Dos amigos se encuentran y comienzan esta conversación.
-"Estoy afligido, tengo problemas familiares",... El otro le responde:
- "¿Tú crees que tienes problema familiares? Escucha mi situación. Hace unos años conocí a una viuda con una hija y me casé con la madre. Poco después mi padre se casó con mi hijastra. Eso hizo que mi hijastra se convirtiera en mi madrastra y mi padre en mi hijastro. También mi esposa se convirtió en suegra de su suegro. Entonces la hija de mi esposa, mi madrastra, tuvo un hijo. Este chico es mi medio hermano, porque es el hijo de mi padre, pero al ser el hijo de la hija de mi esposa, es el nieto de mi esposa. Esto me hace el abuelo de mi medio hermano. Esto no fue nada hasta que mi esposa tuvo un hijo. Ahora la hermana de mi hijo, mi madrastra, es también su abuela. Así, mi padre es cuñado de mi hijo, cuya cuñada es la esposa de mi padre. Soy el hermano político de mi madrastra, mi esposa es la propia hija de la tía, mi hijo es el sobrino de mi padre y yo soy mi propio abuelo. ¿Y tú piensas que tienes problemas familiares?".
Mostrando las entradas para la consulta esposa ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta esposa ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
La parábola de las naranjas
La parábola de las naranjas es una metáfora clásica del sabio consejo de Pítaco de Mitilene, "Hagas lo que hagas, hazlo bien" ("Whatever you do, do it well"). Se puede escuchar en el vídeo superior, Un relato breve sería el siguiente.
Había un joven que tenía la aspiración de trabajar para una empresa porque pagaba muy bien y era muy prestigiosa. Preparó su Curriculum Vitae y tuvo varias entrevistas. Al final le dieron un puesto de inicio. Entonces su aspiración la convirtió en su siguiente meta—un puesto de supervisor que le daría aún mayor prestigio y salario. De manera que completó las tareas que le daban. Llegaba temprano algunas mañanas y se quedaba tarde, para que el jefe viera que trabajaba jornadas largas.
Después de cinco años, se abrió un puesto de supervisor; pero, para tristeza del joven, otro empleado, que llevaba trabajando para la empresa sólo seis meses, obtuvo el puesto. El joven estaba muy enojado y fue al jefe para exigirle una explicación. El sabio jefe le dijo: “Antes de responder a tus preguntas, ¿me podrías hacer un favor?” “Sí, claro”, dijo el empleado. “¿Puedes ir a la tienda a comprarme unas naranjas? Las necesita mi esposa”. El joven aceptó y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó: “¿Qué clase de naranjas compraste?” “No sé”, respondió el joven. “Usted sólo dijo que comprara naranjas; y éstas son naranjas. Aquí tiene”. “¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, no estoy seguro”, fue la respuesta. “Usted me dio treinta dólares. Aquí está su recibo; y aquí tiene su cambio”. “Gracias”, dijo el jefe. “Ahora, por favor, toma asiento y presta mucha atención”.
Entonces el jefe llamó al empleado que había conseguido la promoción y le pidió el mismo favor. Aceptó sin reparos y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó, “¿Qué clase de naranjas compraste?”
“Bueno”, contestó, “la tienda tenía diferentes variedades—navelinas, Valencia, sanguinas, mandarinas y muchas más; y no sabía cuál de todas comprar; pero me acordé que dijo que su esposa necesitaba las naranjas, así que la llamé. Me dijo que iba a tener una fiesta y que iba a hacer jugo de naranja; por lo que le pregunté al señor de la tienda cuál de todas sería la mejor para hacer jugo. Me dijo que la naranja Valencia era muy jugosa y dulce, así que ésa es la que compre. Las dejé en su casa antes de volver a la oficina. Su esposa estaba muy contenta”.
“¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, ése fue otro problema. No sabía cuántas comprar, así que volví a llamar a su esposa y le pregunté a cuántas personas calculaba recibir. Dijo que 20. Así que le pregunté al de la tienda cuántas naranjas harían falta para hacer jugo para 20 personas; y eran muchas. Entonces le pregunté si me haría un descuento por cantidad, ¡y me lo hizo! Estas naranjas normalmente cuestan 75 centavos cada una, pero las pagué sólo a 50 centavos. Aquí tiene el cambio y el recibo”. El jefe sonrió y le dijo: “Gracias; ya se puede retirar”.
Miró al joven que había estado contemplando la conversación. El joven se levantó, bajó los hombros y dijo: “Entiendo lo que quiere decir”, mientras salía desanimado de la oficina.
Había un joven que tenía la aspiración de trabajar para una empresa porque pagaba muy bien y era muy prestigiosa. Preparó su Curriculum Vitae y tuvo varias entrevistas. Al final le dieron un puesto de inicio. Entonces su aspiración la convirtió en su siguiente meta—un puesto de supervisor que le daría aún mayor prestigio y salario. De manera que completó las tareas que le daban. Llegaba temprano algunas mañanas y se quedaba tarde, para que el jefe viera que trabajaba jornadas largas.
Después de cinco años, se abrió un puesto de supervisor; pero, para tristeza del joven, otro empleado, que llevaba trabajando para la empresa sólo seis meses, obtuvo el puesto. El joven estaba muy enojado y fue al jefe para exigirle una explicación. El sabio jefe le dijo: “Antes de responder a tus preguntas, ¿me podrías hacer un favor?” “Sí, claro”, dijo el empleado. “¿Puedes ir a la tienda a comprarme unas naranjas? Las necesita mi esposa”. El joven aceptó y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó: “¿Qué clase de naranjas compraste?” “No sé”, respondió el joven. “Usted sólo dijo que comprara naranjas; y éstas son naranjas. Aquí tiene”. “¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, no estoy seguro”, fue la respuesta. “Usted me dio treinta dólares. Aquí está su recibo; y aquí tiene su cambio”. “Gracias”, dijo el jefe. “Ahora, por favor, toma asiento y presta mucha atención”.
“¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, ése fue otro problema. No sabía cuántas comprar, así que volví a llamar a su esposa y le pregunté a cuántas personas calculaba recibir. Dijo que 20. Así que le pregunté al de la tienda cuántas naranjas harían falta para hacer jugo para 20 personas; y eran muchas. Entonces le pregunté si me haría un descuento por cantidad, ¡y me lo hizo! Estas naranjas normalmente cuestan 75 centavos cada una, pero las pagué sólo a 50 centavos. Aquí tiene el cambio y el recibo”. El jefe sonrió y le dijo: “Gracias; ya se puede retirar”.
Miró al joven que había estado contemplando la conversación. El joven se levantó, bajó los hombros y dijo: “Entiendo lo que quiere decir”, mientras salía desanimado de la oficina.
Whatever you do, do it well pic.twitter.com/41o3E7hJdN
— Farbod Saraf (@farbodsaraf) August 2, 2020
Hagas lo que hagas, ¡hazlo bien! https://t.co/2vb6pQxrGH— ⚡Mikel Agirregabiria💡 (@agirregabiria) August 2, 2020
39 años con la MEJOR ESPOSA: CARMEN
Los nombres de los meses y la brevedad de febrero
El calendario es un sistema de medida de tiempo utilizado para largos periodos y basado principalmente en una sucesión de actividades relacionadas con las estaciones del año, como la época de cosecha de distintos alimentos. Los calendarios iniciales eran lunares, se estructuraban en torno a las fases de nuestro satélite, como en el calendario musulmán. Pero se ajustaban mejor a las estaciones los calendarios solares o en función del sol como hacían en el Antiguo Egipto.
Se trata de una herramienta que ha acompañado al hombre desde hace mucho tiempo, siendo el calendario más antiguo encontrado uno que data del 8.000 a.C. y que medía el tiempo tanto por la luna como por el sol.
El calendario que ha llegado hasta nuestros días, como casi todo, es herencia del poderosos Imperio Romano. Originariamente, el calendario primitivo de Roma se dividía solamente en diez meses y no coincidía con los ciclos astronómicos. Los nombres que los romanos utilizaban para designar los meses del año tienen su origen en dioses, emperadores o números, y estos se han conservado en las lenguas inglesa, española, francesa, italiana y portuguesa.
El año romano original de Romulus, de diez meses porque los siguientes enero y febrero no valían ni para sembrar y, por tanto, ni se contaban, comenzaba con la primavera, con marzo.
MARZO. Proviene de Marte, dios de la guerra, porque en este mes con la primavera y el calor se iniciaban las campañas bélicas de las legiones romanas.
ABRIL. Procede del término griego afros, que significa espuma, de la que surgió Venus. Este mes se dedicó a la fertilidad.
MAYO. Es un homenaje a los mayores, ancianos o protectores del pueblo, ya que deriva de la palabra latina majorum, que significa seniors. Otros atribuyen su nombre a la diosa Maya, esposa de Vulcano, conocida también por Bona Dea. Representa la fertilidad, la castidad y la salud;. Su festival se celebraba por los romanos en el mes Maius.
JUNIO. Representado como un segador de heno, supone un homenaje a los jóvenes, ya que proviene del término latino 'junior'. También se dice que proviene del latín (mensis) Iunius 'mes de Juno'. Juno era la hermana y esposa de Júpiter. Representaba la feminidad y reunía los atributos que se le asignaban a esta en la sociedad tradicional, sobre todo, los de esposa y madre.
JULIO, o quintilis (quinto mes). El general Julio César le dio su nombre, ya que él nació en este mes. Debido a que era la época en que se llevaba a cabo la recolección del trigo, se representaba con un segador practicando esta faena agrícola. En un principio, comprendía 36 días pero fue cambiado a 31 por el rey Rómulo y reducido a 30 por el segundo rey de Roma Numa Pompilio, señalándose finalmente los 31 que tiene ahora por el dictador Julio César.
AGOSTO, o sextilis (sexto mes). Rinde homenaje al primer Emperador Augusto, que eligió este mes para que llevara su nombre debido a que fue cuando derrotó a Cleopatra y Marco Antonio, sus mayores enemigos. Inicialmente sextilis contaba un día menos que quintilis, pero para que un emperador no fuese menos que un general, se igualaron y ahora hay dos meses seguidos con 31 días.
SEPTIEMBRE. Como al principio ocupaba el séptimo lugar (septem, en latín), conservó su originaria denominación a pesar de haber pasado al noveno puesto. Diferentes escenas de vendimia representan este mes, dedicado al dios Vulcano.
OCTUBRE. En este caso, ha conservado también su nombre original de la época de Rómulo, del término latino october: octavo. Tanto la vendimia como la siembra, tareas de la época que marca, servían para simbolizarlo.
NOVIEMBRE. Mientras que su denominación ha perdurado desde que ocupaba el noveno lugar (november), sus días sufrieron cambios hasta la llegada de Augusto, quien los dejó en 30.
DICIEMBRE. A pesar de estar en el último puesto, se le sigue conociendo por la décima posición que ocupaba originalmente.
Fue Numa Pompilio, el segundo rey de Roma (715-672 a. de C.), quien adaptó el calendario al año solar según el modelo egipcio y le agregó los dos meses restantes al comienzo del año. Desde que Roma lo hiciera su calendario oficial, el modelo compuesto por doce meses se extendió por toda Europa y fue utilizado hasta el siglo XV, cuando hizo su entrada el calendario gregoriano.
ENERO. Éste fue el primer mes que se tuvo que añadir. Su nombre antiguo era Ianuro, en honor al dios Iano, que era el protector de puertas y entradas. A esta divinidad se la representaba con una vara y una llave.
FEBRERO. Incorporado en segundo lugar por Numa Pompilio, lo dedicó a Plutón o Februo, para que éste aplacara sus iras.
Los romanos teniendo la necesidad de alinear su calendario con las lunas, acabaron estableciendo años de 355 días y 12 meses. Fue entonces cuando se añadió al listado enero y febrero y, por pura superstición, pues querían que los días del año fuesen impares, se dejó a febrero solo con 28 días.
Los emperadores, conscientes del desajuste de los 355 días que había en su calendario respecto al Sol, llegaron a añadir días a placer haciendo que unos meses tuviesen más días que otros según sus propias necesidades.
Julio César, para superar esos cambios puntuales, en el año 45 a.C, pidió a Sosígenes de Alejandría, un calendario con 365 días y seis horas, la misma cifra que tenían los egipcios y que mejor se ajustaba al calendario solar.
Los nuevos diez días que hubieron de añadirse fueron repartiéndose de forma ordenada a cada uno de los meses del año empezando por el primero, marzo, hasta llegar al penúltimo, enero. Así, todos los meses sumaron un día más y pasaron de tener 29 días a 30 o de 30 a 31. La excepción fue febrero, que, por ser el último, no se llevó día extra y se ratificó como el mes más corto del calendario. Además, se estableció también que, con el objetivo de evitar el desajuste que existía respecto al año solar, cada cuatro años habría un año bisiesto.
Libre asociación conjugal
En 1977 mi esposa, Carmen, y yo firmamos un “proyecto de libre asociación” por mayoría absoluta de la mitad más uno.
Habíamos comenzado las negociaciones para la unión en 1973, pero necesitamos cuatro años para formalizar protocolariamente nuestras relaciones. En la década de los años ’80, la fusión originó algunas ampliaciones de nuestro mercado interno, en forma de dos nuevos miembros con clara vocación europea, como se demostró bien pronto. Todo ello produjo una notable ampliación de las lenguas oficiales, con sus correspondientes costos de aprendizaje, viajes e intercambios, pero nuestros idiomas de relación siguen creciendo notablemente.
Nuestro “proyecto libre y amistoso” es claramente asimétrico, lo que sin restar funcionalidad resulta plenamente satisfactorio para las dos partes contratantes. Hablando por mí mismo, dado que jamás asumiría que entiendo con claridad a mi esposa, sólo señalaría un inconveniente frente a las incontables ventajas en el reparto de funciones mutuas. Mi única objeción, que ya tras más de tres décadas he asumido exclusivamente con un resto de perplejidad más que de incomodidad, es que ella ha establecido cómo y cuándo repartirnos los papeles. Lo cierto es que creo que la división de poderes que instauró fue perfecta, dado que sólo me atribuye aquellas facultades poco comprometidas que mi escasa capacidad aconseja.
Dado que ella se ocupa de casi todo, para acabar antes relataré mis contadas ocupaciones. Tengo las competencias exclusivas en materias como transportista, taxista, porteador y arregla-todo, con licencia para toda la amplia familia. Lo cierto es que no sé reparar nada, pero soy ese personaje indispensable al que se llama para enseñar cualquier desperfecto tan pronto como se produzca: “¡Ven a ver lo que ha pasado…!”. Con el transcurrir de los años he aprendido a salir del paso, organizándome una completa agenda de persianeros, electricistas, fontaneros y carpinteros.
Mi consorte se ocupa de los ministerios de educación, sanidad, hacienda, turismo, comercio, agricultura, pesca y alimentación, temas sociales, vivienda y asuntos exteriores. Sólo algunas cuestiones menores de defensa, interior, cultura y economía son asunto conjunto del matrimonio. Mi rol en los asuntos económicos consiste en leer y cumplimentar todo el papeleo de impuestos, recibos y bancos, así como predicar (en el desierto) austeridad a la prole, mientras mi esposa se encarga de todo lo demás, incluido que yo no gaste en caprichos informáticos (el único vicio que se me conoce).
Lo mejor del reparto de funciones es que muy pronto alcanzamos una sintonía perfecta. Si suena el teléfono de noche, no es mi tema; pero sí lo es organizar el desayuno con el despertador matutino. Nuestros hijos son, en primera instancia, jurisdicción exclusiva de su madre, pero cuando ocasionalmente (durante su adolescencia) las cuestiones se ponían peliagudas, me tocaba torear a mí con los “miuras” hasta que volvían al redil. Mi singular método patentado era muy “sanfermineno”: corría delante (o detrás) de los díscolos hijos, nos perseguíamos furibundos hasta llevar a la plaza de toros (salón familiar) donde nos remansábamos y la señora de la casa nos daba a todos unos capotazos que la convertían en la triunfadora del festejo.
Ahora que está tan de actualidad, comenté con mi amada dueña si debíamos revisar nuestro “estatuto para la convivencia”. Con una sonrisa pícara, me pareció, zanjó la cuestión concluyendo que nuestra asociación ya nació libre y amistosa desde su origen, por lo que puede permanecer inmutable otro siglo más. A ella lo único que le preocupa son las futuras ampliaciones cosmopolitas o de comunidades culturalmente hermanables, pero de recia personalidad propia (también foral), que se vislumbran por el horizonte de nuestros retoños. ¿O no es así? Mejor sería que le preguntasen a ella, que nunca me entero demasiado bien.
Habíamos comenzado las negociaciones para la unión en 1973, pero necesitamos cuatro años para formalizar protocolariamente nuestras relaciones. En la década de los años ’80, la fusión originó algunas ampliaciones de nuestro mercado interno, en forma de dos nuevos miembros con clara vocación europea, como se demostró bien pronto. Todo ello produjo una notable ampliación de las lenguas oficiales, con sus correspondientes costos de aprendizaje, viajes e intercambios, pero nuestros idiomas de relación siguen creciendo notablemente.
Nuestro “proyecto libre y amistoso” es claramente asimétrico, lo que sin restar funcionalidad resulta plenamente satisfactorio para las dos partes contratantes. Hablando por mí mismo, dado que jamás asumiría que entiendo con claridad a mi esposa, sólo señalaría un inconveniente frente a las incontables ventajas en el reparto de funciones mutuas. Mi única objeción, que ya tras más de tres décadas he asumido exclusivamente con un resto de perplejidad más que de incomodidad, es que ella ha establecido cómo y cuándo repartirnos los papeles. Lo cierto es que creo que la división de poderes que instauró fue perfecta, dado que sólo me atribuye aquellas facultades poco comprometidas que mi escasa capacidad aconseja.
Dado que ella se ocupa de casi todo, para acabar antes relataré mis contadas ocupaciones. Tengo las competencias exclusivas en materias como transportista, taxista, porteador y arregla-todo, con licencia para toda la amplia familia. Lo cierto es que no sé reparar nada, pero soy ese personaje indispensable al que se llama para enseñar cualquier desperfecto tan pronto como se produzca: “¡Ven a ver lo que ha pasado…!”. Con el transcurrir de los años he aprendido a salir del paso, organizándome una completa agenda de persianeros, electricistas, fontaneros y carpinteros.
Mi consorte se ocupa de los ministerios de educación, sanidad, hacienda, turismo, comercio, agricultura, pesca y alimentación, temas sociales, vivienda y asuntos exteriores. Sólo algunas cuestiones menores de defensa, interior, cultura y economía son asunto conjunto del matrimonio. Mi rol en los asuntos económicos consiste en leer y cumplimentar todo el papeleo de impuestos, recibos y bancos, así como predicar (en el desierto) austeridad a la prole, mientras mi esposa se encarga de todo lo demás, incluido que yo no gaste en caprichos informáticos (el único vicio que se me conoce).
Lo mejor del reparto de funciones es que muy pronto alcanzamos una sintonía perfecta. Si suena el teléfono de noche, no es mi tema; pero sí lo es organizar el desayuno con el despertador matutino. Nuestros hijos son, en primera instancia, jurisdicción exclusiva de su madre, pero cuando ocasionalmente (durante su adolescencia) las cuestiones se ponían peliagudas, me tocaba torear a mí con los “miuras” hasta que volvían al redil. Mi singular método patentado era muy “sanfermineno”: corría delante (o detrás) de los díscolos hijos, nos perseguíamos furibundos hasta llevar a la plaza de toros (salón familiar) donde nos remansábamos y la señora de la casa nos daba a todos unos capotazos que la convertían en la triunfadora del festejo.
Ahora que está tan de actualidad, comenté con mi amada dueña si debíamos revisar nuestro “estatuto para la convivencia”. Con una sonrisa pícara, me pareció, zanjó la cuestión concluyendo que nuestra asociación ya nació libre y amistosa desde su origen, por lo que puede permanecer inmutable otro siglo más. A ella lo único que le preocupa son las futuras ampliaciones cosmopolitas o de comunidades culturalmente hermanables, pero de recia personalidad propia (también foral), que se vislumbran por el horizonte de nuestros retoños. ¿O no es así? Mejor sería que le preguntasen a ella, que nunca me entero demasiado bien.
Inolvidables Hermanos Marx
Citas de Groucho:
"Citadme diciendo que me han citado mal."
"Groucho: ¿Qué quiere? Enfermera: Tenemos que ver si tiene temperatura. Groucho: No sea tonta. Todo el mundo tiene temperatura." (Última broma de Groucho en su lecho de muerte - 1977)
"En esta industria, todos sabemos que detrás de un buen guionista hay siempre una gran mujer, y que detrás de ésta está su esposa."
"He disfrutado mucho con esta obra de teatro... especialmente en el descanso."
"No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos."
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros."
"Yo encuentro la televisión bastante educativa. Cuando alguien la enciende en casa, me marcho a otra habitación y leo un buen libro."
"Parad el mundo que me bajo."
"Conozco a centenares de maridos que volverían felices al hogar si no hubiera una esposa que les esperara. Quiten a las esposas del matrimonio y no habrá ningún divorcio."
"No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio."
"Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado."
"Nunca voy a ver películas donde el pecho del heroe es mayor que el de la heroína."
"Todo lo que soy se lo debo a mi bisabuelo, el viejo Cyrus Tecumseh Flywheel. Si aún viviera, el mundo entero hablaría de él... ¿Que por qué? Por que si estuviera vivo tendría 140 años."
"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."
"Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo."
"Inteligencia militar son dos términos contradictorios."
"El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio... si puedes simular eso, lo has conseguido."
"¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?"
"En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste."
"Cuando muera quiero que me incineren y que el diez por ciento de mis cenizas sean vertidas sobre mi representante."
"¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!... ¡Pero cuestan tanto!"
"Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo."
"El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución."
"Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntarselo. Y si responde "sí", entonces sabes que está corrupto."
"¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?"
"¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?"
"La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música."
"Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto cómo pudo ponerse mi pijama."
"He pasado una noche estupenda... pero no ha sido ésta."
"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados."
"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente."
"¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande."
"Soy tan viejo que recuerdo a Doris Day antes de que fuera virgen."
"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre. Y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer."
"No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo."
"Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria."
"Si sigues cumpliendo años, acabarás muriéndote. Besos, Groucho." (Felicitación de Groucho a un amigo)
"Bob, ya sabes que yo en ti sólo tengo confianza... y muy poca." (Frase de Groucho a Robert Dwan, director de su programa de TV "You Bet Your Life")
"Fui casado por un juez. Pero mejor debería haber pedido un jurado."
Frases y Diálogos de Groucho y sus Películas:
"- Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien."
"- Nunca olvido una cara, pero con usted voy a hacer una escepción."
"- ¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!" (El Hotel de los Líos - 1938)
"- Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en su favor." (El Conflicto de los Marx - 1930)
"- Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!" (Una Noche en la Ópera - 1935)
"- Estaba con esa mujer porque me recuerda a usted... sus ojos, su cara, su risa... todo me recuerda a usted... escepto usted." (Una Noche en la Ópera - 1935)
"- Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta." (Un Día en las Carreras - 1937)
"Groucho: ¿Quince mil dólares para nuestra obra? Con esa cantidad, al señor Davis no le importará escribir un papelito para esa joven. Davis: ¡No cambiaré ni una linea de la obra!... Shakespeare nunca cambió ni una linea. Groucho: Por que no debía mil doscientos dólares... Y no tendrá que cambiar nada, esa joven puede hacer uno de los mineros. Davis: ¿¡Pero cómo va a hacer de hombre una mujer!?. Groucho: ¡Señor Davis, haga el favor de no desviar la conversación hacia temas escabrosos!... Yo sólo produzco obras morales." (El Hotel de los Líos - 1938)
"- El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima." (El Hotel de los Líos - 1938)
"- No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual."
"- Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia..." (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
"- ¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta."
"Groucho: ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? Concursante: Amo a mi marido. Groucho: A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca." (Programa de TV "You Bet Your Life")
"M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana."
"- ¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más."
"- Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo." (Un Día en las Carreras - 1937)
"- ¡Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto!... Rápido, busque a un niño de cinco años, a mí me parece chino." (Sopa de Ganso - 1933)
"- No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡Y daremos la orden de disparar!" (Sopa de Ganso - 1933)
"- ¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas." (Sopa de Ganso - 1933)
"Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chofer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."
"- ¿Que esta mujer me prepara una encerrona?... ¡¡Oh!!, ¡que me encierren con ella!... ¡no podría ocurrirme nada mejor!" (Un Día en las Carreras - 1937)
"Camarero: ¡Oh!, el papel que me ofrecen es la oportunidad de mi vida. Les traeré la comida que me piden aunque esté prohibido. ¡Ahora mismo vuelvo!... ¡¡Por el arte!! Groucho y Chico dándose la mano: Ajajaaá. Davis: ¡He ahí un artista! Chico: ¡Ya lo creo que lo es, le he visto llevar doce platos a la vez!" (El Hotel de los Líos - 1938)
"- Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo nunca por sí misma."
"- Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl?" (Una Noche en la Ópera - 1935)
"Fiscal: Chicolini, ¿Cuando nació usted? Chicolini: No me acuerdo, no era más que un bebé." (Sopa de Ganso - 1933)
"Groucho (Maestro): ¡A ver, usted! -señalando al alumno Harpo- ¿Qué forma tiene el mundo? Harpo (Patsy): No sé. Maestro: Bueno. ¿Qué forma tienen mis gemelos? Patsy: Cuadrada. Maestro: No mis gemelos de diario; los que llevo los domingos. Patsy: Oh. Redonda. Maestro: Muy bien, entonces ¿qué forma tiene el mundo? Patsy: Cuadrada los días de diario y redonda los domingos." (Obra de teatro de los inicios de los Marx. "El Instituto" - 1911)
"Groucho (echando una nubecilla de humo): Bueno, y ¿cuántos hombres tiene en su ejército? Chico: Bueno, tenemos cien mil hombres. Groucho: No es justo, nosotros sólo tenemos cincuenta mil. Chico: Está bien. Les damos veinticinco mil y estamos en paz. Groucho: Eso es, al cincuenta por ciento... Y ¿cuántos batallones tienen? Chico: Bueno, tenemos dos batallones y un francés. Groucho: Me gustaría que siguiera usted trabajando para mí, para poder decirle que dimitiera. ¿Cómo van de caballería? Chico: Tenemos cinco mil hombres, pero ningún caballo. Groucho: Qué gracia, pues yo tengo cinco mil caballos y ningún hombre. Chico: Vale, pues que sus hombres monten nuestros caballos. Groucho: No es mala idea. Si sus caballos se cansan, pueden cabalgar a nuestros hombres para variar (Chico asiente). No me importa dejarle nuestros caballos, pero tiene que prometerme que van a hacer sus maniobras. Chico: Oh, claro. Tenemos maniobras de caballos todas las mañanas. ("Hielo quebrado", borrador de guión para "Sopa de ganso" - 1933)
"- ¿Hace muchos años vine a este país sin una moneda de cinco centavos en el bolsillo. Hoy [...] tengo una moneda de cinco centavos en el bolsillo. (Los Cuatro Cocos - 1929)
"Agente: Oiga, esta foto de su pasaporte no se le parece. Groucho: Bueno, tampoco se parece a usted. Agente: ¡Este hombre no tiene bigote! Groucho: Bueno, la barbería no estaba abierta esta mañana." (Pistoleros de Agua Dulce - 1931)
"Juez: Defensor Flywheel, ¿están listos sus testigos? Groucho: No señoría, y de eso me quejo. Sólo hay tres testigos y yo he pagado a ocho. Juez: ¿Cómo? Untando a los testigos, ¿eh? ¿Qué les dio? Chico: Pues claro. Les dio un tanto. Juez: ¿Que les dio qué? Chico: Un tanto. Un tanto por ciento de lo que pedían." (Flywheel, Shyster & Flywheel - 1932)
"Cliente: Señor, esta señora es mi esposa. ¡Debería usted avergonzarse! Groucho: Si esta señora es su esposa, ¡usted es el que debería avergonzarse!" (Una Noche en Casablanca - 1946)
"Groucho: ¿Le gustaría ver su nombre en un letrero luminoso? Carmen Miranda: ¿Por qué? ¿Es usted electricista? Groucho: No, pero tengo buenas conexiones (alzamiento de cejas de Groucho)" (Copacabana - 1947)
"Groucho: Imagine que es usted una famosa actriz, que conoce a alguien y se casa. ¿Estaría dispuesta a dejar su profesión de estrella para ser ama de casa y madre? Concursante: Si tienes los pies en el suelo se pueden combinar las dos cosas. Es lo que me gustaría hacer. Groucho: Bueno... si mantiene los pies en el suelo, nunca será madre...(Carcajadas del público y largo silencio sonriente de Groucho...)Groucho: A esto lo llaman desperdiciar negativo"(Programa de TV "You Bet Your Life")
"- ¡Hola chicas! Uhmmm, ya veo que no sólo tienen curvas las botellas... ¡Lulubelle! No te conocía viéndote de pie... (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
- Lulubelle, vayamos a algún sitio donde podamos estar solos. ¡Vaya, no parece haber nadie sobre este diván! (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
"Citadme diciendo que me han citado mal."
"Groucho: ¿Qué quiere? Enfermera: Tenemos que ver si tiene temperatura. Groucho: No sea tonta. Todo el mundo tiene temperatura." (Última broma de Groucho en su lecho de muerte - 1977)
"En esta industria, todos sabemos que detrás de un buen guionista hay siempre una gran mujer, y que detrás de ésta está su esposa."
"He disfrutado mucho con esta obra de teatro... especialmente en el descanso."
"No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos."
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros."
"Yo encuentro la televisión bastante educativa. Cuando alguien la enciende en casa, me marcho a otra habitación y leo un buen libro."
"Parad el mundo que me bajo."
"Conozco a centenares de maridos que volverían felices al hogar si no hubiera una esposa que les esperara. Quiten a las esposas del matrimonio y no habrá ningún divorcio."
"No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio."
"Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado."
"Nunca voy a ver películas donde el pecho del heroe es mayor que el de la heroína."
"Todo lo que soy se lo debo a mi bisabuelo, el viejo Cyrus Tecumseh Flywheel. Si aún viviera, el mundo entero hablaría de él... ¿Que por qué? Por que si estuviera vivo tendría 140 años."
"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."
"Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo."
"Inteligencia militar son dos términos contradictorios."
"El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio... si puedes simular eso, lo has conseguido."
"¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?"
"En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste."
"Cuando muera quiero que me incineren y que el diez por ciento de mis cenizas sean vertidas sobre mi representante."
"¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!... ¡Pero cuestan tanto!"
"Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo."
"El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución."
"Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntarselo. Y si responde "sí", entonces sabes que está corrupto."
"¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?"
"¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?"
"La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música."
"Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto cómo pudo ponerse mi pijama."
"He pasado una noche estupenda... pero no ha sido ésta."
"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados."
"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente."
"¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande."
"Soy tan viejo que recuerdo a Doris Day antes de que fuera virgen."
"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre. Y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer."
"No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo."
"Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria."
"Si sigues cumpliendo años, acabarás muriéndote. Besos, Groucho." (Felicitación de Groucho a un amigo)
"Bob, ya sabes que yo en ti sólo tengo confianza... y muy poca." (Frase de Groucho a Robert Dwan, director de su programa de TV "You Bet Your Life")
"Fui casado por un juez. Pero mejor debería haber pedido un jurado."
Frases y Diálogos de Groucho y sus Películas:
"- Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien."
"- Nunca olvido una cara, pero con usted voy a hacer una escepción."
"- ¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!" (El Hotel de los Líos - 1938)
"- Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en su favor." (El Conflicto de los Marx - 1930)
"- Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!" (Una Noche en la Ópera - 1935)
"- Estaba con esa mujer porque me recuerda a usted... sus ojos, su cara, su risa... todo me recuerda a usted... escepto usted." (Una Noche en la Ópera - 1935)
"- Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta." (Un Día en las Carreras - 1937)
"Groucho: ¿Quince mil dólares para nuestra obra? Con esa cantidad, al señor Davis no le importará escribir un papelito para esa joven. Davis: ¡No cambiaré ni una linea de la obra!... Shakespeare nunca cambió ni una linea. Groucho: Por que no debía mil doscientos dólares... Y no tendrá que cambiar nada, esa joven puede hacer uno de los mineros. Davis: ¿¡Pero cómo va a hacer de hombre una mujer!?. Groucho: ¡Señor Davis, haga el favor de no desviar la conversación hacia temas escabrosos!... Yo sólo produzco obras morales." (El Hotel de los Líos - 1938)
"- El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima." (El Hotel de los Líos - 1938)
"- No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual."
"- Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia..." (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
"- ¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta."
"Groucho: ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? Concursante: Amo a mi marido. Groucho: A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca." (Programa de TV "You Bet Your Life")
"M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana."
"- ¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más."
"- Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo." (Un Día en las Carreras - 1937)
"- ¡Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto!... Rápido, busque a un niño de cinco años, a mí me parece chino." (Sopa de Ganso - 1933)
"- No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡Y daremos la orden de disparar!" (Sopa de Ganso - 1933)
"- ¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas." (Sopa de Ganso - 1933)
"Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chofer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."
"- ¿Que esta mujer me prepara una encerrona?... ¡¡Oh!!, ¡que me encierren con ella!... ¡no podría ocurrirme nada mejor!" (Un Día en las Carreras - 1937)
"Camarero: ¡Oh!, el papel que me ofrecen es la oportunidad de mi vida. Les traeré la comida que me piden aunque esté prohibido. ¡Ahora mismo vuelvo!... ¡¡Por el arte!! Groucho y Chico dándose la mano: Ajajaaá. Davis: ¡He ahí un artista! Chico: ¡Ya lo creo que lo es, le he visto llevar doce platos a la vez!" (El Hotel de los Líos - 1938)
"- Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo nunca por sí misma."
"- Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl?" (Una Noche en la Ópera - 1935)
"Fiscal: Chicolini, ¿Cuando nació usted? Chicolini: No me acuerdo, no era más que un bebé." (Sopa de Ganso - 1933)
"Groucho (Maestro): ¡A ver, usted! -señalando al alumno Harpo- ¿Qué forma tiene el mundo? Harpo (Patsy): No sé. Maestro: Bueno. ¿Qué forma tienen mis gemelos? Patsy: Cuadrada. Maestro: No mis gemelos de diario; los que llevo los domingos. Patsy: Oh. Redonda. Maestro: Muy bien, entonces ¿qué forma tiene el mundo? Patsy: Cuadrada los días de diario y redonda los domingos." (Obra de teatro de los inicios de los Marx. "El Instituto" - 1911)
"Groucho (echando una nubecilla de humo): Bueno, y ¿cuántos hombres tiene en su ejército? Chico: Bueno, tenemos cien mil hombres. Groucho: No es justo, nosotros sólo tenemos cincuenta mil. Chico: Está bien. Les damos veinticinco mil y estamos en paz. Groucho: Eso es, al cincuenta por ciento... Y ¿cuántos batallones tienen? Chico: Bueno, tenemos dos batallones y un francés. Groucho: Me gustaría que siguiera usted trabajando para mí, para poder decirle que dimitiera. ¿Cómo van de caballería? Chico: Tenemos cinco mil hombres, pero ningún caballo. Groucho: Qué gracia, pues yo tengo cinco mil caballos y ningún hombre. Chico: Vale, pues que sus hombres monten nuestros caballos. Groucho: No es mala idea. Si sus caballos se cansan, pueden cabalgar a nuestros hombres para variar (Chico asiente). No me importa dejarle nuestros caballos, pero tiene que prometerme que van a hacer sus maniobras. Chico: Oh, claro. Tenemos maniobras de caballos todas las mañanas. ("Hielo quebrado", borrador de guión para "Sopa de ganso" - 1933)
"- ¿Hace muchos años vine a este país sin una moneda de cinco centavos en el bolsillo. Hoy [...] tengo una moneda de cinco centavos en el bolsillo. (Los Cuatro Cocos - 1929)
"Agente: Oiga, esta foto de su pasaporte no se le parece. Groucho: Bueno, tampoco se parece a usted. Agente: ¡Este hombre no tiene bigote! Groucho: Bueno, la barbería no estaba abierta esta mañana." (Pistoleros de Agua Dulce - 1931)
"Juez: Defensor Flywheel, ¿están listos sus testigos? Groucho: No señoría, y de eso me quejo. Sólo hay tres testigos y yo he pagado a ocho. Juez: ¿Cómo? Untando a los testigos, ¿eh? ¿Qué les dio? Chico: Pues claro. Les dio un tanto. Juez: ¿Que les dio qué? Chico: Un tanto. Un tanto por ciento de lo que pedían." (Flywheel, Shyster & Flywheel - 1932)
"Cliente: Señor, esta señora es mi esposa. ¡Debería usted avergonzarse! Groucho: Si esta señora es su esposa, ¡usted es el que debería avergonzarse!" (Una Noche en Casablanca - 1946)
"Groucho: ¿Le gustaría ver su nombre en un letrero luminoso? Carmen Miranda: ¿Por qué? ¿Es usted electricista? Groucho: No, pero tengo buenas conexiones (alzamiento de cejas de Groucho)" (Copacabana - 1947)
"Groucho: Imagine que es usted una famosa actriz, que conoce a alguien y se casa. ¿Estaría dispuesta a dejar su profesión de estrella para ser ama de casa y madre? Concursante: Si tienes los pies en el suelo se pueden combinar las dos cosas. Es lo que me gustaría hacer. Groucho: Bueno... si mantiene los pies en el suelo, nunca será madre...(Carcajadas del público y largo silencio sonriente de Groucho...)Groucho: A esto lo llaman desperdiciar negativo"(Programa de TV "You Bet Your Life")
"- ¡Hola chicas! Uhmmm, ya veo que no sólo tienen curvas las botellas... ¡Lulubelle! No te conocía viéndote de pie... (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
- Lulubelle, vayamos a algún sitio donde podamos estar solos. ¡Vaya, no parece haber nadie sobre este diván! (Los Hermanos Marx en el Oeste - 1940)
Anagnórisis y peripeteia, desde Ulises a Luke Skywalker
La anagnórisis (del griego antiguo ἀναγνώρισις, «reconocimiento») o agnición es un recurso narrativo que consiste en el descubrimiento por parte de un personaje de datos esenciales sobre su identidad, sus seres queridos o su entorno, ocultos para él hasta ese momento. La revelación altera la conducta del personaje y lo obliga a hacerse una idea más exacta de sí mismo y de lo que le rodea.
También se produce anagnórisis cuando un personaje principal revela su identidad hasta entonces oculta o velada a otros personajes secundarios cambiando así la relación, normalmente de un nexo débil o inexistente (un mendigo o simple huésped) hacia un nexo fuerte (el hijo de un enemigo que clama venganza, el retorno de un rey por largo tiempo ausente,...), produciendo un punto de giro en la historia que la hace avanzar hacia su desenlace.
Al regresar a Ítaca Ulises se presenta o revela hasta en diez ocasiones su identidad a sus seres queridos, puesto que sus rasgos físicos han sido cambiados por los dioses y el tiempo y no siempre le reconocen.
El término fue utilizado por primera vez por Aristóteles en su Poética. Aunque la anagnórisis es un recurso frecuente en muchos géneros, Aristóteles la describió en relación con la tragedia clásica griega, con la que está asociada de modo especial.
De acuerdo con Aristóteles, el momento ideal para la anagnórisis trágica es la peripecia (giro de la fortuna): en un momento crucial, todo se le revela y hace claro al protagonista, con efectos casi siempre demoledores. Por ejemplo, el descubrimiento por parte del héroe trágico de alguna verdad sobre sí mismo, otras personas, o de algunas acciones que significan que, ahora que las sabe, toda la trama cambia de dirección como resultado de su reacción a las noticias. La revelación de esta verdad (que ya era un hecho, pero el protagonista ignoraba) cambia la perspectiva y la reacción del héroe, que se adapta y se acomoda aceptando su destino y en consecuencia ayudando a que este ocurra.
Ejemplos: Edipo, rey de Tebas descubre que el verdadero origen de las plagas que asuelan su polis son causadas por él mismo al cumplir sin saberlo con el oráculo de Delfos: "Matarás a tu padre y te casarás con tu madre", con quien ha tenido cuatro hijos.
Un ejemplo clásico de anagnórisis en la tragedia griega se halla en el «Edipo Rey» de Sófocles, cuando Edipo se entera de que la persona que había matado era su padre y que su esposa es su madre. Otro caso especialmente emotivo es el de Ágave al final de «Las bacantes» de Eurípides, que llega a Tebas con lo que cree la cabeza de una fiera en su mano. A medida que el dios Dioniso se va retirando de su ser, comprende que se trata de su propio hijo, Penteo, al que ella y las demás bacantes han despedazado en una orgía de sangre.
En la comedia griega, la anagnórisis es también un recurso frecuente: en las obras de Menandro y sus imitadores latinos, abundan los personajes que han sido abandonados de pequeños y criados como miembros de una clase social inferior. Al entablar una relación con un personaje noble, su extracción humilde supone un estorbo; al final de la obra, se descubre por algún indicio (una marca de nacimiento, un objeto personal que la madre dejó junto al bebé) su verdadera identidad, y la pareja puede unirse felizmente en matrimonio.
En la épica griega tenemos un buen ejemplo de anagnórisis en los últimos cantos de la «Odisea», cuando Ulises vuelve a Ítaca, su patria, y varios personajes lo van reconociendo (su viejo perro Argos, su nodriza Euriclea, su hijo Telémaco, su padre Laertes,...), en una gradación que termina cuando su esposa Penélope, la más reacia a aceptar la revelación, lo somete a una última prueba para confirmar su identidad.
En la literatura española, la anagnórisis es moneda corriente en las novelas de caballerías, el teatro barroco (p. ej. «La dama duende», de Pedro Calderón de la Barca) y el drama romántico. Y también está presente en La gitanilla y en varias de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.
En la literatura inglesa renacentista, William Shakespeare también utiliza las características asociadas a este término en sus obras dramáticas, específicamente en sus tragedias. A pesar del momento de anagnórisis, de reconocimiento, todo acaba mal por el hecho de la inclusión del fatalismo, propio de las obras trágicas.
En la literatura prehispánica, específicamente en el drama Ollantay encontramos una hermosa anagnórisis cuando el inca Túpac Yupanqui encuentra a Cusi Coyllur, prisionera, y reconoce que ella es su hermana.
El ejemplo más moderno sería en el episodio V de la Saga cinematográfica de Star Wars: Cuando Darth Vader revela a Luke Skywalker que él es su padre, la trama pasa de ser una batalla entre el bien contra el mal a ser un conflicto existencial del protagonista entre su deber de luchar contra el mal o redimir a su padre caído.
La peripeteia (en griego antiguo, περιπέτεια) o peripecia es el acontecimiento de una trama que supone un punto de inflexión, un giro en la suerte de los personajes. Este término especialmente se aplica a las obras dramáticas. Dicha historia se presenta como una adversa y repentina que sucede accidentalmente y sin previo aviso, lo cual provoca un cambio en la situación actual que se vive en lo relatado.
En las tragedias supone el punto en el que la trama toma el cariz propiamente trágico, es decir, el punto de inflexión en el que la suerte del héroe protagonista se trunca y comienzan las desgracias que le llevarán inevitablemente a un final desdichado.
Aristóteles define la Peripeteia como «un cambio por el cual la acción gira hacia su opuesto, sujeto siempre a nuestra regla de probabilidad o necesidad». Según Aristóteles, la peripecia, junto con el descubrimiento, es la más efectiva cuando se trata de drama, particularmente tragedia: «la mejor forma de Descubrimiento es aquella que asiste a Peripeteia, como la que conduce al Descubrimiento a Edipo».
La peripeteia incluye cambios en el personaje, además de cambios externos. Por ejemplo, si un personaje pobre y oscuro se ha vuelto rico y famoso, ha sufrido una peripeteia, incluso si su personaje sigue siendo el mismo.
La peripeteia o peripecia se distingue de la anagnorisis o agnición, cuando un personaje descubre una información que previamente ignoraba. Esta distinción proviene de la Poética, que consideró que la anagnórisis, que lleva a la peripeteia, un aspecto superior de la tragedia.
Dos de estas obras son Edipo Rey, donde la información proporcionada por el oráculo de Delfos (que Edipo mató a su padre y se casó con su madre) provocó la muerte de su madre, Yocasta y su propia ceguera y exilio, e Ifigenia entre los tauros, donde Ifigenia se da cuenta de que los extraños que ella debe sacrificar son su hermano y su amigo, lo que resultó en que los tres escaparan de Tauris. Consideró estas tramas complejas y superiores a las simples sin anagnórisis ni peripeteia, como cuando Medea decide matar a sus hijos sabiendo que lo son y aun así lo hace. Aristóteles identificó a Edipo Rey como la principal obra para ejemplificar la peripecia.
Despedidas, película sobre la que debatiremos en NagusIkas
Trailer para animar a ver la película completa "Despedidas" o "Violines en el cielo" (Departures, en inglés, Okuribito, en japonés) en el vídeo siguiente.
Segunda Videoconferencia organizada por Nagusiak Bizkaia.
Miércoles 18 de noviembre de 2020 a las 17:00 horas
Okuribito (en japonés おくりびと, El que despide) es una película dramática dirigida por el cineasta japonés Yōjirō Takita, protagonizada por Masahiro Motoki, Ryōko Hirosue y Tsutomu Yamazaki y estrenada en 2008.
Su trama describe la historia de un joven llamado Daigo y su trabajo como preparador de cadáveres en una funeraria. Es conocida en español por varios títulos diferentes: Despedidas, Final de partida, La felicidad de vivir y Violines en el cielo.
Kundō Koyama redactó el guión basándose en el libro Coffinman, de Aoki Shinmon. La producción tuvo dificultades para obtener financiamiento y debió cumplir ciertas restricciones para rodar la película, debido a los prejuicios de la sociedad japonesa respecto a la muerte, considerada una fuente de contaminación espiritual.
No fue exhibida en salas de cine de Japón sino hasta después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Montreal en agosto de 2008, en el que recibió el «Gran Premio del Jurado». Más tarde, se estrenó en otros países y recaudó un total de 69,9 millones de dólares.
La crítica destacó las actuaciones y dirección, así como la combinación de humor y drama de la historia. No obstante, hubo quienes estuvieron en desacuerdo con su duración y con el grado de emotividad y predictibilidad del argumento.
En febrero de 2009, la Academia Japonesa de Cine la distinguió como la «Mejor película del año», además de que resultó triunfadora en la categoría «Mejor película de habla no inglesa» de los premios Óscar de 2008, lo cual marcó un hito en la industria cinematográfica japonesa, que nunca antes había obtenido ese galardón.
Dura, conmovedora y llena de tristes escenas este gran filme, "Despedidas" . Hermosa banda sonora del maestro Joe Hisashi. Oscar a la mejor película extranjera 2008. Maravilloso y profundo mensaje sobre el Adiós, de nuestros seres queridos...Honor y Belleza, magistralmente representados de un momento tan importante para cada Ser.
Daigo Kobayashi, antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataúd y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá en este ritual de muerte la chispa vital que le faltaba a su propia existencia.
Ponente: Dr. Francisco Doñate Oliver (véase su amplísimo currículum vitae).
Cumpleaños de Carmen
Progresión pacifista
Este mismo año 2005 se podría alcanzar la Paz en todo el mundo mediante una simple cadena humana de compromiso.
Según el Libro Guinness, la adivinanza más antigua se remonta al año 1650 a.C. durante la dinastía egipcia de Amosis I. Fue recuperada por el matemático Fibonacci hacia el año 1200, 28 siglos después a través de la cultura romana. Una versión actualizada del célebre cuento de Mamá Gansa que cambia la ciudad de Roma por St. Ives, enunciaría el acertijo así: Cuando iba hacia la ciudad me crucé con un hombre que llevaba siete esposas, cada esposa transportaba siete mulas (o sacos), cada mula acarreaba siete gatas y cada gata tenía siete gatitas. Gatitas, gatos, mulas y esposas, ¿cuántas se dirigían hacia la ciudad?
Obviamente la respuesta es cero o uno, en el caso de que el narrador sea una esposa, dado que el resto venían en dirección contraria. En caso de contabilizar cuántos se encuentran, además del narrador, el resultado es la suma de una progresión geométrica: 7 esposas + 49 (7x7) mulas + 343 (49x7) gatas + 2.401 (343 x7) gatitas. En total, 2.800 seres vivos.
La leyenda más conocida sobre sucesiones geométricas, donde cada elemento surge del anterior al multiplicarlo por un factor constante, relata la inteligencia del inventor del ajedrez, supuestamente un sacerdote hindú llamado Sessa. Cuenta que un emperador, fascinado por el juego, le ofreció a su descubridor lo que quisiera. Éste le contestó que se conformaba con un grano de trigo por la primera casilla del tablero, dos por la segunda, cuatro por la tercera, e ir doblando la cantidad hasta la casilla 64 del tablero. El monarca ordenó a su visir que calculara el premio solicitado, quien comprobó que era imposible cumplir el deseo, ya que habrían de reunir 18.446.744.073.709.551.615 granos. Esta cantidad, sabiendo que un kilogramo de arroz son unos 25.000 granos, equivaldría a la actual producción mundial de trigo (600 millones de toneladas anuales) recogida durante 1.230 años. La fórmula que se aplica es Suma = a1 . (rn-1) / (r-1), donde a1 es el primer elemento de la progresión, r la razón de crecimiento y n los elementos que se suman.
Las series geométricas también se aplican en los “sistemas en cadena” con objetivos de “ventas multinivel” o incluso en “estafas piramidales”. Son fórmulas que crean una red donde un primer miembro inaugural recluta a varios del siguiente nivel, los cuales deben seguir la cadena sucesivamente, remitiendo dinero o postales a los antecesores de varios grados anteriores. Hace muchas décadas se generalizó en Estados Unidos con el envío de un centavo por correo, hasta el punto de que hubo de prohibirse el envío de dinero por vía postal por la saturación que se produjo, que benefició únicamente a los promotores de la cadena.
Estos métodos obviamente sólo multiplican el dinero o las cartas para los primeros escalones de la progresión, que recogen de varios miembros de menor nivel, todos los cuales no podrán conseguir la misma suerte porque la cadena no es infinita. Pero la fórmula funciona y con efecto milagroso si de lo que se trata es de buscar adhesiones a una causa justa. Por ejemplo, para declararse pacifista a ultranza.
Si cada uno de nosotros, cuando le llegue la cadena consiguiese que dos personas más se comprometiesen en el plazo de una semana a implicarse en este plan, antes de finalizar el verano de este año 2005 todo el planeta Tierra estaría en paz permanente. Hoy, día 1 de enero de 2005, comenzaremos la campaña, con dos nuevos socios pacifistas. El esfuerzo de cada uno será únicamente incorporar dos nuevos socios en siete días y habrá concluido, pero la próxima semana ya seremos tres. Esos dos socios, durante su semana conseguirán otros dos cada uno, y la tercera semana sumaremos siete. Al llegar a febrero, si nadie falla, acumularemos 31 pacificadores. A primeros de marzo seremos 511 residentes de mi vecindario los que apostemos por la paz. En abril, 8.191 habitantes de mi barrio nos habremos comprometido en el empeño. A primeros de mayo, todo mi municipio y parte de otro, sumaremos 131.071 pacifistas. El 1 de junio seremos más de cuatro millones los pacifistas, un pequeño país entero. En Julio, pasaremos de 67 millones, equivalentes a toda Turquía, por ejemplo. A primeros de Agosto seremos dos o tres continentes con 2.147 millones de habitantes no belicosos, la mitad de la Humanidad. Antes del 15 de Agosto, todos los seres humanos habremos decidido ser pacíficos con esta utopía, que algún día se alcanzará. ¡Feliz 2005, que ojalá sea el año de la Paz!
Ponme a dormir
Una clave familiar que mide la felicidad y el éxito alcanzados dentro de un hogar.
Pasados los años, se llega a descubrir cuáles son las vivencias más significativas y gratificantes de una vida. Una de mis favoritas entre las más felices y repetidas es despertar de madrugada. En plena oscuridad ir recobrando la percepción del entorno: sentir la presencia de mi esposa apoyada en mi hombro y brazo izquierdos, sus pies junto a los míos, su respiración sosegada y su sueño sereno.
El juego del despertar incluye desde hace pocos años una adivinanza de saber dónde estamos: Si en nuestro hogar de Getxo o en la casa de Alicante. El colchón es similar y no vale palpar el cabezal o el borde de la cama, ni apurar la memoria del día anterior. El truco es tratar de acertar sin abrir los ojos, por algún leve ruido como la lluvia exterior en los ventanales o el tráfico lejano. Entonces comprendo si estamos de vacaciones o durante el curso, pero eso no importa demasiado, cuando se está entre personas amadas.
Luego sigue la preocupación por nuestros hijos: ¿Estarán en sus cuartos de al lado, o en su residencia de estudios? ¿Han de madrugar? ¿El pequeño que estudia lejos parecía feliz en su última llamada? ¿Los abuelos qué tal estaban según la conversación de cada noche? ¿Y el resto de la amplia familia? Cuando el repaso indica que todo parece estar en orden, casi inmejorablemente, no cabe mayor felicidad.
Todo este sosiego lo atribuimos a un lema familiar que les enseñamos a nuestros hijos. Cuando la mayor nació, su precocidad con el habla -en distintos idiomas porque uno le parecía poco- fue impactante. Ella recreó la expresión de "ponme a dormir", que incluía rezar sus oraciones, arroparla con su peluche del momento, leerle o contarle un cuento con precisión milimétrica para evitar inexactitudes, debatir con ella el desenlace de la historia, darle un beso y velar un buen rato mientras parecía dormir… pero estaba al acecho para evitar quedarse sola hasta que Morfeo la acunase, siempre con una tenue luz en su cuarto.
Ahora que pasamos más tiempo solos, mi esposa ha recupero el mimoso lema de "ponme a dormir". No en vano hemos compartido juntos nuestras vidas desde que éramos unos críos, ella de 18 años y yo de 20. Definitivamente es fácil compartir la idea de que sentirse querido es la sensación más humana que se puede experimentar. No existe mayor aprecio interpersonal que saberse querido en el seno de una familia, por parte de los padres, de la pareja, de los hijos, de los hermanos, de los familiares propios y políticos. La verdadera medida del éxito público en la vida, donde también la estima de colaboradores, colegas y superiores es decisiva, se determina por la dimensión del triunfo íntimo dentro del propio hogar.
Versión original en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/ponme.htm
Pasados los años, se llega a descubrir cuáles son las vivencias más significativas y gratificantes de una vida. Una de mis favoritas entre las más felices y repetidas es despertar de madrugada. En plena oscuridad ir recobrando la percepción del entorno: sentir la presencia de mi esposa apoyada en mi hombro y brazo izquierdos, sus pies junto a los míos, su respiración sosegada y su sueño sereno.
El juego del despertar incluye desde hace pocos años una adivinanza de saber dónde estamos: Si en nuestro hogar de Getxo o en la casa de Alicante. El colchón es similar y no vale palpar el cabezal o el borde de la cama, ni apurar la memoria del día anterior. El truco es tratar de acertar sin abrir los ojos, por algún leve ruido como la lluvia exterior en los ventanales o el tráfico lejano. Entonces comprendo si estamos de vacaciones o durante el curso, pero eso no importa demasiado, cuando se está entre personas amadas.
Luego sigue la preocupación por nuestros hijos: ¿Estarán en sus cuartos de al lado, o en su residencia de estudios? ¿Han de madrugar? ¿El pequeño que estudia lejos parecía feliz en su última llamada? ¿Los abuelos qué tal estaban según la conversación de cada noche? ¿Y el resto de la amplia familia? Cuando el repaso indica que todo parece estar en orden, casi inmejorablemente, no cabe mayor felicidad.
Todo este sosiego lo atribuimos a un lema familiar que les enseñamos a nuestros hijos. Cuando la mayor nació, su precocidad con el habla -en distintos idiomas porque uno le parecía poco- fue impactante. Ella recreó la expresión de "ponme a dormir", que incluía rezar sus oraciones, arroparla con su peluche del momento, leerle o contarle un cuento con precisión milimétrica para evitar inexactitudes, debatir con ella el desenlace de la historia, darle un beso y velar un buen rato mientras parecía dormir… pero estaba al acecho para evitar quedarse sola hasta que Morfeo la acunase, siempre con una tenue luz en su cuarto.
Ahora que pasamos más tiempo solos, mi esposa ha recupero el mimoso lema de "ponme a dormir". No en vano hemos compartido juntos nuestras vidas desde que éramos unos críos, ella de 18 años y yo de 20. Definitivamente es fácil compartir la idea de que sentirse querido es la sensación más humana que se puede experimentar. No existe mayor aprecio interpersonal que saberse querido en el seno de una familia, por parte de los padres, de la pareja, de los hijos, de los hermanos, de los familiares propios y políticos. La verdadera medida del éxito público en la vida, donde también la estima de colaboradores, colegas y superiores es decisiva, se determina por la dimensión del triunfo íntimo dentro del propio hogar.
Versión original en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/ponme.htm
Taller de Teatro Anima Eskola
Hemos disfrutado en la Sala Cúpula del Teatro Arteria Campos Elíseos con varias obras de Antón Chéjov representadas por el Taller de Teatro Anima Eskola que dirige Algis Arlauskas. Su esposa Marina Shimanskaya (ver en Wikipedia) ha sido la directora de estas "Obras breves".
Se han interpretado las siguientes obras, con el cuadro de actores y actrices que se indican:
Se han interpretado las siguientes obras, con el cuadro de actores y actrices que se indican:
- "El aniversario", con Urko Herrera como Schipuchin, Amaia de la Sen Jiménez (foto) como Tatiana, Herminia Diego com Merchutkina y Alfonso Jara como Jirin. Grabación completa y otro vídeo desde diferente perspectiva.
- "La cotorra", con Dámaso Calvo Pérez-Solero como Marido y Amaiur Macías Aranbarri como Esposa. Grabación íntegra y parte desde otro ángulo.
- "La pedida de mano" con Dámaso Calvo Pérez-Solero comoLómov, Cristina como Natalia y Alfonso Jara como Chubokov. Grabación completa en tres vídeos (1º, segunda parte y tercera parte final).
- "Una personalidad enigmática" con Javier del Valle como El Joven Escritor y Conchi Presa como La Dama. Retazo en vídeo.
- "El oso" con Javier del Valle comoSmírnov, Tatiana San Pedro Kesian (foto) como Elena y Urko Herrera como Luka. Fragmento en vídeo.
Secuencia con 11 vídeos en alta definición HD de las obras representadas.
Álbum con 40 fotos.
¡Adiós a las cabinas telefónicas en 2022!
Las cabinas telefónicas han dejado de formar parte del sistema universal de telecomunicaciones de España desde el 1 de enero de 2022. Transcurrido casi el primer mes de este año, se puede comprobar cómo ya han desaparecido en muchas localidades y grandes ciudades del país. Quedan once meses por delante para que las 14.800 cabinas telefónicas que aún quedan desaparezcan totalmente a finales de este año. Telefónica desmantelará este icono del siglo XX a lo largo de este año, ya que en su totalidad reciben menos de una llamada semanal.
Tras varias moratorias, el desmantelamiento cambiará el perfil de nuestras calles y quedarán en el olvido millones de historias en torno al teléfono con cable.
Durante casi un siglo, las cabinas han formado parte de nuestro paisaje urbano. De hecho, durante algún tiempo fueron imprescindibles para comunicarse desde la calle.
Hoy, en cambio, acumulan telarañas, grafitis y anuncios. Muchas de ellas han sido además vandalizadas, y ni siquiera tienen terminal.
Los municipios pueden contactar a través de Telefónica, pedir la cesión de la cabina y reconvertirla en un punto de información digital con WiFi, carga de móvil...".
Las cabinas comenzaron a instalarse en España en 1961. La primera ciudad que contó con ellas fue Madrid, tras ella Barcelona y después, ya en 1962, llegaron a Bilbao y Burgos, entre otras ciudades. Finalizó la penetración completa en el país en 1968, cuando aparecieron en ciudades como Logroño o Vitoria.
Por un bajo precio, cualquiera podía llamar a quien quisiera lejos del control familiar. También fueron una magnífica solución para aquellos ciudadanos que por entonces emigraban a Cataluña, Madrid o País Vasco. El elevado precio del servicio telefónico en el hogar no era asequible para aquellas gentes que buscaban la bonanza económica lejos de sus hogares.
Las cabinas telefónicas ofrecían la oportunidad de continuar en contacto con las familias que habían quedado en Extremadura, Galicia o Castilla.
Muchas veces los usuarios debían esperar largos periodos de tiempo para poder hablar, pero la espera merecía la pena.
Es necesario recordar que las primeras cabinas solo permitían llamar a abonados que estuvieran en la misma localidad o ciudad que aquel que efectuaba la llamada. Fue necesario esperar hasta 1970 para disponer de cabinas que permitieran realizar llamadas entre dos localidades diferentes. Desde las cabinas telefónicas también se pudo llamar desde entonces a destinos internacionales.
El método de pago de las llamadas fue poco a poco evolucionando. Desde las fichas que se utilizaban los primeros años se llegó a las monedas que las cabinas tragaban en muchos casos sin control. En los últimos años, las modernas aceptaban tarjetas prepago.
También los modelos de cabinas experimentaron una evolución a lo largo de los años. De las primeras cabinas altas y grises se pasó poco después a los cómodos modelos azules que se instalaron los últimos años. En ellas, las puertas que guardaban la conversación habían desaparecido y era obligatorio hablar sin ninguna protección.
El viernes 4 de diciembre de 1998, Euskaltel instaló en Las Arenas - Getxo, la primera cabina telefónic (ver post). Era primera cabina pública de España ajena a Telefónica cuando Euskaltel (que había iniciado sus actividades el 23-1-98) se adelantó a su socia Retevisión e inauguró el primer teléfono público de España que no pertenecía a Telefónica. José Luis Larrea, Presidente del segundo operador vasco, estrenó la cabina. Para llamar desde las cabinas de Euskaltel, con formas redondeadas y que se gestionaban por energía solar y electricidad, había una tarifa mínima de 15 pesetas para las llamadas urbanas y 30 para las provinciales, no era necesario usar el prefijo 050 y las comunicaciones competían siendo entre un 15% y un 20% más baratas que las del primer operador.
Alrededor de 1998 comenzaron a aparecer los primeros teléfonos móviles y con ellos las primeras compañías telefónicas que vendían aquellos primigenios terminales muy básicos en cuanto a servicios.
Los teléfonos móviles experimentaron una rápida y completa evolución en cuanto a modelos, cada vez más económicos y con mayores prestaciones. Esto trajo dos inmediatas consecuencias: el desuso de los teléfonos fijos que la mayoría de los españoles tenían en sus domicilios y de las cabinas telefónicas.
Las cabinas dejaron poco a poco de ser utilizadas. No podían competir con la comodidad que proporcionaba los teléfonos móviles. Un cúmulo de historias y sensaciones que quedarán en la memoria de algunos ciudadanos. Sería una buena idea que algún museo institución se hiciera cargo de estas particulares piezas de nuestra historia para que su recuerdo no desaparezca.
El inventor de las cabinas que casi todos hemos conocido se llama William Gray. En 1889, era un empresario escocés emigrado a Estados Unidos. Una noche de 1887, su esposa enfermó y él recorrió las casas de todos sus vecinos pidiendo un teléfono para avisar al médico. Nadie pudo ayudarle porque era una época en la que el teléfono aún no estaba desarrollado en los pequeños pueblos estadounidenses. Por fortuna, su esposa se recuperó de su enfermedad y Gray comenzó a pensar en la posibilidad de disponer de un teléfono público en la calle.
La cabina, un mediometraje de 1972 tan inquietante como inolvidable, y enlace a un vídeo recopilatorio de AT&T.
VIII Cita GetxoBlog con Julen Iturbe-Ormaetxe
Hemos convocado, como todas las actividades de GetxoBlog con entrada libre, la Octava Cita GetxoBlog con Julen Iturbe-Ormaetxe, el blogger de "Consultoría Artesana en Red". Será el sábado 26 de enero de 2013 de 17:00-19:00 en el Centro de Conocimiento de BiscayTIK, ubicado en la finca de Bake Eder, c/ Zugazarte, 32, Getxo, cerca de Metro Areeta (acceso).
En la actualidad Julen Iturbe-Ormaetxe es consultor independiente, creador del proyecto Consultoría Artesana en Red. También es docente e investigador en Enpresagintza, Facultad de Empresariales de Mondragón Unibertsitatea y en MIK desde 2003.
En la actualidad Julen Iturbe-Ormaetxe es consultor independiente, creador del proyecto Consultoría Artesana en Red. También es docente e investigador en Enpresagintza, Facultad de Empresariales de Mondragón Unibertsitatea y en MIK desde 2003.
Con el formato habitual de una exposición inicial seguida de un debate, Julen Iturbe-Ormaetxe nos propone como título "Conversaciones alrededor de un blog". Julen es el [alma] pater y primer miembro (honor irrepetible) del colectivo Aprendices, blogger de post diario tempranero y uno de los más reconocidos consultores de la blogosfera vasca. Célebre por sus presentaciones sobrias e impactantes, lo mismo se le encuentra de trabacaciones con su bicicleta TRW o con sus lecturas acompañado de otra reconocida blogger, su esposa Noemí Pastor (Boquitas pintadas).
Es una de las esperadas Citas Getxoblog (ver en el wiki de GetxoBlog) esta que anunciamos con el ponente Julen Iturbe-Ormaetxe, que es un habitual de GetxoBlog, al igual que Noemí. Más entradas con crónicas sobre las siete precedentes Citas GetxoBlog.
Imagen exterior de Bake Eder, BiscayTIK, en una de cuyas sus salas nos reuniremos.
Formulario retirado, una vez finalizado el plazo de inscripción..
Suscribirse a:
Entradas (Atom)