Hay celebridades, como cantantes, futbolistas o bailarines, sorprendentemente sobrevalorados. Mucha gente que les admira probablemente canta bajo la ducha, o baila, o chuta la jaboneta con parecida habilidad.
Este tipo de "profesión" es fruto del azar, del marketing o de la suerte más que un trabajo de larga preparación y esfuerzo continuado.
Nunca imaginaríamos a un Nobel científico o literario cuyo mérito pueda ser emulado por cualquiera de los mortales cada día mientras procede a su higiene personal.
Post que estuvo en borrador desde el 15-11-2009.
Recuperado retrospectivamente doce años después.
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