La bondad nunca será titular...

… Y quizá este dato es, paradójicamente, una buena noticia. Sobre la base de una conferencia de Luis Rojas Marcos, recientemente escuchada en Bilbao.

La bondad va en aumento. Lo que se demuestra porque nadie (o casi nadie) preferiría haber nacido hace 100 años… Nada más inexacto que aquello de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, que poéticamente escribía Jorge Manrique abrumado por las lúgubres circunstancias en las Coplas por la muerte de su padre.

La gente confunde las noticias con la normalidad, cuando exactamente son antagónicos. La noticia es lo estadísticamente más improbable, justamente lo que casi no acontece, o apenas muy ocasionalmente y sólo por algún cúmulo de circunstancias insólitas. Salta a la portada que un ‘niño muerde a un perro’, porque es lo que sucede rarísimamente.

Los informativos se llenan de lo anormal, exactamente de lo aberrante respecto a lo que es usual en una sociedad. En la edad antigua lo novedoso y mejor reseñado en los anales y crónicas eran las “buenas obras de santos”, que destacaban en medio de un ambiente generalizado de insolidaridad, de de injusticia, de violencia, y de brutalidad.

Olvidemos los “pensamientos automáticos”, prejuicios interiorizados pero no racionales, que nos hacen creer que lo informado es lo general. Lo que exhiben los noticieros son las excepciones que confirman la regla… que en la actualidad es crecientemente de bondad, de humanidad de la mayoría de la gente, de las personas de verdad, las que hacen y existen en la realidad.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/titular.DOC

7 comentarios:

Máximo dijo...

Interesante la ponencia de Luis Rojas Marcos. Alguien sabe ¿Cómo se llamaba su hermano el exalcalde de Sevilla?, estuve a punto de preguntarle. Me gusto la anécdota de la señora que al ser preguntada por un sociólogo cuál creía que era la tasa de mortalidad dijo:"un muerto por persona". Gran evidencia

Anónimo dijo...

Pude ver los videos del expositor, muy interesantes alcances. También me resulto anecdótico aquello de "un muerto por persona".
Y los pensamientos automáticos son los que debemos desterrar.
Gracias por el extracto Mikel.

Anónimo dijo...

La bondad es un elemento circunstancial del paisaje emocional del individuo y, por lo tanto, de la sociedad. Somos buenos en cuanto la bondad nos es provechosa y rentable, ya sea para equilibrar y perpetuar una situación favorable en lo social o alcanzar un objetivo determinado en lo individual. Es decir, entiendo que detrás de lo que llamamos bondad habita la conveniencia: fue así, es así y lo será siempre.

El hecho de que hoy nadie clame por tiempos pasados demuestra sobradamente que el concepto de bondad ha evolucionado en la actualidad hacia su verdadera expresión, la comodidad.

No somos buenos, somos cómodos, que es por otra parte lo lógico, lo perfectamente normal, porque así lo dicta el manual genético de supervivencia con que nacemos.

Lo cómodo no es sino lo oportuno, lo proporcionado, en una palabra, lo que mejor se adapta a nuestras necesidades. Es pues la caridad que comienza por uno mismo y hace posible la convivencia.

El mundo es posible en la medida que es cómodo a una pluralidad de hombres y pueblos.

Hoy por hoy, dados al eufemismo y a sofocar pasiones, nos encanta nombrarnos buenos cuando sólo somos cómodos. Porque hallamos en esa definición virtudes que la dignifican y en la otra vicios que la denigran. Pero en el conocimiento de que las palabras sólo son eso que significan, y su significado nuestro propio interés y éste la expresión de nuestra magnífica comodidad, deberíamos adecuar el lenguaje a la realidad de nuestros actos, llenándolos de un amplio y sentido contenido que haga cómoda la vida a los demás.

Aprovechemos estos felices y cómodos tiempos para ir puliendo en nuestra esencia la impronta del insitito, en favor de ese ser etéreo e inconcreto que sin hacernos mejores si nos hace más exquisitos en la sabia administración de la comodidad.
Un fraternal abrazo.

Anónimo dijo...

Publicado en Diario de Noticias de Navarra, el martes 30-10-2007.

Anónimo dijo...

El estudio de la psiquiatría en las ciudades


Atentamente Sr. Rojas Marcos, soy una admiradora de sus estudios de psiquiatría en las ciudades, grandes urbes, realmente la bondad nunca sera noticia, hay muchas cosas que pasan desapercibidas en una gran ciudad, como la ciudad de Barcelona, es dura, las grandes multitudes, el metro,y lo que está muy de actualidad ahora en clave ambiental que es "el ruido". No sé si es sevillano de origen, pero Sevilla era una ciudad
muy bonita, con el cambio debe estar muy cambiada.

Anónimo dijo...

Publicado en Fe Adulta, blog de Cristianos del Siglo XXI.

Anónimo dijo...

coman pito niños ratas

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