La política como un anacoluto...

Anacoluto o solecismo es una errónea construcción gramatical, cuando al perderse concordancia entre elementos por modificarse la intención durante su desarrollo. Algunas piezas literarias, de ilustres autores, son ejemplos de esta impropiedad lingüística: "¿Y [a] su padre de usted no tendré el gusto de verle antes de marcharme?", de Jacinto Benavente, o en el mismo Quijote, "Mira que e[a]l que busca lo imposible, es justo que lo posible se le niegue". Otra frase con tres tipos de anacoluto, por construcción, correlación y mal empleo de preposiciones: "Entonces fue que [cuando] lo fastidió al no tener presente[s] los riesgos y consentir a [con] los caprichos de unos visionarios".
Pues bien, cada día le encuentro a la política (en todos sus ámbitos territoriales) más sabor a improvisación, a quiebro, a anacoluto verbal, ideológico y ético.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Sugerente pero no acabo de entenderlo.

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