La nada de la vida es una inmensidad comparada con el todo de la muerte, decía Ciorán. Pero Víctor Hugo hubiese replicado que la nada no existe, el cero no existe, todo es algo, nada es nada. Anatole France avanzó más señalando que la nada es un infinito que nos envuelve: venimos de allá y allá volveremos, porque la nada es un absurdo y una certeza, algo que no se puede concebir, y, sin embargo, es. La síntesis es de Leopardi: "Los niños hallan el todo en la nada; los adultos, la nada en el todo". Y mientras cae la noche, el vacío existencial se llena con el sonido de Amaral / Cecilia.
2 comments:
Buen ejercicio de razonamiento filosófico. Sólo agregar y responder:
La Nada y el Todo no son antagónicos ni contrarios, duales o siquiera, opuestos. Esto se deduce claramente al afirmar:
'La Nada es el Todo
cuando toma Consciencia de Sí'
Con ello significamos: El Todo tiene absoluta Consciencia de Sí Mismo, y en tanto sucede ello, se plasma (se manifiesta a sí mismo) y es...Todo.
Nada puede quedar fuera del Todo, porque (en tono coloquial) si algo quedase fuera del Todo, el Todo no sería Todo. Tampoco sería Nada. Ya sabemos que la Nada es la Inconsciencia de lo que ya Es, pero inconsciente.
La Nada y el Todo no son 'separables', ni opuestos, ni duales, sino subsumibles.
Somos Todo sin Consciencia que lo somos.
Anthony de Mello, un Psicólogo, humorista y además, sacerdote Jesuita cuenta este simpático cuento:
Un pequeño y joven pecesito está nadando, confundido, perdido en el medio del mar. De pronto pregunta a una ballena:
-Perdón, señor, ¿sabe usted dónde está el océano?.
Justamente..estamos allí. Somos el Todo, sin Consciencia...
¡Saludos!
No puedo dejar pasar el tiempo sin decir: qué buen comentario, qué buen pensamiento, qué buena reflexión, que buen post,...
Saludos.
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