Mostrando las entradas para la consulta voluntad ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta voluntad ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

Diane Arbus: la mirada que desnudó la normalidad

Diane Arbus fue esa Mirada Incómoda que Redefinió la Fotografía Documental con la Deconstrucción del Retrato Estadounidense. Diane Arbus (1923-1971) transformó la fotografía documental al dirigir su cámara hacia sujetos que la sociedad estadounidense prefería ignorar. Nacida como Diane Nemerov en una familia judía acomodada de Nueva York, creció en el entorno privilegiado del negocio de pieles de sus padres. Esta distancia de la clase trabajadora generó en ella una fascinación por mundos que le resultaban ajenos.

Comenzó fotografiando para revistas de moda junto a su marido Allan Arbus, trabajo que abandonó en 1956 para desarrollar un lenguaje visual propio. Estudió con Lisette Model, quien reforzó su inclinación hacia lo no convencional y le enseñó a fotografiar sin condescendencia. Este periodo marcó el inicio de su exploración sistemática de personas transgénero, artistas de circo, nudistas, enanos, gigantes y habitantes de instituciones mentales.

Su obra se caracteriza por el uso de flash directo y formato cuadrado de medio formato, principalmente con cámaras Rolleiflex y posteriormente Mamiya. Esta elección técnica producía imágenes frontales, sin dramatismo lumínico, donde los sujetos miraban directamente a la cámara. El resultado eliminaba la posibilidad de observación voyeurística: el espectador quedaba confrontado, obligado a sostener la mirada de quienes fotografiaba.

"Child with a toy hand grenade in Central Park" (1962) ejemplifica su método. El niño, contraído en tensión, con expresión perturbada y la granada de juguete en una mano, no representa la infancia idealizada. Arbus capturó el momento de disfuncionalidad emocional, rechazando la imagen edulcorada que se esperaba de la fotografía infantil.

"Identical Twins, Roselle, New Jersey" (1967) muestra dos niñas gemelas con vestidos y cintas idénticos, pero sus expresiones divergen sutilmente, generando inquietud. Stanley Kubrick utilizó esta fotografía como inspiración para las gemelas de "El Resplandor". La imagen cuestiona la identidad y la diferencia dentro de la similitud absoluta.

"Jewish Giant at Home with His Parents" (1970) presenta a Eddie Carmel, de 2.28 metros, encorvado bajo el techo de la vivienda familiar mientras sus padres lo observan desde abajo. La composición subraya la inversión de las relaciones de poder familiares y la imposibilidad física de que Carmel habite espacios domésticos normales.

Su serie de personas transgénero en Nueva York, particularmente "A young man in curlers at home on West 20th Street" (1966), documentó comunidades invisibilizadas. Fotografió sin sensacionalismo ni moralización, tratando a sus sujetos con la misma seriedad formal que cualquier retratista otorgaría a figuras prominentes.

La recepción crítica fue contradictoria. Algunos acusaron su trabajo de explotación o de buscar lo grotesco. Susan Sontag escribió que sus fotografías mostraban que "la vida es una feria de monstruos". Sin embargo, esta lectura ignora que Arbus no presentaba a sus sujetos como aberraciones, sino que revelaba la artificialidad de las normas sociales de apariencia y comportamiento.

Arbus participó en la exposición "New Documents" del MoMA en 1967, junto a Lee Friedlander y Garry Winogrand. La muestra consolidó un nuevo enfoque documental que abandonaba el narrativismo humanista de la Farm Security Administration para adoptar una visión más fragmentaria y ambigua de la realidad social estadounidense.

Se suicidó en 1971 a los 48 años, dejando negativos sin revelar y proyectos inconclusos. Un año después, el MoMA organizó una retrospectiva que estableció su influencia definitiva. El catálogo se convirtió en el libro de fotografía más vendido hasta ese momento.

Su legado reside en haber expandido los límites de quién merecía ser fotografiado y cómo. Demostró que la dignidad del retrato no dependía de la conformidad social del sujeto. Las generaciones posteriores de fotógrafos documentales —desde Nan Goldin hasta Wolfgang Tillmans— heredaron su voluntad de acceder a espacios íntimos de comunidades marginales sin turistismo visual.

La obra de Arbus permanece como evidencia de que la fotografía puede funcionar simultáneamente como documento social y declaración artística, sin que ninguna función invalide la otra. Su contribución no reside solo en los temas que retrató, sino en la formulación de una ética de la mirada. Arbus desmanteló la frontera entre lo normal y lo anómalo, y mostró que la fotografía, lejos de registrar lo evidente, es un instrumento de conocimiento. Su mirada no busca la belleza, sino la verdad en su estado más inestable.

Síndrome 1933: La fragilidad de la democracia según la historia

El “Síndrome 1933” es un concepto formulado por el corresponsal Siegmund Ginzberg para explicar un patrón recurrente en la historia contemporánea: el modo en que sociedades democráticas, saturadas de tensiones internas, crisis económicas y desconfianza en las instituciones, pueden deslizarse de forma gradual hacia formas autoritarias sin que la mayoría sea plenamente consciente de ello.

El término toma como referencia el año 1933 en Alemania, cuando Adolf Hitler fue nombrado canciller y el régimen nazi inició su consolidación política, no a través de un golpe inmediato y violento, sino mediante procesos legales, normalización del discurso de odio y aceptación social progresiva.

Siegmund Ginzberg (Estambul, 1948) es un pensador y periodista italiano de origen judío, cercano durante décadas al análisis político y cultural europeo. Colaborador habitual en medios italianos como La Repubblica y revistas de pensamiento crítico, Ginzberg ha trabajado especialmente en temas vinculados al totalitarismo, la memoria histórica y los mecanismos discursivos que permiten el ascenso de líderes carismáticos con discursos simplificadores y polarizantes. Sus ensayos suelen combinar análisis histórico riguroso con reflexión filosófica y sociológica, destacando la necesidad de leer el presente con la prudencia que otorga la comparación con el pasado.

El “Síndrome 1933” no pretende equiparar directamente las democracias actuales con el Tercer Reich, sino advertir sobre la fragilidad de las instituciones democráticas cuando la desafección ciudadana crece y la cultura política se deteriora. Ginzberg sostiene que la erosión de la democracia no suele ser súbita y espectacular, sino gradual, difusa y, en apariencia, legal. Los síntomas se manifiestan en varios niveles:

  1. Deslegitimación de las instituciones. La población empieza a percibir al parlamento, los medios, la judicatura y los partidos como parte de una misma élite desconectada y corrupta. Surge la noción de “ellos” contra “nosotros”.

  2. Simplificación del discurso público. Se imponen relatos binarios, identitarios, emocionales. Las explicaciones complejas se consideran sospechosas; la reflexión, signo de debilidad.

  3. Normalización de la exclusión. Se aceptan discursos que señalan colectivos como responsables únicos de las crisis. Se legitima la hostilidad, la burla y la deshumanización.

  4. Delegación voluntaria de poder. Sectores amplios de la sociedad aceptan líderes “fuertes” en nombre de la eficacia. La libertad se percibe como un lujo frente al orden.

  5. Aceptación progresiva de la excepcionalidad. Medidas extraordinarias se hacen rutinarias; restricciones temporales se vuelven permanentes.

El año 1933 encarna este proceso no como un hecho aislado, sino como el punto en el que la acumulación de tensiones previas cristaliza en un giro irreversible. Ginzberg enfatiza que aquel deslizamiento fue posible gracias a complicidades civiles, burocráticas y culturales. No se trató únicamente de la voluntad de los líderes nazis, sino de una sociedad que, en su conjunto, toleró, miró hacia otro lado o incluso celebró la erosión de derechos, al creer que se estaba recuperando estabilidad.

La relevancia histórica del “Síndrome 1933” reside en que ofrece una lectura estructural aplicable a múltiples contextos actuales. En distintos países se observan dinámicas inquietantemente similares: polarización extrema, desinformación viralizada en redes, descrédito de los saberes expertos, rechazo al pluralismo y ascenso de discursos “salvadores”. Ginzberg no señala equivalencias mecánicas, sino paralelismos funcionales: lo peligroso no es la repetición exacta del pasado, sino la repetición de sus mecanismos psicológicos y sociales.

Para el ámbito educativo, invita a reforzar la enseñanza crítica de la historia. Para la vida pública, exige una cultura compartida de responsabilidad cívica.

Ginzberg advierte que la mayor amenaza no proviene de líderes autoritarios aislados, sino de la pasividad o resignación colectiva, no como repertorio de fechas, sino como comprensión de procesos y estructuras. Para el ámbito político y social, implica recordar que la democracia no se sostiene únicamente mediante constituciones y leyes, sino como cultura compartida de responsabilidad cívica, debate informado y respeto mutuo

La pregunta decisiva no es si podría repetirse “otro 1933”, sino si estamos atentos a los indicios antes de que sea demasiado tarde.


No confundir con el "Síndrome 333", relativo a la mediocridad institucionalizada, en un momento histórico donde la competencia técnica parece cada vez más prescindible en las esferas del poder. También conocido como "Síndrome BIC", un término atribuido a William Dahmer que significa Burocracia, Incompetencia y Corrupción.  Esta teoría disecciona uno de los males endémicos de nuestras democracias: la proliferación de la mediocridad en los puestos de responsabilidad.

La fórmula del fracaso: ⅓, ⅓, ⅓. El Síndrome 333 sostiene que en cualquier organización o institución aquejada de este mal, aproximadamente un tercio de sus miembros son incompetentes para el cargo que ocupan; otro tercio son corruptos o éticamente cuestionables; y el tercio restante, aunque potencialmente válido, se encuentra paralizado por los dos anteriores, incapaz de implementar cambios significativos.

Esta distribución no es casual ni accidental. Responde a mecanismos de selección perversos donde la lealtad sustituye al mérito, la obediencia a la iniciativa, y el clientelismo al talento. El resultado es una espiral descendente en la que cada generación de dirigentes es ligeramente inferior a la anterior, estableciendo estándares cada vez más bajos que facilitan la entrada de nuevos mediocres.

Mecanismos de perpetuación. Lo verdaderamente insidioso del Síndrome 333 radica en su capacidad de autorreforzamiento. Los incompetentes temen a los competentes, por lo que sistemáticamente bloquean su ascenso. Los corruptos necesitan incompetentes que no detecten sus maniobras. Y el tercio válido, atrapado en esta dinámica, debe elegir entre la frustración permanente o la adaptación al sistema, perdiendo progresivamente su capacidad transformadora.

El Síndrome 333 nos recuerda que la calidad de nuestras instituciones no se deteriora por accidente, sino por procesos sistemáticos que, una vez identificados, exigen respuestas igualmente sistemáticas. La pregunta que sigue resonando es: ¿Estamos dispuestos a mirarnos en ese espejo?

Legado póstumo de Vivian Maier: La niñera que retrató América

El descubrimiento que cambió la historia del arte. En 2007, un joven agente inmobiliario llamado John Maloof compró por 380 dólares el contenido de un trastero abandonado en Chicago, esperando encontrar material para un libro de historia local. Lo que halló cambiaría para siempre nuestra comprensión de la fotografía del siglo XX: más de 100.000 negativos de una desconocida llamada Vivian Maier, cuyo nombre no significaba nada para nadie en el mundo del arte.

Vivian Maier (1926-2009) pasó la mayor parte de su vida adulta trabajando como niñera en Chicago y Nueva York. Con su inseparable cámara Rolleiflex colgada al cuello, recorría las calles capturando escenas de una belleza y profundidad extraordinarias mientras cuidaba de los niños a su cargo. Durante más de cuarenta años, fotografió obsesivamente la vida urbana estadounidense, pero nunca mostró su trabajo a nadie. Cuando murió en 2009, a los 83 años, era una anciana solitaria y sin recursos, y su obra permanecía completamente desconocida.

Una mirada única sobre la América del siglo XX. Las fotografías de Maier son un testimonio visual incomparable de la vida cotidiana estadounidense entre las décadas de 1950 y 1990. Armada con su Rolleiflex de formato medio, y más tarde con cámaras de 35 mm, capturaba con igual maestría a ejecutivos de traje en el distrito financiero, niños jugando en callejones, mujeres comprando en mercados, y los rostros curtidos de personas sin hogar. Su trabajo se caracteriza por una composición impecable, un sentido del timing extraordinario y, sobre todo, una profunda empatía hacia sus sujetos.

Lo que distingue su obra de otros fotógrafos callejeros de su época es su capacidad para capturar momentos de vulnerabilidad y autenticidad. Maier tenía un don especial para hacerse invisible, permitiendo que la vida se desarrollara ante su lente sin interferencias. Sus imágenes revelan la soledad urbana, las divisiones de clase, las tensiones raciales y la belleza accidental de lo cotidiano con una honestidad demoledora.

Entre sus trabajos más memorables se encuentran sus series en blanco y negro de Chicago, donde capturó la transformación de la ciudad durante las décadas de posguerra. También destacan sus autorretratos, tomados en reflejos de escaparates y espejos, que ofrecen pistas intrigantes sobre su identidad esquiva. Estas imágenes especulares la muestran siempre con su cámara, como si esta fuera una extensión de su propio ser.

El enigma de una artista secreta. ¿Por qué Maier nunca compartió su trabajo? Esta pregunta ha fascinado a críticos, historiadores y al público general. Algunos especulan que era profundamente tímida o padecía algún trastorno que dificultaba sus relaciones sociales. Otros sugieren que, como mujer trabajadora en una época dominada por hombres en el mundo artístico, simplemente no veía posible un camino hacia el reconocimiento profesional.

Lo cierto es que Vivian Maier era una figura excéntrica: acumulaba compulsivamente periódicos y objetos, era intensamente privada, y vivía con una modestia extrema a pesar de gastar considerables sumas en revelar sus fotografías y comprar equipamiento fotográfico. Hablaba con acento francés, aunque había nacido en Nueva York, y mantenía una distancia emocional incluso con las familias para las que trabajó durante décadas.

Un legado controvertido. El descubrimiento póstumo de Maier ha generado debates apasionados sobre la propiedad intelectual, la ética del coleccionismo y el derecho a la privacidad de los artistas. Maloof y otros compradores de su material se han convertido en custodios de su legado, organizando exposiciones internacionales y publicando libros, mientras algunos críticos cuestionan si esto respeta la voluntad implícita de Maier de mantener su obra privada.

Hoy, Vivian Maier es reconocida como una de las fotógrafas más importantes del siglo XX, comparable a nombres como Cindy Sherman (post dedicado)Diane Arbus (post dedicado) o Helen Levitt (pronto post sobre esta última). Su obra se ha expuesto en galerías de todo el mundo, se han publicado numerosos libros sobre su trabajo, y un documental nominado al Oscar, "Finding Vivian Maier" (2013), ha llevado su historia a millones de personas.

Su legado nos recuerda que el arte verdadero no necesita audiencia para existir, y que algunas de las voces más importantes de nuestra cultura pueden permanecer en silencio hasta mucho después de que sus creadores hayan desaparecido.

Adiós a Roberto Martínez Celorrio, voz de Nagusiak Bizkaia

Ayer,  21 de octubre de 2025, falleció en Bilbao  Roberto Martínez Celorrio, presidente de Nagusiak Bizkaia y uno de los rostros más queridos y respetados del movimiento asociativo de personas mayores en Euskadi. Tenía 77 años y fue  la voz serena y firme de las personas mayores en Bizkaia.  Nacido en Santander en 1948, Roberto desarrolló su vida profesional en Telefónica.

Tras su prejubilación, dedicó su tiempo libre al asociacionismo de personas mayores. Entró en la directiva de Nagusiak Bizkaia como vicepresidente y, desde 2014 hasta 2021, ejerció como Presidente, liderando procesos de modernización, apertura y diálogo con las instituciones. 

Tuve el honor de conocerle siendo, a propuesta suya, Secretario de Nagusiak Bizkaia desde 2019 hasta 2021. En el voluntariado se encuentran personas maravillosas, pero Roberto ha sido el caso más referencial de ejemplo que he descubierto. Lo distinguían su lealtad, bonhomía, empatía y una capacidad suprema de sumar voluntades.

Durante su presidencia impulsó campañas para mejorar la accesibilidad y la participación de las personas mayores en la vida pública, manteniendo diálogo permanente con la Diputación Foral de Bizkaia y con el Ayuntamiento de Bilbao. Participó en numerosas jornadas y seminarios sobre envejecimiento activo, así como en encuentros con la banca y otros servicios.

Roberto Martínez Celorrio defendió de forma sostenida la atención presencial para personas mayores frente a la exclusión digital. La modernización no puede significar exclusión. Quien quiera hacer un trámite digital, que lo haga; pero quien prefiera hacerlo cara a cara, debe poder hacerlo también.”

Un modo eficaz y discreto de hacer asociacionismo y voluntariado Quienes le conocimos destacamos su estilo pausado y empático, su enorme capacidad para escuchar y su voluntad por buscar consensos. No buscó la notoriedad: prefirió el trabajo diario que mejora la vida de sus socios y socias —excursiones, charlas, cursos y servicios— y la interlocución constructiva con las administraciones.

El legado de Roberto Martínez Celorrio permanece en la federación Nagusiak Bizkaia que presidió y en las miles de personas mayores que en Bizkaia hallaron espacios de participación y pertenencia. Nagusiak Bizkaia le recordó en su comunicado como “ un presidente ejemplar, un compañero leal y un amigo querido”.

Imágenes nuestras del encuentro con el Lehendakari en plena pandemia y de la AG de 2021.

Una de sus intervenciones, en el 50º Aniversario de Nagusiak
Funeral el jueves 23 de octubre de 2025, a las 19:30 en Salesianos (Bilbao).

Historias de diván: cuando la consulta se hace literatura

En 2007 Gabriel Rolón publicó Historias de diván, un libro que no pretende enseñar técnicas terapéuticas ni erigir teoría nueva, sino acercar al lector a la experiencia clínica: a esos instantes en los que la palabra —dictada por el dolor o por la vergüenza— encuentra una escucha y, con ello, la posibilidad de ser pensada. Cada relato es una pequeña escena de consultorio donde afloran heridas antiguas (duelos, celos, abandonos), mecanismos de defensa y, sobre todo, la apuesta por resignificar el pasado.

Lo notable de la obra no es sólo su honestidad sino su estilo: Gabriel Rolón describe con economía narrativa y respeto al paciente, evitando el efectismo fácil. El lector entra en la sala, acompaña el silencio, presencia una frase que cae y una interpretación que abre una ventana. El resultado es una lectura doble: tanto humana como pedagógicaHistorias de diván funciona como ejemplo de cómo la escucha profesional puede aportar recursos para comprender conflictos que todos, en mayor o menor medida, vivimos.

Para docentes de literatura, filosofía o educación emocional, el libro ofrece materiales preciosos: fichas de personaje para trabajar la empatía, textos breves para analizar cómo la narrativa puede transformar una experiencia personal y preguntas para debatir en clase sobre memoria, responsabilidad y vínculo. Y para lectores interesados en la condición humana, es una lectura cercana que recuerda que, a menudo, nombrar el dolor es empezar a desarmarlo.

Gabriel Rolón (n. 1961, La Matanza, provincia de Buenos Aires) es licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, psicoanalista de profesión y divulgador habitual en radio y televisión. Su salto a la popularidad como autor comenzó con Historias de diván, que lo convirtió en uno de los escritores más leídos de Argentina en la última década; desde entonces ha publicado otros títulos de divulgación y una novela. Rolón combina su formación clínica con un estilo narrativo próximo, orientado a poner en lenguaje accesible temas del inconsciente, el duelo, los vínculos y los malestares cotidianos. 

Historias de diván reúne relatos basados en casos clínicos —transcripciones o reescrituras de sesiones— en las que el analista relata el encuentro con distintos pacientes y las historias que estos traen al consultorio: duelos, celos, infidelidades, miedos, heridas de la infancia y reconstrucciones del pasado. No es una novela en sentido estricto sino una colección testimonial que busca mostrar cómo el psicoanálisis escucha y nombra el sufrimiento humano, y cómo la palabra puede convertirse en herramienta de transformación. El tono oscila entre la confidencia clínica, el ensayo y la narración breve, con una cuidada voluntad de hacer accesible el aparato conceptual del psicoanálisis al lector general. 

El libro se compone de varias historias/autorretratos clínicos —en las ediciones aparecen ocho o diez relatos—, cada uno centrado en un paciente distinto y en un conflicto vital determinado. El narrador (el analista) introduce al lector en la escena del consultorio, describe la situación que trae el paciente y, paso a paso, las intervenciones, los silencios y las interpretaciones que emergen. 

Sus temas recurrentes son duelo, abandono, celos, culpa, memoria, “resignificación” del pasado, herencias familiares y la tensión entre lo que se dice y lo que se calla. El libro destaca la importancia del relato personal: contar la propia historia —aunque sea dolorosa— permite organizar la experiencia y, a veces, transformar la relación con el pasado. 

Su estilo es de una claridad expositiva, anécdotas clínicas narradas con respeto, y frecuentes reflexiones meta-psicológicas que buscan que el lector comprenda el proceso terapéutico sin tecnicismos innecesarios. Su valor pedagógico radica en que funciona como puerta de entrada al psicoanálisis para lectores no especialistas y como material útil para debates en aulas de humanidades, filosofía y educación emocional.

Algunas citas de muestra- “Mirá, a veces es interesante ver cómo uno repara afuera, en otros, lo que no puede reparar adentro.”  - “A veces el tiempo y la memoria cambian un poco las cosas.” - “El amor es un sentimiento cuyo inicio se reconoce mirando hacia atrás e iluminando el pasado con la luz del presente.” 

Historias de diván mantiene su vigencia porque combina empatía clínica con economía narrativa: es accesible sin trivializar, cercano sin condescendencia. Aprovecha la fuerza de lo testimonial para hablar de problemas universales: cómo vivimos las pérdidas, cómo repetimos patrones, y cómo la palabra —en manos de un buen oyente— puede abrir posibilidades de cambio. Es, además, un texto útil para quienes trabajan en educación porque propone recursos prácticos para introducir la reflexión emocional en el aula. 

Origen de los prejuicios y un atlas histórico para desmontarlos

Hoy recomendamos una lectura amena e instructiva para deshacer la historia de las ideas recibidas con el libro Histoire des préjugés (Historia de los prejuicios), obra colectiva dirigida por Jeanne Guérout y Xavier MauduitÉditions Arènes, 2023

Histoire des préjugés es un volumen colectivo dirigido por las investigadoras y periodistas Jeanne Guérout y Xavier Mauduit que reúne a treinta y cinco historiadores y especialistas para rastrear el origen y la genealogía de más de cincuenta prejuicios comunes (raciales, de clase, de género, nacionales, profesionales, etc.). Su objetivo central es mostrar cómo muchos de los juicios “de sentido común” tienen historias concretas y funciones sociales —y por tanto pueden ser desmontados con herramientas históricas. 

Jeanne Guérout es historiadora y periodista cultural francesa, colabora en programas y medios culturales y ha trabajado en proyectos que cruzan historia, memoria y divulgación. Ha coordinado investigaciones y colecciones que acercan la historia al gran público. Xavier Mauduit es periodista e historiador cultural, Mauduit es también autor y coeditor de trabajos sobre historia social y cultural. Junto a Guérout ha impulsado proyectos colectivos que buscan recuperar el pasado para entender prejuicios y representaciones presentes. 

Es un libro colectivo por capítulos temáticos; cada entrada aborda un prejuicio (p. ej. sobre nacionales, sobre clases sociales, sobre mujeres, sobre enfermedades, sobre profesiones) y reconstruye su emergencia histórica, sus usos y las instituciones que lo han reproducido. Los autores combinan documentación (fuentes impresas, iconografía, legislación, panfletos) con análisis historiográfico: la intención es mostrar que los prejuicios no son “naturales” sino construcciones con funciones (políticas, económicas, culturales). Entre los colaboradores aparecen nombres diversos —investigadores en historia cultural, de la ciencia, del derecho y de las mentalidades— que dan al libro amplitud temática y metodológica. 

Algunas ideas centrales

Los prejuicios tienen historia: no son atemporales; nacen en contextos concretos (economía colonial, luchas políticas, cambios normativos) y se ajustan a intereses sociales. 

Función social de los prejuicios: suelen legitimar desigualdades, excluir o mercantilizar grupos y justificar políticas. Analizarlos históricamente permite ver quién se beneficia de su persistencia. 

Pluralidad de ejemplos: la obra ofrece casos muy variados —desde estereotipos nacionales hasta prejuicios científicos o de clase— lo que permite al lector comparar mecanismos y continuidades. 

Divulgación con base académica: aunque tiene rigor historiográfico, el formato está pensado para llegar a un público amplio (lectores de divulgación cultural y enseñantes).

Algunas citas breves extraídas (traducciones y fragmentos):

Comprendre l’origine des préjugés, c’est déjà les combattre.” (Comprender el origen de los prejuicios es ya combatirlos.) — lema editorial y síntesis de la intención del libro.
“Les préjugés portent une idée d’intemporalité” — señalamiento sobre cómo los prejuicios se presentan como naturales y atemporales, cuando en realidad son construcciones históricas. 
Un ouvrage collectif… trente-cinq historiens remontent à la source de nos idées reçues.” (Obra colectiva: treinta y cinco historiadores remontan el origen de nuestras ideas recibidas.) — nota editorial que subraya la amplitud de autores y temas. 

Fortalezas. Enfoque pedagógico: ideal para docentes y divulgadores que quieran mostrar a estudiantes cómo una creencia común tiene una genealogía. Rigor plural: al ser colectivo, reúne diversas aproximaciones (historia política, cultural, de la ciencia) y casos comparables. Accesibilidad: formato apto para público general interesado en desmontar estereotipos. 

Límites. Profundidad desigual: como en muchos volúmenes colectivos, la densidad y profundidad de los capítulos varía según el autor. Perspectiva francocéntrica: aunque hay aportes de diversa índole, la orientación editorial y las fuentes remiten mucho al contexto francófono y europeo; conviene complementarlo con lecturas sobre otras regiones. 

Muy recomendable para Estudiantes y docentes de historia, ciencias sociales, educación cívica, estudios culturales y antropologíaProfesionales de la educación y la divulgación que busquen materiales para desarmar estereotipos en el aula. Lectores interesados en genealogías culturales y en la historia de las mentalidades

Sin citar a sus respectivos autores, estos son los prejuicios cuya genealogía se expone: Los hombres y las mujeres prehistóricos vivían como bestias. Los bárbaros son unos vándalos. Los galos son gruñones y pendencieros. Los negros son serviles por naturaleza. La sífilis es un mal italiano. Los indios de América son perezosos. La morisca siempre va con los pechos desnudos. Los pelirrojos son falsos y huelen mal. La gastronomía es cosa de hombresLos chinos son astutos. Las mujeres son histéricasLos aristócratas son reaccionarios. Los pobres viven a costa de los ricos. Los ingleses son excéntricos. Las mujeres que se perfuman son peligrosas. Los artistas son unos parásitos. Los gitanos son ladrones de gallinas y de niños. Los negros solo piensan en sexo. Los zurdos son torpesEl verde trae desgracia. Los criminales tienen mala cara. Los ricos gobiernan en Francia. Los japoneses son suicidas. Los musulmanes no pueden vivir sin califa. Los chinos comen perros. Los negros huelen fuerte y los blancos huelen a muerte. Les estadounidenses son puritanos. Los franceses son arrogantes y maleducados. ¡Las suegras, todas unas arpíasLos checos se creen el corazón de Europa... Los intelectuales están desconectados de la realidad. Los judíos solo se apoyan entre ellos. Los alemanes son unos palurdos. Los árabes son violentos. Los homosexuales son todos afeminados. Los habitantes de los suburbios son unos delincuentes. Los africanos no tienen historia. Los sacerdotes tienen el diablo en el cuerpo. Sucio y lujurioso como un cerdo. Los aborígenes de piel clara no son verdaderos aborígenes. Los italianos no saben pelear. Los inmigrantes quieren islamizar Europa. El arte contemporáneo no es realmente arte¡Pommie bastards! Los mexicanos son criminales violentos. Los gordos carecen de voluntad. Los Beatles son bien educados y los Rolling Stones son unos maleantes. Los refugiados se aprovechan del sistemaLas vacunas son peligrosas para la saludLos ecologistas están en contra del progreso. Los vegetarianos son gente tristeUn hombre no llora. Los indios viven en la mugre. Los rusos necesitan un hombre fuerte. La lengua francesa está acabada,...

Histoire des préjugés es una herramienta potente para la educación histórica: permite trabajar en el aula ejercicios de contraste (comparar un estereotipo con su génesis documental), análisis de fuentes (¿qué interés social sostenía aquel prejuicio?) y proyectos de investigación local (¿qué prejuicios sobreviven en mi comunidad y por qué?). Recomiendo complementarlo con lecturas comparadas sobre racismo, sexismo y estereotipos coloniales para abrir la perspectiva más allá del ámbito europeo. 

Filósofos para que la juventud aprenda a pensar en libertad

En nuestra labor educadora, ya como docentes jubilados, encontramos carencias en nuestro entorno más joven de nietos-nietas o amistades a quienes tratamos de formar. Quizá nuestra mayor preocupación actual resida en el escaso bagaje crítico de filosofía que observamos

Desde esta modesta plataforma de blog, vamos a repasar y combinar algunos clásicos universales, pensadores europeos clave, y otros que nos ayuden a todas las generaciones a entender los retos contemporáneos que se avecinan en ciencia, ética, política, tecnología, humanismo,...

Dedicaremos sendos posts a estos 20 Filósofos referenciales para la juventud europea, que hemos ordenado cronológicamente para dar visión histórica. De todos ellos ya escribimos en distintas ocasiones, pero queremos adquirir el compromiso de detenernos en su aportación específica y en cómo el pensamiento universal pudo evolucionar con sus contribuciones:

  1. Sócrates – El origen del pensamiento crítico y del diálogo.
  2. Platón Teoría de las Ideas, justicia, política y educación.
  3. Aristóteles Lógica, ética de la virtud, ciencia y política.
  4. Agustín de Hipona (San Agustín)Fe y razón en la tradición cristiana.
  5. Tomás de AquinoFilosofía escolástica y síntesis entre fe y razón.
  6. René DescartesRacionalismo, duda metódica y nacimiento de la filosofía moderna.
  7. John LockeLiberalismo, derechos individuales y empirismo.
  8. David HumeEscepticismo, empirismo y crítica a la religión.
  9. Immanuel KantDeber moral, crítica de la razón y autonomía.
  10. Georg Wilhelm Friedrich HegelDialéctica, historia y libertad.
  11. Karl MarxCrítica al capitalismo y teoría social.
  12. Friedrich NietzscheNihilismo, vitalismo y crítica a la moral.
  13. Søren Kierkegaard – Existencialismo, angustia y fe individual.
  14. Jean-Paul Sartre (posts previos) – Existencialismo, libertad y responsabilidad.
  15. Simone de Beauvoir – Feminismo existencialista, El segundo sexo.
  16. Hannah Arendt (posts previos) – Totalitarismo, política y condición humana.
  17. Ludwig Wittgenstein – Filosofía del lenguaje y los límites del pensamiento.
  18. Michel Foucault (posts previos) – Poder, biopolítica y crítica de las instituciones.
  19. Jürgen Habermas (posts previos) – Democracia deliberativa y comunicación.
  20. Martha Nussbaum  (posts anteriores) – Ética contemporánea, justicia social y emociones.

Podríamos crear un programa educativo, con siete módulos para entender la filosofía y la vida:

Módulo 1. Nacer a la filosofía: preguntas eternas

  • Sócrates – Pensar en diálogo, aprender a preguntar.
  • Platón – Justicia, política y la utopía de la educación.
  • Aristóteles – Virtud, lógica y cómo organizar la vida buena.

👉 Tema central: cómo empezó la filosofía y por qué seguimos preguntándonos lo mismo hoy.

Módulo 2. Fe, razón y mundo medieval

  • San Agustín – El sentido de la vida, la interioridad y la fe.
  • Tomás de Aquino – Ciencia, fe y la idea de un orden racional.

👉 Tema central: la búsqueda de armonía entre razón y religión.

Módulo 3. La revolución del pensamiento moderno

  • René Descartes – La duda metódica y el “pienso, luego existo”.
  • John Locke – Libertad, derechos y el contrato social.
  • David Hume – Empirismo y la fragilidad de nuestras certezas.
  • Immanuel Kant – Deber moral, autonomía y la Ilustración.

👉 Tema central: el nacimiento del individuo moderno y sus derechos.

Módulo 4. Historia, sociedad y revoluciones

  • Hegel – La historia como camino hacia la libertad.
  • Karl Marx – Crítica al capitalismo y justicia social.

👉 Tema central: comprender la sociedad y transformarla.

Módulo 5. Existencia, libertad y sentido

  • Søren Kierkegaard – Angustia, fe y elección personal.
  • Friedrich Nietzsche – Vitalismo, voluntad de poder y superar el nihilismo.
  • Jean-Paul Sartre – Existencialismo: somos libres y responsables.
  • Simone de Beauvoir – Feminismo existencialista: no se nace mujer, se llega a serlo.

👉 Tema central: cómo vivir auténticamente y asumir la libertad.

Módulo 6. Lenguaje, poder y política

  • Ludwig Wittgenstein – Los límites del lenguaje son los límites del mundo.
  • Hannah Arendt (posts previos) – Totalitarismo, acción política y la condición humana.
  • Michel Foucault – Poder, control y resistencia.
  • Jürgen Habermas – Democracia deliberativa y comunicación racional.

👉 Tema central: entender el poder, el lenguaje y cómo convivir democráticamente.

Módulo 7. Filosofía contemporánea y retos del presente

👉 Tema central: ética global, feminismo, desigualdad y cómo construir un mundo más humano hoy.

Aún nos quedarían otros 50 pensadores que conviene recordar, porque enriquecen la visión, abren nuevas perspectivas y completan el mapa de la filosofía occidental y global. Agrupados en bloques temáticos y cronológicos, serían:

🔹 Filosofía clásica y helenística

  1. Heráclito – Todo fluye, filosofía del cambio.
  2. Parménides – El ser inmóvil frente al devenir.
  3. Epicuro – Filosofía del placer sereno.
  4. Zenón de Citio – Estoicismo: vivir de acuerdo con la naturaleza.
  5. Marco Aurelio – Meditaciones, ética estoica práctica.
  6. Plotino – Neoplatonismo y el Uno trascendente.

🔹 Filosofía medieval y renacimiento

  1. Boecio – La consolación de la filosofía.
  2. Averroes (Ibn Rushd) – Transmisor de Aristóteles al mundo medieval.
  3. Maimónides – Filosofía judía y conciliación de razón y fe.
  4. Guillermo de Ockham – Nominalismo y la “navaja de Ockham”.
  5. Erasmo de Róterdam – Humanismo renacentista, crítica y tolerancia.
  6. Giordano Bruno – Universo infinito y libertad de pensamiento.
  7. Francis Bacon – Método científico y empirismo inicial.

🔹 Filosofía moderna (siglos XVII–XVIII)

  1. Thomas Hobbes – Contrato social y el Leviatán.
  2. Baruch Spinoza – Ética racionalista, panteísmo.
  3. Gottfried Wilhelm Leibniz – Mónadas y optimismo metafísico.
  4. Montesquieu – Separación de poderes y espíritu de las leyes.
  5. Jean-Jacques Rousseau – Contrato social y la educación natural.
  6. Voltaire – Ilustración, tolerancia y libertad de expresión.
  7. Denis Diderot – Enciclopedia y filosofía materialista.

🔹 Filosofía del siglo XIX

  1. Auguste Comte – Positivismo y sociología.
  2. John Stuart Mill – Utilitarismo, libertad individual y feminismo temprano.
  3. Arthur Schopenhauer (posts previos) – El mundo como voluntad y representación.
  4. Charles Darwin – No filósofo sistemático, pero con impacto filosófico radical en la concepción del hombre.
  5. William James – Pragmatismo y filosofía de la experiencia.
  6. Henri Bergson – Intuición, tiempo y creatividad.

🔹 Filosofía del siglo XX

  1. Edmund Husserl – Fundador de la fenomenología.
  2. Martin Heidegger – Ser y tiempo, ontología fundamental.
  3. Karl Popper (post dedicado) – Ciencia, falsacionismo y sociedad abierta.
  4. Theodor W. Adorno – Crítica cultural, Escuela de Frankfurt.
  5. Max Horkheimer – Crítica de la razón instrumental.
  6. Herbert Marcuse – Filosofía crítica y movimientos sociales.
  7. Claude Lévi-Strauss – Antropología estructural.
  8. Roland Barthes – Semiología y crítica cultural.
  9. Jacques Derrida (post dedicado) – Deconstrucción.
  10. Gilles Deleuze  (post dedicado) – Filosofía del deseo, rizoma.
  11. Paul Ricoeur (post dedicado) – Hermenéutica y narrativa.
  12. Emmanuel Levinas (post dedicado) – Ética de la alteridad y responsabilidad.
  13. Cornelius Castoriadis (post dedicado) – Imaginario social y autonomía.
  14. Zygmunt Bauman (posts previos)Modernidad líquida y sociedad contemporánea.

🔹 Filosofía contemporánea y global

  1. Byung-Chul Han (varios posts) – Crítica cultural y sociedad del cansancio.
  2. Peter Sloterdijk (post dedicado) – Ensayos sobre filosofía, cultura y esfera pública.
  3. Charles Taylor (post dedicado) – Identidad y multiculturalismo.
  4. Kwame Anthony Appiah (post dedicado) – Cosmopolitismo y ética global.
  5. Seyla Benhabib (post propio) – Teoría feminista y democracia deliberativa.
  6. Judith Butler (post dedicado)Teoría queer y performatividad de género.
  7. Slavoj Žižek (post dedicado)– Filosofía política y crítica cultural.
  8. Donna Haraway (ver con detalle en otro post) – Ciborg, tecnociencia y feminismo.
  9. Amartya Sen  (posts) – Filosofía de la justicia y desarrollo humano.
  10. Enrique Dussel (post dedicado) – Filosofía de la liberación latinoamericana.

En la medida de lo posible, también procuraremos traer más referencias de filosofía a este modesto blog

Muchos más posts sobre filosofía.