Kyiv, no Kiev, o la importancia del lenguaje

Kyiv, no Kiev, o la importancia del lenguaje
Existe una corriente en redes sociales y periódicos avanzados de ayudar con el lenguaje a detener esta salvaje invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Putin. Los libros de estilo de la prensa reconocen que es difícil cambiar el nombre de una ciudad cuando su uso está anclado. Sin embargo, a pesar de los hábitos de los lectores, prevalece la razón ética y política: La capital de Ucrania debe escribirse en ucraniano como Kyiv” y nunca más como Kiev” que proviene del ruso.

"Nombrar mal un objeto es aumentar la desgracia de este mundo", apuntó 
Albert Camus. El escritor la utilizó en un estudio titulado "Sobre una filosofía de la expresión", publicado en la revista Poésie, atribuyendo la paternidad de la idea a su amigo el filósofo Brice Parain. Por tanto, ¿cómo hablar de la capital ucraniana sin aumentar su desgracia? ¿Cómo nombrarlo?

El movimiento para evitar referirse a la capital ucraniana como Kiev, llamándola en su lugar Kyiv, ha cobrado fuerza a la luz de la invasión rusa de Ucrania. 
Kyiv se adoptó oficialmente en 1995, pero Kiev se sigue utilizando comúnmente a nivel internacional. La campaña “KyivNotKiev” fue lanzada por el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano tras la anexión rusa de Crimea; la idea era distinguir la capital de su pasado soviético. Han pasado años desde aquel 2018, apoyándose una realidad vigente desde 1995 en el país, y reconocida en 2012 por la ONU.

Con la invasión desde febrero de 2022 de la capital ucraniana por parte del presidente ruso Vladimir Putin, es más importante que quienes reporten o hagan referencia a la guerra en las redes sociales utilicen la ortografía adecuada de la ciudad. El gobierno ucraniano también promueve el uso de la ortografía ucraniana para sus otras ciudades, incluyendo Kharkov, que debería ser Kharkiv, mientras que Odessa debería ser Odesa y Lvov debería cambiarse por Lviv
Kyiv, no Kiev, o la importancia del lenguaje
Al principio, algunos se mostraron reticentes a adoptar el cambio de nombre de Kyiv, por considerarlo un movimiento político o excesivamente nacionalista, parecido al por qué no llamamos a Moscú “Moskvá”. Por el contrario, algunos cambios de nombre postcoloniales han sido ampliamente aceptados, como el de Bombay a Mumbai o el de Ceilán a Sri Lanka. A la luz del reciente conflicto entre Rusia y Ucrania, el cambio de nombre refleja un fuerte sesgo político.

La BBC desde el 29 de enero de 2022 ha sistematizado Kyiv, y la mayoría de los principales medios anglosajones están haciendo lo mismo. O Liberation desde el 1 de marzo de este año.
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Actualizaciones: El 4 de marzo la Vanguardia da el primer paso y cambia el nombre,...

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