Preguntas y respuestas

Es más fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas. Duc de Levis.

Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas su agudeza. Joubert.

Es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas. Thurber.

Lo importante es no dejar de hacerse preguntas. Einstein.

Panorámica de campanario

Todos somos campanas, unos de bronce, otros de barro. A veces repicamos juntos, otras por separado. Nuestro tilín o tolón es tan variado...

Todos sonamos, pero no hay dos campanas que suenen igual. El refrán asegura que cada campana suena según el metal del que está hecha. Incluso la misma campana no suena igual todos los días. Algunos se creen campanarios de comarca; otros nos sabemos campanillas de hojalata. Todos sonamos distintos, pero todos somos campanas.

Somos sonajeros, cascabeles y cencerros. Sonidos que se entrecruzan, condescendientes con la diversidad de los tañidos. Si la campana de la intolerancia doblase por uno, doblaría por todos. Somos campanas que se suman, que se comprenden, que se aceptan, y que se necesitan. El poeta inglés John Donne apuntó: "Nadie es una isla; cada persona es una parte de la Tierra; la muerte de cualquiera me disminuye, porque estoy ligado a la Humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

Las campanas nos saludan al nacer, y nos acompañan al cementerio. Las campanas, al igual que los vinos añejos, se afinan al envejecer. Su canto se torna más amplio y más sutil; pierden sus sonidos agrios y sus tonos verdes. Cuanto más alto es el campanario, más puro es el sonido de la campana. Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios. Pongamos nuestra campana, grande o pequeña, en alto.

Todos somos campanas, a veces calladas, o cansadas, quizás calmadas, acaso paradas, tal vez cantadas, pero nunca calcadas. Todos oímos campanas y no sabemos de dónde provienen. Una procede de muy dentro, del recóndito interior de nuestra alma. Dejemos que resuene limpia, propia, firme y clara. Versión .DOC para imprimir


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El camino no tomado (Poesía del día)

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, y lamentablemente no podía recorrer ambos siendo un solo viajero; por largo tiempo me detuve y contemplé uno de ellos tan lejos como pude hasta donde se perdia en la maleza.

Entonces tomé el otro, tan justo como honesto, y teniendo quizás el mejor motivo, ya que las pasturas estaban más crecidas y pedía ser recorrido aunque quienes habían pasado por allí las habían desgastado casi por igual realmente, y esa mañana ambos por igual se tendían sobre hojas que ninguna pisada tornara ennegrecidas.

¡Ah, dejaré el primer camino para otro dia! Y aún sabiendo que un camino conduce a otro, dudé si alguna vez debería regresar. Y estaré diciendo esto con una visión, en alguna parte, de aquí a épocas por venir; dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo, yo tomé el menos transitado, y eso ha hecho toda la diferencia.

Robert Frost(1916)

Derecha de opereta

Pulse para VER EL VIDEO del espectáculo, en un hemiciclo semivacío...La derecha, española o italiana, sólo cuando manda interpreta la política como cosa seria. En la oposición se desesperan, se burlan de la democracia y se muestran como lo que son: ridículos papanatas.

La penúltima reyerta del impresentable Martínez-Pujalte, incrédulo del 11-M y portavoz adjunto del PP en el Congreso, escenifica todo un modelo de lo que un parlamentario NO debe ser. Chulesco, bronquista, bufón y burlesco. Quienes le votaron sabrán si les personifica. U otros personajes como el senador popular Bonet, quien afirmó: "Algunos recordamos que Pavía entró a caballo en el Congreso, Tejero con una pistola y el señor Zapatero con un tren de cercanías".

Estar en la oposición exige sangre fría, inteligencia, cortesía, mesura y altura de miras. Siempre es legítima la defensa de posiciones alternativas, pero con sesera y… paciencia. La peor derecha de la meseta añora los años sesenta y setenta, los de la reserva espiritual de Europa. Bien harían en cambiar de receta y de vereda, en desaparecer de estas reseñas. Como en la Asamblea de Madrid donde los peperos se esposan y boicotean la sesión parlamentaria.

Los extremos “se pegan”, en su doble sentido. Se oponen y se asemejan. Porque en Euskadi ya vimos otras contiendas de leyenda patética, de batasunos y populares, los unos echando cal y los otros votando con el codo. Respeto y orden en los Parlamentos que pagamos y nos representan. Acierta quien les expulsa. Bien por Marín,… y por Atutxa.
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Aprendamos de todos

Todos las personas que conozco son superiores a mí en algún sentido.
En ese sentido aprendo de cada una de ellas.

Ralph Waldo Emerson

Consejo y ejemplo

El camino del consejo es largo y lento; el del ejemplo, breve y serio. Las palabras son enanas; los modelos, gigantescos.

El mejor modo de predicar, el más eficaz, es el buen ejemplo. El ejemplo es la principal escuela de la Humanidad, porque procura una lección que todos aprendemos. Pero los buenos modelos no son famosos, no son noticia y no aparecen en las portadas de prensa o en los informativos de televisión, que prefieren destacar lo problemático y lo negativo.

Nos queda proteger el entorno doméstico y escolar. Según un reciente estudio de 'Aldeas Infantiles', el 80% de los niños consideran a sus padres como ejemplos de superación, y modelos a seguir. El informe revela que 7 de cada 10 hijos creen que son sus padres quienes más les animan a que se esfuercen por alcanzar sus objetivos, que son el colegio (59%) y portarse bien (20%).

Un destacado libro de actualidad, Freakonomics, analiza qué aspectos familiares influyen en los resultados académicos. Por ejemplo, compara si es más decisivo “tener muchos libros en casa” o que “los padres lean para sus hijos casi a diario”. Paradójicamente, el primer factor está correlacionado con las notas mientras que no existe correspondencia con la segunda acción, a pesar de acreditar interés y actitud. Concluye que lo que importa es lo que los padres son, no lo que dicen, ni siquiera lo hacen ocasionalmente.

La vida de los padres es el libro de ejemplos de los hijos. El principio de la educación, en el hogar o en la escuela, es predicar con el ejemplo. Lo peor es la contradicción de buenos consejos acompañados de malos ejemplos. El ejemplo debe culminar lo que el precepto comienza. Nada se aprende o se enseña bien, sino desde el ejemplo. No hay más que una educación, y es el ejemplo.
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Trabajo eterno

El profesorado trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia.

Henry Brooks Adams
Periodista, novelista e historiador norteamericano.

Motores del aprendizaje

Nos conviene saber qué secretos impulsos nos mueven a aprender desde la edad más temprana hasta el final de nuestra vida.

La psicopedagogía moderna parece haber determinado las tres claves básicas del aprendizaje continuo a lo largo de la vida. Fomentándolos en nuestros hijos, alumnos o en nosotros mismos descubriremos la potencialidad de las inmensas capacidades que yacen en nuestro interior, dispuestas a ser despertadas y desplegadas mediante el poder del aprendizaje.

Primer motor: La curiosidad. Es el factor primario que conduce al conocimiento, el principio de la inteligencia activa y el más despierto instigador del género humano. Quizá sea hija de la ignorancia, pero es madre de la sabiduría. Es un impulso humano de amplitud infinita que oscila entre lo vulgar y lo sublime: Puede llevar a escuchar detrás de una puerta, o a descubrir América. El proverbio dice "la curiosidad mató al gato", pero la falta de curiosidad mata la mente.

Si en el nacimiento de un niño la madre pudiese pedirle a un hada madrina que lo dotase de alguna gracia, la más ventajosa sería la curiosidad. La curiosidad debe mantenerse viva siempre, porque la vejez sólo aparece con su pérdida. La curiosidad es viva en las almas felices, que la distinguen como la primera y la última pasión.

Segundo motor: El logro. Es el inmenso descubrimiento de la validez de un aprendizaje, como cuando uno comprende para qué sirve la lectura. La aplicación del conocimiento produce más sed de nuevos aprendizajes. Los pequeños éxitos son estímulos que conducen a éxitos mayores. El logro nos da confianza y constancia para superar los fracasos e interpretarlos como meros ensayos de futuros éxitos. Como el niño que pasa de gatear a andar e inmediatamente aspira a saltar y correr.

Gozar del valor de un aprendizaje otorga una experiencia de triunfo, que anima a proseguir con ulteriores aprendizajes. Así se decide que el aprendizaje no es meta, sino camino. De este modo un aprendizaje logrado espoleada la voluntad para el esfuerzo requerido por sucesivos y mayores conocimientos.

Tercer motor: El reconocimiento. Ya el bebé que consigue una meta, por pequeña que sea como poner en fila una serie de objetos, busca la mirada de sus padres o el aplauso de su profesora. Ello le alienta a nuevos objetivos. Grande siempre es el amor materno o la vocación docente, pero roza lo sublime cuando llega a la admiración por el hijo amado o el alumno apreciado.

Es muy difícil resistirse a la gran potencia de la admiración. La necesidad de autoafirmación y autoconfianza en nuestra capacidad de aprendizaje se revalida mediante el criterio de los demás, con la aceptación social de nuestros condiscípulos y con las altas expectativas en nosotros depositadas por nuestros padres y maestros. El reconocimiento contrastado impele hacia la madurez del aprendizaje, que busca triunfar en actividades trascendentes para el grupo social al que se pertenece. Versión .DOC para imprimir

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El peso de la conciencia

Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión del resto del mundo.
Marco Tulio Cicerón (Siglo I-II, AC)

No puedo y no quiero cortar mi conciencia para ponerme a la moda de este año.
Lillian Hellman (Siglo XX)

Camina o revienta

El proverbio avisa que quien nace mortal, camina hacia la muerte. La ciencia matiza que retrasa el fatídico encuentro quien mejor camina.

Un riguroso estudio médico de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) revela que la capacidad de una persona para completar un paseo de 400 metros vaticina su calidad de vida en los 6 siguientes años. En la investigación colaboraron 2.700 norteamericanos septuagenarios, que gozaban de relativa buena salud y que habían afirmado caminar esa distancia sin problemas. Sólo el 86% pudo concluir este recorrido, donde se pedía andar lo más rápido posible, pero sin correr.

Los científicos supervisaron durante los siguientes seis años la salud y la mortandad de todos los participantes. Se descubrió que había una gran diferencia en el nivel de salud de aquéllos que pudieron completar el paseo respecto de quienes no lo consiguieron, sufriendo estos últimos un alto riesgo de incapacidad o muerte. Además, era crucial el tiempo invertido en el ejercicio: El subgrupo del 25% más lento sufría un peligro que triplicaba al del 25% más veloz.

Caminar regular y diariamente siempre ha sido un aconsejable ejercicio en cualquier edad, y la mejor receta para el bienestar. Ahora sabemos que una simple caminata cronometrada de un cuarto de milla se demuestra como un fidedigno índice de salud. Si podemos caminar 400 metros sin problemas, muy probablemente dispongamos como mínimo de otros seis años más de vida. En todo caso recordemos que hemos de caminar mirando las estrellas, pero sin tropezar con las piedras. Versión .DOC para imprimir

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El día del Trabajo

El trabajo desgasta, pero pule y abrillanta; el ocio embota, enmohece y destruye. El trabajo puede con todo. El que con buen ánimo acomete el trabajo, la mitad tiene hecho.

En resumen, lo que menos fatiga es el trabajo.

Freakonomics

Un polémico libro, con información estadística contrastada, que muestra algunas causas distantes y ocultas de nuestra realidad.

Entre los libros de las últimas vacaciones, ha destacado uno por su controvertido contenido. Se lee de un tirón, pero suscita profundas reflexiones. Se trata de Freakonomics, de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner. Levitt es un prestigioso economista, aunque políticamente incorrecto. Dubner es un escritor de éxito y periodista de The New York Times.

La obra es un puzzle que combina anécdotas e investigación para presentar conclusiones impactantes, sustentadas en datos masivos explorados con técnicas estadísticas ortodoxas, por lo que su argumentación científica resulta convincente. Algunas pintorescas preguntas sobre significativos fenómenos sociales se suceden y se explican con razones, cuando menos, curiosas.

¿En qué se parecen los agentes inmobiliarios al Ku Klux Klan? ¿Por qué los traficantes de drogas viven con sus madres? ¿Funciona una banda de crack como una franquicia? ¿Qué es más peligroso: un arma o una piscina? Resulta que, en un país (¡con 200 millones de pistolas y 6 millones de piscinas!), mueren muchos más niños ahogados que por disparos (550 frente a 200 anuales). La familiaridad de una piscina evoca menos precaución que un arma mortal, y no hay ONGs que nos recuerde el peligro de las piscinas.

El primer capítulo se titula “¿Qué tienen en común un maestro de escuela y un luchador de sumo?”. La respuesta es que algunos hacen trampa. Esta afirmación irreverente surge del estudio de una situación en la que los incentivos económicos y la posibilidad de ascenso para profesores dependen de las calificaciones que obtengan sus alumnos en exámenes estandarizados. La probabilidad de que hagan truco es alta. Y así se demuestra tras revisar cuidadosamente miles de tests de opción múltiple en las escuelas de Chicago. Mediante algoritmos descubrieron patrones de maestros que rectificaban series de respuestas antes de su evaluación por ordenador. Los mejores luchadores de sumo, a pesar de ser considerados semidioses en Japón, también hacen trampas. Se dejan ganar en peleas que no contabilizan en el ranking, pero que beneficia a su competidor, quien devuelve el “favor” en el futuro. La conclusión es que los incentivos, a veces, estimulan los fraudes.

El cuarto capítulo provoca escándalo, al preguntar “¿Adónde han ido todos los criminales?”. Durante los años 80, los criminólogos predijeron una imparable ola de delincuencia juvenil. No obstante, durante la primera mitad de los años 90, se desplomaron los índices delictivos. Los expertos, policías, jueces y políticos que antes auguraron la hecatombe, luego adujeron múltiples explicaciones sobrevenidas (educación, bonanza económica, tolerancia cero, éxito en la represión, estrategias policiales y penitenciarias, incremento de efectivos, envejecimiento de la población o leyes más estrictas sobre armas de fuego). El libro considera que la variable de mayor efecto causal (más del 50%) fue la alejada legalización del aborto ¡en 1973!, tras el famoso caso Roe vs. Wade en la Corte Suprema. Cree que así que no nacieran jóvenes predestinados a la marginalidad. Realmente un dictamen cruel sobre una vieja cuestión. Los autores dicen que “la moralidad es el mundo como nos gustaría, pero la economía muestra el mundo como es”.

La correspondencia entre abortos en los ‘70 y descenso de la criminalidad en los ’90 se valida con historias contrapuestas como el colapso de la dictadura comunista de Rumania en 1989, 23 años después de que Ceausescu ilegalizara el aborto proclamando que “el feto es propiedad del Estado”. También se acredita con indicios, como que los Estados con mayor tasa de abortos experimentaron la mayor disminución en crimen, y que los 5 Estados que aplicaron la sentencia antes fueron los primeros en atenuar los índices delictivos. Más discutible que la correlación es la conclusión de Levitt: “Cuando el gobierno da a las mujeres la oportunidad de tomar la decisión de abortar, en general, ellas hacen un buen trabajo en dilucidar si están o no en condiciones de criar bien a un bebé”.

El libro merece ser leído,… y debatido. Los aspectos éticos involucrados corresponden a otro plano de análisis, y ni deben prejuzgar las interpretaciones presentadas, ni deben ser inferidos por meros datos o conclusiones estadísticas. Otros trascendentes aspectos familiares y educativos presentados en la segunda parte del texto merecen un comentario pormenorizado de próxima publicación.Versión .DOC para imprimir



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Somos simios: amé-monos

Esforcémonos en ampliar el monopolio de la monomanía monótona del monólogo de monos sin pelo que sólo piensan en sí mismos.

El “Proyecto Gran Simio” (PGS o Great Ape Project) fue definido en 1993 por etólogos y filósofos. Proclamó una Declaración de los Grandes Simios Antropoideos, un ambicioso texto inspirado en la Declaración universal de los derechos del animal que la UNESCO aprobó en 1977 y fue ratificada en la ONU.

Coloquialmente la evolución se ha descrito como el nacimiento de la especie humana cuando un grupo de monos bípedos se volvió envanecido y consideró que comer carne era lo más adecuado para sobrevivir. Aunque todavía queden creacionistas que niegan a nuestros antepasados, todos los científicos saben que procedemos del mono.

Los monos que hemos “humanizado” en los zoológicos imitan nuestras modas y la malicia es su pasión dominante. Pero esos monos se burlan de nosotros y emulando nuestros gestos -sobre todo los más escabrosos- quieren recordarnos que sólo somos monos desnaturalizados que aunque nos vistamos de seda, monos quedamos. Seguramente los primates son tan inteligentes que no hablan como nosotros para evitar que les hagamos trabajar, aplicándoles deberes antes que derechos.

Alentar un proyecto, cuyo loable objetivo es promover la igualdad más allá de la Humanidad, parece algo tan futurista como meritorio. Pero el presente pasa por una premisa que aún no hemos alcanzado: Apreciarnos y respetarnos los homínidos más semejantes, que somos todos los seres humanos sin importar credo, color o pasaporte. Mientras tanto es imaginable suponer que los simios prefieran no ser confundidos con los humanos.
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Acertijo infantil

Una habilidad que perdimos al crecer, pero que podemos recuperar reflexionando sobre qué es más importante.

A varias clases de Educación Primaria, con alumnos de seis años, se les preguntó: "¿En qué dirección viaja el autobús del dibujo?" Todos ellos, en grupos o por separado, pronto respondieron acertadamente. A su edad, el grado de abstracción de su inteligencia puede llevarles a pensar que la Luna está más cerca que China, porque la Luna se puede ver. Pero, esa misma ingenuidad les permite resolver instantáneamente esta adivinanza.

Los adultos dudamos cuando tratamos de averiguar la solución, aunque sólo caben dos únicas posibles respuestas, que son hacia la izquierda o hacia la derecha. Vale la pena dedicar tres minutos para saber si la edad nos ha cegado. ¿Lo adivinamos? En caso afirmativo, enhorabuena, todavía disponemos de esa inigualable lucidez infantil.

Todos los escolares contestaron que viaja hacia la izquierda el autobús, porque no se ven sus puertas de entrada. La inteligencia infantil, así como las mentes entrenadas para mantener esa clarividencia, analizan tanto lo que se observa como lo falta en un cuadro o en una situación. Definitivamente, casi siempre lo más revelador no es lo que se ve, sino lo que se oculta.Versión .DOC para  imprimir


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Si sabes leer, y lees, todo es posible.

Enseñar a leer, tal será el solo y verdadero fin de una educación bien entendida. Que el lector sepa leer, y todo se salvará.

Detener el tráfico peligroso

Tras un largo recorrido en coche se sugiere una fórmula que frenaría las altas velocidades en las autopistas.

Viniendo desde el Mediterráneo al Cantábrico, hemos observado algo habitual para cualquier viajero de largo recorrido. Un lujoso deportivo nos ha adelantado arriesgadamente a una velocidad superior a 180 km/h. A esa velocidad en medio de La Mancha muchos automovilistas hemos sido testigos de su temeridad. Al cabo de un rato, le hemos visto detenido en el arcén siendo multado (según las tarifas actuales con 200€ si le han medido hasta 186 km/h y sólo 140€ si iba a menos de 163 km/h). Pocos minutos después y apenas unos kilómetros más adelante, nos ha vuelto a pasar a todos a la misma imprudente velocidad.

Para algunos irresponsables pagar unos euros no es suficiente penalización (quizá lo sea la futura pérdida de puntos). Pero si junto a la multa se le impusiese una inmovilización temporal de dos o cuatro horas (con un control por GPS de obligada devolución en una delegación de tráfico), con un llamativo cono en el techo que indicase tal correctivo, seguro que muchos se lo pensarían mejor cuando tratan de ganar unos minutos en una carrera que pone en peligro sus (y nuestras) vidas. Sería una sanción ejemplarizante para recordar que la prisa conductora causa miles de muertos y heridos. Versión .DOC para imprimir



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Ella debió elegir

Un relato de ficción que realmente sucedió. El drama no fue elegir entre el bien y el mal; ni entre dos males; sino el mejor pretendiente entre todos.

Ella apareció. Cuando nosotros pensábamos que el amor era una entelequia romántica, ella surgió en medio del grupo. Todos entendimos que ella era la mejor demostración de que el amor existe, porque toda ella era amor.

Ella nos enamoró a todos, hasta el delirio. Perdida, irremediable, absolutamente. Poco a poco comprendimos que el hechizo era fatídico, porque sólo uno podía ser el elegido. Y cada uno sabía que, seguramente, otro la haría más feliz. Así que tan pronto como la conocimos, la desesperación acompañó a la pasión. Supimos que nuestro gran amor jamás sería nuestro.

Ella se quiso ir, sin elegir. Porque también ella vio nuestro amor y nuestro dolor. Prefirió no acrecentar aquella insoportable desazón, prefiriendo a uno sobre los demás. Pero no lo aceptamos, tal era nuestro amor. Sólo escogiendo a uno de nosotros, los restantes podríamos superar la pérdida.

Ella aceptó que había de elegir. Y quería escoger, mas sin ofender a los no elegidos. Ella nos amaba a todos,… como amigos. Pero su corazón ya había decidido. Nosotros no lo entendíamos, y aún hoy seguimos sin comprender cómo elige una mujer.

Ella eligió por nosotros. No cabía otra fórmula. La disputa entre nosotros sería baldía, si ella no lo resolvía. Sólo ella podía resolver aquel enigma, aquella intriga que el alma nos deshacía.

Ella eligió. Por descarte, nos pareció, erróneamente. Ella habló, por separado, con cada uno de nosotros. Cuando llamaba y pedía conversar a solas, sabíamos que habíamos sido desechados. Sólo nos quedaba estar con ella, aquellos minutos finales, mientras se desvanecía para siempre la esperanza de ser el elegido y caíamos al abismo.

Ella no eligió a quien más admiraba. Porque la admiración está reñida con el amor, porque es amor congelado. El carisma es un sentimiento que abruma, pero no enternece. La admiración alaba, pero el amor es mudo. Así se lo comunicó ella al más venerado. Él lo aceptó.

Ella no eligió por su bien. Porque el interés sólo degrada el amor. El amor nace de dentro, nunca del cálculo o de la conveniencia. Así se lo declaró ella al más poderoso. Él lo aceptó.

Ella no eligió por vocación, como se elige la profesión, pero no el amor de nuestra vida. Así se lo declaró ella al más amigo, al más semejante, al que parecía su hermano. Él lo aceptó.

Ella no eligió por compasión. Porque por piedad se miente, pero no se quiere con la efusión de un gran amor. Así se lo declaró ella al más necesitado. Él lo aceptó.

Ella descartó igualmente al más fuerte, y al más alto, y al más popular, y al más guapo, y al más joven, y al más experto, y al más alegre, y al más simpático, y al más ocurrente, y al más preparado. Los grandes candidatos, los perfectos, sorprendentemente quedaron apartados.

Ella eligió al fin. Ella eligió vivir. Ella eligió así. Ella eligió al más enamorado, al más entregado, al más fiel, al más atento, porque era el más indicado. Elegir es imaginar. El gran amor de ella proyectó cómo sería la convivencia, fraguó cómo sería el futuro conjunto, y cómo sería nuestra descendencia. Versión .DOC para imprimir



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Santa Semana

De la tradicional Semana Santa se ha pasado a la actual Santa Semana, con grandes diferencias en el proceder social y personal.

Hace apenas una generación, estas fechas representaban una época hogareña, de recogimiento familiar, de baja actividad y, para los creyentes, de oración. Ahora se ha transformado simplemente en un fugaz trajín vacacional allí nos concentremos todos los urbanitas, en un lapso delimitado por la “operación salida” y por la “operación retorno”. Las modernas procesiones consisten en visitar lejanos rincones cuyos lugareños buscan las mismas respuestas viajando hacia nuestro país.

Todo ello quizá sea el signo de que cuanto más rasante es el vuelo contemporáneo del espíritu, tantos más kilómetros recorremos, buscando lo que seguramente hallaríamos en un viaje interior con quietud y orientación. Así podríamos superar la melancolía de un omnipresente hedonismo efímero que insinúa su falsedad tras la experiencia de su vertiginosa evaporación.

Vivimos tiempos de falsa exploración, de desmedida decoración, coloración, edulcoración, pignoración y minoración. Demasiada oratoria y poca oración. Necesitamos más valoración ética, elaboración mental, colaboración social, incorporación de lo trascendente, quizá genuina adoración. De esa exaltación definida como una admiración trascendental demostrada con vocación.

Consideremos la reincorporación de la oración, que soslayando su matiz religioso reúne reflexión y proyecto de vida. La oración (o meditación) debiera ser la llave del día y el cerrojo de la noche. La mejor oración (o cavilación), al comenzar la jornada, es desear no malgastar el tiempo. Quien se levanta de la oración (o introspección) con mejor disposición, ya ha logrado respuesta a su demanda.

En Semana Santa, probemos a recuperar esa respiración del alma. No importa la fórmula de la oración (o introversión): basta reconocer nuestra humana condición y postrarnos ante Dios
Versión .DOC para imprimir (Naturaleza, Providencia o lo que nos es Superior). Quizá así vislumbremos por qué estamos aquí…

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La palabra más bella (III/III)

Tercera y última entrega de candidaturas para un inagotable debate relanzado por un nuevo concurso sobre la palabra más ilustre del diccionario.

1. Paz (Preferentemente a País y Patria para Perspicaces Proyectos Plurales)

Sólo tres letras: La final (Z), la inicial (A) y una consonante que a veces suena, y otras veces no (como en psicología). Monosilábica y una de las palabras más pequeñas del diccionario y posiblemente la más grande para todos los seres humanos, sin importar pasaporte, raza, color o religión. Es el concepto clave que hace posible que todas los demás tengan algún sentido, por lo que es anhelado y apreciado en grado sumo. Con la paz todo se puede; sin la paz nada avanza. Todas las demás palabras pierden su significado sin paz. Además de la paz exterior e interior, Paz es un bello nombre de mujer.

2. Quizá (¡Qué Quimérica Quintaesencia del Querer!)

Quizá es una palabra de color verde esperanza de que acaso ocurra lo anhelado: Porque quizá llegue el día en el que vivamos en un mundo más justo, quizá el amor se asome a nuestra puerta en el momento más inesperado, y quizá los días pasen sin su tictac rutinario. Refleja la realidad de la duda en su vocal abierta final (quizáaaaa…) con la última y la primera letra del abecedario. Además de su fonética juguetona entre amantes, es el adverbio que mejor define toda la vida del ser humano.

3. Razón (Rebelde y Realista, Recóndita y Rutilante, Risueña y Resplandeciente)

Es la más alta y singular facultad de las personas, la que nos diferencia de los demás seres vivos. Sin ella, sólo seríamos una especie más dentro del mundo animal, por lo evitemos actuar irracionalmente. Constituye nuestra mejor herramienta ante este complejo mundo para convivir felizmente. Este don aplicado con pasión nos permite encontrar el entendimiento universal desde el respeto recíproco, si llegamos a comprender que desde posiciones diversas varios pueden, simultáneamente, "tener razón". Para proponerla, no hacen falta más… razones.

4. Sí (Sentencia Sencilla, Sensible y Sabia Siempre con Sonrisa Soñadora)

Un sí es afirmación que indica aceptación y encuentro, que conlleva acción, crea un puente con quien nos pregunta, y declara fe y confianza en el poder del nosotros. Quizá sólo en ocasiones sea una palabra bonita de decir, pero siempre es lo más bello de oír. Con este conciso y sonoro monosílabo que apenas dura un suspiro en el aire, a veces tajante y a veces susurrante, se inicia todo, tanto lo bueno como lo malo. Por ello conviene conocerlo bien y administrarlo mejor, sin olvidar su versión "asertiva" de quienes prefieren responder con el metalenguaje del jé-jé mediante un sí –sí (espérame sentado). Sí, decididamente, nos gustas.

5. Tú (Tesoro Tierno, Talismán Trascendente, Tentación de Terso Terciopelo,…)

Sólo Tú sabes por qué Te elijo, porque sin Ti no hay nosotros, porque sólo Tú puedes citarme por mi nombre. Tú eres mi Tú, y yo soy tu Tú. Tú lo eres todo mi mundo, te necesito a ti para sobrevivir. Poesía eres Tú, la persona más importante de nuestra pareja. Un simple pronombre, un sencillo monosílabo, que cuando se pronuncia despliega toda la carga emocional de tu complejo universo de persona que me ama, que me mira, que me besa. Tú es el inicio del nosotros, y la anulación de la soledad. Quien tiene la suerte de pronunciarla demuestra no está solo, que comparte amor, o amistad, o compañía.

6. Universo (Único, Unido, Ubérrimo Umbral de Utopía y Ucronía)

Máxima expresión de sonido armonioso que crea en la mente una imagen de realidad sin límite, que lo abarca todo, que es el todo, la energía mágica, la creación divina, todo lo que conocemos y lo que esperamos llegar a conocer dentro y fuera del ser humano. Su significado es algo infinitamente grandioso, inmenso y misterioso. Es el ÚNIco VERSO que contiene toda la poesía, uniendo y englobando todas las palabras y acabando en VERSO.

7. Verdad (Valor Valiente, Virtuoso y Vibrante del Verso y del Verbo)

Con la verdad por delante, lejos llegaremos. La verdad nos hará libres en un mundo donde la mentira no puede seguir. La verdad entraña la genuina esencia del ser humano, la honestidad del espíritu puro que expresa sin doblez lo que siente o lo que piensa. No tiene contraindicaciones, ni efectos secundarios perversos. Es una palabra eufónica, equilibrada y generosa; si la partes por la mitad sigue ofreciendo consejo: VER y DAD. Además, la verdad siempre brilla, aunque sea por su ausencia.

Para no zozobrar ni zascandilear, nos zafaremos de este zafarrancho sin zambullirnos en la letra Z y zanjaremos las propuestas sin zigzaguear y sin zarandajas propias de zafios zagales zarrapastrosos, zopencos y zangolotinos.Versión .DOC para imprimir


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La palabra más bella (II/III)

Segunda entrega donde se defienden algunas voces candidatas a un espléndido concurso sobre la palabra más sublime del castellano.

1. Hijos e Hijas (Sobreponiéndose a Historia e Humanidad)

Ella y ellos son lo mejor que nos puede pasar y el gran motivo de la existencia de cada padre o madre, además de la base para la supervivencia de la humanidad. No existe palabra más emotiva, porque sugiere amor, familia, hogar, maternidad, paternidad, parentesco,…

2. Ilusión (Ideal Identidad de la Infancia Ingenua e Inmarcesible)

Es una palabra que, en su acepción de esperanza o anhelo que no de ficción, mueve el mundo y es capaz de perfeccionar el verbo sobrevivir en vivir. Basta para arrancar una sonrisa a cualquiera. Es suficiente para hacernos creer en la magia y necesaria para mostrarnos la belleza de las cosas más sencillas. La ilusión es lo último que debe perderse, porque con ella se vive feliz y se puede llegar hasta el fin del universo. No importa su adjetivo: mínima, loca, última, antigua, perdida, patética, fundada u óptica; sólo que sea ilusión, el principio de la felicidad. Hasta su fonética, con vocales infrecuentes, es musical, sonora y potente.

3. Jardín (Jacarandoso como Juventud, Juego y Justicia)

Aunque tiene retintín, evoca una reproducción a pequeña escala del paraíso perdido, lleno de vida y colorido, donde se puede contemplar y admirar la belleza con sosiego. También combina muy bien con libros…

4. Lluvia (Llanto que Llama)

Suena a palabra fresca, frágil (por sus vocales débiles), limpia, suave, llena de nostalgia y, al tiempo, de tenaz personalidad. Fluye entre los labios con la naturalidad del agua de un manantial que orada la piedra. Quizá quiera esconder su verdadero propósito, como el llanto de la naturaleza que desahoga y purifica el alma. La belleza de su voz sugerente, que huele a tierra mojada que trae recuerdos, se asemeja a la melodía que produce cuando cae a nuestro alrededor.

5. Libertad (Librada por las Letras, la Lírica, la Lengua, la Lectura y el Libro)

Es una palabra demasiado grande y libre para quedar encerrada en un diccionario. Denota un derecho y una obligación, siendo la condición más preciada del ser humano y la utopía de máxima expresión del respeto hacia cada persona. Ha inspirado a muchos que la han defendido y han muerto por ello, y ha conducido el progreso de la humanidad como promesa que aún deseamos alcanzar en su plenitud. Su sonido, con todas las vocales abiertas del alfabeto, es un grito que estremece de esperanza, compromiso, desahogo y felicidad. Encierra la primera aspiración de la humanidad desde tiempo inmemorial. Evoca el camino solidario que cada uno debe buscar para desarrollarse como persona única y singular que elige su camino y su destino.

6. Madre (Miscelánea Mágica de Mar, Maravilla, Milagro, Mirada, Mariposa, Muchacha, Musa, Murmullo, Música y Materia)

La primera voz que se aprende de quien nos trae al mundo es la expresión sublime, cálida, dulce y hermosa, porque denota amor infinito, cariño incondicional, comprensión total, paciencia ilimitada, entrega máxima, educación esencial y protección perpetua. Nos identifica con el milagro de la vida, nos conmueve y nos pertenece porque todos tuvimos una, que nos acompaña durante toda la existencia. Mamá mía es todo, llamada inicial y final: La primera que pronunciamos a viva voz y, en silencio, la última.

7. Nosotros y nosotras (De la Noble y Nítida Naturaleza a la Nostálgica Novedad)

Un fabuloso pronombre (en primera personal pero del plural) que hace referencia a la unión, al amor, a la amistad, al compartir y relacionarse con todo y con todos. Implica la existencia de otros a quienes nos sumamos en una colectiva aspiración común. Enlaza, establece lazos y nexos para la buena convivencia. Sólo pierde belleza y se pervierte cuando es seguida por “los... (altos, blancos, europeos,…)” ; entonces se torna clasista y excluyente al establecer un “nosotros” frente a un “vosotros o ellos”.

8. Oasis (Ojalá Oigamos los Olvidados Ojos del Ocaso)

Entraña sosiego en la aventura, descanso en agobio, agua, naturaleza, refugio, encuentro, convivencia, armonía, paz,... Inspira un nirvana idealizado, un espacio abierto, nuevo y despejado, donde recuperar fuerzas para seguir el día a día. Supone un lugar de esperanza, donde cobijarnos en cada noche oscura, calmar la sed y reemprender el camino, sabiendo que el objetivo es el viaje y no el destino.
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Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/palabra2.htm

La palabra más bella (I/III)

Un espléndido concurso ha reabierto el debate sobre la palabra más sublime del castellano. Aquí se defienden algunas voces candidatas.

Algunas constantes de las palabras preferidas son su corta extensión (incluso monosílabos como fe, sí,..), su sonoridad fonética y su decisivo significado profundo y con fuerza conceptual. En tres entregas consecutivas se proponen las predilectas del autor.

1. Alba (en disputa con Amor).
Es el inicio del día: cuando todo nace. Es el inicio de todo, aún puro, blanco, sin escribir. Es el comienzo, una nueva oportunidad con la esperanza de algo nuevo e inesperado. Es el principio de una nueva jornada, donde cabe la posibilidad de empezar de nuevo dando por finalizados otros momentos pasados. Evoca la esperanza, el renacer y el volver a empezar, además de ser un delicado nombre de mujer.

2. Beso (englobando en una Burbuja a Belleza y Bondad)
Porque todos nacimos, astros y personas, del choque (bing-bang) de un beso. Su significado es hermoso, excelso, indescriptible, ya sea un beso de amor, de madre, de padre,... Es la muestra universal del cariño que se profesan dos personas. Al pronunciarla se tocan los labios entre sí como queriendo representar el acto de besar. Aúna la belleza del sonido y la del contenido, contiene forma, color, aroma, sabor y sentimiento. Sirve para saludar, despedirse, soñar y contiene mucho, mucho amor.

3. Cielo (conteniendo a Caricia, Camino y Cometa)
Representa un haz envolvente de calma, paz, felicidad; no sólo por su significado religioso sino porque representa estar lo más cerca de la gloria. Es una palabra suave, alegre y soñadora por sus connotaciones: azul, protector y grandioso donde cabemos todos. Porque será el punto de reencuentro de todos. Alude a la inmensidad, a lo impalpable, a lo infinito que inspira a poetas, pintores, científicos y creyentes,… Simboliza la libertad intangible, la naturaleza etérea, el cariño humano y divino,...

4. Chocolate
Es armoniosa y deliciosa por lo que significa y por lo que despierta de invitación al placer. Al pronunciarla se acaricia el paladar y afloran los más gratos recuerdos de la niñez. Rememora al sabor dulce de la vida, y al pronunciar esta sensual palabra de origen indígena siempre se arranca una sonrisa.

5. Destino (superando a Diálogo e incluyendo a Dios)
Elegida no porque el destino esté escrito, sino porque todos podemos trazar nuestro camino y nuestro objetivo vital. Ese destino que elegimos para soñar al cerrar los ojos cada noche y que marca todo el ser de cada persona. Exige respuestas y decisiones ante sus cambios repentinos, imprevisibles, del azar que hay que conducir para reorientar nuestra propia vida en un instante y en cada jornada. Porque no nacemos con un sino, sino que nos lo forjamos con el trabajo diario, nosotros construimos nuestro propio destino.

6. Educación (con dosis de Épica, Esperanza, Excelencia y Éxito)
Es una mágica palabra que contiene todas las vocales y supone el punto de partida de todo ser humano para su adecuado desarrollo personal y social. Representa el genuino motor del progreso y la solución universal a todos los problemas de la Humanidad. Con la educación, todos podríamos ser mejores seres humanos. Es lo supremo de la vida, la panacea que nos hace felices y nos da libertad, vocación y destino.

7. Fe (Flor inicio de Frágil y Fraternal Felicidad)
Increíble unión de sólo dos letras que abarca tantos y tan poderosas significados que traspasan el tiempo y el espacio por su extraordinaria fuerza que da respuesta ante lo ignoto. Es una pequeña flor de luz que se expande transformándose en las pasiones más bellas e indescriptibles que mantienen al mundo en pie. Encierra todo el poder para iluminar el mundo y la esencia del ser humano, que le lleva a remontar ríos, cruzar océanos y viajar hacia las estrellas. Mueve montañas, abre todas las puertas, atraviesa la barrera del tiempo y es la fuente de toda esperanza, la más profunda necesidad humana. Regala serenidad e inunda de paz el alma, cual lámpara gigante que ilumina el camino por donde hemos de caminar.

8. Gracias (Genial, Gentil, Goce de Generosidad y Gloria)
Palabra prodigiosa, balsámica, amable, dulce y duradera de sonido peculiar que se expande por el espacio, enriquece la existencia y hace sentir bien a la persona que la ofrece y a la que lo recibe, provocando una conexión automática de sentimiento compartido. Significa que alguien ha hecho algo por otro y éste se lo reconoce. Debería estar a flor de labios para despacharla con premura, naturalidad y oportunidad, lo que nunca defraudará a su portador. Polivalente lo mismo sirve para contestar un cumplido, un favor y hasta un desprecio, dejando bien parado a todo el mundo, sea dicho cordial o irónicamente. Broche de la divina cortesía, contiene dosis de amor, humildad, generosidad, educación y buena intención. Fonéticamente contiene contrastes entre la eclosión y el susurro. En fin,... ¡gracias!
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Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/palabra1.htm

Con-vencedores y con-vencidos

Algunos prefieren ser vencedores con - vencidos. Muchos preferimos que todos pasemos de vencidos en la violencia a convencidos en la paz.

Es eterno el tema de vencedores y vencidos. La ley del universo y de la historia es contundente: ¡Ay de los vencidos! Pero los vencedores más célebres parece que se sorprendieron de lo significa vencer sin convencer. Napoleón señaló: “Lo que más me extraña de este mundo es la impotencia de la fuerza. De los dos poderes, fuerza e inteligencia, a la larga el sable siempre es vencido por el espíritu” o “Un gobierno que sólo se sostiene en las bayonetas es un gobierno vencido”. Su gran adversario, el Duque de Wellington, también opinaba que “Únicamente una batalla perdida puede ser más triste que una batalla vencida”.

Más recientemente otros han hablado de vencedores y vencidos. Pinochet se delató cuando declaró: “Aquí no hay ni vencedores ni vencidos, pero sepan estos últimos”... Más cercanamente, Fraga Iribarne declaró: “La victoria en la guerra sólo se consigue cuando se hace ganar también a los vencidos”,… en la etapa de la transición. El mismo Juan Carlos I recordaba que “No quería, a ningún precio, que los vencedores de la guerra civil fueran los vencidos de la democracia”. Pero la mejor cita es la de un clásico (Lucano): “¡Tan miserable es salir vencedor en una guerra civil!”.

La humanidad no ha conocido hasta la fecha sino una historia de odio, donde no cabían más que dos héroes: Hamlet, el impotente, y Macbeth, el vencedor. Y ambos son atormentados por espectros. Con ese maniqueo esquema bipolar, de buenos y malos, de vencedores y vencidos,… hemos crecido. Los filósofos lo mitigaron, pero no lo superaron. Nietzsche sugirió “También los vencedores son vencidos por la victoria”, o Maquiavelo creyó “Los pueblos sométense voluntariamente al imperio de quien trata a los vencidos, no como enemigos, sino como hermanos”.

Son insuficientes consejos como éstos, porque suponen que debe haber vencidos: “Con la misma mano con que vence, protege a los vencidos. El vencedor siempre honra al que ha vencido. Es perdonar al vencido, el triunfo de la victoria. La mayor satisfacción del vencedor consiste en perdonar al vencido. La paz es conveniente al vencedor y necesaria al vencido”. Ya no queremos victorias, ni victorias ni victoriosos que impliquen vencidos. La concordia crea invencibles, invencibles convencidos y sin vencidos. Quien domina por la fuerza no ha vencido a su enemigo. Preferimos el amor, en cuyas contiendas es indiferente vencer o ser vencido, porque siempre se gana.

Quizá, en ocasiones, la vida nos vence, y el sentimiento de vencidos se mantiene. Pero no es vencido sino quien creer serlo. Ya no aspiramos a ser vencedores de otros, sino de nosotros mismos como Buda predica: “vencedor es quien se vence a sí mismo”. Sin necesidad de que nos enfrentemos los unos con los otros, la vida nos somete a una escuela de adversidad, frente a la desigualdad, frente a la enfermedad, frente a la muerte. La naturaleza humana nos orienta hacia la solidaridad con las víctimas, con quienes generosamente no buscan revancha sino el fin del infortunio para todos.

El concepto vencer es propio del caduco lenguaje militar: en una civilización madura el gran verbo es convencer. En la guerra, sea quien sea el que se pueda llamar vencedor, no hay ganador, sólo perdedores, sólo hay vencidos; en la paz, todos somos ganadores y vencedores de nosotros mismos. Una sana democracia no acoge vencedores y vencidos, sino que sólo caben convencedores y convencidos. Pidamos a nuestros dirigentes que se transmuten, yVersión .DOC para imprimir convirtámonos cada uno de nosotors, en vendedores de paz ante nuestros convecinos.

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