Haibun de una semana intensa, con su haiku final

Aitxitxe con sus “nietos” un raro día de lluvia en Alicante
Hay semanas que parecen inacabables,... Los días primaverales se alargan, pero el verano aún no se vislumbra. Los acontecimientos nos sobrepasan en estas prolongadas jornadas. Ni un respiro hasta esta madrugada de viernes, para escribir unas líneas en un blog que añoramos nosotros más que en reciprocidad, en un amor poco correspondido. 

Este trajín cotidiano es un sinvivir por encima de nuestras posibilidades del bien más preciado: el tiempo. Vamos descontando tareas cantábricas para ir conectando proyectos mediterráneos que teníamos pendientes. Ya queda menos, pero la pandemia y el encierro han alterado nuestros ritmos circadianos, aquellos que merecieron el Nobel de Medicina en 2017. El sempiterno insomnio del alba se ha convertido en un insólito trasnochar. 

Añoranzas, memorias, amistades y alegrías, cuán lejanos o cercanos os sentimos,... Es una agridulce sensación, acaso un sueño que oscila a pesadilla, en cada minuto de una noche lluviosa que no quiere transformarse en una vida nueva con sus 24 horas de palpitaciones y esperanzas.

Amaneceres...
...tempranos, ¿dónde estáis?
 ¡Ay, playa mía!
Haibun es una palabra japonesa compuesta por dos kanji (caracteres ideográficos: hai y bun, literalmente, “ensayo de haiku”) que se puede traducir como “Cuaderno de haiku” o “Diario de haiku”.

Algunos de los antiguos haijin (poetas de haiku), acostumbraban anotar en un cuaderno sus impresiones y descripciones de viaje, sus actividades, bocetos, o todo motivo que fuera de interés, en párrafos concisos, fundamentalmente en su relación con la naturaleza y el entorno humano, cerrando esos apuntes con un haiku o, según el caso, al inicio del escrito, o intercalando uno o más poemas entre párrafos. También el texto en prosa podía ser tal sin contener ningún haiku final, aunque estaba impregnado de su espíritu.

El haibun, por lo tanto, (tal como se ha extendido en Occidente) es el conjunto de anotaciones que combina prosa poética y un haiku y, por extensión, cada uno de los temas con inicio y cierre determinados que dan marco al poema, o bien, este como acotación incidental. El relato puede ser autobiográfico, biográfico, descriptivo, incluso imaginario, en un lenguaje en que el poeta expresa la impresión de lo que percibe y siente (frente a lo inmediato o a lo pasado), sumando a la narración uno o varios haiku , aunque la costumbre más arraigada es la de incluir el poema al final de lo referido (según el autor), procurando a veces la síntesis y, en otras, como complemento de lo expresado en una particular reciprocidad.

El haiku es un género poético originario de Japón. Las redes sociales han contribuido a que sea conocido en todo el planeta. Sin duda, el rasgo más distintivo de un haiku es su forma: los haikus se escriben en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: nada nos impide escribir haikus que tengan un número de sílabas ligeramente distinto, que no por ello dejarán de ser haikus.

Más posts sobre muchos haiku y algunos haibun.

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