“Érase una vez una bella casa donde vivían un padre con sus tres hijas. El padre era viudo. Poseían muchas tierras y también abundantes viñedos y criados. Las tres hijas vivían placenteramente, sin necesidad de trabajar. Cosías, bordaban y, muchas veces, pasaban el tiempo viendo sus tierras.
Las tres hijas discutían frecuentemente entre sí y, a veces, el padre también tomaba parte en dichas disputas.
Una vez, mientras comían, se produjo una gran discusión acerca de la necesidad o no de la sal. Como en todas las disputas, el padre y las dos hijas mayores se ponían de una parte y la más joven (Marixor, la cenicienta vasca) de otra. Discutieron sobre el padre o la sal, cuál de estos dos era más necesario en nuestro mundo.
-El padre es muy necesario -decía la hija más joven- pero, en mi opinión, la sal lo es más. En este mundo se puede vivir sin padre, pero no sin sal.” [Escuchado a Xabier Etxaniz Erle, en una charla sobre Literatura Infantily Juvenil, 25-4-2007. Vídeo de Nako Cadierno (ACEX).] Una foto de la presentación del evento presentado p0r Paco Palacios.
Las tres hijas discutían frecuentemente entre sí y, a veces, el padre también tomaba parte en dichas disputas.
Una vez, mientras comían, se produjo una gran discusión acerca de la necesidad o no de la sal. Como en todas las disputas, el padre y las dos hijas mayores se ponían de una parte y la más joven (Marixor, la cenicienta vasca) de otra. Discutieron sobre el padre o la sal, cuál de estos dos era más necesario en nuestro mundo.
-El padre es muy necesario -decía la hija más joven- pero, en mi opinión, la sal lo es más. En este mundo se puede vivir sin padre, pero no sin sal.” [Escuchado a Xabier Etxaniz Erle, en una charla sobre Literatura Infantily Juvenil, 25-4-2007. Vídeo de Nako Cadierno (ACEX).] Una foto de la presentación del evento presentado p0r Paco Palacios.
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