Romanos en el diseño del transbordador espacial

En el transbordador espacial (Space Shuttle Challenger) de la NASA, los propulsores de combustible sólido, encendidos en la foto, le proporcionan el empuje inicial para alcanzar la "velocidad de escape" de la atracción terrestre. 

Fueron diseñados por la empresa Thiokol en Utah sabiendo que los grandes depósitos serían enviados por tren hasta Cabo Cañaveral, pasando bajo las Montañas Rocosas, por lo que hubieron de limitar su anchura a la de este túnel, sólo un poco más ancho que las vías (4 pies y 8,5 pulgadas, ó 1.435 mm). Estas medidas las impusieron los primeros ingenieros ingleses en EE.UU., que -a su vez- provenían de los carruajes, cuya anchura se ajustaba a las calzadas romanas,... atendiendo al ancho del trasero de una pareja de caballos. 

¡Para que luego digan que la Historia, y hasta la Naturaleza, no condicionan el futuro!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

han reparado con 4.200 parches los tanques del atlantis.

El 'Atlantis', parcheado pero listo para despegar
Algunos de los impactos del granizo, ya reparados. (

MADRID.- Los ingenieros de la Agencia Espacial estadounidense han terminado las operaciones de reparación del tanque exterior del transbordador 'Atlantis', que si todo sigue según los tiempos previstos despegará el próximo 8 de junio para llevar una nueva tripulación a la ISS. La nave emprenderá esta semana el viaje hacia la plataforma de despegue, y su aspecto será de lo más inusual: más de 4.200 parches blancos que destacan en el habitual naranja chillón del tanque... SIGUE-->

Anónimo dijo...

La costumbre de que los pilotos (normalmente) se suban por el lado izquierdo al avión proviene de los tiempos de las Caballerías.

En los albores de la aviación, a comienzos del siglo XX, los primeros pilotos militares procedían mayoritariamente del ejército, donde jefes y oficiales de caballería mantenían la costumbre de subir al caballo por la izquierda.

Los jinetes subían a sus monturas por la izquierda porque sus espadas colgaban del lado izquierdo de las ropas que vestían. Como consecuencia, era más fácil para ellos montar a caballo por este lado. Una vez sobre la montura, la mano derecha extraía la espada de su vaina para luchar y la izquierda llevaba las riendas.

Éste hábito se trasladó de modo inconsciente al diseño de los aparatos militares de aviación y a la producción de aviones comerciales.

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