Quizá seamos iguales ante la Ley, pero somos desiguales ante quienes legislan.Se acercan las elecciones y algunas políticas populistas se desatan: Cheques para bebés, dentistas para niños, alquileres para jóvenes, más pensiones para mayores,… Se entiende que sean establecidos determinados umbrales de renta para atender a los más desfavorecidos, pero nunca se debe actuar discriminatoriamente por franjas de edad. Con franqueza, parece que se trata de ganar a la audiencia como en las teleseries que incorporan personajes infantiles, jóvenes, maduros y de tercera edad…
Sorprende que estas medidas sociales siempre sean cuestionadas por inviables económicamente, sin considerar dos contrasentidos obvios, que se aprecian en un simple ejemplo: 1º Si no llega el dentista para todos, ¿no sería más justo marcar un nivel de renta para acceder gratuitamente con independencia de la edad? 2º ¿Por qué con los presupuestos no-sociales nunca se va con la misma cautela?, dado que los gastos militares innecesarios, como nuevos aviones de combate, superan con mucho toda esta inversión electoralista, pero necesaria,... aunque aplicada de otro modo.
Claro que la supuesta igualdad es incumplida reiterada y públicamente por los legisladores, quienes son los primeros que, desde hace mucho tiempo, se conceden, con dinero de todos, unas condiciones laborales y de pensiones muy alejadas del resto de la ciudadanía. Y esto reza para todos los partidos y todas los niveles de representación: parlamentarios, ministros, consejeros, alcaldes,
... cuyo infalible primer acuerdo es subirse sus remuneraciones presentes y futuras. ¿Y todavía se escandalizan de la abstención electoral? Lo prodigioso es que todavía algunos votemos…
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