (El más rápido, el más alto, el más fuerte).

Con todo, el intrascendente acertijo resultó divertido y en su debate ulterior fructificaron ideas pedagógicas valiosas. Cuidar la condición física siempre es importante y signo de inteligencia para todas las personas, de cualquier edad y condición, incluidos quienes sufren problemas de movilidad y deben esforzarse especialmente; o que la actividad y la velocidad son meritorias, si determinamos previamente hacia dónde y por qué caminamos. Por mi parte, en tal hipotética situación y siendo de los que opinan que “correr es de cobardes”, añadiría dos fases: una lectura previa, donde se señale hacia dónde debe corretear cada uno en función del color de su camiseta, por ejemplo, para recoger un bolígrafo del mismo color; y de escritura, para copiar con letra legible el mensaje anterior antes de entregarlo en la meta.

Más complejo resulta medir las cualidades morales, que se podrían evaluar observando cómo se ayuda a los demás en tan fascinante experimento, si todo esto… fuese algo serio. Tan elemental sistema, en todo caso, podría servir para observar a los participante y elegir a unos u otros, ganadores o perdedores, cooperadores o competitivos, apresurados o pausados, en función de la tarea a asignar. Una carrera puede ser la metáfora de la vida: unos se esfuerzan sólo en ganar, otros en ir deprisa, y algunos reflexionan antes para luego actuar mejor.

Separatistas irredentistas

En un pequeño planeta que viaja por la galaxia...

Cuando se va a exponer una propuesta políticamente incorrecta, y probablemente polémica, conviene fijar previamente la posición del autor, que primero siempre ha creído y creerá que la violencia no es éticamente aceptable, ni eficaz políticamente; y segundo, que nunca ha sido independentista, ni nunca lo será. Pero los separatistas existen y abundan en nuestro entorno, incluso en este esperanzador siglo XXI. Están en plena efervescencia, con una preocupante e inusitada presencia institucional. Cotidianamente la ciudadanía sufre sus embates, y sólo existe una legítima respuesta final admisible para su demanda secesionista: Si quieren separarse, que se separen.

Porque seamos concientes de que la brecha la están abriendo y ahondando ellos, quienes buscan la división. Si no aceptan los reiterados resultados electorales, ni les gustan nuestros dirigentes elegidos en las urnas democráticas, si desdeñan nuestro Parlamento, si no quieren que tengamos un poder judicial independiente, ni aceptan nuestra policía,… Si en sus escuelas sólo priman su cultura y su idioma, pero desdeñan los nuestros; si en sus medios de comunicación nos atacan inmisericorde e insistentemente; si no quieren saber nada de lo nuestro, y si todo esto ocurre desde hace años y décadas, y si todo esto no se reconduce, entonces nos abocarán al abismo de la traumática separación, en la que todos perderíamos mucho.

Dicho con toda claridad: Si España quiere separarse de Euskadi, que lo haga. Nosotros, los vascos que pensamos de una u otra manera, siempre seguiremos aquí, porque Euskadi es nuestro hogar, nuestro único refugio, nuestra última casa.

La mayoría de nosotros, los vascos, y ojalá la mayoría de españoles, franceses y europeos, no creemos en anacrónicas independencias decimonónicas de Estados obsoletos, ni menos aún en sojuzgadas dependencias, ni en codependencias obligadas, ni en contradependencias destructivas. Amamos la libertad desde el origen de los tiempos y supimos organizarnos democráticamente bajo el Árbol de Gernika, constituyendo la primera democracia de la que se tiene noticia.

Somos muchos, casi todos los seres humanos, los que soñamos y aspiramos a una plena y profunda interdependencia, en un plano de igualdad, de respeto a la diversidad y a las minorías, de integración de lo foráneo enriquecedor y de plurilingüe interculturalidad social. Siempre buscaremos la unidad en una Europa y en un mundo más justo, más solidario y más hermanado. Creemos en la libre adhesión de personas y pueblos a estimulantes proyectos comunes, sin imposiciones ni coacciones, mediante el diálogo pacífico y el pacto acordado, respetando todos los derechos humanos y, en su infinita complejidad, la identidad individual de cada persona y de cada pueblo.

Pregunten al interesado

A favor de las consultas populares frecuentes.

Durante el caluroso verano pasado fuimos testigos de un divertido suceso ocurrido en plena vía pública. Un honorable anciano, vestido como un gentleman inglés que acudiese al hipódromo de Ascot, se desmayó en el Puerto Nuevo de Getxo y cayó al suelo, siendo prontamente atendido por varios paseantes. Una jovencita sugirió suministrarle agua, un joven propuso abanicarle, otro hombre indicó que mejor sería esperar a una ambulancia y, finalmente, una señora de edad apuntó darle un traguito de brandy de la cafetería próxima. Siguieron argumentando, insistiendo unos y otros, hasta que el propio desfallecido se incorporó parcialmente y atajó la discusión con una perentoria solicitud: ¡Cállense todos, y hagan caso a la dama! Nadie mejor que el interesado sabe qué le conviene en cada momento.

Lo mismo acontece con la mayoría de los temas sociales y políticos. Quizá nos iría mejor a todos si desde los gobiernos nos “informasen” menos y nos preguntasen más. A las familias, a los pensionistas, a los pobres, a los jóvenes, a los enfermos, a los presos, a los inmigrantes, a los televidentes,… Los políticos sí atienden y son sensibles a las presiones de los poderes fácticos, de los poderosos, de la banca,… pero descuidan excesivamente al electorado, a menudo incluso a su misma militancia interna, hasta que se acerca el tiempo de urnas y hay que movilizar nuevamente a las bases para llegar al conjunto de los votantes. Ahora, en pleno tiempo preelectoral, tras la hibernación cuatrienal, se encienden todos los cerebros de las cúpulas con propuestas magníficas… que volverán probablemente a dormitar tras las votaciones y los nombramientos.

Nos convendría a todos, seguramente incluso a los propios dirigentes, menos propaganda continua, menos adoctrinamiento simplón, menos críticas ajenas, menos autoritarismo y, a cambio, más democracia para dar protagonismo al pueblo, mejorar la interactividad social, fortalecer la sociedad civil, y –en definitiva- escuchar y auscultar a la ciudadanía mucho más y mucho mejor que sólo con una papeleta cada cuatro años.

Voto infantil

Al principio, el voto fue sólo para hombres alfabetizados, luego...

Nos queda el último paso, tras haber conseguido el sufragio femenino: el voto universal para la infancia desde el instante de su nacimiento. Tres razones para avalar esta inaudita propuesta.

Primero, un prosaico motivo económico coyuntural del mundo contemporáneo: El debate político norteamericano ha demostrado cómo se compromete el futuro de los niños con el belicismo de la administración Bush. El periódico New York Times publicó el pasado 14 de setiembre un documentado artículo que prueba cómo la guerra de Irak devora un superávit sin precedentes para convertirlo en un déficit histórico: Los 166.000 millones de dólares consumidos en Afganistán y en Irak, más el coste adicional de ocupación a razón de otros 87.000 millones de dólares al año, serán pagados por varias generaciones de estadounidenses. Cuando dieron la noticia, muchos de quienes tendrán que pagar ese precio no pudieron verlo en el noticiario de noche porque sus padres ya los habían acostado, o porque no habían nacido aún. Recientemente el anuncio ganador de la organización MoveOn.org, titulado Juego de niños muestra imágenes de críos fregando platos en una hamburguesería o recogiendo basura, con un lema final: "Imagine quién va a pagar el billón (trillion en inglés) de déficit del presidente Bush".

Segundo, un ilustrativo argumento comparativo: El derecho al voto no se pierde por la edad, ni siquiera por la incapacidad. En circunstancias extremas, cuando el titular no dispone de plenas facultades de discernimiento, el derecho queda delegado en poder de sus descendientes o allegados, que en su nombre y en defensa de sus intereses eligen en representación del votante. A nadie le escandaliza que ese niño por segunda vez que es un anciano, ejerza su derecho al voto según la opción que elija su hijo o su nieta, dado que suponemos que velarán por sus predilecciones electorales.

Tercero, por un fundamento básico de defensa de la familia y de congruencia con los derechos de todo ser humano. El artículo duodécimo de la Convención de los Derechos del Niño establece que “los Estados garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afectan, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”, y que “con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que le afecte, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas legales”.

El derecho de los más pequeños se ejercería a través de sus padres o tutores, que asumen una cuota de responsabilidad y de futuro superior a otros adultos sin descendencia. Tan pronto como sea posible, el voto sería depositado directamente por el titular. Seguro que el resultado electoral ganaría en inteligencia y en bondad, al igual que aconteció con el voto de las mujeres. Antiguos proverbios lo garantizan: La verdad sale de la boca de los niños; en una casa llena de niños, el diablo no entra; de niños todos hermanos, de mayores todos enemigos. Alejandro Dumas, hijo, se atrevió a preguntarse ¿cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? (preferimos obviar la respuesta que él se daba), y Cocteau saludaba a los niños parisinos con un doliente “¡Hola, muertecitos de la próxima guerra!”.

Todos los niños son capaces de expresar sus puntos de vista. No hay ningún límite de edad para ejercer el derecho a participar. Quienes creemos, como dice el Talmud, que “el mundo solamente se mantiene por el aliento de los niños”, apostamos por el voto infantil, representado por sus padres en la primera etapa, porque no olvidemos que el valor de la familia no reside en que los adultos hagan niños, sino en que los niños se hagan adultos. Donde no hay niños no es posible el cielo, y además los niños tienen una memoria sin igual para las promesas. Los niños son lo primero, la solución y el futuro. Recuerden, para elecciones y naufragios: Las mujeres y los niños primero.

¿Cómo se llamaba?

La política tritura y amortiza incluso a sus dirigentes más notorios...

¿Cuántos son los votantes del Estado que recuerdan el nombre del anterior candidato socialista a la Presidencia del Gobierno central de hace sólo cuatro años? ¿El 1% se acuerda de su nombre o apellido? ¿Cuándo fue la última vez que apareció en algún medio de comunicación?

¿No sucederá lo mismo dentro de cuatro años? O Zapatero pone orden en ese reino de taifas que es el “PSOE de las dos círculos concéntricos”, o dentro de cuatro años, mientras Ibarra y Bono se siguen concentrando en la política “nacional”, otro diputado desconocido tendrá sus minutos de gloria.

¡Ah, la respuesta no es Borrell, ni la culpa es del Alzheimer! Siga pensando. Solución: las letras de su nombre y apellido forman la frase: OJALÁ UN MANIQUÍ. Espero que el susodicho no se enfade, porque le aprecio como paisano que nació y se educó en mi mismo barrio de Bilbao.

Ibarra ido & Matasuegras Ibarra

Ibarra ido

Ser un notable del PSOE debe ser agotador. La mejor prueba es el Sr. Rodríguez Ibarra, quien se ha estrujado las meninges proponiendo que los partidos deban superar el 5% de los votos en todo el Estado para obtener escaños en el Congreso, a fin de que los “perjudiciales partidos nacionalistas”, no españolistas se supone, “desaparezcan en diez o doce años". Todo ello en defensa de una “España única” (de grande no dijo nada), como la que el PP y el PSOE defienden (así que Maragall o hace mucha pedagogía interna o se va buscando otro partido).

No acabaron ahí sus ocurrencias. Lamentó que la discusión sobre el ser y estar en España" esté impidiendo hablar de los problemas reales de los ciudadanos, y restó importancia al debate de quién se lleva más o menos dinero, porque aseveró que lo realmente importante es que los nacionalistas estén "robando" la historia de España.

A ver si entre todos logramos que los “nacionalistas” devuelvan esos anales robados de la “historia de España”, para que el Presidente extremeño comience a preocuparse de los problemas de “su” ciudadanía, a la cola de Europa con la desolada Guayana francesa. Sólo después le agradeceremos que aporte sus siempre creativas soluciones para Euskadi y Catalunya. De momento alguien podría pensar: Ibarra ido, y va raído.

Matasuegras Ibarra

Ibarra yerra tan rápidamente que no da tiempo ni a criticar sus numerosos traspiés.
Con lo rápido que lanza sus propuestas el presidente extremeño, y lo aún más veloz que las retira, nos recuerda a un matasuegras. Pero las fiestas navideñas han acabado y el cava se le podía haber evaporado unos días antes. Puestos a hacer propuestas ingeniosas, ¿por qué no pedir no un 5, sino un 100 de cociente de inteligencia mínimo para ir al Congreso o para ser un “notable” del PSOE?

Políticos en la Escuela

Que los políticos hablen de educación es un indicio seguro de elecciones.

El profesorado, las familias y la ciudadanía en su conjunto sabemos que un signo inequívoco de próxima convocatoria electoral es que los políticos hablen de educación. Sólo se acuerdan de la enseñanza en períodos inmediatamente preelectorales. El PSOE de Zapatero ha elevado esta usanza al máximo: “el nombre del programa electoral es Educación, y el apellido Cultura”. Estaba obligado frente a la política de Atila-Aznar, de los “hunos” o los “unos”: un líder, un partido, una nación (mejor un imperio), un “pensamiento” único,… un extravío paranoico con un exponente paradigmático: un sistema educativo uniformado por la LOU, la LOCE,… cuando el Estado ya no tiene competencias educativas y sin destinar presupuesto alguno para las reformas.

Conste que los educadores deseamos que se debatan en sociedad los temas educativos, pero con rigor y sin frivolizar hasta extremos horripilantes. Las consignas electoralistas siempre son simplistas: mejor hablan de dos alumnos por ordenador que de reformar el currículum para no ser el hazmerreír de Europa con una informática educativa optativa, o de libros de texto gratuitos mientras se dictan apuntes desde Primaria e Internet brilla por su ausencia para que las mochilas carguen libras de libros. ¿Por qué no hablar de atajar el insoportable “fracaso escolar” o, incluso más grave aún, del mismo absentismo cuyo promedio estatal –por no señalar diferencias entre autonomías- es el más alto de la OCDE (el 34% del alumnado de 15 años falta injustificadamente a clase)?

Alguna esperanza brilla en Catalunya donde han comenzado su nueva legislatura con medidas y presupuestos de refuerzo educativo en los departamentos segregados de Enseñanza y Universidades, gestionados ambos por ERC (Joseph Bargalló y Carles Solà). Es demasiado pronto para valorar su acierto, pero no es mera palabrería: obras son amores y no buenas razones. En Euskadi el panorama de confrontación, que tan bien instrumentaliza el PP con el seguidismo del PSOE… de Madrid, ha bloqueado lamentablemente cualquier mínimo preliminar del proyectado “Acuerdo Educativo”, que preveía el programa de gobierno tripartito como renovación del “Pacto Escolar” suscrito en 1993 entre el PNV y el PSOE.

Lo dicho: Por motivos electoralistas los elefantes de la política han entrado nuevamente en la cristalería de la educación. Cuidado con los escolares, que son muy frágiles.

Recetas educativas

La pedagogía moderna busca el desarrollo físico, intelectual y afectivo del alumnado. En ocasiones, los progenitores piden al profesorado recetas mágicas. Existen algunas.

Los indios sioux enseñaban a sus hijos que restregarse el pecho con alas de mariposa, les permitiría correr como bisontes. Esta creencia, con apariencia de superchería, funcionaba… y funciona. Cualquier niño o muchacho que durante años logre capturar docenas de lepidópteros en las grandes praderas sin ayuda de una red, se convertirá indudablemente en un gran corredor.

Para el crecimiento de la inteligencia otra fórmula infalible consiste en pasear la vista ante millones de palabras, escritas en varios idiomas. Tampoco es tan difícil. Hay mucha gente que lee un millón de palabras a la semana: unos a 300 palabras por minuto durante ocho horas diarias, otros a 1.700 palabras por minuto durante sólo diez horas semanales. Porque si a correr se aprende cazando mariposas, a saber se aprende leyendo y estudiando.

Finalmente el desarrollo emocional y espiritual, el más determinante para los seres humanos, se logra trabajando, creyendo, agradeciendo, alegrando, ayudando y amando. Whitman condensó todo esto en una poesía: Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros: los "poetas vivos". No permitas que la vida pase sin que la vivas...

Basta una Batasuna

Texto del mensaje: Un breve análisis del devenir de Batasuna.
Esta semana ETB ha emitido una nueva edición del programa “Políticamente incorrecto” con un nutrido plantel de políticos de primera línea en sus respectivos partidos. Como en otras ocasiones algunos percibimos la conveniencia de sobreimpresionar un contador de tiempos, para equiparar la duración de las intervenciones o una mejor dirección a través de la presentadora, que conduce bien el debate pero a quien le favorecería una mejor información por el “pinganillo”. El encuentro entre Egibar (PNV), Larreina (EA), Matute (IU), Zabaleta (Aralar), Milagros Rubio (Batzarre) y Otegi (Sozialista Abertzaleak) resultó muy interesante en matices, que no hay tiempo de comentar, y permitió a la audiencia de Euskadi visualizar el último rizo de Batasuna.

Recordaremos solamente dos datos cuantitativos de resultados electorales en Municipales y Forales, el principal feudo de Batasuna, entre 1997 y 2003 de Batasuna en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y en la Comunidad Foral de Navarra (CFN), donde los datos correspondientes a 2003, tras la ilegalización, corresponden a estimaciones detrayendo del voto nulo la cuantía habitual del 0,8% propia de este tipo de elecciones. Se ha incluido también las autonómicas de 2001 en la CAV, elecciones de otra naturaleza pero significativas por ser las últimas donde Batasuna pudo presentarse con nombre propio.

Desde ningún análisis, nacionalista vasco o español, resulta correcto políticamente hablar de estos restos electorales desprendidos de Batasuna, pero una simple visión de los resultados demuestra que, en la CFN, Aralar y Batzarre han recogido este capital o han reinterpretado esta demanda ciudadana con porcentajes en 2003 del 7,24% y 2,41%, y en la más compleja perspectiva de la CAV, Aralar despega con un significativo 2,87%.

Para el antiguo electorado de Batasuna, la confrontación dialéctica vis a vis entre un nervioso Arnaldo, un flemático Patxi y una reflexiva Milagros, fue esclarecedora y no solamente por el rechazo explícito de los segundos a todo lo que no sean caminos pacíficos y democráticos, sino por el alternativo y social mensaje refrescante frente al molino de Batasuna, que siempre se mueve en círculo aunque cambie de nombre. Sorprende una “estrategia tan suicida” de su dirección, cualquiera que sea ésta, ante el panorama de precipitada disolución del cuerpo electoral de Batasuna, ciertamente por medidas como la de ilegalización pero también por errores propios y aciertos ajenos como se comprueba en 2001 –antes de la ilegalización- donde se esfuma casi la mitad de su porcentaje y pasa de ser el segundo partido al cuarto puesto. Todo ello en un panorama general donde la coalición PNV-EA sube del 34,65% al 40,59% en las municipales y forales, y hasta un determinante 42,19% en las últimas autonómicas, lo que con un sistema parecido al del Estado otorgaría una aplastante mayoría absoluta. Igualmente, merece citarse el meritorio avance de IU-Ezker Batua, que pasa en cuatro años del 4,61% al 7,25%.

En Euskadi, la política y la gastronomía se cocinan lenta, pero infaliblemente. La normalización política en Euskadi comenzará el día que Batasuna apueste exclusivamente por una resolución pacífica y democrática de todos los problemas sociales y políticos, condenando expresamente todo tipo de violencia. Mientras tanto nos seguiremos preguntando, y sobre todo debiera demandárselo su anterior electorado: Batasuna, nora zoaz? (¿Dónde vas Batasuna?).

Horóscopo con fósforo

Evitemos el fraude, eduquémonos y divirtámonos con horóscopos de citas.

La divulgación de la ciencia debió ser la muerte de la superstición, que no es sino la “religión de las mentes débiles”. Pero pervive e incluso, en su tiempo, Goethe reconoció que la superstición es “la poesía de la vida”. Lo cierto es que en las almas más grandes subsisten rincones de debilidad en los cuales duermen las credulidades ingenuas.

Los periódicos, ante la insistencia de ciertos lectores, mantienen secciones con augurios astrológicos, donde debieran remarcar el carácter lúdico con títulos como el “Juego del Horóscopo”, indicando sólo generalidades válidas y consejos positivos para cualquier situación o persona. Toda la sociedad debe colaborar activamente para erradicar estas creencias irracionales de los más incautos y liberarles de la esclavitud de la ignorancia, infundiéndoles la dignidad de la libertad personal. La fe en pseudociencias como la astrología puede ser muy perniciosa, pues fomenta la evasión de los problemas de la vida real. Recordemos que las personas debemos procurar superarnos con nuestro esfuerzo, porque nadie sino nosotros mismos somos los únicos o últimos responsables de nuestro futuro.

Si aceptamos como un simple divertimento estas “filigranas de la ensoñación", podríamos proponer un “horóscopo con fósforo” para gente inteligente, con citas renovadas diariamente de grandes personajes de la humanidad, como el que sigue.

Aries: Para ser amado, sé amable.
Tauro: Todo lo que una persona puede imaginar, otra podrán hacerlo realidad.
Géminis: El genio es el infinito arte de trabajar con paciencia.
Cáncer: La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.
Leo: Hay que tomar a las personas como son, no existen otras.
Virgo: Para alargar tu vida, acorta tus comidas.
Libra: El saber es la única propiedad que no puede perderse.
Escorpión: Siembra una acción y recogerás un hábito; siembra un hábito y recogerás un carácter; siembra un carácter y recogerás un destino.
Sagitario: Si quieres que tus sueños se conviertan en realidad... ¡despierta!
Capricornio: La amistad es animal de compañía, no de rebaño.
Acuario: Imposible es el adjetivo de los imbéciles.
Piscis: Hay dos cosas perdurables que podemos dejar en herencia a nuestros hijos: las raíces y las alas.

Una bilbainita sin regalo

El pasado día de Navidad contábamos en una “Carta al Director” que una niña recién nacida había sido abandonada en el Hospital de la Cruz Roja de Bilbao. La madre inmediatamente se arrepintió y volvió a por ella una hora después, aún a costa de quedarse en la calle tras ser despedida de su trabajo. La historia no ha concluido felizmente todavía. El capellán Javier del Hospital coordina la búsqueda de un empleo para que esta madre pueda quedarse con su hija, pero aún seguimos sin encontrar una salida digna y humanitaria como merecen ambas criaturas, hija y madre.

Por nuestros hogares pasaron el Olentzero, Santa Claus y los Reyes Magos, celebramos las comidas y nos repartimos los regalos al reunirnos con toda la familia, pero esta desconsolada madre sigue sin trabajo y las autoridades deberán retirarle el bebé si no encuentra un empleo en los próximos días. Mientras no resolvamos este caso, el Año Nuevo no comenzará en Bilbao, ni habrá felicidad para nadie.

Esta nena bilbainita necesita sólo un regalo, que es un derecho: El paraíso que está en el regazo de su ama. ¿Quién y cómo puede ayudar en este trágico caso real? La mejor solución sería un trabajo estable para la madre como empleada de hogar, interna o externa. Para más información llamar al Capellán del Hospital (94-4434792).

Noticias improbables de 2004

¿Llegaremos a leer alguna de estas noticias este año?

- La belicosidad agresiva se extingue con el retiro del último boxeador.
- Un tertuliano declina opinar de un tema aduciendo que no sabe nada al respecto.
- Las huellas dactilares se toman sólo para no confundir a los bebés en las clínicas.
- Los terremotos en cualquier lugar del mundo no causan sino daños materiales.
- Se decide retirar todos los controles antes de volar, porque ya no hay amenazas.
- Los ejércitos comienzan a jubilar anticipadamente por ausencia de conflictos.
- La industria bélica se reconvierte en tecnologías educativas de máximo consumo.
- Los políticos comienzan a ser desconocidos por la normalidad de la vida social.
- El mundo se vuelva económicamente para el desarrollo del continente africano.
- La esperanza de vida se incrementa a escala mundial hasta los cien años.
- El hambre sólo aparece en algunas desaconsejadas dietas de adelgazamiento.
- Se inaugura el primer museo sobre la guerra para que los jóvenes sepan lo que fue.
- El prestigio internacional se busca mediante éxitos científicos para ser compartidos.
- Las únicas contiendas individuales o colectivas que restan son las deportivas.
- La inmigración se confunde con la libertad de viajar y el turismo de larga duración.
- Las armas nucleares se desactivan y exponen en plazas públicas como memoria.
- La enseñanza obligatoria gratuita se extiende hasta los 18 años en todo el mundo.
- Primer destino turístico: La pacífica Tierra Santa de las 3 religiones monoteístas.
- Desaparecen los accidentes laborables o de tráfico con víctimas mortales.
- Las artes y las ciencias son los temas de máximo interés de todas las audiencias.
- La salud, la educación y la asistencia social acaparan casi todos los presupuestos.
- Se instituye el derecho universal a la vivienda a partir de la mayoría de edad.
- Se extinguen enfermedades históricas, como difteria, paludismo, cólera, SIDA,…
- Las drogas quedan como un asunto exclusivo de los farmacéuticos.
- Las fronteras se desvanecen y surge el coleccionismo de los caducos pasaportes.
- La educación se convierte en la mayor industria planetaria.

Muchos estamos trabajando por hacer posibles todos estos sucesos. Cada vez falta menos.

Razones para que ETA deje de matar

1. Porque se ha derramado demasiada sangre.
2. Porque políticamente sólo nutre a los intereses más turbios.
3. Porque estamos en un mundo del siglo XXI que odia la guerra.
4. Porque ha nacido un nuevo año en el que seguimos ansiando la paz.
5. Porque es un obstáculo para una sociedad vasca normalizada en Europa.
6. Porque se lo pide toda la ciudadanía vasca, española, francesa, europea…
7. Porque las víctimas de la violencia, que somos todos, necesitamos la paz.
8. Porque la política sólo puede ejercerse en paz, en libertad y en democracia.
9. Porque la violencia nunca fue un camino aceptable moralmente.
10. Porque asesinar siempre ha sido, es y será una aberración ética.
11. Porque la paz es posible, y es posible mañana mismo.
12. Porque sabremos perdonarnos todos, los unos a los otros, de todos nuestros errores en esta trágica historia de ceguera y odio.

¿Cuántos años tienes?

¿Quién no ha escuchado reiteradamente este impertinente pregunta?

Hace años que decidí contestar con una triple respuesta, basada en una leyenda apócrifa de Galileo, que sorprende y obliga a reflexionar: - “No lo sé exactamente, pero son pocos y menos aún los de buena salud”.

Porque los años que tenemos son los que no hemos gastado, los que aún no hemos vivido. Y nadie sabe cuántos tenemos todavía para continuar nuestra vida. Las estadísticas apuntan que, en el caso de Euskadi, la esperanza de vida actual está fijada en 75,9 años para los hombres y de 83,8 en mujeres, éstas las más longevas del mundo con las japonesas, mientras los varones ocupamos un honroso séptimo lugar en la escala de supervivencia. Pero, la etapa sin incapacidad se reduce a 67,0 y 72,2 años respectivamente, si bien es cierto que estas edades se han incrementado en 6,0 y 5,7 años en los últimos diez años.

En todo caso nos restan pocos años, pocos meses, pocos días de existencia terrenal. Las horas son como las monedas de una bolsa, que se van agotando implacablemente. Conviene disfrutar cada instante como si fuera el último, porque nunca se repetirá. El ayer se fue y el mañana es incierto. ¡Aprovechemos el hoy! Y cuando queda tan poco tiempo, sólo cabe hacer el bien, dejar una familia, unos amigos y una obra que perdure más allá de nuestros días en esta tierra, y confiar en que nuestro espíritu halle una nueva morada más allá de lo temporal.

Odias y amas

El desarrollo de la inteligencia emocional era una de las áreas básicas de aquel innovador proyecto educativo que significó el Centro KIDEAK. Una prometedora metodología para su aprendizaje fue la redacción por parte del alumnado de sus preferencias y animadversiones, a fin de conocerse mejor a sí mismos y a sus compañeros. Se les pedía una rápida introspección escrita en apenas cinco minutos, sin pensárselo demasiado, de aquello que más odiaban, más les displacía, más les gustaba, más amaban y más les encantaba. En ese orden, desde el odio al amor. He aquí, tres resúmenes verídicos de tres alumnas.

Soy Y. (14 años). ODIO PROFUNDAMENTE... que el profesor de euskera nos mire a las tres que estamos en la esquina como si quisiera que le diéramos el visto bueno a lo que ha dicho; las comparaciones entre las personas; las mentiras; que la gente sea impaciente; hacer daño; la deslealtad; la política; la espera; las discusiones por tonterías; las injusticias; la alergia; que la gente crea que no es capaz de hacer algo; el ir andando con alguien que lleva el paraguas en el brazo que te va dando en la pierna; las generalizaciones. Odiaría ser minero; la humedad; renunciar a algo antes de intentarlo; los contestadores; el sonido del teléfono.

AMO APASIONADAMENTE... que la gente escuche y sea leal; conseguir los objetivos; las cristaleras; la luz; los colores; comparar los jardines; viajar; aprender; los niños; la naturaleza; el silencio; las fresas; el atardecer; el olor a mar; los olores agradables, como el del pan; levantarme por la mañana con el canto de los pájaros; oír ruidos; asomarme por el balcón; la noche; la luz de la luna; mirar el cielo oscuro en las noches calurosas de verano; advertir las formas de las nubes blancas con el azul celeste de fondo; recordar momentos agradables; imaginar; el ambiente por las mañanas primaverales; el silencio del autobús de la mañana cuando todos van dormidos; observar a un niño mientras duerme; mirar por la ventanilla de un avión; que todo salga como se había esperado; la sonrisa; la amabilidad; el compañerismo; la alegría; el no sentirte solo; sacar fotos; recordar viajes o lugares visitados mediante las fotos; escuchar música significativa; ver a la gente contenta; ver a extranjeros o gente de otros sitios visitando el lugar donde vives; la curiosidad; las buenas sorpresas; comprar regalos,…

Soy I. (16 años). LO QUE MÁS ODIO: Odio profundamente sentirme impotente; que los profesores de este año exijan muy por encima de lo que explican; que la gente pida a otros lo que no está dispuesta a cumplir; madrugar; el no poder confiar en alguien; la hipocresía; la sobrevaloración de las matemáticas; a las señoras que van de cuatro en cuatro por la acera y jamás se apartan para que; los actores/actrices y cantantes que basan toda su fama y fortuna en su físico. No me gustaría ser forense, enterrador, empleado de funeraria, carnicero, pescador, juez... No me gusta hablar por teléfono.

LO QUE MÁS ME GUSTA: El olor del mar; pasear por la orilla del mar; ver un puesto de frutas; los amigos; la coherencia; la seguridad en una misma; el ser consecuente con las ideas; los crepes de mantequilla y azúcar; ver muchos chupa-chups juntos; la niebla que se levanta entre las montañas; las casas con mucha luz; vivir en un ático; la diversidad de personas en el metro; preguntarme qué hacen y de dónde vienen las personas con las que me cruzo; ver reír a un bebé; el David de Miguel Ángel; las mujeres embarazadas; los padres con niños en la bici; los libros antiguos; la pasta italiana. Me gustaría conducir sin rumbo, recorrer Europa en coche con amigos. Me gusta leer; oler algo y recordar un lugar en el que has estado. Recibir cartas. La lluvia. El sol. El anochecer. El silencio. Tumbarme en la hierba. Los ríos. La luna. El cielo. La filosofía. Sorprenderme. El cine. Groucho Marx. Ver que todo encaja, que todo tiene sentido. Mirar por las ventanas. Volar. Llegar a otro país. Imaginar. Encontrarme con alguien que hacía mucho que no veía. Discutir ideas. Poder ayudar a alguien.

Soy L. (16 años). ODIO ponerme roja; las mentiras y los incumplimientos; las prisas; el insomnio; la soberbia y la hipocresía; las generalizaciones. Odiaría ser cobrador de autopista, veterinario, enterrador o marinero. Odio que me chillen al oído; los prejuicios y la incoherencia; dejar mensajes en el contestador; los espacios pequeños; el alboroto; estar quieta.

ADORO la lealtad, el dulce, el amanecer y el crepúsculo, el mar, la luna, el sol, las olas, el cielo; viajar, las ventanas grandes. Me gustaría vivir frente al mar y poder tener las cortinas descorridas. Me gusta observar a la gente, hablar, mirar a los ojos de un bebé, ver a los niños sentados en los carros de la compra. Quiero conducir ya. Me gusta relajarme y pensar. Reconocer olores. Recibir cartas. Me gusta la niebla, acompasarme a la respiración de quien está dormido; andar; el agua. Adoro las estrellas. Me gusta aprender cosas útiles y ayudar a los demás. Me gusta mirar por la ventana del coche y ver las hileras de los huertos (encaja, no encaja...). Me gusta soñar despierta. Me encanta hablar en otros idiomas y conocer gente distinta; encontrar la relación entre los fenómenos, las personas, las cosas,…

¿Por qué no escribimos también nosotros estas sensaciones? Empecemos por aquellas cosas que nos desagradan, para ir dando paso a todo aquello que nos hace felices. Después podremos tirar a la basura los odios, y dedicarnos toda la vida a aquellas tareas que nos placen y que, seguramente, son también las que hacen dichosos a quienes conviven con nosotros.

Poses de los PSOEs

Ante la necesidad de clarificar los “matices” del PSOE, debido a la inmediata convocatoria de las Elecciones Generales, la cúpula socialista ha decidido lanzar un mensaje diáfano para su confundida militancia y para su supuesto electorado potencial:

“El PSOE es un solo partido con una trinidad de personalidades: el PSOE padre actuará como el PSOE más convencional en casi todas partes, el PSOE hijo actuará en Catalunya como ERC y el PSOE espíritu santo actuará en Euskadi como el PP”.

¿Queda claro? Ésta es la cuadratura del círculo remendado por un zapatero. No se trata de una inocentada, sino de la sagaz estrategia discurrida desde la sede madrileña de Ferraz. Frente al monolítico pedrusco del PP, ofrecen un pintoresco pluralismo y responden con una primera aproximación a la peregrina cuestión de “¿A que no saben cuántos PSOEs caben en una península?”.

Primera derivada

Para un profesor de “Didáctica de las Matemáticas”, como es mi caso, resulta muy frustrante reconocer el fracaso educativo que supone el escaso conocimiento en esta materia de la población en general. Apenas algunos conceptos aritméticos y geométricos, algunas nociones básicas de estadística, y poco más. Todo ello salpimentado de frecuentes errores, confusiones y tópicos, entre los que el más enervante es ése de “… es que yo soy de letras”, al que sólo cabe replicar con un “pues entonces, dedícate al álgebra” (chiste que entenderá alguno de ciencias). Tras cursos de enseñanza obligatoria con restringido éxito en la divulgación del metalenguaje matemático, y sin entrar en honduras como los abstrusos porcentajes que tanto parecen complicar la vida de la mayoría de nuestros conciudadanos, existe un concepto de gran trascendencia que explicaremos con sencillez para transformar milagrosamente la vida de nuestros allegados.

La “primera derivada” de una función mide su crecimiento, no su valor en un momento dado. La mayor parte de los elementos que valoramos en nuestra vida cotidiana, la felicidad, el amor, la familia, la amistad, la salud, el éxito, el dinero, la democracia,… condicionan nuestra existencia, pero más que por su medida concreta por su variación o “primera derivada”. Sólo comprendemos la importancia de la salud, por ejemplo, cuando la recuperamos o salimos de un trance angustioso. Aporta más bienestar mejorar nuestra posición social o económica (crecer), que mantenerse o disminuir desde una situación superior. Para expresarlo con claridad: un multimillonario que pierde la mitad de su fortuna, y se queda con sólo mil millones de euros puede ser más infeliz que un joven que duplica su modesto salario al progresar en su trabajo.

Esto también sucede a escala colectiva: las sociedades más felices y satisfechas no suelen ser las que más tienen, sino las que mejoran más sus condiciones de vida colectiva. Igualmente, se produce una gran depresión social cuando una ciudadanía ve estancado su progreso, o el de sus generaciones siguientes. Una fábula muy descriptiva demuestra el valor del crecimiento, más que el punto de partida. Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente muy feliz. El rey estaba indignado y no conseguía explicarse por qué su paje era feliz viviendo casi en la miseria. Llamó al sabio de la corte, quien le pidió una bolsa con 99 monedas de oro para una prueba. Pusieron al alcance del criado el dinero, con una nota que decía: "Este tesoro es tuyo. Disfrútalo". El sirviente lo recogió y contó las piezas: 99. “No puede ser”, se dijo, y las recontó varias veces. Escondió aquel capital, al tiempo que calculaba cuánto tiempo debería trabajar para conseguir su moneda número cien. Su optimismo, propio de quien había ido mejorando con el servicio al rey, desapareció para siempre: Había entrado en el “círculo del 99%”, de quienes tienen casi todo y se agobian intentando la plenitud. Antes, había ido progresando del 1 al 2%, al 3%,… pero ahora se enfrentaba a una mejora imposible. Todos hemos sido educados en esa necia suposición, de que siempre nos falta algo para estar completos, y sólo así gozar de lo que se tiene. Nos enseñaron que la felicidad debe esperar a completarse... Y como siempre falta algo, nunca se disfruta de la vida. Cambiemos para saborear nuestros tesoros presentes y para incrementarlos modestamente con gozoso entusiasmo.

Tres conclusiones prácticas:

1ª Cuanto mayor nivel de infelicidad, más fácilmente podemos comenzar a mejorar lo que nos reportará un alto grado de felicidad. Aprendamos de las gentes sencillas, de los pueblos felices que avanzan sobre sus desventuras.
2ª Valoremos lo que ya tenemos y por las mejoras accesibles, sin obsesionarnos por lejanas metas inalcanzables.
3º Sólo existe un camino infalible para actuar sobre la primera derivada y crecer imparablemente como personas y como sociedades: la propia educación en todos los campos de lo humano y de lo divino, formándonos y desarrollando nuestras inmensas capacidades físicas, emocionales, intelectuales, culturales, sociales, económicas y espirituales.

Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2004/primeraderivada.htm

2004: Año Electoral en Euskadi

El naciente año será de ajetreo para las urnas vascas. En marzo las programadas Elecciones Generales, y antes de tomar las uvas de la próxima Nochevieja, probablemente habremos de acudir de nuevo para unas Elecciones Autonómicas, levemente adelantadas, por motivos varios como el devenir del nuevo “Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi” (Plan Ibarretxe), los “erráticos” movimientos de Batasuna, el trabado panorama parlamentario vasco ante los siguientes presupuestos,… y el propio calendario electoral con su límite en mayo de 2005.

Estas fechas navideñas resultan propicias para aventurar sobre el nuevo año profecías, incluso políticas, con escasa base científica, pero sintomáticos argumentos premo-nitorios. Rajoy se habrá confrontado con un Zapatero sobre la misma receta de Aznar: el peligro de la “patria” rota por el norte, el este y el sur (recordemos que por el oeste Portugal se fue en 1640, aunque España no reconoció su independencia hasta 1668). Catalunya y Andalucía, se sumarán a las reformas constitucionales, y junto al tergiversado “plan secesionista” (de Libre “Asociación”), servirán nuevamente de talismán curalotodo ante un electorado español de centro (geográfico) y de derecha (política), contando con la insuperable y entusiasta colaboración de “casi” todos los medios de comunicación escritos, radiados, televisados e Interneteados que insisten en mantener el nivel medio español de incultura política, con los carpetovetónicos sucedáneos sustitutivos de deporte más telebasura del “famoseo”. Por cierto, los recientes partidos celebrados con las selecciones de fútbol han probado cuáles son “selecciones nacionales” y cuáles son meramente folklóricas: Euskadi y Catalunya con 40.000 y 70.000 espectadores han agotado las entradas; Andalucía y Valencia han conseguido celebrar sus encuentros con aforos de 5.000 asistentes; en Navarra, la maliciosa coincidencia buscada con Euskadi por el patrocinador “Diario de Navarra” (próximo a UPN) apenas ha logrado reunir a 4.000 espectadores aún regalando las entradas; y por último, Baleares, Asturias y La Rioja han cancelado sus encuentros, al igual que Cantabria, que había vendido menos de 100 localidades. Definitivamente, en la “España de las Autonomías” el deporte-rey también marca las diferencias en la chapucera receta de “café para todos”.

En las campañas electorales, se repetirá la misma retahíla de siempre, la del “pinza-miento único” (que no es ni por asomo “pensamiento alguno” sino burda propaganda). Probable y lamentablemente con el mismo éxito, ante un PSOE zapateado que lo mismo acude con la Falange a un acto en Donostia que a Barna para tomar posesión del Government catalán, con primeras espadas como Bono, Maragall, (Patxi) López, Ibarra, Chaves o Vázquez, que podrían formar parte de partidos más distintos y distantes que lo que el PSOE pactista se ha diferenciado del PP avasallador durante la última legislatura. Izquierda Unida podría comenzar a asomar, pero su apisonamiento mediático hace muy inverosímil un crecimiento significativo, excepto en la periferia donde ha venido acreditando dosis de modernidad que la falta de poder real le atribuía con mendacidad. Los partidos nacionalistas democráticos, fuera de Euskadi, Catalunya y Galiza, apenas remontarán, si bien en Aragón, Baleares o Valencia podrían ir germinando brotes. El Partido Andalucista no encuentra una estable militancia organizada y Canarias está una hora menos, pero vinculado al horario oficial.

La predicción en la Comunidad Autónoma Vasca resulta particularmente fácil en esta ocasión. La suma de los partidos del actual tripartito dispondrá con certeza de una sobrada mayoría absoluta en Vitoria-Gasteiz, que habrá de gestionar con prudencia y con aproximación –mutua- hacia otros partidos, como los que representan Batasuna si ETA les libera para un rol político normalizado, o con los socialistas vascos si así lo dispone su central madrileña de Ferraz, con o sin Zapatero al frente. Paradójicamente, el triunfo nacionalista vasco será tanto más amplio en otoño de 2004 cuanto más tirante y desabrida sea la política del PP y la de sus mass-media bajo la batuta del enigmático Rajoy, que ojalá demuestre ser algo más que el “recomendado” de Aznar.

En resumen: En marzo aparecerá algún diputado nacionalista (Aralar-EA-PNV) en las Cortes proveniente de la Comunidad Foral Navarra, junto a otros diputados nacionalistas de la CAV. En las próximas navidades habrá un tripartito o bipartito gobernante en Vitoria-Gasteiz, sin posibilidad de bloqueo parlamentario PP-PSOE-Batasuna. Finalmente, los buenos deseos son que ETA desaparezca de una vez por todas en 2004 y, para quienes preferimos convencer antes que vencer, mejor sería que fuese con su renuncia a las armas tras el largo y profundo clamor expresado por toda la sociedad vasca por su aberrante actividad con procedimientos sangrientos y destructivos. Quede nuestra solidaridad para con todas las víctimas de la violencia, y que la paz se extienda para toda la Humanidad.

Malos tiempos para la lírica

En mí combaten
el entusiasmo por el manzano en flor
y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda.

Pero sólo esto último
me impulsa a escribir.

Bertold Brecht.
Malos tiempos para la lírica

El blog ideal es como un iceberg


Para que en el océano de Internat sobresalga visible el post, por debajo debe contener una amplia base de comentarios, como en un Iceberg. ¡Qué lejos estamos!

Contiene inocente

¡Reconozcámoslo! La mayoría de nosotros somos de esos que podríamos llevar en la frente una inscripción que dijese: "Precaución en su manipulación: Contiene inocente". Así que el 28 de diciembre nos coge siempre desprevenidos, porque casi todos los días nos parece que los periódicos vienen plagados de inocentadas, hasta el punto que ya nunca se sabe cuándo es el Día de los Santos Inocentes. Ahora mismo podemos leer desde que el Partido Comunista Chino ha introducido la propiedad privada en su Constitución. También parecen inocentadas que casi todos los días se programen “visitas sorpresa” encadenadas de todos los presidentes de la Coalición a Irak, con o sin pavo de plástico, o que los soldados norteamericanos ocupantes en Irak pinten graffitis en árabe en las paredes subrepticiamente durante la noche para sorprender por la mañana a los "resistentes" invadidos. Por no mencionar que los líderes sindicales Fidalgo y Méndez se codeen todos los días con la jet society de la realeza, banca, episcopado,… para evitar ser abucheados por trabajadores subcontratados en las contadas ocasiones en las que se acercan a los auténticos "lugares de trabajo".

Lo peor, con todo, no son las inocentadas, sino las "culpabladas" que han empezado a proliferar en nuestro entorno. Sin abundar en ellas para no agotar las cortas vacaciones navideñas, la última ha sido que "los catalanes son menos solidarios", dicho por la Presidenta de Madrid, siguiendo la insigne estela dejada por el Presidente de Extremadura. En resumen, que hay todavía mucho Herodes suelto con la drástica solución de matar a todas las criaturas menores de 2 años para evitar el nuevo rey anunciado por los Magos. Conviene recordar que todos los esfuerzos del cruel tirano fueron en vano, pues la profecía se cumplió ya que los progenitores del niño alcanzaron a huir avisados por un ángel.

Sólo pedimos que, a falta de pruebas en contra, nos traten como lo que somos: inocentes más que culpables. Al menos, mientras Michavilla y Acebes no instauren la "presunción de culpabilidad" genérica, y se conformen con la circunscrita a los políticos nacionalistas periféricos. Esperemos que el próximo año recuperemos un ápice de sentido común (aquel “sentido propio” que decía Unamuno). ¡Que acabe el año 2003! ¡Bienvenido, 2004!

¿Navidad o vanidad?

La natividad conmemora un nacimiento muy pobre, de un personaje histórico, cuya vida fue de entrega y sacrificio, y que concluyó con su muerte ajusticiado en la cruz entre dos ladrones. En vida fue abandonado por sus escasos seguidores, traicionado por uno de ellos, y a su ejecución sólo asistieron su madre con su hermana, su discípulo Juan y María Magdalena.

Jesucristo nació, vivió y murió pobre. La Navidad que conmemoramos describe el portal de Belén, único lugar donde pudieron refugiarse María y José, tras ser rechazados por ser extranjeros indigentes de todos los posibles lugares de acogida.

Dos mil años después los rituales navideños se limitan a comidas y cenas pantagruélicas, regalos por doquier pero sólo para la familia, y consumismo desbocado, todo aderezado de lotería para hacerse rico de golpe y sin dar golpe. Incluso a los niños se les encarrila por la senda de los juguetes por docenas, vacaciones sin tareas y egocentrismos en cadena.

Mientras, ese “cuarto mundo” que vive en nuestros suburbios se asoma por las calles comerciales, junto a los nuevos extraños venidos de fuera, a quienes parecemos no querer ver. Seguro que el niño Jesús preferiría unas navidades de menos viandas y más dádivas para socorrer a las nuevas familias que viven entre nosotros, y que por cierto son las que más nacimientos alumbran. Sólo habrá Feliz Navidad cuando la Felicidad y la Prosperidad sean para todos.

Navidad en Bilbao

Hoy Belén está en Euskadi, pero todavía peor, sin portal, sin animales, sin estrella fugaz, sin Reyes Magos, sin angelitos y, lo peor, sin San José. Ha nacido en Bilbao. Y su madre, en su extrema necesidad, no tuvo otra opción que abandonar la criatura a las puertas del Hospital de la Cruz Roja, en el céntrico barrio de Indautxu. La niña de apenas un día, es inmediatamente atendida, y se encuentra bien a pesar de la noche fría. La madre, horas después arrepentida, vuelve a la clínica donde es detenida. Esa criatura clandestina, que su madre hubo de ocultar para no ser despedida, es sólo de su madre. Esa niñita debe conocer como primera sonrisa la de su ama (mamá).

¡Que se la devuelvan, por favor! Con todo el apoyo social y económico que necesiten para que ambas vivan como merece cualquier ser humano. Ésa es nuestra petición a la Diputación Foral de Bizkaia, que sin duda cuenta con recursos para ello. Si no, no podremos disfrutar de la Navidad… ningún vizcaíno, ni nadie que se sienta parte de la Humanidad. No existe amor más perfecto que el de una madre. ¡Amor de madre, que todo lo demás es… aire!

Cartas navideñas

El Corte Inglés ha decidido que ya es Navidad, y vende con profusión postales. Aparte de las destinadas a la familia, decidimos comprar las tres habituales misivas que enseñamos a escribir en sus tres primeros idiomas a nuestros hijos para pedir tres regalos: al Olentzero en euskera el 24 de diciembre, a Papá Noel en inglés el 31 de diciembre y a los Reyes Magos en castellano el 6 de enero. Ahora que ellos redactan sus propias tarjetas, nos queda a los adultos la tarea de seguir cursando nuestros deseos de paz y felicidad para el próximo año 2004. Éstas son nuestras peticiones traducidas al castellano.

Olentzero Maitia: Ya sabrás lo que queremos para el año que viene. Lo mismo que te pedimos todas las navidades desde hace muchos años. Que nadie mate por razones políticas, y que nadie excuse la violencia de cualquier tipo entre nosotros. A ti que bajas del monte donde trabajas de carbonero para comunicarnos la buena noticia, “sólo” te pedimos la paz, porque cuando la consigamos Euskadi será feliz.

Queridos Reyes Magos: Hacednos comprender que las culturas no se pueden restar, sólo pueden sumarse; que pensemos todos que el español, el catalán, el euskera,… son lenguas de todos, que pueden ayudarnos a entendernos mejor. Vosotros que venís de muy lejos, que sois muy distintos los tres, seguro que podéis conseguirnos este regalo.

Dear Santa: Desde el Polo Norte tú vigilas toda la Tierra. Mucha tarea para ti y tus elfos. Te pedimos que en 2004 el mundo entero se civilice más y se militarice menos. Que el Personaje del Año de la revista Time no sea el soldado norteamericano, sino un anónimo niño menor de cinco años, cualquiera de esos 500 que muere cada hora de cada aciago día que vivimos en este planeta desalmado con amnesia del presente. Danos la humanidad necesaria para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no deba acusadoramente recordarnos tanta desigualdad y tanta injusticia entre los seres humanos sólo por el lugar de nacimiento.

¡Felices Navidades y Próspero Año Nuevo… para todas las personas del mundo!

Tiempo de ser

¿Elegiremos ser personas o autómatas?

Corren tiempos extraños: Lo “políticamente correcto” es no ser demasiado radical, no ser demasiado religioso, no ser demasiado de izquierdas ni de derechas, no ser demasiado sindicalista ni empresarial, no ser demasiado defensor de ninguna cultura, de ninguna lengua,… En definitiva, se “lleva” no ser casi nada. Incluso los “sabios” reunidos por Chirac recomiendan no excesivas cruces, ni exagerados velos, ni innecesarios “kippa” (gorro judío).

Muchos no aceptamos nunca que se decrete la muerte de Dios y el fin de la Humanidad, marginando todas las creencias, todas las identidades en pro de una monótona uniformidad propia de autómatas clónicos. Nunca permutaremos las inmensas esencias y los plurales matices de cada ser humano por la neutral indiferencia y el “miedo al diferente” privativo de espectros hechos de etérea vacuidad.

Un individuo sólo es una persona integral si pertenece a una familia a la que engrandece; si demuestra poseer un alma que busca la trascendencia con su religión, un espíritu de defensa de su tierra y de sus lenguas con su cultivo, de la sociedad que le protegió con su trabajo; si escucha a su corazón para creer y practicar alguna fe; si encuentra energía para militar por alguna utopía política, solidaridad para asociarse sindicalmente y fraternidad para socorrer a los desheredados de la raza humana.

La alternativa actual no se establece entre laicismo o religiosidad, ni entre neutralidad o militancia, sino entre “hombres o robots”. Esta época también es tiempo de “seres humanos”, complejos, paradójicos, buscadores de ideales, desde la diversidad, desde la complementariedad, desde el esfuerzo por la convivencia con pleno respeto a la pluralidad. No pidiendo inadmisibles renuncias a los demás, sino desde la tolerancia máxima hacia todas las religiones (agnosticismo incluido), todas las ideologías, todas las culturas, tradiciones, símbolos o vestimentas. Cada persona es alguien irrepetible, que se auto-describe con esas visibles opciones religiosas, culturales, lingüísticas, políticas y sindicales.

Hagamos que sea realidad en cada uno de nosotros aquel desafío del poeta W. E. Henley: “Yo soy dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma”. Apuraremos la vida terrenal con pacifismo militante, con defensa activa de los demás, desarrollando y transigiendo con todas las infinitas capacidades de los seres humanos.

Nos la dan con queso

Primero inventaron la pubertad, y convirtieron en malcriados insufribles a los adolescentes. Ahora, quieren fastidiar a la infancia con “libros de autoayuda” para niños de seis años. Un espabilado psicólogo de éxito mundial, quiere volvernos locos a los padres al tiempo que se embolsa nuestro dinero. El célebre Spencer Johnson, autor de libros best-sellers traducidos a 26 idiomas, ha publicado en castellano una adaptación de su obra “¿Quién se ha llevado mi queso?”, con más de 12 millones de ejemplares vendidos en 37 países, destinada a escolares que apenas saben leer. Pretende enseñarles a identificar objetivos vitales y a responder cuando no se alcanzan, como si fuese la clave que garantiza el éxito futuro.

¿Cómo se puede pasar de entrenador de ejecutivos en el mundo de los negocios a maestro de párvulos en la escuela infantil, sólo quitando letras y añadiendo dibujos para narrar la misma historia? Johnson relata las consabidas peripecias de dos ratoncillos y dos liliputienses que recorren un laberinto diariamente para encontrar siempre su queso en el mismo lugar. Pero un día el queso desaparece. Los ratones simple e instintivamente rebuscan otra fuente de queso. Los hombrecitos, sin embargo, quedan molestos y paralizados. Tras comprobar que el queso no volverá, Haw reacciona y decide buscar nuevos suministros, asumiendo el cambio como una oportunidad. No logra convencer a Hem para unirse a la búsqueda, porque éste decide que cualquier otro queso no le gustaría tanto como el anterior, y termina muriendo de hambre. Haw finalmente descubre más queso del que nunca soñó, aprendiendo lecciones como “no temas al cambio: anticípate; no te quedes parado; no te aferres a viejas ilusiones; observa los indicios que predicen los grandes cambios; disfruta de la novedad y saborea la aventura”.

La fábula permite a un adulto extraer la moraleja de la adaptación, porque instintivamente tratamos de evitar o minimizar los cambios que, inevitablemente, ocurren. Cada uno de nosotros mantiene su propia idea de lo que es el “Queso” (la Felicidad). Si lo conseguimos, nos encariñamos con él, pero si lo perdemos hemos de estar preparados para nuevas búsquedas. Pero es desatinado y prematuro anticipar a criaturas lemas tan prosaicos como “las viejas convicciones no te conducen al Queso Nuevo”, “cuanto antes olvides del Queso Viejo, antes encontrarás el Queso Nuevo»” o “debes imaginarte disfrutando del Queso Nuevo incluso antes de encontrarlo, para animarte en su búsqueda”.

Sólo cabe la excusa de que un librito así, realmente no se dirige a chiquillos, sino a adultos con edad mental propia de la infancia, que entienden mejor un mensaje con pocas palabras y grandes ilustraciones. A los niños de verdad, no pretendamos “auto-ayudarles”. Mejor que sigan soñando con un mundo feliz mientras leen precozmente cuentos clásicos como “El Principito”.

Educación para la Paz

· Una Educación en Valores Éticos.

Las continuas reformas escolares que han supuesto significativas mejoras, también han originado inesperados efectos indeseables. El prolongado análisis de los modelos sugeridos por los agentes educativos y las variaciones curriculares, metodológicas y organizativas, han eclipsado un debate previo sobre qué valores éticos y humanísticos ha de transmitir un moderno sistema educativo formal. En este punto no resulta ocioso reseñar que, aun­que sea obvio, los valores y principios son de elección y aceptación personal. Por tanto, se trata de un tema eminentemente subjetivo, aunque entendemos que no por ello resulta vana la reflexión en común para la adopción de una ética de mínimos que se aprenda y enseñe también en el ámbito de la comunidad educativa.

Ningún educador proclamaría jamás que el alumnado debe redescubrir las bases de la matemática o de la ciencia para no condicionar su propia visión o limitar su creatividad, sino que sólo un sólido conocimiento del saber histórico sobre la materia permite crecer. Si esto es tan palmario, ¿por qué esa corriente de no cultivar los aspectos éticos de la personalidad huma­na, y dejar su desarrollo a la simple y supuesta “espontaneidad”, que no existe en una realidad de influencias sociales? Bajo la supuesta “libertad de elección de valores”, que sólo se enmascara la renuncia de algunos a la formación ética, la ausencia de formación ética conduciría, en la mayoría de los casos, a la adopción de los valores más generalizados, los de la frivolidad del consumismo presente en los poderosos medios de comunicación, que los exponen como la única motivación consistente de la felicidad universal.

Reconoceremos a la Alfabetización Ética a través del sistema educativo como uno de sus primeros fines, para la integración de los alumnos en el sistema sociocultural al que per­tenecen y que está regido por unos códigos morales preexistentes. Para ello es fundamento básico la transmisión de los principios éticos imperantes, para que en un proceso de construcción autónoma de valores, sean libremente asumidos por los escolares, a fin de asegurar su subsiguiente continuidad y/o transfor­mación dentro de la responsabilidad inalienable que les incumbe como generación futura. Subrayemos que el quehacer más importante de la edu­cación es descubrir la adecuada rela­ción que cada siguiente generación establecerá entre la libertad de elección personal y los valores socialmente consensuados por sus antecesores, en un proceso histórico continuo de perpetuación y renovación.

Entendamos que los principios éticos deben figurar en los proyectos educativos y ser enseñados en las programaciones, siguiendo una activa metodología calidoscópica de continuas iniciativas para la transmisión y construcción de valores que constituye el intitulado “currículum oculto”, para su adquisición y apropiación por el alumnado, a través de la reflexión y maduración propia mediante una serie de hábitos y actuaciones de despliegue solidario con su entorno más próximo. Los modelos derivados de las figuras de alumnado- tutor, de voluntariado, y de un maximizado protagonismo en la participación escolar pueden servir de cauce para este proceso.

Toda actuación humana se fundamenta en el código de valores de quien la ejecuta. En la esencia moral de toda persona se gestan su comportamiento, su felicidad y su destino. Si se acepta la proposición anterior, ¿cómo podría nadie propugnar su exclusión de entre las materias obligatorias de la educación? Educar, en definitiva, es entusiasmar con valores. Entendemos como una educación de calidad ética es aquella que aspira a instalar en lo más íntimo del discente un código de valores “inherente a su persona”, y no sólo a dotarle de recursos cognitivos, afectivos y actitudinales, para poder asegurar que su autonomía vital y profesional será plena. Sin ese código de claves éticas, todo lo demás sería insuficiente y accesorio. Quizá sea más efectivo en educación disentir de la ingenuidad de Rousseau (“Los hombres nacen necesariamente buenos”) y seguir a Locke y Hobbes: “Nacemos como un potencial enemigo para con el prójimo”. Sólo la socialización y la educación, nos elevan al paraíso de la convivencia. Nunca renunciaremos a educar en valores.

· Una Educación vasca para la Paz y para la Convivencia.

La educación vasca debe promover a ultranza la tolerancia y respeto mutuo, reconociendo la significación de la declaración universal de los derechos humanos y de las liberta­des fundamentales individuales y colectivas, para fa­vorecer la convivencia plural en democracia. Urge la aceptación del pluralismo ideológico de todos los integrantes de la comunidad educativa, dentro de un clima escolar de respeto que no suponga ni discriminación ni proselitismo. Se otorga especial importancia a la Educación para la Paz y al valor del diálogo como vía de entendimiento y consecución de un clima de tolerancia y respeto, aprendiendo a defender las opiniones propias y a respetar las opiniones ajenas, comprometiéndose a la dialéctica de mayoría-minoría en la consecución de acuerdos. La emergencia de contravalores ideológicos como la violencia, nos obliga a rescatar formulaciones en negativo, que suponíamos periclitadas, como las propuestas de no-violencia. Educar en la paz y en el respeto a la diferencia y a la vida exige el impulso de todas las instituciones, y singularmente de las instancias educativas. Un impulso que, debe estar acompañado de actitudes hondamente democráticas, comprometidas y pedagógicas con tolerancia y diálogo, evitando la permanente crispación, el desencuentro y la descalificación.

La educación para la Paz alcanza un valor máximo en el caso de Euskadi por el esfuerzo colectivo realizado en las últimas décadas en la prosecución de la conciliación, y de la normalización política. La sociedad y la escuela vasca están especialmente sensibilizadas y han consumado un interminable proceso de búsqueda de negociación para poner fin a las manifestaciones de violencia. El reconocimiento a las víctimas por todas las formas de terrorismo, desgraciadamente aún no extinguidas, y el respeto a todos los derechos humanos deben ser las bases de construcción de un sistema educativo que instale en todo el estudiantado un rechazo cabal y somático a cualquier recurso violento, apelando siempre a los caminos éticos de participación social y política que la civilización contemporánea nos proporciona. El repudio a las actitudes militaristas o totalitarias, de imposición de la voluntad será una constante educativa, asentada sobre la práctica cotidiana en el escenario escolar con vías de diálogo y de resolución por sistemas democráticos.

El aprendizaje educativo de los Derechos Humanos, como muestra del nivel alcanzado por la Humanidad en su desarrollo personal y colectivo, será un elemento curricular presente en la Enseñanza Primaria y Secundaria Obligatoria. En los contenidos y desarrollos curriculares, adscritos a los valores o a materias como la Filosofía y las Ciencias Sociales, se señalarán los valores humanísticos y los diferentes planos de la lógica democrática, la social, la moral y la política. Ya la Ley de la Escuela Pública Vasca incluían entre los fines del Sistema Educativo Vasco: “Impulsar el desarrollo en libertad de la personalidad y la formación integral de los alumnos, asentados en los valores que hacen posible la convivencia democrática, fomentando, entre otros, la capacidad crítica, la igualdad, la justicia, la participación, el respeto, el pluralismo y la libertad de conciencia, la solidaridad, la inquietud social, la tolerancia y el respeto mutuo, así como la defensa de los derechos humanos”.

· Una Educación que erradique y repudie cualquier forma de violencia escolar.

El escenario escolar, junto al entorno familiar y de barrio, son los primeros espacios testigos e inductores de conductas intemperantes u ofensivas, que deben ser corregidas y repudiadas con prontitud y ejemplaridad. La tolerancia con la diversidad y con la libertad de las opciones personales sólo tiene un límite intraspasable: el mismo derecho para los demás. La libertad de expresión, debe ser modulada y corregida en su caso, por criterios de respeto a los derechos humanos de toda la comunidad educativa. Toda forma de agresividad o coacción, de modo verbal, físico o psicológico, debe quedar desterrada desde sus primeras manifestaciones, inculcando un exquisito trato entre los componentes de todos los estamentos escolares.

Creemos que la juventud vasca, justamente por la historia reciente y remota de Euskadi, es un referente social de implicación y participación en procesos de búsqueda de la paz. Sin embargo, según el informe CINDES sobre la violencia juvenil en la Comunidad Autónoma del País Vasco, elaborado a instancias del Parlamento Vasco, todavía resta un 8,1% de la juventud vasca que puede ser considerado violento, de los que un 2% (18.000 jóvenes) defienden estas actitudes por “razones” políticas. La educación quizá ha primado el estímulo de la crítica, no siempre constructiva, y pueden advertirse carencias de valores compensatorios, basados en la tolerancia. La comprensión de los demás y la necesaria fraternidad entre las personas, son valores esenciales que el sistema educativo debe implantar en la personalidad ética de los educandos.

Así pues, queda mucha tarea educativa por realizar a fin de asegurar definitivamente una formación ética para la PAZ de la totalidad del alumnado, antes de concluir la etapa obligatoria. Recordemos las palabras de Gandhi, “Si queremos enseñar la verdadera paz en este mundo, y si queremos librar una verdadera guerra contra la guerra, tendremos que empezar por los niños” y la cita del Gilles Lipovetsky: “El Siglo XXI será ético, o no será”. Eduquemos para la PAZ en la tolerancia y en la solidaridad.

Sueldos políticos

Necesitamos políticos que trabajen más y, al tiempo, moderen sus salarios. Políticos que, tan pronto como sean elegidos, se apresuren a elevar los sueldos… ajenos, y no los propios. Políticos que se des-profesionalicen, que no acudan a la política para mejorar su posición económica, sino por servicio a los demás. Y el mejor indicador es examinar cómo pactan los salarios, los suyos y los del resto del pueblo al que deben servir.

Recientemente los parlamentarios europeos se han fijado un sueldo homogéneo de 8.671 euros brutos mensuales (1.442.733 pesetas), al tiempo que han rebajado la edad de jubilación a los 63 años. Esta reforma ha sido aprobada por sobrada mayoría de 345 votos afirmativos frente a 94 negativos. Los únicos que se opusieron, y radicalmente, fueron los eurodiputados italianos porque… veían rebajados sus lucrativas retribuciones actuales. Mientras tanto, estos mismos políticos mantienen un espectro de salario mínimo interprofesional prorrateado que en 2003 va desde los 416 € (69.217 Pta) en Portugal, hasta los 1.369 € (227.782 Pta) en Luxemburgo. El segundo peor salario es el español con 526 € (87.519 Pta), menos de la mitad que el salario mínimo francés 1.154 € (192.009 Pta), intermedio en la escala europea.

Ya somos todos los europeos iguales, siempre que seamos europarlamentarios. ¡Viva la igualdad, por arriba! Dicen que hay que dignificar la profesión política, y estamos todos de acuerdo. ¿Pero qué pasa con el resto de los mortales? La mejor forma de dignificar la política sería que quienes la ejercen profesionalmente pensasen más en los demás.

El político perfecto

¿Cómo debe ser una persona para dedicarse a la política?

Todos tenemos en mente cuál es el perfil óptimo de una persona dedicada a la política. Si lo escribimos en un papel, comprobaremos con sorpresa que pocos de nuestros candidatos lo cumplen estrictamente. Hay muchas cualidades, pero podrían reseñarse siete esenciales:

1º Contrario al esquema de Líder + Redil. Un político debiera sentirse como alguien que dedica una parte de su vida al servicio público, a resolver los problemas de una comunidad. Nunca debe creerse alguien superior, cuya soberbia visión debe ser comunicada o impuesta a su pueblo. Debe recordar en todo momento su condición de servidor, no de mandatario. Sólo se puede gobernar a la ciudadanía, sirviéndola.

2º Impulsor de equipos y organizaciones. Un político contemporáneo debe reconocer que la diversidad de los problemas actuales requiere soluciones complejas que movilicen a toda la ciudadanía, articulando actuaciones con grupos numerosos y plurales, instituciones diversas y todos los recursos sociales existentes.

3º Equilibrado y ecuánime, incluso en las opciones dentro de su partido, entendiendo la política como un caballo: peligroso en sus extremos e incómodo en el centro. Un político perfecto sabe que su función es como la mano que mece la cuna, el profesorado que despierta o el progenitor que prudentemente vela por su familia. Debe ser realista, es decir, un optimista con experiencia.

4º Con dedicación a la política limitada en su vida. Ojalá reconociésemos la profesión previa en nuestros políticos, distinguiendo al médico, al profesor, al economista que hay antes de entrar en política, con una dedicación a la que volverán pasados sus años de servicio político. El político perfecto es un amateur, dotado de profesión, familia y militancia, a quien llega la hora de pasar a primer plano por un período. No debiera ser alguien demasiado joven, ni alguien que ha vivido siempre en y de la política. Debe disponer de una vuelta a su vida anterior. La política sólo puede entenderse como la continuación del servicio prestado desde una carrera,... por otros medios de mayor alcance social.

5º Sincero y coherente. El arte de servir a los demás solucionando los problemas públicos sólo puede ejercerse sin mentir nunca al electorado, aunque no siempre se pueda decir toda la verdad. Un político, a diferencia de lo que abunda es justamente lo contrario de Zelig, el hombre camaleón que adoptaba el aspecto físico de sus interlocutores.

6º Un político nunca es suficientemente sobrio, porque la moderación, la frugalidad, la sensatez debe aflorar diariamente, en cada acto, en cada declaración. Un político perfecto es un deportista modelo de fair play, que sabe perder y sabe ganar (a menudo, lo más difícil de gestionar). El político perfecto debe ser amante de la humildad: Ibarretxe, ante el lujoso despacho de una naciente compañía pública cuando era vicelehendakari, dijo que aquello era el mejor ejemplo de lo que… no debía hacerse nunca con el dinero de todos.

7º Con mentalidad de puente y no de muro, sin miedo a la Paz, que no necesite enemigos, que como estadista piensa en la próxima generación, y no en la inmediata cita electoral. Es nutrido el "cajón desastre" de políticos, con larguísima duración en cargos, sin incompatibilidades, que destiñen en el primer lavado. También abundan los trepas, los tránsfugas,… También los que buscan un retiro en Iberdrola (como Aznar). Incluso los que ejercen de pseudo-políticos desde la presidencia de la patronal o del episcopado, desde la magistratura o desde los periódicos o los que opinan de Euskadi desde Extremadura. Pero lo que necesitamos es un liderazgo político propio del siglo XXI, con mujeres y hombres que sepan trabajar con equipos propios y pactar con los adversarios políticos para la resolución de las necesidades reales. Políticos que pretendan convencer y ganar votos, remediando desgracias y no buscándose nuevos enemigos. Necesitamos salir de este “camarote de los hermanos Marx” en que han convertido la política de enfrentamientos surrealistas, con nuevas gentes que vivan como si fueran a morir mañana, y que se dediquen a la política como tras un máximo de ocho años hayan de volver a su quehacer habitual.

¡Arrepentíos, políticos profesionales! Lo mejor que nos puede pasar como sociedad cruasán que somos es que encontremos a esos hombres que fueron jueves, que se revelen y se rebelen, en serio y en serie con una democrática ‘revolución de terciopelo’, que entiendan que la política es mucho más que echar la culpa a los demás. Que solventen problemas y no nos den la tabarra como aquella abuela tarareando la misma canción de cuna, hasta que el nieto le pidió: “Nana, ¿no podrías seguir cantando fuera?, es que quisiera dormir”.

A mis nietos les diré

A mis nietos les diré: “Cuando seáis grandes, sabréis mejor toda la Historia, pero conviene que os la vaya contando el aitite (abuelo) para que nunca la olvidéis”. Les relataré cómo se acabó todo. Les trataré de enseñar a mis nietos cuán malvada era la violencia, cuánto dolor produjo entre nosotros y cuándo logramos extirparla de nuestras vidas. Yo les explicaré cómo nació ETA, cuando su abuelo estudiaba en el colegio, y cómo se produjeron las dos primeras muertes, matando y muriendo. Yo les describiré lo maravilloso que será vivir sin amenazas, sin chantajes, sin escoltas, sin miedos, sin excusas para abrazar la paz. Les recordaré cómo traté que mis hijos no llegasen a saber que en Euskadi no había paz, cómo debieron enterarse desgraciadamente y cómo luchamos varias generaciones juntas por la pacificación y por el diálogo desde “Gesto por la Paz” y desde Elkarri. Les enseñaré fotos de algunas de las muchas manifestaciones a las que acudimos, los viejos recortes de los artículos que escribimos razonando por la paz, llorando las guerras en tierras lejanas y en nuestra patria. Les enseñaré las viejas postales de navidad, rezando siempre porque el año nuevo fuese el de la Paz.

Mis nietos sabrán de primera mano por qué los seres humanos sólo pueden crecer plenamente en paz, en convivencia, en libertad, en democracia. Mis nietos aprenderán que sus abuelos padecieron una dictadura y que sus padres conocieron la violencia terrorista. Mis nietos serán hombres y mujeres de paz, que nunca se verán obligados a empuñar un arma, como sus bisabuelos. Mis nietos debatirán con palabras y argumentos, compartidos para convencer. Mis nietos sabrán escuchar y atender los razonamientos y los sentimientos de sus adversarios políticos, que nunca serán sus enemigos. Mis nietos odiarán las guerras, y amarán la paz. Mis nietos nunca tendrán que contar a sus hijos por qué todavía hay personas que se creen con la atribución de matar a sus semejantes.

A mis nietos les confesaré que siendo importante que sepan quiénes fueron sus abuelos, es mucho más importante saber quiénes serán sus propios nietos. Ellos podrán contarles a sus descendientes aquella poesía de León Felipe: ¡Qué lástima, que yo no tenga una casa! ¡Una casa solariega y blasonada, una casa en que, guardara, a más de otras cosas raras, un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada y el retrato de un mi abuelo que ganara una batalla! Porque lo mejor será que mis futuros nietos, que espero que nazcan pronto aunque no veo a mis hijos muy decididos, creerán que todo esto que tanto nos atormenta hoy, que tanto sangra hoy, son “cosas del aitite”, “batallitas del abuelito”, porque nacerán en una Euskadi en paz, en una Euskadi tolerante que arropará a todas sus víctimas y que, en una convivencia vasca normalizada, reconciliará el pasado con el futuro.

Actualización a 26-11-20, cuando ya les he dicho a mis nietos,... 

No son

¿Quiénes no son? ¿Qué no son? Ellos no son nunca niños, casi nunca son mujeres, no suelen ser muy jóvenes ni muy ancianos. Ellos nunca son pobres, nunca son bondadosos, nunca son creyentes sinceros. No son humanitarios, no son pacifistas, no son inocentes. Ellos no son los que mueren. No son los que lloran, no son los que sufren. Ellos no son los que aman la paz. No son humanos.

Ellos son los mandan a otros a las guerras, a morir para una bandera, a matar por una patria, a civilizar por la fuerza militar. Ellos son quienes dicen: “We got him” (lo tenemos), cuando apresan a sus gemelos contrarios. Son quienes se enriquecen mientras perpetúan el hambre de los demás, la enfermedad de los otros, la ignorancia y la miseria de los alejados. Ellos son los que venden armas, los que envían bombarderos a pacificar con bombas. Ellos son quienes no quieren convertir en amigos a sus enemigos, porque no les conviene. Ellos son los poderosos que creen que una guerra puede ganarse. Ellos son los que salen en la televisión con grandes palabras para mentir sobre las conquistas que acabarán con las guerras, mientras les aplauden los cortesanos interesados y los necios confundidos. Ellos son los cobardes que no saben afrontar la paz. Ellos son quienes creen que se puede matar por Dios o por Alá, con la conciencia limpia. Ellos son los que construyen la Historia sobre montañas de cadáveres masacrados.

Ellos son los que luchan a muerte, de persona a persona, de familia a familia, de petrolera a petrolera, pero a través de tropas interpuestas, con innumerables víctimas civiles colaterales en conflictos interminables. Sadam trató de matar a Bush padre; Bush hijo encarcela a Sadam. Los mismos leviatanes de la misma hidra del Apocalipsis. Ellos son los mismos bárbaros desalmados, los eslabones perdidos de la Humanidad que siguen encadenándonos. No permitamos su engaño: desenmascaremos a todos los belicistas, a todos sus aliados, a todos sus cómplices, a todas sus patrañas de guerras como pretexto para la paz.

Manifestaciones y votos

Estamos los vascos y las vascas muy avezados en “manifas”. Nos gustan, nos va la marcha. Siempre hemos sido andarines y caminar, por el centro de las avenidas, es una afición que puede convertirse pronto en deporte autóctono. Hemos ido a centenares de “manifas”, sabemos portar pancartas, pasearnos cada sábado y domingo por rutas urbanas o rurales. Incluso podría tener éxito y tirada alguna publicación sobre “próximas manifas”, porque el calendario anual está tan repleto de convocatorias que las numerosas ferias escolares (de ikastolas y centros públicos principalmente) ya no encuentran domingo libre.

Al principio primaron los lemas políticos y ecologistas, el “No a Lemoniz” fue un hito, con medio millón que puso a prueba la resistencia del subsuelo bilbaíno. “Libertad”, “Amnistía”, “No a la OTAN”,… fueron dejando paso a un predominante monocultivo de “PAZ”, solicitada desde todos los ángulos, incluso en sus perspectivas cruzadas. La sociología de la denominada “izquierda abertzale” es, indudablemente, la que tiene más kilometraje en “marchas”, siendo habitual el promedio mínimo de una semanal con flota de autobuses incluida. Pero también otras sociologías comienzan a incorporarse, agregando turismo peninsular a las ciudadelas vascas. Aunque, para ser justos, la palma se la lleva el propio poder institucional vasco, el mismo gobierno vasco del nacionalismo democrático con su Lehendakari a la cabeza, con máxima capacidad de convocatoria. Si Ibarretxe lo pide, todo es posible en materia de “manifas”, reuniendo exhibiciones sin más límite que la capacidad de la urbe.

¡Vivan las exhibiciones callejeras!, siempre que sean festivas, respetuosas y sin alborotos. ¡Viva el turismo interior y exterior!, recomendándose una ruta más variada de lugares de manifestación, en comarcas menos habituales para sorprender agradablemente a nuestros participantes y visitantes con la belleza y organización de nuestros pueblos medianos y pequeños. Seguro que muchos de nuestros viajeros, los venidos de fuera, se han asombrado al ver que en Euskadi no hay trincheras, ni barricadas y que todo, incluso el clima meteorológico, es mucho más cálido de lo que les habían contado.

Aquí no sobra nadie, excepto ETA (El Traicionero Argumento), y todas las celebraciones con manifestación debieran quedar instituidas con regularidad, con banderines y meriendas, con gorros y globos. Vivan todos los lemas y eslóganes: Por la Independencia o por la Dependencia, por la Unión, la Separación o la Libre Adhesión, por la Monarquía o la República,… También las manifestaciones de defensa de lo propio, y las de “excusatio non petita, accusatio en manifa”.

¡Ah, pero las pancartas no sustituyen a las urnas para determinar la representatividad de una sociedad! La democracia se expresa con el derecho de reunión y de manifestación, pero las diferencias políticas se miden exclusivamente con los votos depositados en cada proceso electoral, correspondiendo a cada ciudadano una papeleta, sin ilegalizar opiniones políticas. Sí a las manifestaciones, a todas, pero también SÍ a las consultas populares donde se tasa y evalúa definitivamente y con precisión la opinión de un pueblo.

Perdón y pasión

Hemos de aprender a pedir perdón. Pido perdón por todos mis errores, por todo el daño que he causado, deliberada o involuntariamente, por egoísmo o por indiferencia. Perdonadme, os lo ruego. Recordad que al perdonar os asemejáis a Dios. ¡Perdón, os suplico! Dicen que el perdón es la mayor venganza y la única tolerable.

Contad con mi perdón, para todos, en todo, sin excepciones. Gracias incluso os doy, porque cuando me sentí dolido quizá me sirvió para aprender y para entender el sufrimiento mayor que yo os causaba con mi inconsciencia y con mi ligereza. Perdonadme también, por creer que podría perdonaros algo.

“Dios nos perdonará, porque ése es su oficio” dijo Heine, y Shakespeare que “el perdón es doblemente bendito, porque bendice al que lo da y al que lo recibe”. Si Dios nos perdonará, hagámonos un favor doble: Perdonémonos a nosotros mismos. Digamos “Me perdono”, después de pedir perdón a los demás. Todos necesitamos que nos perdonen mucho, y las lágrimas genuinas de arrepentimiento no sólo piden perdón, lo merecen. Perdón, y propósito de enmienda, porque es mejor aprender a no ofender que luego a solicitar piedad, que a menudo no repara todo el mal provocado.

Perdonar en comenzar a amar. El perdón es una decisión, no un sentimiento. Perdona a todos y perdónate también a ti mismo. Acéptate, reconócete y ámate, recuerda que siempre tendrás que vivir contigo mismo. Abandona el resentimiento hacia ti mismo y la crítica hacia los demás. No seas cómplice, ni siquiera juez, de lo que te disguste. No pierdas tu valioso tiempo con recriminaciones ajenas o propias. Asume tus responsabilidades, acepta tus dificultades y colabora en hacer el bien. Lo que deba suceder, sucederá. Que te encuentre activo, apasionado en un trabajo de ayuda a los demás, amando hasta donde tu corazón te permita. Pongamos pasión en la compasión.