En uno de esos raros momentos en los que aún veo la televisión, me encuentro un debate entre las cinco candidaturas de Getxo.
Fue en el Canal Euskadi, especialmente querido porque he colaborado en algunas de sus tertulias. Allí, en un barrido inicial, junto con el presentador aparecieron los cinco aspirantes a la Alcaldía getxoztarra: Imanol Landa de EAJ-PNV (con blog propio en euskera y castellano), Marisa Arrue del PP, Luis Almansa del PSOE, Iñaki Urkiza de Ezker Batua-Aralar (con blog) y José Ramón Bilbao (EA). Continuidad en las alternativas, porque todos ellos son concejales actuales y portavoces de sus respectivos partidos.
Primeras impresiones. Todo en buen tono, propio de quienes se ven a todas horas y ahora deben exacerbar sus discrepancias, que algunas hay y son obvias. Algunos candidatos (EB y EA) con una tan limitada dialéctica en castellano (y nula en euskera, me temo) que apenas se explicaban, incorporando continuos “dequeísmos” que animaban al zapping. El representante del PSOE con palabras gruesas (‘el fracaso y ridículo del equipo de gobiern’o…), pero con una sonrisa tan meliflua que no parecía creérselo ni él. La del PP con una crítica tan vana en su repetición que hasta resultaba mesurada. El del PNV, ocupando casi todo el tiempo con datos y respuestas a todos los que le interpelaban (incluido el de EA), dando una convincente sensación de que era el futuro alcalde indiscutible quien hablaba.
Defraudaba que, en lo que se supone que es un debate decisivo, se maneje tanta ambigüedad por parte de quienes están en la oposición y deben optar a gobernar. Ninguna propuesta concreta, ninguna cifra sobre el número de vivienda VPO que proponen, y sólo exhibir un cuadernillo con “140 ó 150 propuestas” o una hoja con el PTP (Plan Territorial Parcial). También sorprendía que el “tripartito” (PNV-EA-EB) divergiese, incluso con un error básico de EA otorgando la razón al PSOE, sin venir a cuento, y sólo para desmarcarse del PNV respecto a una plaza de Las Arenas. Ello augura el resultado previsible de que EA desaparezca de Getxo,… entre otros muchos municipios. El resto de predicciones es imaginable: Bajada del PP (no gobierna en Madrid y por ello… ¡recibirá menos votos en Getxo!), subida suave del PSOE (por la razón expuesta), mejora mínima de EB-Aralar (la vivienda es un serio problema en Getxo) y mantenimiento del PNV presentado en solitario. Si Batasuna agrupa a sus votantes en alguna candidatura, reaparecerá con una reducida representación en el Ayuntamiento.
Acaso sea sólo una apreciación personal, pero apenas se aprecia debate público, con poca publicidad estática y bastante pasotismo extendido por doquier, al menos en la Comunidad Autónoma Vasca (la Comunidad Foral Navarra es otra cosa, porque algo se mueve). Quizá sea un signo de normalización, pero con excepción del aburrimiento general que provoca la saturación del monotema de cómo se presentará Batasuna o para quién pedirá su voto, casi nada es noticia. Es un pésimo efecto secundario de anteriores crispaciones desvergonzadas y, sobre todo, de que ETA no desaparezca. Con todo ello, ya nada sobresale lo que debiera y unas elecciones municipales y forales pasan desapercibidas ante nosotros. Es predecible una subida del absentismo, si el 27 de mayo amanece soleado.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/elecciones.DOC
Fue en el Canal Euskadi, especialmente querido porque he colaborado en algunas de sus tertulias. Allí, en un barrido inicial, junto con el presentador aparecieron los cinco aspirantes a la Alcaldía getxoztarra: Imanol Landa de EAJ-PNV (con blog propio en euskera y castellano), Marisa Arrue del PP, Luis Almansa del PSOE, Iñaki Urkiza de Ezker Batua-Aralar (con blog) y José Ramón Bilbao (EA). Continuidad en las alternativas, porque todos ellos son concejales actuales y portavoces de sus respectivos partidos.
Primeras impresiones. Todo en buen tono, propio de quienes se ven a todas horas y ahora deben exacerbar sus discrepancias, que algunas hay y son obvias. Algunos candidatos (EB y EA) con una tan limitada dialéctica en castellano (y nula en euskera, me temo) que apenas se explicaban, incorporando continuos “dequeísmos” que animaban al zapping. El representante del PSOE con palabras gruesas (‘el fracaso y ridículo del equipo de gobiern’o…), pero con una sonrisa tan meliflua que no parecía creérselo ni él. La del PP con una crítica tan vana en su repetición que hasta resultaba mesurada. El del PNV, ocupando casi todo el tiempo con datos y respuestas a todos los que le interpelaban (incluido el de EA), dando una convincente sensación de que era el futuro alcalde indiscutible quien hablaba.
Defraudaba que, en lo que se supone que es un debate decisivo, se maneje tanta ambigüedad por parte de quienes están en la oposición y deben optar a gobernar. Ninguna propuesta concreta, ninguna cifra sobre el número de vivienda VPO que proponen, y sólo exhibir un cuadernillo con “140 ó 150 propuestas” o una hoja con el PTP (Plan Territorial Parcial). También sorprendía que el “tripartito” (PNV-EA-EB) divergiese, incluso con un error básico de EA otorgando la razón al PSOE, sin venir a cuento, y sólo para desmarcarse del PNV respecto a una plaza de Las Arenas. Ello augura el resultado previsible de que EA desaparezca de Getxo,… entre otros muchos municipios. El resto de predicciones es imaginable: Bajada del PP (no gobierna en Madrid y por ello… ¡recibirá menos votos en Getxo!), subida suave del PSOE (por la razón expuesta), mejora mínima de EB-Aralar (la vivienda es un serio problema en Getxo) y mantenimiento del PNV presentado en solitario. Si Batasuna agrupa a sus votantes en alguna candidatura, reaparecerá con una reducida representación en el Ayuntamiento.
Acaso sea sólo una apreciación personal, pero apenas se aprecia debate público, con poca publicidad estática y bastante pasotismo extendido por doquier, al menos en la Comunidad Autónoma Vasca (la Comunidad Foral Navarra es otra cosa, porque algo se mueve). Quizá sea un signo de normalización, pero con excepción del aburrimiento general que provoca la saturación del monotema de cómo se presentará Batasuna o para quién pedirá su voto, casi nada es noticia. Es un pésimo efecto secundario de anteriores crispaciones desvergonzadas y, sobre todo, de que ETA no desaparezca. Con todo ello, ya nada sobresale lo que debiera y unas elecciones municipales y forales pasan desapercibidas ante nosotros. Es predecible una subida del absentismo, si el 27 de mayo amanece soleado.
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