"Todo héroe debe encontrar su propósito". |
Héroes |
Una institución que no puede funcionar
¿Te imaginas trabajando en una compañía como ésta ?
Tiene poco más de 500 integrantes con las siguiente estadísticas:
- 3 fueron arrestados por asalto.
- 7 fueron arrestados por fraude.
- 8 han sido arrestados por robar en comercios.
- 14 fueron arrestados por cargos relacionados con la droga.
- 19 fueron acusados por emitir cheques sin fondos.
- 21 están en pleito judicial por demandas.
- 29 han sido acusados de abuso conyugal.
- 71 no pueden tener tarjeta de crédito por tener malos antecedentes comerciales.
- 88 (sólo en 1998) fueron detenidos por conducir ebrios.
- 117 han quebrado por lo menos 2 negocios.
¿Te gustaría saber de que empresa hablan estas maravillosas estadisticas ? Pues estos datos pertenecen a los 535 miembros del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.
Tiene poco más de 500 integrantes con las siguiente estadísticas:
- 3 fueron arrestados por asalto.
- 7 fueron arrestados por fraude.
- 8 han sido arrestados por robar en comercios.
- 14 fueron arrestados por cargos relacionados con la droga.
- 19 fueron acusados por emitir cheques sin fondos.
- 21 están en pleito judicial por demandas.
- 29 han sido acusados de abuso conyugal.
- 71 no pueden tener tarjeta de crédito por tener malos antecedentes comerciales.
- 88 (sólo en 1998) fueron detenidos por conducir ebrios.
- 117 han quebrado por lo menos 2 negocios.
¿Te gustaría saber de que empresa hablan estas maravillosas estadisticas ? Pues estos datos pertenecen a los 535 miembros del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.
Los tres pendientes de los piratas
Escollos, bajíos, vientos huracanados, lluvias y nieve durante casi todo el año, o una espesa bruma cuando las tempestades calmaban, convertían a aquel cabo en un lugar impracticable, incluso para los más experimentados navegantes. Los naufragios estaban a la orden del día. Por ello, se convirtió en signo de suerte y pericia entre la marinería haber logrado cruzar con vida aquel infierno. Orgullosos de ello, y para que la hazaña quedara reflejada de por vida, los marineros, comerciantes, piratas y corsarios se colgaban en una de las orejas un pendiente en forma de anillo.
A este distintivo se podían unir otros dos, que simbolizaban el paso por el cabo de Buena Esperanza, al sur de África, y el cabo de York, en Oceanía.
Palabras dulces
Sr. Aznar, sea franco
Sea franco, Sr. Aznar: usted ambiciona el poder omnímodo, sin estorbos de explicar al congreso, someterse a jueces independientes, o soportar a medios de comunicación libres.
Sea franco, Sr. Aznar: usted quiere dejar todo bien atado, designando directamente a su sucesor.
Sea franco, Sr. Aznar: usted ansía Una España y Grande, pensada desde el centro y sin esa molesta periferia que tanto se subleva.
Sea franco, Sr. Aznar: usted aborrece que no se hable en cristiano.
Sea franco, Sr. Aznar: usted ha pensado suprimir algunas elecciones, primero en Vasconia y luego ya veremos.
franco, Sr. Aznar: para usted la única solución contra el delito y el terrorismo es represión y cárcel, sin meterse en política.
Sea franco, Sr. Aznar: usted cree que los culpables de todo son los rojos y los separatistas.
Sea franco, Sr. Aznar, pero no organice otra guerra civil.
Por último, Sr. Aznar, ni Franco nos metió en una guerra mundial. En todo caso, si desea ser amigo del mandamás mundial, arme otra división azul y váyase con sus voluntarios.
Sea franco, Sr. Aznar: usted quiere dejar todo bien atado, designando directamente a su sucesor.
Sea franco, Sr. Aznar: usted ansía Una España y Grande, pensada desde el centro y sin esa molesta periferia que tanto se subleva.
Sea franco, Sr. Aznar: usted aborrece que no se hable en cristiano.
Sea franco, Sr. Aznar: usted ha pensado suprimir algunas elecciones, primero en Vasconia y luego ya veremos.
franco, Sr. Aznar: para usted la única solución contra el delito y el terrorismo es represión y cárcel, sin meterse en política.
Sea franco, Sr. Aznar: usted cree que los culpables de todo son los rojos y los separatistas.
Sea franco, Sr. Aznar, pero no organice otra guerra civil.
Por último, Sr. Aznar, ni Franco nos metió en una guerra mundial. En todo caso, si desea ser amigo del mandamás mundial, arme otra división azul y váyase con sus voluntarios.
Galicia en el país de las maravillas
Durante mucho tiempo se creyó que los libros de Alicia eran relatos especialmente destinados a la niñez. Hasta que, a mediados del siglo XX, fueron leídos más atentamente y se advirtió la complejidad, la carga de angustia de ese universo onírico, antecedente del surrealismo y del absurdo. No eran meras obras infantiles, porque revelan mucha agresividad, una amenaza permanente y situaciones de gran arbitrariedad. Una creación literaria tan exuberante puede ser interpretada de múltiples formas: Los niños disfrutan de la vertiente más lúdica y fantasiosa de la aventura y el riesgo; los jóvenes se identifican con algunas facetas de Alicia relacionadas con la identidad y el crecimiento; y los adultos advierten otras sutilezas aplicables a la educación, e incluso a la política.
Versión 1ª: Lewis Carroll, un diácono y profesor de matemáticas, aquella tarde estival del 4 de julio de 1862 les contó a las chicas Liddell (Lorina, Edith y, desde luego, Alicia) la historia de la niña que cae en la conejera. Un pozo muy profundo (‘‘¿nunca terminaremos de caer?’’), al final del cual emerge el territorio de los prodigios, donde el primer ser vivo que se le aparece es un conejo parlanchín perpetuamente preocupado por no llegar tarde. En tanto que Alicia, melindrosa y remilgada, mediante bebidas, hongos o pasteles, se achica, se agranda o se le estira muchísimo el cuello (hasta ser confundida con una víbora), van surgiendo otros personajes sorprendentes. Hasta que, en el preciso momento en que un mazo de cartas cae sobre la protagonista y después de que la Reina ordena que le cortaran la cabeza, llega el despertar salvador, el final de la siesta bajo los árboles. Alicia ha vuelto a la normalidad.
Versión 2ª: José María Aznar, un inspector de hacienda y presidente español, aquella mañana del 19 de noviembre de 2002 no contó nada a la ciudadanía de lo que iba a pasar después de que el ‘‘Prestige’’ se hundiera definitivamente a 270 kilómetros de las Islas Cíes. Una fosa muy profunda (‘‘¿nunca terminará de fluir el fuel?’’), al final de la cual surge el país de las meigas donde el primer ente vivo que aparece es la plataforma impertinente ‘‘Nunca Máis’’. En tanto que Galicia, sufrida y nostálgica, mediante chapapote, protestas y despertares, se achica, se agranda o se estira muchísimo (hasta ser confundida con otros ‘‘nacionalismos’’), van desapareciendo otros personajes como Humpty-Fraga-Dumpty, el huevo zancudo en equilibrio imposible,... La Reina Naturaleza herida en su seno por el errante petrolero, amenaza a su capricho toda la costa atlántica y no se ve el final de esta pesadilla. En unos días, miles de personas han perdido su trabajo, su dinero, su futuro. ¿Cuándo volverá Galicia, y todo el Cantábrico, a la normalidad?
La siguiente obra será ‘‘Galicia a través del espejo… de las elecciones’’. Esperamos impacientes su entrega.
Versión 1ª: Lewis Carroll, un diácono y profesor de matemáticas, aquella tarde estival del 4 de julio de 1862 les contó a las chicas Liddell (Lorina, Edith y, desde luego, Alicia) la historia de la niña que cae en la conejera. Un pozo muy profundo (‘‘¿nunca terminaremos de caer?’’), al final del cual emerge el territorio de los prodigios, donde el primer ser vivo que se le aparece es un conejo parlanchín perpetuamente preocupado por no llegar tarde. En tanto que Alicia, melindrosa y remilgada, mediante bebidas, hongos o pasteles, se achica, se agranda o se le estira muchísimo el cuello (hasta ser confundida con una víbora), van surgiendo otros personajes sorprendentes. Hasta que, en el preciso momento en que un mazo de cartas cae sobre la protagonista y después de que la Reina ordena que le cortaran la cabeza, llega el despertar salvador, el final de la siesta bajo los árboles. Alicia ha vuelto a la normalidad.
Versión 2ª: José María Aznar, un inspector de hacienda y presidente español, aquella mañana del 19 de noviembre de 2002 no contó nada a la ciudadanía de lo que iba a pasar después de que el ‘‘Prestige’’ se hundiera definitivamente a 270 kilómetros de las Islas Cíes. Una fosa muy profunda (‘‘¿nunca terminará de fluir el fuel?’’), al final de la cual surge el país de las meigas donde el primer ente vivo que aparece es la plataforma impertinente ‘‘Nunca Máis’’. En tanto que Galicia, sufrida y nostálgica, mediante chapapote, protestas y despertares, se achica, se agranda o se estira muchísimo (hasta ser confundida con otros ‘‘nacionalismos’’), van desapareciendo otros personajes como Humpty-Fraga-Dumpty, el huevo zancudo en equilibrio imposible,... La Reina Naturaleza herida en su seno por el errante petrolero, amenaza a su capricho toda la costa atlántica y no se ve el final de esta pesadilla. En unos días, miles de personas han perdido su trabajo, su dinero, su futuro. ¿Cuándo volverá Galicia, y todo el Cantábrico, a la normalidad?
La siguiente obra será ‘‘Galicia a través del espejo… de las elecciones’’. Esperamos impacientes su entrega.
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