Cita del día

Encontraremos un camino; o bien, lo construiremos.


Aníbal Barca, (247 aC – 183 aC), ejemplo de fe y decisión que le permitieron cruzar los Alpes con elefantes.

¡Vaya semanita!

Otro de los escasos programas de televisión que valen la pena. Algunos de sus mejores vídeos (selección de 114) en YouTube. Otros vídeos en Google: VIDEO-1, VIDEO-2,...

Tópicos de vascos...

Más problemas

Un problema es un problema porque contiene una paradoja.

El gran pedagogo John Dewey, creador del “método del problema”, consideraba que "se aprende resolviendo problemas". Con suerte, incluso habremos conocido algún profesor (de matemáticas en mi caso, como el Sr. Ayuso, de Escolapios de Bilbao a finales de los años ‘60) que nos adiestró a resolver problemas sucesivos y de dificultad creciente. Se trata del mejor entrenamiento para la vida: Cada vez que resolvemos un problema, allí está el profesor para proporcionarnos el siguiente.

Los problemas son nuestros mejores amigos. Todo problema trae consigo un germen de solución. La vida sólo nos presenta problemas que podemos resolver o en cuya solución podemos colaborar. Un problema dejaría de serlo,… si no tuviese solución. Un problema sin solución sólo sería un problema mal planteado. Claro que un problema es difícil, si no nunca sería un verdadero problema. Soluciones rápidas no resuelven problemas, ni fórmulas sencillas zanjaron nunca problemas complejos.

Los problemas no se olvidan,... se resuelven. La mejor forma de librarse de un problema es solventarlo. La mayoría de las veces empleamos más tiempo en hablar de los problemas que en afrontarlos. Muchos de nuestros problemas duran demasiado o quedan pendientes porque tememos a sus soluciones. A menudo lo que no aceptamos no son los problemas, sino la solución que piden.

Con demasiada frecuencia damos a los alumnos soluciones que recordar, en vez de problemas que resolver. Quienes prefieren enfrentarse y no rehuir a los problemas pronto aprenden algunas claves. 1º Se da con frecuencia la paradoja de que sólo podemos resolver los problemas cuando pensamos que no son tales problemas. 2º Acotar el problema es la única manera de resolverlo. 3º Muchas veces es más importante encontrar la causa de un problema que su solución. 4º El problema más grande del mundo se podía haber solucionado cuando todavía era pequeño.

Los problemas son excusas para los derrotados y desafíos para los trabajadores. Un problema es un reto del que siempre podemos salir exitosos,… o habiendo aprendido algo. El miedo es siempre un problema, el esfuerzo siempre es una solución. En esta vida seamos solución, y no problema.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/problemas.htm

Un día perdido

Veloz el tiempo corre y queda sólo el pesar de haberlo mal perdido.

Un día perdido es un día irrecuperable. De todo lo que hemos perdido, lo que más añoramos es el tiempo perdido. Napoleón creía que “Podemos recuperar el terreno perdido. El tiempo perdido, no”. Otros matizan más: Dinero perdido, nada perdido; tiempo perdido, algo perdido; corazón perdido, todo perdido.

Un día perdido es un día sin pasear, sin jugar, sin pintar, sin estudiar, sin aprender, sin leer, sin escribir,… pero sobre todo es un día sin amar. El día más irremediablemente perdido es aquel en que no nos hemos reído, o ni siquiera sonreído. Peor aún es el día que no hemos logrado que otros sonrían, o rían, o lean, o aprendan,… con nosotros.

Esos son los días más perdidos. Aquéllos en que no hemos amado o ayudado a nadie. Cayo Suetonio atribuyó al Emperador Tito la siguiente frase: “¡Amigos, he aquí un día perdido para mí!”. Palabras pronunciadas cierta noche, cuando advirtió que no había realizado ninguna buena obra. Lo no hecho cada día, es lo irremisiblemente perdido. También lo diferido, es medio perdido.

Hemos perdido demasiado tiempo, pero no sabemos cuál exactamente. La sabiduría considera que no es tiempo perdido el dedicado al trabajo, aunque éste parezca modesto e intrascendente. Tampoco es tiempo perdido el empleado en escuchar con humildad. Menos perdido aún es el día en el que hayamos fallado; al contrario, es enriquecedor pues el fracaso siempre acaece preñado de enseñanza.

Los verdaderos paraísos son los que hemos perdido, y esos paraísos perdidos sólo están en nosotros mismos. Luego están a nuestro alcance los paraísos genuinos. Recuperemos el tiempo perdido. Que no sea hoy un día perdido. Todavía estamos a tiempo de sonreír y de lograr que otros sonrían.
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Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/perdido.htm