Los lunes sentimos que la semana se hace muy larga... con sus siete días que se inician por cinco o seis laborables. Especialmente hoy, cuando comienza la jornada partida. Pero podemos utilizar un truco mental para vivirla, medirla y sentirla de forma diferente.
La semanas de siete días surge del ajuste astronómico, lo que se denota en castellano (y en otras lenguas europeas) por los nombres derivados de planetas, satélite o estrella. Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno... correspondiendo a los seis primeros días. Domingo proviene del latín "dies Dominicus" (día del Señor) por la cristianización, pero anteriormente fue el día del Sol (Solis dies). Sin embargo, la primitiva semana vasca, de origen pagano, parece que sólo tenía tres días, como se recoge en la denominación actual. Lunes, martes y miércoles se designan como astelehena (primero de la semana), asteartea (en medio de la semana) y asteazkena (el último de la semana).
Así podríamos inspirarnos para fragmentar la semana en tres partes casi iguales. Si el "fin de semana" para muchos afortunados es de dos días y medio, podríamos llamar "principio de semana" a un período similar: De lunes a miércoles a mediodía. Luego nos restaría el "centro de la semana", con sólo dos días, desde mediodía del miércoles al mediodía del viernes. ¿A que así se hace más llevadera la semana? ¡Que tengan un buen "principio de semana"!
0 comments:
Publicar un comentario