Tengo un primo casi de mi edad que, desde los primeros años de colegio, era famoso por su capacidad de improvisación. Si el profesor pedía: ¡A ver, quién es el primero en entregarme todas las cuentas hechas!, él casi inmediatamente se levantaba y entregaba su cuaderno con todas las sumas, restas,.., cumplimentadas. Siempre le pasaba lo mismo. Todos los cálculos estaban mal, pero mi primo había ganado la carrera de velocidad. Hoy dirige una gran sucursal bancaria, esperemos que con la misma prontitud, pero mayor precisión aritmética.
Hay presidentes que me recuerdan a mi primo. Cada mañana ante las negras perspectivas económicas, no se desanima. Dado que los grandes expertos financieros que le quedan pueden contarse con los dedos de la mano de... una ballena, sólo le queda recurrir al ingenio de las palabras mágicas. Como el binomio "economía sostenible", que no existía ni en Google. El único precedente con cierta semejanza que recogen los anales de la economía moderna... y antigua es el éxito comercial del Wonderbra en 1961, aunque la marca canadiense procede de 1935. El subconsciente ha traicionado, de nuevo, al dirigente en cuestión, quien realmente descubre su real preocupación: "gobierno sostenible".
A la ciudadanía lo que nos inquieta es si esta sociedad tal y como la conocemos es perdurable. Porque en plena crisis desatada continuamos con despilfarro en lo accesorio (abrir y cerrar zanjas con carteles anunciadores) y falta de inversión en lo esencial para crear futuro (educación, innovación, ciencia,...).
4 comments:
Ante tal entrada, qué puede uno decir? Creo que el dibujo es la perfecta imagen de la idea del texto y de la situación.
En qué sucursal bancaria trabaja tu primo? ;)
Publicado en el Diario de Noticias de Navarra el 5-12-2009.
Publicado en el Diario de Noticias de Gipuzkoa el 5-12-2009.
Publicado en la Revista Pangea el 3-12-2009.
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