Vividos dos tercios de siglo

Perspectiva lejana. Benidorm visto desde la azotea del Gran Hotel Balí
Acabo de cumplir hoy, 3-12-19, dos tercios de siglo, es decir, 66 años y 8 meses, o 66,66 años.  Hoy, 3 de diciembre de 2019. Un martes cualquiera, que esta vez nos encuentra en Benidorm, donde tomamos la foto inicial.

Dos tercios de siglo: Una cifra que aturde, que despierta, que apremia. Conduce una cifra así a calcular otras fracciones de siglo. ¿Y por qué un siglo? ¿Alguien espera vivir un siglo? Uno de los calculadores basados en seguros de vida, según el lugar y año de nacimiento, género, la edad ya alcanzada,... estimó hace un par de años que mi fecha prevista de defunción era el 23 de mayo de 2037 (con poco más de 84 años). Confiemos que se equivoque y sea mucho más.

Al cumplir el primer tercio de siglo, 33,33 años, aquel 3 de agosto de 1986, ya habían nacido nuestros hijos, yo había solicitado la excedencia en la universidad donde ya era docente funcionario, y me adentraba en la administración educativa. Ahora ya tenemos más nietos que hijos, y -sin duda- esa es la mejor (no la única) herencia que se puede dejar al resto de congéneres.

Al cumplir medio siglo, los 50 años, incluso ya publicaba en este blog, con un post titulado "Flamantes cincuentones", que os invito a releer. Los cuarenta, los cincuenta, los sesenta,... quedaron atrás. Ahora enfilamos los setenta, y aún quedan tanto por aprender y por hacer.

Tanto y tanto por conocer, por viajar, por descubrir, por relatar, por compartir, por degustar, por ofrecer, por entregar, por legar, por estrenar y por recordar,... 

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