La realidad actual nos hace convivir con múltiples dispositivos. En nuestro caso, interactuamos regularmente con los múltiples y siguientes dispositivos:
- En la vida laboral, con un equipo de sobremesa propio y teléfono móvil Android (aparte del fijo). Ocasionalmente, nos conectamos en una red corporativa muy cerrada, a través de nuestro usuario en otros equipos portátiles o de sobremesa.
- En lo personal, disponemos de otro móvil un iPhone (en sistema operativo y compañía diferente), dos tabletas (iPad 3 y un iPad mini), un portátil (conectado a una pantalla grande, si no movemos el equipo),... y otros dispositivos más propios del ocio (Apple TV,...).
Durante cada momento de una misma jornada, viviendo conectados de modo continuo, empleamos todos estos dispositivos. En nuestro caso, quizá los de más uso (contando todas las 8.760 horas del año), hay dos dispositivos más frecuentes de trabajo con ellos: el iPad mini y nuestro portátil personal (un PC de LG R510 que fue actualizado desde Vista a Windows 7).
Cada vez más el iPad mini, que casi siempre llevamos con nuestro iPhone. Hasta el punto de que, por pereza a instalar nuestros programas preferidos, estamos posponiendo el relevo del portátil que sólo es imprescindible para trabajos precisos con series ofimáticas (hojas de cálculo,...), tratamiento de imágenes, configuración de periféricos (como algún Router repetidor,...),...
Una tableta ligera, con autonomía (8-10 horas, y para jornadas extras es preciso cargar con los dos iPads para extender en viajes de las 7:00 a las 23:00), conectada por 3G y LTE (no sólo por wifi), con memoria ampliada (mejor 32 GB o más), con las aplicaciones precisas,..., permite habitualmente todas estas funciones, que raramente realizamos desde PCs:
Una tableta ligera, con autonomía (8-10 horas, y para jornadas extras es preciso cargar con los dos iPads para extender en viajes de las 7:00 a las 23:00), conectada por 3G y LTE (no sólo por wifi), con memoria ampliada (mejor 32 GB o más), con las aplicaciones precisas,..., permite habitualmente todas estas funciones, que raramente realizamos desde PCs:
- Comunicarnos, leer y responder emails, aún una tarea que ocupa gran parte del tiempo, así como otras vías de comunicación como DM (mensajes directos de Twitter), mensajería de redes sociales (Facebook, LinkedIn,...),...
- Trabajar y anotar en reuniones con Evernote, una herramienta imprescindible y que enlaza todos los dispositivos (pronto le dedicaremos un post).
- Mostrar nuestros trabajos, gestionar grupos y tareas en equipo, mejor con ayuda de un sintonizador de TV, tipo Apple TV,...
- Leer feeds y noticias, estar al día, consultar todo tipo de informaciones de modo ubicuo, en todo tiempo y lugar,...
- Fotografiar, grabar en audio y vídeo, todo aquello relevante que deba ser registrado a nuestro alrededor,...
- Jugar (al ajedrez de modo perfecto, por ejemplo), distraernos con la lectura, música, películas o series, entretener a mayores y menores, ...
- Comprar, comparar o descubrir y elegir (showrooming), dónde es más conveniente repostar, adquirir productos, pujar, subastar,...
- Gestionar nuestras cuentas bancarias, facturas,...
- Liberarnos del pesado papel, en todos los formatos (tarjetas de visita, extractos, revistas y periódicos, libros,...)
Todo esto, y mucho más, también es factible realizarlo con un smartphone o móvil moderno, pero lo entorpece su menor pantalla (especialmente con un teclado a la vista).
1 comments:
Demasiado trasto en mi opinión Mikel. Con un smartphoone de pantalla grande (no iPhone claro) y una tableta Windows 8 (la mejor hoy puede ser Lenovo Thinkpad Tablet 2)podrías tirar el resto de cacharros.
Publicar un comentario