El verano es muy... largo

El verano se ha acabado, pero ha sido prolongado.

Cuando llegaron, las vacaciones, todos miramos el calendario con sumo cuidado. Cuatro semanas, veintiocho jornadas, pero sabemos… cómo pasan. Rápidas, vertiginosas, porque todos los veranos tienen fama de cortos. Por eso, nos sorprendió oír la frase del título. Pronto, por el entorno, lo comprendimos; era obvio.

La primera mañana, al volver la playa, un niño con su madre estaba. Una bola de cristal, con un juguetito dentro, tenía en su mano izquierda. Pero con la palma de la otra, llorando, pedía otra moneda para la máquina: Quería comprar otra esfera. Y, entonces, su mamá le (nos) advirtió: “Sólo un euro al día, porque el verano… es muy largo”.

Ahora, el otoño asoma tembloroso. Ya llega, con aplomo, el equinoccio. Tampoco pasará pronto. Invierno y primavera, también se tomarán su tiempo. ¿Qué dirá aquella madre de tan grande periodo? Si largo fue el verano, el resto del año… se nos hará eterno.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2008/veranolargo.DOC

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué los cortos (cortometrajes) se hacen tan largos?

Así sucede con las estaciones del año...

Anónimo dijo...

Publicado en Infonorte Digital, el lunes 22-9-2008.

Anónimo dijo...

Publicado en El Confidencial Digital, el miércoles 24-9-2008.

Anónimo dijo...

Publicado en el Diario de Noticias de Navarra, el miércoles 24-9-2008.

Anónimo dijo...

Le dirá -seguramente- que la vida tiene sus propias estaciones y que hay que guardar pan para Mayo.

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