... es www.youtube.com, ¿cuál si no?. En este caso, tomamos dos vídeos del progarama "Plató abierto" (el 2º está aquí) sobre Internet, con uno de los responsables de www.microsiervos.com que explica el milagro de www.youtube.com. Vea mis vídeos favoritos.
El canal mejor y más visto del mundo...
Puente Colgante
El pasado 30 de junio la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad al Puente Bizkaia que une Portugalete con Getxo.
Elegimos vivir junto al Puente Colgante. Lo vemos desde la terraza. En casa se presiente su masa férrica, igual que se siente la ría, que fluye con sus gigantescos barcos avistados desde las ventanas. Casi todos los días paseamos por debajo de su torre derecha, entre turistas que crecen y crecerán aún más, al igual que los idiomas que se escuchan admirando la estructura de nuestro Puente Colgante de Bizkaia.
Además de un peculiar arco iris permanente, grisáceo y rectilíneo, este puente es una metáfora. Un símil del presente como un puente tendido entre dos abismos de tiempo y eternidad: el futuro que no existe y el pasado que se ha ido. Recuerda y refrenda aforismos, como el proverbio inglés que dice “Dios nos da las manos pero no construye los puentes”, o el galés que señala “Quien quiera ser líder debe ser puente”. Con su flujo y reflujo de las mareas supera el proverbio toscazo que advierte que “aguas calmadas estropean los puentes”.
El Puente Colgante nos recuerda que vivir no es sino echar puentes sobre los ríos que pasan. No siempre acertaremos a hacerlo tan grácil y felizmente como nuestro puente, pero podemos intentarlo. Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y de cuál hay que guardarse. Sólo los ingenieros saben diseñar puentes, pero más sabio es quien acierta sobre dónde y cuándo hay que hacerlo (no como algunos políticos que prometen construir un puente incluso donde no hay río). Una máxima infalible para la vida: Si no queremos sentirnos solos, construyamos puentes y no muros.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/puente.htm
Elegimos vivir junto al Puente Colgante. Lo vemos desde la terraza. En casa se presiente su masa férrica, igual que se siente la ría, que fluye con sus gigantescos barcos avistados desde las ventanas. Casi todos los días paseamos por debajo de su torre derecha, entre turistas que crecen y crecerán aún más, al igual que los idiomas que se escuchan admirando la estructura de nuestro Puente Colgante de Bizkaia.
Además de un peculiar arco iris permanente, grisáceo y rectilíneo, este puente es una metáfora. Un símil del presente como un puente tendido entre dos abismos de tiempo y eternidad: el futuro que no existe y el pasado que se ha ido. Recuerda y refrenda aforismos, como el proverbio inglés que dice “Dios nos da las manos pero no construye los puentes”, o el galés que señala “Quien quiera ser líder debe ser puente”. Con su flujo y reflujo de las mareas supera el proverbio toscazo que advierte que “aguas calmadas estropean los puentes”.
El Puente Colgante nos recuerda que vivir no es sino echar puentes sobre los ríos que pasan. No siempre acertaremos a hacerlo tan grácil y felizmente como nuestro puente, pero podemos intentarlo. Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y de cuál hay que guardarse. Sólo los ingenieros saben diseñar puentes, pero más sabio es quien acierta sobre dónde y cuándo hay que hacerlo (no como algunos políticos que prometen construir un puente incluso donde no hay río). Una máxima infalible para la vida: Si no queremos sentirnos solos, construyamos puentes y no muros.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/puente.htm
Aritmética elemental
Parece que hemos olvidado algunas operaciones matemáticas básicas, por lo que un repaso aplicado será muy provechoso.
Se supone que al acabar la enseñanza primaria todos sabemos las cuatro reglas. Pero nuestro comportamiento cotidiano demuestra que no las comprendimos bien. Veamos algunos casos prácticos, especialmente dirigidos a los jóvenes, que se supone han cursado toda la enseñanza secundaria obligatoria (ESO). Ejemplos de operaciones vitales:
Sumas. Si vamos adicionando tiempo o dinero con pequeños ingresos, esta inversión o ahorro puede acumular una cantidad importante si se persevera en la dedicación de los minutos aprovechados y si no se malgastan inmediata e infructuosamente los euros conseguidos.
Restas. Si nos despertamos muchos días con sueño, será necesario aumentar el número de horas que dormimos. Si la hora de levantarse está fijada, habremos de acostarnos antes, para que la diferencia entre ambos momentos nos permita descansar el tiempo necesario.
Multiplicaciones. Repitiendo pequeñas acciones o adquiriendo buenos hábitos (lectura diaria, trabajo constante, ahorro cotidiano,…) se logra multiplicar por un alto factor las capacidades propias y que sea notablemente mayor el producto final de nuestros esfuerzos.
Divisiones. Si partimos un objetivo grande en pequeñas porciones, como dividir un buen libro entre los días de una semana o estudiar una carrera en unos años, podremos alcanzar aquello que antes nos parecía inabordable.
Operaciones mixtas (dedicadas a adultos). Si no llega el dinero a fin de mes, y dado que el número de días está fijado por el calendario, sólo quedan como opciones factibles: sumar más ingresos, restar algunos gastos, multiplicar el trabajo o repartir mejor el sueldo a lo largo del mes. Lo mismo con el escurridizo tiempo: Si la vida se nos escapa sin gran provecho, dividamos preocupaciones, multipliquemos empeños, restemos distracciones y sumemos afectos. Confiemos que esto demuestre que las matemáticas son de aplicación en todo tiempo, para todo y para todos.
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/aritmetica.htm
Se supone que al acabar la enseñanza primaria todos sabemos las cuatro reglas. Pero nuestro comportamiento cotidiano demuestra que no las comprendimos bien. Veamos algunos casos prácticos, especialmente dirigidos a los jóvenes, que se supone han cursado toda la enseñanza secundaria obligatoria (ESO). Ejemplos de operaciones vitales:
Sumas. Si vamos adicionando tiempo o dinero con pequeños ingresos, esta inversión o ahorro puede acumular una cantidad importante si se persevera en la dedicación de los minutos aprovechados y si no se malgastan inmediata e infructuosamente los euros conseguidos.
Restas. Si nos despertamos muchos días con sueño, será necesario aumentar el número de horas que dormimos. Si la hora de levantarse está fijada, habremos de acostarnos antes, para que la diferencia entre ambos momentos nos permita descansar el tiempo necesario.
Multiplicaciones. Repitiendo pequeñas acciones o adquiriendo buenos hábitos (lectura diaria, trabajo constante, ahorro cotidiano,…) se logra multiplicar por un alto factor las capacidades propias y que sea notablemente mayor el producto final de nuestros esfuerzos.
Divisiones. Si partimos un objetivo grande en pequeñas porciones, como dividir un buen libro entre los días de una semana o estudiar una carrera en unos años, podremos alcanzar aquello que antes nos parecía inabordable.
Operaciones mixtas (dedicadas a adultos). Si no llega el dinero a fin de mes, y dado que el número de días está fijado por el calendario, sólo quedan como opciones factibles: sumar más ingresos, restar algunos gastos, multiplicar el trabajo o repartir mejor el sueldo a lo largo del mes. Lo mismo con el escurridizo tiempo: Si la vida se nos escapa sin gran provecho, dividamos preocupaciones, multipliquemos empeños, restemos distracciones y sumemos afectos. Confiemos que esto demuestre que las matemáticas son de aplicación en todo tiempo, para todo y para todos.
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/aritmetica.htm
Internet vacacional
A pocos kilómetros del Campus Party resulta casi imposible disponer de Internet en el país de Telefónica.
Escribo gracias a algún vecino, despistado o piadoso, que comparte su Wi-Fi. Como todos los veranos me encuentro librando la misma batalla anual: Que Telefónica reconozca que existen miles de usuarios, con una segunda residencia, que necesitan una conexión a Internet durante unas semanas en verano y quizá otras dos en navidad o semana santa,… y que para ello no sea preciso pagar 12 meses completos con dos cuotas (20 + 40 euros/mes).
Algunos nos negamos a pagar durante 365 días un servicio telefónico y telemático que utilizamos apenas 50 días. Durante años sufrimos un calvario que comienza en mayo-junio y no acaba hasta diciembre. Comienza cuando se pide una nueva línea telefónica, cuyas rosetas interiores son cobradas innumerables veces. Dado que es preciso estar en la casa de verano para que conecten el teléfono, sólo unos días antes se sabe el nuevo número. Ello impide recurrir a proveedores de Internet ajenos a Telefónica, dado que el protocolo del monopolio (nadie diría que no lo es) o la misma lentitud de estos operadores (Wanadoo, Ya,…) determina un retraso superior… al mes vacacional. Tras el verano vienen los meses de lucha para evitar a ‘faxazos’ que sigan facturando Internet hasta noviembre o diciembre, además de amenazarnos con la lista de morosos (a propósito, ¿dónde está la lista de cínicos?).
¿Es posible que, en el país más atrasado de Europa en materia de telecomunicaciones, se establezca un contrato telefónico y de Internet que facture por semanas o meses, aunque sea a un precio proporcionalmente superior al habitual? ¿Es posible mantener proveedores distintos en la residencia habitual y en la veraniega, por aquello de la competencia, recuerdan? ¿A qué partido político, o a qué santo, hemos de encomendarnos los internautas para entrar en el siglo XXI?
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/internet.htm
Escribo gracias a algún vecino, despistado o piadoso, que comparte su Wi-Fi. Como todos los veranos me encuentro librando la misma batalla anual: Que Telefónica reconozca que existen miles de usuarios, con una segunda residencia, que necesitan una conexión a Internet durante unas semanas en verano y quizá otras dos en navidad o semana santa,… y que para ello no sea preciso pagar 12 meses completos con dos cuotas (20 + 40 euros/mes).
Algunos nos negamos a pagar durante 365 días un servicio telefónico y telemático que utilizamos apenas 50 días. Durante años sufrimos un calvario que comienza en mayo-junio y no acaba hasta diciembre. Comienza cuando se pide una nueva línea telefónica, cuyas rosetas interiores son cobradas innumerables veces. Dado que es preciso estar en la casa de verano para que conecten el teléfono, sólo unos días antes se sabe el nuevo número. Ello impide recurrir a proveedores de Internet ajenos a Telefónica, dado que el protocolo del monopolio (nadie diría que no lo es) o la misma lentitud de estos operadores (Wanadoo, Ya,…) determina un retraso superior… al mes vacacional. Tras el verano vienen los meses de lucha para evitar a ‘faxazos’ que sigan facturando Internet hasta noviembre o diciembre, además de amenazarnos con la lista de morosos (a propósito, ¿dónde está la lista de cínicos?).
¿Es posible que, en el país más atrasado de Europa en materia de telecomunicaciones, se establezca un contrato telefónico y de Internet que facture por semanas o meses, aunque sea a un precio proporcionalmente superior al habitual? ¿Es posible mantener proveedores distintos en la residencia habitual y en la veraniega, por aquello de la competencia, recuerdan? ¿A qué partido político, o a qué santo, hemos de encomendarnos los internautas para entrar en el siglo XXI?
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/internet.htm
El Beirut de Picasso
Picasso expresó en negros entintados sobre un sepulcral blanco el horror de la guerra, como la que hoy desgarra Beirut.
Picasso convirtió cada trazo del Gernika en un símbolo antibelicista. Su lienzo cubista proyecta una tragedia violenta y devastadora. El empedrado de una calle desolada, y a la luz de un bombilla que las bombas han respetado, una escena terrible propia de cualquier guerra. Un ser humano troceado, con los ojos abiertos y la mano crispada de indignación, que coge con el puño del otro brazo seccionado una espada rota, de donde nace una flor. Un caballo con el vientre atravesado por una lanza. Un toro observa, removiendo la cola, a una mujer que llora la muerte de su hijo. Otra mujer desesperada sale por la ventana iluminada por un quinqué; una tercera mujer se arrastra, y huye mirando los aviones asesinos. La cuarta mujer clama al cielo con los brazos levantados ante su casa en llamas. Todos gritan de sufrimiento, incluso los animales.
No desaparece la fórmula bélica de hacer política con el masivo exterminio de civiles. Así lo atestiguan Gernika, Londres, Varsovia, Dresden, Hiroshima, Nagasaki, Hanoi, Bagdad,... Quienes han sufrido un genocidio de la magnitud del “holocausto judío”, un “Coventry” o el “ataque a New York", debieran ser los primeros en comprenderlo. Israel, Reino Unido y Estados Unidos deben unirse al resto de la ONU para aplicar un inmediato alto el fuego en el Líbano.
Para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/beirut.htm
No desaparece la fórmula bélica de hacer política con el masivo exterminio de civiles. Así lo atestiguan Gernika, Londres, Varsovia, Dresden, Hiroshima, Nagasaki, Hanoi, Bagdad,... Quienes han sufrido un genocidio de la magnitud del “holocausto judío”, un “Coventry” o el “ataque a New York", debieran ser los primeros en comprenderlo. Israel, Reino Unido y Estados Unidos deben unirse al resto de la ONU para aplicar un inmediato alto el fuego en el Líbano.
Para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/beirut.htm
La cita del día
"No hay más que una cosa necesaria: las personas a las que somos necesarias".
[Puede releerse el artículo "Necesitar, desear, intentar, obtener y merecer ", del pasado 6 de febrero.]
Charlas veraniegas
Las vacaciones permiten encuentros entrañables donde compartir vivencias ajenas, oír otras opiniones y percibir distintas visiones.
Dos agudas observaciones de Claudia, una joven maestra murciana con alguna experiencia docente en sustituciones. La primera es relativa al mundo laboral, que le parece desorganizado y mal diseñado, se supone que comparado con el ámbito universitario donde todo está programado y el alumnado sabe exactamente lo que le espera en el curso siguiente tras acabar el verano.
La segunda escuchada en boca de uno de sus alumnos de 6 años, cuando preparaban ideas para construir un mundo mejor. Un niño señaló que "habría que inventar una máquina para... matar inmigrantes". Desolador, pero verídico.
Todo ello sugiere algunas reflexiones, que dejamos a la imaginación y al buen criterio del lector.
Dos agudas observaciones de Claudia, una joven maestra murciana con alguna experiencia docente en sustituciones. La primera es relativa al mundo laboral, que le parece desorganizado y mal diseñado, se supone que comparado con el ámbito universitario donde todo está programado y el alumnado sabe exactamente lo que le espera en el curso siguiente tras acabar el verano.
La segunda escuchada en boca de uno de sus alumnos de 6 años, cuando preparaban ideas para construir un mundo mejor. Un niño señaló que "habría que inventar una máquina para... matar inmigrantes". Desolador, pero verídico.
Todo ello sugiere algunas reflexiones, que dejamos a la imaginación y al buen criterio del lector.
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