Barry Schwartz es un gran psicólogo que sabe descubrirnos la naturaleza humana y contarnos cómo somos las personas. En el vídeo superior nos presenta la "paradoja de la elección", o porqué muchas veces "menos es más". Libro escrito tras comprarse unos vaqueros, como nos relata en el vídeo superior. Delibera sobre... el exceso de opciones que se abren en nuestras vidas en la actualidad. La libertad de elección de todo es un gran valor, pero también tiene algunos efectos negativos cuando las opciones son excesivas, como la parálisis tras demasiados análisis, y la menor satisfacción por la decisión elegida.
En definitiva, nos descubre el secreto de la felicidad: Mantener bajas expectativas sobre nuestras propias vidas, de modo que las sorpresas sean gratificantes,... Todo ello condensa el concepto de la eficiencia de Pareto, también conocido como óptimo de Pareto u optimalidad de Pareto. Como concluye Barry Schwartz, todas las personas necesitamos una pecera, con sus posibilidades y sus limitaciones. Atención a la broma en el minuto 6:24 sobre el wifi que no funcionada en su hotel.
En definitiva, nos descubre el secreto de la felicidad: Mantener bajas expectativas sobre nuestras propias vidas, de modo que las sorpresas sean gratificantes,... Todo ello condensa el concepto de la eficiencia de Pareto, también conocido como óptimo de Pareto u optimalidad de Pareto. Como concluye Barry Schwartz, todas las personas necesitamos una pecera, con sus posibilidades y sus limitaciones. Atención a la broma en el minuto 6:24 sobre el wifi que no funcionada en su hotel.
En la segunda grabación, Barry Schwartz nos ilustra sobre la sabiduría de la gente sencilla. Y de cómo se aprende con empatía, interesándose por los demás, asumiendo que vivimos en comunidad, permitiendo la innovación social, y admitiendo la improvisación si la intención es buena. Ilustrativa la espeluznante historia de la limonada. Toda una apelación a que con normas ciegas e incentivos simples no basta, si obviamos la sabiduría de la gente y el sentido común.
A partir del minuto décimo cita casos educativos donde se desconfía del profesorado y se pauta absolutamente todo lo que decir, y cuándo y cómo enseñarlo. Ello quizá previene desastres, pero sólo asegura algo: la mediocridad. Sobre reglas concluye que quizá sí hacen falta más para los banqueros, pero muchas menos para quienes tocan jazz.
Sobre los incentivos Barry Schwartz nuevamente nos aclara una paradoja: En ocasiones, los incentivos en lugar de reforzar la responsabilidad que preexiste sin ellos, su presencia debilita la voluntad humana. La excesiva dependencia de incentivos llega a debilitar la genuina profesionalidad. Suplantan la razón de hacer lo correcto, la inspiradora ética del trabajo por sí misma, y devienen en perseguir lo más productivo.
Necesitamos celebrar los casos donde la ética prima sobre cualquier otra consideración, con héroes morales como Atticus Finch (de la obra "Matar a un ruiseñor"). Hay muchos otros como Aaron Feuerstein, un empresario que mantuvo la nómina de sus 3.000 trabajadores cuando un incendio destruyó su fábrica. Y más como Ray Anderson, a quien se puede ver en otra conferencia TED defendiendo la sostenibilidad ecológica, porque saber que se hace lo correcto es inspirador y motivador, o Willie Smits (también visible en TED).
Todo un canto a los "héroes cotidianos, gigantes comunes" con quienes nos tropezamos todos los días y que hacen el mundo mucho mejor. Toda labor que implique interacción con seres humanos, por modesta que sea, es un trabajo moral. Concluye citando a Bill Gates, quien recomendó un modelo educativo referencial como Kipp, donde el objetivo esencial para el alumnado es educar el carácter. Aprender a respetarse a sí mismos, a sus condiscípulos, a su profesorado y al aprendizaje mismo. Apelación final a la sabiduría popular, a la honestidad, al valor, a la empatía,... Y un mensaje final para las instituciones y empresas: Desarrollen la inteligencia de sus personas, en lugar de coartarla o limitarla.
A partir del minuto décimo cita casos educativos donde se desconfía del profesorado y se pauta absolutamente todo lo que decir, y cuándo y cómo enseñarlo. Ello quizá previene desastres, pero sólo asegura algo: la mediocridad. Sobre reglas concluye que quizá sí hacen falta más para los banqueros, pero muchas menos para quienes tocan jazz.
Sobre los incentivos Barry Schwartz nuevamente nos aclara una paradoja: En ocasiones, los incentivos en lugar de reforzar la responsabilidad que preexiste sin ellos, su presencia debilita la voluntad humana. La excesiva dependencia de incentivos llega a debilitar la genuina profesionalidad. Suplantan la razón de hacer lo correcto, la inspiradora ética del trabajo por sí misma, y devienen en perseguir lo más productivo.
Necesitamos celebrar los casos donde la ética prima sobre cualquier otra consideración, con héroes morales como Atticus Finch (de la obra "Matar a un ruiseñor"). Hay muchos otros como Aaron Feuerstein, un empresario que mantuvo la nómina de sus 3.000 trabajadores cuando un incendio destruyó su fábrica. Y más como Ray Anderson, a quien se puede ver en otra conferencia TED defendiendo la sostenibilidad ecológica, porque saber que se hace lo correcto es inspirador y motivador, o Willie Smits (también visible en TED).
Todo un canto a los "héroes cotidianos, gigantes comunes" con quienes nos tropezamos todos los días y que hacen el mundo mucho mejor. Toda labor que implique interacción con seres humanos, por modesta que sea, es un trabajo moral. Concluye citando a Bill Gates, quien recomendó un modelo educativo referencial como Kipp, donde el objetivo esencial para el alumnado es educar el carácter. Aprender a respetarse a sí mismos, a sus condiscípulos, a su profesorado y al aprendizaje mismo. Apelación final a la sabiduría popular, a la honestidad, al valor, a la empatía,... Y un mensaje final para las instituciones y empresas: Desarrollen la inteligencia de sus personas, en lugar de coartarla o limitarla.
Más conferencias TED subtituladas (ya hay muchas charlas traducidas).