Día de Open Data en Euskadi

Dentro del amplio e interesante programa de la edición 2012 del Congreso Internacional Ciudadanía Digital #CICD participaremos en una de las actividades en torno al Día de Open Data en Euskadi en el Palacio de Congresos Kursaal (Donostia-San Sebastián).

Concretamente, el martes 8 de mayo vamos a reflexionar en torno a la apertura de datos públicos. Para ello, bajo la dirección de Alberto Ortiz de Zarate (@alorza), Director de Atención Ciudadana del Gobierno Vasco y principal impulsor de la política de apertura de datos, en el marco de Open Data Euskadi.

Es uno de los grupos de trabajo en paralelo al Congreso Internacional Ciudadanía Digital. La meta es reorientar las políticas de datos abiertos -como mínimo, en el ámbito vasco, pero esperamos que pueda tener un efecto más amplio- a partir de las ideas que surjan en el evento. Busca desde cuatro enfoques diferentes la reutilización de datos públicos. Estos grupos se materializan en reuniones de trabajo a puerta cerrada con difusión abierta de los productos obtenidos, aunque estamos abiertos a cualquier aportación exterior.
  • Reunión de trabajo a puerta cerrada (máximo 7 integrantes) con difusión abierta de los productos obtenidos.
  • Entregable final: documento de conclusiones a difundir en el marco del Congreso Ciudadanía Digital.
Los cuatro grupos son: Empresas y emprendedores del sector infomediario, Activistas de la transparencia y periodistas, Desarrolladores e investigadores tecnológicos y, el nuestro, Diseñadores de contenidos educativos. La tarea es consensuar una lista de contenidos formativos a incorporar en Bachiller, Formación Profesional y Universidad para promover una sociedad del dato, así como plantear otras propuestas de interés que incidan en el mundo educativo.

Según los organizadores, "creemos que en un mundo hiperinformacional, donde el acceso a los datos va a ser cada vez mayor y de manera más procesable, las nuevas generaciones deberán adquirir habilidades, algunas de ellas en el campo de la tecnología, pero otras de carácter más general: estadística básica, visualización de datos, aprender a interpretar series de datos",...

Asier Gallastegi será de metodólogo para todos los grupos. Como moderador del grupo educativo actuará Juan José Gibaja (Universidad de Deusto) y participaremos Edurne Barañano, Jesús Mª Goñi, Paco Luna, Javier Buces y quien suscribe, Mikel Agirregabiria. Un grupo muy diverso que procede del mundo del dato, en su protección y en su difusión (tareas compatibles si se hace bien), y del universo educativo.

Pedimos ideas, materiales y todo aquello que quienes leen este blog consideren que podría ser objeto de atención en este campo. Esperamos dar cumplida información de todo el proceso en entradas posteriores. Las imágenes proceden de la web oficial del Congreso. Otra fuente: BLOG Opendata Euskadi.

Post reubicado junto a su doble crónica.

2 comentarios:

Juan José Azpiroz dijo...

Todo el tema del "Open data en Euskadi" me parece de gran importancia para el desarrollo del país, pero el contenido del grupo 4 me parece que es vital, además de importante, pues se basa en los jóvenes, es decir en el futuro. Hay un tema que me preocupa, aunque no soy docente. Es necesario que los chicos y jóvenes aprendan y profundicen a usar las nuevas herramientas para tratamiento de la información en general y de los datos en particular, pero, a la vez, hay que evitar que un exceso de tecnología, de datos, de informaciones, les abrume y les impida ver y comprender la esencia del conocimiento. Creo que es un equilibrio necesario de alcanzar pero no fácil. Nadie dijo que lo fuera. Que desarrolleis buenas ideas y consigais buenos resultados en vuestras reuniones.

Paola dijo...

Hola,
es un alivio ver como Euskadi es un ejemplo a seguir en España y en Europa con el tema de open data. A continuación una breve reflexión sobre los últimos movimientos en el ámbito de la relación de los ciudadanos con los datos, tanto en España como en EEUU:

Nos encontramos en un momento singular y sin precedentes. Un momento en el que quizás en parte gracias al debate en torno a la futura Ley de Transparencia, ya es vox populi que España es el país más opaco de Europa respecto al acceso a datos públicos y donde se necesita con urgencia la aprobación de esta ley. Los ciudadanos empiezan a ser conscientes de que el conocimiento y tratamiento de cifras públicas no es un privilegio, sino un derecho de todos que, de haber existido antes, es probable que hubiese ahorrado a este país muchos males políticos y económicos. Open data, please.

Mientras esta noción comienza a instalarse en las mentes españolas, esa que parece ser tan evidente para otros habitantes occidentales, al otro lado del Atlántico le dan otra vuelta de tuerca a la información ciudadana. El departamento de asuntos veteranos de Estados Unidos ha puesto a disposición de sus usuarios un “botón azul” que les permite descargarse todo su historial médico y compartirlo con cualquier proveedor médico que deseen. Gracias a esta iniciativa y empujados por el gobierno de Obama, las empresas eléctricas han habilitado un “botón verde” que cumple la misma función: la posibilidad de que cada cliente se descargue la información del consumo eléctrico de su hogar. Esto no sólo hace que – de momento- 15 millones de ciudadanos informados puedan usar la energía de manera más eficiente, sino que incentiva la aparición de un ecosistema de aplicaciones que monitorizan este consumo, como por ejemplo una app que te deja visualizar el termóstato de tu hogar a tiempo real desde tu dispositivo móvil y recibir asesoramiento de las implicaciones medioambientales de modificar su temperatura. Veremos próximamente botones amarillos, rojos, negros, naranjas?

Aquí también: (personal) open data please.

Entretanto emerge otra idea transgresora entre los ciudadanos: el derecho a poseer nuestros datos como consumidores y a venderlos a marcas que los consideren relevantes.

Antes, las compañías que poseían data del cliente creían ingenuamente que poseían al cliente. No se daban cuenta de que los mercados necesitan compradores y vendedores para funcionar y que las personas necesitan productos y servicios de la misma forma que los productos y servicios necesitan a las personas. Y así han empezado a aparecer plataformas que empoderan al cliente, facilitándole herramientas para que interactúe con las marcas de forma que ambos se beneficien. Este cambio de paradigma en la relación consumidor – marca ha sido bautizado en Harvard Law School como VRM (Vendor Relationship Management) y se considera una evolución respecto al ya muy deslucido Customer Relationship Management.
Un buen ejemplo de este tipo de plataformas es la de la compañía Qustodian que funciona de la siguiente manera: 1. los usuarios facilitan a los anunciantes datos sobre sus perfiles y preferencias, 2. aceptan recibir SMS para establecer transacciones con las marcas que les interesan, 3. Qustodian comparte un tercio de los ingresos generados por los SMS ingresando la cantidad directamente en la cuenta del usuario.
En este tipo de modelo el cliente es dueño de sus datos y decide de qué manera quiere “vendérselos” a una marca. A su vez éstas se ven obligadas a pedir permiso para comunicarse con el segmento que les interesa y asegurarse de hacerle llegar mensajes de relevancia. Aquí sí: closed data ¡por favor!

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